Capriccio es una ópera compuesta por Richard Strauss, con libreto en alemán escrito entre el propio compositor y el director Clemens Krauss, subtitulada "Una pieza de conversación para música". Se estrenó en el Nationaltheater de Múnich el 28 de octubre de 1942. Es la última de las óperas escritas por Strauss (Op. 85), estrenada siete años antes de la muerte de Strauss.
Sin embargo, la génesis del libreto procede de Stefan Zweig en los años treinta y Joseph Gregor desarrolló aún más la idea varios años después. Strauss luego cogió el libreto, pero finalmente reclutó a Krauss como su colaborador en la ópera. La mayor parte del libreto final es de Krauss.
R. Strauss subtituló esta ópera como "Una pieza conversacional para música". Su tema puede resumirse en: ¿Qué es más importante, las palabras o la música?". La cuestión se dramatiza en la historia de una condesa dividida entre dos pretendientes: Olivier, un poeta, y Flamand, un compositor.
Estamos en París en 1775. En el château de la condesa Madeleine, se ensaya el sexteto recientemente compuesto por Flamand. Olivier y Flamand debaten el poder relativo de la música y las palabras. El director de teatro La Roche se despierta de su siesta, y les recuerda a los dos que los empresarios son necesarios para hacer que su obra viva. Olivier ha escrito una nueva obra para el cumpleaños de la Condesa al día siguiente, y prosiguen con el ensayo.
La Condesa y su hermano, el Conde, discuten sobre sus respectivos pretendientes. Bromea con su hermana diciendo que su amor por la música es paralela a la atención que Flamand le presta. A su vez, ella le dice a su hermano que su amor por las palabras se debe a su atracción por la actriz Clairon. El Conde se inclina por los affairs breves, pero la Condesa desea un amor duradero. No puede decidirse entre Flamand y Olivier. Clairon llega, y ella y el Conde leen una escena de la obra de Olivier, que culmina en un soneto de amor. Se marchan para ensayar en el teatro.
Olivier le dice a la Condesa que el soneto está dirigido a ella. Flamand entonces pone música al soneto y lo canta, lo que abruma a Olivier. Piden a Olivier que haga cortes en su obra. Flamand declara su amor por la Condesa. Ella le pide encontrarse en la biblioteca a la mañana siguiente a las 11, cuando ella le dará su decisión. Se sirve refrescos mientras que bailarines y cantantes entretienen a los invitados. La Roche describe su planeado entretenimiento para el cumpleaños en dos partes, el "Nacimiento de Palas Atenea" seguida por "La caída de Cartago". Los invitados se burlan de él, pero La Roche defiende su fe en el teatro. Después él desafía a Flamand y Olivier para que creen nuevas obras maestras, la Condesa les encarga colaborar en una ópera. La Condesa propone que la ópera represente los acontecimientos de esa tarde.
El Conde y Clairon se marchan a París con la compañía teatral. En la escena final, a la luz de la Luna, el mayordomo le recuerda a la Condesa que tanto Olivier como Flamand la encontrarán en la biblioteca a la mañana siguiente para saber el final de la ópera. Aún indecisa, ella canta la inseparabilidad de palabras y música, y consulta a su imagen en el espejo para tomar una decisión. El mayordomo anuncia que "La cena está servida" y así acaba la ópera.
Escuchamos la versión de Renee Fleming, Russell Braun, Joseph Kaiser, Sarah Connolly y la Orquesta del Metropolitan Opera dirigidos por Andrew Davis en 2011.