Resumen de Platón

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Introducción

La filosofía de Platón tiene como trasfondo la reacción y el enfrentamiento al escepticismo y


relativismo de los sofistas. El objetivo de la filosofía platónica es político, pretende instaurar un
sistema político justo mediante la educación de la juventud griega. La reforma política
pretende fundamentar la polis en un orden de principios universal que primero hay que
descubrir y luego enseñar. Considera que es posible alcanzar la verdad y que en ella se
fundamenta la ética y la política. Por influencia de Sócrates está convencido de que la justicia y
la bondad en sí existen motivo por el cual son posibles los actos justos y buenos, esto
conducirá a Platón a formular la teoría de las Ideas como medio para comprender la totalidad
de lo real y no solo el ámbito de la ética. En la carta séptima nos dice “ no cesará en los males
el género humano hasta que los que son filósofos ocupen los cargos públicos o bien, quienes
ejercen el poder en los estados lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico
sentido de la palabra.”

1. La metafísica platónica: El dualismo ontológico

Platón distingue dos ámbitos distintos de realidad (dualismo metafísico). Por un lado el
mundo sensible al que pertenecen las cosas particulares y materiales, que conocemos por
medio de los sentidos y que es cambiante, perecedero e imperfecto; y, por otro, el mundo
inteligible o mundo de las Ideas, formado por las esenciass transcendentes que se captan por
medio de la razón y que es inmutable, eterno y perfecto. Las Ideas no son representaciones
mentales sino que existen son reales, objetivas, con independencia de nuestro pensamiento y
de los objetos y constituyen la auténtica realidad.

En su diálogo de la República (libro 7º), Platón narra el llamado “mito de la caverna” en el que
describe a unos prisioneros encadenados que viven en una cueva, los cuales confunden las
sombras de la pared con la auténtica realidad, hasta que uno de ellos es liberado y logra salir al
exterior, conociendo el mundo bajo la luz del sol. Compadecido de la ignorancia en la que
vivían los otros prisioneros, decide volver al interior de la cueva para contarles la verdad pero
allí no le creen, le toman por loco y lo matan. En el mito, el prisionero liberado representaba a
Sócrates. Los demás prisioneros somos nosotros. El mundo de las sombras de la caverna es la
realidad que podemos percibir con nuestros sentidos. El mundo exterior iluminado por el sol
es el mundo de las Ideas. El sol simboliza la Idea del Bien.

El mundo sensible que es el que podemos percibir por los sentidos, un mundo cambiante en el
que los seres nacen, cambian, mueren y nada permanece igual, que es solo un mundo
aparente, no real, como las sombras de la caverna del mito, y el mundo inteligible o mundo de
las Ideas, que solo podemos conocer por la razón, que es la auténtica realidad, el mundo
exterior del mito de la caverna. El filósofo debe realizar un esfuerzo para ir más allá de las
apariencias y poder conocer la auténtica realidad: las Ideas, hasta aalcanzar la Idea del Bien (el
sol). Platón compara la Idea de Bien con el sol:”Dos son los que reinan, uno en el ámbito de lo
visible, otro en el ámbito de lo inteligible”. La Idea de bien constituye el fundamento
ontológico: sin el Bien no existiría nada, ni el resto de lass Ideas ni el mundo sensible. (Si el sol
dejara de existir desaparecería todo lo demás). También es el fundamento epistemológico ya
que hacee posible el conocimiento.(como el sol que al iluminar los objetos nos permite
conocerlos.) Y es el fundmento ético y político, por lo que quien quiera actuarbien, llevar una
buena vida y dirigir hacia el bien a la polistiene que conocer la Idea de Bien.

En un diálogo de su vejez, el Timeo, Platón describe como el demiurgo creó el mundo sensible
como una copia, utilizando la materia informe y las Ideas como modelos. Las Ideas, para Platón
son seres reales, eternos, inmutables, perfectos que viven en un mundo separado del mundo
en el que vivimos nosotros. En el mundo inteligible hay Ideas de todas las clases de seres que
podamos percibir: Idea de ser humano, de rosa, de lobo …pero también de las cualidades de
las cosas, Ideas estéticas, como la Idea de la Belleza, e Ideas éticas, como la de la Justicia o la
del Bien. Ideas matemáticas de figuras geométricas o de los números etc. Entre las Ideas hay
un orden jerárquico: la Idea principal es la del Bien, luego las demás Ideas éticas y estéticas; a
continuación las Ideas matemáticas, y por último, las Ideas de todas las clases de seres
naturales, incluida la especie humana.

