Dualidad

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Tema 7

Dualidad en espacios normados

Usando el teorema de extensión Hahn-Banach, vamos ahora a profundizar en el estudio de


la relación entre un espacio normado y su dual. En el caso más sencillo, dicho teorema permite
obtener cualquier norma a partir de su norma dual, lo que establece cierta simetría entre ambas.
Por otra parte, el teorema de extensión permite mostrar la relación entre el dual de un espacio
normado y el de cualquiera de sus subespacios, poniendo de manifiesto la relación que existe
entre extensiones Hahn-Banach y mejores aproximaciones en ciertos subespacios de un espacio
de Banach dual. Haremos también una descripción del dual de un cociente, que es independiente
del teorema de Hahn-Banach, pero la conjunción de ambos resultados permite caracterizar los
subespacios cerrados de un espacio normado, usando el espacio dual. Esta es sin duda una de
las consecuencias más útiles del teorema de Hahn-Banach.
Para llegar a la cuestión más relevante en el estudio de la dualidad, mostramos que todo
espacio normado puede identificarse canónicamente con un subespacio de su bidual, que no es
más que el espacio dual de su dual. Aparecerán así los espacios de Banach reflexivos, para los
que existe total simetría entre un espacio y su dual. Para la gran mayoría de los espacios de
Banach que conocemos, podremos averiguar sin mucha dificultad si son reflexivos. Veremos
finalmente algunas propiedades de estabilidad que tiene la clase de los espacios reflexivos.

7.1. Un ejemplo de extensión Hahn-Banach


Como caso particular muy sencillo del teorema de extensión Hahn-Banach, obtenemos el
siguiente resultado:

Si X es un espacio normado y x ∈ X \ {0} , existe h ∈ X ∗ con k h k = 1 y h(x) = k x k .

Usamos el subespacio M = K x ⊂ X y el funcional lineal g ∈ M ∗ dado por g(λ x) = λ k x k


para todo λ ∈ K . Se tiene claramente | g(y) | = k y k para todo y ∈ M , luego k gk = 1 . Por tanto,
si h ∈ X ∗ es una extensión Hahn-Banach de g , vemos que k h k = 1 y h(x) = g(x) = k x k ,
como se quería. 

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7. Dualidad en espacios normados 76

Hemos obtenido una relación entre cualquier norma y su norma dual, que ahora vamos a
resaltar. Fijado x ∈ X \ {0} , para f ∈ X ∗ con k f k = 1 se tiene obviamente | f (x) | 6 k x k .
Pero existe h ∈ X ∗ con k h k = 1 que nos da la igualdad h(x) = k x k . Tenemos por tanto:
k x k = sup | f (x) | : f ∈ X ∗ , k f k = 1

∀x ∈ X
pues el caso x = 0 no es una excepción. De hecho el supremo anterior es siempre un máximo,
pero al usar el supremo, vemos muy clara la simetría con la definición de la norma dual:
∀ f ∈X∗

k f k = sup | f (x) | : x ∈ X , k x k = 1
Así pues, el teorema de Hahn-Banach nos ha permitido obtener la norma de X, a partir de su
norma dual en X ∗ , exactamente igual que la norma de X ∗ se obtiene, por definición, a partir de
la de X. Es costumbre enfatizar la simetría anterior, denotando por x ∗ a un elemento genérico
del espacio dual X ∗ , de la misma forma que denotamos por x a un vector genérico de X. Las
dos igualdades anteriores toman entonces la siguiente forma:
k x k = sup | x ∗ (x) | : x ∗ ∈ X ∗ , k x ∗ k = 1 ∀ x ∈ X


k x ∗ k = sup | x ∗ (x) | : x ∈ X , k x k = 1 ∀ x ∗ ∈ X ∗


Del resultado anterior deduciremos también lo que se conoce como “universalidad” de los
espacios de funciones acotadas: todo espacio normado puede verse como subespacio de uno de
ellos. Recordemos que, si Γ es un conjunto no vacío, l∞ (Γ) es el espacio de Banach de todas
las funciones acotadas de Γ en K , cuya norma viene dada por k y k = sup y(γ) : γ ∈ Γ
para todo y ∈ l∞ (Γ) . En particular conocemos el espacio de sucesiones l∞ = l∞ (N) .

