27 de marzo de 2011

Ya salió Dibujantes n° 8, de Laino

El regreso de la clásica Dibujantes de Osvaldo Laino. Laino viene escaneando este magazine de la década del '50 que él mismo dirigía pero le da una vuelta de rosca al agregarle una nueva nota de un dibujante de la actualidad. Entonces tenemos dos revistas en una, la nueva y la clásica. Las mismas se pueden descargar desde su blog.

En esta octava entrega tenemos una entrevista actual a Cristóbal Crist Reinoso y el ejemplar original con Pedri Segui como nota de tapa. Este n° salió originalmente en Septiembre de 1954.


Ya que es la primera vez que hablo de la revista Dibujantes, vale aclarar de que trataba/trata la misma. En la ella se pueden leer reportajes a dibujantes del momento, notas realizadas por ellos, consejos de dibujo y de agencias de publicidad de la época (unas de las cosas más ricas en estas revistas -y en toda de esa época- son las publicidades sobre cursos de dibujo y materiales de ilustración). En los casi 4 años de vida de Lápiz y Papel publique tres notas de los pocos números que tengo... la idea es seguir publicando, pero mejor son los PDF de Laino, ya que se puede ver la nota con todo su contextom, su entorno.

 Con esta revista tengo un gran cariño. Yo dibujo (bien o mal) desde que era chico y una vez (a fines de 1993 o comienzos del '94 creo) un amigo de mi viejo alquilo una quinta. Fuimos a pasar un finde y a mi familia y a mi nos toco dormir en el ático de la casa. En ese piso había un baño de servicio. Llendo al baño, veo un caja llena de revistas (arrumbada al lado de la puerta del servicio), había ejemplares de Mecánica Popular y Dibujantes.

Tengo el recuerdo de que no entendía nada y no conocía ningún dibujante (yo en ese momento leía solamente revistas de superheroes de la Editorial Perfil y nacional conocía a Patoruzú, Mafalda, Diógenes y el Linyera y El Mafo Fafá), pero me enamoré de Dibujantes. Ahora de grande, al volver a ver las tapas, recuerdo que eran los primeros números, recuerdo mucho el primer ejemplar (con Divito), el 5 de Mazzone y el n° 7 de Ferro. Antes de irnos, le pregunte a mi tío si me podía llevar algunas (es más, hasta pensé en llevarme a escondidas alguna), pero al recibir una negativa desistí de todo intento.

Con el tiempo trate de buscar esos ejemplares, con la llegada de internet fui encontrando tapas y artículos sueltos y los fui juntando. Recién hace 3 años puede comprar 4 ejemplares (desde Rosario vía correo y dolorosos para el bolsillo, pero llenos de alegría para el corazón), los cuales voy poniendo de a poco acá en el blog.

Lo más lindo fue cuando me enteré (creo que fue por un boletín del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro) que Laino escaneó el primer n° (en el 2009) y desde ese momento ya van 8 ejemplares y contando!

Si pueden bajense todos los ejemplares y descubriran notas a Divito, Oswald, Caloi, Manteola, Oscar Grillo, José Luis Salinas, Ferro, Horacio Lalia, Adolfo Mazzone y muchos grandes de la historia del humor gráfico y la historieta argentina!

Me extendí un poco... pero se nota que me gusta esta revista, no?

Artefacto n° 40

Artefacto, la excellente revista virtual de Omar Zevallos ya llegó a su número 40.

Pero qué es Artefacto?, bueno es la revista virtual de todas las artes... Es una publicación mensual dedicada al quehacer artístico de nuestro país y del mundo, en palabras del propio Zevallos.

En esta edición  podemos ver una entrevista exclusiva con el gran Alfredo Martirena desde Cuba; también un sentido homenaje al maestro Ferro y mucho más.

Los invito a que la descaguen y la disfruten como yo!

Continuará... Patoruzú

Otro domingo más y otra entrega de Continuará..., el hermoso programa de Juan Sasturain.

