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Sudáfrica, apartheid y lenguas en contacto

Sudáfrica posee una gran variedad de culturas y lenguas, las cuales se encuentran yuxtapuestas en la misma porción de terreno. Esta diversidad es producto de gran cantidad de grupos que fueron poblando paulatinamente la región a través de los siglos. Los primeros grupos que habitaron la región fueron los llamados Khoe, quienes se establecieron allí hace alrededor de mil años. Hacia el siglo XII los Bantu comenzaron al desplazarse hacia el sur del continente, y luego, en el siglo XVII, portugueses, holandeses, franceses, alemanes e ingleses, sumados a los malayos, Hindúes e indonesios, arribaron por mar al territorio de Sudáfrica.

Sudafrica, apartheid y lenguas en contacto Diego L. Forte [email protected] Introducción Sudáfrica posee una gran variedad de culturas y lenguas, las cuales se encuentran yuxtapuestas en la misma porción de terreno. Esta diversidad es producto de gran cantidad de grupos que fueron poblando paulatinamente la región a través de los siglos. Los primeros grupos que habitaron la región fueron los llamados Khoe, quienes se establecieron allí hace alrededor de mil años. Hacia el siglo XII los Bantu comenzaron al desplazarse hacia el sur del continente, y luego, en el siglo XVII, portugueses, holandeses, franceses, alemanes e ingleses, sumados a los malayos, Hindúes e indonesios, arribaron por mar al territorio de Sudáfrica. De esta forma quedo conformada una muy amplia diversidad cultural, con la correspondiente problemática de la situación de lenguas en contacto. A rainbow nation en palabras de Nelson Mandela. En la actualidad, alrededor de 25 lenguas son utilizadas en Sudáfrica diariamente por más de cuarenta y cuatro millones de personas. Cerca del 80% de la población habla una lengua africana como lengua materna. En Beukes, Anne- Marie. The First Ten Years of Democracy: Language Policy in South Africa. De acuerdo al censo del 2001 la distribución de las lenguas es la siguiente: Lengua materna por grupo Negros Mulatos Hindúes o asiáticos Blancos Total Afrikáans 0.7 % 79.5 % 1.7 59.1 13.3 Ingles 0.5 % 18.9 % 93.8 39.3 8.2 IsiNdebele 2.0 % 0 % 0.3 0.1 1.6 IsiXhosa 22.3 % 0.3 % 0.1 0.1 17.6 IsiZulu 30.1 % 0.3 % 0.2 0.1 23.8 Sepedi 11.9 % 0.1 % 0 0 9.4 Sesotho 10 % 0.2 % 0 0 7.9 Setswana 10.3 % 0.4 % 0 0.1 8.2 SiSwati 3.4 % 0.1 0 0 2.7 Tshivenda 2.9 % 0 0 0 2.3 Xitsonga 5.6 % 0 0 0 4.4 Otros 0.3% 0.2 1.1 1.1 0.5 La lengua materna mayoritaria es el isiZulu, que es hablado por más del 23 % de la población, seguido por el isiXhosa con el 17 % y el afrikáans con el 13 %. El inglés es utilizado como lengua franca en todo el país, aunque es lengua materna sólo para el 8.2 % de la población. Historia y planeamiento lingüístico durante el apartheid En 1652 los primeros hablantes de holandés arribaron a Sudáfrica, a Ciudad del Cabo. Esta se convertiría en la zona de dominio holandés, con una importante influencia económica y política. El holandés se convirtió entonces en la lengua oficial de la colonia de Cabo de buena esperanza. En 1814 Sudáfrica se convierte en colonia británica y el inglés, la lengua del nuevo gobierno, se convierte en la lengua usada en el ámbito oficial. Con la constitución de 1910, el inglés y el holandés se convierten en lenguas cooficiales. En 1925, con la llegada de movimientos nacionalistas al poder, el Afrikáans reemplaza al Holandés como lengua oficial. Cuando el Partido Nacional llega al poder en 1948 el Afrikáans recibe un fuerte apoyo político. Era un país que se declaraba bilingüe, pero lenguas oficiales eran habladas por la minoría blanca de la población. El Afrikáans era percibido como posesión de la minora blanca, que se sentía oprimida por los británicos. Debido a ello, el Afrikaans se convirtió en símbolo de identidad nacional contra la supremacía inglesa. La voluntad política para transformarlo en una lengua que pudiera ocupar funciones oficiales impulso la creación de diccionarios, terminología y literatura diversa. La lengua fue equipada para las funciones que se le asignaban. Para los habitantes blancos de la colonia holandesa, el inglés era la lengua de dominación, y en un intento por despegarse de la dominación se establece el Afrikáans que, en definitiva para los primitivos colonos, era algo local, propio, ignorando las culturas nativas, que quedan totalmente al margen de esta especulación. Las leyes de educación Bantu, de 