Calidad de vida en pacientes con parálisis de Bell*
Quality of life in Bell´s palsy patients
Qualidade de vida em pacientes com paralisia de Bell
CARLOS ANDRÉS CÁRDENAS PALACIO**
MARÍA FERNANDA QUIROZ PADILLA***
Laboratorio de Psicología Básica y Aplicada, Facultad de Psicología, Universidad de La Sabana, Chía, Colombia
DEISY VIVIANA CAÑÓN CARO****
Resumen
Se evaluó la calidad de vida en 30 pacientes con parálisis de Bell y 30 controles sanos, pareados por edad y
género, teniendo como objetivo estimar las diferencias
en esta entre los pacientes y las personas sin parálisis.
Se utilizó la encuesta de Salud Forma Corta 36 (SF-36)
para evaluar la calidad de vida, la escala House Brackmann para estimar el nivel de severidad de la parálisis,
y una encuesta para determinar la edad, el género, el
lado afectado de la cara y el tiempo de evolución. Se
aplicó la prueba de rangos señalados de Wilcoxon, con
el fin de obtener las diferencias en las dimensiones de
la calidad de vida entre los pacientes y los controles
sanos. Este análisis mostró diferencias significativas
en las dimensiones de limitaciones en el rol: problemas
físicos (p = .002), y funcionamiento social (p = .002).
Por medio del coeficiente de correlación de Spearman
se observó un nivel de relación significativo entre estas
mismas dimensiones de la calidad de vida (p = .000 y
p =.003 respectivamente) y la severidad de la parálisis.
A través de la prueba U de Mann Whitney se comparó
la calidad de vida de acuerdo con el lado afectado. El
análisis permitió ver un puntaje significativamente me-
nor en la dimensión de salud general en los pacientes
con afectación del lado derecho de la cara (p = .024).
No se encontraron diferencias asociadas a la edad, el
género o al tiempo de evolución. Los hallazgos permiten sugerir la inclusión de aspectos relacionados con las
dimensiones limitaciones en el rol: problemas físicos y
funcionamiento social en los programas de intervención
dirigidos a estos pacientes.
Palabras clave: calidad de vida, parálisis de Bell, rehabilitación, características demográficas, metodología
cuasiexperimental
Abstract
The quality of life of 30 Bell´s palsy patients was compared to that of 30 paired controls without palsy. The
Health Survey Short Form 36 (SF-36) was used to
evaluate the quality of life, and the House Brackmann
Scale was used to evaluate facial paralysis severity.
Participants were also asked about their gender, age, the
affected side of the face, and time since the onset of the
illness. Wilcoxon test was used to compare the quality
of life between patients and paired controls. Results
showed significant differences in role-physical (p = .002)
La correspondencia puede ser enviada a Carlos Andrés Cárdenas Palacio, al Campus Universitario del Puente del Común, Km. 7, Autopista
Norte de Bogotá, Chia, Cundinamarca. Colombia. Teléfono: 0057 (1) 861 5555 / 861 6666 Ext. 2718 Fax. 2721 Correo electrónico: carlos.
[email protected]
** Magister en Fisiología, Universidad Nacional de Colombia. Psicólogo, Universidad El Bosque. Correo electrónico:
[email protected]
*** Doctorado en Neurociencias con énfasis en Psicobiología, Universidad Autónoma de Barcelona. Psicóloga, Universidad Pontificia Bolivariana, Sede Bucaramanga. Correo electrónico:
[email protected]
**** Fisioterapeuta con énfasis en terapia ocupacional, Universidad Manuela Beltrán. Correo electrónico:
[email protected]
*
Para citar este artículo: Cárdenas-Palacio CA, Quiroz-Padilla MF, Cañón-Caro D. (2012) Calidad de vida en pacientes con parálisis de Bell.
Avances en Psicología Latinoamericana, 30 (1), 52-64
52
Avances en Psicología Latinoamericana/Bogotá (Colombia)/Vol. 30(1)/pp. 52-64/2012/ISSN1794-4724-ISSNe2145-4515
Carlos Andrés Cárdenas Palacio, María Fernanda Quiroz Padilla, Deisy Viviana Cañón Caro
and social functioning (p = .002) scales between the
two groups. A Spearman’s correlation rank test showed
that the same two scales of the SF-36 improved in time
as the facial paralysis severity diminished (p = .000
and p = .003, respectively). The Mann-Whitney U test
showed a lower score in general health scale in patients
with right side affected of the face (p = -024). No statistical significant differences were found due to gender,
age, or time since the onset of the illness.
Keywords: quality of life, Bell´s palsy, rehabilitation, demographic characteristics, quasi-experimental methodology
Resumo
Avaliou-se a qualidade de vida em 30 pacientes com
paralisia de Bell e 30 controles são, pareados por idade e
gênero, tendo como objetivo estimar as diferenças nesta
entre os pacientes e as pessoas sem paralisia. Utilizou-se
a enquete SF-36 para avaliar a qualidade de vida, a escala
House Brackmann para estimar o nível de severidade
da paralisia, e uma enquete para determinar a idade, o
gênero, o lado afetado do rosto e o tempo de evolução.
