Grandes Pandemias de La Historia

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GRANDES

PANDEMIAS
Diego Zegarra
Peste de Justiniano

El Imperio bizantino se encontraba en uno de sus


momentos de mayor esplendor cuando una epidemia de
peste vino a oscurecer el mandato del emperador
Justiniano. Es la primera epidemia de peste de la que se
tiene constancia. La enfermedad –y con ella el miedo y la
histeria- se expandió por Constantinopla, una ciudad de
casi 800.000 habitantes, a una velocidad vertiginosa. Y de
allí a todo el Imperio. Incluso el propio Justiniano fue
víctima de la peste, aunque terminó recuperándose. Al
final de la epidemia, la capital imperial había perdido casi
el 40% de su población, y en todo el imperio se había
cobrado la vida de 4 millones de personas. Las
consecuencias económicas fueron catastróficas, pues
hubo momentos en que el número de muertos superaba
el de vivos. Muchos historiadores ven en este
debilitamiento del Imperio bizantino una de las líneas
divisorias entre el ocaso de la Antigüedad y la floreciente
Edad Media.
Peste negra

La peste negra era ya –y sigue siendo, pues hay brotes activos


en la actualidad- una vieja conocida cuando la humanidad
vivió el peor brote de esta enfermedad a mediados del siglo
XIV (entre 1346 y 1353). Sin embargo se ignoraba por completo
tanto sus causas como su tratamiento. Esto, junto con la gran
velocidad de propagación, la convirtió en una de las mayores
pandemias de la historia. Hasta cinco siglo más tarde no se
descubrió su origen animal, en este caso las ratas, que
durante la Edad Media convivían en las grandes ciudades con
las personas e incluso se desplazaban en los mismos
transportes –barcos, por ejemplo- hacia ciudades lejanas,
portando las bacterias de Yersinia Pestis, causante de la peste
negra, consigo. Los números que dejó tras de sí esta epidemia
son estremecedores. Por ejemplo, según los datos que
manejan los historiadores, la península Ibérica habría perdido
entre el 60 y 65% de la población, y en la región italiana de la
Toscana entre el 50 y el 60%. La población europea pasó de 80
a 30 millones de personas.
Viruela

El llamado virus variola, cuya afectación en los seres humanos es


conocida desde hace por lo menos 10.000 años, es el causante de la
enfermedad conocida como viruela. Su nombre hace referencia a las
pústulas que aparecían en la piel de quien la sufría. Era una
enfermedad grave y extremadamente contagiosa que diezmó la
población mundial desde su aparición, llegando a tener tasas de
mortalidad de hasta el 30%. Se expandió masivamente en el nuevo
mundo cuando los conquistadores empezaron a cruzar el océano
afectando de manera terrible una población con defensas muy bajas
frente a nuevas enfermedades, y en Europa tuvo un periodo de
expansión dramático durante el siglo XVIII, infectando y desfigurando
a millones de personas. Afortunadamente, es una de las dos únicas
enfermedades que el ser humano ha conseguido erradicar mediante
la vacunación. Precisamente, fue luchando contra esta enfermedad
cuando se descubrió la primera vacuna. Primero, lady Montagu hizo
unas observaciones claves en Turquía y, casi 100 años más tarde, 
Edward Jenner probó científicamente su eficacia. En 1977 se registró el
último caso de contagio del virus, que desde entonces se considera
extinguido.
Gripe española

En marzo de 1918, durante los últimos meses de la 


Primera Guerra Mundial (1914-1919), se registró el
primer caso de gripe española, paradójicamente, en un
hospital de Estados Unidos. Fue bautizada así porque
España se mantuvo neutral en la Gran Guerra y la
información sobre la pandemia circulaba con libertad, a
diferencia de los demás países implicados en la
contienda que trataban de ocultar los datos. Esta
virulenta cepa del virus de la gripe se extendió por todo
el mundo al mismo tiempo que las tropas se repartían
por los frentes europeos. Los sistemas de salud se vieron
desbordados y las funerarias no daban abasto. Estudios
recientes han revelado datos más precisos. Se estima
que la tasa global de mortalidad fue de entre el 10 y el 20
por ciento de los infectados, llegando a morir, en todo el
mundo, entre 20 o 50 millones de personas. Hay quien
incluso se atreve a decir que pudieron ser 100 millones.
Gripe asiática

Registrado por primera vez en la península de


Yunán, China, el virus de la gripe A (H2N2) de
procedencia aviar apareció en 1957 y en
menos de un año se había propagado por
todo el mundo. Para entonces, el papel de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el
brazo médico de la ONU creado en 1948,
diseñaba cada año una vacuna destinada a
paliar los efectos de las mutaciones de la
gripe. A pesar de que los avances médicos con
respecto a la pandemia de la gripe española
contribuyeron a contener mucho mejor el
avance de virus, esta pandemia registró un
millón de muertos en todo el planeta.
Gripe de Hong Kong

Tan solo diez años después de haber


superado la última gran pandemia de gripe,
apareció, de nuevo en Asia, la llamada gripe
de Hong Kong. Una variación del virus de la
gripe A (H3N2) fue registrada en esta ciudad
en 1968 y se expandió por todo el mundo con
un patrón muy parecido al de la gripe
asiática. Un millón de personas fueron las
víctimas que causó esta nueva cepa de la
gripe.
Virus de Inmunodeficiencia
Adquirida (VIH)

Una de las pandemias más graves y más recientes


conocida por la sociedad actual es la del Virus de
Inmunodeficiencia Adquirida, el VIH, más conocido como
SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). Los
primeros casos documentados tuvieron lugar en 1981, y
desde entonces se extendió por todo el mundo
concentrando gran parte de los esfuerzos de las
organizaciones mundiales de la salud. Se cree que su
origen fue animal, y sus efectos son algo que podría
describirse como el agotamiento del sistema
inmunológico, de modo que el propio virus no es letal,
pero sí lo son sus consecuencias, pues dejan el organismo
desprotegido frente a otras enfermedades. Su contagio
se produce por contacto con fluidos corporales. A pesar
de que estas vías de transmisión lo hacen menos
contagioso, a priori, que otros virus como la gripe, el
desconocimiento inicial permitió que se expandiera con
mucha rapidez. Se calcula que el VIH ha podido causar
alrededor de 25 millones de muertes en todo el mundo.

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