1953 ponen la educación de todos los habitantes en manos del estado. Las escuelas fueron divididas lingüísticamente. La lengua materna fue la utilizada en cada caso para la instrucción hasta los siete años, luego de lo cual inglés y afrikáans eran usadas equitativamente (sistema conocido como 50-50 policy). Esto representó un grave problema debido a que, entre otras razones, la mayoría de la población no hablaba ni afrikáans ni ingles, sino lenguas nativas, por lo cual quedaban afuera no sólo del sistema educativo, sino también de la comprensión del sistema socio-económico y político del país. De esta forma el Afrikáans quedo estrechamente vinculado al apartheid y a la opresión racista. El ingles en cambio, a pesar de ser también una lengua colonialista fue resaltado como lengua de unificación y liberación, símbolo de los ideales de liberación para los grupos no blancos. La complejidad de la situación sudafricana se debe a que, debido al sistema utilizado por el apartheid, no puede hablarse de una lengua nacional. Cada grupo étnico local fue instado a vivir en su territorio original, con su cultura y lenguas originarias. No se apoyo la instrucción intercultural. Una especie de plan colonial de dividir y reinar. Sumado a esto, las hostilidades entre los diversos grupos impedían cualquier tipo de utilización de lenguas nativas como lenguas francas. El cambio en las políticas sudafricanas en materia lingüística fueron producto de una transformación política comenzada en los noventa. En 1990 debido a las grandes presiones sociales, el régimen liberó a Nelson Mandela junto con otros presos políticos y comenzaron las negociaciones para el establecimiento de un nuevo gobierno. Las mismas culminaron con una constitución interina en 1993. Esta constitución fue la base para la transición, las primeras elecciones multirraciales en 1994, hasta la adopción de la constitución de 1996. La constitución de 1996 reconoce once lenguas oficiales, nueve de las cuales habían sido marginadas anteriormente, y otorga además reconocimiento histórico a las lenguas indígenas y sus culturas, y compromete al estado en la implementación de medidas para cambiar su status y promover su uso. Kamwendo Kamwendo, Gregory Hankoni. No Easy Walk to Linguistic Freedom: A Critique of Language Planning During South Africa’s First Decade of Democracy. situa esta legislación en el marco contemplado por Cobarrubias (1983). Este marco contempla cuatro posibilidades: Plurilingüismo Asimilación internacionalización Vernacularización Pero los límites entre una y otra no son tan claros como podria pensarse a simple vista, por lo que se debe ser cuidadoso con las clasificaciones debido a que las políticas lingüísticas suelen involucrar mas de una de estas clasificaciones. El caso sudafricano, de acuerdo a Kamwendo, esta claramente identificado con el plurilingüismo. Directamente opuesta al este se encuentra la asimilación, cuya característica mas clara es la existencia de una lengua dominante, utilizada como lengua oficial, las demás lenguas son ignoradas e incluso puede haber intentos de erradicación. La internacionalización es también marcada por Kamwendo como elemento visible en la política sudafricana. El hecho de conceder estatus oficial a una lengua hablada en diversos puntos del planeta, aunque ella no sea hablada por la mayoría de la población del país. Es una practica postcolonial común en países africanos. La adopción de estas lenguas brinda a los ciudadanos, según Kamwendo, la posibilidad de interactuar con el mundo. El inglés cumple esa función, aunque ha habido debates acerca del afrikáans, dado que tiene orígenes holandeses La cuestión acerca del status africano o europeo del Afrikáans aun hoy suscita controversias y motiva numerosos debates.. Pero por otra parte, la adopción de una lengua foránea significa dejar de lado la lengua materna, esto es, considerar que la lengua materna no es suficientemente buena como para tener un status internacional y tener el mismo prestigio que el ingles, el francés, el holandés, el portugués, el español o cualquier otra lengua colonial. Vernacularización refiere a una situación en la cual una lengua indígena es desarrollada y equipada para funcionar en dominios tales como educación, medios de comunicación, y servicios oficiales. La elevación del estatus de nueve lenguas nativas a lenguas oficiales es une ejemplo de vernacularización, aunque la cuestión no esta totalmente