Aplicou-se a prova de rangos assinalados de Wilcoxon,
com o fim de obter as diferenças nas dimensões da qualidade de vida entre os pacientes e os controles sãos. Esta
análise mostrou diferenças significativas nas dimensões
de limitações no rol: problemas físicos (p = .002), e funcionamento social (p = .002). Por meio do coeficiente
de correlação de Spearman se observou um nível de
relação significativo entre estas mesmas dimensões da
qualidade de vida (p = .000 e p =.003 respectivamente)
e a severidade da paralisia. Através da prova U de Mann
Whitney comparou-se a qualidade de vida de acordo
com o lado afetado. A análise permitiu ver uma pontuação significativamente menor na dimensão de saúde
geral nos pacientes com afetação do lado direito do rosto
(p = .024). Não se encontraram diferenças associadas à
idade, ao gênero ou ao tempo de evolução. Os resultados
permitem sugerir a inclusão de aspectos relacionados
com as dimensões limitações no rol: problemas físicos
e funcionamento social nos programas de intervenção
dirigidos a estes pacientes.
Palavras chave: qualidade de vida, paralisia de Bell,
reabilitação, características demográficas, metodologia
quasexperimental.
El concepto de calidad de vida (CDV) se constituye
en un área de creciente interés en diferentes campos, tales como los de la educación, los servicios
sociales y la salud (Schalock & Verdugo, 2003).
En el campo de la salud, el enfoque de CDV está
relacionado principalmente con la enfermedad en
sí o con los efectos del tratamiento (Velarde-Jurado
& Ávila-Figueroa, 2002). En este contexto, tal
concepto ha ayudado a entender la evaluación que
los pacientes hacen de las consecuencias de una
enfermedad (Juárez, Cárdenas & Martínez, 2006).
La CDV, evaluada mediante la encuesta de
salud Forma Corta de 36 reactivos (SF-36), se ha
estudiado en pacientes con alteraciones tales como
fibromialgia y artritis reumatoidea (Trovato, Pace,
Salerno, Trovato & Catalano, 2010; Wallenius et
ál., 2009), schwannoma vestibular (Timmer et ál.,
2010), neuroma acústico (Lin, Jacobson, Dorion,
Chen & Nedzelski, 2009) y dolor neuropático
(Manca, Eldabe, Buchser, Kumar & Taylor, 2010),
entre otras.
Adicionalmente, este instrumento ha sido utilizado para estudiar la CDV en personas con lesión
del nervio facial. Una de las manifestaciones de
tal lesión se conoce como parálisis de Bell. En ella
se presenta una debilidad facial asociada a una
alteración idiopática del nervio facial (Aminoff,
Greenberg & Simon, 1998). Aunque su etiología no
está bien definida, existe evidencia de participación
viral, especialmente el virus herpes simple (Noya &
Pardo, 1997; Furuta et ál., 1998; Lazarini, Vianna,
Alcantara, Scalia & Caiaffa Filho, 2006; Pérez et
ál., 2004; Vásquez, Sánchez, Calvo & Perna, 2008;
Vrabec & Payne, 2001). Puede haber otras causas
relacionadas como la neuropatía isquémica y reacciones autoinmunes (Apostolides & Carr, 2000;
Regueiro & Soriano, 1999). El lugar específico de
la lesión, y algunos signos asociados, han servido
como base para determinar la causa en el contexto
del diagnóstico clínico (Bateman, 1992).
Se estima que la incidencia es de 20 a 30 pacientes por cada 100.000 habitantes (Apostolides
& Carr, 2000; Cauás, Valença, Andrade, Martins &
Valença, 2004; Pérez et ál., 2004; Vásquez et ál.,
2008) aunque, dependiendo del país, se pueden
encontrar valores desde 8 hasta 240 casos por cada
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Calidad de vida en pacientes con parálisis de Bell
100.000 habitantes (De Diego-Sastre, Prim-Espada
& Fernández-García, 2005). Se presenta una prevalencia ligeramente mayor en las mujeres (Cauás
et ál., 2004; De Diego, Prim, Madero & Gavilán,
1999) y en pacientes diabéticos e hipertensos con
respecto a la población normal (Domínguez-Carrillo, 2002; González et ál., 2001). El rango de edad
en el que se han observado la mayoría de casos está
entre 15 y 45 años (Peitersen, 2002).