En esta edición tenemos la historia de Patoruzú, sus revistas y personajes. También podremos ver un fragmento de la charla que realizó Eduardo Ferro en la Feria del Libro del 2008, contando sobre el modo de trabajo de Dante Quinterno.

Menos palabras y más videos:







Continuará...

22 de marzo de 2011

Continua la muestra "Nos Tocó Hacer Reír" en la UADE


UADE Art invita a recorrer la muestra "Nos tocó hacer reír", la primera de la temporada 2011, que estará abierta hasta el 29 de abril, en Lima 775, de lunes a viernes de 12.00 a 20.00. La exhibición refleja 200 años de la Argentina, desde los inicios del humor gráfico y la historieta en el país hasta la actualidad. Se trata de una iniciativa de la Cancillería para ser presentada en la Feria del Libro de Frankfurt 2010. 

La muestra está organizada a partir de diferentes ejes: Fundaciones, Tierra, Urbe, Nunca más, y ¿Dónde está Oesterheld? Se podrán ver trabajos de Bacle, Caloi, Cascioli, Divito, Ferro, Fontanarrosa, García Ferré, Landrú, Maitena, Nik, Nine, Quino, Rep, Sábat, Sasturain, Sendra, Sirio, y Tute, entre otros grandes autores. 

Descargar:

- Catálogo de la muestra-
Para descargar el
 audio de presentación y guía de la muestra, click aquí.

 

Información General

UADE Art

Lima 775
Cód. Postal: C1073AAO
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(54 11) 4000-7648 / 7353
[email protected]

Ingreso libre y gratuito contra acreditación de identidad


Horario y condiciones de ingreso:
- Lunes a viernes de 12:00 a 20:00hs. 
- Sábados, domingos y feriados: cerrado.
El ingreso finaliza 15 minutos antes de la hora de cierre. 
La entrada es libre y gratuita contra acreditación de identidad.