Todo espacio normado es isométricamente isomorfo a un subespacio de l∞ (Γ) para algún


conjunto no vacío Γ. En particular, todo espacio normado separable es isométricamente
isomorfo a un subespacio de l∞ .

Sea X un espacio normado y sea {xγ : γ ∈ Γ} un conjunto denso en X. Para cada γ ∈ Γ


tomamos xγ∗ ∈ X ∗ verificando que k xγ∗ k = 1 y xγ∗ (xγ ) = k xγ k . Para cada x ∈ X, definimos
entonces una función T (x) : Γ → K , escribiendo
T ( x ) (γ) = xγ∗ (x)

∀γ ∈ Γ

T ( x ) (γ) 6 k xγ∗ k k x k = k x k ,

Para cualesquiera x ∈ X y γ ∈ Γ se tiene claramente
de donde deducimos que T (x) ∈ l∞ (Γ) con k T (x) k∞ 6 k x k . Es claro que T : X → l∞ (Γ) es
un operador lineal, y acabamos de probar que T es continuo, pero de hecho veremos enseguida
que T es isométrico.
Para todo γ ∈ Γ se tiene claramente
= xγ∗ (xγ ) =

xγ T (xγ ) (γ) 6 T (xγ ) ∞
6 xγ
Como T es continuo, la función x 7→ k T (x) k∞ es continua en X, y acabamos de ver que
coincide con la norma de X, otra función continua, en el conjunto {xγ : γ ∈ Γ} , que es denso
en X . Por tanto, ambas funciones coinciden en X, es decir, T es isométrico.
Si el espacio normado X es separable, tiene un subconjunto denso numerable, luego el
razonamiento anterior puede hacerse con Γ = N , obteniendo un isomorfismo isométrico de X
sobre un subespacio de l∞ (N) = l∞ . 
7. Dualidad en espacios normados 77

7.2. Dual de un subespacio


Volvamos al teorema de extensión Hahn-Banach en versión general. Dado un subespacio M
de un espacio normado X, el teorema hace que la aplicación lineal x ∗ 7→ x ∗ M , de X ∗ en M ∗ ,
sea sobreyectiva. Por tanto, M ∗ se identifica, como espacio vectorial, con el cociente de X ∗
por el núcleo de dicha aplicación, un subespacio de X ∗ al que ahora vamos a prestar atención.
Si A es un subconjunto no vacío de un espacio normado X, definimos el anulador de A
como el conjunto A⊥ de todos los funcionales lineales continuos en X que se anulan en A :

A⊥ = x ∗ ∈ X ∗ : x ∗ (a) = 0 ∀ a ∈ A


Para cada a ∈ A , la aplicación lineal x ∗ 7→ x ∗ (a) es continua, ya que | x ∗ (a) | 6 k a k k x ∗ k


para todo x ∗ ∈ X ∗ , luego el conjunto {x ∗ ∈ X ∗ : x ∗ (a) = 0} es un subespacio cerrado de X ∗ .
Deducimos que A⊥ es subespacio cerrado de X ∗ , como intersección de subespacios cerrados.
Esto permite considerar el espacio de Banach X ∗ /M ⊥ , cociente del espacio de Banach X ∗ por
un subespacio cerrado. Vamos a comprobar ahora que este cociente se identifica con M ∗ , no
sólo como espacios vectoriales, sino también como espacios de Banach.

Si M es un subespacio de un espacio normado X, entonces se tiene un isomorfismo


isométrico Φ : X ∗ /M ⊥ → M ∗ , que viene dado por

Φ q(x ∗ ) = x ∗ M ∀x∗ ∈ X ∗

(1)

donde q : X ∗ → X ∗ /M ⊥ es la aplicación cociente.