El tiempo de recuperación depende del nivel
de lesión del nervio facial (Yetiser et ál., 2003) y
puede estar entre dos y seis semanas, aunque en
algunos casos puede ser de cuatro años (Pérez et
ál., 2004), algunas veces sin mediar un tratamiento específico (Vásquez et ál., 2008). Sin embargo,
cerca del 30% de los pacientes pueden permanecer
con alteración de la morfología facial, dificultades
psicológicas y, ocasionalmente, dolor facial en un
período de tiempo mayor (Hernández, Sullivan,
Donnan, Swan & Vale, 2009). El cambio de dicha
morfología facial, la cual es un elemento básico en
la comunicación, puede afectar el entorno social,
laboral y psicológico de los pacientes (Noya &
Pardo, 1997; Porta-Etessam & Escribano-Gascón,
2007). Asimismo, otras características clínicas asociadas pueden reducir la CDV de estos pacientes
(Komori, Yanagihara & Kashiba, 2009; Melvin &
Limb, 2008).
Algunos estudios, como el de Caldera (2008),
han encontrado que el lado más afectado es el derecho y que los grados de severidad más frecuentes
al hacer la consulta, según la escala House Brackmann (HB), son los grados III y IV. Sin embargo,
en algunas ocasiones la parálisis se puede manifestar de modo bilateral (Komori, Yanagihara &
Kashiba, 2009). Algunas características adicionales
a las manifestaciones unilaterales y bilaterales de
esta parálisis incluyen la disgeusia, la algiacusia y
las alteraciones del lagrimeo (Pérez et ál., 2004).
En lo que se refiere a la evaluación de la CDV
en este tipo de pacientes, se han realizado algunos
estudios con instrumentos tales como el Health
Utilities Index Mark 3 (HUI3), evaluando los puntajes allí obtenidos de acuerdo con el tratamiento
farmacológico realizado y el tiempo de evolución;
allí se pudieron ver algunos cambios en los pacientes tratados con prednisolona con nueve meses de
54
evolución, con respecto a aquellos con el mismo
tratamiento pero con menor tiempo de evolución
(Sullivan et ál., 2009). Algunos estudios complementarios acerca del tratamiento farmacológico
y el tiempo de evolución han utilizado el Quality
Adjusted Life Years (QALY) como medida de la
efectividad de tales medicamentos (Hernández et
ál., 2009).
Con respecto a los estudios a través del SF-36,
Guntinas-Lichius, Straesser y Streppel (2007) evaluaron el efecto del tratamiento quirúrgico sobre
la CDV en personas con lesión del nervio facial y
observaron resultados satisfactorios en la recuperación de la función facial. A pesar de lo anterior,
constataron una disminución en las dimensiones
de funcionamiento social, limitaciones en el rol
(problemas emocionales), salud mental general y
vitalidad, comparativamente con personas sanas;
asimismo, la CDV presentó variaciones de acuerdo
con el género y la edad, dándose una disminución
significativa en edades mayores y en el género femenino. Por otra parte, Coulson, O´Dwyer, Adams
y Croxson (2004) encontraron puntajes menores en
la escala de funcionamiento social en pacientes con
mayor tiempo de evolución, lo cual, de acuerdo con
el mismo estudio, puede relacionarse con la menor
capacidad para la expresión facial de emociones.
Este estudio pretende, precisamente, de manera
complementaria, estimar si se presentan cambios en
las puntuaciones del SF-36 asociados a la parálisis
y a características demográficas en una población
de pacientes y controles pareados sanos en Colombia. Así, podría observarse si en esta población se
presentarían puntajes similares a los obtenidos por
Guntinas-Lichius et ál. (2007) en las dimensiones
de la CDV mencionadas, así como la relación entre
tales puntajes y las características de género y edad.
Adicionalmente, será estimada la influencia de características clínicas de esta patología tales como el
tiempo de evolución, el lado afectado y la severidad
de la parálisis. De tal manera, en esta población se
observará la relación sugerida por Coulson et ál.
(2004) entre la dimensión de funcionamiento social
y el tiempo de evolución.
A su vez, una medida como la HB, que evalúa
el nivel de severidad de la parálisis en personas con
lesión del nervio facial, es ampliamente recomen-
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dable para el control de la evolución del paciente, al
mismo tiempo que sirve como criterio para la toma
de decisiones (Pérez et ál., 2004). Tal instrumento
define el grado de lesión del nervio facial en una escala que va de I a VI (House & Brackmann, 1985),
valorando la postura facial en reposo y durante el
movimiento voluntario, así como la presencia de
movimientos anormales durante el movimiento
voluntario. Esta escala es utilizada de manera frecuente en pacientes con parálisis facial producto de
diferentes tipos de etiologías (Dutt, Mirza, Irving
& Donaldson, 2000; Shim, Jung, Park, Lee & Yeo,
2011; Sullivan et ál., 2009).
Dados los resultados observados en estudios que
han indagado acerca de la CDV en estos pacientes,
así como la utilidad que ha representado el uso de
la HB para la estimación del nivel de severidad de
la parálisis, el presente estudio intenta responder
a la siguiente pregunta de investigación: ¿existen
diferencias en la CDV evaluada a través del SF-36
entre pacientes con parálisis de Bell y personas sin
parálisis?
