Responsabilidad Extracontractual 2019

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CEDULAS RELATIVAS A

RESPONSABILIDAD
EXTRACTONTRACTUAL

Prof. Pedro Aravena Bouyer


Universidad Central
Cédula Nº 14
2.- Responsabilidad civil extracontractual.
Sistema de responsabilidad por daños
del Código Civil chileno. Requisitos de
la responsabilidad extracontractual.
Presunciones de responsabilidad en el
Código Civil. Acción de indemnización
de perjuicios. Titulares de la acción en
el caso de daño patrimonial y en el de
daño moral. Sujetos pasivos. (se repite
en cédulas 3 y 14)
DIFERENCIAS ENTRE
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y
EXTRACONTRACTUAL
a. La responsabilidad contractual supone un vínculo jurídico
previo, del que ha nacido una obligación que se ha
incumplido, por lo que la responsabilidad es una sanción
por el incumplimiento de una obligación. La
responsabilidad extracontractual, en cambio, es fuente de
responsabilidad.
b. La respons contractual se puede contraer por quien ha
alcanzado la plena capacidad de ejercicio, en tanto que la
respons extracontractual exige solamente una cierta edad
de imputabilidad. art 2319.
c. La culpa contractual admite graduación (art.44 y 1547) no
así la culpa extracontractual.
DIFERENCIAS ENTRE
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y
EXTRACONTRACTUAL
d. En materia contractual es necesario constituir en mora al
deudor; no así para hacer efectiva la responsabilidad
extracontractual (art.1557).
e. En la resp. contractual es posible estipular que el deudor
responderá de los perjuicios indirectos, imprevistos o
imprevisibles (aún en el evento de no existir dolo), pero en
la resp. extracontractual no es posible dado que no hay
vínculo jurídico previo.
f. En la materia contractual, si el incumplimiento proviene de
varios deudores, la resp. es mancomunada, a menos que se
haya estipulado solidaridad, en tanto en materia
extracontractual, la resp es siempre solidaria (art.1511 y
2317).
DIFERENCIAS ENTRE
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y
EXTRACONTRACTUAL

g. Para hacer efectiva la resp. extracontractual, la acción


prescribe en 4 años y en la resp. emanada del
incumplimiento de un contrato, la acción prescribe en 5
años, (por regla gral.)
h. En cuanto a la carga de la prueba, en materia contractual,
el acreedor sólo debe probar la existencia de la obligación
y su incumplimiento, (se presume la culpa) pero en la
resp. delictual o cuasidelictual el acreedor debe probar el
ilícito y además debe probar la culpa o el dolo del agente,
salvo en los casos en que se presuma la culpabilidad
(Art.2323, 2326 y 2329).
EL CÚMULO U OPCIÓN DE
RESPONSABILIDADES
Este problema consiste en determinar si puede el perjudicado
por el incumplimiento de obligaciones contractuales optar
entre demandar por responsabilidad contractual o
desentenderse de ella y demandar responsabilidad
extracontractual.
La doctrina en general niega lugar a la tesis de la opción de
responsabilidades.
Si el incumplimiento significa responsabilidad contractual, las
partes no podrían prescindir de lo que, para ellas, es ley
(art.1545), salvo que se haya pactado.
EL CÚMULO U OPCIÓN DE
RESPONSABILIDADES

