Este documento compara y contrasta la responsabilidad contractual y extracontractual. Explica las diferencias entre ambos tipos de responsabilidad en términos de sus requisitos, sujetos, prescripción y carga de la prueba. También discute teorías sobre la responsabilidad extracontractual como la subjetiva, objetiva y del riesgo creado. Finalmente, enumera los requisitos de la responsabilidad extracontractual y quiénes son considerados incapaces en este ámbito.
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Este documento compara y contrasta la responsabilidad contractual y extracontractual. Explica las diferencias entre ambos tipos de responsabilidad en términos de sus requisitos, sujetos, prescripción y carga de la prueba. También discute teorías sobre la responsabilidad extracontractual como la subjetiva, objetiva y del riesgo creado. Finalmente, enumera los requisitos de la responsabilidad extracontractual y quiénes son considerados incapaces en este ámbito.
Este documento compara y contrasta la responsabilidad contractual y extracontractual. Explica las diferencias entre ambos tipos de responsabilidad en términos de sus requisitos, sujetos, prescripción y carga de la prueba. También discute teorías sobre la responsabilidad extracontractual como la subjetiva, objetiva y del riesgo creado. Finalmente, enumera los requisitos de la responsabilidad extracontractual y quiénes son considerados incapaces en este ámbito.
Este documento compara y contrasta la responsabilidad contractual y extracontractual. Explica las diferencias entre ambos tipos de responsabilidad en términos de sus requisitos, sujetos, prescripción y carga de la prueba. También discute teorías sobre la responsabilidad extracontractual como la subjetiva, objetiva y del riesgo creado. Finalmente, enumera los requisitos de la responsabilidad extracontractual y quiénes son considerados incapaces en este ámbito.
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CEDULAS RELATIVAS A
RESPONSABILIDAD EXTRACTONTRACTUAL
Prof. Pedro Aravena Bouyer
Universidad Central Cédula Nº 14 2.- Responsabilidad civil extracontractual. Sistema de responsabilidad por daños del Código Civil chileno. Requisitos de la responsabilidad extracontractual. Presunciones de responsabilidad en el Código Civil. Acción de indemnización de perjuicios. Titulares de la acción en el caso de daño patrimonial y en el de daño moral. Sujetos pasivos. (se repite en cédulas 3 y 14) DIFERENCIAS ENTRE RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL a. La responsabilidad contractual supone un vínculo jurídico previo, del que ha nacido una obligación que se ha incumplido, por lo que la responsabilidad es una sanción por el incumplimiento de una obligación. La responsabilidad extracontractual, en cambio, es fuente de responsabilidad. b. La respons contractual se puede contraer por quien ha alcanzado la plena capacidad de ejercicio, en tanto que la respons extracontractual exige solamente una cierta edad de imputabilidad. art 2319. c. La culpa contractual admite graduación (art.44 y 1547) no así la culpa extracontractual. DIFERENCIAS ENTRE RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL d. En materia contractual es necesario constituir en mora al deudor; no así para hacer efectiva la responsabilidad extracontractual (art.1557). e. En la resp. contractual es posible estipular que el deudor responderá de los perjuicios indirectos, imprevistos o imprevisibles (aún en el evento de no existir dolo), pero en la resp. extracontractual no es posible dado que no hay vínculo jurídico previo. f. En la materia contractual, si el incumplimiento proviene de varios deudores, la resp. es mancomunada, a menos que se haya estipulado solidaridad, en tanto en materia extracontractual, la resp es siempre solidaria (art.1511 y 2317). DIFERENCIAS ENTRE RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL
g. Para hacer efectiva la resp. extracontractual, la acción