21 de marzo de 2011

Pequeño homenaje de Crist a Eduardo Ferro

El Mar Negro

Al ser homenajeado en Alcalá de Henares MORDILLO flanqueado por MINGOTE y QUINO dijo entre otras cosas que la patria es la infancia .En realidad RILKE dice que la infancia es la patria de la vida, esta perla comentaba hace tiempo con un amigo en mi ciudad natal, Santa Fe y agregó que George Bataille sostiene que la literatura es la infancia al fin recuperada. Conmovido ante tanta certeza me apresuro a recuperar retazos de esa patria. Con una imaginación desbocada me levantaba a cumplir las pequeñas tareas que mi madre me encomendaba durante el día ya fuera acomodar el desorden que dejaban mis juguetes en el patio, darle de comer a las gallinas o ir a la panadería . Aquí tenía una compañerita del colegio un poco mayor que yo Zunilda se llamaba, para mí Zuni, la panadería el rimbombante nombre de Integral .Llegaba con mi insignificante humanidad hasta el mostrador y pedía lo que me habían encargado y si era época de cometas Zunilda me daba unas hojas de papel muy liviano y blanquísimo con el que envolvían los pedidos de confitería. Regresaba con el corazón palpitante por el gesto de la niña y por el tesoro que llevaba en la mano libre de bolsas .Un potrero que albergaba una cancha de fútbol y la yegua que dejaban suelta los verduleros de mi calle se transformaba en un campo de exhibición de esos pavos reales de papel que los chicos traían de la mano de sus padres. Enormes mediomundos con los colores de Boca Juniors azul y amarillo con largas barbas de flecos y zumbadores que indicaban su imponente presencia, estaban también las cometas de Colón el equipo mas popular de Santa Fe rojas y negras que se confundían con las de Newels Old Boys que eran negras y rojas . Algunas tenían forma de barco y otras eran de una ingeniería superior pensábamos al ver esos cajones con cuatro aletas verdes y amarillas trepando mágicamente el cielo de mi barrio. Había algunas de muy humilde presencia, cuadradas a las que no se por que llamábamos tarascas cubiertas de información y que supongo pesadas por el papel de diario y el engrudo de harina y agua con que las pegábamos. Cuando veo hoy en mi mesa de trabajo un cemento en aerosol pienso en el peso que hubiésemos ahorrado y quien sabe a que altura llegarían nuestros sueños .Estos toscos ingenios tenían de contrapeso unos trapos con infinitos nudos que armaban una cola en cuya punta a veces les atábamos una hoja de afeitar que llamábamos YILE me imagino que por GILLETTE. Estos cazas furtivos tenían la agresiva misión de cortar los hilos de las mas pretenciosas .Para aguantar la fuerza que tenían en el aire las mas grandes necesitaban un hilo especial choricero que es el que se usa justamente para hacer chorizos de cerdo. El papel bueno siempre fue caro, me era imposible a veces conseguir unas hojas de ese papel de barrilete para las combinaciones mas audaces que se me ocurrían y por lo tanto quedaba afuera de la competencia en cuanto a la calidad de los materiales con que fabricaba mis cometas, por las cañas de la india no había problemas siempre podía faltar la que sostenía el alambre galvanizado donde mi madre colgaba la ropa y al hilo me lo daba Armando el zapatero porque le hacía algunos mandados. Solo quedaba el refugio de la imaginación para aquellas cometas tan blancas y radiantes vestidas con el papel que me daba Zuni. Este era el momento de la aparición del artista . Langostino Mayonesi el navegante solitario y su pequeño barco CORINA el personaje de FERRO surcaba los mares del espacio o AVIVATO de LINO PALACIO caminaba por la brisa del techo de mi casa, El gnomo pimentón de BLOTTA o DON INCOLA o TARALETI o tantos como papel me diera ZUNILDA o la llegada de la época de los trompos que nos hacia olvidar de las cometas. Eran otros tiempos poblados de fantasía y de mis primeros amores en el dibujo, creía que el mundo eran las cuatro cuadras alrededor de la casa de mis viejos y que la geografía era tan loca como yo y el MAR NEGRO era de tinta china dibujado por ALBERTO BRECCIA.

Fuente: cosmoscrist

20 de marzo de 2011

Pasión de multitudes: Quino y Sábat en un encuentro inolvidable

A usted tampoco le gusta la sopá como a Mafaldá ?” Así, con acento francés, una docena de bajitos que no superaban los 10 años entrevistaron a Quino en el stand Café de Buenos Aires del Salón del Libro de París. La cita fue ayer por la mañana y los chicos –alumnos de la École Argentine à Paris, para hijos de familias franco-argentinas e hispanoparlantes residentes en Francia– llegaron a la cita ansiosos y felices, tanto como sus padres que terminaron el encuentro derramando lágrimas de emoción por el dibujante y humorista argentino.

“Claro que me gusta la sopa –le respondió Quino al pequeño de flequillo rubio que no superaba el metro de altura–. Pero en las tiras de Mafalda la sopa representaba a los gobiernos militares que hubo en nuestros países: algo que no nos gustaba ni podíamos tragar, pero que teníamos que aguantar”.

HISTORIETISTAS DE LAS DOS ORILLAS.
QUINO Y SABAT JUNTO AL FRANCES BANTU, EN EL CENTRO
 Por la tarde y en el mismo lugar, una multitud –en su mayoría franceses, gracias a la traducción simultánea, o latinos radicados aquí–, también indagaba a Quino y a Hermenegildo Sábat sobre su trabajo en los tiempos difíciles. Fue durante la mesa “Ilustración y humor” que tuvo un entrevistador de lujo: el dibujante Plantu, todo un ícono para los franceses gracias a sus ilustraciones políticas para el diario Le Monde.

