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31 de diciembre de 2010

FELIZ 2011, DRAWING ROOM!

Incluso cuando la realidad es que vas a seguir siendo tan mal conductor como eras ayer. Tu pelo va a seguir siendo tan poco manejable y horrible como siempre, y el chico/chica de tus sueños no va a tener una epifanía amorosa repentina a lo San Pablo Camino De Damasco.

Probablemente tendrás que quedarte con tu mierda de trabajo porque necesitas el dinero, dinero que tampoco vas a encontrar el día de Año Nuevo, por cierto. Ni trabajo, si no lo tienes. Esto es especialmente así si estás viviendo en Iberia estos días, pero en realidad aplica universalmente a todo el mundo.

La lista de defectos y carencias y cosas que NO llegaste a conseguir durante el 2010 pesará lo mismo, si no más, mañana. Pensarás en los viajes que no pudiste haer, los trabajos que no te ofrecieron, los kilos que no perdiste/ganaste, la nueva actitud de seguridad en ti mismo que no conseguiste tener.


Echarás de menos a tus seres queridos, los que ya no están o los que están lejos; tus amigos serán tus amigos y tus enemigos serán tus enemigos el primer día de Año Nuevo. Las personas difíciles seguirán siéndolo, tú seguiras queriendo estrangularlas, especialmente si intentaron, y consiguieron, arruinarte el último día del año con su bilis. Y si tu menisco está con la idea fija de huir de tu rodilla haciéndote pasar las de Caín mientras lo hace, lo seguirá haciendo el día de Año Nuevo.

Así que técnicamente, no hay nada de especial esta noche, verdad? MENTIRA, porque hoy ES la última noche del año y oye, que hemos llegado hasta aquí! Well done!! Quizá no estamos/nos sentimos tan bien como deberíamos, pero la cuestión es que aquí estamos y que hicimos montones de cosas y vimos montones de cosas y compartimos amor y diversión y ..en fin, vida. Y todavía tenemos una lista enorme de sueños y metas por cumplir, así que ven ya, 2011!! 

A todos los que habéis hecho que el 2010 haya sido un año fantástico para mí, tanto desde London como desde aquí, os deseo una fantástica entrada de año, que toméis todas las copitas que podáis  y que echéis mano a todos los langostinos que veáis. 

Tened cuidadín con las uvas que os quiero ver el año que viene a todos en la Drawing Room, eh? ;D

Feliz 2011.


26 de diciembre de 2010

Merry Christmas!!

from servidora y alguien más...



Nunca subo fotos mías, pero esto era un MUST, que dicen mis british ;D

Espero que estéis pasando unas fiestas agradables, o al menos más o menos pasables. Ya organizaremos algo en la Drawing Room, eh? :D

xxx

23 de diciembre de 2010

De Vez En Cuando La Vida...

... nos gasta una broma, 
y nos despertamos sin saber qué pasa, 
chupando un palo sentados 
sobre una calabaza.


La próxima entrada prometo que será más mejor.Ya me habré bajado de la calabaza, supongo.

Drawing Room, I'm back. :)

12 de diciembre de 2010

Once Upon a Junction ...

Es la una de la madrugada y estoy a punto de apagar la luz, ya que puede que mañana, o puede que no, alguien aparezca por la casa. 

Estos días he estado liada pero liada de verdad, no liada-pero-en-internet, como suele ser el caso. Menos mal que soy de tener planes b, c, d y z, porque los he tenido que cambiar a marchas forzadas. Ya os contaré. 

El resumen, que me encuentro en mi última noche en mi hogar londinense, donde ya no hay nadie desde el jueves y donde supuestamente ya no tendría que estar, pero bueno. Mañana me mudo a un hotelillo céntrico, donde estaré hasta el miércoles, fecha en que regreso. Yupi. 

Iba a contar cómo ha sido mi último viajecito de vuelta en mi 87, o el camino a casa, tontadas de este tipo, pero la verdad es que no me apetece nada ahora mismo. Sólo quería no sé, dejar constancia escrita de que es mi última noche en esta casa; ya habéis leído lo de la palabra escrita ahí a la derecha, así que lo entendeis. 

