El gobierno porteño quiere comprar unas pistolas eléctricas para la naciente Policía Metropolitana. Y ya se armó la controversia. Que son picanas, que la tortura, que los derechos humanos, etc.
Vamos por partes. Si es por prohibir objetos que pueden ser utilizados para torturar gente, hay que prohibir todo, desde el uso de agua, cuchillos, cigarrillos, papel, alfileres, cinta scotch, etc.
Entiendo la simbología y los recuerdos que trae la picana, pero la gente es lo suficientemente inteligente como para discernir el uso por fuerzas de seguridad de un gobierno de facto de una cosa como instrumento de tortura y el uso de la misma cosa por las fuerzas de seguridad de un gobierno democrático como instrumento para hacer cumplir la ley. El argumento de la dictadura no resiste el menor análisis.
Por otra parte, y sin ser un experto en seguridad, es cierto que si la alternativa es un arma de fuego o una Taser, la segunda es preferida a la primera. Cumple con el objetivo de detener al delincuente y es mucho menos letal (hubo gente que murió como consecuencia de un disparo de la Taser, pero no queda del todo claro si fue un disparo o muchos disparos, o si sufrieron una exposición continua a la corriente electrica del arma).
Hasta acá hay que reconocer que son todas buenas. Parece ser un arma ideal, menos letal, mas segura. Vamos con los contras: el uso irresponsable.
La Taser no deja marcas y puede ser utilizado como instrumento para torturar a individuos sin dejar rastros. La pregunta no es "Taser si" o "Taser no". La pregunta es si confiamos lo suficiente en que las fuerzas de seguridad la van a utilizar como corresponde. Y la respuesta pareciera ser negativa. En muchas comisarias argentinas se tortura a los detenidos, muchos policías golpean a jovenes por placer (documentos, veni pibe, pam pam). Una Taser a mano reduce los costos de cometer tortura.
Como digo siempre, no somos Bélgica: somos Burkina Faso. Y nuestra policía no es honesta como la policía belga. Así como me parece que el Estado debería mostrar más eficiencia y transparencia en el gasto publico antes de intentar subir los impuestos, creo que las fuerzas de seguridad argentina deberían mostrar mas apego por las leyes (no corrupcion, no brutalidad policial, etc.) antes de tener acceso a armas que le reducen el costo de violarlas. Mi humilde opinión.
Vamos por partes. Si es por prohibir objetos que pueden ser utilizados para torturar gente, hay que prohibir todo, desde el uso de agua, cuchillos, cigarrillos, papel, alfileres, cinta scotch, etc.
Entiendo la simbología y los recuerdos que trae la picana, pero la gente es lo suficientemente inteligente como para discernir el uso por fuerzas de seguridad de un gobierno de facto de una cosa como instrumento de tortura y el uso de la misma cosa por las fuerzas de seguridad de un gobierno democrático como instrumento para hacer cumplir la ley. El argumento de la dictadura no resiste el menor análisis.
Por otra parte, y sin ser un experto en seguridad, es cierto que si la alternativa es un arma de fuego o una Taser, la segunda es preferida a la primera. Cumple con el objetivo de detener al delincuente y es mucho menos letal (hubo gente que murió como consecuencia de un disparo de la Taser, pero no queda del todo claro si fue un disparo o muchos disparos, o si sufrieron una exposición continua a la corriente electrica del arma).
Hasta acá hay que reconocer que son todas buenas. Parece ser un arma ideal, menos letal, mas segura. Vamos con los contras: el uso irresponsable.
La Taser no deja marcas y puede ser utilizado como instrumento para torturar a individuos sin dejar rastros. La pregunta no es "Taser si" o "Taser no". La pregunta es si confiamos lo suficiente en que las fuerzas de seguridad la van a utilizar como corresponde. Y la respuesta pareciera ser negativa. En muchas comisarias argentinas se tortura a los detenidos, muchos policías golpean a jovenes por placer (documentos, veni pibe, pam pam). Una Taser a mano reduce los costos de cometer tortura.
Como digo siempre, no somos Bélgica: somos Burkina Faso. Y nuestra policía no es honesta como la policía belga. Así como me parece que el Estado debería mostrar más eficiencia y transparencia en el gasto publico antes de intentar subir los impuestos, creo que las fuerzas de seguridad argentina deberían mostrar mas apego por las leyes (no corrupcion, no brutalidad policial, etc.) antes de tener acceso a armas que le reducen el costo de violarlas. Mi humilde opinión.