lunes, 30 de octubre de 2023

XVII SUBIDA AL ROBLEDILLO 2023

VUELTA A LOS ORÍGENES



Esta última edición de nuestro habitual retorno al Puerto de El Robledillo en el inmenso y otoñal marco de los Montes de Toledo, se ha caracterizado por la criba natural de ciclistas que se sumaron a la misma. Unos por el temor a la amenazante lluvia de las predicciones, otros por no encontrar hueco en sus calendarios y algunos, simplemente porque no les apetecería. Lo cierto es que los tres participantes y dos de sus parejas, Pepy y Juliana, se sumaron a una salida diferente pero enriquecida por la actividad senderista de las chicas y por la participación de algunos de los que originalmente compusimos la primera salida allá por 2007.

Cuando Pedro Peinado, explorador espontáneo y desintencionado de estos lugares desconocidos para el resto, nos habló de hacer una salida por los Montes de Toledo, no suponíamos que quedaríamos prendados de su paisaje, su vegetación, sus pedrizas y lanchares y, especialmente, de sus espectaculares panorámicas entre las que sobresale la contemplación de las rañas que se ciernen sobre el Parque Natural de Cabañeros. Y precisamente dos de los que lo acompañamos entonces, Justo y Juan Garrido, hemos seguido fielmente las convocatorias, salvo pequeñas excepciones, y hoy nos resulta difícil prescindir de esta jornada en nuestro particular calendario ciclista.



Libres de otros compromisos, adaptamos la inicial propuesta modificando el horario de salida, las posibilidades de hacer senderismo por las parejas y, lo que fue un nuevo aliciente, la posibilidad de bajar el Puerto de El Lanchar, que ha sido asfaltado casi en su totalidad y que permite hacer una ruta más asequible para los menos entrenados, así como disfrutar de un recorrido más atractivo que el propio Robledillo, porque esta vertiente resulta más abierta hacia pequeños remansos de hierba donde suelen pastar las vacas y otras especies ganaderas como las ovejas y las cabras además de estar salpicada en estos momentos de numerosos arroyuelos, fuentes y pozas de agua acumulada.



A las 8 de la mañana partimos en el Honda CRV de Justo las cinco personas participantes con tres bicicletas en el porta trasero. Eran las nueve y media del nuevo horario invernal cuando aparcamos cerca del Restaurante Montes de Toledo de la localidad navastenera para intentar tomar un café antes de dividirnos. Los chicos subimos a nuestras bicis y las damas partieron hacia el Boquerón del Estena situado a pocos kilómetros de la localidad, que ofrece en estos días un panorama bellísimo y espectacular con el río Estena pleno de agua formando numerosos saltos y pequeñas cascadas unidas al rumor de las mismas otorgándole un encanto insólito para los tiempos que nos han precedido donde ha reinado la sequía de manera pertinaz.

La marcha ciclista resultó amena y tranquila con numerosas paradas para la contemplación de los elementos ya referidos, por lo que la dureza de la subida se fue compensando con el atractivo del recorrido. Llegamos a la fuente del Tío Saturnino, a mitad de la subida y una pareja cargaba bidones de agua de la sierra. Luego alcanzamos la cima y nos fotografiamos en el cartel explicativo al tiempo que un grupo de moteros hacía una pausa en el mismo lugar. El descenso hacia San Pablo de los Montes fue rápido pero cauto debido a la humedad del terreno que lo hacía resbaladizo. En el pueblo tomamos un café y unas pastas que sustituyeron a los típicos cortadillos, dulce que se compra en la panadería cercana al bar pero que se encontraba cerrada. A partir de ahí tomamos la salida hacia El Lanchar y comprobamos la buena capa que ha mejorado su calzada permitiendo una subida cómoda y entretenida y un descenso seguro y fácil salvo en los últimos dos o tres kms que están como anteriormente plagados de baches.

Una vez en la carretera tomamos la dirección de Navas de Estena pasando por Retuerta del Bullaque y completamos así los 68 kms de esta variante del recorrido que se nos hizo más asequible y que Juan fue capaz de aguantar con un ritmo suficiente para llegar a la hora más o menos prevista al lugar del almuerzo. El dueño del restaurante, otra vez, se mostró hosco inicialmente por el retraso de veinte minutos en que incurrimos, según él. Pero ni el aforo del local estaba repleto ni se adaptaba al necesario margen de tiempo que necesita cualquier reto deportivo. Luego fue tornando su tosquedad en amabilidad y según se fue desarrollando el menú elegido y las compras finales que le hicimos, el semblante se le transformó radicalmente.

