Como iba diciendo (...), el piso de abajo de la casa Austen había llegado a su fin. Bueno, el piso en sí seguía allí, éramos nosotras las que habíamos llegado al final (y eso que habíamos ido todo lo despacio y todo lo detalladamente que pudimos). Así que el momento de subir al piso de arriba había llegado.
Las escaleritas de verdad, qué medía está gente... a punto estuve de volver abajo de nuevo, rodando y con dos dientes menos por traspieses en un par de escalones, porque no me cabían los pies. Y no tengo un 41, amiguitos, tengo un 37.
En la entreplanta, sana y salva después del primer tramo, había una ventanita desde la que también se ve el jardín. No me gusta mucho subir fotos mías, pero bueno, tampoco se me ve tanto... Ésta es la ventanita en cuestión:
La vista desde ahí es increíble. Seguimos subiendo el último tramo, y decidimos dejar la habitación de Jane, a la izquierda, para el final.
Las habitaciones del piso de arriba, además de la de Jane y Cassandra, eran el dormitorio principal, destinada para la cabeza de familia (la madre de Jane), the Admiral's Room, una habitación que utilizaban los hermanos de Jane cuando visitaban, y un par de habitaciones pequeñas.
En la primera, la principal, en lugar de un dormitorio, lo que había era una especie de exposición con objetos que pertenecieron a la familia. A ver qué había por ahí:
Cositas hechas por...Cassandra, me parece. El pájaro seguro era de ella, los bordados me parece que también de Jane. |
Zapatitos de no recuerdo quién, muy típicos para las evenings. |
Mi reino por esta sillita:
Sillita monísima |
En fin. Seguimos explorando leeeentamente la planta de arriba, y la siguiente habitación que nos encontramos fue:
¿Admirals? Pues sí. Dos de los hermanos de Jane, Francis y Charles, fueron por lo visto personajes muy prominentes y de bastante renombre en su época. Almirantes o algo (ya podría haber yo investigado un poco más antes de contároslo...). El caso es que la habitación tenía un montón de tiestos curiosos y además muy bien conservados.
Medallas y otros utensilios. La cuchara psh, nada del otro mundo, pero las medallas eran muy molonas, y el libro también. |
Lo que también había era mucho material de papelería❤. Cartas y sobres y escritos de la época. Éste de abajo en particular era la invitación formal a un acto/evento/fiestorro a uno de los hermanos, no recuerdo cuál (creo que Francis).
Y no sé vosotros, amiguitos, pero yo delante de este tipo de cosas me quedo embobada, intentando comprender lo alucinante del asunto. Alguien que estaba vivo y coleando como lo estoy yo ahora, tomó, doscientos años atrás, una pluma, este papel y este sobre, y escribió las palabras que aquel día, doscientos años después y en un país que no es el mío, yo estaba leyendo, cotillamente. Qué cosas.
Y mirad, subo esta foto de Francis porque en serio, es Jane con pelo corto, sin gorrito y con uniforme militar.
Francis Austen, o The Clone. Qué barbaridad, eran la familia Corta-Pega |
Seguimos andando hasta el final del corredor, y allí había...no sé si llamarlo habitación. Era más bien como cuando en las casas se hacen obras y la terracita del salón que no se usaba como tal queda convertida en un trocillo de salón también, un poco apartado. Pues así. Fue la parte más deprimente de la visita, con diferencia. No por el traje molón de la época...
...sino por lo que veis veis ahí detrás en las paredes. Copias de la carta original que Cassandra escribió a su sobrina Fanny -creo-, relatando cómo habían sido las últimas horas de Jane. Y debajo, los cuadros que veis son la transcripción a máquina, para que se entienda.
...sino por lo que veis veis ahí detrás en las paredes. Copias de la carta original que Cassandra escribió a su sobrina Fanny -creo-, relatando cómo habían sido las últimas horas de Jane. Y debajo, los cuadros que veis son la transcripción a máquina, para que se entienda.
Tuve que dejar de leer a mitad de carta. Era eso o perder la compostura y tirarme al suelo a berrear. Qué penita.
"...Desde ese momento hasta las cuatro y media, cuando dejó de respirar, apenas se movió, por lo que tenemos todas las razones para pensar que, gracias al Señor Todopoderoso, sus sufrimientos habían terminado. Un ligero movimiento de cabeza con cada respiración fue la tónica hasta su último aliento. Me senté junto a ella con una almohada en mi regazo, para ayudarla a apoyar la cabeza, que mantuvo fuera de la cama, durante casi seis horas.
El cansancio me hizo renunciar a mi puesto, dejando a Mrs. J. A. durante dos horas y media, y una hora después de volver a tomarlo, exhaló su ultimo aliento. Pude cerrarle los ojos, y ha sido una recompensa para mí poder brindarle ese último servicio. No hubo convulsiones ni nada en su rostro que indicara dolor, sino todo lo contrario, porque excepto el movimiento de cabeza, daba la impresión de ser una bonita estatua. Incluso ahora en su ataúd, su rostro posee un aire de dulce serenidad..."
Y bueno. Después de mirar una por una las miniaturas del pasillo, mi compañera de fatigas y yo nos miramos, miramos hacia la puerta, y decidimos que había llegado ya el momento.
No se me ocurre cómo puedo transmitir qué se me pasaba por la cabeza en ese momento. En condiciones normales, es decir, visitando cualquier sitio con historia con el que tampoco me une nada, alucino con todo y me paso el tiempo reverenciando el lugar y su historia.
Palabras de Jane acerca de la habitación de uno en la habitación de Jane. De verdad que no sé cómo transmitir qué se siente. Transportación al interior de una de sus novelas no va desencaminado. |
No su cama original, sino una réplica de la que tenían cuando los Austen vivían en Steventon. |
Vista desde la ventana |
Como comentaba en uno de los pies, la sensación de estar en otra época estando allí dentro es lo que más recuerdo. Obviamente en parte por haber leído sus descripciones, ya que todo parece familiar de un modo u otro. El ambiente en toda la casa en general, y en esta habitación en particular, era de respeto. La gente hablaba bajito, o no hablaban en absoluto. En serio, todo estaba envuelto en una nebulosa que no es de nuestro tiempo.
Volvimos a pasar por todas las habitaciones una vez más. En la puerta, y aprovechando que la Guardiana del Libro de Firmas se encontraba ausente, aproveché para echarle una plaquita a la constancia de que, servidora, en carne hueso y fanismo, había estado en la casa Austen de Chawton, Alton.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
xxx
PS: A la vuelta no sólo nos metimos en una tienda muy molona y Miss V. y servidora encontramos dos pañuelos y calcetines/babuchitasdeestarporcasa también molones, sino que entramos en un pub para hacer tiempo hasta la hora del train, y qué me encuentro?
Los All Blacks contra los Springboks. Día redondo total.