Amanezco con los diarios desde que tengo memoria aunque he cambiado hábitos en el consumo, como Ud estimado lector.
Ya no soy la misma que tomaba la leche frente al TV riendo sin entender La Noticia Rebelde pero sigo riendo frente a la abrumadora productora de noticias mientras termino el cigarrillo y repaso las tapas virtuales de los periódicos (periódicos que ya no tienen período determinado!). La risa (qué tema para Bajtin) ya no es la misma.
Esta semana me disparó la espectacularización de la vida cotidiana. Plasmada de contradicciones académicas, la noticia ya no es el hecho noticioso de los manuales de periodismo. La fuerza instituyente de la intimidad como show, como algo que debe ser exhibido en público para lograr una trascendencia, hace tambalear las estructuras instituidas de la modernidad.
He
aquí un caso puntual que puede ser una pequeña unidad de análisis.
Se podrían desprender infinidad de variables referidas al tema, desde la implicancia de la dominación masculina, la falta de reconocimiento de la cuestión de género, la sanción social que se fundamenta en el capital simbólico de un uniforme escolar o el rol social mismo de la institución escuela. En fin, muchas, muchas cuestiones...prefiero preguntarme por otro valor que aporta alguien que no conozco pero que sugiere lo siguiente:
“Dar a ver, exponer la intimidad es un tono epocal. Los jóvenes nacieron espectadores, quizás vieron primero el ojo de una cámara que los de su propia madre; sus partos fueron filmados. Hechos como éste deberían ayudarnos a pensar esta realidad con menos prejuicios” (Daniela Gutiérrez, pedagoga).
La frase dio vueltas en mi cabeza marcando presencia en algunos
post y preocupaciones sobre las nuevas tecnologías y esto del 2.0 que nadie entiende muy bien. Así podríamos explicar facebook y la manía de espiar narcisos ajenos diría un amigo. Gilles Deleuze, proponía a mediados de los noventa revisar desde la subjetividad el rol que la sociedad les asigna a los individuos y crear nuevos dispositivos de poder que fueran capaces de oponer resistencia al panóptico web (...) "crear interferencias e interrupciones, huecos de incomunicación, como una tentativa de abrir el campo de lo posible desarrollando formas innovadoras de ser y estar en el mundo" (...).
¿Cómo contrarestar el nuevo régimen de poder? Si la "sociedad disciplinaria" de la que hablaba Michel Foucault ha dado paso a este otra realidad, ¿cómo se han transformado los cuerpos, las formas de ser y estar? ¿Cómo se "escamotea" en términos de De Certau, el sujeto en esta nueva matriz? ¿Será que no queda más explicación que la de Pierre "la resistencia puede ser alienante y la sumisión liberadora"?