Los Odonatos, esos pequeños seres alados que habitan en nuestros humedales son los protagonistas hoy, las imágenes son de hace varios años, pero me apetecía enseñaros algo de aquellas sesiones con estos caballitos del diablo con los que tanto disfruté y aprendí, las imágenes corresponden casi todas a calopteryx xanthostoma, se trata de una pequeña Libélula o Caballito del Diablo, acostumbran a vivir muy cerca del curso de ríos, embalses y charcas con abundante vegetación, sus vuelos nos acompañan en los paseos por éstas zonas, disfruté mucho fotografiando a estos pequeñajos, para ello no quedaba más elección que adentrarse en su medio, así que ya dentro del cauce de un pequeño río, perseguirlos cámara en mano era realmente sencillo y fresco, ya que las imágenes son del mes de julio, con lo cual se agradecía estar a remojo, acercarse a ellos para conseguir las imágenes no fué realmente dificil ya que caminando sigilosos por el cauce sin movimientos bruscos se consiguen acercamientos realmente sorprendentes, usé dos tipos de óptica, un 100mm macro y un gran angular el 17-35mm, con este último se consigue sacar algo del hábitat donde se localizan y dan a las imágenes un aspecto diferente, la distancia de enfoque con este objetivo era muy corta a escasos centímetros del bicho, imaginaros lo sociables que son, mientras fotografiaba a un ejemplar, un molesto mosquito que rondaba por mi cabeza fué victima de uno de los sujetos que aparecen en el artículo, en la cuarta de las imágenes se aprecia al magnífico depredador saboreando a su victima, el animalejo alzó el vuelo se dirigió hacia mi y lo capturó delante de mis narices para mayor asombro, algo realmente increible.
Para fotografiar a éstas especie es fundamental llevar un bañador o algo de ropa que se pueda mojar, crema para los mosquitos, zapatillas para caminar entre las resvaladizas piedras del río y uno o dos cuerpos de cámara, varios objetivos, anillos de extensión y algo fundamental uno o dos pequeños flashes, mucho cuidado con nuestro equipo, ya que nos encontramos dentro del agua y cualquir resvalón nos puede fastidiar irremediablemente el equipo.
Los Caballitos del Diablo son unos incansables cazadores de mosquitos, digamos que nos libran de varios miles de éstos incomodos seres, en la imágen el cazador al que estaba fotografiando y la victima que rondaba por mi cabeza.
Pasan la mayor parte del día en posaderos despejados como plantas acuaticas, espadañas, lirios y ramitas mientras controlan a los innumerables mosquitos y demás seres de tamaño pequeño que vuelan cerca de ellos que poder llevarse a la boca.