Título:Sobrevivir a la Guerrita del Doce:
Autor. Alejandro Fernández Calderón
2011
1
A las energías inspiradoras de los eggúns de Pedro Ivonet y Evaristo
Estenoz. Ellos saben porque.
A mi familia negra…que nunca tuvo que vivir temiéndole a la masacre
racista de 1912
2
El doce de Julio de 1912 fue muerto, por la guerrilla del capitán José Aranda,
en el cafetal Nueva Escocia, término de El Caney en Oriente, el general de
independencia Pedro Ivonet. Dos semanas atrás el 26 de Junio, en Bella
Biajaca, Alto Songo, había sido ultimado por las fuerzas del teniente Lutgardo
de la Torre, el líder mestizo Evaristo Estenoz y Coromina. De esta manera, se
cierra un capítulo sangriento de la reciente república. Estas figuras
representaban los intereses de un sector de la raza de color constituidos en
1908 en Agrupación primero, y luego en el Partido Independiente de Color. En
su labor demandaron y cuestionaron desde el accionar político, el cumplimiento
del contrato social de la igualdad. Esta variante de movilización política
separada de los partidos tradicionales, fue inutilizada por el político liberal
mestizo Martín Morúa Delgado en 1910. Al quedar fuera del juego político
electoral mediante la Enmienda Morúa, y limitadas sus acciones de manera
legal, acudieron a un levantamiento armado en Mayo de 1912. La respuesta del
gobierno de José Miguel Gómez fue represiva dejando un saldo de más de
3000 víctimas de negros y mestizos. Se establecían claramente los límites en
que se ejercía la igualdad entre los ciudadanos de las diferentes razas. El final
de la protesta del Partido Independiente del Color, expuso la imposibilidad de la
movilización política como mecanismo de lucha contra el racismo. La muerte de
sus principales líderes es sólo la cara visible de la represión, momentánea y
posterior, a que fueron sometidos los sujetos de la raza de color. Repensar
este evento, es importante para valorar su trascendencia dentro de la mecánica
política social de la república de los años inmediatos que se estudian. El
exterminio del movimiento, calificado de guerra de razas, reforzó el escenario
de la igualdad jurídica a contrapunto del racismo práctico. Como dos orillas
3
opuestas de un mismo proceso, la relación igualdad – segregación revela la
complejidad del entramado de diversas relaciones que se establecieron. Las
mismas, se generaron dentro de los espacios y destinos públicos en el que los
individuos circulan mediados por la impronta de la política. La masacre racial,
legitimada en función ideológica, asumió el discurso nacional para exacerbar el
patriotismo de los cubanos que deseaban el avance de una nación civilizada.1
Para finales de la década de 1910, las relaciones raciales en la república se
hallaban en su apogeo. En Julio del año de 1919, en Regla, se linchaba a un
hombre negro. En Matanzas, semanas después, los guardias del Castillo de
San Severino, aplicaron la ley de fuga a unos reos, muriendo siete individuos
de la raza de color. Estos acontecimientos, representaron un pico alto de
aridez, respecto a las relaciones interraciales en estos años. Un precedente
similar, se halla en el proceso del levantamiento de 1912.2 Hablar sobre el tema
de los Independientes se ha vuelto una constante para los estudiosos del tema
en los últimos años. Diversos estudios, trabajos, artículos y libros han
acompañado las distintas miradas en el análisis de este proceso histórico
dentro del tema racial. Para la mayoría de los apasionados, la masacre o
represión, desempeñó una pauta en el proceso de la lucha contra el racismo
1
Mucho se ha profundizado en los últimos años sobre la presencia de la raza en la construcción de la
nación cubana. No obstante, ahora que el tema de las relaciones raciales gana una actitud de atención y
sensibilidad institucional para enfrentar el racismo en nuestra sociedad, representa un mayor compromiso
visibilizar la historia de un grupo importante del etnhos social, ungido de mayor divulgación y
tratamiento en el periodo de la República. La masacre de 1912, es sólo una parada dentro de la
investigación e indagación, para acercarnos a las estrategias de los sectores negros y mestizos en su lucha
por la igualdad efectiva.
2
Para un mejor tratamiento del debatido concepto de razas, usaré su empleo a partir de considerarlas
construcciones sociales que identifican a los grupos humanos respectos a otros grupos, en dependencia de
las relaciones que sostienen entre sí, desarrolladas en un medio específico, históricamente determinado, y
atravesado por las relaciones sociales, las clases sociales y las acumulaciones culturales de la sociedad de
que se trate. Ver MARTÍNEZ HEREDIA, FERNANDO: “La cuestión racial en Cuba y este número de
Caminos.” en Revista Caminos. Revista Cubana de Pensamiento Socioteológico no.24 – 25, 2002, pp. 1 –
5.
4
en la joven república de Cuba.3 No obstante, la impronta político-social del
doce para los estudiosos, no ha tenido igual potencialidad en los restantes
años de la década de 1910. Pensar en cómo continuaron viviendo los sujetos
que escaparon a la represión se hace necesario. Este ensayo anda tras la pista
de esos años restantes e inmediatos. Tras el cierre de la vía política autónoma
de forma represiva, el debate racial alcanzó particularidades hasta principios de
los años veinte. La igualdad racial republicana, comportó una forma de control
y mediadora dentro de los límites establecidos. El efecto del tema en la opinión
pública es vital para justificar a los controladores del orden. Los buenos
ciudadanos enfrentaron a los trasgresores de la igualdad. La violencia racial no
terminó en 1912 con la muerte de los líderes independientes Pedro Ivonet y
Evaristo Estenoz. Definir cómo continuo el debate racial es necesario para
nuestra contemporaneidad histórica, que sigue teniendo vacíos y saltos al
interior de esta problemática. Para su rastreo las fuentes publicitadas y
3
Los estudiosos en esta área han privilegiado el tema de las características de creación, desarrollo y
represión del Partido Independiente de color. Debe citarse desde la investigación de PORTUODO
LINARES, SERAFIN: Los Independientes de color. Historia del Partido Independiente de color.
Caminos, La Habana, 2002. También se hallan otros trabajos vinculados a la prensa: FERNANDEZ,
TOMAS: El negro en cuba 1902-1958. Ciencias Sociales, La Habana, 1990; HELG, ALINE: ob. cit;
FERMOSELLE, RAFAEL: Política y color en Cuba. La guerrita de 1912. Géminis, Montevideo, 1974.
También se halla la interesante propuesta de PEREZ JR, LOUIS A: “Política, campesinos y gente de
color: la “Guerra de Razas” de 1912 en Cuba revisitada”, en Revista Caminos num. 24-25, La Habana,
2002, pp. 52-72; CASTRO, SILVIO: La masacre de los Independientes de Color en 1912. Ciencias
Sociales, La Habana, 2002. Recientemente se ha profundizado en los hechos desde nuevas aristas:
MERIÑO FUENTES, MARIA DE LOS ANGELES: Una vuelta necesaria a Mayo de 1912. Ciencias
Sociales, La Habana, 2006. En el año 2009, la revista La Gaceta de Cuba publicó dos artículos donde se
incluía en sus análisis, el recorrido que había tenido este tema dentro del tratamiento historiográfico por
investigadores cubanos y extranjeros. Para mayor profundidad a los trabajos mencionados ver DE LA
FUENTE, ALEJANDRO: “La historiografía del futuro. Raza, política y nación en la historiografía
cubana contemporánea.”pp.32-34 y FERNANDEZ ROBAINA, TOMAS: “Hacia el centenario de la
fundación del Partido Independiente de Color.” en La Gaceta de Cuba no.2, Marzo-Abril, La Habana,
2009, pp. 35-38.
5
documentales del periodo brindan un exquisito aporte.4Este ensayo pretende
poner en el centro los años inmediatos a 1912 para cerrar la década del diez, y
aportar a su estudio dentro del tema racial.
. Yo no creo en negro guapo ni en tamarindo dulce.
El investigador Reynaldo González, da comienzo con este título a un capitulo
de su obra La fiesta de los Tiburones.5 Se lanza al camino indagatorio en
versión testimoniante, abordando desde sujetos comunes la experiencia del
momento histórico, como se sintieron y vivieron la represión del doce. Pero
también se observan las conductas de cómo se manejó la problemática en su
impronta social. Después de 1912 el fenómeno del racismo en la sociedad
republicana cobra forma de actitud vigilante por los preservadores de la
Igualdad Racial Establecida. La marcada división racial, consecuencia de la
masacre de ese año, generó la necesidad de definir, muchas veces mediante la
imposición hostil, el lugar asignado a los negros y mestizos. Esta actitud
agresiva de respuesta racista fue expresada conjuntamente con la combinación
de una producción de discursos científicos que legitimaron la inferioridad del
negro. La apelación a una violencia interracial, interpretada como norma a
emplear por parte de sectores blancos y el desarrollo de teorías racistas
cumplieron la función de justificar el racismo como práctica social. Un conjunto
de ideas y relaciones conflictuales cruzadas entre los grupos étnicos, indican
las tensiones que oscilaron por el cuerpo de la raza. Este diseño constituye
4
La utilización más profesional de la prensa dentro de la recreación de las relaciones de negros, mestizos
y blancos cumple un papel básico para el análisis de esta investigación. Su componente de expresión en
las formas discursivas posibilita una reconstrucción de la época estudiada. Los diferentes diarios
mostraron las diversas maneras de concebir las relaciones interraciales desde varios escenarios sociales.
La adecuada interpretación de los postulados de las fuentes periódicas refleja la complejidad de las
variables que operan en el trasfondo de las publicaciones.
5
GONZALÉS, REINALDO: La fiesta de los tiburones. Ciencias Sociales, La Habana, 2001.
6
una elaboración cultural, económica y social que se establece del acumulado
histórico, sirviendo de apropiación a los diversos actores sociales que
reproducen una imagen específica para compartir.6 La presencia de nociones
de pertenencias, muchas veces enfrentadas en re- evaluaciones motivaron un
campo de batalla donde primo la imagen blanca y civilizada. La obtención del
consenso social, establecido posterior a la denominada guerra de razas,
permite la persecución de toda expresión valorada de anti-civilidad y barbarie.
El disciplinamiento e higienización del organismo social fue latente y ocupó a
los encargados de legitimar la norma respecto a la raza. Esta combinación de
fuerza y discurso científico para el mantenimiento de la hegemonía tradicional
concerniente al lugar de los negros y mestizos, es vital para entender la
operatividad de la igualdad racial. Como precepto cumple funciones que se
asumen de maneras específicas para el grupo subordinado, filtrado por su
comportamiento dentro de cada clase, grupo y sector social donde se
relacionan.7 Su tipicidad imprime un sello determinado para la comprensión de
las formas de asumir por los sectores intrarraciales el cumplimiento, aplicación
o demanda de la igualdad jurídica. Si bien se conoce que las exigencias y lucha
6
La articulación del discurso de la nación incluyente respecto al tema racial representó una zona de
conflictividad tempranamente en la naciente república. El artículo constitucional décimo primero que
planteaba que todos los cubanos eran iguales fue un postulado de interpretaciones de los grupos
interraciales vinculados a los partidos políticos. Especialistas han demostrado la relación contradictoria
entre el mito de la nación con todos y para todos de legado martiano y la ideología racista práctica que
predomino. Ver HELG, ALINE: Lo que nos corresponde. La lucha de los negros y mulatos por la
igualdad en Cuba 1886 – 1912. Imagen Contemporánea, La Habana, 2000.
7
Generalmente se ha tendido a minimizar el comportamiento de clase dentro de la problemática racial. Si
bien es cierto que como grupo racial los negros y mestizos ocuparon los escalones más desfavorables de
la sociedad productora, no debe soslayarse el papel de este aspecto en las actitudes de los sectores medios
de color teniendo otra mirada de atención. Referirse a este tema desde la visión de negros y mestizos
dominados y blancos dominadores, limitaría las potencialidades de la complejidad que la variable de
clase social brinda. El análisis desde este prisma, posibilita comprender las visiones de la élite de color
que se desempeñó en otros escenarios sociales, donde primo, muy justificadamente, la imitación a la vida
de la raza blanca como patrón dominante. Esta estrategia, que algunos especialistas han definido como
asimilación y/o blanqueamiento, es el resultado del peso de la clase social en que participan y las
dificultades que tuvo que afrontar este grupo para expresarse en un entorno segregacionista.
7
contra el racismo es necesidad grupal, se complejiza para los espacios en que
la discriminación se ejercía, expresaba y combatía.
La consolidación de la hegemonía se apoyó en estudios que manejaron un
racismo científico que enarbolo en aras del desarrollo del cuerpo de la nación,
la hipótesis de otrora centuria decimonónica de la inferioridad de la raza negra.
La misma, se remarcaba ahora en la necesaria extinción en pos del progreso.
El desarrollo de una serie de mecanismos de controles sobre el organismo
amenazado, motivaron a los productores de saberes diseñar esquemas
teóricos que respaldaran sus planteamientos. Se asiste a la presencia de un
Racismo de Estado.8 Dentro del mismo juega un papel primordial la producción
de saberes calificados como discursos de verdad. Gana terreno un racismo
científico que se combina con una posición segregacionista de forma activa y
agresiva. Al lograrse la subordinación de un sector alternativo desafiante al
orden mediante la represión, se tuvo las condiciones para explotar la Guerra
continuada.9 Esta relación se produce mediante la producción, acumulación y
circulación de productos culturales determinados que tributan a un conjunto de
discursos presentes desde finales de XIX. El nosotros social construido por el
grupo dominante, logra cooptar a los actores sociales después de la matanza
del año doce. Se debe eliminar a el otros nocivo que dividía a la nación. Se
hace necesario la erradicación total de la raza no apta para el entorno
8
Entender la república desde el Racismo de Estado es valorar la impronta de la intervención y ocupación
militar norteamericana. En ella se sentaron las bases para este proceso. Si bien la confraternidad racial de
la guerra del 1895, había tenido sus limitaciones, estas fueron explotadas entre 1898-1902. La necesidad
de entrar en el concierto de las naciones desde una imagen de aptitud para el progreso era necesario para
demostrar el cumplimiento de determinados requisitos. Las elites intelectuales, figuras autonomistas y
mambisas se manejaron y preocuparon para dar imagen de aptitud donde los futuros ciudadanos estaban
preparados para autogobernarse. Para profundizar en este proceso ver: YUSET, MARIAL: Las metáforas
del cambio en la vida cotidiana. Cuba 1898-1902. Ciencias Sociales, La Habana, 2002.
9
FOCAULT, MICHEL: Genealogía del racismo. De la guerra de razas al racismo de Estado. Ediciones
Piqueta, Madrid, 1992.
8
civilizatorio. El Estado se convertía en protector de los intereses de la
integridad de la raza pura que sobrevive. El saneamiento biológico del cuerpo
social continuó como tarea de inmediatez.
En un escenario donde la norma racista impera como acumulación cultural, se
desarrollan códigos segregacionistas para los sujetos. Los mismos se
homologan según los cánones racistas que enarbolan la presencia de la raza
superior. Se asiste en estos años a la inclusión dentro del racismo jurídico, la
definición de un racismo médico.10Las sapiencias elaboradas permiten su
funcionamiento utilizando el modelo biológico e histórico. Cumplen una
articulación dentro de la legitimidad del dominio que se diseña para el
establecimiento del consenso. La realización de los saberes pasa por un
proceso de selección que ocurre en los centros oficiales de investigación donde
la élite intelectual productora se expresa.11 La ideología es el marco teórico que
refuerza el discurso político del racismo biológico estatal. Una nación en peligro
debe defenderse de todo lo que puede subvertir su orden creado y garantizar
su estabilidad. Esta participación de los distintos actores sociales en la
aceptación de la norma respecto a la raza inadaptada, entendida muchas
veces como la inferioridad del negro, consolida la hegemonía del grupo
10
Ob. cit, pág. 255 – 262.
Diversos estudios por esos años se dedican a analizar a los individuos calificados de enfermos. La
delincuencia, criminalidad, cultos religiosos, se vuelven parte de la agenda de atención para el
conocimiento sobre estos integrantes calificados como degenerados y no aptos. La realización de
seminarios, estudios, conferencias, obras publicadas, folletos, congresos médicos representan una
vigilancia activa sobre estos individuos. La sociedad como organismo biológico regulador que funciona
institucionalmente por mediación del estado, cumple el papel de policía del cuerpo donde vela por su
buena salud organizacional. Aquellos sujetos que no posibilitan esta funcionalidad deben ser extirpados.
En su efectivación, la posibilidad de la muerte como ritual debe ser factible dentro de las medidas que
deben considerarse, ya que cuantos más individuos nocivos mueran o desaparezcan más individuos sanos
podrán vivir. La raza adversa se observa como el enemigo de la civilización y el progreso social. Es
importante valorar que para que la muerte y la violencia no se conviertan en trasgresión jurídica los
saberes permiten ampliar estas conductas como norma necesaria a incluir en la defensa del cuerpo social
amenazado. El temor a estos individuos se potencia en estos años desde las secuelas de 1912
11
9
dominante. La concreción de una jerarquización social de los individuos a
través de la raza se realiza desde una capitalización de opiniones prejuiciadas,
formando parte del arsenal de los recursos simbólicos que codifican la
mentalidad racista que actúan en las relaciones de los grupos y clases
sociales. El especialista Inmanuel Wallesteirn
denomina esta totalidad
de
comunidad racista definiendo el racismo de fenómeno de total contenido social.
En su definición aclara que la conducta es una actitud de desprecio hacia
quienes pertenecen a otros grupos definidos por criterios genéticos (color de la
piel) y sociales (creencias, códigos culturales).12 Los actores sociales se
apropian de este discurso relacionándose mediante la clase, grupo y sector
donde desarrollan sus actitudes. La codificación del racismo como parte del
modelo social es ampliamente compartida por los diversos sectores sociales.
Participar en la preservación del nosotros supra, representa el mantenimiento
del modelo de la raza que se considera superior. Se produce el consenso
desde la realización de una organización del sentimiento y la producción de
sentidos. Ellos son resultantes de la combinación de los discursos y
representaciones sociales esgrimidos para su totalidad en la compartición de
un código común. Negros, mestizos y blancos comparten el racismo como
norma, diferenciándose del ejercicio cotidiano de su práctica y el lugar que
ocupan socialmente dentro de su espacio de expresión.
