D e nuevo el amanecer hace acto de presencia, el calor empieza a delegar el protagonismo a ese frialdad cada día mas evide nte.El coro de hojas mecidas por el viento, cantan y bailan al son de su antojo, acumulando la humedad a lo largo de las aceras, mientras en el asfalto los coches se empeñan en hacerla desaparecer rodando a toda velocidad. La gente ensimismada en su despertar se mueven como autómatas, con el papel bien aprendido en sus diferentes formas, la mirada en blanco y los pasos ensayados, fieles a cada min uto, a cada segundo. El viento y el frio de la mano vienen cogidos, ejerciendo el movimiento, acompañando al tiempo. Interpretando su consabida melodía, la mañana no deja de avanzar, como así la conglomeración de partículas irrespirables, impregnando cada esquina, cada rincón, conjunción de olores entremezclado con el aroma del café que se aventura a pasear, escapándose por entre las ventanas del viejo bar. En el cielo nuba rrones tejiendo su tupido color,a hurtadillas e...
Girando a mi alrededor e intentando entender a través de mis escritos lo que me rodea y a los que me rodean...