Sin perjuicio de lo anterior, la opción de responsabilidades


será posible sólo en los siguientes casos:
i. cuando las partes lo han estipulado así; y
ii. cuando el incumplimiento de la obligación contractual es a
la vez un delito o cuasidelito penal.
EL CÚMULO U OPCIÓN DE
RESPONSABILIDADES
Lo que sí es posible es la superposición o coexistencia de
responsabilidad contractual y extracontractual.
No hay inconveniente alguno en que entre dos personas
vinculadas por una obligación precontractual, contractual,
cuasicontractual o legal, convenida expresamente o que
por disposición legal o por la costumbre exista en una
determinada circunstancia entre ellas, pueda, al mismo
tiempo, haber un delito o cuasidelito civil.
Esta superposición supondrá, en todo caso, que el ilícito
extracontractual carece de toda relación con el
incumplimiento de la obligación preexistente.
CLASIFICACIONES DE LA
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
1. Puede ser objetiva (cuando se funda en el riesgo creado y
en el daño provocado) o subjetiva (cuando se funda en la
culpa o dolo del agente).
2. En atención a su origen. Puede ser simple (cuando
proviene del hecho personal del autor del daño) o compleja
(cuando proviene de un hecho ajeno, del hecho de un
animal o de una cosa de los cuales la ley hace responsable
a alguien).
En la resp simple, la víctima deberá probar la culpa o dolo
del autor del daño y en la resp. compleja, la ley presume la
culpabilidad del civilmente responsable.
LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y
OBJETIVA
La teoría subjetiva, supone que sin culpa o dolo no puede
haber responsabilidad y señala que el fundamento de la
obligación es la culpabilidad del agente, esto es, la actitud
reprochable del autor del delito o cuasidelito.
Para esta doctrina, dos son los requisitos fundamentales de
la resp. extracontractual: el daño y que él haya sido
originado por culpa o dolo de quien lo ha provocado.

El problema de esta teoría es que raramente la víctima


obtiene reparación, siendo la razón principal las dificultades
para probar la culpa.
LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y
OBJETIVA
Este problema se hizo patente en los accidentes del
trabajo, en que los obreros quedaban prácticamente
desamparados para luchar en pleitos largos y engorrosos
con las empresas. Generalmente la víctima es de menos
recursos que el autor del daño, y por ello el legislador debe
protegerla.
Por ello se criticó a la doctrina subjetiva que mira más a la
actuación del autor del daño que hacia la situación de
víctima, que evidentemente merece mayor protección.
Prueba de esta situación desventajosa para la víctima es
que es ella quien debe asumir los riesgos de todo caso
fortuito o fuerza mayor.
LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y
OBJETIVA
La dificultad de probar esa subjetividad ha hecho que
hayan ido surgiendo correctivos destinados a aliviar la
carga probatoria a la víctima.
Estos correctivos se encuentran por ejemplo en las
presunciones de culpabilidad, que pueden ser simplemente
legales (como la de los arts. 2320, 2322, 2326, 2328 y
2329) o de derecho (como la de los arts.2321 y 2327).

