Hace más de 130 años, para la historia de
la Tierra apenas un leve e inapreciable parpadeo, que los bisontes que poblaban
por millones las inmensas praderas del medio oeste norteamericano fueron
conducidos dócilmente por la irracional locura del hombre blanco hasta el
límite mismo del exterminio. Sin ellos desapareció el grandioso espectáculo de
la migración anual a través de miles de kilómetros de llanuras herbosas que
sostenían toda una cultura de hombres que aprendieron a ser libres al descubrir
que nada poseían, sino el don de la vida y que ellos mismos no eran mas que una
parte, un pequeño engranaje, acaso no tan importante, de todo un universo que
gobernaban el Sol y las estrellas de la noche y cuyo delicado equilibrio
mantenían la tierra, el viento y el agua y el conjunto de los seres vivos que
lo habitaban.
Desde entonces el rico y complejo
ecosistema de la gran pradera norteamericana fue destruido casi por completo.
Primero fue la ganadería que pretendió arrogantemente sustituir a los desaparecidos y eficientes herbívoros salvajes.
Posteriormente, vastas extensiones de praderas originales fueron profunda e
irreversiblemente alteradas por la agricultura. Hoy sólo quedan retazos
degradados e inconexos de lo que fuera, tal vez, el mayor océano de hierba del
planeta.
Es noviembre. El invierno parece haberse
adelantado, sopla un aire gélido y las Rocosas se muestran ya totalmente
cubiertas de nieve. Las orillas poco profundas del lago Athabasca terminan por
congelarse en las interminables noches. De pronto, de forma inopinada,
impulsados por un instinto atávico, la casi totalidad del rebaño de bisontes de
llanura que se encontraban confinados en el P.N. Wood Búfalo han iniciado un
movimiento inexorable hacia el sur. Por las planicies de Alberta se les han ido
uniendo cientos de ejemplares pertenecientes a rebaños domesticados. Ya son más
de 35.000. Ni ríos, ni carreteras, ni cercados, ningún obstáculo, ningún
contratiempo, puede detenerlos. Tal es la fuerza que les empuja que sólo un nuevo
exterminio podría impedir el cumplimiento de su destino. Pero también el hombre
blanco parece haber cambiado, por fortuna.
Más al sur, en las montañas de Wioming,
los bisontes de Yellowstone también se muestran inquietos y nerviosos. Parecen
querer descender al valle del Missouri, a las tierras que un día habitaron los
lakotas. Acaso pretendan esperar allí la próxima llegada de los migrantes para
unirse a ellos definitivamente, soñando, entretanto, con pastos verdes en las
riberas del Arkansas.
En
las reservas, los restos de las tribus rememoran antiguas leyendas mientras
entonan cánticos de alabanza a los espíritus de los antepasados.
LA GRAN PRADERA AMERICANA
Los viejos westerns americanos, esas
queridas películas del oeste, nos familiarizaron con las maravillosas escenas
de búfalos y caballos salvajes recorriendo las hermosas praderas donde el
hombre blanco todavía no había puesto los pies. Este enorme océano verde se
extendía desde el estado de Ohio hasta las Montañas Rocosas y de norte a sur
desde la frontera de Canadá hasta el estado de Texas, cubriendo casi un tercio
del territorio norteamericano. Más tarde llegaron los colonos y los excesos,
acabando casi totalmente con la población de bisontes y diezmando la de los
indios. No obstante conservaron esta inmensa fuente de alimento para sus
ganados, una zona que se beneficiaba de la humedad que subía del Golfo de
Méjico pero que necesitaba además para su preservación el ramoneo de los
grandes herbívoros, antes bisontes y caballos salvajes, ahora bueyes y
vacas. Curiosamente también el fuego
ayudaba a la conservación de las grandes praderas: ya los indios habían
observado que cuando un rayo prendía fuego, pocas semanas después empezaban a
crecer nuevos brotes. De esta manera aprendieron a manejar el fuego, cosa que
también practicaron los colonos al darse cuenta que eliminaban las hierbas
invasoras facilitando el crecimiento de las gramíneas cuyas raíces eran más
resistentes a las temperaturas.
No obstante el paso del tiempo es inexorable
y el efecto del hombre blanco sobre la naturaleza siempre termina siendo
devastador. El resultado de años de asentamiento labrando, edificando, etc,...
lo cierto es que en la actualidad nos han dejado con apenas un cuatro por
ciento de aquellas praderas en su mayoría en forma de manchas aisladas, alguna
de ellas como la Reserva Nacional Tall Grass Prairie en Kansas dedicada a
informar sobre el ecosistema de la pradera anterior al asentamiento. Allí,
entre otras cosas, nos podrán contar que existían tres tipos de praderas: a)
una "pradera de hierbas altas", en inglés "tall grass
prairie" que ocupaban la zona más oriental llegando justo hasta las
Grandes Llanuras y que estaba compuesta por especies herbáceas de gran tamaño;
b) una zona central de transición con "praderas mixtas" y c) una
"pradera de hierbas cortas" típica de las llanuras del "Great
Western" en la parte más occidental donde las lluvias eran menos
frecuentes y los suelos menos fértiles.