Adicionalmente, el estudio busca determinar
la relación entre la CDV y características demográficas (edad y género) y clínicas (lado afectado,
tiempo de evolución y severidad de la parálisis)
de los pacientes. La información derivada de estos
análisis podrá tenerse en cuenta en el diseño e implementación de los correspondientes programas
de rehabilitación en Colombia.
Método
Diseño
El estudio corresponde a un diseño correlacional
comparativo entre grupos.
Muestra
Participaron 30 pacientes con parálisis facial periférica admitidos en un servicio de fisioterapia
en la ciudad de Bogotá, entre noviembre de 2009
y noviembre de 2010. La edad promedio de los
pacientes fue de 46.27 años (DE = 16.36), 17 de
ellos mujeres y 13 hombres. De tales pacientes
17 presentaron el lado izquierdo afectado y 13 el
derecho. Con respecto al tiempo de evolución, tres
pacientes (10 %) estaban entre cero y seis semanas, cinco (16.67 %) entre seis semanas y un año,
siete (23.33 %) entre uno y cuatro años y 15 (50 %)
con más de cuatro años posteriores al inicio de los
síntomas.
La estimación de la severidad de la parálisis,
de acuerdo con la HB, mostró que 11 pacientes
(36.67%) presentaban nivel 2, 11 (36.67 %) estaban
en nivel 3 y 8 (26.67 %) se encontraban en nivel 4.
Asimismo, fueron evaluados 30 controles sanos
pareados por edad y género. La edad promedio de
estos fue de 44.83 años (DE = 16.56) (ver tabla 3).
La diferencia en la media de la edad de los pacien-
Tabla 1.
Significado de las puntuaciones en las dimensiones del SF-36
Dimensión
No. ítems
“Peor” puntuación (0)
“Mejor puntuación” (100)
Funcionamiento físico
10
Muy limitado para llevar a cabo todas las
actividades físicas, incluyendo bañarse o
ducharse, debido a la salud.
Llevar a cabo todo tipo de actividades
físicas, incluidas las más vigorosas, sin
ninguna limitación debido a la salud.
Limitaciones en el rol:
problemas físicos
4
Problemas con el trabajo u otras actividades
diarias debido a la salud física.
Ningún problema con el trabajo u otras
actividades diarias debido a la salud
física.
Dolor corporal
2
Dolor muy intenso y extremadamente
limitante
Ningún dolor ni limitaciones debidas a
él.
Salud general
5
Evalúa como mala la propia salud y cree
posible que empeore.
Evalúa la propia salud como excelente.
Continúa
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Calidad de vida en pacientes con parálisis de Bell
Dimensión
No. ítems
“Peor” puntuación (0)
“Mejor puntuación” (100)
4
Se siente cansado y exhausto todo el tiempo.
Se siente muy dinámico y lleno de
energía todo el tiempo.
Funcionamiento social
2
Interferencia extrema y muy frecuente con
las actividades sociales normales, debido a
problemas físicos o emocionales.
Lleva a cabo actividades sociales
normales sin ninguna interferencia
debido a problemas físicos o
emocionales.
Limitaciones en el rol:
problemas emocionales
3
Problemas con el trabajo u otras actividades
diarias debido a problemas emocionales.
Ningún problema con el trabajo u otras
actividades diarias debido a problemas
emocionales.
Salud mental
5
Sentimiento de angustia y depresión durante
todo el tiempo.
Sentimiento de felicidad, tranquilidad y
calma durante todo el tiempo.
Cambio de salud en el
tiempo
1
Cree que su salud es mucho peor ahora que
hace un año.
Cree que su salud general es mucho
mejor ahora que hace un año.
Vitalidad
Fuente: Vilagut, G. et ál. (2005)
tes y los controles se debe a que el pareamiento se
realizó por grupos etáreos con un rango aproximado de cinco años, entre los 15 y los 76 años en
cada una de estas dos poblaciones. De esta manera,
se ha realizado un muestreo no probabilístico de
conveniencia.
Instrumentos
Para evaluar la CDV, se utilizó el SF-36, el cual
consta de 36 preguntas que abordan ocho dimensiones (Alonso, Prieto & Antó, 1995), a saber: función
física, limitaciones en el rol: problemas físicos,
limitaciones en el rol: problemas emocionales,
dolor corporal, funcionamiento social, salud general, salud mental y vitalidad; de manera adicional,
contiene un reactivo que busca comprobar el estado
de salud actual con el de hace un año.
Según Patrick y Erickson (1993), las escalas
de funcionamiento físico, social y de limitaciones
del rol evalúan la disfunción del comportamiento
causada por problemas de salud, mientras que la
evaluación de la energía, vitalidad y dolor corporal mide la apreciación subjetiva del bienestar, que
también incluye la salud mental. La dimensión de
cambio de salud en el tiempo, evaluada a través de
un solo ítem, se puntúa de manera independiente
a las otras escalas (Regidor et ál., 1999). La puntuación directa de cada una de estas dimensiones se transforma a una escala de 0 a 100, en la
56
cual a mayor puntaje mejor es la CDV percibida.