Aunque si se rebobina en orden cronológico, Quino ya venía desde la noche del viernes dando el presente en el Salón del Libro. Entonces participó de una mesa polifónica: lo acompañaban en el escenario el escritor irlandés Michael Collins y el islandés Bragi Olafsson, los tres con una intérprete, por lo que las preguntas y respuestas iban y venían del español al inglés, daban un salto al islandés y aterrizaban en francés. Así, una frase de apenas un renglón, como con la que Quino cerró su intervención (“Mi intención siempre fue hacer pensar a la gente, más que hacerla reír”) se demoraba varios minutos navegando de un idioma a otro. Cosas del mundo globalizado.

Pero como dice el dicho, “los niños primero”. Y vale la pena seguir por ahí, porque los chicos que participaron del encuentro con el creador de Mafalda lograron un clima que difícilmente se vuelva a repetir. Quino los trató como un abuelo cariñoso y paciente, interesándose por sus vocaciones e impulsándolos a “exprimirlo” con preguntas. “Después van a llegar a sus casas y van a decir: ‘Uh, cómo no le pregunté esto o lo otro’. Así que aprovechen”. Y los francesitos de sangre criolla aprovecharon. “¿Cuánto tiempo le lleva hacer un dibujo? ¿Cuándo empezó a hacer historietas? ¿Cómo se le ocurrió el nombre de los personajes?”, y así hasta el infinito. Quino no sólo les respondió a todos, sino que además les regaló secretos y anécdotas. Por ejemplo, que Guille es el nombre de un sobrino suyo que hoy anda por los 50 años y que trabaja como flautista, pero que “de chico era despelotado y decía muchas malas palabras”, como su personaje, el hermano de Mafalda. O que Raquel, la mamá de Mafalda, es en realidad el nombre de su dentista. Sin embargo, en cada respuesta trataba de dejarles un mensaje: “Tienen que estudiar y prepararse mucho para lo que sea que elijan hacer de grandes. Yo abandoné la carrera de bellas artes porque me cansaba de copiar naturalezas muertas o de estudiar la geometría del espacio, y cuando quise dibujar un estadio de fútbol, no sabía cómo hacerlo porque no conocía la técnica”. Además, les recomendó buscar siempre respuestas a sus dudas. “Mis personajes trataban de entender el porqué de las guerras, de las injusticias, de lo que les molestaba. Aunque la tira estaba pensada para los grandes, me di cuenta que los chicos también se hacían las mismas preguntas”. Una nena de anteojos redondos y ojos más redondos todavía, quiso saber qué diría hoy Mafalda del mundo . “Ufffffffff”, fue la respuesta, sin idioma, pero que entendieron todos.

EL PADRE DE MAFALDA. RESPONDIO A LAS PREGUNTAS DE LOS MAS CHICOS
Y LOS ACONSEJO: “TIENEN QUE ESTUDIAR”
 Algo similar preguntaron los mayores por la tarde cuando compartió la mesa con Sábat. El anfitrión local, Plantu, abrió el juego manifestando su admiración por estos dos argentinos “inmensos”, mientras pasaba en una pantalla trabajos de ambos, que conocía como si les hubiese dedicado una tesis doctoral. El público rebalsaba y no había un hueco que pudiera dejarle lugar a más admiración. Sábat le dedicó muchos de sus retratos y trabajos a personalidades de la cultura francesa, y ese lenguaje de puros trazos que atravesaba los televisores de plasma fue uno de los ejes de la charla.

“Mi trabajo de todos los días es la caricatura política, sin palabras, sólo el dibujo –compartió Sábat–. Al principio eso me resultaba muy difícil, porque el lector debe interpretar fielmente lo que uno quiere transmitir. Pero a la vez esa posibilidad me permitió ‘decir’ cosas en momentos muy difíciles que hubo en mi país; todavía tenemos momentos difíciles, pero por otras razones”. Alguien del público le recordó que por uno de sus dibujos lo habían tratado de mafioso . “La persona que lo dijo lo hizo ante 50 mil personas, y todavía es la presidenta de la Argentina . Ni entonces ni ahora respondí a ese comentario, porque no me compete”, agregó.