La relación que existe entre esos modelos ideales que usó el demiurgo y los seres concretos
que percibimos en el mundo sensible es de imitación o de participación. Si un rostro es
hermoso es porque imita a la Idea de la Belleza, aunque sea de un modo imperfecto. Si una
acción humana es valiente o justa es porque participa de las Ideas del Valor y de la Justicia.
Con el mundo de las Ideas, Platón trataba de superar el escepticismo y el relativismo de los
sofistas: existen el bien moral y la justicia, aunque vivan en otro mundo separado de este y la
razón humana puede conocerlas, es posible acceder a ellos por razón si no nos dejamos llevar
por las apariencias. Esa debe ser la misión del filósofo.

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2. El problema del conocimiento: dualismo epistemológico.

En correspondencia con el dialismo ontológico, Platón sostiene un dualismo epistemológico, al


distinguir entre conocimiento verdadero de las cosas o episteme (ciencia o saber verdadero),
que es el conocimiento del mundo real, del mundo inteligible , se alcanza por la razón y es un
conocimiento universal e inmutable; y conocimiento falible u opinión (doxa), que es el
conocimiento del mundo sensiblle, lo obtenemos por medio de los sentidos y se trarta de un
conocimiento imperfecto, particular y cambiante.

En su diálogo de la República, Platón explica los grados del conocimiento humano en el símil
de la línea: primero distingue entre doxa u opinión y ciencia o episteme. Luego, señala dos
grados o niveles en cada una de ellas. Dentro de la opinión (doxa) diferenciará entre el
conocimiento de las representaciones, las imágenes, los reflejos de las cosas (Eikasía o
imaginación) y el conocimiento de las cosas mismass tal y como las percibimos por los sentidos
(pistis o creencia). Dentro de la ciencia (episteme), también distingue otros dos grados: el
conocimiento discursivo o dianoia que tiene por objeto el razonamiento matemático, y el
conocimiento directo de las Ideas,(noesis) que se trata de una intuición intelectual.

En definitiva, gracias a la existencia de las Ideas puede haber una verdad objetiva: la ciencia o
episteme frente a las opiniones cambiantes de los hombres, que eran la única verdad que
defendían los sofistas desde su posición relativista y escéptica. Porque existen la Justicia y el
Bien podemos juzgar las acciones de los hombres como justas o injustas. Para alcanzar el
conocimiento de las ideas debemos realizar una ascensión del conocimiento sensible al
conocimiento de la Ideas hasta alcanzar la Idea de Bien. A este proceso lo denomina dialéctica.

Pero si esas Ideas viven en otro mundo separado de este ¿cómo podremos conocerlas? Según
Sócrates, la verdad está en nuestro interior. ¿Cómo ha llegado a estar allí? Platón responderá a
esta pregunta con su teoría de la pre-existencia del alma en el mundo de las Ideas. Al vivir allí,
porque el alma es eterna e inmortal, pudo contemplar todas las Ideas y por eso ese
conocimiento yace como dormido en nuestro interior. De ahí que conocer es recordar lo que
ya sabíamos, pero olvidamos al encarnarnos en nuestros cuerpos. Esta es su teoría del
conocimiento como reminiscencia. Como este mundo sensible es una copia del mundo de las
Ideas, al percibir por los sentidos las copias imperfectas se despierta en nosotros el
conocimiento de las Ideas que quedó olvidado y oscurecido al unirse el alma al cuerpo
podemos recordar el original.

También por el amor podemos ascender a la Idea de la Belleza y al conocimiento del Bien. En
su diálogo del Banquete, en el discurso sobre el amor de Sócrates, Platón afirma que primero
podemos desear los cuerpos hermosos y luego fijarnos en las almas bellas por sus cualidades;
de ahí pasar a las acciones justas y buenas de esas almas y, ascendiendo dialécticamente llegar
a reconocer la belleza de las normas buenas y justas por las que se rigen esas acciones y la
belleza de la verdad en sí misma, el valor del auténtico conocimiento de la ciencia, hasta
alcanzar finalmente la Idea de la Belleza y del Bien en sí mismo. Así por ascenso dialéctico, de
Idea en Idea, el alma puede recuperar todo el conocimiento gracias a la razón. El amor en su
deseo de la belleza nos permite ir más allá de lo material de los cuerpos hasta alcanzar lo
espiritual. El amor es el deseo de lo que no se tiene. El filósofo es como el amor. Busca la
sabiduría y la verdad. Para ello, debe separarse de lo sensible y purificarse alejándose de lo
material, para poder volver al mundo de las Ideas, al lugar en el que habitó antes de
encarnarse en este mundo sensible, y contemplar el Bien perfecto otra vez.