En la tabla 1 se puede ver una breve descripción
del significado de las puntuaciones altas y bajas, de
acuerdo con Vilagut et ál. (2005).
El instrumento ha sido desarrollado a través del
estudio de resultados médicos (Ware & Sherbourne,
1992) y cuenta con un alfa de Cronbach mayor a
.85, confiabilidad mayor a .75 y validez convergente y discriminante adecuadas (Brazier et ál., 1992).
Para este estudio fue utilizada la versión 1.2 en español para Colombia, elaborada y distribuida por el
proyecto de Evaluación Internacional de la Calidad
de Vida (IQOLA, por su abreviatura en inglés).
El nivel de severidad de la parálisis fue estimado mediante la HB. Esta escala define el grado de
lesión del nervio facial de acuerdo con la presentación clínica, en una escala que va de I a VI, y se
constituye como un instrumento de control de la
evolución del paciente (Pérez et ál., 2004). Según
los mismos autores, este instrumento valora la
postura facial en reposo y durante el movimiento
voluntario, así como la presencia de movimientos anormales durante el movimiento voluntario;
adicional a lo anterior, la escala tiene en cuenta el
funcionamiento global de la cara, con especial énfasis en la oclusión palpebral y boca, razón por la
cual se recomienda para controles subsecuentes y
toma de decisiones. En la tabla 2 se puede observar
el significado de cada uno de los grados de lesión.
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Carlos Andrés Cárdenas Palacio, María Fernanda Quiroz Padilla, Deisy Viviana Cañón Caro
Tabla 2.
Clasificación de House Brackmann para la parálisis facial
Grado
Descripción
I
Función normal en todos los territorios
II
Disfunción leve
III
Disfunción leve a moderada
IV
Disfunción moderada a severa
V
Disfunción severa
VI
Parálisis total
su acceso a los resultados. La investigación se ha
ajustado a lo estipulado por el Comité de Ética de
la Dirección de Investigación de la Universidad
de la Sabana, así como a las Normas Científicas,
Técnicas y Administrativas para la Investigación
en Salud establecidas en la Resolución 008430
de 1993 del Ministerio de Salud de la República
de Colombia, clasificándose según la mencionada
resolución como investigación con riesgo mínimo.
Resultados
Fuente: Pérez et ál. (2004)
Adicionalmente, se aplicó una encuesta de características demográficas y clínicas que incluye
las características de edad, género, lado de la cara
afectado y tiempo de evolución. Tales características han sido tenidas en cuenta en otros estudios con
este tipo de pacientes (Caldera, 1999; Cauás et ál.,
2004; De Diego, Prim, Madero & Gavilán, 1999;
Guntinas-Lichius, Straesser & Streppel, 2007; Peitersen, 2002;).
Treinta pacientes y treinta controles sanos, pareados por edad y género, participaron en el estudio.
En la tabla 3, a continuación, se muestran las características demográficas y clínicas de los participantes.
Tabla 3.
Características sociodemográficas y clínicas de los
participantes
M
Edad
Procedimiento
DE
Mín.
–
Frec.
Máx.
%
46.27 16.36 15-76
Género
Femenino
17
56.67
Masculino
13
43.33
Izquierdo
17
56.67
Derecho
13
43.33
Entre 0 y
6 semanas
3
10
Entre 6
semanas y
1 año
5
16.67
Entre 1 y
4 años
7
23.33
Más de 4
años
15
50
Lado
afectado
PACIENTES
Mediante la revisión de las historias clínicas se
seleccionaron aquellos pacientes que tenían un
diagnóstico de parálisis de Bell. En primer lugar,
se aplicó la encuesta de variables demográficas y
clínicas. Luego, el nivel de severidad de la parálisis
fue estimado mediante la HB; dicha evaluación fue
realizada por el fisioterapeuta a cargo. A continuación, se aplicó el SF-36; tanto este como la encuesta
de características demográficas y clínicas fueron
leídos por los investigadores. Posteriormente, se
contactaron personas sanas, mediante un muestreo
aleatorio estratificado, en un contexto universitario,
según la edad y el género de los pacientes.
Vale la pena aclarar que en el primer contacto
con los pacientes y los controles, los investigadores se presentaron con sus nombres, indicaron los
objetivos de la evaluación y solicitaron el permiso
para la participación voluntaria, según lo acordado
en el consentimiento informado diseñado para este
estudio; en este consentimiento se ha garantizado
la confidencialidad de los participantes, así como
Tiempo de
evolución
Continúa
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Calidad de vida en pacientes con parálisis de Bell
M
DE
Mín.
–
Frec.