De algunas de las especies
representantes de cada tipo de pradera hablaremos a continuación.
PRADERAS ALTAS:
Andropogon gerardii
Andropogon gerardii,
Vitman
Cast.: Tallo azul. Ingl.:
Turkeyfoot, bluejoint, big bluestem.
Familia: Poaceae.
Etimología: Andropogon
deriva del griego andros (que significa “hombre”) y pogon
(que significa “barba”) seguramente en referencia a las espigas peludas
características de este género semejantes a las barbas de un hombre. El nombre
específico gerardii lo toma en honor al médico y botánico francés
Louis Gerard (1733-1819).
Lugar de origen:
Llanuras y praderas de las regiones centrales de América del Norte.
Descripción:
Es
una especie herbácea que llega a crecer hasta 1-3 metros. Se trata de una
planta robusta, por lo general con rizomas escamosos, cuya base del tallo se
vuelve azul o purpúrea cuando madura. Cada tallo es cilíndrico y carente de
pelo, de los cuales salen hojas alternas que se vuelven más pequeños a medida
que ascienden la caña. Estas hojas nacen envueltas firmemente alrededor de los
tallos. Son de color verde pálido a azul glauco. Cada tallo termina en 2-6
racimos estrechos de espiguillas. Estos racimos se originan cerca de la base de
la inflorescencia y se extienden hacia el exterior, formando una especie de
garra en forma de V. Las espiguillas se presentan en pares a lo largo del
racimo y son de color verde grisáceo con tonalidades rojo púrpura, mientras que
sus anteras son de color amarillo a rojo oscuro. El período de floración se
produce a finales de verano o principios del otoño. La polinización se produce
por el viento. Cada espiguilla produce un solo grano.
Andropogon gerardii, detalle de flor y aspecto general en la época de floración. |
PRADERAS
MIXTAS: Schizachyrium
scoparium
Schizachyrium
scoparium, (Michx.) Nash.
Ingl.: Little
bluestem, beard grass, bunchgrass.
Familia: Poaceae.
Etimología:
El nombre genérico Schizachyrium deriva de las palabras griegas schizein
que significa "dividir" y achuron "paja". Scoparium
deriva del latín scopa que significa "escoba" en
referencia a la textura de su follaje.
Lugar de origen: Endémica
de Canadá, Estados Unidos y México.
Descripción:
Es
una especie de gramínea perenne que se desarrolla en matas prominentes de 45-90
cm de altura que crece en las praderas asociada a especies más altas como Andropogon gerardii, Sorghastrum nutans,
o Panicum virgatum. Tiene un follaje de textura fina y densa con tallos
delgados inicialmente de color verde azulado tornando a matices caoba cuando
aparecen los penachos de semillas en el otoño, color que permanece casi todo el
invierno. Las semillas son de color blanco difuso en su madurez y son un recurso
de especial valor en la alimentación de las aves de pequeño tamaño.
Aspecto general de Schizachyrium scoparium. A la izq. en verano, a la derch. a principios de otoño. |
PRADERAS DE HIERBA CORTA: Bouteloua curtipendula
Bouteloua curtipendula, (Michx.) Torr.
Cast.: Grama del cerro, pajón, banderita. Ingl.:
Sideoats Grama.
Familia: Poaceae.
Etimología: Bouteloua
es el nombre genérico elegido por Mariano Lagasca y Segura en 1805 en honor de
Claudio Boutelou y de su hermano Esteban Boutelou, dos botánicos españoles del
siglo XIX. Curtipendula proviene del latín y significa
"colgante corto" probablemente en referencia a las pequeñas
espiguillas que penden de los tallos.
Lugar de origen: Regiones
templadas y tropicales del Hemisferio Occidental, desde Argentina a Canadá.
Descripción:
Es
una planta perenne que alcanza un tamaño de hasta de 1 m de alto que a menudo
presenta rizomas. Las hojas son de color verde, planas y alargadas, de hasta 25
cm de largo por 3 mm de ancho, presentan cierta pilosidad en su base y están en
su mayoría agrupadas en el pie de la planta. Estas hojas basales se vuelven de
color púrpura en el invierno. Las flores son rudimentarias y están dispuestas
en numerosas inflorescencias muy alargadas de hasta 25 cm de largo que florecen
entre los meses de Julio a Septiembre. Están organizadas de forma unilateral y
forman al madurar espiguillas que se desprenden de forma íntegra.
Bouteloua curtipendula. Detalles de las flores y las espiguillas. A la drech. aspecto general. |
Achillea
millefolium, L.
Cast.: Milenrama, milhojas, milrosas, aquilea,
hierba de Aquiles, camomila de los montes, flor de la pluma, yerba de las
heridas, yerba meona. Ingl.: Common yarrow, yarrow, milfoil,
western yarrow.
