- Paso número 1: ilusionarse profundamente.
- Paso número 2: comenzar a darle vueltas a la cabeza.
Los mejor es comenzar con cosas del tipo de "
qué hay que poner en el texto", "de qué color te gustaría que fuese el sobre, la letra..." y entonces se sigue por comenzar a mirar sitios donde se dediquen profesionalmente a hacer este tipo de cosas. Ahí es donde comienza el dolor de cabeza: los precios suelen ser de caer de culo, nunca
NUNCA encontrarás algo que satisfaga plenamente lo que buscas y lo que es peor aun
: "Maripili -mismamente- tuvo el mismo diseño de invitaciones que tú..."
- Paso número 3: decidir que uno mismo no es un inútil en potencia y que es capaz de hacerse él mismo las puñeteras invitaciones, todo sea por ahorrar algo -mucho- de dinero.
En este paso, se miran tipos de papel para el tarjetón, tipos de sobres... Y todo se dispara en cuanto se intenta repetir los diseños que viste en las imprentas y demás, con lo cual, la suma final acaba siendo una salvajada.
- Paso número 4: que se te encienda una bombilla.
Coges el
Corel y, después de darle muchas vueltas, vas de cabeza al
Scribus y creas dos cuadrados de texto: uno grande para el texto general de "
nos casamos en tal sitio a tal hora, el día tal, llámanos si no vienes y nuestro teléfono es el tal" que se ha de justificar centrado para que quede más bonito. Luego se crea otra caja de texto que se rota 90 grados para poner los nombres en los laterales.
Para esto último es muy útil leerse
este pequeño manual de Scribus y además tendrás la conciencia limpia y tranquila al saber que estás utilizando software libre y que el programa que te descargues de la red para hacerte las invitaciones tiene su licencia de uso perfectamente en regla -además de funcionar de "puta madre", hablando en plata-.
El verdadero dolor de cabeza empieza cuando intentas decidir el tipo de letra, la fuente que se viene llamando, porque si hay 100 en el programa, le puedes añadir 100 millones que encontrarás gratuita y libremente en
esta página. La escogida por mi ha sido una llamada
Brock Script, buscadla en la B. Luego hay que jugar con el tamaño de letra -los puntos- y demás hasta que quede al gusto.
Para llevarlo al papel se ha de tener en cuenta lo siguiente...
Ingredientes:- Papel de acuarela para los tarjetones: 14'50 € / 20 pliegos de los que salen 3 tarjetones por pliego.
- Papel pintado de pared: dependiendo del escogido sale entre unos 10 y lo que quieras pagar. Lo ideal es pasar por una casa de empapelados, pinturas y similares porque en una tienda de decoración el clavel puede ser muy grande.
- Cinta tipo lino-esparto o lazo, al gusto. Esto se encuentra en mercerías y ronda los 3 € la bobina de 30 metros más o menos.
Personalmente y para aprovechar espacio y papel, generaría un documento tamaño folio donde entrasen 3 tarjetones: simplemente se hace el primero y se duplica dos veces y coloca en el folio -para ahorrar trabajo en el corte se ha de poner marcas de corte a la medida donde deberíamos de meter el corte para que queden los 3 del mismo tamaño -contar con una guillotina ayuda mucho-.
Se manda imprimir -una impresora láser puesta a toda calidad es una buena opción- y se cruzan los dedos para que no se atasque con el papel de acuarela y reventemos la impresora -la mía sigue funcionando-.
Lo siguiente ya son trabajos manuales puros y duros: cortar los tarjetones, pensar cómo quieres poner el "sobre", cortar el papel de pared, doblarlo, atarlo y hacer lazadas chulas...
Respecto al corte del papel de pared: en este caso el tarjetón mide 21 cm. de ancho por 10 escasos de alto, así que para que asomen los nombres, el papel deberá tener 2'5 centímetros menos en el ancho y dar dos vueltas y media en el alto a la tarjeta, es decir, que hay que hacer cortes de papel de pared de 18'5 por 25 centímetros. De un rollo normal de papel de 50 y pico de ancho salen dos cortes y nos sobra un trozo para las tarjetinas de los detalles...
Lo siguiente es simplemente doblar, atar y, si nos ponemos tiquismiquis añadirle un lacre sobre el nudo con un cuño chulo para que no se mueva la lazada hasta que la invitación sea entregada.
La cosa queda tal que así:
Conclusión económica en mi caso
- 20 pliegos de papel de acuarela: 14'50 €
- 1 rollo de papel pintado: 38 €
- 3 bobinas de cáñamo: 9 €
- Un lacre: 14'50 €
Gasto total para unas 60 invitaciones: 76 € + tranquilizantes y aspirinas
Precio si las hubiera encargado hechas: sobre 200 €
Hoy ha sido un gran día: un asunto menos quitado de delante :-)
No creo que me queden ganas para personalizarlas...