También son correctivos la extensión que la doctrina y la


jurisprudencia han ido haciendo acerca de la noción de
culpa pues lo que hace años no era considerado culpa hoy
sí lo es.
LA TEORÍA DEL RIESGO CREADO O DE
LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA
Nace simultáneamente en Alemania con Mataja y en Francia
con Josserrand a mediados del siglo XIX.
Según esta teoría, el que crea una situación de riesgo debe
responder en el evento de que se produzca el daño, aunque
no haya habido culpa alguna ni dolo.
Para esta teoría, la responsabilidad es un problema de
causalidad, no de imputabilidad.
La ventaja teórica de esta teoría consiste en que logra
diferenciar nítidamente la responsabilidad civil (que pretende
restablecer un equilibrio de justicia) de la penal (que involucra
la idea de pena o castigo).
LA TEORÍA DEL RIESGO CREADO O DE
LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA
Para la víctima entonces constituye un gran avance pues ya no
se encuentra frente a la dificultad de probar la subjetividad del
autor del ilícito.
Esta teoría se basa en la ecuación “riesgo-beneficio” o sea, el
autor que explota una actividad económica en su propia utilidad,
responde como contrapartida al beneficio que de ella obtiene de
los daños que a los demás causa.
En nuestro derecho se reconoce esta teoría:
i. El C. Aeronáutico (arts 143 y 155).
ii. Ley 18.290 del Tránsito (art.174).
iii. La ley de abusos de publicidad (art.29).
iv. Art 49 de la ley 18.302 sobre seguridad nuclear.
LA TEORÍA DEL RIESGO CREADO O DE
LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA
Para los autores clásicos (M.Planiol, G.Ripert, y los hermanos
Mazeaud), la teoría de la respons. objetiva no es aceptable
pues suprime de la respons. civil el elemento moral, que es el
que crea en el hombre la conciencia de su deber de reparar el
daño causado. Es decir, se hace indemnizar sin que exista la
convicción de un deber en tal sentido.
Nuestro C.Civ. consagra la teoría subjetiva (art. 2314 en
relación con 2284), pues exige voluntad (art. 2319),
negligencia (art.2320 y 2322 inc finales y arts.2326, 2323,
2328, 2329 y 2333).
Los arts. 2321 y 2327 no revelan resp. objetiva, sólo
constituyen presunciones de derecho de culpabilidad.
REQUISITOS DE LA RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL
1. Hecho dañoso
2. Capacidad delictual o cuasidelictual;
3. Dolo o culpa;
4. Perjuicio; y
5. Relación de causalidad.
CAPACIDAD DELICTUAL O
CUASIDELICTUAL
La regla general es la capacidad delictual o cuasidelictual.
Sólo son incapaces quienes carecen del discernimiento
necesario para comprender el hecho que ejecutan.
La capacidad extracontractual es más amplia que la
contractual pues es más fácil alcanzar el discernimiento
acerca del bien y del mal que el necesario para entrar a
celebrar actos jurídicos.
Esta capacidad es independiente de la penal. Por ello, la
sentencia absolutoria en lo penal no impide que el hechor
pueda ser condenado en lo civil (art.179 N°1 CPC). 
¿QUIENES SON INCAPACES EN MATERIAL
DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL?
1. El demente, esto es, quienes al ejecutar el hecho
estaban totalmente privados de la razón. Si el demente
actuó bajo un intervalo lúcido, será responsable aunque
haya estado declarado en interdicción, pues el art. 465 sólo
rige la responsabilidad contractual del demente.