Familia: Asteraceae.
Etimología:
El nombre Achillea se utilizó para designar a este género en
honor de Aquiles (se dice que en la guerra de Troya, Aquiles curó a muchos de
sus soldados y a Télefo, rey de Micenas, utilizando el poder que la milenrama
tiene para detener las hemorragias). La palabra latina Millefolium
significa "mil hojas" en referencia a las divisiones en multitud de
foliolos que presentan sus hojas.
Lugar de origen: De
origen incierto se piensa que procede de Eurasia, habitando principalmente en
el continente asiático y la zona mediterránea europea. Se piensa que llegó a
las praderas americanas en la época colonial probablemente mediante la
dispersión de forma casual a causa de las inmigraciones.
Descripción:
Es
una planta vivaz, muy aromática, que puede alcanzar hasta 1 metro de altura. De
estructura radical rizomatosa y tallo erguido con surcos y un poco velludo que
a veces aparece ramificado en la parte superior. Las hojas, de hasta 20 cm de
largo, son alternas, alargadas y estrechas, bipinnadas o tripinnadas y
divididas en numerosos segmentos muy finos. Las flores se presentan en
inflorescencias en forma de corimbos muy densos y pueden ser hermafroditas (en
forma de disco) o femeninas (con la corola ligulada). Florecen desde principios
de verano hasta el otoño y son generalmente de color blanco aunque se pueden
encontrar variedades de otros colores que van desde el rosa, el púrpura o el
amarillo. Los frutos son aquenios oblongos u obovados, finamente estriados y de
color blanco o gris claro.
Echinacea angustifolia
Cast.:
Equinácea, equinácea de
hoja estrecha, echinacea, planta de erizo. Ingl.: Wild
echinacea, blacksamson echinacea, narrow-leaved purple coneflower.
Familia: Asteraceae.
Etimología:
El nombre Echinacea procede del griego echino que
significa "espinoso" en referencia al aspecto erizado de la parte
central de sus flores. Angustifolia procede del latín y significa
"de hoja angosta o estrecha".
Lugar de origen: Nativa
del centro-oeste de Estados Unidos y Canadá occidental.
Descripción:
Es
una planta herbácea, vivaz, que crece hasta un metro de altura con una profunda
raíz pivotante leñosa de sabor picante. Los tallos son pubescentes y rectos con
pocas ramificaciones. Las hojas también son pilosas, lanceoladas con tres
enervaciones y con el margen entero (sin dientes). Las inflorescencias se
disponen en capítulos florales solitarios con las flores periféricas liguladas,
cuyas lígulas se asemejan a pétalos de hasta 5 cm de largo con tonalidades que
van desde el blanco o el rosa hasta el púrpura. Las flores centrales, sin
embargo, son tubulares de colores amarillentos o anaranjados formando un
receptáculo espinoso y produciendo un polen de color amarillo, característica
que la diferencia de otras especies de Echinaceas. En sus lugares de
origen florecen desde Junio hasta mediados de Agosto dando como resultado un
fruto que es un tetraquenio espinoso.
INVASORAS: La lechetrezna frondosa (Euphorbia esula)
Lechetrezna frondosa (Euphorbia esula). |
Euphorbia esula,
L
Cast.:
Lechetrezna frondosa. Ingl.: Leafy
spurge, wolf's milk.
Familia: Euphorbiaceae.
Etimología:
Toma el nombre genérico Euphorbia en honor a Euphorbus médico griego del
rey Juba II de Mauritania. Esula es un epíteto latino que significa
"comido". El nombre común "lechetrezna" lo toma del jugo
lechoso que se extrae de la planta utilizado en medicina.
Lugar de origen: Nativa
del centro y sur de Europa y Asia occidental.
Es
una planta herbácea perenne que puede alcanzar más de 1 m de altura, con tallos
lisos o algo pilosos, ramificados desde la base. Las hojas son pequeñas
distribuidas de forma alterna, lanceoladas o aovadas con el margen ondulado.
Las flores, de color amarillo, están envueltas por brácteas de color verde
amarillento semejantes a pétalos y se distribuyen en umbelas poco pobladas.
Estás brácteas son las primeras en aparecer, a finales de la primavera,
mientras que la flor auténtica no aparecerá hasta principios del verano. El
fruto es una cápsula con tres divisiones que contienen semillas menudas y
parduscas que germinan con mucha facilidad pudiendo permanecer en el terreno
con posibilidades de brotar al menos hasta siete años. Estas semillas son
expulsadas de forma explosiva hasta 5 metros de distancia pudiendo ser
dispersadas además por el agua y por la fauna. Además también se puede propagar
a partir de la raíz que puede extenderse de forma copiosa creando numerosos
brotes. Estas características le hacen tener las propiedades adecuadas para
convertirse en una auténtica planta invasora. Además debemos añadir a esto la
particularidad de que todas las partes de la planta contienen una savia tóxica
lechosa, lo que persuade a la fauna de su consumo.