Seguiremos informando :)

3 de diciembre de 2010

The Basil Allegory

Resulta que hoy estoy muy mustia. 

Pero como también estoy muy culpable además de mustia, porque sé que paso las horas muertas perdiendo el tiempo y no recuerdo pasarme por aquí, pues me he dicho, qué mejor manera de pasar un babysitting que desplegando las alas negras del sufrimiento (vaya tela, eso me ha salido sin pensarlo, lo cual indica que o es hora de dejar de perder el tiempo y ponerme a escribir novela negra, o es hora de que cerreis la ventana y os vayáis a Manhattan o a algún otro link de los que tenéis a la derecha).  

Tengo aquí a Basil delante y he decidido que no voy a sacar ninguna foto de cómo está. Aparentemente, con esto de la mudanza a otro país lejano como Sudáfrica y tal, Basil resulta que se ha convertido en un daño colateral. Reconozco que yo no es que me preocupara de regarlo ni de nada, básicamente porque es cosa de V.  Y porque yo realmente con las plantas no me llevo, así que no pienso que están vivas y que hay que regarlas y ponerlas al sol y todo eso.
De ahí que hace un par de días volví a reparar en Basil, después de un tiempo reparando en otros asuntos que ahora si eso os cuento. Y se me cayó el alma a los pies. 

Yo soy terrible cuidando plantas, porque ni me gustan ni las entiendo ni nada de nada, y claro, el hecho de que yo haga como que no, no las hace estar menos vivas cuando me olvido de ellas. Por lo tanto jamás había yo imaginado la sensación de pérdida y tristeza cuando ves que la planta se está muriendo y que no tiene pinta de tener remedio. Y Basil era mi plantita, en cierto modo.

Fue hace dos días cuando me di cuenta. Pasaba casualmente por ahí cuando me fijé que seguía verde por arriba, pero las partes de abajo se habían secado. Seguí inspeccionando, y entonces fue cuando me di cuenta de que los tallos de Basil ya estaban más que secos, de un marrón desesperanza (nunca me ha gustado el color marrón, además). Juro que me quedé como si me hubieran dado una mala noticia. En un intento infantil de hacer algo, lo que fuera, por Basil, llené corriendo un vaso de agua y lo eché. Se lo bebió de un tirón. Fui corriendo y llené otro. También se lo bebió de otro tirón. Dudé entre un tercero, así que opté por medio. 

Después de eso, volví a mirarla, y me di cuenta de que por muchos vasos que echara, Basil ya había pasado el punto de no retorno. 

Subí a mi cuarto y me eché a llorar. 

Vale, puede que no fuera solo por Basil. Puede que fuera porque tengo un examen y estoy un poco tensa. Porque el examen quiere decir que se me acaba mi estancia en London y que por mucho que quiera enfocarlo de otra manera y por mucho que por otro lado tenga ganas de volver, la realidad es que mi subconsciente es muy astuto y no se deja engañar, y no, no quiero que esto se acabe. Puede que también fuera porque los B. cambiaron sus planes a última hora y a una semana de mi vuelo, no tengo casa. Tengo un par de opciones pero todas son molestas, con tres maletas de un lado para otro, y sobre todo, costosas de alguna manera, o dinero o no sé, desconocimiento de personas que amablemente se han ofrecido a acogerme en sus casas (una compañera de clase, en concreto). 

Pero sé que una parte sí era por Basil. Porque llegamos casi al mismo tiempo, y le ha dado por irse también al mismo tiempo. Alegórica, me salió la única plantita a la que le he cogido cariño en toda mi vida.  

Así que ahora, antes de subir a seguir con los libros y la gramática, le voy a echar un par de vasos más de agua. Y se los voy a seguir echando hasta el día que cierre la puerta y deje la llave en la mesa. Como si se la tengo que echar sólo al macetero porque no le quede ni un tallo.

PD: Y ahora iros por ahí a tomaros unas copas porque de verdad, tenéis que compensar de alguna manera la entrada. :)




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