Una intelectualidad mayoritariamente blanca, se dedicó a analizar histórico y
antropológicamente
las
conductas
de
la
raza
de
color
observadas
prejuiciadamente. Sus basamentos se hallan en los análisis europeos sobre la
delincuencia, la religión y la criminalidad, en pos de racionalizar la depuración
12
BALIBAR, E e I. WALLERSTEIN: Raza, clase y nación. IEPALA, Madrid, 1991, pág. 32.
10
de la raza adversa. El blanqueamiento nuevamente vuelve a asumir un papel
preponderante en función del mestizaje necesario para la limpieza del
organismo social. Las prácticas consideradas antisociales, comportaron una
zona de atención constante y renovada, al igual que había existido a finales del
siglo decimonónico.13Esta labor presenta antecedentes con pioneros estudios
realizados en la primera década del siglo XX con los trabajos de Fernando Ortiz
y Rafael Roche Monteagudo. A pesar de sus limitaciones por el uso de fuentes
y
pesquicias
limitadas,
constituyen
serios
esfuerzos
académicos
por
comprender los comportamientos de la denominada por el Dr. Ortiz Hampa
Afrocubana,
término
adoptado
por
otras
figuras
posteriormente.
Las
investigaciones, influidas por esquemas mentales epocales, partieron de la
incapacidad física y mental de la raza de color como criterio preconcebido.
Refirieron lo perjudicial de las prácticas del grupo de análisis para el avance
civilizatorio de la sociedad.14 A partir de 1912, toma fuerza la idea de la
desaparición de la raza negra como solución al problema de las razas en Cuba.
13
Las teorías lombrosianas ganaron adeptos dentro de los estudios de esta época para explicar la
inferioridad de la raza negra. En ellos influyen la mentalidad del miedo al negro, la inmigración de
braceros antillano durante estos años, y la asociatividad entre raza y crimen como esquemas reforzados de
un contexto desigual que fue explicado desde visiones antropológicas, históricas y genéticas. Los
postulados se hallan muchas veces, permeados de contrastes en los criterios asumidos. En 1916 Adolfo
Dollero en su obra Cultura Cubana señalaba que la tesis de la inferioridad de la raza de color era errónea,
aunque no descartaba la existencia de signos de inferioridad ubicados en los cultos religiosos que debían
recibir un tratamiento aislado, llamando a su erradicación mediante el desenvolvimiento intelectual y el
fomento de sociedades mutualistas. Ver DOLLERO, ADOLFO: Cultura Cubana. Imprenta Siglo XX, La
Habana, 1916, pp. 56 – 68.
14
Ambos trabajos, a pesar de sus limitaciones, intentan desentrañar el imago mundi religioso de los afrodescendientes desde lo más acabado del pensamiento criminalista positivista del momento (Lombroso,
Ferri y Garófalo), y la antropología positivista decimonónica. Ver ROCHE Y MONTEAGUDO: La
policía y sus misterios. Imprenta La Prueba, La Habana, 1908; ORTIZ, FERNANDO: Los negros brujos.
Librería de Fernando Fe, Madrid, 1906. Este último se sostiene en el perfil de la criminología, resultado
de un proyecto objetivo y positivista como reconoce el autor, teniendo el mérito de acercarse al mundo de
las supervivencias religiosas y mágicas de las culturas africanas. La obra fue reeditada por la casa
Editorial América de Madrid en 1917. Para un análisis de esta obra ver el interesante artículo de:
BASAIL, ALAIN: “¡Negro Brujo…malo! Ortiz y la prensa como narrativa del brujo.”, Catauro no. 14,
Año.8, La Habana, 2006. pp. 73- 99.
11
Gustavo Mustelier con su trabajo publicado en el 1912 intenta legitimar este
postulado con su texto La extinción del negro. Influido por los acontecimientos
de esos meses quiere demostrar que la raza negra ha traído los males
sociales. Desmitifica a figuras reconocidas de la raza de color. Plantea que la
patria no es deudora del negro, siendo muchas de sus proezas realizadas a
expensas de la mano del blanco; ejemplifica con Antonio Maceo, paradigma
popular, calificándolo de ineptitud militar ya que marchaba siempre a la cabeza
del combate exponiendo la vida de la tropa; en Plácido y Manzano considera
que sus creaciones presentan incoherencias y debilidades sin llegar a la plena
sensibilidad. Argumenta que en la música los negros han brillado como
ejecutantes, no así de creadores. A contrapunto destaca la valía del
componente blanco, que en los últimos años ha cedido sus puestos en los
destinos públicos no a título de capacidad sino de representación.15
Estadísticamente refiere la mezcla racial como proceso facilitador de la
desaparición de la raza negra y su inferioridad étnica. Utiliza los estudios de
José Ingenieros, Jean Finot, D Haussonville para abordar la utopía de la
igualdad de razas exponiendo la disminución en que se halla el contingente
negro por vías culturales, y advirtiendo a los ciudadanos blancos de no huir del
blanqueamiento para clarificar a la raza apta para el progreso.16 El libro es
reafirmación de la superioridad racial blanca que cargada de racismo y
prejuicios, desacredita los esfuerzos constantes que la raza de color ha
15
MUSTELIER, GUSTAVO E.: La extinción del negro. Apuntes político- social. Imprenta Rambla
Bouza C.A, La Habana, 1912, pp. 22 – 34.
16
Ibidém, pág. 55 -62. La investigadora Alejandra Bronfman considera que la obra no alcanza el
determinismo biológico absoluto, sino que se combina las corrientes de ideas darvinistas y lamarckianas
sobre la herencia y el cambio trazándose distinciones entre los negros urbanos educados y los negros
rurales carentes de educación por lo que la absorción es biológica y educativa. Ver BRONFMAN,
ALEJANDRA: “La barbarie y sus descontentos: raza y civilización.”, Temas no.24- 25, Enero – Julio
2001, pp. 23 – 33.
12
alcanzado por su superación hasta ese momento. La idea de la extinción del
negro la recoge el escritor Jesús Masdeus en su obra La raza triste en 1924,
cuando su protagonista, un mestizo de Bayamo se plantea:
(…) La idea de que aun seguimos siendo esclavos, subsiste en la mente de
muchos blancos (…) sólo la educación, nuevas ideas y generaciones nuevas
lograrán hacer que desaparezcan los prejuicios de veinte siglos de esclavitud.
Y cuando esto suceda será tan insignificantes el número de negros (…) que
nadie se tomará la molestia de considerar su problema social y político (…)
mamá (…) Si todos los negros fuésemos como tú que felices viviríamos. Yo,
carpintero, el otro albañil (…) ignorantes todos; trabajando con entusiasmo las
horas del día para emborracharnos de noche (…) Y así siempre, un año, una
vida. Y nuestros hijos por el mismo sendero con igual alegría embrutecedora
hasta la extinción completa de la raza (…).17
No obstante, algunos no consideraron la tesis de la extinción válida. La obra
de Mustelier motivó un artículo del periodista mestizo Ramón Vasconcelos, que
escribía en columna de La Prensa con el seudónimo de Tristán. La califica de
ofensiva para la entidad étnica al asumir la desacreditada teoría de la
inferioridad de la raza negra. Respecto a la tesis de los vicios de la
promiscuidad africana, reposta que los españoles introdujeron entre los
esclavos el uso del tabaco que adquirieron de los aborígenes, el abuso de las
bebidas embriagantes, el juego y el baile ocasionando que los negros se vieran
sumidos en la ignorancia y aclarando la universalidad de los vicios como
práctica. En cuanto a las relaciones interraciales, refiere que el blanco entra a
17
MASDEU, JÉSUS: La raza Triste. Imprenta y papelería Rambla, Bouza y C.A, la Habana, 1924, p. 181.
13
seducir a la doncella de color desde el traspatio de la casa provocando la
amargura
y el desengaño sobre los descendientes mestizos que no son
reconocidos. Desmonta el mito de la fatalidad étnica demostrando los
progresos de la raza de color. Plantea que no existen razas superiores desde el
punto de vista intelectual, y de existir tal condición no podría negarse el
derecho de mejorar sus condiciones mentales mediante la educación. Advierte
que el medio ejerce una presión sobre los individuos moldeándolo a imagen y
semejanza pues la civilización estriba en su uniformidad de modelo. Considera
que en Cuba el problema de las razas equivale a despertar el odio y rencores
que aún existen, siendo de fatales consecuencias para todos los ciudadanos; y
proponer la extinción del negro es pedir la disolución de la sociedad. Al final
insiste en la importancia del aspecto económico para la consideración social,
ya que además de profesionales y militares, de existir hacendados, banqueros
y almacenistas, el capital no necesitaría del otorgamiento de derechos
llamando a capitalizar para la solución del pueblo negro.18
El debate sobre la presencia de la raza de color dentro de la sociedad fue
intenso. Sus actividades recibieron cobertura en las investigaciones del
momento. Uno de los objetivos fue el tema de las prácticas religiosas. Se
reflejan visiones denostadas dentro de los motivos para explicar los cultos. La
construcción de una otredad interior (bárbara, salvaje) se núcleo muchas veces
alrededor de los contenidos interpretativos sobre esta práctica social existiendo
un interés principal en las revistas de la época. Israel Castellano, profesor del
Instituto de Medicina Legal fue una de las personalidades que más atención
18
VASCONCELOS, RAMON: “Prejuicios Étnicos.”, Juvenil no. 9, la Habana, 5 de Agosto de 1912, pp.
1- 11.
14
dedicó al tópico junto a Ortiz. En 1914 Castellanos publica el folletín El tipo
Brujo que dedica a Fernando Ortiz, con ideas de corte Lombrosiana y del Dr. C.
E. Marioni.19 Realiza una comparación antropológica entre brujos y criminales
desde la asimetría facial, implantación de orejas tomando el caso de la época
del niño de 10 años Justino Pina que macheteo a niño blanco Manuel
Fillafañas.20 Incluso establece una comparación entre las tipologías de ñáñigo y
el brujo afirmando que el primero es hombre de violencia, enérgico, cultivador
de la fuerza bruta, amante del cuchillo y la riña; en tanto el segundo es de
hábitos sedentarios y tranquilos, sumiso, carente de orgullo siendo su
venganza el ebbó aclarando que no es delincuente habitual, sino de fe ciega
para el embrutecimiento. Especifica que el seudo brujo es la persona que se
desarrolla en un ambiente de holgazanería y afán de lucro.21 Se comenta la
existencia de falta de investigaciones sobre el tema en contenidos
antropológicos, basamento de los estudios, donde se hallan los datos de
capacidad crónica, diámetros mandibulares, estructura cerebral entre otros
aspectos. Aborda que el cerebro de Bocú, se conserva en el Museo Nacional
sin despertar el interés de los sabios necesitándose compenetrar mejor nuestra
19
CASTELLANOS, ISRRAEL: El tipo Brujo. Imprenta La Universal, La Habana, 1914. Este texto
apareció en Revista Bimestre Cubana no. 5, la Habana, Septiembre – Octubre, 1914, pp. 328 – 344.
20
En el año de 1914 en el pueblo de Minas en Camaguey fue mutilado el cadáver del niño Manuel
Fillafañas de 6 años. El victimario fue el niño de 10 años Justino Pinas, hijo del practicante de 60 años
Juan Pina. El objetivo fue salvar las vidas de la madre del perpetrador afectada por tuberculosis, y de la
señora María Castillo, asistida con reuma. Al niño Manuel se le extrajo el corazón y su sangre después de
30 machetazos. El menor fue confinado al centro reformatorio de Guanajay y sujeto a una serie de
estudios e investigaciones. Ver CASTELLANOS, ISRRAEL: “Pina: el negrito asesino.”, Vida Nueva no.
11, la Habana, Noviembre de 1917, pp. 264 – 268.
21
Ibidém pág. 8 -12. Este tipo de estudio sobre el negro brujo aparecen publicados en la revista Vida
Nueva. Los investigadores Consuelo Naranjo y Miguel Ángel Puig-Samper consideran que Castellanos al
igual que los criminalistas españoles valoraron los factores exógenos concediendo importancia a los
caracteres antropológicos para la determinación del criminal nato. Sus textos tienen el objeto de
evidenciar y probar la inferioridad de unas razas y la superioridad de otras confiriéndole al negro cubano
un grado superior respecto al negro africano por su evolución antropológica. Ver CASTELLANOS,
ISRRAEL: “La fisonomía del brujo.”, Colección Vida Nueva no. 8, la Habana, Agosto de 1914, pp. 179181; NARANJO, CONSUELO y PUIG-SAMPER, MIGUEL A: “Delincuencia y racismo en Cuba: Israel
Castellanos vs. Fernando Ortiz.” en Catauro no. 13, año 7, la Habana, 2006, pp. 53 - 66
15
historia y evolución social.22 El uso de los fetiches dentro de las prácticas
religiosas fue atendido por Castellanos dedicando atención a la presencia del
alacrán en los tatuajes y el culto a los animales.23 Señala la falta de
investigaciones sobre el tema dedicando una crítica bibliográfica a la labor
realizada por los científicos. Destaca la valía de Fernando Ortiz, pionero en los
trabajos de este carácter; valora de superficiales los informes policiales que
abordan limitadamente los rasgos de la brujería y el ñañiguismo; confiere
seriedad a los textos de Carlos Urrutia y Rafael Roche, este último con un serio
análisis de evolución e influencia ñañiga considera que peca de apriorismos,
advirtiendo que da a conocer el vocabulario del abacuá sin detenerse en las
observaciones filológicas y utilizando a cuatro informantes que ignoraron que
las recopilaciones serían comprobadas. Cita el caso de la obra de José A.
Rodríguez que los estudia sin ocuparse del lenguaje concluyendo que las
publicaciones otorgan significados diversos al mismo término revelando errores
interpretativos.24
Las revistas higienizadoras Vida Nueva y Gaceta Médica del Sur son muestra
de la atención vinculada que reciben criminalidad y cultos religiosos. Se
observa una serie de trabajos publicados que explicitan los controles rigurosos
que se sometían sobre los individuos. Tempranamente aparece un trabajo de
22
En el año de 1904 fue acusado Domingo Betancourt, alias Bocú de la muerte de la niña Zoila de Guira
de Melena junto a otros practicantes. El caso despertó una intensa campaña contra la brujería siendo al
final el acusado condenado a morir en el garrote. Para más información ver HELG, ALINE: Ob. cit, pp.
151 – 161.
23
Ver CASTELLANOS, ISRRAEL: “Alrededor del fetichismo afro – cubano.”, Vida Nueva no. 1, la
Habana, Enero de 1915, pp. 8 -10; “El alacrán en los negros tatuados.”, Colección Vida Nueva no. 9, la
Habana, Septiembre de 1915, pp. 200- 203. En Febrero de 1917 Castellanos, aparecía colaborando con la
Sección Antropológica Criminal de la revista donde se reseñaban diversos estudios e investigaciones.
24
CASTELLANOS, ISRAEL: “La Briba Hampona.”, Revista Bimestre Cubana no. 3, la Habana, Mayo Junio de 1914, pp. 183 - 199. Etnográficamente Castellanos incide en la importancia de los factores
antropológicos por encima de los sociales otorgando un dominio africano.
16
Castellanos sobre el Hampa. Explica en el mismo que
las clases pobres
inferiores prestan dos grupos: el del pueblo honrado, que posee una civilización
inferior con miseria de todo tipo y el hampa delictuosa de marcada inferioridad
definiéndola de tribu bárbara ubicando al negrerío africano. Adjudica a este
grupo la mayor impronta sobre la población actual por haber sido arrancada de
sus regiones incultas y salvajes desarrollándose en un ambiente de delito que
por su inferioridad orgánica y psíquica, toda una raza había entrado en la mala
vida. De esta influencia se desprende determinados caracteres como el
erotismo, la danza, el lenguaje onomatopéyico, mezclándose con los
refinamientos sexuales de los chinos y las fraudulentas formas de los blancos
actuando como un todo en el cuerpo del delito.25 Por otra parte, el sujeto
resultante de la mezcla de razas para Castellanos es resultado de la
combinación de cuerpos de opuesto que se amalgamaron dentro del proceso
de la esclavitud, la amoralidad y la incultura planteando que el hombre blanco
no encuadró en el marco psíquico del hombre de color, portador de escasa
modelación civilizada. Se apoya en Gustavo Le Bon y Spencer para explicar la
precipitación de los cuerpos impuros en los órganos de la constitución social.
Considera que el aporte africano se hace sentir del resultando a formas que
procedieron de un ambiente hostil, semi bárbaro y de miseria moral que se
apoderó de los blancos inferiores, adaptándose a sus irradiaciones afro
cubanas. Reconoce que en la actualidad no existen multitudes blancas estando
el factor negro en todas las representaciones de la vida colectiva que se
25
CASTELLANOS, ISRRAEL: “Etnología de la Hampa Cubana.”, Vida Nueva no. 3, la Habana, Marzo
de 1914, pp. 67 -69.
17
entremezclan mutuamente.26 El hampa es un tópico de profundización para los
investigadores. Definida por Castellanos como conjunto de voces y
construcciones peculiares que presentan los individuos del pueblo bajo que
revelan la supervivencia africana
con características específicas como la
promiscuidad, el baile lascivo de los negros, que atrajeron a los blancos
degradados y lujuriosos.27Se aprecia un interés de justificar la conducta de los
blancos pobres desde criterios parcializados que evidencian un contenido
racista que achaca lo perjudicial que ha sido el componente negro para la raza
blanca.
Arturo Montori en 1916, publica un estudio sobre las modificaciones populares
lingüísticas esbozando la influencia de las lenguas de los africanos dentro del
castellano. Ejemplifica con diálogos construidos entre curros, catalanes y
mulatas para demostrar la supresión de las leyes de la concordancia en la
utilización del lenguaje refiriendo al elemento hampón, en especial el
ñañiguismo y la brujería llegando a reunir una serie de términos que son parte
en su definición de la jerga de los practicantes.28 El libro sería comentado por el
Dr. Ortiz de buena obra de divulgación con observaciones originales y discreta
erudición. Acota que el estudio idiomático aún esta por hacer ya que el autor ha
caído en la tentación de ofrecer como escrito, algunas referencias policiales
que no ofrecen garantía de seguridad aunque en el futuro se utilizará de
26
__________________: “Psicología de las multitudes cubanas.”, Vida Nueva no. 11, la Habana,
Noviembre de 1915, pp. 246 – 251.
27
__________________: “La Briba Hampona.”, Revista Bimestre Cubana no. 2, Marzo – Abril de 1914,
pp. 94- 105.
