El concepto de ajuste es uno de los más arraigados en el discurso del pensamiento económico convencional. Parte de la idea de que el mercado define un equilibrio perfecto entre las principales variables. Afirma que la alteración de ese sendero virtuoso requiere entonces de correcciones permanentes para acercarse a ese estadio óptimo de funcionamiento de la economía. Ya se ha probado a lo largo de la historia de la humanidad que la felicidad absoluta no existe. Del mismo modo, también ha quedado demostrado que esa armonía suprema de la economía es una quimera. Sin embargo, la ortodoxia y no pocos heterodoxos, que incluso critican esa visión neoclásica, convalidan esa noción al convertir el ajuste como rector de la política económica. Si el ajuste pasa a ocupar la centralidad de una estrategia es porque se piensa que la economía puede alcanzar equilibrios permanentes. Sin embargo, la realidad es un poco más compleja que los modelos y las identidades básicas que ofrece la ciencia económica. Estas resultan un interesante aporte para ordenar el entendimiento de fenómenos complejos, pero transformarlas en dogmas es una característica distintiva de los amantes del ajuste. Como la economía tiene una tendencia al desequilibrio puesto que es un rasgo distintivo de su propia dinámica, el ajuste es la recomendación insistente de esa corriente de economistas.
Ahora yendo a otro tema. El mercado eventualmente ajusta, te guste o no te guste. Hasta Keynes reconoce que en el largo plazo el mercado ajusta (pero según el, estaremos muertos). En el año 2001 Lopez Murphy proponia reducciones salariales y recortes en el gasto público. No se si era una buena medida o no, tampoco es el punto y traigo el ejemplo de López Murphy sólo como un ejemplo. Proponía ajuste. No se ajustó, y el mercado ajustó solo en Enero del 2002 con la devaluacion, generando la licuacion del gasto publico real. El tema es ver que forma de ajustar es mejor y menos dolorosa. Cuando Miguel Olivera proponia un dolar a 4 hace ya 8 meses, en el fondo lo que planteaba era un ajuste: pensaba que mantener el dolar a 3,20 implicaba perder reservas y eventualmente devaluar. Para que esperar que lo haga el mercado si yo puedo hacerlo solito antes y ahorrarme muchos costos? No interesa si acertó o no, nuevamente no es el punto. El punto es que pensar que la disyuntiva es "ajustar" versus "no ajustar" es equivocado. Cuando uno propone ajustar es porque en el fondo piensa que estas en desequilibrio y que eventualmente el mercado te va a ajustar, y que eso va a ser mas doloroso. En tu atropello en contra de cualquier ajuste te llevás por delante el hecho de que el mercado (que puede funcionar bien o mal) ajusta.
Finalmente, en otra parte decis que hay que hacer politica contraciclica. Como ahora nos va mal, hay que darle al gasto público. En primer lugar, te felicito por reconocer que el nivel de actividad se esta deteriorando rápidamente. Elevar el gasto público si es contracíclico, pero elevar los impuestos como lo esta haciendo el gobierno en el último año y medio no lo es. La idea de la politica contracíclica no es "cuando la economía va mal le quito al sector privado y lo gasta el sector público", sino "cuando la economia va bien el sector público ahorra para poder gastar cuando la economía vaya mal". Pero cuando las cosas iban medianamente bien, vos Zaiat también te oponías a la prudencia fiscal. En fin...