(...) "Yo me crié con el Pato Donald, con Disney. ¿O ahora lo tengo que ahogar al Pato Donald?" (...) Diputado Miguel Heredia.
(...) "Mi perro llega a ser un salvavidas famoso y mis sobrinos serán brigadiers-generales. ¿A qué mayor honor puede aspirar un hombre?" (...) Pato Donald en Disneylandia N° 422
(...) Sólo desde otra manera de concebir el mundo puede asignarse un valor al cambio de las estructuras. A la inversa, la aceptación acrítica de las pautas culturales establecidas, significa la consagración del mundo heredado. Aún cuando, es preciso repetirlo, haya cambiado de manos la propiedad de losmedios de producción. Lo que interesa es el funcionamiento de la estructura y no sus presuntos contenidos: que el patrón sea uno u otro, que el administrador sea funcionario de una empresa privada o del estado, no modifica, sin más, la relación que los obreros establecen con la producción. El salto cualitativo se refiere a las características que asume esta relación, a la cultura que se generó a partir de las formas concretas de una existencia que tienda a la creciente participación de todos en todo. (...) Nada escapa a la ideología. Nada, por, lo tanto, escapa a la lucha de clases. ¿Es preciso añadir que no se trata de tomar el caso Donald como si fuera el único enemigo? Donald es la metáfora del pensamiento burgués que penetra insensiblemente en los niños a través de todos los canales de formación de su estructura mental. Es la manifestación simbólica de una cultura que vertebra sus significaciones alrededor del oro y que lo inocenta al despegarlo de su función social. Si el capital es tal en tanto constituye una relación social, el oro acumulado por un avaro como Tío Rico no tiene ninguna responsabilidad. Es neutro. Él dinero no aparece como un elemento de relación entre un capitalista y la sociedad, por lo tanto pasible de injusticias" (...) Héctor Schmucler - Donald y la Política, en Para leer al Pato Donald de A. Mattelart y A. Dorffman.