28
MONTORI, ARTURO: Modificaciones populares del idioma castellano en Cuba. Imprenta Cuba
Pedagógica, la Habana, 1916.
18
material de consulta.29 Ese año se publicaría de Fernando Ortiz Hampa
Afrocubana: los negros esclavos donde se evidencian planteamientos
positivistas y evolucionistas. El autor plantea la necesidad de conocer la
realidad social para proceder a su higienización, reflejo de las influencias
europeas sobre los autores cubanos que serán superadas, en el caso de Ortiz,
años posteriores.30
Los estudios anteriores revelan la divulgación que recibió el tratamiento
religioso alrededor de la inferioridad de la raza de color. La visión denostadora
sobre el tema partía de condicionantes epocales que la relaciona en función de
atraso al progreso, obviándose que el fenómeno se filtraba a todos los estratos
de la sociedad. La prensa fue un espacio privilegiado en la divulgación de este
imaginario. La misma, no cumple una labor meramente como trasmisor de
noticias. Sus funciones entran en una compleja red de carácter socializador. La
comunicación se torna el ámbito de difusión de diversos espacios públicos y
privados. El sociólogo Alain Basail la ha definido como vehículo de circulación
de la información por la sociedad civil, y entre esta y el Estado. Las relaciones
de comunicación, generan relaciones de poder que posibilitan la dominación
social y simbólica siendo inherente al nuevo orden burgués. Se conforma una
opinión pública que evidencia la construcción de significados que son
públicamente compartidos. Para el caso de la sociedad política dividida en dos
escenarios, según criterio de Habermass (el informal no público y el
institucional, autorizado y formal) sus canales de comunicación desembocan en
29
Sección Bibliografía, en Revista Bimestre Cubana no. 1, la Habana, Enero – Febrero, 1917, pp. 62 –
63.
30
ORTIZ, FERNANDO: Hampa Afrocubana: los negros esclavos. Imprenta La Universal, La Habana,
1916.
19
la prensa como lugar común donde se elaboran narrativas, imágenes y donde
la realidad objetiva es apropiada por cada uno de los grupos sociales que
acceden a este campo para desenvolverse. Este
mundo particular de
producción y elaboración de la realidad convertida en información para la
comunicación Basail la define de comunidad de interpretación. 31
Sin embargo, en casos excepcionales dentro de un contexto específico el
hecho religioso funcionó de manera revaluadora, demostrando capacidad de
adaptación, sobre vivencia, llegando a alcanzar el reconocimiento. En 1915 el
diario La Lucha reseña la muerte de Silvestre Erice a los 80 años en el mes de
Septiembre en el Cerro. Este hombre, apodado Papá Silvestre, había creado el
culto africano lucumí Santa Rita de Casia y San Lázaro en 1902. Tildado en el
artículo como el brujo de mayor reputación de la república fue velado en la calle
Ayuntamiento 18 por más de 200 personas de distintas clases y edades
teniendo cristiana sepultura en el cementerio de Colón. Que una publicación
importante del circuito periodístico reseñase un hecho de esta clase de una
forma no acostumbrada, destaca la trascendencia de la muerte de un
practicante, cuya fe era normalmente censurada en las páginas periódicas.
Este acontecimiento refleja como por momentos, en medio de la campaña anti
religiosa, un sacerdote de rango extraordinario era reconocido por sus
detractores superando el propio imaginario.32
Castellanos reconoció que el
difunto había recibido la devoción de sus adeptos en los que estaban una
31
Ver BASAIL RODRÍGUEZ, ALAIN: Estilo de época u Cultura Impresa. Prensa, procesos culturales,
y cambios sociales en Cuba 1878 – 1898. Tesis para Doctor en Sociología, Universidad de la Habana,
2002; HABERMAS, JURGUEN: Historia Crítica de la Opinión Pública. Editorial San Pili S.A,
Barcelona, 1981, pág. 209.
32
“Ayer falleció Papá Silvestre.”, La Lucha, no. 259, la Habana, 16 de Septiembre de 1915, p. 2.
20
diversidad racial y clasial. Desde pobres hasta adinerados, y burócratas
recibieron con sentido pésame el deceso del varón africano admitiendo una
vida que había resistido todas las influencias progresivas del ambiente
superior. La simbiosis de creencias son advertidas por el autor al declararlo de
cristiano al uso africano lucumí manteniendo las tradiciones de su tierra y
ganando creyentes con sus bendiciones, y profecías que le granjearon el título
de Papa Silvestre dirigiendo una institución de prestigio a la que acudieron
políticos en busca del resultado de sus aspiraciones, damas de alto rango para
curar sus dolencias físicas o morales. En el ritual de despedida 8 negras
lucumies cantaron salmodios fúnebres en su lengua que lo acompañaron hasta
la necrópolis. Castellano refiere que la simulación constituye la estrategia
empleada para la catolización africana revelando la existencia de sociedades
como La Divina Caridad del Cobre que practican el culto lucumí. Por lo anterior
concluye que Papa Silvestre no degrada a su raza como otros criminales y
brujos, sino que la eleva a una posición superior.33 Aquí se aprecian
mutaciones del discurso del progreso en función de un evento atípico. La
capacidad de un individuo con sabiduría y experiencia de resistencia para
metabolizar el discurso dominante racista en función de una identidad
alternativa, pone a prueba la capacidad de reacción ante la mentalidad
segregacionista. La extraordinariedad de un sujeto demeritado, conferido al
grado máximo eclesiástico religioso como el de Papa, según la jerarquía
católica
se cruza con las interpretaciones de jefe máximo dentro de una
comunidad afro popular, confiriendo una significante específica de autoridad y
33
CASTELLANOS, ISRRAEL: “El último pontífice lucumí.”, en Vida Nueva no. 10, la Habana, Octubre
de 1915, pp. 219 – 223.
21
poder que alcanza a todos los actores sociales que conviven con un fenómeno
generador de códigos de doble rasero y lecturas. Se reconoce por instantes
que estas conductas transgresoras, no tenían una connotación racial sino
social. En su reconocimiento y participación influyen la no instrucción, la
vulnerabilidad del grupo social, donde están negros y blancos de orilla, con
formas de apropiarse e interpretar la realidad circundante, pero también las
necesidades espirituales y objetivas de fines presentes en otras capas. Sujetos
de otros sectores sociales recurrían a los sacerdotes ante problemas
particulares (consultas, amarres, trabajo de evolución, bilongo, ebbó), a pesar
que el discurso insistía desde una visión de grupo racial único. Se revela la
condición explícita de apropiarse un tipo de creencia, que es parte sustancial
de la sociedad que se conforma. En estos años se observa desde la letra
impresa un reconocimiento a la socialización de estas religiones como práctica
social.34 El racismo médico de estos años es expresión de las maneras en que
la hegemonía establecida funcionó. Las significantes de la raza toman valor
dentro de la salud organizacional del cuerpo requiriendo de una observación
34
En estos años puede apreciarse en las publicaciones el reconocimiento de la expansión de la
religiosidad popular a todos los sectores. Es interesante considerar que los cronistas de color, tendieron a
reflejar en sus crónicas lo perjudicial de estas prácticas para su imagen social, pero denunciaron el
elemento manipulador de los escritos que enfocaban el tema como privativo de los no blancos. Si bien se
alejaron de los espacios populares y condenaron sus actividades insistieron desde un discurso alejado de
la raza tejiendo sus propias versiones para explicar la presencia de la brujería en Cuba. De esta manera
denunciaron la presencia de otras esferas de implicación como la política. En 1913 el cronista mestizo
Juan de Bravo, aludía a la ignorancia como explicación de la persistencia de estos cultos en las masas
populares y denunciaba que en Matanzas ciertos políticos de altura cuando necesitaban apoyo moral y
votantes participaban en los bembes y se hacían bautizar por Ña Merce y que luego eran los primeros en
gritar que esos negros bárbaros eclipsaban nuestra civilización. Francisco Camaño de Cárdenas decía en
1915 en el diario La Voz de la Razón que la religión como practica social era de total implicación popular
ya que en los campos negros y blancos realizaban el curanderismo por medio de la brujería y que cuando
el practicante era negro se le decía brujo y si era blanco espiritista.34Se evidencia lo tendencioso del
imaginario y la parcialidad en las noticias no revelándose la participación de actores sociales que otorgan
un carácter multirracial y clasial al proceso. Nueve años después, el periodista Domingo Mesa en el
rotativo La Antorcha confesaba que Papá Silvestre le revelo que era padrino de dos ahijados matanceros,
ninguno de color, y que funcionaban en los cargos de gobernante y representante. Ver DE BRAVO,
JUAN: “Los negros brujos”, El juvenil no.24, la Habana, 30 de Junio de 1913, pp. 5 -7; CAMAÑO DE
CARDENAS: “Sobre la brujería”, La Voz de la Razón no. 95, la Habana, 2 de Enero de 1915, p. 3; La
Antorcha no.63, La Habana, 6 de Julio de 1919, p.2.
22
constante, donde el organismo social tiene la misión de sanearse de la raza
inferior (brujos, haitianos, ñañigos, delincuentes, enfermos mentales) para que
la civilización, de carácter blanco se desarrollase. Los devotos de los orichas
fueron los primeros en ser considerados no capacitados
para el ideal del
progreso mostrándose una vigilancia que fue legitimada desde la producción de
conocimientos que consideraban como solución necesaria
la extinción del
negro.
Pero también el cuerpo social amenazado, utilizó el escarmiento dentro la
norma racista para castigar a los inadaptados al medio establecido.
La
violencia como mecanismo de control de la igualdad racial tiene su expresión
práctica en las diputas interraciales dentro de los paseos y parques de la isla.35
Los espacios públicos pasaron a ser custodiados en el cumplimiento de las
buenas costumbres desde las etiquetas raciales. Los salvaguardas de las
fronteras de la igualdad apelaron a la utilización del parámetro segregativo,
35
La violencia social como elemento de estudio muestra una interesante relación como componente del
poder. En sus aportaciones se ubican la posición de Max Webwer y Michael Focault. El primero le otorga
una noción de verticalidad desde las relaciones de dominación y obediencia. Fundamenta la
funcionalización en la autoridad (caudillo) y la coacción donde la amenaza de ejercer la violencia se
realiza para obtener el resultado deseado. La tipología de la dominación (física, económica, cultural y
psicológica) desarrolla el deber de la obediencia a una determinada relación social. Para que la autoridad
sea legítima se necesita un mínimo de obediencia. Los tipos de dominación legítima (legal, carismática y
tradicional) se destacan en su consolidación efectiva. También el modelo ecológico de Urie
Bronfenbrenner es interesante por la forma concéntrica de ubicación de determinados niveles. Un primer
nivel microsistema, en que se ubica la organización social, creencias, estilos de vida de una cultura en
particular de conformación determinada (racista, patriarcal) para la sociedad con espacios definidos. Un
segundo de ecosistema donde se incluyen las instituciones mediadoras entre el nivel cultural e individual
(escuelas, medios sociales, instancias jurídicas, instituciones civiles) para su funcionamiento. En su
interior se mantienen o transforman ciertas relaciones sociales, alteran significados de algunas prácticas y
enlazan a cada sujeto con su grupo de pertenencia. El tercero se refiere a las relaciones interpersonales
ubicándose a la familia en la que se reproducen las jerarquías de poder y dominación presentes en otros
espacios. Por último encontramos el nivel individual con cuatro dimensiones psicológicas
interdependientes: cognitiva (forma de percibir y conceptualizar el mundo); conductual
(comportamiento); psicodinámica (intrapsíquica) y interaccional (relación y comunicación interpersonal).
Ver: WEBER, MAX: Economía y Sociedad. Fondo de Cultura Económica, México, 1987, pág. 464;
FOCAULT, MICHAEL: Microfísica del poder. La Piqueta, Madrid, 1980; BRONFENBRENNER,
URIE: La ecología del desarrollo humano. Barcelona, Paidós, 1987.
23
imponiendo mediante la violencia la concepción del lugar correspondiente a la
raza de color.36 A su vez, los individuos transgresores interpretaron la norma
desde el uso de sus derechos, apelando a la igualdad en calidad de potestad
para transitar por las áreas tradicionalmente blanqueadas, convertidas en
símbolo de la segregación imperante dentro del espacio de colectividad con
legitimación jurídica.37 La conflictividad por la pugna de dos interpretaciones
contrapuestas refleja que esos lugares fueron no sólo centro de batalla física,
sino de dos evaluaciones del mito igualitario republicano.
Los hechos de este tipo se reflejaron en el centro interior de la isla, al parecer
por la fuerza de la preservación de las tradiciones y hábitos. Se muestra en el
proceso la presencia arraigada de una mentalidad conservadora respecto a la
raza, reflejo de lo difícil de comportar de manera jurídica la fraternidad de
blancos y negros en todos los espacios de la isla. Una vez que los sujetos
discriminados violaron los parámetros que la igualdad impone en cada
localidad, pueblo o región, rápidamente fueron alertados de sus transgresiones
36
Ver DE LA FUENTE, ALEJANDRO: Ob. cit, pp. 121- 125.
37
Las fronteras respecto a la igualdad indican hasta donde su cumplimiento es permisible. El acceso real
corresponde al grupo interesado en efectivilizar la igualdad jurídica, siempre que los sujetos portadores de
la misma no trasgredan el límite otorgado. Este significante de estipular el cruce de la línea del color, fue
una interpretación que le correspondió al grupo dominante. Como significado consensual, otros sectores
se apropiaron de esta delimitación. Además, posibilitó liberar el racismo de estado y aplicar activamente
la dominación. Al obtenerse el pacto social, la discriminación se reforzó por una apelación de la
violencia como mecanismo de control de los linderos de la igualdad. Este racismo, ejercitado libremente
por instantes, se mostró en diferentes escenarios de la sociedad. La literatura, los espacios públicos, la
religión, la familia fueron variables donde operó. La posibilidad para los sujetos portadores de los códigos
racistas de operar de una manera intensa contra los transgresores de la igualdad devino en situaciones de
alteración del orden público, en aras de la preservación del orden social. La violencia se tornó forma de
expresión de la norma racista. Los individuos violadores de la igualdad debían ser atajados de manera
rápida y efectiva. La tendencia al linchamiento, el enfrentamiento físico, son evidencias de la legitimidad
en que las formas de control se desenvolvieron.
24
imponiéndose la necesidad de negociar entre los sectores interraciales
involucrados, las reglas de interpretar el establecimiento del pacto social.
En Noviembre de 1915 en el parque Agramonte de Camagüey se produjo una
riña tumultuaria. En reseña de La Prensa se describe que alrededor de las 9:00
de la noche en la retreta, un molote ocurrió entre jóvenes blancos y de la raza
de color donde los ánimos exaltados provocaron disparos que hicieron acudir a
la fuerza pública. El informe de Secretaría de Gobernación señala que el
motivo fue la ofensa de obra a dos jóvenes de las razas negra y blanca.38 Al día
siguiente en sección Nuestro Criterio la editorial del órgano apuntaba la
necesidad de medidas contra las partes de la población que alientan los
prejuicios raciales y de no remediarse puede entonar el predominio del
sentimiento racista que significa la muerte de los ideales nacionalistas. Se
advertía que los sitios públicos se han diseñados para que lo frecuenten todos
las personas sin distinción de géneros, y sin supremacía de ser negro o blanco,
y cerrar a una clase esa vía resulta humillante. En la edición se comentaba de
la protesta de los elementos de color de Camagüey. En comisión dirigida por
Pedro Germán, presidente de sociedad Victoria, Ángel Nápoles de Maceo y
Alfredo Puig de Fénix dirigiéndose a las autoridades envían telegrama a
Coronel Hevia.39 Al parecer, un grupo de ciudadanos de la raza blanca en
actitud airada intentó prohibir la entrada a hombres y mujeres de color. La
provocación era de conocimiento del alcalde que había acuartelado a las tropas
y recorrieron las calles luego de los sucesos en los que una señorita de la raza
38
“Riña tumultuaria en el Parque de Agramonte.”, La Prensa no. 333, la Habana, 29 de Noviembre de
1915, p. 5.
39
Sección Nuestro Criterio; “Protesta de los elementos de color de Camaguey.”, La Prensa no. 334, la
Habana, 30 de Noviembre de 1915, pp. 2 y 6.
25
de color fue herida.40No obstante, algunos diarios dieron un sentido diferente al
acontecimiento.
Abordaron el tema aludiendo que los individuos negros y
mestizos se habían presentado en el lugar de la retreta en tono provocativo
dejando a su paso una serie de muertos y heridos produciendo un hondo
malestar.41 El Mundo consideró que unos cuantos individuos descontentos de
la raza de color decidieron transitar por áreas de quien fuera defensor de
negros y blancos, incitando a algunos sectores a la confrontación física; por lo
que llegaron temprano a la retreta y en grupos más crecidos que de costumbre.
Al parecer algunos agentes de la autoridad tomaron partido de forma mediada.
El vigilante blanco Miguel Monteagudo fue desarmado y arrestado por el
teniente Miranda que lo hallo disparando a discreción. Se asegura por las
pesquicias que del Hotel Inglaterra y la Liga Agraria se disparó varias veces.42
En Diario de la Marina se refería a una contingencia donde se cruzaron 200
tiros donde fueron heridas alrededor de veinte personas.43
El clímax de confrontación arraigó la respuesta movilizativa de la raza de color
de Camaguey. En telegrama a Secretaría de Gobernación del Secretario del
gobierno de la Provincia de Camaguey se notificaba que a las 9:00 a.m. se
presentó una respetable comisión de las personas de color de las sociedades
más distinguidas para hacer constar su protesta colectiva ante el desagradable
40
El Heraldo de Cuba no. 333, la Habana, 29 de Noviembre de 1915, pp. 1 y 4. Al día siguiente en este
rotativo se publicó una noticia de un robo en la ciudad de Camaguey por parte del moreno Julián de
Quesada Donato, limpiabotas, a los señores Simeón Donet Castillo y Martín Aldama, soldado del
ejército. El periodista de la noticia de forma manipuladora plantea que eventos de este carácter se
relacionan con la confrontación ocurrida en el parque temiendo nuevos incidentes. Se aprecia una
intencionalidad hacia un acontecimiento aislado, recreando desde la campaña, la situación existente. Ver
Heraldo de Cuba no. 334, la Habana, 30 de Noviembre de 1915, p. 1.