El ebrio, no se entiende que este privado de razón, y por
tanto siempre es responsable de su delito o cuasidelito.
2. El menor de siete años, esto es, el infante (art.2319 y
art.2326), quien ni siquiera puede adquirir la posesión de
una cosa mueble (art.723).
3. El menor de dieciséis años siempre que el juez estime
que obró sin discernimiento.
¿QUIEN SE HACE RESPONSABLE DEL
DELITO O CUASIDELITO DE ESTOS
INCAPACES?
Las personas a cuyo cuidado están si pudiere imputárseles
negligencia.(art.2319).
La persona que los tenga a su cuidado puede ser cualquiera,
no solamente alguna de las previstas en el art. 2320 o 2322, y
el actor deberá probar culpa personal de la persona que
tuviere a su cuidado al incapaz.
En el fondo no es respons. por hecho ajeno sino por hecho
propio, ello explica que queda obligado a indemnizar y no
tiene la acción de reembolso que, en cambio si se le confiere
al principal o empleador en relación con el hecho de su
dependiente (art.2325).
LAS PERSONAS JURÍDICAS Y LA
CAPACIDAD DELICTUAL O
CUASIDELICTUAL
Las personas jurídicas son capaces de delito o cuasidelito
civil, por lo que deben indemnizar los perjuicios provocados
con culpa o dolo por las personas naturales que obran en su
representación o que están bajo su cuidado o servicio.
Para ello debe de tratarse de una persona jurídica que tenga
plena existencia legal, pues en caso contrario habría una
respons. personal del autor.
A las personas jurídicas les asiste el derecho de demandar el
reembolso de lo pagado a los autores del delito o cuasidelito
civil en los términos establecidos en el art.2325.
DOLO O CULPA
El dolo está definido en el art.44 para esta materia. Se trata
de obrar intencionada y directamente para causar daño.
Hay acciones dolosas que no constituyen delito, como por ej.
la ruptura dolosa de los esponsales (art.98).
La culpa también encuentra su definición en la ley. (Art. 44)
tomamos la definición de culpa leve, que es la culpa mediana
o promedio, y que se aplica cuando se habla de culpa sin otra
calificación.
“Es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres
emplean ordinariamente en sus negocios propios”. Se trata
en el fondo en la falta de diligencia o cuidado en la ejecución
de un hecho.
DOLO O CULPA
Esta culpa es apreciada en abstracto, es decir, comparando
la conducta del agente con la ordinaria esperable en tal caso.
En el dolo se exige un actuar, una intención positiva (aunque
veremos que se puede delinquir por omisión lo que se conoce
como reticencia dolosiva, pero en la culpa, se habla más bien
de una abstención en la acción, un dejar de actuar
diligentemente, es decir, hay negligencia cuando el agente al
ejecutar el acto perjudicial omite tomar todas las providencias
que habrían podido evitar el daño.
La abstención pura y simple, es la mera pasividad.
PERJUICIO
Es esencial para que haya resp. extracontractual, ya que si falta
no hay interés alguno y sin interés no hay acción.
Concepto
Es todo menoscabo que experimenta un individuo en su
patrimonio o persona o la privación de un beneficio de orden
patrimonial o moral.
Cualquier detrimento o menoscabo, dolor o molestia que sufra
un individuo en su persona, bienes, libertad, honor, créditos,
afectos, creencias, como asimismo la pérdida de una legítima
ganancia, ventaja o beneficio.
REQUISITOS DEL DAÑO

