Improntas.
Entretejidos en un
manto de disparidad desordenada
se configuran
semblantes de muy diverso calibre;
amalgama confusa e
inconexa que busca definirse.
Crisol inveterado de
formas y estilos,
sentido equidistante
con que se expresa las almas
proponiendo
alternativas a la sustancia uniforme.
Es el fuego que
reside en el seno de los cuerpos
y que nutre las
carcasas con que vestimos los días,
elemento imprescindible
para así dar con la clave.
Es nuestra luz
distintiva; nuestra enseña, nuestra marca;
con que salimos al
mundo en pos de significados
mientras buscamos un
eco que devuelva nuestro grito.
Como estrellas en un
frío cielo nocturno,
emitimos nuestro
brillo en todas las direcciones
por si alguien nos
avista y se encomienda a nosotros.
Cada cual tiene su
chispa; que difieren bien del resto;
e intentamos dar un
uso a ese fulgor genuino
antes de que se
apague y se diluya en la noche.
Así somos y sentimos…y qué bello lo has descrito…
ResponderEliminarPrecioso post…
Bsoss!
Muchas gracias, Ginebra. Tan sólo pretendía ser un reflejo de ese anhelo común que todos compartimos. Me alegra saber que, al menos en parte, he logrado mi objetivo.
EliminarSaludos afectuosos.
Seguro que mi pensamiento se aleja mucho de aquel que dio vida a estas palabras pero al leerte me ha sugerido la mezcla de pertenencias personales que albergamos, como cada uno de nosotros con sus particularidades se enfrenta al mundo tratando de compartir y recibir creándose así relaciones y búsquedas.
ResponderEliminarLo que llevamos, lo que mostramos, lo qur compartimos y lo que reservamos...todo lo somos, ante los demás pero sobretodo ante nosotros mismos.
Como siempre preciosas palabras mi Señor...que mal acostumbrada me tienes!!!;)
Besines dulces
A Tus pies
No creas que se aleja tanto. Es más, yo diría que no puede resultar más coincidente.
EliminarAlgo estaremos haciendo bien para que así sea.
Un beso y un azote, mi dulce y "convergente" sierva.