Christine Collins (Angelina Jolie) es una madre soltera que vive en Los Ángeles en 1928 y trabaja como operadora de telefonía. Un día deja a su hijo solo en casa por culpa del trabajo y cuando vuelve a casa él no está, ha desaparecido dejando a Christine sola ante la búsqueda del niño y sin ayuda de la policía que remitiéndose a su política hasta la mañana siguiente no lo empiezan a buscar.
Pasan unos meses en los que Christine está desesperada, sabe perfectamente que algo malo le ha ocurrido a su hijo y entonces alguien la llama a casa: han encontrado a su hijo en Illinois al que un vagabundo había retenido. Cuando va a buscarle a la estación de tren acompañada por el capitán y otros agentes de policía y el niño sale del tren en seguida se da cuenta de que ese no es hijo. Sin embargo, el agente, para no quedar mal ante la prensa asistente y no hacer aún más mella en la mala fama del cuerpo, la intenta convencer de que ése sí es su hijo, que debido a que está confundida por todo el dolor que ha sufrido no puede ver la realidad.
Christine se lo lleva a su casa sin estar en absoluto segura de que sea su hijo y ya allí comprueba que a pesar del gran parecido ese chico no es carne de su carne: mide menos, no habla exactamente como él e incluso está circuncidado. Al día siguiente va a quejarse al agente de policía asegurándole que se han equivocado, que tienen que seguir buscando a su pequeño, pero nadie le hace caso y aquí comienza la dura historia de esta mujer, que por cierto ocurrió de verdad ya que la historia está basada en hechos reales.
Durante todo un año Christine sufre todo tipo de atrocidades y todo por querer descubrir la verdad de lo que le ha pasado a su hijo. Es una historia muy dramática; tanto Angelina Jolie como John Malkovich (que resulta crucial en la historia) cumplen genial su papel, te crees perfectamente lo que está pasando. Clint Eastwood consigue de nuevo hacer una película con encanto, con un ritmo pausado sin resultar aburrida y con un componente de denundia enorme contra el sistema que tenemos en el que el poder y la corrupción están a la orden del día.
Nota: 7'5
Lo mejor: La historia en general es muy buena (lo que no me gusta es que ocurriese realmente), la película va cogiendo ritmo y se va haciendo cada vez más interesante acabando de una manera impresionante.
Lo peor: Al principio es lenta, pero cuando la trama empieza ya no te das cuenta del tiempo y solo te centras en la historia y su dureza.