prescribe en 4 años y en la resp. emanada del incumplimiento de un contrato, la acción prescribe en 5 años, (por regla gral.) h. En cuanto a la carga de la prueba, en materia contractual, el acreedor sólo debe probar la existencia de la obligación y su incumplimiento, (se presume la culpa) pero en la resp. delictual o cuasidelictual el acreedor debe probar el ilícito y además debe probar la culpa o el dolo del agente, salvo en los casos en que se presuma la culpabilidad (Art.2323, 2326 y 2329). EL CÚMULO U OPCIÓN DE RESPONSABILIDADES Este problema consiste en determinar si puede el perjudicado por el incumplimiento de obligaciones contractuales optar entre demandar por responsabilidad contractual o desentenderse de ella y demandar responsabilidad extracontractual. La doctrina en general niega lugar a la tesis de la opción de responsabilidades. Si el incumplimiento significa responsabilidad contractual, las partes no podrían prescindir de lo que, para ellas, es ley (art.1545), salvo que se haya pactado. EL CÚMULO U OPCIÓN DE RESPONSABILIDADES
Sin perjuicio de lo anterior, la opción de responsabilidades
será posible sólo en los siguientes casos: i. cuando las partes lo han estipulado así; y ii. cuando el incumplimiento de la obligación contractual es a la vez un delito o cuasidelito penal. EL CÚMULO U OPCIÓN DE RESPONSABILIDADES Lo que sí es posible es la superposición o coexistencia de responsabilidad contractual y extracontractual. No hay inconveniente alguno en que entre dos personas vinculadas por una obligación precontractual, contractual, cuasicontractual o legal, convenida expresamente o que por disposición legal o por la costumbre exista en una determinada circunstancia entre ellas, pueda, al mismo tiempo, haber un delito o cuasidelito civil. Esta superposición supondrá, en todo caso, que el ilícito extracontractual carece de toda relación con el incumplimiento de la obligación preexistente. CLASIFICACIONES DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL 1. Puede ser objetiva (cuando se funda en el riesgo creado y en el daño provocado) o subjetiva (cuando se funda en la culpa o dolo del agente). 2. En atención a su origen. Puede ser simple (cuando proviene del hecho personal del autor del daño) o compleja (cuando proviene de un hecho ajeno, del hecho de un animal o de una cosa de los cuales la ley hace responsable a alguien). En la resp simple, la víctima deberá probar la culpa o dolo del autor del daño y en la resp. compleja, la ley presume la culpabilidad del civilmente responsable. LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y OBJETIVA La teoría subjetiva, supone que sin culpa o dolo no puede haber responsabilidad y señala que el fundamento de la obligación es la culpabilidad del agente, esto es, la actitud reprochable del autor del delito o cuasidelito. Para esta doctrina, dos son los requisitos fundamentales de la resp. extracontractual: el daño y que él haya sido originado por culpa o dolo de quien lo ha provocado.
El problema de esta teoría es que raramente la víctima
obtiene reparación, siendo la razón principal las dificultades para probar la culpa. LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y OBJETIVA Este problema se hizo patente en los accidentes del trabajo, en que los obreros quedaban prácticamente desamparados para luchar en pleitos largos y engorrosos con las empresas. Generalmente la víctima es de menos recursos que el autor del daño, y por ello el legislador debe protegerla. Por ello se criticó a la doctrina subjetiva que mira más a la actuación del autor del daño que hacia la situación de víctima, que evidentemente merece mayor protección. Prueba de esta situación desventajosa para la víctima es que es ella quien debe asumir los riesgos de todo caso fortuito o fuerza mayor. LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y OBJETIVA La dificultad de probar esa subjetividad ha hecho que hayan ido surgiendo correctivos destinados a aliviar la carga probatoria a la víctima. Estos correctivos se encuentran por ejemplo en las presunciones de culpabilidad, que pueden ser simplemente legales (como la de los arts. 2320, 2322, 2326, 2328 y 2329) o de derecho (como la de los arts.2321 y 2327).
