RARO,RA.
Volviendo a casa después de un día altamente consumista y estresante en tiendas de ropa abarrotadas y también relajante en librerías (que es más destacable), me he topado con un personaje bastante peculiar.
-Escena-
Un hombre ya entrado en años, algo desaliñado y de rasgos bastante toscos, podría incluso llegar a decir (aún a riesgo de equivocarme) que tiene un problema con la bebida.
-Escena-
Un hombre ya entrado en años, algo desaliñado y de rasgos bastante toscos, podría incluso llegar a decir (aún a riesgo de equivocarme) que tiene un problema con la bebida.
Detenido frente al escaparate de la tienda, asomado al cristal obserba atentamente cada movimiento de la dependiente, sin que se le escape gesto alguno de la muchacha y lo plasma con agilidad en un enorme bloc de dibujo con su carboncillo.
Mi pequeña e ingenua visión del arte le daría una buena oportunidad a este hombre.
Me he dado cuenta, me doy cada día más cuenta de que me encanta lo raro, todo aquello que escapa de la norma.Y aunque los años hacen que uno cambie muchos rasgos de su personalidad, me siguen cautivando y siempre lo harán las causas perdidas.