41
El Día no. 1.606, la Habana, 29 de Noviembre de 1915, p. 1.
42
“Blancos y negros riñeron a tiros.”, El mundo no. 5339, la Habana, 29 de Noviembre de 1915, pp. 1 y
16.
43
“En Camaguey.”, en Diario de la Marina no. 333, la Habana, 29 de Noviembre de 1915, p. 1.
26
suceso e interesarse por las debidas garantías constitucionales para que los
individuos de su clase puedan ejercitar libremente sus derechos. Su interés era
suavizar las asperezas y mantener la paz moral.44 El Alcalde de la localidad se
vio compelido a realizar declaraciones censurando las actitudes ocurridas por
los individuos de ambas razas reprochando a los provocadores de tales
situaciones ya que los correctos ciudadanos no deben exacerbar las pasiones
sino disiparlas. La alcaldía solicitó el empeño de los pobladores para la
desaparición de las diferencias odiosas entre aquellos que deben contribuir al
engrandecimiento de la patria.45 El órgano local publicó proclama dirigida al
pueblo por la máxima autoridad del lugar, que fue reseñado de patriótica por
su llamamiento a la tranquilidad pública.46 El jueves dos de diciembre el señor
Walfredo Rodríguez convocó a reunión en salones
de sesiones del
Ayuntamiento a los presidentes de todas las sociedades de recreo, directores
de la prensa local, representantes de los rotativos habaneros y la Comisión
Permanente de la Raza de Color. Presidido por Félix Quesada, alcalde del
municipio se acoto que el objetivo era devolver la paz y tranquilidad. Hicieron
uso de la palabra el Dr. Alberto Regino Agüero, y el señor Emilio Céspedes
habló de la confraternidad reconociendo la necesidad de apaciguar la tirantez
de la relaciones. Como muestra del buen ánimo para la conciliación se acordó
conmemorar el aniversario de la muerte de Maceo con toda pompa en el Teatro
Principal como primera prueba de equidad y justicia.47En todo momento se
aprecia la voluntad de colocar el patriotismo por encima de las diferencias
44
“La raza de color de Camaguey pidiendo garantías al gobierno.”, El Mundo no. 5341, la Habana, 1 de
Diciembre de 1915, p. 1.
45
Diario de la Marina no. 283, la Habana, 1 de Diciembre de 1915, p. 1
46
La Lucha no. 334, la Habana, 30 de Noviembre de 1915, p. 1- 2
47
“Por la tranquilidad de Camaguey.”, La Lucha no. 337, la Habana, 3 de Diciembre de 1915, pp. 1 y 5.
27
étnicas, llamando al orden, desde el mantenimiento de los espacios raciales
establecidos, para mantener la buena salud de la localidad.
Algunos escritos de figuras de color comentaron los hechos. En Palpitaciones
Tristán criticaba a la raza de color por no ejercitar activamente sus derechos
de transitar por el espacio público, creando la necesidad de habituar a los otros
a su contacto como hábito, no privilegio de un grupo determinado. Plantea que
hay elementos que temen sentarse con civismo y decencia en los restaurantes
apelando al roce y la proximidad para ir eliminando los prejuicios, siendo lógico
que se hayan realizado las conjeturas de desconfianza ante la presencia
masiva de negros y mestizos en los parques que no acostumbran a esas
actitudes.48 José Armando Plá, director de la revista Albores en Camaguey
polemizó con Jorge Luís Castañeda al señalar este último que en La Habana
nadie se atreve a negarle el paso a los negros a los paseos y establecimientos
públicos, porque es un derecho que se aplica con potestad por el nivel cultural
de su raza; responde Plá que en Camaguey no ha acontecido tal prohibición y
lo ocurrido es un acto aislado
de unos salvajes siendo públicamente
condenado por todas las clases sociales del lugar.49
Sin embargo, meses después una nueva edición de las tensiones se registraba
en Cienfuegos de mayor proporción por la insistencia de un extranjero de
acceder a las áreas públicas para blancos en el paseo. El domingo 19 de
marzo el jamaiquino William Benjamín incursionó por el centro del Parque
Martí, vedado para los de color, costumbre del lugar. Ante su transgresión,
algunas personas blancas le profirieron improperios que reafirmaron su
48
49
Palpitaciones, La Prensa no. 335, la Habana, 1 de Diciembre de 1915, p. 6.
“Complacido.”, Palpitaciones La Prensa no. 352, la Habana, 18 de Diciembre de 1915, p. 6.
28
desición de no retirarse. Ante la resistencia se exaltaron los ánimos animando
el conflicto prolongado y emplazado para el jueves 24 en el mismo lugar. Ese
día, en plena retreta algunos individuos de color entraron junto con el señor
William, el que ocupo una silla formándose un vacío a su alrededor. El joven
Félix Ballina, uno de los principales provocadores del desenlace, lo conminó a
que lo acompañara infructuosamente, desatándose una nueva reyerta que
quedo pactada para el próximo domingo. Ese día, de poca concurrencia, los
hombres de diversas razas portaban bastones y armas de distinta clase. A las
8: 30 p.m. un sujeto de color tropezó con el señor de la raza blanca Florentino
Iriondo de la Vara, el cual al creer en la intencionalidad del tropezón esgrimió
su bastón rompiéndole la cabeza formándose un molote donde se escucharon
tiros y golpes. El capitán Arturo Cerero con su tropa desalojo el parque en el
instante en una comisión de la raza blanca entraba gritando la expulsión de los
negros del paseo siendo disuelta a los pocos minutos. Las clases de color
solicitaron un supervisor policial para que se garantice sus derechos
asistidos.50 Todo indica que el hecho fue realizado delante de agentes del
orden que mediaron en el conflicto una vez que el extranjero tuvo el
escarmiento requerido. En carta de la víctima Guillermo Benjamín a La Prensa,
denuncia que se contó con el apoyo del Jefe de Policía y el capitán del cuerpo
que contemplaron impasible los insultos y vejaciones de las que fue objeto por
parte de más de 50 individuos destacándose Félix Ballina, al parecer el líder del
grupo que le agredió ofreciéndole un cabo de tabaco para luego golpearlo con
50
“Lucha de razas en Cienfuegos.”, El Día no. 1.727, la Habana, 29 de marzo de 1916, p. 7.
29
un palo. Después de agredido fue conducido por la autoridad al Vivac siendo
maltratado de palabra y obra durante el camino.51
La rapidez de la actuación de las sociedades de color del lugar ante el hecho
da cuenta de su capacidad de reacción aglutinando fuerzas para minimizar el
acontecimiento. En la sociedad Unión Cienfueguera los elementos más
representativos de la raza de color se reunieron el día 29 para abordar el
suceso. El acto fue presidido por el Dr. Juan Domingo Roche actuando como
secretario el señor Onofre González. Tomó la palabra el señor
Florentino
Pascual que señaló que la sociedad cienfueguera se caracteriza por su
hermandad no ocurriendo nunca un incidente parecido, por lo que el afecto
debe continuar. Anunció que no asistirá al Ayuntamiento del pueblo en su cargo
de Concejal hasta que se haya dado una solución al conflicto. El señor Joaquín
Soto, por su parte acoto que las clases de color deben mirar hacia al porvenir
ya que las divisiones afectan a todos por igual rememorando que en la rebelión
de 1912 nada ocurrió en la localidad, a pesar de lo tenso de la atmósfera.
Propone crear una comisión que se entrevistase con personas blancas de
representación para buscar una forma armónica al conflicto. Los señores Ángel
Carvajal, Joaquín Soto, y Miguel Vega refirieron que las autoridades deben dar
las garantía debidas; y el secretario apunto que dos extranjeros, el jamaiquino y
un español, comenzaron el incidente. En El Mundo se evalúa la reunión del día
29 de juicio sereno siempre con la cordura plausible considerándolo un acto
cívico importante contra el racismo de blancos y negros que revela la falta de
51
Palpitaciones, La Prensa no. 88, la Habana, 28 de Marzo de 1916, p. 6.
30
estudio sobre esta clase de problema que las principales cabezas ya dan como
solucionado.52
Nuevamente Palpitaciones reflejó el acontecimiento como prueba de la
incivilidad de un país que esta minado de prejuicios que expresan tales
salvajadas, ya que ni blancos ni negros saben usar la libertad. Refiere que las
cartas que le han llegado coinciden en que el choque lo provocó el hecho de
que una persona de color negro pasease por lugar determinado cuestionando a
quienes han dicho que los sitios públicos no pueden concurrir más que
determinados elementos, siendo la preferencia una injusticia para un país
donde negros y blancos conviven. Vasconcelos define que cuando un negro
visita un sitio público no invade el terreno social del blanco sino que ejercita un
derecho, siendo aquel que lo impide un incumplidor de los principios
democráticos reclamando que las autoridades de Cienfuegos vieron no el
atropello a un negro jamaiquino, sino a la ley que debe cumplirse en absoluto.53
Desde la columna se defendió los derechos de los negros y comentarios de
otras publicaciones. El señor A. R Agüero de Camaguey rectifica un artículo
sacado en El Comercio donde se juzga la inmigración jamaiquina de peligrosa
y de fácil acceso de entrada, señalando que solo ha sido un jamaiquino quien
provocó el conflicto recordando lo ocurrido en Camaguey, donde todos los no
blancos que se hallaban eran cubanos que fueron ofendidos como al señor
Teófilo Recio; aclara que los que llaman provocación es un ejercicio lícito
52
“No existe el racismo en Cienfuegos.”, Diario de la Marina no. 75, la Habana, 30 de Marzo de 1916,
p. 1 y 8. La comisión estuvo conformada por los señores Roche como presidente, los concejales Casimiro
Suárez y Onofre González, el señor Demetrio Estachali como secretario y los presidentes de las
sociedades de color más distinguidas. Ver “Importante reunión de los elementos de color.”, en El Mundo
no. 5464, la Habana, 2 de Abril de 1916, p. 7.
53
Palpitaciones, La Prensa no. 93, la Habana, 2 de Abril de 1916, p. 4.
31
incomprendido por blancos incultos e inciviles que no aprecian el advenimiento
de una sociedad de derechos colectivos.54En Albores apareció un artículo,
mostrado en Palpitaciones refiriendo el racismo de fenómeno de negros y
blancos pero en la práctica se persigue al negros por legitimar su derecho, no
así al blanco que expulsa a la raza de color de los lugares públicos de forma
violenta, apareciendo la política de fondo que divide aun más las razas. Plantea
que los negros aun con riqueza y título de patriotas no pueden frecuentar
sociedades de blancos y a su vez estos van a las sociedades negras por
invitaciones y agazajamientos.55
Estos hechos son reflejo de las dificultades que estaban encontrando los
negros y mestizos en la aplicación efectiva de sus derechos. La Igualdad Racial
cumplía el requisito de asegurar que sus intervenciones se movieran dentro de
los límites que se hallaban sustentados en las tradiciones raciales de los
espacios públicos. Al chocar con las reticencias de algunos sectores blancos
que apelaron a la confrontación física, las élites locales de la raza de color,
entonces reinterpretaron la norma en función de sus reivindicaciones
ciudadanas, exigiendo el reconocimiento de sus derechos de transitar por tales
áreas y presionando a las autoridades del lugar del conflicto. El precepto
constitucional que legitimaba la norma se volvía entonces una
zona de
interpretaciones de los grupos raciales que aplicaban sus visiones en demanda
de sus intereses.
La presencia de jamaiquinos y haitianos dentro de la dinámica del tema racial
aporta un aspecto decisivo en estos años para la conformación del otro
54
55
Palpitaciones, La Prensa no. 107, la Habana, 16 de Abril de 1916, p. 4.
Palpitaciones, La Prensa no. 130, la Habana, 9 de Mayo de 1916, p. 7.
32
interno.56 Arribados de la exportación de braceros para las actividades
económicas del país fueron incluidos en el imaginario denostador de la raza
negra. En 1915, un órgano calificaba esta presencia de peligro social por
considerarlo portadores de vicios y malos hábitos, además de traer
enfermedades que ponen el peligro a la población.57 El general Emilio Núñez
en declaraciones afirmaba no tener animosidad con su presencia pero
consideraba
por
razones
étnicas
conspiraba
contra
el
proyecto
de
homogenización poblacional. Se declaraba no enemigo de la raza de color pero
consiente de las incompatibilidades sociales existentes que frenaban el camino
hacia la igualdad además de hacerle competencia a la clase proletaria.58 El
blanqueamiento, seguía primando entre las políticas de las élites. Una revista
tildaba de peligroso la invasión de este tipo de elemento no preparado para la
vida republicana, siendo la población de color perjudicada por no tener
condiciones para ese grupo de individuos que no tiene su idioma y
costumbres.59 El escrito fue replicado por la revista de la élite negra Labor
Nueva que cuestionaba el peligro que se planteaba, aludiendo que el hombre
de color era amigo del blanco. De manera discreta recordaba el alzamiento de
56
La migración de braceros antillanos viene de 1911 con la creación de la Asociación de Fomento de la
Inmigración con objeto de importar principalmente haitianos y jamaicanos. En 1913, se da acción legal
con decreto no. 3 del 10 de Enero por el presidente José Miguel Gómez, siendo la Nipe Bay Company
autorizada para introducir 1000 antillanos para realizar faenas agrícolas en Central Bostón. Otro decreto
del 23 de Octubre de ese año autoriza la entrada de antiguos obreros del Canal de Panamá. El 3 de Mayo
de 1917, el presidente Mario García Menocal sanciona la ley que permite la inmigración de trabajadores
en Cuba durante dos años. Para mayor profundización ver: ALVARES, LOUIS: La migración haitiana a
Cuba 1912 – 1934 en el contexto de las relaciones históricas entre Haití y Cuba. Tesis de Maestría,
Universidad de la Habana, Mayo del 2003.
57
La Lucha no. 119, la Habana, 28 de Abril de 1915, p. 1.
58
“La inmigración perniciosa.”, La Discusión no. 102, la Habana, 11 de Abril de 1916, p. 2. El
investigador Pedro Serviat señala que esta importación de braceros fue utilizada para por los sectores
dominantes para promover la discriminación racial y estimular la competencia entre los trabajadores.
SERVIAT, PEDRO: El problema negro en Cuba y su solución definitiva. Editora política, La Habana,
1986, pp. 97- 100. También se halla el interesante trabajo de Juan Pérez de la Riva sobre la inmigración
antillana. Ver COLECTIVO DE AUTORES: La república neocolonial. Tomo 2. Ciencias Sociales,
Ciudad de la Habana, 1979, pp. 1 – 76.
59
Ver artículo de la revista Gráficos en La Prensa no. 83, la Habana, 23 de marzo de 1916, p. 4.
33
1912 para demostrar que solo unos pocos se habían involucrado, provocando
una violencia de los blancos movilizando a los representantes de la raza negra
con acción generosa.60
En 1916, La Prensa llamaba a las Secretarias de
Sanidad y Hacienda a tomar acuerdos en contra del fenómeno de la llegada de
los trabajadores contratados que en la región Oriental tenían mayoría.61Por la
impronta en el diseño de imágenes que reportaba la presencia foránea de este
tipo, algunos cronistas de color se pronunciaron ante la inmigración de esta
clase. El acceso al mercado de trabajo, se estaba haciendo altamente
competitivo. Marcel Levargie apuntaba que los trabajadores que arribaban no
venían a cortar caña, ni a recoger café, sino a comprimir el mercado de los
oficios. También alababa su labor en el corte de caña y recordaba el auxilio que
las repúblicas prestaron a la patria en su independencia, siendo justo abrirle la
puerta a los que venían a contribuir al desarrollo de la nación, realizando
aquellas labores que otros emigrados rechazan.62El tema permitió asociaciones
del fantasma del racismo en Oriente. José Gabriel Palacios ante la campaña de
la presencia negra extranjera consideraba que la verdad se falseaba con una
intencionalidad sospechosa extraviando a la opinión pública y azuzando el odio
entre las clases trabajadoras. Aclaraba que los trabajadores haitianos venían
por las labores agrícolas, sin vegetar en las ciudades y cumpliendo los
requisitos de las Ordenanzas de Inmigración, no se inmiscuyen en los asuntos
públicos mostrando respeto hacia las autoridades. Denuncia que lo que sucede
con el problema del salario, ocurre también con los inmigrantes españoles,
culpa a los hacendados que se aprovechan de la situación de demanda para
60
Sección Charla Semanal, Vida Nueva no. 5, la Habana, 19 de Marzo de 1916, p. 3.
La Prensa no. 137, La Habana, 16 de Mayo de 1916, p. 1.
62
La Prensa no. 38, la Habana, 7 de Febrero de 1916, p. 5.
61
34
rebajar jornales en su beneficio.
63
Al parecer, existían ciertos temores de ser
confundidos los extranjeros negros dentro de la población como miembros
perteneciente a la raza de color.
El tema del acceso a los espacios públicos como derecho de negros y mestizos
continuo siendo debatido. En 1919 en periódico de clase media negra, La
Antorcha López Garrido llamaba a la raza de color a que asistiera a los paseos
de la ciudades para violentar los perpetuos y omnipotentes derechos de una
falange abusadora que se dice superior, y a fuerza de gritos se rindan a la
evidencia de que nos asiste iguales razones para frecuentarlos.64 En Santa
Clara se provoco un incidente de este tipo entre negros y blancos en 1925. El
Dr. Varona comenta en carta que el hecho es síntoma de la terrible violencia
que no respeta la autoridad legal y moral dentro de una república nueva pero
portadora de una vieja sociedad con herencia colonial, por lo que los que
subvierten el orden son los peores reaccionarios de nuestra vida civilizada que
se estableció a costa del sacrificio.65
Las pugnas por el acceso a los espacios públicos revelan lo complejo que en
ocasiones fue definir los linderos de la igualdad para el grupo subalterno
apelando al uso de sus derechos asistidos. La participación de los sectores
divididos por la raza en la imposición del racismo haciendo usó de la violencia,
señala la funcionalidad aprendida y ejercida de la misma como método a
ejercitar por sujetos e instituciones. Al mismo tiempo el precario equilibrio racial
a
mantener
se
resquebraja
cuando
el
grupo
subordinado
confiere,
63
PALACIOS, JOSE G.: “Calamar negro”, en Palpitaciones, La Prensa no. 75, la Habana, 15 de Marzo
de 1916, p. 4.
64
LÓPEZ, L: “Negros al paseo.”, La Antorcha no. 52, la Habana, 9 de Marzo de 1919, p. 4.
