Sistema Auditivo
Sistema Auditivo
Sistema Auditivo
Llamaremos sonido a toda aquella perturbación que sea perceptible por el oído humano, lo cual solo
sucederá si la frecuencia de estas vibraciones está comprendida entre 8 y 20 000 ciclos por segundos.
Estas vibraciones pueden propagarse por cualquier medio mecánico sólido, líquido o gas.
Las ondas sonoras están constituidas por ondas longitudinales, en donde las moléculas vibran con
relación a sus posiciones de equilibrio en forma paralela a la propagación del sonido.
Una onda sinusal simple nos ayuda para conocer un tono puro por el aumento y la disminución cíclica
en la compresión de moléculas de aire.
El intervalo de tiempo entre dos picos o crestas de onda es el periodo, la distancia recorrida en un
periodo es la longitud de onda, y el número de ciclos por segundo es la frecuencia. La intensidad es la
diferencia entre la energía del punto más alto de la onda (pico) y la del punto más bajo (valle), medida
por el tímpano.
El espacio entre el foco sonoro (la fuente que produce el sonido) y el elemento receptor (nuestro oído)
es el llamado campo sonoro.
La gama normal de frecuencias del ser humano es de 50 a 16000 Hz. La mayor parte de los sonidos del
habla humana están comprendidos entre los 100 y 8000 Hz, y la sensibilidad auditiva es máxima entre
los 1000 y 3000 Hz.
La exposición al ruido fuerte puede causar una pérdida de la audición selectiva de algunas frecuencias y
el envejecimiento normal puede reducir la gama de frecuencias audibles.
INTENSIDAD Y SONORIDAD:
Frente a las presiones sonoras, el oído soporta desde 10‐16 watt/cm2 (umbral auditivo) hasta
los 10‐4 watt/cm2 (umbral de dolor).
Este es un rango muy amplio, por ejemplo el sonido de un rifle produce una presión
sonora 100 000 000 de veces mayor que una hoja seca que cae de un árbol.
La intensidad es la energía sonora transportada por unidad de tiempo y que atraviesa un área
perpendicular a la dirección de propagación. Es decir se refiere a la potencia acústica por
unidad de superficie y se expresa en watt/cm2.
Dado que la sonoridad define un fenómeno subjetivo de gran amplitud, se utiliza una escala comprimida
logarítmica en lugar de lineal. Las cantidades varían en una relación de 1:100 000 000 (1:106), por lo
tanto es que usa una escala logarítmica, siendo la unidad el Bell (Belio).
El oído puede dividirse anatómicamente en oído externo,
medio e interno
OÍDO EXTERNO:
Las ondas sonoras son captadas por el pabellón
auricular son encauzadas a través del
conducto auditivo externo hasta la membrana
timpánica. Las propiedades de resonancia del
pabellón auricular y del conducto realzan algunas
frecuencias mas que otras, todo depende desde la
dirección con la que llega el sonido, por lo que la lesión
o destrucción del pabellón auricular pueden deteriorar
la precisión de la localización del sonido.
OÍDO INTERNO:
ESTRUCTURA DE LA CÓCLEA:
La cóclea actúa como un filtro de frecuencias que separa y analiza las frecuencias individuales
que componen los sonidos complejos.
En la ventana oval, el estribo comprime la perilinfa, provocando el movimiento de la membrana
basilar que se refleja en una onda que viaja a lo largo de ella.
Por lo tanto los tonos puros producirán una onda que se desplazará a lo largo de la membrana
basilar y su amplitud máxima tendrá un punto concreto de la membrana.
Para los tonos agudos, éste punto está cerca de la base de la cóclea y las frecuencias bajas,
Es más distal.