The Kinks es quizás actualmente,
y con el paso del tiempo, el grupo que más he llegado a adorar y llegar a tener
una auténtica devoción por ellos, podría decir, que mi vida ha sido plena al
descubrir de cabo a rabo su discografía, su tremenda discografía, porque
hablamos de un grupo que hizo obras maestras absolutas en los 60, teniendo a los
Beatles y a los Stones como rivales de lo más feroces, cambiaron el estilo y
siguieron facturando joyas en los 70, e incluso en los 80 tuvieron la osadía de
competir con multitud de bandas, que en esos momentos dominaban el panorama
musical.
En 1968, se meten en el estudio para grabar un disco conceptual,
como homenaje por parte de su líder Ray Davies, a la vida en las aldeas inglesas
y por tanto a la inocencia e idealización de los tiempos pasados y a su gente.
Una de las características esenciales del disco, es que se nota que está pulido
al máximo, y que además, la evolución del cuarteto en ese momento alcanza un
momento álgido, ya que siempre digo que para mi Face to face marca el comienzo
de la cumbre del grupo, en Something else by the Kinks esa evolución es
gloriosa, pero en esta obra alcanza cotas supremas.
El álbum rebosa nostalgia y
melancolía, pero como sólo Ray Davies, con sus majestuosas letras y no menos
líneas melódicas, sabe hacer, para al final conseguir un compendio de temas de
una factura memorable. El tema Village Green sirvió como base para el disco con
esa letra que dice... "I miss the village green, and all the simple people..."
("Extraño la villa verde y toda su gente simple..."). Pero también hay emociones
y experiencias de amigos perdidos, memorias, poesía rural, marginación social,
fantasía infantil, abandono del hogar, etc... Desde luego, si hay un disco que
debe servir de referencia a la hora de componer, uno de ellos sería esta joya
mayúscula.
Como le pasa a muchas obras
maestras, el disco en su momento pasó bastante desapercibido, además no tuvo
nunca un single claro ni definido (quizás un hándicap de los discos
conceptuales, que son toda una suite seguida), pero como suele pasar en estos
casos, el disco se convirtió en álbum de culto con el paso de los años.
Esta sinfonía deliciosa o
simplemente tremenda comienza con The Village Green Preservation Society con
esas guitarras acústicas y la batería de Avory muy presente, pero curiosamente a
mi me parece un tema muy alegre para empezar, desbordando buen rollo. Do you
remember Walter, recuerda a un amigo perdido, pero con esa manera de cantar de
Ray Davies que te atrapa y los cambios de ritmo descomunales y esa melodía que
resuena en tu cabeza... Y llega Picture book, si hay alguien que no le gusta
esta canción, que venga que lo pongo fino... pero Dios del amor hermoso...
voces, coros, ritmo, GLORIA, eso es componer ¡¡¡guauuu!!! (¿verdad Joserra
Rodrigo?).
Johnny Thunder habla de un
tipo marginado... el Juanito Truenos que luego en discos posteriores, el propio
Ray Davies acogerá como Alter Ego, otra canción de coros memorables y unos
cambios de ritmo preciosos. Last of the steam-powered trains es la canción más
bluesera del disco sin duda, con ese aire a country también que le queda de
lujo. Big sky vuelve a elevarme por encima del suelo unos palmos, y aunque Ray
parece un narrador más que un cantante, al principio, es devastador como te
cuenta su aceptación estoica de la vida, adoptando ambos roles a lo largo del
tema (aquí empieza a gestarse su rama teatral). Si a estas alturas no se han
rendido a este grupo... Sitting by the Riverside contínua por la senda de Big
Sky, pero quizás de manera más oscura, y con multitud de notas y sonidos sonando
detrás. Animal farm es una maravillosa poesía de las que sólo Mr.Davies sabe
hacer gala, con esos arranques al cantar, para luego deleitarnos con una melodía
soberbia, de las de dejarte clavado y decir "eres el mejor". Village Green es
una pieza casi de la época de Mozart, es decir de música clásica, sonando un
piano como clavicordio... cosas del melotrón... delicia sideral... La la la
la... En Stratruck nos encontramos ante otra descomunal canción, porque lo de
esta melodía es abrumador... quizás los Kinks no eran los mejores
instrumentistas, pero se dejaban el alma en cada nota... Papa papa paraba...
Phenomenal cat es una fantasía para niños, encantadora, como sólo Ray Davies
sabe facturar. All of my friends were there es tan rimbombante y tan graciosa
que ha pasado a ser joyaca con ese cambio en la melodía, y esa manera de
cantar... bufff tela tela telita. Wicked Annabella es el tema más garagero, y
psicodélico del disco, poco explotado por el grupo, pero cuando lo hacían era
memorable, para describir a la pobre chica. Monica es otra tremenda melodía,
donde Ray canta a sus anchas y navega sobre una melodía que le premite jugar. Y
acaba esta abrumadora obra de orfebrería con People take pictures of each other,
un tema muy animoso y de gran calidad para redondear esta maravilla.
En definitiva, una obra
conceptual soberbia, donde hay pop, rock, blues, toques psicodélicos, sonidos
melódicos y armonías de una calidad superior, con esas guitarras acústicas que
te vuelven loco y 15 temas donde no hay altibajos, algo muy difícil de
conseguir, y en eso la selección de canciones está clavada. Curiosamente un
disco muy poco tocado por el grupo en directo, algo siempre misterioso que le da
todavía más aliciente a lo de "disco de culto".
Este post fue redactado por mi para Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Os dejo con esa maravilla
que es Picture book.