A. Debe ser cierto, real o efectivo.


No importa que el monto sea incierto, indeterminado o de
difícil avaluación.

B. Puede ser presente o futuro. Puede ser cierto un daño


futuro, cuando se han producido las circunstancias que lo
determinarán, esto es, están sentadas las bases para la
determinación anticipada como consecuencia del desarrollo
de una situación ya existente.
TIPOS DE DAÑO
a. Daño emergente y lucro cesante.
No debe confundirse daño emergente con daño actual ni lucro
cesante con daño futuro, ya que un daño emergente puede
ser futuro y un lucro cesante puede ser actual.
Por ejem, en un accidente automovilístico, es daño emergente
actual los gastos de reparación y medicamentos y lucro
cesante actual lo que hasta la fecha ha dejado de ganar la
victima como consecuencia del accidente, y será daño
emergente futuro los gastos de tratamiento médico o
psicológico que deba incurrir en futuro y; lucro cesante futuro
la no obtención futura de un lucro legitimo, por ejem, todo lo
que deja de ganar mientras no se reponga la persona o se
repare el vehículo.
TIPOS DE DAÑO
La indemnización del daño eventual
Se ha discutido desde hace mucho si en materia
extracontractual el daño eventual es o no indemnizable.
Este daño eventual, no es presente ni cierto, está fundado en
hipótesis, como la pérdida de una probabilidad de ganar, la
pérdida de una expectativa.
Ocurre que en algunos casos la expectativa llegue a
confundirse con el lucro cesante futuro.
b. Daños previstos e imprevistos
Atendiendo a si se pudieron prever o no.
TIPOS DE DAÑO
c. Daño material y moral
Daño moral es el dolor, aflicción, considerada autónoma e
independientemente de las consecuencias patrimoniales o
materiales que ese daño moral puede haber provocado.
La jurisprudencia y la doctrina aceptan la indemnización del
daño moral basados en que ni el art 2314 ni el art 2329
distinguen la naturaleza del daño y en que muchas normas lo
consagran expresamente (como la indemnización
constitucional por error judicial, la ley de abusos de
publicidad, la ley de accidentes del trabajo)
TIPOS DE DAÑO
La Corte Suprema ha establecido en sus sentencias que la
dificultad de avaluar el daño moral sólo revela "la insuficiencia
de los medios de que el legislador puede disponer para
alcanzar el completo restablecimiento del derecho, pero no
que deba dejar de aplicarse la sanción que él mismo
establece como represión o reparación de los actos ilícitos".
d.- Daño directo e indirecto
Sólo se debe indemnizar el daño directo, aquel que es una
consecuencia cierta y necesaria del ilícito. No se indemniza el
daño indirecto, aquel que no deriva necesaria y forzosamente
del hecho ilícito. Ello, por cuanto falta la relación de
causalidad.
RELACIÓN DE CAUSALIDAD
Consiste en que el daño sea la consecuencia directa y
necesaria de la acción u omisión culpables o dolosas. El art
2314 habla de "inferir" y el 2329 de "imputar".
Mediante un ejercicio intelectual podemos determinar si hay o
no relación de causalidad, pues si suprimiendo “in mente” el
hecho, desaparece el daño, entonces no hay relación de
causalidad.
Concluyamos entonces que es causa toda condición que
suprimida mentalmente daría lugar a que no se produjese el
resultado.
DE LAS PRESUNCIONES DE
CULPABILIDAD
A fin de facilitar la posición de la víctima de un delito o
cuasidelito civil, nuestro Código, en ciertos casos presume, la
culpabilidad.
En estos casos, la víctima no necesita probar la culpa de la
persona cuya responsabilidad se presume y le bastará acreditar
los hechos de los cuales la ley deriva la presunción.
Establecidos esos hechos, queda establecida la culpa y la
relación de causalidad con el daño y la persona cuya
culpabilidad se presume, debe probar que empleó la debida
diligencia o cuidado, que el hecho provino de un caso fortuito
ajeno que no le es imputable o que no existe relación de
causalidad entre su culpa y el daño.
1.-PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD
POR EL HECHO PROPIO (ART.2329).
La doctrina la explica como un caso de presunción de
culpabilidad, lo que se demuestra:
- Con la expresión "por regla general" con que comienza y
que es una alusión a las presunciones de culpabilidad de los
arts. 2320 a 2328, en la intención de referirse a casos
análogos que puede haber omitido;
- Con la expresión "(todo daño que pueda..."), lo que significa
que el legislador da por establecido que aun no existiendo
una relación de imputabilidad perfecta, atribuye culpabilidad
("deberá ser reparado por esta"), lo que sólo puede ser
entendido en el contexto de una presunción de culpabilidad.
1.-PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD
POR EL HECHO PROPIO (ART.2329).
En el fondo, el art 2329 constituye presunción de culpabilidad
en situaciones en las que el daño proviene de actividades
peligrosas.
La presunción procede en cualquier caso en que el hecho
que causó el daño, sea razonablemente imputable a malicia o
negligencia de una persona, ya que hay hechos que dentro
de las probabilidades humanas es razonable atribuirlos a dolo
o culpa y que de otra forma no se explican p/ej la caída de un
ascensor. Se presume esa negligencia dado que por su
naturaleza "pueden imputarse" a malicia o negligencia, más
que "imputarse" a algún caso fortuito o fuerza mayor. En todo
caso, la enumeración es meramente ejemplar.
1.-PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD
POR EL HECHO PROPIO (ART.2329).
El efecto de la presunción consiste en que en hechos que se
encuentren en esta situación, la víctima del daño sólo tendrá
que probar el hecho y se presumirá la culpabilidad y la
relación causal.
En los casos señalados en los Nos 1, 2 y 3 del art 2329,
bastará con probar los hechos materiales allí descritos.