También son correctivos la extensión que la doctrina y la
jurisprudencia han ido haciendo acerca de la noción de culpa pues lo que hace años no era considerado culpa hoy sí lo es. LA TEORÍA DEL RIESGO CREADO O DE LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA Nace simultáneamente en Alemania con Mataja y en Francia con Josserrand a mediados del siglo XIX. Según esta teoría, el que crea una situación de riesgo debe responder en el evento de que se produzca el daño, aunque no haya habido culpa alguna ni dolo. Para esta teoría, la responsabilidad es un problema de causalidad, no de imputabilidad. La ventaja teórica de esta teoría consiste en que logra diferenciar nítidamente la responsabilidad civil (que pretende restablecer un equilibrio de justicia) de la penal (que involucra la idea de pena o castigo). LA TEORÍA DEL RIESGO CREADO O DE LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA Para la víctima entonces constituye un gran avance pues ya no se encuentra frente a la dificultad de probar la subjetividad del autor del ilícito. Esta teoría se basa en la ecuación “riesgo-beneficio” o sea, el autor que explota una actividad económica en su propia utilidad, responde como contrapartida al beneficio que de ella obtiene de los daños que a los demás causa. En nuestro derecho se reconoce esta teoría: i. El C. Aeronáutico (arts 143 y 155). ii. Ley 18.290 del Tránsito (art.174). iii. La ley de abusos de publicidad (art.29). iv. Art 49 de la ley 18.302 sobre seguridad nuclear. LA TEORÍA DEL RIESGO CREADO O DE LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA Para los autores clásicos (M.Planiol, G.Ripert, y los hermanos Mazeaud), la teoría de la respons. objetiva no es aceptable pues suprime de la respons. civil el elemento moral, que es el que crea en el hombre la conciencia de su deber de reparar el daño causado. Es decir, se hace indemnizar sin que exista la convicción de un deber en tal sentido. Nuestro C.Civ. consagra la teoría subjetiva (art. 2314 en relación con 2284), pues exige voluntad (art. 2319), negligencia (art.2320 y 2322 inc finales y arts.2326, 2323, 2328, 2329 y 2333). Los arts. 2321 y 2327 no revelan resp. objetiva, sólo constituyen presunciones de derecho de culpabilidad. REQUISITOS DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL 1. Hecho dañoso 2. Capacidad delictual o cuasidelictual; 3. Dolo o culpa; 4. Perjuicio; y 5. Relación de causalidad. CAPACIDAD DELICTUAL O CUASIDELICTUAL La regla general es la capacidad delictual o cuasidelictual. Sólo son incapaces quienes carecen del discernimiento necesario para comprender el hecho que ejecutan. La capacidad extracontractual es más amplia que la contractual pues es más fácil alcanzar el discernimiento acerca del bien y del mal que el necesario para entrar a celebrar actos jurídicos. Esta capacidad es independiente de la penal. Por ello, la sentencia absolutoria en lo penal no impide que el hechor pueda ser condenado en lo civil (art.179 N°1 CPC). ¿QUIENES SON INCAPACES EN MATERIAL DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL? 1. El demente, esto es, quienes al ejecutar el hecho estaban totalmente privados de la razón. Si el demente actuó bajo un intervalo lúcido, será responsable aunque haya estado declarado en interdicción, pues el art. 465 sólo rige la responsabilidad contractual del demente. El ebrio, no se entiende que este privado de razón, y por tanto siempre es responsable de su delito o cuasidelito. 2. El menor de siete años, esto es, el infante (art.2319 y art.2326), quien ni siquiera puede adquirir la posesión de una cosa mueble (art.723). 3. El menor de dieciséis años siempre que el juez estime que obró sin discernimiento. ¿QUIEN SE HACE RESPONSABLE DEL DELITO O CUASIDELITO DE ESTOS INCAPACES? Las personas a cuyo cuidado están si pudiere imputárseles negligencia.