65
Carta de Enrique José Varona en Archivo Provincial de Santa Clara, Fondo Colección Manuel G.
Garófalo, Exp. 60, leg. 2.
35
interpretando la norma, una significante que trasciende la frontera de su
espacio de participación asignado. La igualdad se filtra entonces a partir de las
particularidades de cada zona, localidad en que el racismo se ejercita por parte
de las autoridades estatales que detentan el poder. Facultadas de aplicar la
dominación, las instituciones utilizan la tradición como espacio simbólico
perteneciente al grupo privilegiado racialmente, obligando a que la mítica que
conforma la nación conduzca a actitudes patrióticas a favor del código racial
dominante, por encima de intereses grupales específicos. El sujeto nacional
colectivo, portador de un anti-racismo que condena cualquier actitud anormada
en el canon de la igualdad, reafirma el consenso concertado en pos del bien
republicano. La violencia se torna entonces una forma de control de necesaria
inclusión para los desobedientes que amenazan el ordenamiento social
efectivo.
En 1919, este mecanismo de regulación alcanzó una significación mayor por la
amplia compartición que la norma alcanzó en realidades urbanas específicas.
66
Los sectores de las poblaciones de Regla y Matanzas, zonas de fuertes
66
Los acontecimientos de este año, al igual que en 1912 reflejan la impronta de las representaciones
mentales dentro de sociedad cubana del momento. Se muestra el efecto del síndrome del Miedo al negro.
Esta denominación es el resultado histórico de una determinada fobia a los negros y mestizos. La misma
ha variado según los escenarios en que el racismo ha sido ejercitado. En su esencia es el temor a un
componente racial de la población cubana. Esta influenciada por los acontecimientos de la Revolución
Haitiana de 1791, que representó el temor de los esclavistas a una sublevación masiva de esclavos y
libertos. Jugó un papel vital en las represiones de 1812 con Aponte y luego en 1844 con La Escalera. Así
mismo se comportó imprimiendo particularidades al desarrollo de las luchas independentistas por su
impronta en la agenda de liberación. Después de 1886 las fuentes periódicas desataron una campaña
centrándose en convertir una imagen del negro como peligro social construyéndose un imaginario
denostador donde se recrearon visiones específicas que se acompañaron de los prejuicios hacia los no
blancos y su conversión en lacras sociales. En 1912 se demostró el impacto de esta imagen dentro del
imaginario de la nación. Si quisiéremos definirlo para el estudio de esta temática
en Cuba debe
plantearse que es un análisis a desarrollar. La historia como explicativo de las condiciones específicas de
este fenómeno necesitaría de la psicología, por ser el miedo una conducta instintiva y el periodismo como
constructor de imagen específica. La sociología también se válida para la construcción social de la
realidad. En mi consideración es el complejo resultado histórico, social y económico de las formas en el
que los esquemas racistas han manipulado la opinión pública desde la prensa para generar, consolidar y
activar una conducta altamente subjetiva mediante fabulaciones denostadoras construidas, respecto a las
36
prácticas religiosas, asumieron el escarmiento en complicidad con las
autoridades del lugar provocando la muerte de nueve personas de la raza de
color, presuntamente culpadas por la multitud por brujería. Órganos como El
Día, La Discusión, y El Mundo valoraron el hecho de paso necesario hacia la
civilización apelándose al orgullo nacional para explicar la violencia.67 Dentro
del proceso, la incitación al linchamiento colectivo, la legitimación del castigo, y
la amplia participación alcanzada, las publicaciones seriadas jugaron un papel
destacado en la permisividad y justificación del acontecimiento. El debate sobre
la brujería se conjugó con el saber sanitario que apelaba por el rápido
saneamiento del elemento parasitario y contaminador. La aplicación de la ley
del Juez Lynch contra los brujos llevó a varias consideraciones. Especialistas
como Ortiz, opuestos a los linchamientos realizaron una campaña efectiva
presentando un proyecto de ley contra supersticiones antisociales que no fue
aprobado por la Cámara de Representantes.68 La polarización de la sociedad
aunque no alcanzó la connotación de 1912, demostró el impacto de la raza
dentro de la construcción nacional. La rápida actitud de las publicaciones
periódicas dentro del mercado de información permitió mantener viva la euforia
posiciones y comportamientos de la raza de color por asumir una realidad adversa donde recurrieron a
actitudes, que por momentos generaron acciones como grupo social marginado, que reforzaron las
mismas opiniones tendenciosas.
67
Para una mejor comprensión ver estos periódicos en los días del 29 de Junio y 2 de julio. Debe
advertirse que las publicaciones no comportaron una manera homogénea en cuanto a los hechos,
comportando criterios diferentes. Ver HELG, ALINE: Ob. cit., p. 329.
68
Ibidém, pp. 329 – 330. La propuesta del señor Ortiz fue aprobada tras una larga discusión de varias
intervenciones entre los Representantes. El señor Soto Izquierdo presentó una moción para establecer una
comisión especial en la redacción de una legislación donde se pene y castigo con máxima seguridad la
brujería; el Dr. Horacio Díaz Pardo refirió los sucesos del crimen de la niña Cecilia; el Dr. Jiménez
Lanier propuso no apresurar la obra proponiendo estudiar con detenimiento la cuestión de la brujería
necesitándose de un criterio científico. Nuevamente Ortiz habló del fenómeno como lacra social
compartida por blancos y negros requiriendo un trabajo en profundidad. Al final de la sesión se creó la
comisión para redactar la legislación integrada por Dr. Gonzalo Freyre, Dr. Soto Izquierdo, Dr. Fernando
Ortiz, Dr. Pedro Puig, y Dr. Horacio Díaz Pando. Ver Heraldo de Cuba no. 167, la Habana, 3 de Julio de
1919, pp. 1 y 7.
37
popular durante las semanas siguientes. El castigo físico no finaliza con la
muerte
de
los
individuos
considerados
dañinos.
Se
necesita
seguir
manteniendo latente la amenaza para que sirva recordación a los que intenten
romper el equilibrio creado. Después de lo hechos, una tensión en Matanzas y
Regla se mantuvo mediante una campaña mediatizada moviendo comentarios
que los brujos continuaban intentando secuestrar otros niños. En el barrio de
Versalles, según un órgano, un hombre intento arrebatar a Rosa Domínguez a
su hija de meses, alabando en foto de la mujer armada que defendió a su
criatura.69 Un titular, sensacionalmente refería el intento de secuestro de la niña
Dolores, hija de Celia Coral y Federico Montesino, segundo jefe de la Policía
Municipal de la calle de Compostela, esquina Cuba. El presunto brujo, de
nombre Lorenzo Campos, estuvo a punto de ser linchado por la multitud
camino a la comisaría telefoneándose al Alcalde en calidad de auxilio del
ejército. Ese mismo día el moreno Tomás Lezca era detenido por el intento de
secuestro de la niña de la familia Domínguez en Matanzas. En las
declaraciones la señora Domínguez alegó no estar segura de que fuera el
individuo, y el señor Lezca, de Mariano, apunto que llevaba años trabajando en
una colonia en Jovellanos, encontrándose en la ciudad para visitar a su
hermana Teresa y a hijo Agustín que estaba enfermo. Al final se comprobó que
el señor Lezca era inocente.70 La localidad de Jovellanos fue designado como
el lugar del sacrificio de los niños blancos para Santa Bárbara, refiriendo de la
complicidad de las autoridades locales en las prácticas religiosas del lugar.
Fueron detenidos por esos días alrededor de 17 personas de color de las
69
70
Heraldo de Cuba no.168, la Habana, 4 de julio de 1919, pp. 1 y 4.
Heraldo de Cuba no. 169, la Habana, 5 de Julio de 1919, pp. 4.
38
colonias Almagro, Alcancía, Tomeguín y Perico.71 De este carácter continuó la
campaña.72 El reforzamiento de las noticias espectáculos dentro de la opinión
pública ejercen un papel fundamental en la incitación de los consumidores de la
información teniendo el efecto periodístico un impacto que exacerba a los
sectores populares que son presa de la fobia racista del momento cumpliendo
las fuentes publicísticas un papel importante como sugestionador desde la
distancia.
Por otra parte se evidencia la fuerte impronta del rumor social, filtro oral que la
noticia circula entre los sujetos para el desarrollo de ciertos estados de ánimos
dentro de una multitud determinada. Los sujetos portadores del código
hegemónico respecto a la raza, se favorecen por la capitalización de un estado
de ánimo que se ampara en imágenes y opiniones denostadoras respecto al
fenómeno. Lo anterior explica la actitud de la multitud de forma uniforme en
cuanto los objetivos a cumplir. La aparición de un texto en una publicación
prestigiosa confiere legitimidad y compele a los individuos las potestades para
asumir, como lo habían hecho en 1912 en aras del orden social, la justicia por
cuenta propia. Además la permisividad de las autoridades represivas de dar
paso a la justicia popular, reafirma el ejercicio de la voluntad del sujeto
colectivo, siendo la muerte física el símbolo máximo que asegura la victoria de
la raza superior sobre el enemigo del organismo social. Al mismo tiempo las
fuentes periódicas cumplen su papel dentro del consenso racista al diseminar
71
Heraldo de Cuba no. 164, la Habana, 10 de Julio de 1919, pp.1-2.
Los diversos editoriales dedicaron una serie de escritos durante semanas al tema de la brujería
aludiendo lo nocivo de estas prácticas dentro de la sociedad marcando mediante una serie de elementos
intencionados de manera efectiva el imaginario existente con el objetivo de mantener la sensacionalidad y
primicia en el tema para influir en la opinión pública.. Ver “En casa de Má Faustina, la reina de la
brujería.”, Heraldo de Cuba no. 175, la Habana, 11 de Julio de 1919, pp. 1-2.; “La brujería en
Matanzas.”, El Mundo no. 6627, la Habana, 25 de Junio de 1919, p.1; “La brujería en Matanzas.”Diario
de la Marina no. 180, la Habana, 28 de Junio de 19191, p. 1.
72
39
en su agenda la publicidad adecuada conformándose toda una campaña
informativa que alimenta el fervor de la multitud redondeando los productos
culturales del cual los sujetos son portadores. Un hilo invisible conduce
entonces a la mayoría reunida, inducida por el contagio a obrar dentro del
grupo en función de un sentimiento dado. Sobre el público linchador predomina
la pasión y la acción de un cumplir específico. Bajo un estimulo externo,
producido por un acontecimiento valorado perjudicial para la comunidad, se
agrupan de manera informal diversos actores sociales ávidos de ejercer el
control. La violencia en este caso es la forma de expresión del sentimiento.
Los negros y mestizos vinculados a la prensa, reaccionaron ante la magnitud
de la tensión social desatada en función de sus intereses. Revaluando la
ideología del progreso replicaron por la fuerte campaña desatada por las
publicaciones seriadas. La Antorcha realizó una efectiva campaña en defensa
de los derechos de la raza de color desmontando el imaginario religioso
respecto a la raza, además de denunciar la impunidad de los hechos.73 Se
produjo la reivindicación del discurso civilizatorio desde una reinterpretación
auténtica del progreso en postura de defensa de sus derechos. En suplemento
especial del domingo 6 de julio, analizó el comportamiento de los medios de
prensa en los sucesos de Regla y Matanzas al inducir a los elementos racistas
73
Este periódico dedico todos sus esfuerzos en demostrar el fenómeno de la brujería como práctica de
negros y blancos subvirtiendo los prejuicios racistas que primaban respecto a los no blancos. El 20 de
Julio en su edición apareció una entrevista a Manuel de Jesús Fuentes, considerado estudioso del tema
que afirmo la presencia de los ahijados blancos dentro de los cultos, además de la proliferación de brujos
blancos existiendo una comunidad de cinco en la zona de Bolondrón, en Matanzas en el barrio de
Versalles y en Regla se encuentra el Obispado de los brujos blancos de Olorum. También dedicó un
espacio de difusión a hechos de violencia donde se incriminaban a personas blancas. Con este objetivo se
intenta contrarrestar las fuertes imágenes divulgativas de una raza negra denostadora, tendente al vicio en
función de desacreditar la campaña de otros periódicos revelando el matiz discriminatorio del que el
elemento de color era objeto. Ver entrevista sobre la brujería en La Antorcha no. 65, la Habana, 20 de
Julio de 1919, p. 1; “La prensa grande convierte un rapto en brujería.”, La Antorcha no. 66, la Habana, 27
de Julio de 1919, p. 1; “En Santiago un muñeco de trapo lo convierten en brujería.”, La Antorcha no. 69,
la Habana, 17 de Agosto de 1919, p. 1.
40
a actuar y luego encubrirlos. Llamando a la garantía de los derechos
ciudadanos emplazó a las autoridades al mantenimiento del orden por el bien
de la patria. Denunció la subversión de los conceptos morales y como el
linchamiento podía tornarse un atentado, mayor que el propio hecho que lo
generó contra la civilización. Se acusa al señor Antonio Iraizos del órgano La
Noche, autor de la sección Sensaciones del momento, y al editorialista de El
Día por su texto El pueblo que no lincha nunca. Las clases vivas del elemento
de color, llamadas a protestar cívica y pacíficamente, acordaron en reunión del
Club Atenas emitir una declaración de principios en Manifiesto publicado en el
periódico El País protestando por la vejación realizada.74 También se acordó
crear una comisión para estudiar los procedimientos más adecuados a fin de
establecer una acción criminal contra los instigadores, autores, cómplices y
encubridores de los crímenes cometidos mediante el linchamiento y la mal
llamada ley de fuga. Semanas después publicó entrevista al ciudadano blanco
Manuel Ferrer y Pedroso, al parecer en relación estrecha con la víctima de los
hechos de Regla proponiendo la exhumación de su cadáver por el consulado
74
La investigadora Aline Helg sostiene que a diferencia de las olas de racismo de 1904 – 1905 los
políticos de color se hicieron eco de los sucesos condenando en público el linchamiento y que se
calificara a su raza de bruja. Destaca la labor del Club Atenas por su reacción y reevaluación del
discurso del progreso culpando a la gran prensa a fomentar la violencia en la turba señalando que La
Antorcha intentó contrarrestar los llamamientos realizados con una campaña que solidarizó a negros y
mestizos superando los temores de 1912 para crear un movimiento que no fructificó por el abismo de sus
dirigentes según opinión de la autora acotando que Juan Gualberto junto a unos pocos se había asimilado
por las altas esferas políticas encarando el tema en época de crisis sin tener un compromiso constante para
luchar a favor de las clases bajas. Plantea que el Club Atenas negó su negritud adoptando los valores
burgueses y la cultura occidental. Ver ob. cit., pp. 335 – 338. El investigador Pedro Cubas considera que
el trasfondo del manifiesto del Club Atenas es fijar su posición de clase a partir de evidenciar su posición
de condenar los actos, pero no permitir el deterioro de su imagen al caer en criterios colectivos planteando
su comportamiento social adquiriendo una mayoría de edad como sector medio reconociendo la ayuda de
la raza blanca llamando a la civilidad para fuerza moral a defender. El autor considera que asumieron una
posición de mediación entre los estados de ánimos aferrados a la idea de la unidad interracial en la
construcción patriótica de la república asumiendo una actitud sumisa revelando un blanqueamiento
intelectual para ser aceptados denigrando lo africano. Ver CUBAS. PEDRO A.: “Club Atenas, 1919:
Entre la sorpresa y el espanto.”, en compilación de María del Pilar. Perfiles de la nación II. Ciencias
Sociales, la Habana, 2006, pp. 1- 34.
41
británico para constatar las lesiones que fue objeto por parte del pueblo y las
autoridades. El señor Ferrer acusó al jefe de la policía de Regla, el capitán
Manuel Pérez de propiciar a la víctima un golpe en la cabeza con una cabilla,
siendo testigo potencial, ávido de repetir su declaración frente a un tribunal.
Todo indica que sobre el señor Ferrer se desató una serie de presiones por
parte de los pobladores relacionados con el hecho, tomando represalias contra
su familia.75 En la edición se publica un texto de conversación con Martí y
Maceo, decepcionados por la barbarie producida. Míticamente los héroes
condenan lo sucedido por dañar a la patria y enlodarla con el oprobio del
enfrentamiento de una raza contra la otra que luchó por el surgimiento del
hombre con iguales derechos a su semejante en el ejercicio de la ciudadanía.
Al final del escrito los dos hombres se juntan en un abrazo como expresión del
amor recobrado y la justicia evocada.76
La movilización organizativa que generaron estos incidentes refleja que los
elementos de color habían aprendido, dentro de los límites impuestos, a
responder activamente ante circunstancias que los afectaba como componente
nacional. Aunque no fue una constante del período, lo acaecido en 1919 revela
la habilidad de los sectores subalternos desde la raza para usar los
75
En su declaración al periódico Manuel Ferrer planteó que el difunto se dirigía a la estación cuando vio a
la niña salir de su casa y caerse, lo que provocó la ayuda de William tomándola por el brazo para
levantarla del suelo regalándole un medio para que se comprara unos dulces. En ese momento la madre de
la niña lo tomó por un brujo que la iba a secuestrar, respondiendo el aludido que no era ese tipo de
persona siguiendo su camino. Al poco tiempo se presentó el padrastro de la niña con el capitán Pérez y el
sargento solicitando su detención, los cuales lo maltrataron de obra y ofensa. El incidente congregó a un
gran número de personas frente a la estación y las autoridades sacaron al detenido atándolo a la cola de un
caballo que montaba el señor de apellido Artiles arrastrando su cuerpo por la calle; ya al final el hijo de
Manuel Noa descargó sobre el cadáver todas las balas de su revólver. Por sus comentarios el hijo del
testigo fue atacado por un grupo de hombres, y uno de ellos le arrojó un liquido que lo privo de la vista.
En la entrevista comenta que tiene cinco hijos con la mestiza Mercedes Sánchez con la que vive hace 18
concubinamente sin nada de que arrepentirse. Ver entrevista en La Antorcha no. 64, la Habana, 13 de
Julio de 1919, p. 1.
76
“Diálogo de almas. Martí-Maceo.”, Ibidém, p. 2.