En la Ley del Transito hay varios casos de presunción de


culpabilidad por hecho propio (arts. 170, 173 y 176).
2.-PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL
HECHO AJENO
Por regla general una persona responde de sus propios
hechos o los cometidos por la persona de quien es heredero
(2316), pero excepcionalmente responde también de delitos o
cuasidelitos cometidos por personas que están bajo la propia
dependencia o cuidado.
La vigilancia o cuidado puede nacer de hechos voluntarios o
por disposición de la ley. En este último caso encontramos las
normas de los arts. 219, 222, 276 y 277.
En estricto rigor, se trata de responsabilidad por un
hecho propio cual es la falta de diligencia o cuidado en la
vigilancia.
2.-PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL
HECHO AJENO
En nuestro Código, la respons. por el hecho ajeno, constituye un principio
aplicable en todos los casos en que una persona tiene a otra bajo su
dependencia, no obstante se trate de una situación no prevista explícitamente en
el art 2320.
Esta norma contempla una enumeración no taxativa, y para que haya lugar a
respons por el hecho ajeno se requiere:
a) Vínculo de subordinación o dependencia entre dos personas.
b) Que el vínculo sea de derecho privado.
c) Que tanto el civilmente responsable como el dependiente tengan capacidad
extracontractual.
d) Que el subordinado cometa actos ilícitos.
e) Que la víctima acredite la culpabilidad del subordinado.
2. PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL
HECHO AJENO
El efecto de estas presunciones, es que cumplidos los
requisitos anteriores se presume legalmente la culpabilidad
del guardián y el vínculo causal entre culpa y daño. Por lo que
no será necesario acreditar la culpa del guardián, pero éste
se puede eximir probando haber actuado con la debida
diligencia (2320 inciso final).
La respons. por el hecho ajeno no extingue la respons. del
autor del hecho material ya que la víctima puede demandar
conjunta o separadamente a cualquiera de ellas y si el
civilmente responsable paga la reparación, tiene acción de
reembolso en contra del subordinado en los términos del art
2325.
2. PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD POR EL
HECHO AJENO
La acción de reembolso no procede si el autor del daño obró
por orden del civilmente responsable, o en cumplimiento de
sus instrucciones, o es un demente, un infante o un menor de
16 que obró sin discernimiento.

La presunción de culpabilidad de los arts. 2320 a 2322 sólo


procede si el daño lo ha experimentado un tercero que no sea
ni el propio subordinado ni otro guardián que sea civilmente
responsable.
 
LA RESPONSABILIDAD DE LOS
EMPRESARIOS POR LOS HECHOS DE SUS
DEPENDIENTES
Esta responsabilidad es de muy frecuente aplicación práctica
y es la que se invoca en aquellos casos en que se demanda
indemnización en contra de una empresa por hechos de algún
trabajador.
Están afectos a esta, toda persona natural o jurídica, incluso
empresas del Estado, puesto que aun cuando el propietario
sea el Estado o una Municipalidad, actúan al respecto, como
sujetos de derecho privado.
El ilícito ha de haber sido cometido por un dependiente, y no
es necesario que tenga una relación laboral. (el médico que
presta sus servicios en una Clínica, aunque no tenga contrato
de trabajo, es dependiente en la medida en que queda
sometido a una reglamentación que para él es vinculante.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS
EMPRESARIOS POR LOS HECHOS DE SUS
DEPENDIENTES
Es necesario que el ilícito se haya cometido mientras el dependiente
estaba bajo cuidado del empresario y que la víctima sea otro
dependiente o un tercero, ya que si la víctima es el propio dependiente
que provocó el hecho, no cabe aplicar el art 2320 sino la ley de
accidentes de trabajo o la normativa común de respons. contractual o
extracontractual.

En todos estos casos, cesa la responsabildad probando la


imposibilidad de haber podido evitar el hecho con la autoridad que su
respectiva calidad le confiere y el cuidado que su calidad le prescribe,
atendidas todas las circunstancias de hecho del caso. Art. 2320 inc.
final
3. PRESUNCIONES DE CULPABILIDAD
POR EL HECHO DE LAS COSAS
 
Se refiere a situaciones en las que un objeto que pertenece o
está al servicio de una persona causa un daño.
Se funda en que el propietario o el que se sirve de una cosa
debe vigilarla y mantenerla en estado de que no cause daño.
Luego, si la cosa produce daño se presume que fue culpa de
su propietario o de quien se está sirviendo de ella.
A) RESPONSABILIDAD POR EL HECHO
DE LOS ANIMALES. ART 2326
El responsable es el dueño de un animal o el que se sirve de
el (directamente o a través de dependientes) cuando el
animal produce un daño, ello, aunque el animal se haya
soltado o extraviado (la soltura o extravío denota per se una
culpa).
El fundamento es la falta de vigilancia o imprudencia en que
se presume ha incurrido el dueño o el que se sirve del animal
ajeno.