Por lo ya comentado, Φ está bien definida y es una biyección lineal, luego se trata de probar
que Φ es isométrica.
Fijado w ∈ X ∗ /M ⊥ , sea y ∗ = Φ(w) ∈ M ∗ , para comprobar que k y ∗ k = k w k . Por una
parte, para todo x ∗ ∈ w , tenemos k y ∗ k = k x ∗ |M k 6 k x ∗ k , y por otra, el teorema de extensión
Hahn-Banach nos da un x ∗ ∈ w con k x ∗ k = k y ∗ k , luego usando la definición de la norma
cociente obtenemos

k Φ(w) k = k y ∗ k = mı́n k x ∗ k : x ∗ ∈ w = k w k


Esto prueba que Φ es un isomorfismo isométrico, como se quería. 

En el razonamiento anterior aparece un hecho que conviene destacar: para todo w ∈ X ∗ /M ⊥ ,


el ínfimo que define a la norma cociente k w k es un mínimo. Deducimos que cada x ∗ ∈ X ∗ tiene
al menos una mejor aproximación en M ⊥ , junto con una relación entre mejores aproximaciones
y extensiones Hahn-Banach, que merece la pena resaltar.

Si M es un subespacio de un espacio normado X, entonces M ⊥ es proximinal en X ∗ . De


hecho, para cada x∗ ∈ X ∗ , las mejores aproximaciones de x ∗ en M ⊥ son los funcionales
de la forma x∗ − z∗ , donde z∗ es una extensión Hahn-Banach de x∗ M .
7. Dualidad en espacios normados 78

Dado x ∗ ∈ X ∗ , sea z ∗ una extensión Hahn-Banach de x ∗ |M . Entonces x ∗ − z ∗ ∈ M ⊥ , y


usando el resultado anterior, tenemos

k x ∗ − (x ∗ − z ∗ ) k = k z ∗ k = k x ∗ |M k = k q(x ∗ ) k = d x ∗ , M ⊥


luego x ∗ − z ∗ es una mejor aproximación de x ∗ en M ⊥ . Por otra parte, si u ∗ es una mejor


aproximación de x ∗ en M ⊥ , se tiene que

k x ∗ − u ∗ k = d x ∗ , M ⊥ = k q(x ∗ ) k = k x ∗ |M k


luego z ∗ = x ∗ − u ∗ es una extensión Hahn-Banach de x ∗ |M , tal que u ∗ = x ∗ − z ∗ . 

7.3. Dual de un cociente


Veamos una descripción del dual de un cociente, que es la contrapartida a la del dual de un
subespacio, recién obtenida.

Sea M un subespacio cerrado de un espacio normado X y q : X → M la aplicación


cociente. Entonces se tiene un isomorfismo isométrico Ψ : (X/M)∗ → M ⊥ , dado por:

Ψ w∗ = w∗ ◦ q ∀ w ∗ ∈ (X/M)∗

(2)

Para w ∗ ∈ (X/M) ∗ , la linealidad y continuidad de q hacen que se tenga w ∗ ◦ q ∈ X ∗ , y es

claro que w ∗ q(y) = 0 para todo y ∈ M , luego w ∗ ◦ q ∈ M ⊥ . Denotando por U a la bola




abierta unidad de X , sabemos que q(U) es la bola abierta unidad de X/M , y vemos que Ψ es
isométrica, pues para todo w ∗ ∈ (X/M)∗ se tiene:

k Ψ (w ∗ ) k = sup w ∗ q(x) : x ∈ U = sup | w ∗ (w) | : w ∈ q(U) = k w ∗ k


  

Si x ∗ ∈ M ⊥ y u, x ∈ X verifican que q(u) = q(x) , tenemos u−x ∈ M , luego x ∗ (u) = x ∗ (x) .