42
mecanismos de la igualdad racial establecida para reclamar en el espacio de la
sociedad civil los derechos que les asistían como ciudadanos. La unidad
intrarracial alrededor de un documento publicado en periódico neutral es
capacidad de reacción y presión para aglutinar a las significativas sociedades
de color de la isla que accionaron el discurso del progreso conminando al
gobierno a dar una respuesta por las arbitrariedades producidas por parte de la
fuerza pública. El presidente Menocal se vio en la necesidad de emitir
declaraciones sobre los hechos reconociendo la valía justificadas de los
planteamientos de la población negra.77 El periódico El Día reconoció la
indiferencia que recibió de negros y mestizos así como su influencia dentro de
los acontecimientos llamando a limar las asperezas. Para principios de Agosto
alababa el manifiesto por su serenidad y la labor del Club Atenas a favor de los
ideales de la colectividad. Aclaraba, olvidando oportunamente su arenga de la
masacre del doce, que nunca en sus páginas habían culpado a los negros por
la falta cometida por un hombre de su raza reconociendo la presencia de una
labor subterránea que inspira una propaganda de odio y miseria moral.
78
La
efectiva utilización de la prensa posibilitó influir dentro de la opinión pública al
manejar el delicado tema de la religión dentro de un ambiente racista intenso,
en función de sus intereses de grupo subalterno y al mismo tiempo parte del
sujeto colectivo.
77
Entre las sociedades que se sumaron al Club Atenas, Unión Fraternal, Centro Maceo y Casino Musical
podemos mencionar a Siglo XX en Guantánamo; Club Aponte en Santiago de Cuba; Bella Unión en
Guines; La Gloria en Santiago de la Vegas; La Luz en San Antonio de lo Baños; La Luz en Trinidad; El
Fénix en Trinidad; Progreso en Placetas; Gran Maceo en Santa Clara; Nueva Aurora en Colón; Divina
Caridad en Matanzas; La Unión en Matanzas y La Caridad en Matanzas. Todas se adscribieron entre los
días 6 y 8 de Julio. Ver La Antorcha, Ibidém, p. 4.
78
“Justicia merecida.”, La Antorcha no. 69, la Habana, 17 de Agosto de 1919, p. 1; “Eso es lo que
nosotros deseamos.”, La Antorcha no. 68, la Habana, 10 de Agosto de 1919, p.2.
43
No obstante, un año después como parte de la lógica del mercado con una
publicidad
distinta
el
acontecimiento
sangriento
inspiró
la
versión
cinematográfica La brujería en acción estrenada los días 7 y 8 en el cine
Payret. En la dirección se hallaba Santos y Artiga con un elenco donde se
contaba con Mariano Fernández y Consuelo Álvarez. También por esos días en
el cine Ídolo se proyectaba Ahí vienen los negros.79 Se perpetua la imagen
desde el ritual de la memoria que debe aprender a no olvidar los peligros del
cual debe la nación defenderse. Nadie mejor capto este ambiente sincrético de
doble rasero meses antes que el polémico diario de La Política Cómica el cual
en 1919 a raíz de una conferencia de Fernando Ortiz en el teatro Payret
satirizó:
(…)Orador de gran cultura en su discurso dedujo
Que en nuestro país el cura es un ecobio del brujo
Ante el civismo de Ortiz y la verdad que dedujo
Huyen el cura y el brujo en ekobiaje infeliz.
Gracias a esa gran verdad que demostró Don Fernando
No seguirán explotando a la pobre humanidad
Y con su conciencia obscura y su reprobable engaño
A otro lugar a hacer daño irán el cura y el brujo.80
79
80
La Lucha no 7, la Habana, Enero de 1920, p. 4.
La Política Cómica no 695, La Habana, 13 de Abril de 1919, pp. 1 y 6.
44
El novelista mestizo bayamés Jesús Masdeu supo captar el estado actual de
su raza con su libro La raza Triste.81 De manera descarnada refiere las
tribulaciones de Miguel Valdés, un talentoso mestizo adelantado por ascender
en la sociedad del entorno, hijo del carpintero Anacleto Valdés y Tomasa
Baldaquín. Habitan en barrio de San Juan desarrollando relaciones producto de
las condiciones que comparten. Los personajes muestran las mentalidades
racistas en sus contradicciones que son portadores. En contrapunto se halla el
estudiante blanco, Armando Reyes, hijo de Don Enrique esclavista, racista y
revolucionario de la Guerra Grande. Miguel es enviado junto a Armando a
estudiar a los Estados Unidos haciéndose doctor después de ser expulsado de
22 escuelas por su condición racial, citando el autor en boca del protagonista
que en Cuba el negro era un compañero y en Norteamérica un perro.82 Se
aprecia una lucha entre la identidad y el blanqueamiento, entre el ascenso
social y la rémora de las razas consideradas inferiores y superiores, situándolo
en una frontera en la que sus acciones por subir le granjean el apodo de racista
siendo odiado por blancos y temido por los negros que son leales a los
blancos. El personaje se refugia en el alcohol ante la frustración de no alcanzar
sus expectativas y las incomprensiones de la que es objeto, como reflejo de la
debilidad de un sujeto colectivo de reivindicar sus aspiraciones contra las que
no puede luchar. La guerra de razas es trasfondo de la obra donde los
espacios públicos alcanzan una dimensión del reflejo de las mentalidades
81
MASDEU, JÉSUS: La raza Triste. Imprenta y papelería Rambla, Bouza y C.A, la Habana, 1924.
Masdeu nació en el año 1887 y murió en 1958. Curso la primaria en su pueblo natal, y trabajo como
maestro rural. En Bayazo comenzó a cultivar el periodismo trasladándose a La Habana en 1916.
Colaboró y fue redactor de publicaciones como El Día, Heraldo de Cuba, El País, La Discusión,
Bohemia. Fue Bibliotecario de la Biblioteca Municipal de la Habana y profesor de la Escuela de
Periodismo. Para una profundización de su figura. COLECTIVO DE AUTORES: Ob. cit, p. 583.
82
Ibidém, p. 69.
45
cotidianas de los hombres blancos contra los negros. El alzamiento del doce si
bien muestra la crueldad
al convocar al exterminio de los negros por
considerar a Miguel el líder del lugar, es combatido por los negros que
condenan el alzamiento. Se intenta recrear el miedo de una raza atemorizada
que al fin de la contienda deja tras sí un gran crimen que dejó el dolor de los
huérfanos, de las viudas de los padres revelando el luto de los corazones,
tonos oscuros en los vestidos y centenares de negros olvidados y tristes. La
muerte del protagonista se clasifica en su despedida del duelo como una gloria
malograda de la medicina cubana, simbolizando la crueldad de la realidad de
los que quisieron ser diferentes del modelo racista republicano. Este texto
revela las difíciles condiciones en que negros y mestizos se incluían dentro de
la sociedad republicana. Su título evidencia, desde un criterio personal
generalizador y parcializado,
la complejidad fatalista conque el autor
observaba el porvenir de la raza de color. Según Masdeu, los individuos del
grupo racial, independiente de su posición y nivel social eran segregados
mediante la imposición de un racismo efectivo que limitaba sus aspiraciones.
Esta consideración pasa por el desarrollo económico e intelectual que un grupo
había alcanzado dentro de la sociedad, el cual demanda el reconocimiento en
función de su clase y estilo de vida similar al patrón de sociabilidad blanca. A
pesar de los obstáculos del medio épocal para desenvolverse la raza de color,
no impidió la realización de importantes esfuerzos en pos de demostrar su
capacidad para insertarse en un entorno adverso. La prensa cumplió un papel
activo en la elaboración de discursos que buscaban la aplicación efectiva de la
igualdad racial. Al igual que en la primera década el debate del tema racial
alcanzó magnitudes mediados por la impronta política. Como escenario, siguió
46
constituyendo una zona importante por la expresión del comportamiento del
tema en las relaciones entre negros, blancos y mestizos.
.El imaginario político de la conspiración racista.
La participación de la raza de color en la política republicana después de la
represión adquirió nuevas particularidades. La protesta de los independientes
fue utilizada y manipulada dentro de los procesos electorales del resto de la
década de 1910. Por otra parte, los hechos fueron interpretados desde su
inmediatez, mostrando versiones al respecto. Se necesitó justificar el proceder
represivo y
perpetuar en el imaginario de los reprimidos la noción del
escarmiento. Muestra fehaciente es la obra que se publica a finales del año de
1912. El texto Guerra de razas de Rafael Conte y José M Capmany, reivindica
la superioridad blanca sobre la raza negra.83La intencionalidad se observa en
su primer capítulo donde refiere el conflicto entre blancos y negros, alertándose
que los segundos no olvidarán el castigo aplicado. Recoge el síndrome del
miedo al negro basado en un presunto odio contra la raza blanca en función de
minar un criterio denostador sobre la población de color. Se recrean los
episodios del alzamiento donde se enuncian los hechos de La Maya, El Palmar,
entre otros.84 La vida de los alzados en el campamento también es punto de
atención. Tendenciosamente considera el desorden dentro de las tropas
estenocistas, aludiendo a conflictos personales, actitudes de forrajeo o saqueo
83
CONTE, RAFAEL y JOSE M. CAPMANY: Guerra de razas (Negros y blancos en Cuba). Imprenta
Militar Antonio Pérez, La Habana, 1912. La obra realizada en una editorial de vínculos militares esta
dedicada al Mayor General José de Jesús Monteagudo, al Comandante en Jefe del Ejercito Cubano el
lugarteniente de las operaciones el Brigadier Pablo Mendieta y a jefes y oficiales que según plantean los
autores en su primera página aplastaron la revolución racista salvando a Cuba de la anarquía interior y la
ingerencia extranjera. Se utiliza el apoyo de las noticias de la prensa con el objetivo de plantear la verdad
de los hechos.
84
Ibidém., pp. 64 – 65.
47
por los alrededores y el desarrollo de baile africano del maní donde las mujeres
con machetes a la cintura se entregan a movimientos lúbricos. Los soldados
son descritos de salvajes, a diferencia del Ejercito Reivindicador caracterizado
de disciplinado y comprometido con la patria.85 No obstante, se apuntan datos
que demienten rumores que convulsionaron dentro del proceso. Se reconoce
que el objetivo del alzamiento no fue instaurar una república negra a
semejanza Haití, sino derogar la enmienda Morúa; reconoce la presencia de
blancos en los alzados, un dato no mencionado calificándolos de viciosos que
participan por el móvil de no perder su caballo. Sin embargo en el texto no se
refleja el estado real de la represión. Aunque maneja la cifra de seis mil o siete
mil muertes, la captura y muerte de sus líderes principales no son abordadas
con claridad encubriendo a sus ejecutores y la trágica forma en que fueron
asesinados. Se realza la figura de Eugenio Lacoste, calificado del cerebro
ejecutor de la operación.86 La obra revela el interés de justificar lo sucedido en
aras de la preservación de la paz de la republica reflejándose una población
negra que debe asumir su posición dentro de la jerarquía social para no
incumplir el pacto social establecido.
En 1916 otro texto aparecía publicado sobre los hechos. Ramón Vasconcelos
otorgaba una versión distinta de los acontecimientos. Alejándose del criterio de
la guerra racial, analizaba la actitud de José Miguel Gómez, mostrando la
hipótesis de manejos electorales para atraer a las clientelas negras. En el
trasfondo se halla la denuncia a la situación que se sometió a la población de
color mediante la campaña de las publicaciones seriadas. El destaque electoral
85
86
Ibidém., pp. 52- 53.
Ibidém., p. 103.
48
se
concientiza
alertando
sobre
las
manipulaciones.87Recuerda
las
consecuencias que trajeron dentro de los espacios privados y públicos para su
raza. Plantea la inexistencia de atenuante ni protección por parte de las fuerzas
políticas que contribuyeron a la represión de todo un grupo social. Critica el
sistema político republicano que califica de doble rasero en la cual todos los
gobiernos intentan perpetuarse dentro del poder al intentar reelegirse. Señala
que el electorado negro es presa de la propaganda de Juan Gualberto Gómez
y Rafael Escoto Carrión. En consideración de Vasconcelos, el alzamiento de
Estenoz constituyó una maniobra política en componenda gubernamental para
asegurar la reelección presidencial de Gómez. El desagrado del gobierno
norteamericano hacia el Guajiro del Jíbaro por el propósito de postularse
nuevamente, conduce según el autor, a fomentar el alzamiento refiriendo
encuentros realizados entre Estenoz y José Miguel.88El fatal desenlace de
estos acuerdos afecto el espacio privado de las víctimas. Se resalta el dolor de
las víctimas de la represión en instante que se llegó a pagar cinco centavos
por cada negro muerto estimulando el maltrato a todo ciudadano alzado o
87
VASCONCELOS, RAMON: El general Gómez y la Sedición de Mayo. Bernabeu y Casanovas, La
Habana, 1912. El autor pertenece a las filas del Partido Liberal teniendo un protagonismo para la década
de los años treinta. En el año de 1912 era director del semanario Rebeldía viéndose involucrado dentro de
la represión de los Independientes de Color, siendo encarcelado bajo la acusación de ser lugar teniente del
General Juan Eligio Ducassi, y segundo jefe de los conspiradores en la Habana. Fue liberado bajo la Ley
de Amnistía. El texto coincide con los intentos de José Miguel Gómez por participar dentro de las
elecciones alertando al electorado negro del papel en la represión que tuvo durante su mandato hasta el
año de 1913. Ver ob. cit., pp. 5 -6.
88
Asegura Vasconcelos en el libro que dentro de los gestores de constituir la Agrupación Independiente
de Color junto a Evaristo Estenoz, se hallaba el señor Martín Morúa Delgado, tesis que debe valorarse
pues ambas figuras pertenecían a la facción liberal del General Gómez. El auge de la agrupación dentro
de los electores negros, al parecer ocasionó discrepancias entre los líderes entablándose una lucha por
aglutinar clientelas negras que motivó, según parece, la aparición de la Enmienda Morúa por la cual el
partido perdió la posibilidad de participar legalmente en el juego político. Por otra parte, luego del
fallecimiento de Morúa en 1910, parece que existió un trato de ambos lados en el que se debió simular
una crisis nacional para inclinar la balanza a favor de los liberales utilizando el fantasma del racismo
negro, ganar el interés de la Casa Blanca, obtener una amnistía y luego conceder prebendas a los
Independientes de Color dentro del proceso eleccionario. No debe descartarse la experiencia de José
Miguel en este tipo de estratagemas que en el año de 1906 lo había conducido a alzarse para luego
colocarse en la presidencia en 1909 no debiéndose de dudar de la utilización como método que repetiría
luego en 1917. Ver Ibidém., pp. 11- 15.
49
pacífico, y asegurando el autor que aunque a veces se perdona no se olvida las
humillaciones producidas.89
Ambos textos son muestras de la impronta del tema del año doce dentro de las
transacciones de la política cubana. Las lecturas diversas del acontecimiento
revelan las maneras en que repercutió según el grupo y la raza dentro de la
sociedad. Su influencia en el escenario político mostró mayor alcance. El
discurso de los partidos lo evidenciaba por los nuevos propósitos eleccionarios.
El voto de los elementos de color se captó con el uso de la propaganda política,
manipulándose los sucesos de 1912. Las visiones y discursos mutaban según
la utilidad de la propaganda.90 Durante las campañas electorales de 1916 y
1920 los hechos se incluyeron dentro de la propaganda para atraer al
electorado de color. La imagen de benefactor y salvador del presidente Gómez
1912, se trastocaba con la de verdugo de la raza negra cuatro años después,
en función de acumular votos a favor de una candidatura. En 1916 el propio
José Miguel, responsable de la matanza en un giro drástico calzaba su
atracción a los negros rememorando la figura de Martín Morúa Delgado, quien
calificaba de amigo memorable. Reconocía en una entrevista que el negro no
es racista teniendo el derecho de pedir justicia, siendo el blanco quien lo
segrega al negarle su posibilidad.91 En la oposición la lectura era diferente. El
polémico diario La Política Cómica dedicó el mes de Septiembre y Octubre a
una serie de recreaciones en que se observaba a un José Miguel culpable de la
89
Ibidém., p. 28.
DE LA FUENTE, ALEJANDRO: Ob. cit., p. 128 – 129.
91
“El General José Miguel Gómez y la raza de color.”, La Voz de la Razón no. 374, la Habana, 5 de
Mayo de 1916, p.1.
90
50
masacre.92 Cuatro años después, en 1920 la campaña contra José Miguel gana
fuerza por sus intenciones de postularse a la presidencia nuevamente. Hilario
Martínez rescataba el año doce para plantear que al general Estenoz había
sido manejado como instrumento a favor de las fuerzas liberales para luego
ultimarlo. Cita declaraciones del General Rego aclarando que Estenoz e Ivonet
no murieron en combate, sino respondiendo órdenes expresas del entonces
presidente de la isla. En el escrito condena a los negros liberales que están a
favor de José Miguel.93
El tema es recurrente por la proyección de un imaginario para la raza negra en
función de revivir ciertos traumatismos de intencionalidad política. El apoyo de
algunas clientelas negras al liberalismo fue combatido por el diario La Voz de la
Razón rememorando al degollador de Oriente que ahora llama a la cordialidad.
Planteaba el conveniente olvido de 10 mil desgraciados inmolados por la
voracidad reeleccionista. Recrea los días de horror y el impacto en la población
negra para que el día primero de Noviembre no se injurie a sí misma la raza de
color votando por un degollador que ha dejado un torrente de sangre y
montañas de huesos. Se acude al dolor colectivo mencionándose el texto de
Mustelier al que califica de siniestro porque elogia al general Gómez.94 Al
parecer la propaganda tuvo impacto en algunas localidades. En visita de José
Miguel a Guantánamo se describe de fracaso, siendo recibido por policías que
iban de paisanos. En el hotel donde se hospedo se le procuró una seguridad de
ocho policías en el corredor. Los miembros del Club Moncada cerraron sus
92
“Tiburón en Oriente.”, La Política Cómica no. 564, la Habana, 1 de Octubre de 1916, p. 4.
MARTINEZ, HILARIO: “! No general, no lo queremos más!”, La Lucha no. 26, la Habana, 26 de
Enero de 1920, p. 8.
94
“Oíd negros cubanos.”, La Voz de la Razón no. 548, la Habana, 29 de Octubre de 1920, p. 2.