(art.2319). La persona que los tenga a su cuidado puede ser cualquiera, no solamente alguna de las previstas en el art. 2320 o 2322, y el actor deberá probar culpa personal de la persona que tuviere a su cuidado al incapaz. En el fondo no es respons. por hecho ajeno sino por hecho propio, ello explica que queda obligado a indemnizar y no tiene la acción de reembolso que, en cambio si se le confiere al principal o empleador en relación con el hecho de su dependiente (art.2325). LAS PERSONAS JURÍDICAS Y LA CAPACIDAD DELICTUAL O CUASIDELICTUAL Las personas jurídicas son capaces de delito o cuasidelito civil, por lo que deben indemnizar los perjuicios provocados con culpa o dolo por las personas naturales que obran en su representación o que están bajo su cuidado o servicio. Para ello debe de tratarse de una persona jurídica que tenga plena existencia legal, pues en caso contrario habría una respons. personal del autor. A las personas jurídicas les asiste el derecho de demandar el reembolso de lo pagado a los autores del delito o cuasidelito civil en los términos establecidos en el art.2325. DOLO O CULPA El dolo está definido en el art.44 para esta materia. Se trata de obrar intencionada y directamente para causar daño. Hay acciones dolosas que no constituyen delito, como por ej. la ruptura dolosa de los esponsales (art.98). La culpa también encuentra su definición en la ley. (Art. 44) tomamos la definición de culpa leve, que es la culpa mediana o promedio, y que se aplica cuando se habla de culpa sin otra calificación. “Es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios”. Se trata en el fondo en la falta de diligencia o cuidado en la ejecución de un hecho. DOLO O CULPA Esta culpa es apreciada en abstracto, es decir, comparando la conducta del agente con la ordinaria esperable en tal caso. En el dolo se exige un actuar, una intención positiva (aunque veremos que se puede delinquir por omisión lo que se conoce como reticencia dolosiva, pero en la culpa, se habla más bien de una abstención en la acción, un dejar de actuar diligentemente, es decir, hay negligencia cuando el agente al ejecutar el acto perjudicial omite tomar todas las providencias que habrían podido evitar el daño. La abstención pura y simple, es la mera pasividad. PERJUICIO Es esencial para que haya resp. extracontractual, ya que si falta no hay interés alguno y sin interés no hay acción. Concepto Es todo menoscabo que experimenta un individuo en su patrimonio o persona o la privación de un beneficio de orden patrimonial o moral. Cualquier detrimento o menoscabo, dolor o molestia que sufra un individuo en su persona, bienes, libertad, honor, créditos, afectos, creencias, como asimismo la pérdida de una legítima ganancia, ventaja o beneficio. REQUISITOS DEL DAÑO
A. Debe ser cierto, real o efectivo.
No importa que el monto sea incierto, indeterminado o de difícil avaluación.
B. Puede ser presente o futuro. Puede ser cierto un daño
futuro, cuando se han producido las circunstancias que lo determinarán, esto es, están sentadas las bases para la determinación anticipada como consecuencia del desarrollo de una situación ya existente. TIPOS DE DAÑO a. Daño emergente y lucro cesante. No debe confundirse daño emergente con daño actual ni lucro cesante con daño futuro, ya que un daño emergente puede ser futuro y un lucro cesante puede ser actual. Por ejem, en un accidente automovilístico, es daño emergente actual los gastos de reparación y medicamentos y lucro cesante actual lo que hasta la fecha ha dejado de ganar la victima como consecuencia del accidente, y será daño emergente futuro los gastos de tratamiento médico o psicológico que deba incurrir en futuro y; lucro cesante futuro la no obtención futura de un lucro legitimo, por ejem, todo lo que deja de ganar mientras no se reponga la persona o se repare el vehículo. TIPOS DE DAÑO La indemnización del daño eventual Se ha discutido desde hace mucho si en materia extracontractual el daño eventual es o no indemnizable. Este daño eventual, no es presente ni cierto, está fundado en hipótesis, como la pérdida de una probabilidad de ganar, la pérdida de una expectativa. Ocurre que en algunos casos la expectativa llegue a confundirse con el lucro cesante futuro. b. Daños previstos e imprevistos Atendiendo a si se pudieron prever o no. TIPOS DE DAÑO c. Daño material y moral Daño moral es el dolor, aflicción, considerada