Podríamos hablar de que en Racing hay apretadas, que en River allanamientos, que los barras de Godoy Cruz asesinan gente, que los de varios clubes dan clase de delincuencia, podríamos. A todo esto ¿alguien se acuerda de aquella farsa en la que los
jugadores se "prometieron" parar ante el primer hecho de violencia? Fue hace 3 meses apenas ¿Y de aquello de los partidos sin hinchas visitantes que apenas duró una fecha? ¿Lo recuerdan? Nada muchachos, todo pasa y nada cambia.
Podríamos seguir con esto pero preferimos focalizar en otro hecho que también es vergonzoso y que, como ya es algo habitual, poco se menciona. El tema es las clasificaciones a la Copa Libertadores. Porque la verdad que Gimnasia, un equipo que da lastima verlo, esté jugando el certamen más importante del continente es impresentable. Pero, antes de que algún tripero salte enfurecido: el problema no es Gimnasia, el problema -grave- es la (des)organización del fútbol argentino. Realmente no es serio que un club que consigue su pase a la Copa, recién la juegue 9 meses después. En el caso del equipo platense tiene el mismo técnico, sí (por poco tiempo más), aunque cambió de arquero dos veces, sus hombres fundamentales en el mediocampo ya emigraron y su goleador implacable también se fue. Nicolás Cabrera, Lucas Licht, Esteban González, Gonzalo Vargas fueron piezas vitales para lograr la clasificación pero, hoy ya no están. Entonces Gimnasia se presenta con resabios de aquel conjunto que casi se consagra en el Apertura 2005, o sea 3 torneos, o sea 15 meses. Si a todo esto le sumamos la locura, la impaciencia, la velocidad con la que se vive el fútbol argentino, es obvio que nadie puede mantener un plantel por más de 180 días.
Banfield, que aún no debutó, es otro caso emblemático. Patricio
Humernández reemplazó a Leeb. De Paletta, Leiva y Dátolo sólo queda una foto. Y si encima los que llegan no son gran cosa, la (mala) suerte está echada.
Vélez perdió a Roly Zárate, Gracián y Cubero. Ah y el técnico que lo clasificó hoy dirige a un competidor. Lo salva que como es el club argentino que mejor trabaja las inferiores, entre quien entre, salga quien salga, la base se mantiene, el contenido no se pudre.
Boca allá por mayo del año pasado tenía al actual DT de la Selección argentina levantando la copa por un nuevo título, al Pato Abbondanzieri en el arco, a Gago (el que Mauricio prometió que se iba a quedar a jugar la Libertadores), a Bilos (quien ya cruzó dos veces el Atlántico), a Insúa, a Calvo. Hoy Boca debutó y salvo Palacio y Palermo todas las demás líneas nada tuvieron que ver con la que consiguió el pasaje para jugar la Copa.
River por su parte ya no tiene a Gallardo (por suerte dirán varios) ni al Rolfi Montenegro.
No caben dudas de que este tema merece una solución. Algo debe cambiar. El calendario que arma la AFA carece de seriedad. Desde hace 16 años que le llamamos Clausura al torneo que abre el año. Vivimos así, según nos dicen, porque no se puede ir a contramano de Europa, un absurdo. Qué nos tiene que importar Europa si a los jugadores de 20 años y 30 partidos en Primera igualmente se los van a llevar. Si la Copa arranca en Febrero que los equipos se clasifiquen en diciembre. Por lo tanto juguemos desde marzo hasta fin de año un solo campeonato de ida y vuelta y sin la estupidez mayor, inédita, insólita, llamada Promedios. No es tan difícil, no hace falta una mente brillante. Pero claro la TV no quiere eso y se sabe ellos manejan el circo. Torneos cortos, ilusión renovada, "apasionante torneo" decía Marcelo Araujo todos los años desde la empresa que después lo echó como una rata.
En fin ¿pedimos mucho?