Máx.
%
Severidad
de
parálisis
Dimensiones de
la CDV
Pacientes
Controles
M
M
Z
DE
p
DE
PACIENTES
Limitaciones en 68.89 45.43 78.89 38.64 -1.00 .315
el rol: problemas
emocionales
1
0
0
2
11
36.67
3
11
36.67
Funcionamiento 65.00 29.07 87.50 18.57 -3.16 .002*
social
4
8
26.67
Salud general
62.37 24.61 66.77 22.34 -0.62 .539
5
0
0
Salud mental
66.27 22.25 76.13 17.69 -1.63 .103
6
0
0
Vitalidad
57.50 24.80 63.57 21.77 -0.66 .508
Dolor corporal
56.00 30.58 67.50 24.07 -1.20 .230
CONTROLES
Nota: *=p≤ .05
Edad
44.83 16.56 15-78
Género
Femenino
17
56.67
13
43.33
La evaluación de la diferencia en las puntuaciones de la CDV entre los pacientes y los controles
sanos se realizó mediante la prueba de rangos señalados de Wilcoxon. La elección de esta prueba
no paramétrica responde a que los puntajes en las
dimensiones de CDV no han tenido una distribución normal según la prueba Kolmogorov Smirnov.
En la tabla 4 se muestran la media y la desviación
estándar de cada uno de los grupos en las dimensiones del SF-36, así como los resultados de este
análisis. Allí se puede observar que las dimensiones
que presentaron diferencias significativas fueron
las de rol físico (p = .002) y funcionamiento social
(p = .002).
Tabla 5.
Correlación entre las dimensiones de la CDV y la severidad
de la parálisis
R
p
Función física
-.093
.482
Limitaciones en el rol: problemas
físicos
-.486
.000*
Limitaciones en el rol: problemas
emocionales
-.018
.891
Dolor corporal
-.150
.252
Funcionamiento social
-.381
.003*
74.33 27.75 82.83 14.48 -1.20 .232
Salud general
-.116
.377
Limitaciones en 48.33 44.01 89.17 28.38 -3.17 .002*
el rol: problemas
físicos
Salud mental
-.185
.158
Vitalidad
-.042
.750
Tabla 4.
Comparación de la CDV entre los pacientes y los controles
sanos
Dimensiones de
la CDV
Función física
Pacientes
Controles
Z
M
DE
M
p
DE
Continúa
58
Mediante el coeficiente de correlación de Spearman se determinó el nivel de relación entre las dimensiones de la CDV y la severidad de la parálisis.
Teniendo en cuenta que tanto los puntajes de CDV
como los de la severidad de la parálisis no han
tenido una distribución normal de acuerdo con la
prueba Kolmogorov Smirnov, se ha hecho uso de
tal prueba no paramétrica. El análisis permitió observar un nivel de correlación significativo entre las
dimensiones de limitaciones en el rol: problemas físicos (p = .000) y funcionamiento social (p = .003),
y la severidad de la parálisis. Estos resultados pueden verse en la tabla 5.
Dimensiones de la CDV
Nota: *=p≤. 01
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Carlos Andrés Cárdenas Palacio, María Fernanda Quiroz Padilla, Deisy Viviana Cañón Caro
Para evaluar las diferencias en la CDV de los
pacientes de acuerdo con la edad, se establecieron
grupos etáreos entre los 15 y los 76 años, con un
rango aproximado de 10 años cada uno; se analizaron las posibles diferencias en las dimensiones del
SF-36 entre los grupos mediante la prueba Kruskal Wallis, con el nivel de significación exacta de
Monte Carlo. En cuanto al tiempo de evolución,
se realizó una comparación similar, a través de la
misma prueba, estableciendo cuatro grupos, así:
entre cero y seis semanas, entre seis semanas y un
año, entre uno y cuatro años, y más de cuatro años
transcurridos desde el inicio de la sintomatología.
No se presentaron cambios en ninguna de las dimensiones de la CDV según estas variables.
Mediante la prueba de Mann Whitney se estimó
la existencia de diferencias en las dimensiones de
CDV, de acuerdo con el lado afectado y el género,
en los pacientes con parálisis facial. Los resultados
obtenidos de la comparación según el lado afectado
se muestran en la tabla 6; estos permiten observar
un puntaje significativamente inferior en la salud
general de los pacientes con el lado derecho de
su cara afectado (p = .024). Es importante aclarar
que, previamente, según la misma prueba, no se
mostraron diferencias significativas entre el lado
afectado y el no afectado de los pacientes en la
severidad de la parálisis (p =.592) y el tiempo de
evolución (p = .804). Tal análisis permite establecer
con mayor seguridad las diferencias mencionadas
en la dimensión de salud general. No se presentaron
diferencias en ninguna de las dimensiones entre los
géneros masculino y femenino.
Tabla 6.