autónoma e independientemente de las consecuencias patrimoniales o materiales que ese daño moral puede haber provocado. La jurisprudencia y la doctrina aceptan la indemnización del daño moral basados en que ni el art 2314 ni el art 2329 distinguen la naturaleza del daño y en que muchas normas lo consagran expresamente (como la indemnización constitucional por error judicial, la ley de abusos de publicidad, la ley de accidentes del trabajo) TIPOS DE DAÑO La Corte Suprema ha establecido en sus sentencias que la dificultad de avaluar el daño moral sólo revela "la insuficiencia de los medios de que el legislador puede disponer para alcanzar el completo restablecimiento del derecho, pero no que deba dejar de aplicarse la sanción que él mismo establece como represión o reparación de los actos ilícitos". d.- Daño directo e indirecto Sólo se debe indemnizar el daño directo, aquel que es una consecuencia cierta y necesaria del ilícito. No se indemniza el daño indirecto, aquel que no deriva necesaria y forzosamente del hecho ilícito. Ello, por cuanto falta la relación de causalidad. RELACIÓN DE CAUSALIDAD Consiste en que el daño sea la consecuencia directa y necesaria de la acción u omisión culpables o dolosas. El art 2314 habla de "inferir" y el 2329 de "imputar". Mediante un ejercicio intelectual podemos determinar si hay o no relación de causalidad, pues si suprimiendo “in mente” el hecho, desaparece el daño, entonces no hay relación de causalidad. Concluyamos entonces que es causa toda condición que suprimida mentalmente daría lugar a que no se produjese el resultado. DE LAS PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD A fin de facilitar la posición de la víctima de un delito o cuasidelito civil, nuestro Código, en ciertos casos presume, la culpabilidad. En estos casos, la víctima no necesita probar la culpa de la persona cuya responsabilidad se presume y le bastará acreditar los hechos de los cuales la ley deriva la presunción. Establecidos esos hechos, queda establecida la culpa y la relación de causalidad con el daño y la persona cuya culpabilidad se presume, debe probar que empleó la debida diligencia o cuidado, que el hecho provino de un caso fortuito ajeno que no le es imputable o que no existe relación de causalidad entre su culpa y el daño. 1.-PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD POR EL HECHO PROPIO (ART.2329). La doctrina la explica como un caso de presunción de culpabilidad, lo que se demuestra: - Con la expresión "por regla general" con que comienza y que es una alusión a las presunciones de culpabilidad de los arts. 2320 a 2328, en la intención de referirse a casos análogos que puede haber omitido; - Con la expresión "(todo daño que pueda..."), lo que significa que el legislador da por establecido que aun no existiendo una relación de imputabilidad perfecta, atribuye culpabilidad ("deberá ser reparado por esta"), lo que sólo puede ser entendido en el contexto de una presunción de culpabilidad. 1.-PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD POR EL HECHO PROPIO (ART.2329). En el fondo, el art 2329 constituye presunción de culpabilidad en situaciones en las que el daño proviene de actividades peligrosas. La presunción procede en cualquier caso en que el hecho que causó el daño, sea razonablemente imputable a malicia o negligencia de una persona, ya que hay hechos que dentro de las probabilidades humanas es razonable atribuirlos a dolo o culpa y que de otra forma no se explican p/ej la caída de un ascensor. Se presume esa negligencia dado que por su naturaleza "pueden imputarse" a malicia o negligencia, más que "imputarse" a algún caso fortuito o fuerza mayor. En todo caso, la enumeración es meramente ejemplar. 1.-PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD POR EL HECHO PROPIO (ART.2329). El efecto de la presunción consiste en que en hechos que se encuentren en esta situación, la víctima del daño sólo tendrá que probar el hecho y se presumirá la culpabilidad y la relación causal. En los casos señalados en los Nos 1, 2 y 3 del art 2329, bastará con probar los hechos materiales allí descritos.
