- No
creí que fuera necesario.
- No lo
es, pero quiero saberlo.
-No me
parece importante.
- Para
mí lo es. ¿Quién soy para ti Christian?
- Eres
todo lo que necesito, todo lo que quiero y todo lo que tengo.
- Abril,
es mucho más que eso, pero sabes que no puedo decirlo.
- ¿De qué
tienes miedo, Christian?
- De ti,
me haces temblar, y nada más verte ya quiero besarte. Tengo miedo, sí, de que
te marches.
- Te
prometí que no me iría, sabes que estoy enamorada de ti.
- Las
promesas se rompen y los sentimientos cambian.
- Los míos
no lo harán, pero Christian necesito que lo digas, entonces se hará real.
- Abril
sabes que soy un niño en un juego de adultos. Puedo decirlo, pero después te
marcharas y me harás daño.
- No te
dejare, te quiero.
(Christian
baja los ojos y coge a Abril de las manos, levanta la mirada hacia la de ella)
- Te… Te
quiero, Abril.
- Gracias
(dice mientras le besa, los dos sonríen y dejan de ser conscientes del paso del
tiempo perdidos en los brazos del otro).