cerrada, dado que el ingles continua acaparando la amplia mayoría de dominios oficiales. La constitución también establece como los gobiernos nacional y provinciales deben manejar las lenguas oficiales: The national government and provincial governments may use any particular official languages for the purposes of government, taking into account usage, practicality, expense, regional circumstances and the balance of need and the preferences of the population as a whole or in the province concerned, but the national government and each provincial government must use at least two official languages. Sudáfrica se encuentra dividida en nueve provincias: Eastern Cape, Free State, Gauteng, Mpumalanga, Kwazulu-Natal, Northern Cape, Western Cape, North West y Limpopo. Mientras que los hablantes de algunas lenguas se encuentran dispersos por todo el pais, los hablantes de otras lenguas, la mayoria, se hallan situados en mayor concentración en una provincia o provincias. Por ejemplo, la mayor concentración de hablantes de isiZulu esta en KwaZulu-Natal. La constitución permite también a las municipalidades tomar en cuenta las necesidades de sus habitantes y formular legislación apropiada. No es suficiente simplemente declarar a las lenguas marginadas como oficiales. Existe una necesidad urgente de acompañar este status con un desarrollo coherente. Legislación Post Apartheid La constitución sudafricana, que entrara en vigencia el 8 de Mayo de 1996, ha sido descrita como una de las más progresistas del continente africano, dado que contempla ampliamente la situación de diversidad de lenguas. Las políticas anteriores planteaban la situación lingüística como una situación de bilingüismo, mientras que la nueva constitución la describe como una situación en la que se contempla la diversidad de lenguas existentes. Establece los mismos derechos para las 11 lenguas habladas por el 99% de la población. Estas lenguas son, las dos oficiales en el sistema anterior, ingles y afrikáans, y otras nueve lenguas africanas: Sepedi, Sesotho, Setswana, siSwati, Tshivenda, Xitsonga, isiNdebele, isiXhosa y isiZulu. La constitución prevé acciones de promoción y desarrollo para lenguas que han sido marginadas en el pasado. Establece como prioridad la creación de un organismo para tal fin, la Pan South African Language Board (PanSALB), encargada de promover el uso de las lenguas sudafricanas, incluidas las antiguas lenguas de Sudáfrica, el Khoe y el San. La carta de derechos (Bill of Rights) reconoce la lengua como un derecho básico: “…Everyone has the right to use the language and to participate in the cultural life of their choice, but no one exercising these rights may do so in a manner inconsistent with any provision of the Hill of Rights…” Capitulo II Sección 30 de la constitución de 1996. Además, la constitución prohíbe la discriminación de cualquier ciudadano por cuestiones lingüísticas, prescribe el derecho a la educación en cualquiera de las once lenguas oficiales que elija, promueve el desarrollo de las culturas y lenguas de los distintos grupos, el derecho, ante caso de arresto, de ser informado en una lengua comprensible y de un interprete en caso de juicio. Si bien la constitución deja claras cuestiones referidas al planeamiento, la implementación real de esos principios dista bastante de lo planificado. La implementación de las políticas planteadas deben ejecutarse, según la constitucion, en tres niveles de gobierno: A nivel nacional: las responsabilidades son compartidas por cuatro ministerios. El ministerio de Arte y Cultura se encarga de implementar las políticas macro lingüísticas, mientras que el ministerio de educación es el responsable de todo lo que tenga que ver con las lenguas de enseñanza, lo cual incluye, lenguas de aprendizaje y enseñanza en escuelas publicas, programas curriculares y todo lo relacionado con la educación. El ministerio de comunicaciones es responsable de la legislación con respecto a las transmisiones y el ministerio de justicia y desarrollo constitucional de lo que respecta a lo lingüístico en las cortes. A nivel provincial: Cada uno de los nueve gobiernos provinciales debe encargarse de cuestiones regionales, de necesidad y usos locales. A nivel municipal: la legislación debe respetar lo normado a nivel provincial y nacional, atendiendo a las necesidades de los habitantes. El proceso de invención e implementación de una política coherente, basada en las