93
51
puertas y muchas casas se adornaron de adornos fúnebres. Se hizo circular un
volante de título Viene Tiburón donde se rememoraba los días de la represión
del año doce.95 El discurso político por conveniencias específicas variaba la
versión desde la represión mostrando relecturas conveniente a fines
electorales.96En el período abordado, pesar del apoyo de las clientelas liberales
de la raza de color, el partido no ganó en los años de 1912, 1916 y 1920. En
oriente, los conservadores ganaron en 1912, y en 1920 el liberalismo perdió en
las municipalidades de la provincia a excepción de Palma Soriano
evidenciando su pérdida de arraigo dentro de las bases negras y mestizas.
Uno de los esquemas que más operó en estos años en política fue la
conspiración racista. Los diarios se encargaron de difundir rumores que los ex
miembros del partido se agrupaban en función de volver a editar un
acontecimiento de igual magnitud. La amnistía otorgada en marzo de 1915, tras
una serie de pedidos y reuniones es muestra de lo delicado de la ley en su
aprobación. Desde finales de 1913, se había solicitado la liberación de los
complotados sin éxito. Ese año se realizó una protesta por parte de los
encarcelados debido a las malas condiciones.97 En mensaje al congreso del 7
de Abril de 1913, José Miguel recomendaba la aprobación de una ley de
amnistía para todos los delitos políticos y los relacionados con el Partido de los
Independientes. En sesión del 10 de Noviembre fue designada una comisión
integrada por los señores Jardines Collantes, Vázquez Bello, Días Pardos para
conciliar las distintas opiniones sustentadas sobre el proyecto, que fue vetado
en Diciembre en mensaje del Ejecutivo. El representante de la Habana Antonio
95
“De Guantánamo.”, La Voz de la Razón no. 536, la Habana, 15 de Agosto de 1920, p. 1.
DELA FUENTE, ALEJANDRO: Ob. Cit., pp. 134 -135.
97
HELG, ALINE: Ob. cit., p. 331.
96
52
Pardo Suárez realizó una presentación solicitando a la cámara una ley para
amnistía por delitos electorales con interés de suavizar el debate.98 También
los señores Campos Marquetti y Gonzáles Lanuza presentaron otra propuesta
en Febrero de 1915 a sugerencia del representante Miguel Ángel Céspedes. La
Ley, al final fue redactada por Comisión Mixta del Congreso, para ser aprobada
en la Cámara el 3 de mayo de 1915. El 8 de Marzo fue aprobada por el senado,
y publicada en la Gaceta Oficial el 11 de Marzo de 1915.99
El proceso de liberación alentó una serie de artículos en los rotativos. Todo
intento de organización de carácter político por los negros y mestizos
pretextaba revivir el tema de la guerra racial dentro del imaginario nacional. En
períodos eleccionarios los comentarios ganaban mayor efervescencia. En 1913
se circularon comentarios que los miembros del Partido Liberal en Cienfuego
se reunían con ex independientes para alentarlos a alzarse. También se
planteaba que el Representante Liberal Hermenegildo Povert manejaba un
grupo de hombres hacia las zonas de Las Villas.100 Dos años después el tema
reapareció con mayor arraigo para finales de año. El 10 de Septiembre de
1915, en Santiago de Cuba se realizó a las 5: 30 p.m. un mitin en casa del
señor Eugenio Lacoste, persona de influencia la zona oriental. El acto es
descrito por un órgano de la capital de estertor de racismo. Según un órgano, el
98
Vasconcelos señala que la ley de amnistía fue organizada a propuesta del señor Policarpo Madrigal,
quien convocó a una reunión para los altos de Marte y Belona con objetivo de acordar la forma de
testimoniarse frente al presidente Menocal. En la cita se acordó crear una comisión integrada por los
señores Estanislao Castillo, Alfredo Despaigne, Casimiro G. Fariñas y Antolín Pujados. Al frente se halló
el señor Vasconcelos. Las gestiones interesaron a liberales y conservadores, el señor Fernández Guevara
pidió la urgencia de la discusión, siendo apoyado por el Dr. Maza y Artola quien pronunció discurso
solicitando el olvido, obteniendo el apoyo del Dr. Regueyferos quien inclino el sanado favorablemente,
siendo sancionado luego por el general Menocal. El tema de las diligencias para la liberación de los
complotados recibió poca atención en la prensa de la época. Ob. cit., pp. 26 – 27. Sobre la propuesta de
Pardo Suárez ver: La Lucha no. 69, la Habana, 10 de Marzo de 1915, p. 1.
99
Archivo Nacional, fondo Diario de Sesiones, 1911 – 1919, tomo III – IV, p. 24.
100
DELA FUENTE, ALEJANDRO: Ob. cit., pp. 124 – 125.
53
orador Ramón Apesteguía insultó a la raza blanca, en especial a las mujeres,
siendo replicado por el señor de la raza blanca Manuel Fernández. El debate
originó un escándalo interviniendo la policía. Luego del orden restablecido el
señor Félix Machado haciendo uso de lo palabra expresó que de producirse
una nueva revolución los negros tendrían apoyo.101 Todos los implicados se
relacionaban con el partido Amigos del Pueblo. Un editorial consideró que los
encartados les asistía el derecho de su actuar bajo el amparo constitucional,
achacando a la ley Morúa su proceder. Señalaba que lo inadmisible era la
realización de una propaganda que provocará el estado de alarma, y perjudicial
para el desenvolvimiento de la república.102 Por el contrario La Discusión
apuntaba que el partido era una nueva estratagema para aglutinar a los
dispersos grupos de los Independientes de Color para obrar con mayor cautela
en lograr la igualdad social recurriendo a métodos en consonancia
a los
momentos actuales. El diario llega a revelar, en busca de sensacionalidad que
un miembro de la agrupación le confesó que ahora se realiza un trabajo
discreto para evitar las persecuciones contándose con una fuerza más
numerosa y organizada.103 La campaña de prensa tuvo un efecto dentro de las
autoridades del lugar. Unas semanas después el señor Isidoro Santos Carreros
era detenido por la policía por la acusación de estafa.104 No obstante, la
propaganda de los periódicos provocó declaraciones del Coronel Hevia
aludiendo a la inexistencia de tales peligros. En Gibara el alcalde apoyo una
101
“Latidos de racismo.”, El Día no. 1528, la Habana, 11 de Septiembre de 1915, pp. 1-2.
“Están en su derecho.”, La Lucha no. 256, la Habana, 13 de Septiembre de 1915, p. 2.
103
“Latido Racista.”, La Discusión no. 254, la Habana, 11 de Septiembre de 1915, pp. 1 y 8.
104
“Latidos de racismo.”, El Día no. 1528, la Habana, 11 de Septiembre de 1915, pp. 1- 2. Días más
tardes se publica una denuncia del jefe de la Policía de la ciudad de Santiago de Cuba presentada en
informe al Juzgado Correccional, sobre pronunciamiento del señor francisco Regueyferos que había oído
al policía no. 48 Víctor Guillet de la existencia de un acuerdo entre los policías negros del término de
acusar a ciudadanos blancos. Ver El Día no. 1545, la Habana, 28 de Septiembre de 1915, p. 1.
102
54
proclama de Santos Carreros manifestando la carencia de fundamento de los
rumores pues la agrupación Amigos del Pueblo apoyaba al general Menocal.
Una comisión dirigida por Lázaro Rodríguez, declaró la intencionalidad con que
se extravía a la opinión pública a partir de alarmas injustificadas de brotes
racistas, afirmando el agradecimiento al presidente por la amnistía, gestión que
señores como Juan Gualberto Gómez no interesaron sembrando las rencillas
del racismo. Recuerda que dentro de los Independientes de Color se hallaban
seguidores de la raza blanca, al igual que en la nueva agrupación que
simpatiza con Menocal Y Hevia por lo que participaran con la fuerza de los
votos que poseen.105
Tres días más tarde se publicaron declaraciones de
figuras políticas de la raza de color sobre lo ocurrido en Santiago. El general
Jesús Rabí condeno la actitud de los oradores y llamó a que el pueblo negro se
instruya, aspirando sólo a título de ciudadano. Aconsejo al gobierno repartir
entre los veteranos las tierras del Estado para evitar que invadan las oficinas
públicas solicitando destinos.106 Por otro lado algunos escritos suponían que la
conspiración era organizada bajo algunos congresistas de color interesados en
escalar dentro de la Cámara de Representantes. Se aludía a los señores
Céspedes y Gómez de interesados en los sucesos para beneficio propio y
cabezas de los latidos racistas.107 Las noticias motivaron declaraciones del
señor Miguel Ángel Céspedes, acotando que lo producido se homologa a lo
sucedido con Ivonet y Estenoz. Señalaba que el ánimo de escalar posiciones a
la brava producto de la falta de méritos era un error, y que los miembros del
nuevo partido provenían de los ex independientes calificando a sus directores
105
El Día no. 1548, la Habana, 1 de Octubre de 1915, pp. 1 y 11.
La Prensa no. 258, la Habana, 15 de Septiembre de 1915, p. 1.
107
“¿El centro de la conspiración racista esta en la capital de la República?.”, La Lucha no. 255, la
Habana, 12 de Septiembre de 1915, p. 2.
106
55
de apóstoles del racismo intransigente, díscolos y criminales que nos tildan de
serviles al negarles nuestra ayuda, lamentando que el general Menocal y el
coronel Hevia no renunciaran a su presidencia de honor debiéndoles negar su
apoyo a estos elementos. Aprovechó para afirmar que los negros no estaban
preteridos en Cuba, y que las quejas de segregación en los cargos oficiales
apunta que son pocos los no blancos preparados para ocupar tales
responsabilidades, pues el gobierno ha nombrado a varios doctores negros y
mestizos para cargos de su profesión. El señor Juan Gualberto Gómez apoyo
las palabras del señor Céspedes aconsejando cortar por lo sano con lo ocurrido
en Oriente.108 Por el mismo canal periodístico tres días después los líderes de
Amigos del Pueblo respondían a las declaraciones cuestionando la labor de los
señores Céspedes y Gómez en el gobierno. Aseguraba que su organización no
comulgaba con intereses liberales divididos en zayistas o asbertistas,
ejercitando su derecho de no ser rebaño de figuras políticas desgastadas que
quieren usufructuar ad perpetuom las conquistas de la revolución. Plantean que
desean tener una actitud patriótica y legal, denunciando a la prensa por abultar
un hecho insignificante que van contra el proceder de su agrupación
constituida.109 Un día antes el señor Lacoste, dirigente de la agrupación emitió
un telegrama a la Secretaría de Gobernación denunciando de falsa la campaña
de la prensa respecto a la reunión producida en su casa, y del mitin celebrado
repitiendo la adhesión al gobierno y el respeto a las leyes que garantizan el
orden y la tranquilidad.110 No obstante a las declaraciones pronunciadas, los
comentarios de la conspiración racista continuaron en la prensa. Nuevas
108
El Día no. 1531, la Habana, 14 de Septiembre de 1915, pp. 1- 2.
El Día no. 1534, la Habana, 17 de Septiembre de 1915, pp. 1-2.
110
La Lucha no. 259, la Habana, 16 de Septiembre de 1915, p. 1.
109
56
noticias aparecieron relacionadas con Santos Carreros, esta vez con su salida
de la capital rumbo desconocido, según el diario en dirección al Cobre donde
se hallaban sus partidarios. Más tarde se verifico por el propio inculpado
ayudaba con el equipaje a un amigo suyo que viajaba al interior.111 En la
Habana, se consideraba la casa de Abelardo Pacheco lugar de conspiración.
Se menciona que es frecuentado por individuo de seudónimo Pitilli, alzado en
la revuelta de 1912 que viaja con frecuencia a La Villas para entrevistarse con
elementos de primera línea como Juan Bell considerado líder de la localidad.
En esta provincia se ordenó un registro en casa de la morena Julia de Armas,
frecuentada por el agitador por creerse que se guardaban armas, según una
denuncia realizada. No se hallaron rifles, pero si papeletas de rifas. Al parecer
en represalia, se citó al Jefe de Sanidad en el lugar para tomar medidas
higiénicas por cobijar la curandera a enfermos en estado lamentable. La señora
de Armas fue detenida, siendo remitida al Vivac luego de desinfectarse el lugar
mediante las llamas.112 En Regla según un titular se produjo un altercado en
calle Máximo Gómez y Rodríguez Bautista entre un ciudadano, nombrado por
el cronista Toto, y algunos blancos por expresar que ahora no se matarían
negros pues ahora los muertos serían los blancos. El individuo perseguido por
los pobladores escapó al llegar a la estación y tomar el vapor para la
Habana.113 Al día siguiente se divulgo la noticia del robo de 63 mil balas,
supuestamente en poder de los racistas, robados en la Fortaleza de Cabaña. El
111
La Lucha no. 277, la Habana, 2 de Octubre de 1915, p. 2.
La Discusión no. 272, la Habana, 29 de Septiembre, pp. 1 - 2. El barrio del Condado de La Villas, fue
también zona de vigilancia y control. El 22 de Septiembre el sargento de servicio Félix Velis informaba
que en el café del moreno Epifanio Pedraza existía toda una aglomeración de personas de la raza negra y
en una de las casas del lugar se habían reunido alrededor de setenta negros con el objetivo de asaltar el
depósito de dinamita de las afueras de la ciudad. Ver Archivo provincial de santa Clara, Fondo Alcaldía
Municipal de Santa Clara, caja 3.
113
“Frases hirientes del negro Toto.”, La Lucha no. 257, la Habana, 14 de Septiembre de 1915, p. 1.
112
57
alcalde de Regla, el Dr. Laredo junto al jefe de la Policía solicitó una entrevista
al coronel Hevia para pedirle armas largas ya que el entorno era potencial
centro de conspiración.114 La alarma aumentó cuando se manejo el posible
alzamiento para la fecha patriótica del diez de Octubre. El corresponsal Díaz
del Gallego apuntaba una relación entre los racistas y el expresidente de Haití
General Bobo, refiriéndose al doctor Rosalvo Bobo, que se hallaba en la isla
por la intervención norteamericana en Haití. Planteaba el cronista, que
hospedado en el Hotel Venus de Santiago recibe visitas del elemento de color
al cual alentaba con la llegada de 120 negro jamaiquinos que desembarcarían
en el vapor Tivives para apoyar la inmigración haitiana. También hablaba de un
telegrama recibido de Aguada de Bueyes donde un grupito de la raza de color
que venían de un entierro entró a las tiendas para beber profiriendo vivas a
Estenoz e insultando a los blancos.115 La Política Cómica por su parte con su
sátira habitual publicaba:
(…) Dícese que por Oriente
los negros se van a alzar
y se la piensan cobrar
114
La Lucha no. 258, la Habana, 15 de Septiembre de 1915, p. 2.
La Lucha no. 273, la Habana, 30 de Septiembre de 1915, pp. 1 – 2. La presencia del expresidente de
Haití dentro de los rumores de conspiración sería unas semanas más tardes teatralizado en La Alambra
con obra El Presidente Bobo. Estrenada en el Payret a finales del mes de Noviembre, se basa en el
anuncio mediante un cable de la llegada del dignatario de ese país a la isla, confundiéndosele por ser
negro, con otro sujeto, vinculado a la brujería. El individuo que cumple el requisito de ser negro, cubano
y nombrado Felipe viene huyendo de la Habana por la acusación de robo. A partir de ese momento se
produce una sátira con escenas cómicas. Una mulata reconoce a Felipe, supuesto presidente, en la calle
por una cicatriz en la oreja. Luego de algunos sustos el pseudo presidente es perdonado. La obra termina
en punta de rumba. En el elenco se halla actores como Acebal, Luz Gil, Mariano Fernández entre otros.
Ver La Lucha no. 316, la Habana, 12 de Noviembre de 1915, p. 5. También se comentó que en Oriente se
entonaba un canto en son de bolero, calificado de folklore racista donde se cantaba (…) Blanquito, si te
pongo la bala en el pecho te quito el derecho. Ivonet toma la Maya.(…). Ver “Los cantos de la guerra.”,
Diario de la Marina no. 239, la Habana, 11 de Octubre de 1915, p. 1.
115
58
al blanco, diente por diente.
La cosa deben pensar
sin proceder al tun tun
pues les puede resultar
muy caro ese pim, pam, pum. (…).116
Sólo en algunas excepciones de la campaña se reconocieron la intencionalidad
de los hechos que aparecían en la prensa. José Manuel Valdés Gallol,
periodista de La Lucha refería que las publicaciones de la capital daban crédito
a las noticias de los corresponsales de provincia dejándose llevar por
impresiones de laborantismo local no comprobadas y sin detenerse en los
perjuicios que causa en su afán de competencia. Aborda que en lugar de
prestar servicios a las autoridades las desorienta con el interés de que hay algo
abogando por una red de falsas creencias, peligrosa para los pobladores. El
motivo de la reflexión lo produce una llamada de un vecino de Madruga a la
redacción del diario notificando que un escuadrón de negros se habían alzado
ejercitándose con un tiro en blanco. El impacto del sensacionalismo estimuló el
olfato periodístico provocando el traslado de los interesados en cubrir la noticia.
Durante el trayecto escucharon los comentarios de pobladores de un
alzamiento en La Mancha. Al arribar a la localidad comprobaron que el evento
no resultaba tan grave careciendo la alarma de fundamento. Los vecinos
116
La Política Cómica no. 512, la Habana, 3 de octubre de 1915, p. 3. Días más tarde, en la fecha mítica
del 10 de octubre en un número el diario se aprovechaba la situación imperante para en boca de dos
personajes del periódico la mestiza María Belén y Liborio, representante del pueblo llamaban a la
confraternidad racial mediante la divulgación de la imagen de la botella de cerveza Tropical. Publicidad,
raza y política se mezclan del imaginario independentista, en una relación particular como variables de
una serie de representaciones que convergen en el discurso nacional. Ver “La cerveza de la Bulla.”, La
Política Cómica no. 513, la Habana, 10 de Octubre de 1915, p. 17.
59
declararon que la noche anterior alrededor de las diez habían escuchado unos
disparos en las afueras del término provocando el recorrido del jefe del
destacamento con armas largas. Sin embargo al dirigirse a la Policía el propio
jefe del destacamento, el sargento Núñez explicó que recibió orden urgente del
ejército en Guines de enviar un cabo y cuatro soldados para las fiestas del diez
de Octubre. Acotó la imposibilidad de una sublevación en el territorio. La Policía
Municipal, compuesta en su totalidad por soldados de la raza de color, realizó
un recorrido, pero sin armas largas ni cortas y sin saber de noticias de un
levantamiento de negros en la Mancha. Al llegar al término los cronistas
comprobaron que los disparos provenían de una práctica que realizaban las
fuerzas del Distrito Militar de Matanzas. En el lugar, los soldados se hallaban
ocupados en la faena de limpieza. Todos eran de la raza blanca a excepción de
dos morenos y un chino que refirieron que en las fuerzas armadas no existen
diferencias de piel pues su misión es defender a la república.117 Este hecho
revela lo fuerte de los rumores dentro de una colectividad local. En ella el
imaginario junto con los diarios y las bolas cumplen el papel de fuente fidedigna
que alienta toda una conspiración imaginada a partir de un evento anterior que
estimula creencias específicas dentro de un grupo de individuos.