En el caso del art 2327 la imprudencia que se presume


consiste en tener un animal peligroso e inútil.
A) RESPONSABILIDAD POR EL HECHO
DE LOS ANIMALES. ART 2326
La persona que se sirve de un animal ajeno, carece de acción
de reembolso en contra del dueño del animal, salvo que
acredite que el daño sobrevino por un vicio del animal que el
dueño, con mediano cuidado o prudencia debió conocer o
prever, y de que no le dio conocimiento (2326 inc. 2°).
En el caso del que tiene un animal fiero de que no se reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio no otorga acción
de reembolso.
La responsabilidad del art 2326 cesa si el dueño del animal, o
quien se sirve de él prueban que la soltura o extravío o daño no
se debió a culpa suya o del dependiente encargado del animal,
pero en el caso del art 2327, hay una presunción de derecho de
culpabilidad.  
B) RESPONSABILIDAD POR LA RUINA
DE UN EDIFICIO. ART 2323
El civilmente responsable es el dueño de un edificio y el
hecho es la ruina (caída o destrucción más o menos
generalizada) de un edificio (construcción en general)
acaecida por haberse omitido las necesarias reparaciones o
por haber faltado de otra manera al cuidado de un buen padre
de familia. Cabría agregar un vicio de la construcción (art
2324).
Se funda en la presunción de culpabilidad que significa el
tener un edificio en estado de provocar ruina, pero si la
víctima es uno de los vecinos, sólo existirá responsabilidad si
hubiere precedido notificación de una denuncia de obra
ruinosa (art 934).
B) RESPONSABILIDAD POR LA RUINA
DE UN EDIFICIO. ART 2323
Los tribunales del fondo son soberanos para apreciar si se
omitieron las necesarias reparaciones o si hubo vicio en la
construcción.
En caso de omisión de reparaciones o falta del cuidado de un
buen padre de familia, responde el actual dueño (art 2323)
cualquiera sea su naturaleza y aunque el obligado por la ley o
por contrato a hacer las reparaciones haya sido otro, sin
perjuicio de -si procediere según las reglas generales- repetir
contra el responsable de haber dejado de hacer las
reparaciones. Si son varios los dueños, hay responsabilidad
simplemente conjunta (2323 inc 2o). No es solidaria
(excepción al art 2317).
B) RESPONSABILIDAD POR LA RUINA
DE UN EDIFICIO. ART 2323
El dueño sólo puede eximirse de responsabilidad probando
que el daño se produjo exclusivamente por caso fortuito o
fuerza mayor, o por culpa de la víctima o de un tercero de
quien el dueño no responde.
En caso de vicios de la construcción, responde ante el dueño
y terceros, sean o no vecinos, el que como empresario,
ingeniero, arquitecto o constructor, se encargó de su
ejecución (arts 2003, regla 3a, 2004 y 2324).
C) RESPONSABILIDAD POR UNA COSA QUE
CAE O ES ARROJADA DE LA PARTE
SUPERIOR DE UN EDIFICIO (2328)
Responden todas las personas que habitan la misma parte
del edificio, y la indemnización se dividirá entre todas ellas, a
menos que se pruebe que el hecho se debe a culpa o dolo de
alguna persona exclusivamente, en cuyo caso será
responsable esta sola.
Es necesario que la cosa que cae no sea parte de la
construcción (no sea una teja, una cornisa,...), pues en tal
caso habría ruina y se sometería a las reglas de la ruina. Si la
cosa es arrojada, aunque sea parte de la construcción, no
sería ruina, pues la ruina supone una acción pasiva en que
elementos de una construcción caen sin que intervenga de un
modo inmediato la mano del hombre.
C) RESPONSABILIDAD POR UNA COSA QUE
CAE O ES ARROJADA DE LA PARTE
SUPERIOR DE UN EDIFICIO (2328)