El creador de series inolvidables de acuarelas, pinturas y dibujos de Gardel, Piazzolla, Charlie Parker o Louis Armstrong, entre otros, además de ser un contador de anécdotas que hipnotizaron a la audiencia, reveló que tuvo que esperar dos años antes de poder hacer una caricatura del dictador Videla mientras éste gobernaba la Argentina, o los llamados de generales que recibía el diario para protestar por alguna de sus creaciones.

A su lado, con sus frases cortas y contundentes, y hasta con sus silencios, que contaban más que una enciclopedia, Quino asentía y trataba de no sonrojarse ante las frases de cariño de la gente. Sólo se puso colorado cuando hacia el final, Plantu dibujó un aura de santo y se la colocó detrás de la cabeza. “Un aplauso para San Quino”, pidió. Y nadie se atrevió a hablar de herejía.

Nota publicada hoy en el diario Clarín
Por EZEQUIEL MARTÍNEZ
Paris, Francia. Enviado Especial

Continuará... Quino / Mafalda

Otra tarde más de domingo y seguimos disfrutando de otro genial capítulo de la serie de Juan Sasturain: Continuará..., ciclo dedicado a la historieta y el humor gráfico argentino.

El domingo pasado postee el capítulo dedicado a Roberto Fontanarrosa e Inodoro Pereyra, hoy podremos ver uno que tiene como protagonistas a Quino y a su hermosa Mafalda.

Espero que se realizen más programas, capítulos como estos, tendrán sus fallas, pero es lindo ver como se acerca la historia de este maravilloso genero a la gente.

A disfrutar!






Continuará...

15 de marzo de 2011

Foto del día: Bienal del Humor y la Historieta de Córdoba (1972)


1a. Bienal del Humor y la Historieta de Córdoba (Argentina), 1972.

Entre otros: 1. H. G. Oesterheld - 2. Quino - 3. Caloi - 4. “Turco” Salomón - 5. Lorenzo Amengual - 6. Oscar Steimberg - 7. Lino Palacio - 8. Alberto Cognini - 9. Coco Feldman - 10. Fontanarrosa - 11. Kalondi - 12. Alberto Breccia - 13. Crist - 14. Rafael Sábat - 15. Bróccoli - 16. Hermenegildo Sábat - 17. Blanca Sábat - 18. Alfredo Sábat

14 de marzo de 2011

Abrevaya y Guinzburg: Y dónde están los guionistas?, olvido de Tabaré?

No recuerdo si conté como empecé a leer y coleccionar libros/revistas de humor gráfico, pero a modo de introducción les comento que cuando yo era chico leía los libros de mi papá (El Mago Fafá, Mafalda, etc.) y entre esos libritos estaba/hay un libro de Diógenes y el Linyera n° 3 de Aceituna Editorial.

En Febrero, como de costumbre, leí la contratapa de Clarín y veo un chiste de Diógenes y el Linyera que me llamó la atención, pero ahí quedo. Con el tiempo me pasó lo mismo varias veces y caí en la cuenta que eran los mismos chistes redibujados de ese libro. La historia del Linyera yendo a Mar del Plata:




 Lo que me hizo ruido es que son exactamente las mismas tiras redibujadas, con el mismo guión escrito en los 70's por Abrevaya y Guinzburg... pero al ser los mismos, por que no aparecen en las tiras redibujadas y solo aparece el nombre de Tabaré?

Al día de hoy la historia sigue, pero me pregunto por que no aparecen los nombres de los guionistas? Error de Tabaré o del "gran diario argentino"?



13 de marzo de 2011

Continuará... Inodoro Pereyra / Fontanarrosa

Para esta tarde fresca de domingo, nada mejor que disfrutar unos minutos con este capítulo de la genial serie de Juan Sasturain: Continuará..., ciclo dedicado a la historieta y el humor gráfico argentino.
Se realizaron varios programas dedicados a grandes personajes y personalidades de la historieta argentina y en esta ocación le toco el turno a Inodoro Pereyra y Roberto Fontanarrosa.
A disfrutar!




Continuará...