Podemos pues definir un funcional lineal w ∗ : X/M → K escribiendo w ∗ q(x) = x ∗ (x) para
todo x ∈ X . Entonces w ∗ ◦ q = x ∗ ∈ X ∗ de donde w ∗ ∈ (X/M)∗ , y tenemos Ψ(w ∗ ) = x ∗ . Por
tanto, la imagen de Ψ es M ⊥ , y Ψ es un isomorfismo isométrico, como queríamos. 

Obsérvese que en la demostración anterior no hemos usado el teorema de Hahn-Banach, el


resultado podía haberse probado mucho antes. De hecho, el mismo razonamiento puede usarse
con operadores en vez de funcionales. Si Y es un espacio normado arbitrario, se obtiene un
isomorfismo isométrico del espacio de operadores L(X/M,Y ) sobre el subespacio de L(X,Y )
formado por los operadores que se anulan en M . Hemos preferido destacar el caso Y = K , que
es el más interesante. Además, ahora podemos aprovecharlo para generalizar el resultado con
el que iniciábamos este tema.

Si M es un subespacio cerrado de un espacio normado X y x ∈ X \ M , existe x ∗ ∈ M ⊥


tal que k x ∗ k = 1 y x ∗ (x) = d(x, M) .
7. Dualidad en espacios normados 79

Si q : X → X/M es la aplicación cociente, el resultado mencionado nos da w ∗ ∈ (X/M)∗


∗ ∗ entonces tomar x ∗ = w ∗ ◦ q ∈ M ⊥ , pues se

tal que k w k = 1 y w q(x) = k q(x) k . Basta
tiene k x ∗ k = k w ∗ k = 1 y x ∗ (x) = w ∗ q(x) = k q(x) k = d(x, M) , como se quería.



Tomando M = {0} recuperamos el resultado inicial de este tema, que hemos usado para
obtener una versión más general. Como ocurría en el caso particular, el valor x ∗ (x) = d(x, M)
es óptimo, en el siguiente sentido. De z ∗ ∈ M ⊥ con k z ∗ k = 1 , se deduce que, para todo y ∈ M
se ha de tener | z ∗ (x) | = | z ∗ (x−y) | 6 k x−y k , de donde | z ∗ (x) | 6 d(x, M) = x ∗ (x) . Pero aún
olvidando este detalle, el resultado anterior tiene una consecuencia importante: si x ∈ X \ M ,
existe x ∗ ∈ M ⊥ tal que x ∗ (x) 6= 0 . Dicho de otra forma, dado x ∈ X, se tiene que x ∈ M si,
y sólo si, x ∗ (x) = 0 para todo x ∗ ∈ M ⊥ . Esto significa que el espacio dual X ∗ nos permite
caracterizar los subespacios cerrados de cualquier espacio normado X. De hecho, con el mismo
razonamiento podemos conseguir el siguiente resultado, formalmente más general.

Si A es un subconjunto no vacío de un espacio normado X, se tiene:


Lin A = x ∈ X : x ∗ (x) = 0 ∀ x ∗ ∈ A ⊥

(3)
En particular, si M es un subespacio de X, se tiene
M = x ∈ X : x ∗ (x) = 0 ∀ x ∗ ∈ M ⊥

(4)

luego M es denso en X si, y sólo si, M ⊥ = {0}.

Sea Y = Lin A y llamemos Z al conjunto que aparece en el segundo miembro de (3) , para
comprobar que Y = Z . Vemos que Z es un subespacio cerrado de X, por ser la intersección de
los núcleos de los elementos de A ⊥ . Como es obvio que A ⊂ Z , deducimos que Y ⊂ Z . Para la
otra inclusión, fijamos x ∈ X \Y y comprobamos que x ∈/ Z . Como Y también es un subespacio
cerrado de X, el resultado anterior nos da un x ∈ Y tal que x ∗ (x) = d(x,Y ) 6= 0 . Se tiene
∗ ⊥

obviamente x ∗ ∈ A ⊥ , luego x ∈
/ Z como queríamos.
Para un subespacio M ⊂ X, se tiene Lin M = M y (3) se convierte en (4) . Cuando M
es denso en X, para todo x ∗ ∈ M ⊥ , se tiene por continuidad que x ∗ = 0 , luego M ⊥ = {0} .
Recíprocamente, si M ⊥ = {0} , en vista de (4) es obvio que M = X. 