3. La concepción del ser humano: el dualismo antropológico

El dualismo establecido por Patón entre el mundo sensible y el mundo de las Ideas se traduce,
en el caso de la antropología, en en dualismo cuerpo /alma Platón considera que el ser
humano es la uniión accidental de cuerpo y alma.

La noción de alma se entiende como principio de vida pero, sobre todo, como principio de
conocimiento racional.. El alma pertenece al mundo de las Ideas y como ellas, es eterna e
inmortal.

El cuerpo es de naturalez material y pertenece al mundo sensible. El cuerpo es una cárcel para
el alma y la raiz de todos los malesporque crea necesidades en el alma y le impide dedicarse a
la búsqueda de la verdad: es el origen de los amores alocados, de las pasiones, los miedos
enfermedades..Es una pesada carga de la que el alma tiene que liberarse para poder cceder a
la contemplación de las Ideas

¿Cómo llegó a estar encerrada en el cuerpo? Para responder a esa pregunta, Platón narra la
historia de la caída del alma en el mito del carro alado en su diálogo Fedro: alegóricamente,
Platón compara el alma con un carro alado, conducido por un auriga que simboliza a la razón, y
arrastrado por dos caballos, uno dócil y hermoso, la parte irascible del alma, que se deja guiar
por el auriga, (simboliza las pasiones nobles del alma como el amor, el valor, el deseo de
justicia etc.) y otro caballo feo y rebelde, la parte apetitiva o concupiscible del alma, que
representa a las pasiones desordenadas, a los deseos del cuerpo y de todo lo material
(apetitos de placer por la comida, el deseo sexual, la riqueza…). Por culpa del caballo rebelde,
que tropezó haciendo volcar el carro, el alma cayó a este mundo sensible, encarnándose en un
cuerpo que la tiene prisionera. La parte racional se encarnó en la cabeza, la parte volitiva, en el
pecho, y la parte apetitiva en el abdomen. Por la caída, el alma olvidó todo el conocimiento del
mundo de las Ideas. Solamente si vuelve a recordar, si se purifica de todo lo sensible y se
dedica a la búsqueda de la verdad, podrá el alma volver al lugar al que pertenece, al mundo de
las Ideas.

Por influencia de los pitagóricos, Platón creía en la transmigración de las almas (la teoría
griega de la reencarnación). En el libro 10 de la República, el autor afirma que cada alma al
morir el cuerpo, elige, según su pureza, un tipo de vida. Platón afirma que la mejor elección de
vida es la del filósofo y la peor la del tirano. El alma pura que por tres veces haya elegido ser
filósofo podrá volver al mundo de las Ideas y se liberará de las reencarnaciones. Si por el
contrario, el hombre no ha llevado una vida moralmente aceptable, entonces se reencarnará
de nuevo, incluso en un cuerpo animal, si se ha comportado como tal. Esto nos lleva al
problema de la ética, ¿cómo debemos vivir? ¿qué debemos hacer?