previsiones de la constitución comenzó con la asunción del gobierno de Mandela. El ministro de artes, cultura, ciencia y tecnología reunió un grupo encargado de trabajar en el área de lingüística, conocido como LANGTAG, con el objeto de ayudar al gobierno a desarrollar e implementar una política sólida en lo referente a la cuestión lingüística. El LANGTAG representa una ruptura fundamental con las prácticas del pasado, dado que funciona como un contacto entre el gobierno y los hablantes. El proceso de consulta se realizo sobre aspectos tales como equidad lingüística, desarrollo, la lengua en la educación, literatura, lenguas y los servicios públicos, lenguas heredadas, servicios lingüísticos y la lengua como un recurso económico. El grupo presento un reporte que proveía un marco para el desarrollo de las políticas en 1996, luego de lo cual debía idearse e implementarse, dentro de los subsiguientes anos una política tendiente a la promoción del plurilinguismo y la protección de los derechos lingüísticos como vehiculo para una transformación social mas profunda. Un pequeño grupo formado por expertos y un representante de la PanSALB se reunieron con el ministro de arte y cultura con el objeto de conformar un borrador dentro del marco provisto por el informe de la LANGTAG. En un breve periodo de tiempo produjeron el primer draft. En 2003, luego de numerosas revisiones y consultas, la comisión finalmente aprobó el Nacional Language Policy Framework (NLPF), que fue definido como un paquete de medidas como una política lingüística declarada, su plan de implementación. Su objetivo es: promover el uso equitativo de las once lenguas oficiales facilitar el acceso equitativo a los servicios gubernamentales, conocimiento e información asegurar el rescate de las lenguas marginadas iniciar y sostener el discurso del plurilinguismo favorecer la enseñanza de otras lenguas oficiales, en especial las indígenas, con el fin de promover la unidad nacional y la diversidad cultural y lingüística El sector privado no esta ligado en absoluto a la producción e implementación de políticas lingüísticas, aunque el gobierno africano ha expresado sus intenciones de apoyar la implementación de las mismas en empresas privadas. Las previsiones en el ámbito estatal son las siguientes: Cada sector (department) debe designar una lengua de trabajo tanto para comunicaron interna como para comunicación externa. La comunicación con el público a nivel oficial debe hacerse en la lengua que el público elija. Los documentos oficiales de y para el gobierno nacional deben ser publicados en las 11 lenguas oficiales. En casos donde el uso de todas las lenguas no sea requerido, los documentos deberán ser publicados de acuerdo al principio de “multilinguismo funcional”, por lo cual la selección de lenguas será hecha por el gobierno dependiendo del propósito del documento y el receptor al que este dirigido. Se estipulan un mínimo de lenguas en las cuales debe ser publicado el documento, de acuerdo al principio de multilinguismo funcional: Inglés Afrikáans Xitsonga Tshivenda Por lo menos una lengua del grupo Nguni (isiNdebele, isiXhosa, isiZulu y SiSwati) Por lo menos una lengua del grupo Sotho (Sepedi, Sesotho y Setswana). En los últimos dos casos las lenguas elegidas deben rotarse. Antes de este modelo de seis lenguas, el grupo de asesores ministeriales había recomendado el uso de cuatro lenguas, de forma que las lenguas compartieran categorías: Ingles y Afrikáans, Venda y Tsonga, y el grupo Nguni con el grupo Sotho. Pero este sistema fue duramente criticado, dado que las lenguas no compartían categorías, sino que estaban estratificadas dentro de ellas. De esta forma los grupos Nguni y Sotho quedaban fuertemente marginados. La comunicación a nivel internacional deberá ser realizada en ingles, o la lengua que prefiera el país en cuestión. Siguiendo las indicaciones del Nacional Language Policy Framework, el gobierno nacional publica su plan de implementación. En el mismo reconoce las dificultades que la misma enfrentara, por lo que se estipula su entrada en vigencia en “un periodo razonable” (DAC 2000b: 7). Dado que este cambio requerirá despegarse aun más de las practicas del apartheid, las medidas a tomar deben ser delineadas en el plan de implementación. La implementación del plan será responsabilidad del Departamento de Arte y Cultura. Además del PanSALB y las oficinas dedicadas al tema, se propone la creación de tres