Deducimos un resultado que quedó anunciado al estudiar los duales de algunos espacios de
Banach concretos.

Si X es un espacio normado tal que X ∗ es separable, entonces X es separable.

Como X ∗ es un espacio métrico separable, su esfera unidad también lo es, luego existe un
conjunto numerable {xn∗ : n ∈ N} , que es denso en la esfera unidad de X ∗ . Para cada n ∈ N ,
tomamos entonces xn ∈ X verificando que k xn k = 1 y | xn∗ (xn ) | > 1/2 . Probaremos que el
subespacio de dimensión numerable M = Lin {xn : n ∈ N} es denso en X, y esto implica, como
sabemos, que X es separable. Por el resultado anterior, bastará comprobar que M ⊥ = {0} .
Supongamos por el contrario que existe x ∗ ∈ M ⊥ con k x ∗ k = 1 . Entonces, para n ∈ N ,
como x ∗ (xn ) = 0 , tenemos 1/2 < | xn∗ (xn ) | = | xn∗ (xn ) − x ∗ (xn ) | 6 k xn∗ − x ∗ k , pero esto es
una contradicción, porque {xn∗ : n ∈ N} era denso en la esfera unidad de X ∗ . 
7. Dualidad en espacios normados 80

7.4. Inyección canónica y completación


Naturalmente, llamamos segundo dual, o bidual, deun espacio normado X, al dual del

espacio de Banach X ∗ , que denotamos por X ∗∗ = X ∗ . Desde luego, X ∗∗ también es un
espacio de Banach, cuya norma viene dada por

k x ∗∗ k = sup x ∗∗ (x ∗ ) : x ∗ ∈ X ∗ , k x ∗ k 6 1 ∀ x ∗∗ ∈ X ∗∗


Enseguida vamos a ver que X es isométricamente isomorfo a un subespacio de X ∗∗ . Para ello


basta usar una idea bien sencilla: la expresión x ∗ (x) puede verse como función de x ∈ X, pero
también como función de x ∗ ∈ X ∗ .
Concretamente, fijado x ∈ X, consideramos la aplicación J(x) : X ∗ → K definida por

J(x) (x ∗ ) = x ∗ (x) ∀x∗ ∈ X ∗




Es obvio que J(x) es un funcional lineal en X ∗ , y tenemos J(x) (x ∗ ) 6 k x k k x ∗ k para




todo x ∗ ∈ X ∗ . Por tanto J(x) es continuo, es decir, J(x) ∈ X ∗∗ , y tenemos k J(x) k 6 k x k . Pero
un resultado ya conocido nos da la igualdad, ya que

x = sup x ∗ (x) : x ∗ ∈ X ∗ , k x ∗ k 6 1


J(x) (x ∗ ) : x ∗ ∈ X ∗ , k x ∗ k 6 1 = J(x)
 
= sup

Todo lo dicho es válido para todo x ∈ X, luego podemos considerar la aplicación x 7→ J(x) .
Se trata obviamente de una aplicación lineal J : X → X ∗∗ y acabamos de comprobar que es
isométrica, luego permite identificar X con un subespacio de su bidual X ∗∗ . Se dice que J es
la inyección canónica del espacio normado X en su bidual.
Si X no es completo, J(X) tampoco lo es, luego J(X) 6= X ∗∗ . Esta sencilla observación
tiene su utilidad, pues permite ver a X como subespacio denso de un espacio de Banach.

Si X es un espacio normado no completo, existe un espacio de Banach X,


b junto con
un isomorfismo isométrico de X sobre un subespacio denso en X. Además Xb es único,
b
salvo isomorfismos isométricos.