Comparación de la CDV de acuerdo al lado afectado
Lado afectado
Dimensiones de
la CDV
Función física
Limitaciones
en el rol:
problemas
físicos
Izquierdo
Derecho
M
M
DE
U
DE
79.70 22.88 67.30 32.70 94
50
p
.486
45.93 46.15 43.11 104.5 .792
Lado afectado
Dimensiones de
la CDV
Izquierdo
Derecho
M
M
DE
U
p
DE
Limitaciones
en el rol:
problemas
emocionales
78.41 40.75 56.38 49.80 84.5
.189
Dolor corporal
63.06 33.44 46.77 24.60 79.5
.190
Funcionamiento
67.05 33.84 62.62 22.29 94
social
.479
Salud general
71.41 23.66 50.54 21.22 56.5
.024*
Salud mental
70.12 22.63 61.23 21.56 79.5
.193
Vitalidad
61.76 27.10 51.92 21.17 80
.213
Nota: *=p≤. 05
Discusión
El presente estudio abordó las diferencias en la
CDV entre pacientes con parálisis de Bell y controles sanos, así como las diferencias en esta medida
de acuerdo con las variables de nivel de severidad
de la parálisis, tiempo de evolución, género, lado
afectado y edad, en dichos pacientes. En la muestra
obtenida de pacientes, la media de la edad fue de
46.27 años, mientras que la de los controles sanos
fue 44.83 años; 17 mujeres y 13 hombres conformaron cada uno de estos dos grupos. Como parte de
las características clínicas de los pacientes, el lado
afectado en la mayoría de los casos fue el izquierdo
(56.67 %), el nivel de severidad de la parálisis se
situó entre los grados II y IV de la HB, y el 50 %
de los pacientes tuvieron un tiempo de evolución
mayor a cuatro años. La tabla 3 muestra con mayor
detalle tales características demográficas y clínicas.
En relación con la CDV, se observaron puntajes significativamente menores en las dimensiones
de funcionamiento social y limitaciones en el rol:
problemas físicos en los pacientes con respecto a
los controles sanos. Adicionalmente, se observó un
nivel de correlación significativo entre las mismas
dimensiones de la CDV y la severidad de la parálisis. De esta manera, mediante la prueba de Spearman se pudo observar que a medida que disminuye
Continúa
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Calidad de vida en pacientes con parálisis de Bell
la severidad de la parálisis, aumenta el puntaje de
la CDV para estas dos dimensiones.
Resultados similares han sido obtenidos por
Godefroy, Malessy, Tromp y van der Mey (2007),
quienes evaluaron los cambios en la severidad de la
parálisis mediante la Escala House Brackmann, y
las variaciones en la CDV, medidas a través del Facial Disability Index, asociadas a una intervención
quirúrgica del nervio facial (específicamente, una
transferencia intratemporal del nervio). Los datos
obtenidos permitieron concluir que esta intervención permitió, por una parte, una alta recuperación
funcional, y por otra, un aumento significativo en
las dimensiones de funcionamiento físico y funcionamiento social. Así, se ha podido ver que en estos
pacientes se presentan cambios en dichas dimensiones, asociados a la parálisis facial.
Asimismo, estos resultados podrían estar relacionados con la disminución de la simetría facial;
esto debido a lo observado por Salles, Toledo y Ferreira (2009), quienes encontraron un mejoramiento
en el nivel de simetría de pacientes con parálisis
facial de amplio tiempo de evolución, mediante un
tratamiento farmacológico con toxina botulínica.
Tal recuperación física se ha correlacionado con un
aumento en las mismas dimensiones de funcionamiento físico y social, medidas a través del Facial
Disability Index. De hecho, pacientes que han experimentado una mejoría en la simetría, en particular
al mover los músculos de la cara, han reportado
tener una mejor CDV y una mayor habilidad para
desempeñarse en público (Beurskens & Heymans,
2004; Bulstrode & Harrison, 2005; Ferreira, 2002).
Los cambios en la dimensión de rol físico son
coherentes con las recomendaciones que hacen
Pérez et ál. (2004), relacionadas con los criterios
de prescripción de incapacidad laboral. Estos autores destacan la necesidad de dicha prescripción en
casos en los que se presente inoclusión palpebral
incompleta, algiacusia y lagrimeo de moderado
a severo, las cuales son manifestaciones clínicas
presentadas por 19 de los 30 pacientes (grados III
y IV de la HB); así, es probable que estas personas
hayan tenido incapacidad laboral y, por lo consiguiente, menores puntajes en la mencionada dimensión.