nuevos órganos: Departamentos de lingüística (language units) en cada sector u oficina gubernamental, con el objeto de ocuparse de las traducciones e interpretaciones en todas las lenguas. Foro de discusión nacional. Como grupo de colaboración con representantes oficiales y del sector privado, para monitorear y controlar el proceso de implementación. “South African Language Practitioners Council” Concejo lingüístico Sudafricano, para encargarse de la enseñanza, acreditación y registro de traductores e interpretes, elevando el prestigio de la profesión y sus resultados. El plan de implementación contempla una amplia gama de recursos para facilitar su asimilación. Terminología, traducción, bibliografía en conductas lingüísticas, directorios de servicios, campanas, servicios telefónicos, información bancaria, etc. En cuanto a los recursos, los estudios realizados por la Agencia del Tesoro Nacional y el Departamento de Arte, Cultura, ciencia y tecnología, junto con el grupo de asesores lingüísticos, demostraron que los costos de implementación eran coherentes y sostenibles, con mínimas diferencias a arreglar. Dichos estudios mencionaban que el impacto que la implementación del plan podía tener era menor al 1% del presupuesto anual durante 10 anos (Cf. Emzantsi 2001). Aun en la etapa final, en la cual la utilización del mínimo de seis lenguas estará completamente integrada, los costos esperados no superarían el 2%. Simultáneamente con el plan de implementación, fue publicada la Carta de Lenguas Sudafricanas (South African Languages Bill) en Abril de 2003, para ser comentada y discutida. A abril del 2004 no había sido aun incluida en las discusiones parlamentarias aunque continuaba en lista como tema a discutir. La carta apuntaba lo siguiente: Dar efecto a las previsiones constitucionales en materia lingüística Promover el uso equitativo de las lenguas oficiales Capacitar a todos los ciudadanos sudafricanos en el uso de las lenguas oficiales de su elección con el objeto de asegurar equitativo acceso a servicios públicos, educación e información Proveer un marco regulatorio para facilitar la implementación del multilinguismo oficialmente. El borrador debía ser publicado en las once lenguas oficiales, y donde ello no fuera posible debería hacerse en seis, siguiendo el sistema mencionado mas arriba. ¿Plurilingüísmo o multilingüísmo? Muchos sociolingüistas argumentan que las políticas implementadas en Sudáfrica en los primeros diez años de democracia, han tenido un efecto opuesto al que manifestaban tener (Mooley 2000, Kamwangamalu 2000, Alexander 2000 y 2002, Heugh 2003 y Brand 2004). En primer lugar la cuestión no se ha tenido en cuenta su importancia en la agenda política. El Sunday Times, uno de los diarios de mayor tirada en Sudáfrica menciona la situación de las lenguas locales: “…We find that our 10-year old democracy has been the greatest enemy of indigenous languages. All the lofty pronouncements made in the early days of transition seem to have been thrown out of the window and the authorities have paid token attention to the issue…” (Sunday Times, 25 de Abril de 2004). El estado de situación presentado por LANGTAG alertaba en el mismo sentido: “…The work of government is conducted virtually entirely in English and the language of our culturally diverse Parliament is almost exclusively English. Many senior politicians stay away from African language radio stations, presumably because they are perceive those audiences as not sophisticated enough … Universities are battling to keep African language departments open as student numbers dwindle, … book publishing in indigenous languages is on its deathbed, and … the use of these languages among native speakers is becoming unfashionable” (Sunday Times, 25 de Abril de 2004). El sociolinguista nigeriano Ayo Bamgbose califico la política lingüística sudafricana post apartheid como “no adecuada al contexto real” pero “mejor formulada que la de la mayoría de los países africanos” (Bamgbose, 2003:7). Luego de diez años, las principales críticas al sistema burocrático y sus resultados son las siguientes: Situación de dominación lingüística, sin equidad en relación a las lenguas nativas, que han sido marginadas Por ende desigualdad de oportunidades en cuanto al acceso a la información, servicios públicos, etc. De los tres nuevos órganos propuestos para la implementación del programa, solo uno, el foro nacional de discusión, ha sido