Hipoacúsias
Hipoacúsias
Hipoacúsias
Hipoacusia mixta
Hipoacusia conductiva o de transmisión
Causadas por enfermedades u obstrucciones en el oído exterior o medio (las vías
de conducción a través de las cuales el sonido llega al oído interior). Las pérdidas
de la capacidad auditiva conductivas usualmente afectan todas las frecuencias del
oído uniformemente y no resultan en pérdidas severas. Una persona con una
pérdida de la capacidad auditiva conductiva puede usar dispositivos acústicos o
puede ser ayudada por médicos o intervenciones quirúrgicas.
Hipoacusia perceptiva o neurosensorial
Resultan del daño a las delicadas células capilares sensoriales del oído
interno o a los nervios que lo abastecen. Estas pérdidas de la capacidad
auditiva pueden abarcar desde pérdidas leves a profundas. A menudo
afectan la habilidad de la persona para escuchar ciertas frecuencias más
que otras. Por lo tanto, aún con amplificación para aumentar el nivel del
sonido, una persona con pérdida de la capacidad auditiva de tipo
neurosensorial puede percibir los sonidos distorsionados, que a veces hacen
imposible el uso de dispositivos acústicos.
También se las llama Hipoacusia senorioneural, ya que
la información auditiva primero se percibe (sensorial),
luego se proyecta en fibras nerviosas hacia la corteza
(neural).
Hipoacusia mixta
Es una combinación de pérdidas conductivas y sensorio-
neurales, es decir, que ocurre un problema en el oído
externo, o medio y el oído interno. Una pérdida de la
capacidad auditiva central resulta de daño o impedimento a
los nervios o núcleo del sistema nervioso central, ya sea en
las vías al cerebro o en el mismo cerebro.
2. En función de la
etiología
Hipoacusia hereditaria
Ocupan el primer lugar en las causas de hipoacusias
neurosensoriales. Están ligadas a una anomalía de
transmisión genética y pueden ser de tipo recesivo o dominante.
Hipoacusia adquiridas
Éstas pueden ser clasificadas, a su vez, en tres tipos:
-Causas prenatales: toda enfermedad de la madre durante el embarazo puede ser una
causa posible de hipoacusia, situándose el período de mayor riesgo entre la séptima y
décima semana de embarazo. Entre las más graves se encuentran la rubéola,
sarampión, varicela, alcoholismo, etcétera.
-Causas neonatales: son las que se derivan del momento del nacimiento y las horas
siguientes. Entre las más frecuentes se encuentran: traumatismo durante el parto,
anoxia neonatal (falta de oxígeno que puede sufrir el bebé durante el parto),
prematuridad, ictericia.
-Causas posnatales: son las que se dan después del nacimiento. Las más comunes
suelen ser: otitis y sus secuelas, fracturas del oído, afecciones del oído interno y nervio
auditivo, intoxicaciones por antibióticos, meningitis y encefalitis, tumores, etc.
3. Según el momento de
aparición.
Hipoacusia pre-locutiva
Son las que se presentan antes de adquirir el lenguaje.
Hipoacusia poslocutiva
Éstas son, en general, las de mejor pronóstico, ya que el
lenguaje está adquirido y tras la pérdida se mantendrá el
lenguaje interno gracias a la maduración neurológica
adquirida.
4. Según la pérdida
auditiva.
Hipoacusia leve
Pérdida entre los 21 y 40 dB.
Características: En general la voz se percibe con intensidad normal.
Hay dificultades para entender cuando se baja la voz o el emisor se
aleja.
Hipoacusia moderada
Pérdida entre los 41 y 60 dB.
Características: La voz tiene que elevarse para poder ser entendida,
y se facilita si se ve al interlocutor. En ambientes silenciosos,
hablando de frente y cerca, según la persona con hipoacusia, se oye
razonablemente bien.
Hipoacusia severa
Pérdida entre los 61 y 80 dB.
Características: Sólo se perciben los sonidos cerca de
la oreja, y la voz se percibe distorsionada.
Hipoacusia profunda
Pérdidas que superan los 81 dB.
Características: La percepción del habla es muy
distorsionada; se requieren auxiliares con mucha
potencia para poder escuchar
Audiograma representado con los niveles de pérdida auditiva.
Audiograma de sonidos familiares
Prevención primaria
para evitar la pérdida
de audición.
Algunas estrategias de prevención sencillas consisten en:
•vacunar a los niños contra las enfermedades de la infancia, en particular el sarampión, la
meningitis, la rubéola y la parotiditis;
•administrar la vacuna contra la rubéola a las adolescentes y las mujeres en edad fecunda, antes de
que queden embarazadas;
•efectuar pruebas para detectar y tratar la sífilis y otras infecciones en las embarazadas;
•mejorar la atención prenatal y perinatal, en particular mediante la promoción de los partos sin
riesgos;
•seguir unas prácticas correctas de atención otológica;
•en los niños, realizar pruebas de detección de la otitis media y llevar a cabo las intervenciones
médicas o quirúrgicas que convengan;
•evitar el uso de algunos medicamentos que puedan ser nocivos para la audición, a
menos que sea prescrito y supervisado por un médico;
• remitir al servicio pertinente a los bebés que presentan riesgos altos (por ejemplo, los
que tienen antecedentes familiares de sordera, los que han nacido con bajo peso o han
sufrido asfixia del parto, ictericia o meningitis) a fin de someterlos a una evaluación y
diagnóstico tempranos y dispensarles el tratamiento adecuado, según proceda, y
• reducir la exposición a ruidos fuertes (tanto en el trabajo como en las actividades
recreativas) mediante la sensibilización de la población sobre los riesgos que acarrean;
promulgar y aplicar legislación apropiada; y fomentar la utilización de dispositivos de
protección personal como los tapones para oídos y los audífonos y auriculares que
amortiguan el ruido ambiental.
Síntomas
En una hipoacusia en etapa prelingual, es decir, producida antes de la adquisición del habla, puede no dar
sintomatología alguna. Pero existen algunos signos de alarma que pueden indicar que un bebé tiene
problemas de audición: como no reaccionar ante ruidos fuertes y no balbucear, o dejar de hacerlo.
Por la Ley 25.415 de Detección temprana y atención de la hipoacusia, todo recién nacido antes del primer
mes de vida tiene el derecho de ser estudiado para evaluarse su capacidad auditiva y debe realizarse el
estudio de las otoemisiones acústicas, en primera instancia, que forma parte de la pesquisa de enfermedades
del recién nacido.
En niños mas grandes, debe alertarnos si no responde al nombre o al llamado, o si requiere el volumen de la
tele muy alto. Consultar en estos casos al pediatra. Requerirán realizar una audiometría tonal, una
logoaudiometría, y una impedanciometría.
Bibliografía
Organización Mundial de la Salud (OMS)
http://audiologiaacademica.blogspot.com.ar/2014/09/
hipoacusia-concepto-y-etiologias.html