BASTA DE ODIO
No volveré sobre blancas arenas que al volar el viento
las lleva lejos y debajo hay piedras.
Duras piedras tiñendo aquella aterciopelada delicadeza.
No volveré a intentar poner derecho lo torcido,
ni siquiera viceversa.
Me quedaré mirando el movimiento del mar,
el sonido de las olas, el vuelo de los pájaros,
hasta tener la suerte de unirme a otros reinos,
para seguir de pie,
impune contra los rayos
y
sus luces intermitentes,
mis bellos enemigos que ya no están presentes,
y te encontraré más abajo,
con la corriente del agua cristalina,
hasta
volver conmigo
a encontrarme siempre.
Escribes muy bien. Saludos
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