60
Los hallazgos en el funcionamiento social son
coherentes con los resultados de Pacheco Ruiz y
Chaurand Lara (2011), quienes observaron una
marcada disminución en la interacción social de pacientes con parálisis facial causada por osteotomía
bilateral para retroceso de la mandíbula. Adicionalmente, Guntinas-Lichius, Straesser y Streppel
(2007) detectaron puntajes significativamente inferiores en la dimensión de funcionamiento social
y en las dimensiones adicionales de limitaciones
en el rol: problemas emocionales, salud mental
y vitalidad de pacientes con parálisis facial con
respecto a controles sanos; no obstante, no encontraron diferencias en el rol físico. Sin embargo, a
pesar de que los pacientes presentaron un alto nivel
de recuperación física mediante una intervención
quirúrgica del nervio facial, no se dieron cambios
en la CDV asociados a tal intervención.
Con respecto a esta misma dimensión de funcionamiento social, Mehta y Hadlock (2008) observaron un mejoramiento en los puntajes en esta
dimensión asociado a un tratamiento con toxina
botulínica. Esta mejoría estuvo acompañada de
una recuperación física en el movimiento facial,
la función oral y el control lacrimal, los cuales van
a constituirse en factores físicos adicionales que
podrían explicar el cambio en esta dimensión de
la CDV. Al mismo tiempo, la disminución en tal
dimensión observada en este estudio podría estar
relacionada con la dificultad que presentan estos
pacientes para expresar emociones tales como
alegría, disgusto, sorpresa, ira, tristeza o miedo
(Coulson et ál., 2004).
Otro resultado interesante de este estudio ha
sido el de las diferencias significativas en la dimensión de salud general de acuerdo con el lado
afectado; así, se ha observado que las personas con
el lado izquierdo afectado han tenido mayores puntajes. Este hallazgo podría estar relacionado con el
estudio realizado por Powell y Schirillo (2009); en
tal estudio, se ha planteado que el lado izquierdo de
la cara se relaciona con la expresión de emociones
negativas, mientras que el lado derecho tiene que
ver con la manifestación de emociones positivas.
Si se tiene en cuenta la clásica visión de JamesLange acerca de las emociones, según la cual la
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Carlos Andrés Cárdenas Palacio, María Fernanda Quiroz Padilla, Deisy Viviana Cañón Caro
reacción fisiológica es la que antecede a la experiencia emocional (Reeve, 2003), es posible que la
dificultad para realizar movimientos faciales en el
lado izquierdo impida hasta cierto punto la vivencia de algunas emociones negativas por parte del
paciente, lo cual, en últimas, lo llevaría a tener una
visión más optimista de su salud general. Sin embargo, es necesario realizar análisis adicionales que
den soporte empírico a esta posible explicación.
No se han presentado cambios en la CDV asociados al tiempo de evolución, la edad y el género,
lo cual coincide con los resultados obtenidos por
Lee, Fung, Lownie y Parnes (2007) en pacientes
con parálisis facial por schwannoma vestibular. Sin
embargo, los hallazgos de edad y género contradicen lo observado por Guntinas-Lichius, Straesser
y Streppel (2007), quienes encontraron puntajes
significativamente menores en el género femenino
y en edades mayores. Así, se sugiere poner un especial énfasis en el análisis de la relación entre la
CDV y las variables de edad y género en las futuras
investigaciones que aborden esta temática.
Como se ha podido ver hasta aquí, se han presentado diferencias en las dimensiones de limitaciones en el rol: problemas físicos y de funcionamiento social entre los pacientes y los controles
sanos; asimismo, se ha observado un nivel de correlación significativo entre tales dimensiones y el
grado de severidad de la parálisis. Tales hallazgos
pueden estar relacionados con la incapacidad para
expresar emociones y realizar actividades laborales por parte de los pacientes, así como por la
disminución de la simetría facial; sin embargo,
estudios complementarios permitirán establecer la
existencia de dimensiones adicionales de la CDV
afectadas, así como algunos factores explicativos
adicionales. Algunas limitaciones del estudio pueden deberse a la dificultad para tener una muestra
más amplia de pacientes, lo cual limita el alcance
de generalización de los resultados obtenidos. Una
limitación adicional puede radicar en la crítica que
han hecho algunos autores al uso de instrumentos
para evaluar la CDV, indicando que estos no suministran información referente a alteraciones específicas de la salud (Regidor et ál., 1999).
Sin embargo, los hallazgos obtenidos pueden
sugerir poner un especial énfasis en las dimensiones de rol físico y funcionamiento social de la
CDV, como parte de los programas de intervención dirigidos a personas con parálisis de Bell. En
este contexto, y en coherencia con lo planteado
por Pérez et ál. (2004), una oportuna orientación
a los equipos multidisciplinarios encargados de la
atención temprana y el tratamiento, así como una
adecuada comunicación entre medicina familiar
y los servicios de rehabilitación, podrían ayudar
a una pronta reincorporación social y laboral de
estas personas.
Agradecimientos
Los autores desean expresar su gratitud al Fondo
Financiero de Investigación de la Universidad de la
Sabana, a Patricia Otero Samudio, Leonor Córdoba
Andrade, Diana Paola Arias, Viviana Lucía Aya
Gómez y Ana María Camargo Reyes.
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