¿Puede haber algo que entrañe más dulzura que una abuela? ¿Algo que evoque más recuerdos de los momentos felices de nuestra niñez? Pensad en ellos y seguro que aparecerá en alguno de ellos vuestra abuela cantando, cocinando, tejiendo, o a lo mejor, leyéndoos algún cuento.
Esos momentos son en los que yo recuerdo a mi abuela que, aunque no reía mucho por los avatares que le había regalado la vida, siempre estaba atenta a nuestros cuidados, proporcionándonos cariño a raudales. Y aunque ya no está con nosotros, sus recuerdos hacen que siga viva dentro de nuestra memoria...
Y de las abuelas sabe mucho Raquel Díaz Reguera que nos trae en este maravilloso álbum editado por Lumen, un catálogo de 29 abuelas que surge de la pasión de la escritora e ilustradora por el mundo de las abuelas, al considerarlas un pilar tan importante en la infraestructura familiar.
Raquel nos trae a los tipos de abuelas que ha conocido a lo largo de su vida, bien a través de las suyas o las abuelas de los demás. Como ella misma explica en el libro, las abuelas que en este álbum podemos encontrar pueden estar repartidas por todos los confines de la tierra y los más afortunados pueden trotar algunas tardes sobre las rodillas de alguna de ellas o quedarse dormidos en su regazo. Pero todas tienen una cosa en común: han tachado muchos, muchísimos días en el calendario y tienen nietos, o sobrinos nietos, o niños revoloteando a su alrededor, cosa que las hacen merecedoras de este título.
Podremos reconocer entre estas simpáticas abuelas a la abuela "consiguelotodo", que con su caña de pescar caprichos pesca cualquier deseo de sus nietos, la abuela "cocinilla" que con sus recetas conquistan los paladares de los nietos más exigentes (sin duda, esa era la mía). También conoceremos a la abuela "tejedora de cuentos" que conoce todas las palabras del mundo y sabe colocarlas en el lugar oportuno, por eso son infalibles a la hora de inventar personajes e historias que parecen reales, o la abuela "melancólica", a la que cada palabra, cada gesto, cada comida, cada calle le evoca algún recuerdo y cada recuerdo trae consigo un suspiro o cientos de ellos.
Podrás reconocer también, si es como la tuya, a la abuela "desmemoriada" que puede recordar perfectamente lo que desayunó un domingo de hace ciento veinte años, pero sin embargo no se acuerda nunca de tu nombre. Ese es el tipo de abuela en la que se ha convertido mi propia madre, que ahora disfruta de sus nietos, como en su tiempo lo hizo la suya con mis hermanos y yo.
Las abuelas "lunáticas" son esas que no parecen vivir con los pies sobre el suelo. En sus casas los gatos tienen tres patas y los burros pasan volando por delante de las ventanas. ¿Y conocéis a alguna abuela "regalona"? seguro que sí, porque son aquellas que piensan que no hace falta ningún motivo especial para regalonear, basta con tener delante a un niño, a la vista algo deseable y envolvible y un rollo de papel celo en el bolso.
Y así, podríamos seguir describiendo a los distintos tipos de abuelas que aparecen en este libro, en los que seguro identificaréis a la vuestra en alguno de ellos, como la abuela "curapupas", la "repostera", la "sabelotodo", la abuela "por carta" o la que más nos ha gustado a nosotros, la abuela "reina", aquella que resultaría de concentrar en una sola abuela todas las sabidurías y todas las habilidades de todas las abuelas existentes y de las que quedan por existir.
Pero ojo, no os engañéis, que no todas las abuelas son tan entrañables. A lo mejor habéis tenido la mala suerte de toparos en vuestro camino, por ejemplo, con alguna abuela "
bruja", aquella a la que no les gusta los niños, bueno, en realidad los detestan y a los únicos a los que pueden soportar durante un corto período de tiempo, sin que su presencia les produzca urticaria, es a los nietos propios. O las abuelas "
tiquismiqis" cuyo lema es: cada cosa en su momento y en su lugar. A éstas les gustan los niños limpios y repeinados, a ser posible, sentaditos y silenciosos. Hay alguna de esas abuelas a las que no nos gustaría conocer jamás, pero afortunadamente son las menos.
Sin duda eéte es un libro entrañable, lleno de entrañables personajes, donde además podréis descubrir los secretos mejor guardados de cada una de las 29 abuelas que la autora tan prodigisiomamente ha ilustrado. Sus gustos, sus inconfundibles objetos y en páginas especiales del libro, lo que las distingue a cada una de ellas, como sus casas, las mascotas que suelen tener, sus frases o dichos más comunes o la tipología de besos que dan según así sean.
Amigos, realmente éste es un álbum que no puede faltar en vuestras estanterías, por la dulzura que desprende, la ternura con la que está escrito y la belleza con la que está ilustrado. Un libro cargado de poesía y sentimiento, el sentimiento que desprenden esas entrañables mujeres a las que llamamos abuelas y que podremos volver a traer a nuestros recuerdos en cada una de las páginas. Solo tenemos que buscarla y si cerráis los ojos y os concentráis, seguro podréis hasta volver a revivir su olor o su dulce voz....
Y de la belleza de este libro se ha hecho eco también la prensa. Aquí os traemos algunas de las entrevistas que ha concedido la autora a raíz de la publicación de "Abuelas de la A a la Z" el pasado noviembre:
Reportaje en "El País"
Arquetipos de abuelas, de la A a la Z (video de EFE):