Quedamos pues encantados, damas y caballeros, del día disfrutado. Unos pedaleando en estos imponentes paisajes y otras admirando el espectacular paraje del Boquerón del Estena en uno de los momentos más álgidos para su contemplación y disfrute. Lamentamos la ausencia de quienes no se atrevieron a participar porque ningún pronóstico negativo se cumplió y quedamos invitados para la próxima edición que sería la 18ª, que se dice pronto, como hubiera expresado nuestro ínclito presidente regional García Page.



DATOS TÉCNICOS:

DISTANCIA:68 kms
TIEMPO DE PEDALEO:2 h 57' 30''
DESNIVEL: 1.190 m
VELOCIDAD MEDIA:20 k/h
VELOCIDAD MAXIMA:58 k/h
CONSUMO DE CALORIAS:1.705




miércoles, 25 de octubre de 2023

GIRO EN TERRAPAZ



Un extraño viento de positividad envolvió la decisión de los componentes del ICC, tanto masculinos como femeninos para aceptar la propuesta de los propietarios de Terrapaz y también miembros del mencionado Club. Esta vez no hubo vacilaciones ni dudas en aceptar la fecha propuesta. Cuando Malaño lanzó la convocatoria el 9 de octubre para lograr consenso en el calendario e ilusionado junto a Mª Paz en recibirnos en su lugar de retiro, al que tantos desvelos le han ido dedicando, la respuesta fue unánime y satisfactoria.

El día 15 de octubre nos citamos en Terrapaz y, previo encuentro de participantes en el punto ya conocido de Peñarroya, llegamos vía La Solana hasta las inmediaciones de los antiguos Baños de El Peral a cuyos escasos metros se ubica la mencionada finca. Salvo el tiempo preciso para los saludos de rigor y la puesta a punto de bicis y ropa adecuada para el pedaleo, salimos en dirección de la La Solana por el camino de servicio del complejo de casas rurales que conforman la zona.

La mañana se presentaba fresca pero no fría. La lluvia amenazaba vagamente y no llegó a aparecer durante el recorrido. Llegados los ciclistas a la circunvalación solanera tomamos la ruta hacia San Carlos del Valle, lugar de sabrosas evocaciones para Fontaine y punto previsto para el café intermedio en el inmejorable marco de las piedras eclesiales y el calor matutino de su magnífica hospedería. Incluso pudimos contemplar el interior del templo y fotografiarnos ante la ya legendaria figura del Cristo del Valle dibujada en policromía sobre una de las paredes laterales.

Continuamos por la carretera que conduce a Valdepeñas al pie de las sierras cristeñas y que deja a un lado la bodega Hacienda de la Princesa y más adelante el antiguo Pozo de la Aguas, única cota de cierta exigencia en el ondulado paisaje por el que transcurre. El ritmo era cómodo en todo momento y las posibles carencias del estado de forma de cada ciclista quedaron disimuladas. Llegados a las cercanías de Valdepeñas nos adentramos en los terrenos de La Tierra Prometida que un Moisés contemporáneo convirtió en urbanizaciones, para seguir en dirección a la subida al cerro de la Aguzadera que culmina el Ángel de la Paz, controvertida escultura que fue dinamitada en los años de la transición democrática y abandonada hasta la actualidad.

Sin embargo, hay que señalar que la subida, desde el punto de vista ciclista, es un trazado cómodo y accesible, muy bien diseñado para recorrerlo y sin que ofrezca una dificultad especial tanto en la subida como en la posterior bajada. Lo que allí se observa, además de unas espectaculares vistas a la llanura que lo rodea, es un compendio triste de la intolerante conducta que los humanos sacamos a relucir en los enfrentamientos civiles. Habíamos dado un Giro, no como la mítica prueba italiana, sino como giro de vuelta al punto de origen.

De regreso a Terrapaz, las componentes femeninas del grupo ya habían cumplido con su actividad andariega deambulando por los parajes cercanos al balneario de El Peral, lugar ahora falto de agua y decadente por ese mismo motivo en cuanto a su rica vegetación y oferta balnearia que ha desaparecido.

Una vez llegada la hora del almuerzo, Malaño y Mª Paz se volcaron como anfitriones en ofrecernos una velada en la que no faltaron abundantes aperitivos, vinos, cerveza y todo ello culminado con una paella excelente que habían encargado a un local especializado de la ciudad vinatera. La amplia sobremesa, seguida de otro paseo por El Peral, dio motivo a la convocatoria de un nuevo encuentro senderista fijado para el próximo domingo 12 de noviembre en tierras de las Sierras de Alcaraz. Esperemos que la tradicional salida ciclista por esas mismas tierras con el aliciente del arreglado Puerto de las Crucetillas culmine la temporada del ICC con broche de oro.