9 de marzo de 2011

Homenajes a Ferro

Por Liniers:


Por REP:

Ferro por Sasturain

Nota aparecida en el diario Pagina/12 el pasado lunes:

Arte de ultimar Ferro
por Juan Sasturain

La semana pasada se murió, muy viejito y glorioso, Eduardo Ferro. Uno de los mejores humoristas gráficos y creadores de historietas que ha dado este país. Y de los más queridos. Las crónicas recordaron que había nacido en 1917 en Avellaneda, que empezó a publicar a los 17 y que trabajó siempre, hasta que ya no pudo. Aunque hizo tiras en los diarios –la más famosa fue el Chapaleo (sólo él podía hacer una tira diaria con el personaje de un buzo), que estuvo años en la contratapa de La Razón–, su obra está ligada indisolublemente a las revistas, a los semanarios de Dante Quinterno: Patoruzú –desde los años treinta– y Patoruzito, a partir de la década siguiente. Y publicó siempre ahí –recordaron las crónicas– prácticamente hasta que desaparecieron. Calculemos: lo de Ferro son más de cincuenta años haciendo chistes, ilustraciones y, sobre todo, creando personajes inolvidables. Una barbaridad.

Ya en términos más personales, me parece que el apogeo creativo y el mejor momento –en cuanto a repercusión popular– de Ferro debe estar entre los años cincuenta y el primer tramo de los sesenta. Si tuviera que elegir por el dibujo, por ejemplo, pocas cosas suyas me gustaron más que los pesados gauchos (más los perros y esos caballos de vasos anchos) de la sección “Pampa bárbara” –un clásico del anuario de Patoruzú– o las ilustraciones camperas para los cuentos del bolacero Don Rosa, escritos por Mariano Juliá. También dibujaba muy lindos guapos de barbijo y escenas orilleras. Bah: dibujaba todo bien, Ferro.

De sus personajes de historieta –propios de la época: tipos marcados por una única característica siempre repetida en tres o cuatro cuadritos autoconclusivos–, todos ellos publicados en Patoruzú, el que más pegó, al principio, fue el gordito Bólido. De párpados a media asta y jopito y labio inferior algo caídos, el lento cadete adolescente fue marca registrada, se convirtió en apodo, apelativo popular. Hoy sería absolutamente incorrecto. De esa primera época son también Cara de Angel y El Fantasma Benito (que le “regaló” Quinterno), de largo recorrido pero menos originales. Con el tiempo, ya alrededor de los sesenta y en el mismo semanario, Ferro crearía, junto a la loquita Pandora, otro personaje perdurable ya desde la figura: Tara Service. Ese gordo de holgado mameluco, oso grandote de ojitos juntos y manos torpes como rodillas, icono de los técnicos que arreglan todo con alambre y que no dejaba televisor o electrodoméstico sin destrozar, tuvo y tiene la presencia de un clásico.

Sin embargo, la memoria colectiva y el juicio de la crítica –si cabe– asociará por siempre el nombre de Eduardo Ferro al de su máxima creación: Langostino. No cabe duda de que es lo mejor que hizo, acaso porque es lo más libre y loco, donde mejor se expresó. Se publicó desde el número inicial de Patoruzito, en la primavera de 1945, y llegó hasta el final del semanario como tal, hacia 1962. El hecho de que Langostino –a diferencia de sus otros personajes– se publicara en una revista de historietas de aventuras con estructura folletinesca de “continuará” y al ritmo de una página por entrega, fue acaso determinante de su originalidad.

Langostino, “navegante independiente”, según la definición que le impondría Ferro, nace paradójicamente condicionado. Sugerido por el jefe Quinterno para medrar en la estela de la fama del histórico Vito Dumas, navegante solitario y héroe nacional de la época, Langostino Mayonesi (tal su nombre completo) es en el principio un grotesco barquero del Riachuelo que sólo aspira a comprarse su propia lancha –la bella Corina– y salir a recorrer el mundo. Hay cierta rigidez en el dibujo inicial –esa mandíbula inferior prominente le serviría, como al pelícano, para pescar– que se afloja con el correr de las páginas y las aventuras, cuando finalmente Corina pone proa al mar abierto, metáfora de la libertad en todos los sentidos.

