Como_poner_limites
Como_poner_limites
Como_poner_limites
Para aprender a poner límites primero tenemos que entender lo que NO es un límite:
Hacer que los otros te entiendan, explicando lo que piensas a diestra y siniestra.
Tampoco es defender tu opinión para que los demás valoren la importancia de lo que
necesitas y te gusta.
Menos aún mostrar tus debilidades, penas, sufrimientos para que se “apiaden” de ti y se
adapte a lo que quieres.
De ninguna manera es amenazar, intimidar, gritar y agredir.
Poner límites es una forma clara de respetar nuestros deseos, necesidades, intereses, gustos y
valores. Implica decir “no” lo cual genera una tensión tanto en ti como los otros. Un “sí” siempre
es fácilmente aceptado por los demás, si bien muchas veces se da a costa de nuestros anhelos
y necesidades.
Autoconocimiento
El autoconocimiento es un trabajo que hemos venido desarrollando a lo largo de este curso.
Conocerte, permite distinguir tus propios límites y saber qué es permisible para ti y qué no lo
es. ¿Cómo podemos poner un límite que no conocemos? Poner límites implica una creciente
claridad de lo que deseamos, requerimos, amamos, estamos interesados en y valoramos.
Asertividad
Uno de los pilares de la autoestima, nos permite exponer los límites que requerimos de
manera oportuna y constructiva. La asertividad implica usar mensajes “YO” para no culpar o
agredir al otro de lo que nos falta, pero al mismo tiempo usar un mensaje “TÚ” para explicarle
lo que queremos o no queremos y las consecuencias en caso de no cumplirlo.
Valentía.
Es esa fortaleza personal que nos ayuda a superar las resistencias internas (temor a que nos
dejen de querer, miedo a equivocarnos) que nos impiden poner límites de forma sabia y
exitosa.
Persistencia
Sostiene el embate que nos pondrá el entorno. A
mucha gente, como he venido diciendo, no le
gusta nuestro cambio porque nuestro
movimiento “hace olas” en su vida, Además, no
les gustan nuestros límites que les cortan
privilegios, ventajas, incluso, para sus abusos
cometidos.
Temor a ofender:
Es inevitable que los límites generen cierta perturbación, pero aplicados de forma oportuna y sin lastimar no
tienen porque ser ofensivos.
Inseguridad personal:
Si infravaloramos nuestras propias opiniones y necesidades y damos más valor a las de los otros, es muy difícil
poner límites claros. De ahí la importancia de la consciencia y el autoconocimiento para validar nuestros puntos
de vista y requerimientos.
Miedo a fracasar:
Aprendemos a poner límites, y seguramente las primeras veces que practiquemos hablaremos de más, o de
menos, con demasiada fuerza o con voz muy baja, con resultados positivos o con errores repetidos. Sólo la
práctica nos hará ganar seguridad personal y destreza, fracasar menos o fracasar, en última instancia, mejor.
Temor a la humillación:
Mostrar quiénes somos y poner límites a lo que nos lastima se presta a que se burlen de nosotros y a que
experimentemos cierta humillación. Habrá quienes piensen que estamos bromeando e intentarán minimizar
nuestra petición. Sosteniendo nuestra palabra validaremos lo que estamos planteando y de ser necesario, ante
respuestas hoscas y ofensivas, habremos de retirarnos y poner en un lugar más distante, dicha relación.
Miedo al enojo:
Quienes acarreamos temores primitivos por haber sido educados de una forma severa, incluso violenta, el
temor al enojo del otro ante nuestros límites puede implicarnos un desafío especial. Aprender a calmarnos, en
este particular caso, es de infinita utilidad.
Verdaderas revanchas:
No podemos negar que existen situaciones de francas diferencias de poder que nos ponen en desventaja con
otras personas y nos llevan a evaluar los efectos del límite. Cuando los riesgos de un “NO” pueden ser graves
(por ejemplo un despido o incluso un golpe) hemos de considerar las instancias y recursos que tenemos para
apuntalar la seguridad y nuestra decisión.
Cómo poner
límites
tener claro qué...
...El autoconocimiento es un trabajo que hemos venido desarrollando a lo largo de este curso.
Conocerte, permite distinguir tus propios límites y saber qué es permisible para ti y qué no lo
es. ¿Cómo podemos poner un límite que no conocemos? Poner límites implica una creciente
claridad de lo que deseamos, requerimos, amamos, estamos interesados en y valoramos.
reconocer tu estado
¿Estás motivado y convencido? ¿Te sientes con fuerza para aplicar el límite? ¿Eres sereno para
controlar tus reacciones? Tu intención debe ser mejorar la situación y no hacer sentir mal al
otro.
El saber poner límites nos permite establecer vínculos sanos, oportunos y armoniosos
en los cuales se puede cultivar y preservar el amor. Los límites también se consolidan en
sentido de coherencia e integridad, otro pilar de la autoestima, porque nos permiten
honrar tus necesidades, intereses, deseos, y valores.
Los límites generan una profunda experiencia de autocuidado y libertad. Decir “no” a
alguien o algo, es decir “sí” a lo que yo necesito y valoro.