4. El problema de la Ética:

El triple sentido de la virtud (la areté o excelencia humana) La ética platónica se centra en el
tema de la virtud. Por influencia de su maestro Sócrates, seguirá la teoría del intelectualismo
ético: solo quien conoce el bien, obrará bien y es virtuoso. La excelencia humana se logra por
el conocimiento del bien. Por tanto, en un primer sentido, la virtud es un saber. Pero además,
para que el alma pueda volver a su lugar de origen, al mundo de las Ideas, antes debe
purificarse y descontaminarse de todo lo sensible, pues solo así saldrá del proceso de las
reencarnaciones. Así pues, la virtud es también purificación. Debemos desligarnos de lo
material y no dejarnos arrastrar por los deseos y las pasiones ligadas al cuerpo. No se trata de
rechazar todo placer, pero sí de ser prudentes. En ese contexto cabe entender la idea de que la
filosofía es un aprendizaje para morir, porque el cuerpo es una cárcel para el alma. Por último,
en un tercer sentido, la virtud es también la armonía. A cada parte del alma le corresponde
una virtud: a la parte raacional, la sabiduría o prudencia; a la parte irascible, la valentíao
fortaleza y a la parte apetitiva la moderación o templanza. La justicia se entiende como la
armonía entre las tres virtudes: cuando cada parte desarrolla la virtud que le corresponde de
forma excellente estamos ante un ser humano justo. Cuando la razón manda en la parte
irascible se desarrolla la virtud de la fortaleza o valentía. Cuando la razón manda sobre la parte
concupiscible, la virtud que se desarrollará es la templanza o moderación. Finalmente, cuando
se dan la prudencia, la fortaleza y la templanza, podemos hablar de justicia o armonía en el
alma. Así el hombre podrá ser bueno, sabio, virtuoso y feliz. De esta visión tripartita del alma
humana se sirve Platón para organizar su modelo de sociedad justa, como la describe en la
República, porque Platón cree que la sociedad es como el alma, pero “escrita en caracteres
grandes para que los cortos de vista también puedan comprender”.
5. La Política: La sociedad ideal

Si toda la filosofía de Platón tenía como finalidad regenerar la democracia y lograr la polis
justa, esta parte es muy importante en su pensamiento. Para Platón, los gobernantes deben
ser filósofos y conocer el bien y la justicia para poder conseguir el bien colectivo y la felicidad
de los ciudadanos. En la República describe su modelo ideal de sociedad en la que habría tres
clases sociales: los gobernantes, cuya función es guiar o dirigiir la polis; los guardianes cuya
función es proteger la polis de enemigos externos e internos y los productores cuya función es
proveer de bienes y servicios.. A esas clases se accedía solamente por la aptitud para aprender.
No contaban la riqueza, ni el dinero ni el sexo para su pertenencia a cada grupo. Los
gobernantes, debían desarrollar lacapacidad racional y su prudencia, los guardianes, su valor y
fortaleza. Y los productores, su moderación y el afán de servir a los demás con su trabajo. Los
niños debían ser educados por el estado, y después de ver por sus capacidades, qué tipo de
alma predominaba en ellos, cada uno ingresaba en su clase social y eran educados para
desempeñar su función: los gobernantes, dirigir la polis; los guardianes, defenderla; y los
productores, proveer de alimentos y bienes materiales a toda la ciudad. La justicia en la polis
derivaba de que todos realizasen bien la función asignada y obedecieran a los gobernantes. Los
gobernantes y guardianes no podían tener familia propia ni propiedad privada alguna, para
que no se distrajeran con las preocupaciones de los asuntos privados. Al carecer de intereses
particulares se evitaba la corrupción. Vivían comunitariamente y se dedicaban solo al bien
común, al gobierno y a la defensa de la polis. Eran mantenidos por los productores
(campesinos, artesanos y comerciantes). A estos últimos sí se les permitía tener familia propia
y propiedad privada. El estado organiza la educación de todos los niños. Debían aprender
matemáticas, música y gimnasia para educarlos en las virtudes del valor, la armonía y el
razonamiento. Lo principal era educar su carácter. A los más aptos de entre todos los niños o
niñas, se les enseñaba luego la dialéctica (la ciencia de las Ideas), de ellos salían los guardianes
y gobernantes. A los más capaces entre los guardianes, se les iniciaba en la filosofía
recorriendo los cuatro grados del conocimiento, y de ellos, a partir de los 50 años y por turnos,
salían los futuros gobernantes de la polis.

Platón también examinó la degeneración de las formas de gobierno y las formas de gobierno
de su época: la mejor forma de gobierno, para él, era la aristocracia (el gobierno de los
mejores), la monarquía si el mejor es solo uno; pero la aristocracia puede degenerar en
timocracia, si los militares se imponen por la fuerza o en oligarquía, cuando son los más ricos
los que acceden al poder. Generalmente, suele haber una revuelta de los ciudadanos por la
injusticia, lo que lleva a la democracia, al gobierno del pueblo. Pero en ese gobierno, donde
todos quieren mandar a la vez, pronto termina cundiendo el desorden y la anarquía. Eso da
lugar al final, al peor de los posibles sistemas de gobierno: la tiranía. En ella, uno solo, no el
mejor, se alza e impone orden por la fuerza. Este no cuida del bien común, sino solo de sus
intereses, y al final todos los ciudadanos terminan siendo sus esclavos.

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