Presentacià N de Clase 6
Presentacià N de Clase 6
Presentacià N de Clase 6
ÚLTIMOS AUSTRIAS Y LA
GUERRA DE SUCESIÓN
ESPAÑOLA
ÍNDICE
1) Introducción
2) La crisis del siglo XVII
3) La Guerra de los Treinta Años
4) Los reinados de los últimos Austrias españoles
4.1. Felipe III
4.2. Felipe IV
4.3. Carlos II
En el siglo XVII, la dinastía de los Austrias
1. INTRODUCCIÓN perdió su hegemonía internacional y
militar en Europa, obligando a sus
súbditos a acometer esfuerzos bélicos y
económicos constantes y teniendo que
hacer frente a los intentos separatistas
de Cataluña, Portugal y Nápoles.
Los reyes de este periodo (Felipe III,
Felipe IV y Carlos II) delegaron el poder
en validos para gobernar como por
ejemplo el conde duque de Olivares.
Además, el siglo XVII se caracterizó por
una grave crisis demográfica, económica
y social que solo se empezó a paliar con
las reformas de finales del siglo. Sin
embargo, para la literatura y el arte, el
XVII fue en nuestro país un verdadero
Siglo de Oro.
2. LA CRISIS DEL SIGLO XVII
Política interior
Los validos de Felipe III fueron el
duque de Lerma y su hijo el duque
de Uceda.
En 1609 se decretó la expulsión de
los moriscos (llevándose a cabo entre
este año y 1614) que marcharon
principalmente al norte de África. Se
estima que saldrían del país unas
300.000 personas y, destacar, que
esta decisión política fue muy Embarque de moriscos en el Grao de Valencia, pintado en
perjudicial para la agricultura en 1613 por Pedro Oromig.
Valencia y Aragón, donde eran
numerosos y se dedicaban al trabajo
Política exterior
La principal característica de este reinado es que
un periodo de paz ya que se pretendió mantener
la superioridad en Europa a partir de la vía
diplomática en vez de la fuerza de las armas.
De esta manera, Felipe III es el causante de que se
firmara la paz con Inglaterra y la Tregua de los
Doce Años (1609) con los rebeldes de los Países
Bajos. Sin embargo, esta política de pacifismo
acabó en 1618 con el estallido de la Guerra de
los Treinta Años, en la que España participó
apoyando a los Austrias alemanes, parientes de los
reyes de España. Inicialmente, esta guerra
Grabado de Mesa de negociación
comenzó siendo un conflicto interno (la lucha entre
de la tregua de los Doce años,
protestantes y católicos) pero, a lo largo de los 1608
años, la intervención francesa lo convirtió en
una lucha por la hegemonía en Europa frente a los
Austrias.
4.2. FELIPE IV
Política interior
Fue un reinado muy agitado y de decadencia española. En
política interior, Felipe IV confió el gobierno a un nuevo
valido, el conde-duque de Olivares.
El objetivo del conde-duque de Olivares era incrementar los
ingresos de la Corona para financiar las costosas
guerras europeas. Entre las reformas que llevó a cabo, la
más importante estaba destinada a conseguir que los reinos no
castellanos aumentaran sus contribuciones. Con esta medida,
se evitaba que la presión fiscal recayera casi exclusivamente
en Castilla. Para ello, presentó el proyecto conocido como la
Unión de Armas, por el cual se crearía un ejército de 140.000
hombres, al que todos los reinos contribuirían de forma
Conde duque de
equitativa. Este proyecto chocó con los intereses de los
Olivares
reinos que plasmaron su oposición a través de
rebeliones:
- Cataluña. Las Cortes catalanas se negaban a aportar nuevos ingresos a la Hacienda. Y
en 1635, al agravarse la Guerra de los Treinta Años, Olivares propuso concentrar en
Cataluña un ejército de 40.000 hombres para atacar Francia por el sur y al que Cataluña
debía aportar 6.000 hombres.
El descontento popular alcanzó su momento
culminante el Corpus de junio 1640 cuando
una multitud de campesinos (segadores) se
adueñó de Barcelona y dio muerte al virrey.
Dados los acontecimientos, las autoridades
catalanas (la Generalitat) decidieron separarse
de la monarquía española y buscar el apoyo en
Francia. Días después, Luis XIII, rey de Francia,
fue proclamado conde de Barcelona. Una unión
que no perduró mucho tiempo, ya que la
política francesa provocó el descontento de los
catalanes. Esto favoreció la recuperación de
Cataluña por las tropas reales y la entrada de
éstas en Barcelona en 1652. Felipe decidió no
castigar a los rebeldes.
- Portugal. Ante la grave situación en Cataluña, Olivares pidió un mayor número de tropas
a Portugal. Este hecho, unido a que los portugueses sentían que la Corona española no
defendía sus territorios en ultramar frente a los ataques holandeses, provocó que la
población portuguesa se revelara en 1640 proclamando rey al duque de Braganza con el
nombre de Juan IV. El levantamiento contó con el apoyo de Francia, Holanda e Inglaterra.
España reconoció la independencia de Portugal en 1668 por el tratado de
Lisboa, ya bajo el reinado de Carlos II.
- Otras sublevaciones
estallaron en Andalucía,
Aragón y Sicilia. Todas
fueron más fáciles de
dominar por parte de las
tropas reales, siendo la más
temible la de Nápoles.
Política exterior
Una vez finalizada la Tregua de los Doce Años, los Países Bajos volvieron a convertirse en uno
de los principales focos bélicos de España. Los holandeses se unieron a los enemigos de los
Austrias que luchaban en la Guerra de los Treinta Años. De esta forma, la rebelión
holandesa pasaba a ser un capítulo más de la gran guerra europea. Poco después, Francia se
sumó al bando protestante. En 1640, año en el que se sublevaron Cataluña y Portugal, la
situación se complica y comienzan los reveses españoles. En 1643 los tercios españoles,
hasta entonces invencibles, eran vencidos en la batalla de Rocroi.
La guerra acaba con la paz de Westfalia en 1648. Por este tratado España reconoce la
independencia de Holanda, pero decidió continuar la guerra contra Francia. Para mayor
complicación para España, Inglaterra se puso al lado de Francia y ocupó la isla de Jamaica,
que tuvo unas consecuencias comerciales para España. Al final, la paz de los Pirineos
(1659) señaló el fin de la hegemonía hispánica. Para España supuso la pérdida de la
provincia de Artois, en los Países Bajos, de diversas plazas flamencas y la de los
territorios catalanes del Rosellón y la Cerdaña. De esta manera, la frontera entre los dos
países, quedó como en la actualidad. También se acordaba el matrimonio de Luis XIV de
Francia con la infanta española María Teresa de Austria, matrimonio del que habría de ser nieto