En la Ley del Transito hay varios casos de presunción de
culpabilidad por hecho propio (arts. 170, 173 y 176). 2.-PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL HECHO AJENO Por regla general una persona responde de sus propios hechos o los cometidos por la persona de quien es heredero (2316), pero excepcionalmente responde también de delitos o cuasidelitos cometidos por personas que están bajo la propia dependencia o cuidado. La vigilancia o cuidado puede nacer de hechos voluntarios o por disposición de la ley. En este último caso encontramos las normas de los arts. 219, 222, 276 y 277. En estricto rigor, se trata de responsabilidad por un hecho propio cual es la falta de diligencia o cuidado en la vigilancia. 2.-PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL HECHO AJENO En nuestro Código, la respons. por el hecho ajeno, constituye un principio aplicable en todos los casos en que una persona tiene a otra bajo su dependencia, no obstante se trate de una situación no prevista explícitamente en el art 2320. Esta norma contempla una enumeración no taxativa, y para que haya lugar a respons por el hecho ajeno se requiere: a) Vínculo de subordinación o dependencia entre dos personas. b) Que el vínculo sea de derecho privado. c) Que tanto el civilmente responsable como el dependiente tengan capacidad extracontractual. d) Que el subordinado cometa actos ilícitos. e) Que la víctima acredite la culpabilidad del subordinado. 2. PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL HECHO AJENO El efecto de estas presunciones, es que cumplidos los requisitos anteriores se presume legalmente la culpabilidad del guardián y el vínculo causal entre culpa y daño. Por lo que no será necesario acreditar la culpa del guardián, pero éste se puede eximir probando haber actuado con la debida diligencia (2320 inciso final). La respons. por el hecho ajeno no extingue la respons. del autor del hecho material ya que la víctima puede demandar conjunta o separadamente a cualquiera de ellas y si el civilmente responsable paga la reparación, tiene acción de reembolso en contra del subordinado en los términos del art 2325. 2. PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL HECHO AJENO La acción de reembolso no procede si el autor del daño obró por orden del civilmente responsable, o en cumplimiento de sus instrucciones, o es un demente, un infante o un menor de 16 que obró sin discernimiento.
La presunción de culpabilidad de los arts. 2320 a 2322 sólo
procede si el daño lo ha experimentado un tercero que no sea ni el propio subordinado ni otro guardián que sea civilmente responsable.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS EMPRESARIOS POR LOS HECHOS DE SUS DEPENDIENTES Esta responsabilidad es de muy frecuente aplicación práctica y es la que se invoca en aquellos casos en que se demanda indemnización en contra de una empresa por hechos de algún trabajador. Están afectos a esta, toda persona natural o jurídica, incluso empresas del Estado, puesto que aun cuando el propietario sea el Estado o una Municipalidad, actúan al respecto, como sujetos de derecho privado. El ilícito ha de haber sido cometido por un dependiente, y no es necesario que tenga una relación laboral. (el médico que presta sus servicios en una Clínica, aunque no tenga contrato de trabajo, es dependiente en la medida en que queda sometido a una reglamentación que para él es vinculante. LA RESPONSABILIDAD DE LOS EMPRESARIOS POR LOS HECHOS DE SUS DEPENDIENTES Es necesario que el ilícito se haya cometido mientras el dependiente estaba bajo cuidado del empresario y que la víctima sea otro dependiente o un tercero, ya que si la víctima es el propio dependiente que provocó el hecho, no cabe aplicar el art 2320 sino la ley de accidentes de trabajo o la normativa común de respons. contractual o extracontractual.
En todos estos casos, cesa la responsabildad probando la
imposibilidad de haber podido evitar el hecho con la autoridad que su respectiva calidad le confiere y el cuidado que su calidad le prescribe, atendidas todas las circunstancias de hecho del caso. Art. 2320 inc. final 3. PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL HECHO DE LAS COSAS
Se refiere a situaciones en las que un objeto que pertenece o está al servicio de una persona causa un daño. Se funda en que el propietario o el que se sirve de una cosa debe vigilarla y mantenerla en estado de que no cause daño. Luego, si la cosa produce daño se presume que fue culpa de su propietario o de quien se está sirviendo de ella. A) RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE LOS ANIMALES. ART 2326 El responsable es el dueño de un animal o el que se sirve de el (directamente o a través de dependientes) cuando el animal produce un daño, ello, aunque el animal se haya soltado o extraviado (la soltura o extravío denota per se una culpa). El fundamento es la falta de vigilancia o imprudencia en que se presume ha incurrido el dueño o el que se sirve del animal ajeno.
