Si el R&B, género trillado donde los haya, tiene salvación (y redención) es gracias a trabajos como PROCESS del cantante, compositor y productor británico SAMPHA. PROCCES es un ejemplo de cómo van a ser los discos de R&B en un futuro inmediato y nosotros estamos muy contentos de que así sea.
SAMPHA SISAY debuta con este álbum. Pero se ha curtido trabajando con estrellas como Solange, Drake, Kanye West, Jessie Ware o nuestra querida Katy B antes de publicar este trabajo que nos ha cautivado desde el primer corte.
Es cierto que para quien no esté acostumbrado a estos nuevos sonidos -También etiquetados como neo soul- va a necesitar un par de escuchas para saber apreciarlos. A nosotros nos parecieron muy interesantes e inquietantes en la primera vuelta, porque queríamos mucho más y necesitábamos saber mucho más de su responsable. Además de despertar cierta ternura en nosotros con esas letras en las que nos cuenta su proceso vital.
Sisay ha realizado labores de producción con algunos de los artistas citados y en su disco también las cumple, pero además ha contado con la colaboración del productor escocés Rodhaid McDonald responsable de algunos de los mejores sonidos de The XX, Daughter o Vampire Weekend.
La crítica está bastante satisfecha con este trabajo que no baja de las cuatro estrellas. Solamente por la parte innovadora, las merece (incluso cinco). Aunque a los que no le gusta tanta innovación, y sean amantes de las de las grandes voces. Quizás piensen que le sobra la parte electrónica y que SAMPHA se luciría muchísimo más con unos arreglos algo más tradicionales. Es muy cierto que esa voz privilegiada no necesita ningún artificio de laboratorio. Pero, de momento, la gracia de PROCESS está precisamente en cómo mezclar una voz como la suya, con esos artificios empleados con tantísima inteligencia.
Aunque este álbum tiene cortes para todos los gustos. A los que acusen a este trabajo de ser demasiado moderno, les recomendaremos esa maravilla titulada (No One Knows me) Like The Piano.
Otro de los grandes aciertos es que a pesar de que Sampha haya trabajado con raperos, y que el R&B suela ir acompañado de algo de rap o hip hop en algunas ocasiones, en este álbum no hay ni una sola estrofa rapeada. En ese sentido, ha querido huir de lo obvio. Aunque si la hubiera incluido, el disco seguiría siendo igual de bueno y nos hubiera parecido exactamente igual de inquietante, interesante e incluso excitante.