La responsabilidad presunta que establece el art 2328 cesa si


el demandado prueba que la cosa cayó por un caso fortuito o
fuerza mayor, que el hecho se debió a culpa exclusiva de la
víctima o a culpa o dolo de un tercero, sea o no habitante del
edificio. En este último caso, la responsabilidad recaerá sobre
este tercero únicamente (2328)
LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL
Es una acción patrimonial (transferible, transmisible,
renunciable, embargable, transable, personal -sólo puede
reclamarse del autor del daño- y mueble (porque persigue una
reparación pecuniaria).
El titular de la acción es quien ha sufrido o teme un daño y si
los perjudicados son varios, todos ellos tienen derecho a la
indemnización.
En el caso de daño en las cosas, la acción corresponde a
todos los que tengan sobre ella un derecho real o personal
lesionado (2315). En el caso de daño material en las
personas, puede demandar indemnización la víctima directa e
independientemente la víctima indirecta (las que a
consecuencia del daño en otro sufren un daño pecuniario)
LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL
En el caso de daño moral, pueden demandar su reparación la
víctima directa y los que sufren también una lesión profunda
en su ánimo o espiritualidad.
Contrariamente a lo que ha sostenido nuestra jurisprudencia,
el daño moral hay que acreditarlo siempre, sólo que cuando
el ofendido es pariente cercano de una víctima, la prueba
será más fácil, toda vez que se gozará de "presunciones
judiciales“.
El demandante debe acreditar que su daño fue producto de la
lesión a un interés legítimo.
LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL
El sujeto pasivo de la acción es el que provocó el daño, sus
herederos (art 2316), excepcionalmente el tercero civilmente
responsable y el que sin ser cómplice recibe provecho del
dolo ajeno, pero sólo hasta concurrencia del provecho, y sus
herederos.

Es autor todo el que contribuye al ilícito, sea como autor


propiamente tal, como cómplice o encubridor, y es también
autor el que se aprovecha del dolo ajeno conociéndolo.
LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL
Si un delito o cuasidelito ha sido cometido por dos o más
personas (como autores, cómplices o encubridores), serán
solidariamente responsables de todo perjuicio (art 2317).
Para que esto ocurra es preciso se trate de un mismo y único
delito o cuasidelito.
La responsabilidad derivada de un delito o cuasidelito no será
solidaria:
a) En caso de daños causados por la ruina de un edificio
(2323 inc 2º).
b) En caso de cosas que caen o son arrojadas desde la parte
superior de un edificio (2328).
LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL
Si el delito o cuasidelito civil lo es también penal, la víctima
elegirá entre el Tribunal civil y el penal, salvo que la acción
tenga por objeto la restitución de una cosa o su valor, (en ese
caso sólo se podrá ejercer la acción en sede penal).
Si la existencia del delito o cuasidelito penal ha de ser el
fundamento preciso de la sentencia civil o tiene en ella
influencia notoria, el Tribunal civil podrá suspender hasta la
terminación del proceso penal.
Ejecutoriada la sentencia penal, si es condenatoria, produce
cosa juzgada en lo civil.
LA ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD
DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL CIVIL
Si es absolutoria o sobreseimiento definitivo, sólo produce cosa juzgada en
lo civil cuando:
- se funda en que no existe el hecho material;
- ha sido fortuito o casual;
- ha sido imputable exclusivamente a culpa de la víctima;
- no hay relación alguna entre el hecho que se investiga y la persona
acusada; o
- no existen en autos prueba alguna de culpabilidad en contra del inculpado.
Si la sentencia absolutoria o de sobreseimiento definitivo se funda en
circunstancias eximentes de respons criminal, o en no existir delito o
cuasidelito penal, no produce cosa juzgada en materia civil.
LA EXPOSICIÓN AL DAÑO
El juez, al regular el monto de la indemnización, debe
considerar si de parte de la víctima hubo o no culpa, puesto
que en caso afirmativo debe reducir su monto. (art. 2330).
La culpa de la víctima no exime de responsabilidad al autor
del daño, pero obliga al juez a reducir el monto de la
indemnización, a menos que el daño sea exclusivamente por
culpa de la víctima, pues en tal caso, él soporta el daño en su
totalidad.
En caso que la víctima sea una persona incapaz de resp.
extracontractual, el art 2330 es inaplicable.

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