Considerando la inyección canónica J : X → X ∗∗ , tomamos Xb = J(X) . Entonces Xb es


un subespacio cerrado de X ∗∗ , luego es también un espacio de Banach. Obviamente J es un
isomorfismo isométrico de X sobre J(X) , que es un subespacio denso en Xb .
La unicidad de Xb se deduce del teorema de extensión por densidad de operadores lineales
continuos. Sea Xe otro espacio de Banach, tal que exista un isomorfismo isométrico I , de X
sobre un subespacio I(X), denso en Xe . El operador T0 = J ◦ I −1 : I(X) → J(X) ⊂ Xb y su
inverso S0 = I ◦ J −1 : J(X) → I(X) ⊂ Xe , se pueden entonces extender, obteniendo operadores
lineales y continuos T : Xe → Xb y S : Xb → Xe , que verifican k T k = k S k = 1 . Como T0 ◦ S0
es la identidad en J(X) , que es un subespacio denso en X, b deducimos claramente que T ◦ S
b Análogamente S ◦ T es la identidad en X,
es la identidad en X. e y esto prueba que T y S son
−1 −1
biyectivos con T = S . Tenemos por tanto k T k = k T k = 1 , luego T es un isomorfismo
isométrico de Xe sobre X,b como queríamos demostrar. 
7. Dualidad en espacios normados 81

Se dice que el espacio de Banach Xb del resultado anterior es la completación del espacio
normado X. Podemos por tanto ver cada espacio normado como subespacio denso de un espacio
de Banach. La unicidad de la completación permite recíprocamente pensar que, si Y es un
subespacio denso de un espacio de Banach Z , entonces Z es la completación de Y .

7.5. Espacios de Banach reflexivos


Consideremos los espacios de Banach que mejor se comportan con respecto a la dualidad.
Se dice que un espacio de Banach X es reflexivo, cuando la inyección canónica J : X → X ∗∗
es sobreyectiva, es decir, cuando J(X) = X ∗∗ . En tal caso, naturalmente, J es un isomorfismo
isométrico de X sobre X ∗∗ , y tenemos total simetría entre los espacios de Banach X y X ∗ ,
puesto que el espacio dual de X ∗ se identifica con X.
Los ejemplos más sencillos de espacios de Banach reflexivos saltan a la vista. Si X es un
espacio normado de dimensión finita, está claro que X ∗ , y por tanto X ∗∗ , tienen la misma
dimensión que X. Como la inyección canónica J : X → X ∗∗ es isométrica, luego inyectiva,
también ha de ser sobreyectiva:

Todo espacio de Banach de dimensión finita es reflexivo.

Al estudiar los duales de los espacios de sucesiones, vimos que la relación entre un espacio
y su dual podía no ser simétrica. Esto nos llevará a los primeros ejemplos de espacios de Banach
no reflexivos. Para abreviar, escribiremos X ≡ Y cuando dos espacios normados X e Y sean
isométricamente isomorfos, es decir, idénticos como espacios normados.

Los espacios de Banach c0 y l1 no son reflexivos.

Recordemos que c∗0 ≡ l1 , y a su vez l1∗ ≡ l∞ , luego c0∗∗ ≡ l1∗ ≡ l∞ , y en particular, c0∗∗ no
es separable. Como c0 sí es separable, no puede ser siquiera homeomorfo a c0∗∗ , luego no es
reflexivo. Del mismo modo, tenemos l1∗∗ ≡ l∞∗ , y sabemos que l∞∗ no es separable, porque l∞
no lo es. Como l1 es separable, no puede ser homeomorfo a l1∗∗ , luego l1 no es reflexivo. 
El razonamiento usado con l1 se puede abstraer. Si X es un espacio de Banach separable,
tal que X ∗ no es separable, entonces X no es reflexivo. En efecto, si X fuese reflexivo, X ∗∗
sería separable por ser homeomorfo a X, luego X ∗ sería separable.
A diferencia de los ejemplos anteriores, veamos lo que ocurre con l p para 1 < p < ∞ .
Sabemos que l p∗ ≡ l p ∗ , y a su vez l p∗∗ ≡ l p ∗∗ = l p , luego tenemos l p∗∗ ≡ l p∗∗ ≡ l p . Esto invita a
pensar que l p es reflexivo, pero no basta para asegurarlo, como vamos a explicar.
Concretamente, el matemático estadounidense R.C. James encontró en 1951 un espacio
de Banach X, que es isométricamente isomorfo a su bidual, pero no es reflexivo, es decir, la
inyección canónica J : X → X ∗∗ no es sobreyectiva. Hoy se conoce como el espacio de James,
y verifica algo que también es llamativo y poco frecuente: J(X) tiene codimensión 1 en X ∗∗ .
Así pues, para asegurar que un espacio de Banach es reflexivo, no basta identificarlo de
alguna forma con su bidual, hay que comprobar que la inyección canónica es sobreyectiva. Para
ello es frecuente recurrir a una noción que ahora vamos a estudiar.
7. Dualidad en espacios normados 82