Las autoridades ante la magnitud de los artículos rectificaron algunos
comentarios de los periódicos. En Holguín, el alcalde municipal aclaraba las
noticias publicadas por un órgano de unas fiestas celebradas en Yarenniquén
por personas de color los días siete y ocho atentando contra los blancos en
casa del señor Juan Batista. En informe dirigido a gobernación de Santiago de
Cuba planteaba que los participantes después de finalizado la festividad,
117
“Ni alzados ni racistas.”, La Lucha no. 279, la Habana, 4 de Octubre de 1915, pp. 1- 2.
60
hicieron unos disparos en demostración de alegría y no contra alguien, sin
evidencia de hostilidad y coacción, por lo que no se alteró el orden público
reinando por esos días.118 En Jatibonico el coronel Rosendo Collazo, debió
salir a comentarios de alzamiento debido a un encuentro producido con el
secretario de gobernación, coronel Hevia por disparos interpretados de los
alzados. Realmente, los tiros provenían de los pobladores de barrio de Pueblo
Nuevo por motivo de inundaciones a causa de las lluvias.119 Otro tanto
aconteció en Sierra Morena, lugar mandado a vigilar por parte del Alcalde de
Corralillo, el señor Narciso Dorna, por ser la máxima autoridad de entorno
perteneciente a la raza de color. Esto provocó una respuesta tajante de su
homólogo, el señor Juan de Guillén donde se declara ciudadano amante de la
patria. Aclara que como negro y representante de su elemento, estos
comentarios pertenecen a la mente de políticos que demuestran no conocer los
habitantes laboriosos y tranquilos de su localidad. Señala que los motivos de
las acusaciones radican en la presencia masiva de sus pobladores no blancos,
protestando contra las inculpaciones hacia un término donde no se abrigan
odios ni recelos contra la raza blanca ya que todos desean la paz oponiéndose
a la garra que ha venido a sustituir el componente odioso de los tiempos
coloniales.120 El propio Secretario de Gobernación Aurelio Hevia se reunió en
su despacho con los representantes de la prensa declarando la inexistencia de
motivos para los artículos en la prensa sobre la conspiración ya que los negros
118
La Lucha no. 284, la Habana, 11 de Octubre de 1915, p. 1.
La Lucha no. 260, la Habana, 17 de septiembre de 1915, pp. 1 y 8.
120
“El fantasma del racismo.”, Diario de la Marina no. 246, la Habana, 19 de Octubre de 1915, p. 1.
119
61
tenían muchos motivos de agradecer al gobierno. Aclaró que no se habían
cursado órdenes al ejército de cometer violencia contra la población de color.121
Los rumores de la prensa disminuyeron tras el fallecimiento de Eugenio
Lacoste. Descrito como el célebre agitador del racismo en oriente su casa fue
visitada en sepelio por figuras del partido Amigos del Pueblo. El deceso se
produjo en la mañana del día 2 de Octubre a consecuencia de una grave
enfermedad que le aquejaba hacía tiempo. El impacto se describe de gran
agitación entre los negros y mestizos. Considera que el racismo disminuirá
después de la pérdida del líder del proceso.122 Tres días después el Jefe de la
policía gubernativa aseguró que en toda la provincia de oriente reinaba la
completa tranquilidad, y que las conspiraciones eran de espíritus temerosos
que no comprenden que sus noticias empeoran la situación siendo infundado
en cuanto a posible alzamiento.123
Este evento fue criticado en la prensa por ciudadanos de la raza de color. Los
pobladores de Alacranes enviaron telegrama al gobierno, al frente del señor
Primitivo Ramírez Ross manifestando intranquilidad por el ambiente que se
respira en su término por parte de ciudadanos de vinculo liberal miguelista de
carácter hostil. Señalan que su actitud nunca se relacionó con los hechos de la
revolución de Agosto de 1906, y luego en 1912 llamó a una seria investigación
en el pueblo para depurar responsabilidades.124 Un remitente anónimo,
cuestionando el calificativo de racista, denunciaba que el hecho de que los
negros se asocien al igual que los blancos en sus sociedades bajo el punto de
121
“Lo de la revolución Racista es pura fantasía.”, Diario de la Marina no. 274, la Habana, 1 de Octubre
de 1915, pp. 1 y 6.
122
La Lucha no. 277, la Habana, 2 de Octubre de 1915, p. 1.
123
La Lucha no. 280, la Habana, 5 de Octubre de 1915, p. 1.
124
“La campaña alarmista.”, Diario de la Marina no. 280, la Habana, 7 de Octubre de 1915, p. 1.
62
vista social es lo que visibiliza el tema racial, contando con el derecho de
constituirse para defender sus intereses morales. Alude lo infundado de los
temores ya que los cerebros blancos y negros se preocupan de no alimentar
odios ni venganzas sino fomentar la solidificación ciudadana.125 Opinaba
Vasconcelos en su columna de La Prensa que se intentaba explotar al negro
como factor electoral, y que el caudillo Lacoste trabajaba para el gobierno
cobrando sesenta pesos, no existiendo en Cuba lucha de razas sino lucha por
la vida.126
Los miembros de Amigos del Pueblo protestaron en contra de la propaganda
racista, planteando sus propósitos de contribuir a la reelección del General
Menocal.127 En entrevista realizada en Pogolotti, lugar considerado de centro
conspiratorio,
los periodistas fueron recibidos por Manuel Balsinde,
vicepresidente de la asociación. El joven expuso que el fin era exclusivamente
electoral, y que Abelardo Pacheco, descrito de racista en los diarios ganaba un
salario del gobierno de sesenta pesos mensuales, al igual que Juan Bell que
realiza labor en las provincias de Matanzas, y Santa Clara con las clientelas
negras y mestizas. Las declaraciones fueron confirmadas por el señor
Calzadilla, secretario del partido Conservador en la localidad. Al final se acuso
a los liberales de fomentar tales ideas por el temor de la separación del
elemento de color en sus filas.128 Al día siguiente en Santiago de Cuba una
125
La Lucha no. 286, la Habana, 13 de Octubre de 1915, p. 2.
La Prensa no. 257, la Habana, 14 de Septiembre de 1915, p.4
127
Sin embargo la investigadora Aline Helg considera esta agrupación como el último intento de formar
un partido político por separado. Ver ob. cit., p. 331 – 332.
128
“No racismo, reelección.”, Diario de la Marina no. 275, la Habana, 2 de Octubre de 1915, p. 1. Dos
días después de la muerte de Eugenio Lacoste este diario publicaría un manifiesto de su puño y letra
declarándose partidario de la reelección, y el apoyo del partido al proceso por parte de los elementos de
color. En el texto llama a los periodistas a contribuir con la obra propuesta por la organización ya que
126
63
comisión integrada por Juan Bell, Silvano Echevarria, Mauricio Menier, y
Alberto Martínez visitó al gobernador Rodríguez Fuente para protestar ante los
propósitos de alzamiento y colaborar por el orden.129
El tema movilizativo de los negros y mestizos en política continuó por estos
años. Al igual que en la primera década de la república, existieron divergencias
respecto a la unidad intrarracial y las formas a emplearse dentro de la raza de
color. En 1918 el señor Juan Gualberto combatía la división étnica por las
intenciones de crear el Partido Independiente Radical. En declaraciones a la
prensa expreso que siempre ha estado en desacuerdo con las tendencias de
dividir a la raza de color cubana, y que resucitar la propaganda estenocista era
un mal para la nación, en particular para su grupo racial. Aclaraba que por la
fuerza no se logrará nada y que la raza blanca posee todas las fuerzas
(económicas, políticas e intelectuales) y que la raza de color es la más pobre.
Llama a la unión en un bloque fuerte y que la juventud abandone estas ideas
destructoras.130 De manera general en el período, las figuras políticas
importantes de la raza de color optaron por ascender dentro de los
mecanismos políticos tradicionales. Sin embargo los mismos mecanismos de
militar en los partidos tradicionales no satisfacían sus expectativas Los
partidos, muchas veces emplearon a las figuras negras y mestizas que
oscilaban entre liberales y conservadores para ganar arraigo dentro del
electorado negro. Las revistas y periódicos con compromisos de este corte
específico contribuían con la propaganda electoral. Las fuerzas liberales se
engrandece a la hermosa obra de la patria sobre una base noble. Ver Diario de la Marina no. 277, la
Habana, 4 de Octubre de 1915, p.1.
129
Diario de la Marina no. 276, la Habana, 3 de Octubre de 1915, pp. 1 y 10.
130
“La raza de color cubana”, La Voz de la razón no. 410, la Habana, 10 de Noviembre de 1918, p.1.
64
hallaban con limitaciones para este propósito. En 1914, Juan Gualberto Gómez
en declaraciones señalaba las debilidades de los liberales por sus divisiones
internas, mostrando falta de consistencia y sin una dirigencia sólida.131 Un año
después un rotativo reproducía una conversación entre representantes liberales
en los bajos del edificio de Hacienda ante una reunión convocada por Don Juan
dudando de hallarse una solución definitiva a sus críticos problemas,
reconociendo su descenso dentro de la opinión pública.132
Los políticos negros y mestizos pugnaban por granjearse el apoyo
eleccionario. En 1912, la revista Juvenil orientaba el voto a favor del señor
Escoto y Carrión, mostrando su foto, designado para representante del partido
liberal, por ser hombre laborioso que se postula para el cargo de senador.133
Visualmente se orientaba a lo elementos que sin instrucción debían apreciar a
una figura de su raza, merecedora del apoyo en las elecciones. No obstante,
existía cierto descontento por los intentos de reelegirse de algunos políticos.
Tristán comentaba que en periodos electorales los mentores venían con sus
propuestas gastadas. A pesar de reconocer la valía del señor Gómez y
Marquetti, difería de otros como Escoto Carrión, Mamerto González y Ramírez
Ross. Señalaba que los representantes de color durante cuatro años erraban
continuamente, viviendo del salario y su aureola negra.134
Lino Dou en 1915,
en carta a columna de Vasconcelos planteaba disposición para el sacrificio,
aclarando que la dificultad para los representantes negros de promover
cuestiones raciales
contra el acuerdo expreso de sus partidos. En su
131
Gráfico no. 57, la Habana, 4 de Abril de 1914, p. 1.
El Día no. 1.584, la Habana, 7 de Noviembre de 1915, p. 1.
133
Juvenil s.n, la Habana, 1 de Octubre de 1912, p. 9.
134
Palpitaciones, La Prensa no. 82, la Habana, 22 de Marzo de 1916, p. 4.
132
65
consideración la solución estaba en pedir como cubanos para convivir en
armonía y demostrarla injusta situación de inferioridad que se achacaba a su
raza.135
En las elecciones de 1916, las candidaturas de la raza de color se hallaban en
desventaja. En sección Charla Semanal, de la revista Labor Nueva se
denunciaba el desconocimiento político de los hombres de color en el
liberalismo. Apuntaba que en Oriente sólo se conocía al coronel Manduley,
Camaguey contaba con el señor Emilio Céspedes, en el resto, Santa Clara,
Habana y Pinar del Río había una total ausencia de postulaciones de la raza de
color.136 Para 1919, la situación de la representatividad de los negros y
mestizos se comportaba pobremente. Francisco Duany Méndez consideraba
que el sistema democrático se expresaba para sustituir el dominio de algunos
hombres por otros, obviándose el patriotismo de la nación. Denunciaba que los
negros venían excluyéndose desde Estrada Palma, quien limitó su acceso a la
Artillería Nacional, la Policía, y Oficinas Públicas; luego con José Miguel, que
contaba con 75 % de presencia liberal de la raza de color, si bien colocó a
muchos en dependencias, sería responsable de los hechos de Mayo.
Considera que Menocal, se nuclea de colaboradores que torpedean a ilustres
figuras como Lino Dou, Juan Felipe Risquet, José Gálvez negándose la
aplicación del artículo décimo primero de la constitución.137 Para algunos
ciudadanos la idea de votar por sus candidatos sin necesidad de filiación
política se volvía necesaria. Un señor de la raza de color de la Villas invitaba
135
Palpitaciones, La Prensa no. 237, la Habana, 25 de Agosto de 1915, p. 8.
Charla Semanal, Labor Nueva no. 17, la Habana, 11 de Junio de 1916, p. 3.
137
DUANY, FRANCISCO: “LA Democracia de nuestros gobiernos y el sueño del negro.”, La Antorcha
no. 57, la Habana, 20 de Abril de 1919, p. 1.
136
66
para el día de las elecciones no optar por partidos políticos ni agrupaciones,
sino apartando las rivalidades votar todos en negro olvidando la prédica del
problema de las razas ya que bajo la sombra del racismo negro imaginario se
había escondido un racismo blanco efectivo que había desplazado a los negros
del congreso
y de los puestos administrativos.138 En 1918, el joven José
Armando Plá indicaría que la única salida era crear otro partido para la raza de
color que se dedicará a la educación y el avance de los negros y mestizos en el
mercado laboral de forma legal y evitará la amenaza de la violencia.139 La
Antorcha se enfrascaría en estos meses en realizar una campaña a favor de
los candidatos de su raza sobre la base de sus improntas para la vida política.
En Octubre se promovería a Jerónimo A Guerra de la región oriental
postulados a la Cámara de Representantes. Entre sus actividades había sido
secretario de la sociedad La Ilustración, actual Maceo, se vinculó a distintos
diarios en República Dominicana en 1885, fundo con Quintín Banderas el
Partido Nacional entre otras actividades.140 En 1920, con la creación del Partido
Popular Cubano de Alfredo Zayas se convocaba a la raza de color a reunirse
junto a la nueva fuerza política por ser una agrupación sin antecedentes de
criminalidad y donde se mide el valor de los hombres sin importar su color de
piel.141 En la Habana se creó la Vanguardia Nacional Popular para agrupar los
opositores a Gómez. Sus miembros principales pertenecían a la raza de color,
138
La Antorcha no. 71, la Habana, 7 de Septiembre de 1919, p. 2.
HELG, ALINE: Ob. cit., p. 332.
140
La Antorcha no. 78, la Habana, 26 de Octubre de 1919, p. 1 y 4.
141
“La raza de color cubana y los partidos.”, La Voz de la Razón no. 513, la Habana, 3 de Abril de 1920,
p.1
139
67
con vínculos a los ex independientes de color. Se encontraban Pantaleón
Julián Valdés, Francisco Barada, Oscar Edreira y Jacinto Poey.142
Para finales de la década de 1910 el avance de los negros y mestizos dentro
de la sociedad se marcaba de lentitud. En 1919, había 38 abogados de un total
de 1 578, 85 médicos de 1 771, en los destinos públicos formaban el 10 % de
los 11 004 y el 25 % de los 16 638 policías y soldados. Algunos negros y
mestizos se censaron en los puestos de banqueros y corredores de finanzas y
lograban avances en los empleos de comercio minorista, la banca y el
transporte.143Los graduados universitarios ocupaban el 11,7%. Los negros y
mestizos continuaban representados en los oficios tradicionales como
carpinteros, panadero, zapateros, sastres, tabaqueros entre otros.
Otro tanto ocurría dentro de las altas esferas políticas. En 1912 figuras de color
entraron al Congreso como Primitivo Ramírez Ross, por los Conservadores en
Matanzas, y Luís Valdés Carrero en La Habana, por los liberales Saturnino
Escoto Carrión y Miguel Ángel Céspedes. También se reeligieron Campos
Marquetti, Manuel Delgado, Hermenegildo Ponvert y Agustín Cebreco. En
1915, se incluiría Juan Gualberto Gómez. No obstante en 1916, si bien Don
Juan ascendió al senado, los señores Céspedes y Valdés Carrero, no lo
consiguieron en la Cámara, Juan Bell fue derrotado, Ramírez Ross fue
nominado en Matanzas pero no obtuvo los votos para permanecer en el
Congreso. Por los liberales sólo Aquilino Lombard Thondique fue elegido. Las
otras figuras que ascendieron en 1912, el doctor José María Beltrán por Pinar
de Río, Emilio Céspedes por Camaguey, Ponvert y Manuel Delgado en Las
142
143
DE LA FUENTE, ALEJANDRO: Ob. Cit., pp.132 -135.
ALINE, HELG: Ob. cit., p. 337.
68
Villas no lograron mantenerse. Para 1920 la situación empeoró al perder
Campos Marquetti, Félix Ayón y el General Delgado. Mejor representación
tuvieron en los cargos de Administración Pública y los consejos provinciales.
En 1916 los candidatos para el consejo de la Habana eran Idelfonso Morua
Contreras y Prisciliano Piedra. El señor Miguel Ángel Céspedes se le nombró
notario público tras su derrota, y José Gálvez fue jefe de Departamento en
Ministerio de Obras Públicas. 144
A pesar de los ascensos de manera aislada en algunos políticos negros y
mestizos,
la
tendencia
al
blanqueamiento
en
las
altas
esferas
fue
predominante. Presentaban pocas posibilidades para conseguir puestos dentro
del congreso y la cámara. El racismo acentuado de estos años, continuó
marcando las relaciones entre blancos y negros en los distintos destinos
políticos y espacios públicos. El impactó de los hechos de 1912 en la sociedad
cubana incidieron en las relaciones políticas y sociales. Las relaciones
interraciales después de la represión dividieron la sociedad. En su actuar
incidieron mecanismos y formas efectivas, que trasmitían un mensaje
denostador sobre un grupo que demandaba ser parte de la civilización y el
progreso. Estos condicionamientos debieron de buscar reacomodos para
finales de los años veinte. Un proceso de visibilización del tema en el escenario
de la cultura, con un resarcimiento de tinte blanqueador, complejizaría el
debate contra el racismo y el ejercicio de la igualdad. La raza continuó por
décadas, siendo un tema esencial de la realidad republicana.
144
DELA FUENTE, ALEJANDRO: Ob. cit., pp. 136 – 138.
69
70