En el caso del art 2327 la imprudencia que se presume
consiste en tener un animal peligroso e inútil. A) RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE LOS ANIMALES. ART 2326 La persona que se sirve de un animal ajeno, carece de acción de reembolso en contra del dueño del animal, salvo que acredite que el daño sobrevino por un vicio del animal que el dueño, con mediano cuidado o prudencia debió conocer o prever, y de que no le dio conocimiento (2326 inc. 2°). En el caso del que tiene un animal fiero de que no se reporta utilidad para la guarda o servicio de un predio no otorga acción de reembolso. La responsabilidad del art 2326 cesa si el dueño del animal, o quien se sirve de él prueban que la soltura o extravío o daño no se debió a culpa suya o del dependiente encargado del animal, pero en el caso del art 2327, hay una presunción de derecho de culpabilidad. B) RESPONSABILIDAD POR LA RUINA DE UN EDIFICIO. ART 2323 El civilmente responsable es el dueño de un edificio y el hecho es la ruina (caída o destrucción más o menos generalizada) de un edificio (construcción en general) acaecida por haberse omitido las necesarias reparaciones o por haber faltado de otra manera al cuidado de un buen padre de familia. Cabría agregar un vicio de la construcción (art 2324). Se funda en la presunción de culpabilidad que significa el tener un edificio en estado de provocar ruina, pero si la víctima es uno de los vecinos, sólo existirá responsabilidad si hubiere precedido notificación de una denuncia de obra ruinosa (art 934). B) RESPONSABILIDAD POR LA RUINA DE UN EDIFICIO. ART 2323 Los tribunales del fondo son soberanos para apreciar si se omitieron las necesarias reparaciones o si hubo vicio en la construcción. En caso de omisión de reparaciones o falta del cuidado de un buen padre de familia, responde el actual dueño (art 2323) cualquiera sea su naturaleza y aunque el obligado por la ley o por contrato a hacer las reparaciones haya sido otro, sin perjuicio de -si procediere según las reglas generales- repetir contra el responsable de haber dejado de hacer las reparaciones. Si son varios los dueños, hay responsabilidad simplemente conjunta (2323 inc 2o). No es solidaria (excepción al art 2317). B) RESPONSABILIDAD POR LA RUINA DE UN EDIFICIO. ART 2323 El dueño sólo puede eximirse de responsabilidad probando que el daño se produjo exclusivamente por caso fortuito o fuerza mayor, o por culpa de la víctima o de un tercero de quien el dueño no responde. En caso de vicios de la construcción, responde ante el dueño y terceros, sean o no vecinos, el que como empresario, ingeniero, arquitecto o constructor, se encargó de su ejecución (arts 2003, regla 3a, 2004 y 2324). C) RESPONSABILIDAD POR UNA COSA QUE CAE O ES ARROJADA DE LA PARTE SUPERIOR DE UN EDIFICIO (2328) Responden todas las personas que habitan la misma parte del edificio, y la indemnización se dividirá entre todas ellas, a menos que se pruebe que el hecho se debe a culpa o dolo de alguna persona exclusivamente, en cuyo caso será responsable esta sola. Es necesario que la cosa que cae no sea parte de la construcción (no sea una teja, una cornisa,...), pues en tal caso habría ruina y se sometería a las reglas de la ruina. Si la cosa es arrojada, aunque sea parte de la construcción, no sería ruina, pues la ruina supone una acción pasiva en que elementos de una construcción caen sin que intervenga de un modo inmediato la mano del hombre. C) RESPONSABILIDAD POR UNA COSA QUE CAE O ES ARROJADA DE LA PARTE SUPERIOR DE UN EDIFICIO (2328)
La responsabilidad presunta que establece el art 2328 cesa si