7.6. Transposición de operadores


En los últimos razonamientos con espacios de sucesiones, hemos usado algo que no es
discutible, pero sin comprobarlo explícitamente: si dos espacios normados son isométricamente
isomorfos, sus duales también deben serlo. Necesitamos esa comprobación, pero haremos algo
más general y útil, pues a cada operador lineal y continuo entre espacios normados, asociaremos
un operador lienal y continuo entre los duales, y tendremos cierto control de la relación entre
las propiedades de ambos operadores.
La forma de hacerlo no ofrece dificultad. Sean X e Y espacios normados y T ∈ L(X,Y ) un
operador lineal y continuo. Para cada y ∗ ∈ Y ∗ se tiene entonces que y ∗ ◦ T ∈ X ∗ , lo que permite
considerar la aplicación T ∗ : Y ∗ → X ∗ definida por T ∗ (y ∗ ) = y ∗ ◦ T para todo y ∗ ∈ Y ∗ . Es
evidente que T ∗ es un operador lineal, que se maneja fácilmente mediante la igualdad

T ∗ (y ∗ ) (x) = y ∗ T (x) ∀ x ∈ X , ∀ y∗ ∈ Y ∗
 

que no es más que la definición de T ∗ . Se dice que T ∗ es el operador transpuesto de T .


Esta nomenclatura está inspirada en lo que ocurre cuando se trabaja en espacios normados
 finita, como vamos a explicar. Supongamos que X tiene dimensión n ∈ N y
de dimensión
sea U = u1 , u2 , . . . , un una base algebraica de X. Las coordenadas de cada vector x ∈ X
dependen linealmente de x , luego existe un conjunto U = u1 , u2 , . . . , un∗ ⊂ X ∗ , verificando

 ∗ ∗
n
que la igualdad x = ∑ uk∗(x) uk nos da la única forma de expresar cada vector x ∈ X como
k=1
combinación lineal de elementos de U. Es claro entonces que
n
x∗ = ∑ x ∗(uk ) uk∗ ∀x∗ ∈ X ∗ (5)
k=1

es la única forma de expresar cada x ∗ ∈ X ∗ como combinación lineal de elementos de U ∗ . Por


tanto, U ∗ es una base algebraica de X ∗ , a la que llamamos base dual de U. A su vez, U ∗
tiene una base dual U ∗∗ = {u1∗∗ , u2∗∗ , . . . , un∗∗ } , y de (5) se deduce claramente que uk∗∗ = J(uk )
para todo k ∈ {1, 2, . . . , n} , donde J : X → X ∗∗ es la inyección canónica. Tenemos así una
comprobación bien detallada de la reflexividad de X.
Si ahora Y es otro espacio normado, de dimensión m ∈ N , fijamos también en Y una base
algebraica V = {v1 , v2 , . . . , vm } , con lo que en Y ∗ tenemos la base dual V ∗ = {v1∗ , v2∗ , . . . , vm∗ } .
En las bases U y V , sabemos que cada operador lineal T ∈ L(X,Y  ) queda representado por
una matriz m × n con coeficientes escalares, la matriz A = a j k dada por a j k = v ∗j T (uk )


para j ∈ {1, 2, . . . , m} y k ∈ {1, 2, . . . n} . De hecho, se tiene claramente


n n
v ∗j T (x) = ∑ v ∗j T (uk ) uk∗(x) = ∑ a j k uk∗(x)
 
