Probando, probando...
Este cuadro va más lento que un día sin pan.
Hoy lo he cogido de nuevo y le he pegado un meneo a la parte del telar probando el uso de las transparencias.
Es un asquete por lo de mezclar el barniz con la trementina e ir probando el grado de transparencia del color, pero los resultados son asombrosos: si pintamos un cuadro con óleo opaco sin más, se le pueden dar profundidad, volúmenes sombras y lo que queramos, pero si además le metemos capas de pintura transparente sobre lo ya pintado, la gama de colores aumenta considerablemente al permitirnos aplicar sobre un fondo ya pintado otras tonalidades que permiten ver lo que ya había pintado fundiéndose con ello.
Hoy lo he cogido de nuevo y le he pegado un meneo a la parte del telar probando el uso de las transparencias.
Es un asquete por lo de mezclar el barniz con la trementina e ir probando el grado de transparencia del color, pero los resultados son asombrosos: si pintamos un cuadro con óleo opaco sin más, se le pueden dar profundidad, volúmenes sombras y lo que queramos, pero si además le metemos capas de pintura transparente sobre lo ya pintado, la gama de colores aumenta considerablemente al permitirnos aplicar sobre un fondo ya pintado otras tonalidades que permiten ver lo que ya había pintado fundiéndose con ello.
Por el momento sólo lo he aplicado en las maderas del telar, en el reflejo del espejo, la silla y la devanadora, que tiene los hilos sin detallar. Eso lo dejamos para lo último.
Tengo unas ganas tremendas de probarlo en el vestido que es donde mejor se puede usar a la hora de conseguir diferentes calidades en las telas, o al menos es lo que siempre me llamó más la atención de los cuadros que había visto.
Mañana estará seca la parte "transparentada" de hoy y podré seguir con el resto. Le faltan mil y un detalles y quiero reformar la cara.
No es "la hostia" pero es bonito :-)