el demandado prueba que la cosa cayó por un caso fortuito o fuerza mayor, que el hecho se debió a culpa exclusiva de la víctima o a culpa o dolo de un tercero, sea o no habitante del edificio. En este último caso, la responsabilidad recaerá sobre este tercero únicamente (2328) LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL Es una acción patrimonial (transferible, transmisible, renunciable, embargable, transable, personal -sólo puede reclamarse del autor del daño- y mueble (porque persigue una reparación pecuniaria). El titular de la acción es quien ha sufrido o teme un daño y si los perjudicados son varios, todos ellos tienen derecho a la indemnización. En el caso de daño en las cosas, la acción corresponde a todos los que tengan sobre ella un derecho real o personal lesionado (2315). En el caso de daño material en las personas, puede demandar indemnización la víctima directa e independientemente la víctima indirecta (las que a consecuencia del daño en otro sufren un daño pecuniario) LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL En el caso de daño moral, pueden demandar su reparación la víctima directa y los que sufren también una lesión profunda en su ánimo o espiritualidad. Contrariamente a lo que ha sostenido nuestra jurisprudencia, el daño moral hay que acreditarlo siempre, sólo que cuando el ofendido es pariente cercano de una víctima, la prueba será más fácil, toda vez que se gozará de "presunciones judiciales“. El demandante debe acreditar que su daño fue producto de la lesión a un interés legítimo. LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL El sujeto pasivo de la acción es el que provocó el daño, sus herederos (art 2316), excepcionalmente el tercero civilmente responsable y el que sin ser cómplice recibe provecho del dolo ajeno, pero sólo hasta concurrencia del provecho, y sus herederos.
Es autor todo el que contribuye al ilícito, sea como autor
propiamente tal, como cómplice o encubridor, y es también autor el que se aprovecha del dolo ajeno conociéndolo. LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL Si un delito o cuasidelito ha sido cometido por dos o más personas (como autores, cómplices o encubridores), serán solidariamente responsables de todo perjuicio (art 2317). Para que esto ocurra es preciso se trate de un mismo y único delito o cuasidelito. La responsabilidad derivada de un delito o cuasidelito no será solidaria: a) En caso de daños causados por la ruina de un edificio (2323 inc 2º). b) En caso de cosas que caen o son arrojadas desde la parte superior de un edificio (2328). LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL Si el delito o cuasidelito civil lo es también penal, la víctima elegirá entre el Tribunal civil y el penal, salvo que la acción tenga por objeto la restitución de una cosa o su valor, (en ese caso sólo se podrá ejercer la acción en sede penal). Si la existencia del delito o cuasidelito penal ha de ser el fundamento preciso de la sentencia civil o tiene en ella influencia notoria, el Tribunal civil podrá suspender hasta la terminación del proceso penal. Ejecutoriada la sentencia penal, si es condenatoria, produce cosa juzgada en lo civil. LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL Si es absolutoria o sobreseimiento definitivo, sólo produce cosa juzgada en lo civil cuando: - se funda en que no existe el hecho material; - ha sido fortuito o casual; - ha sido imputable exclusivamente a culpa de la víctima; - no hay relación alguna entre el hecho que se investiga y la persona acusada; o - no existen en autos prueba alguna de culpabilidad en contra del inculpado. Si la sentencia absolutoria o de sobreseimiento definitivo se funda en circunstancias eximentes de respons criminal, o en no existir delito o cuasidelito penal, no produce cosa juzgada en materia civil. LA EXPOSICIÓN AL DAÑO El juez, al regular el monto de la indemnización, debe considerar si de parte de la víctima hubo o no culpa, puesto que en caso afirmativo debe reducir su monto. (art. 2330). La culpa de la víctima no exime de responsabilidad al autor del daño, pero obliga al juez a reducir el monto de la indemnización, a menos que el daño sea exclusivamente por culpa de la víctima, pues en tal caso, él soporta el daño en su totalidad. En caso que la víctima sea una persona incapaz de resp. extracontractual, el art 2330 es inaplicable.