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Regalos

Me gusta detenerme al borde del camino para apreciar esos pequeños detalles que tiene la vida... como esas flores hermosas que crecen y no se abaten pese a los temporales... esos mismos detalles que vuelven todo una maravilla y que te hacen sonreír pese a todo... 
Por ello no quería dejar pasar la oportunidad de agradecer... gracias a quienes se acordaron de mi cumpleaños y mi hicieron llegar su cariño con un comentario, una tarjeta, un mensajito en whatsapp, un mail o cualquier otro modo; porque les aseguro que son estos los que llenan el Alma... gracias también a esos amigos que se acordaron unos días después (los adoro y lo saben), porque no importa la fecha sino lo que nos une... y como dice la canción, gracias a la vida que me ha dado tanto... hoy más aún agradezco...
Estos son algunos de esos regalitos que me alegraron el día y que agradezco infinitamente, espero merecerlos...








Gracias... gracias... gracias...
y si lo desean,
vayan a visitar a estos maravillosos amigos
y extraordinarios poetas... de nuevo gracias!


Fui a caminar al lado del mar;
él siempre me trajo tu voz
y ésta no fue la excepción...
"No estés triste, chichipia...
...tenés mucho porque sonreír."





Y, como es de bien nacida ser agradecida, voy a hacerlo con quienes en todo este tiempo de ausencia y silencio, estuvieron a mi lado de un modo u otro... y también en el día de mi cumpleaños, regalándome una sonrisa y muchísimo cariño, amor del más puro...

...a Él y nuestra hija, por tanto, inmenso e infinito amor, en el que se construye toda mi fuerza...
...a toda mi familia, en especial modo a mi Hermano... no sé qué haría sin vos...
...a Naty y Ser, esos amigos de siempre, de fierro, esos con los que me faltaría compartir la genética porque por el resto ya hacen parte imprescindible de mi vida...
...a Ale, por ser y estar de esa forma tan única, fuerte y auténtica; por esos (a)brazos que no me dejan caer nunca...
...a Laura, por esas palabras que son caricia, que secan mis lágrimas y me las cambia por risas...
...a Mag, por esa amistad sincera, sin vueltas...
...a Dulce, por nunca dejar de sorprenderme y halagarme con estos exquisitos detalles...
...a Mento, por ese mensaje vocal que me emocionó hasta las lágrimas...
...a Oscar, por esos mensajitos que son un mimo...
...a Fran, por ese afecto sincero y mutuo respeto...
...a Gin y Auro, porque no se olvidan nunca y me honran con su presencia y amistad...
   

...y a todos los que seguramente estoy olvidando, gracias, gracias, gracias.

De todo corazón, gracias por no dejar que este pasado 20/abril fuera un día más... por, como ya dije, cambiar mis lágrimas por sonrisas... por demostrarme una vez más tanto y tanto afecto, espero merecerlo y estar siempre a la altura...

...gracias infinitas, siempre.
Hay veces, temporadas, años enteros, que todo parece ir al revés. Todo es un golpe detrás de otro, sin que puedas tomar aire. Y, cuando lo haces, no es suficiente, porque algunos de estos golpes son tan duros que necesitas tiempo para aceptarlos. No digo comprenderlos, porque creo que eso es más que difícil en algunas circunstancias. Pero si no los cuestionas, si te les paras de frente y les dices: "ok... esto es lo que hay... y yo te daré pelea.", entonces necesitas de todo el coraje que se es capaz. Y sonríes hasta cuando no tienes ganas, porque sabes que de esa sonrisa dependen tantas otras cosas... dependen esas personas a las que amas.

Aún así, hay días que no puedes, que tienes cansada el alma y no sólo el cuerpo. Porque en fin de cuentas somos seres humanos, con nuestros defectos y fallas; y nos llenamos de miedo, porque es inevitable pensar a lo que podría pasar si todo anduviese definitivamente mal...

...y entonces levantas la vista y te das cuenta de no estar sola. Están esas personas, esas almas igual a la tuya, con sus problemas, con sus dolores, con todas sus circunstancias, pero que están allí, a tu lado. Con una palabra; con un correo donde sólo te preguntan: "¿Y tú cómo estás?"; con un abrazo de esos que a ti te gustan, esos de oso; con una canción; con gestos...


Eso fue lo que recibí ayer. Cuando me sentía tan agotada que ni siquiera notaba que lo estaba, un mimo llegado por correo hizo que me rompiera en llanto. Aunque fueron esas mismas lágrimas las que unieron cada trocito, porque eran lágrimas llenas de amor; de saberse, de sentir que no estás sola. Y yo sólo puedo decir gracias... gracias Ale por tanto y tanto que me das, día a día, en todo momento; por sostener mi mano y acariciar esas alas que a veces se resisten a desplegar y levantar vuelo. Gracias por dejarme ser parte de tu vida y por ser parte de la mía.

Te quiero hasta la Luna y de vuelta.