Así, Langostino, como sucedía con la otra obra maestra que publicaba Patoruzito en la página de al lado, Don Pascual (antes Mangucho & Meneca), del increíble Roberto Battaglia, se irá transformando, con el tiempo, en un ámbito propicio para la invención narrativa absoluta, un espacio libre para la creatividad y el saludable, poético, disparate.

Todo puede pasar en las aventuras de Langostino cada vez que, cantando y trepado a Corina –cada vez más chiquita, casi una palangana saltarina alrededor de sus pies y sobre las olas que apenas toca– alguien se cruza, un pájaro hablador se posa, un submarino emerge, una tormenta lo deposita en ínsula extraña, alguien lo pesca con red, una frontera con inesperado guardia anfibio lo detiene. Lo notable es que, cada semana, en el cuadrito final de abajo a la derecha, el autor participaba al lector (o “con el lector”, mejor) de la incertidumbre por lo que se venía: “¿Y ahora? ¿Quién será éste?” o, si no: “¡Pobre Lango! ¿Cómo zafará de ésta?”. Y hoy no nos cabe duda de que el propio Ferro, creador sin red, iba saludablemente descubriendo las aventuras con su propio personaje y frente a los deslumbrados, cómplices lectores.

Langostino no era un héroe, ni siquiera un antihéroe: sólo estaba ahí, a lo que venga. Bonachón, suspicaz e ingenuo a la vez, con arranques de ira, debilidades múltiples y una nobleza básica, a menudo caía –como en las invenciones de un Jonathan Swift sin acidez– en países extraños de idiomas o costumbres singulares, pretexto para finas ironías; se veía envuelto (por confusión, por torpeza, por tonta codicia) en los delirios de gobernantes megalómanos, reinas locas y casaderas o tribus delirantes que permitían la sátira liviana. Al principio y al final estaba, siempre, la bendita libertad; el ideal del vagabundeo sobre un mar cuyas olas, perfiladas limpiamente y con trazo a veces tembloroso, nadie dibujó mejor.

El hermoso dibujo que acompaña esta nota no es de Ferro. Es un homenaje que le hizo hace un tiempo el gordo Oscar Grillo, notable, incombustible dibujante argentino que vive famosamente en Londres desde hace mucho pero que no se olvida de dónde viene. No sabría, no podría, no querría hacerlo. Grillo (re)dibujó al Langostino de Ferro junto al Popeye de Segar –“El cuento de dos marinos”– como quien deja constancia y rinde tributo a la belleza, la inteligencia y el arte que nos tocó vislumbrar ya de pibes, diseminado, disimulado en las páginas hoy amarillentas de las revistas de historietas.

Eduardo Ferro es parte definitiva de ese memorioso patrimonio que agradecemos.

4 de marzo de 2011

Adios al maestro Ferro

Hoy es un día muy triste. Me entere hace unos minutos y me bajoneo.

Hoy a los 93 años nos dejo Eduardo Ferro, creador de Langostino, Tara Service, Chapaleo y varios personajes mas.
Yo no fui su alumno, me hubiera encantado serlo, solo tuve "trato" (por así decir) con él luego de que le fuera entregado el Premio Quevedos. Fui a dos de sus charlas, la que realizó con Carlos Garaycochea (la cual filme y nunca edite) y la que realizó en la Feria del Libro del 2008.

Una tristeza muy grande. El humor gráfico y la historieta argentina pierde a un prócer, a un MAESTRO con todas las letras!

En sus 77 años de carrera solamente se público un solo libro de él... esta triste noticia será razón suficiente para tener un libro compilatorio de su obra?

Gracias maestro! Gracias por los dibujos, la onda y la risa! Se fue una GRAN persona, un espíritu hermoso! Gracias Ferrito!