La violencia, las dictaduras, el fútbol, la religión y la brecha entre ricos y pobres. Así es la identidad de los pueblos latinoamericanos reflejada en la muestra
200 años re-diseñados que se exhibe en la Casa de América, Madrid. La exposición sirve para remarcar que el 32% de la población del subcontinente vive en la pobreza, además de que el 12,9 de sus habitantes son indígenas y que nada menos que
casi la mitad de los homicidios (42,9%) que ocurren en el mundo se producen en América Latina. Es una
exposición irreverente, a la que habría que clasificarla como realismo sucio, si de literatura se tratase, o de docudrama, es decir ver todo lo malo. El proyecto fue diseñado por una artista plástica y una historiadora, seguramente con la idea de gritar al mundo la impotencia de América Latina para terminar con sus atroces defectos que evitan ponerse a la altura de los países desarrollados. En el antialbúm latinoamericana resaltan las figuras del Che Guevara, Eva Perón y no podía faltar Maradona, el mejor ejemplo para
describir Argentina y también Latinoamérica, en opinión publicada por el diario español El País del periodista John Carlin y del médico psicoanalista bonaerense Carlos Pierini. Los autores afirman que "La idolatría a los líderes redentores, el culto a la viveza (picardía criolla)) y (su hermano gemelo) el desprecio por la ética del trabajo, el narcisismo, la fe en las soluciones mágicas, el impulso a exculparse achacando los males a otros, el fantochismo son características que no definen a todos los argentinos, pero que Maradona representa en caricatura payasesca y que la mayoría de la población, aquella misma incapaz de perder la fe en el peronismo, aplaude no con risas sino con perversa seriedad. "