establecido y se encuentra funcionando. Se reúne cada tres meses y sirve como lugar de discusión e interacción entre las provincias y el gobierno nacional en cuestiones lingüísticas. A mayo de 2004 solo una de nueve provincias, Western Cape, había diseñado e implementado una política y plan basados en legislación provincial, The Western Cape Provincial Languages Act, de 1998 (No. 13 de 1998). Otras provincias se han manifestado a la espera de la finalización de la Carta de Lenguas SA (Publicada hace mas de dos años) y en proceso de armado de borradores. Otras ni siquiera se encuentran trabajando sobre borradores. Por lo observado, luego de una década, solo una provincia tiene un plan implementado, mientras que el resto del país ha permanecido inmóvil al respecto. La promoción del multilinguismo y la diversidad cultural a favor de un cambio social profundo no han sido integrados a la agenda política nacional (Alexander, 2002), pero, como apunta Brand, a través de trescientos años de colonialismo, segregación y apartheid, se ha identificado a la lengua como factor fundamental determinante del desarrollo de una sociedad. El rol del inglés en la cuestión lingüística sudafricana es uno de los grandes temas a discutir, debido a su complicada situación. El movimiento de liberación decidió utilizarla como lengua franca durante el establecimiento de la nueva democracia, por lo que quedo ligada a esos valores cuando en realidad era una lengua colonialista. Pero, como si estuviera marcada genéticamente, no solo no fue lengua de liberación, sino que dividió aun mas, convirtiéndose en la lengua de una nueva elite (Alexander 2002). De acuerdo a los primeros sondeos realizados por la PanSALB, la comprensión de ingles rara vez excede el 30% entre hablantes de lenguas africanas (PnaSALB, 200: 187) La utilidad del ingles como lengua franca parece ser indiscutible. Las estadísticas sociolingüísticas realizadas por la PanSALB confirman la posición del ingles, pero también indican que el Zulú, el Afrikáans y el Xhosa tienen una importancia capital (30%, 29% y 21% respectivamente), por lo que se podría considerar el surgimiento de cuatro lenguas francas. Heugh Argumenta que es considerable el grado de intercomprension entre Zulú y Xhosa, cerca del 50% de los Sudafricanos entendería zulu-xhosa. Esto daría mas fuerza a la necesidad de apoyar el uso de lenguas africanas, no solo como lenguas francas. Al adoptar la nueva constitución, el entonces presidente Nelson Mandela reiteró la intención del gobierno de ocuparse de la cuestión lingüística: “We are extremely proud that the new constitution asserts equality among South Africa’s languages, and that, for the first time, the languages particularly of the Khoi, Nama and San communities will receive the attention they deserve, after years of being trampled upon in the most humiliating and degrading manner” (Sunday Times, 25 de Abril de 2004. Luego de diez años, aun no ha sido autorizada la carta de lenguas en el parlamento y la implementación de lo previsto en la constitución no ha sido llevada completamente a cabo. Para llevar a cabo una transformación real las lenguas nativas deben ser apreciadas por sus hablantes, y para eso deben ser institucionalizadas, deben ser la lengua del gobierno, asociadas a funciones jerárquicas, la lengua del gobierno, la lengua del parlamento. No pueden ser marginadas a favor del inglés. La distinción entre plurilinguismo y multilinguismo es la evidencia mas concreta respecto de la orientación de las politicas lingüísticas planteadas. Caratuladas como plurilingües estsa politicas no contemplan la situación real de mutilinguismo. Son distintos grupos hablando diferentes lenguas. Se intenta unificar una identidad nacional tras el concepto de plurilinguismo, pero al momento, merced a las fallas en la implementacion de lo planificado y a factores sociales como el antagonismo que la mayor parte de los grupos sienten entre si no ha podido concretarse. No se llega al plurilinguismo hasta no aceptar el multilinguismo. Bibliografía Beukes, Anne-Marie. The First Ten Years of Democracy: Language Policy in South Africa. Department of Linguistics and Literary Science RAU University. Johannesburg, South Africa. Leido en el X Linguapax Congress on Linguistic Diversity, Sustainability and Peace, Barcelona. 20-23 de Mayo 2004. Calvet, Louis-Jean. Les politiques linguistiques. 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