∀ j ∈ {1, 2, . . . , n} , ∀ x ∈ X
k=1 k=1

luego si escribimos cada x ∈ X como un vector columna formado por sus coordenadas en la
base U , y hacemos lo mismo con T (x) en la base V , la igualdad anterior nos dice que el vector
columna T (x) es el producto de la matriz A por el vector columna x , luego el operador T se
expresa como producto de matrices: T (x) = A x para todo x ∈ X.
7. Dualidad en espacios normados 83

Pues bien, en las bases duales V ∗ y U ∗ , el operador transpuesto ∗ ∗


 T : Y ∗→ X se
∗ representa
a su vez por una matriz n × m , que viene dada por A = ak j , donde ak j = uk∗∗ T ∗ (v ∗j )
∗ ∗


para k ∈ {1, 2, . . . , n} y j ∈ {1, 2, . . . , m} . Ahora bien, para j y k arbitrarios, se tiene


ak∗ j = uk∗∗ T ∗ (v ∗j ) = J(uk ) T ∗ (v ∗j ) = T ∗ (v ∗j ) (uk ) = v ∗j T (uk ) = a j k
    

luego A ∗ es la matriz transpuesta de A .


Esta es la razón por la que a T ∗ le llamamos operador transpuesto de T . Así pues, puede
decirse que la noción de operador transpuesto generaliza la de matriz transpuesta. Veamos ahora
las propiedades básicas del operador transpuesto.

Si X e Y son espacios normados arbitrarios, para todo operador T ∈ L(X,Y ) se tiene


que T ∗ ∈ L(Y ∗ , X ∗ ) con k T ∗ k = k T k .

Para cualesquiera y ∗ ∈ Y ∗ y x ∈ X se tiene


T ∗ (y ∗ ) (x) = y ∗ T (x) 6 k y ∗ k k T k k x k
 

luego k T ∗ (y ∗ ) k 6 k T k k y ∗ k . Por tanto, T ∗ es continuo con k T ∗ k 6 k T k . La igualdad se


deduce usando la norma de Y ∗ para calcular normas en Y . Más concretamente, si llamamos B
a la bola unidad de X y B ∗ a la de Y ∗ , se tiene:

k T k = sup k T (x) k : x ∈ B
= sup y ∗ T (x) : y ∗ ∈ B ∗ , x ∈ B
 

T ∗ (y ∗ ) (x) : y ∗ ∈ B ∗ , x ∈ B
 
= sup
= sup k T ∗ (y ∗ ) k : y ∗ ∈ B ∗ = k T ∗ k


Nótese que en la segunda igualdad hemos usado el teorema de Hahn-Banach, las demás se
verifican por definición de las normas de los operadores o funcionales involucrados. 

Es claro que la aplicación T 7→ T ∗ , de L(X,Y ) en L(Y ∗ , X ∗ ) es lineal, y acabamos de ver


que es isométrica, luego permite identificar L(X,Y ) con un subespacio de L(Y ∗ , X ∗ ) .
La transposición de operadores se puede ahora iterar. Concretamente, para ∗ T ∈ L(X,Y ) ,
consideramos el operador transpuesto de T ∗ , que denotamos por T ∗∗ = T ∗ . De esta forma
tenemos que T ∗∗ ∈ L(X ∗∗ , Y ∗∗ ) , y viendo a X e Y como subespacios de sus biduales, cabe
preguntarse por la relación entre T y T ∗∗ . La respuesta es fácil de adivinar: T ∗∗ puede verse
como una extensión de T , en el siguiente sentido:

Si X e Y son espacios normados y denotamos por JX y JY a las respectivas inyecciones


canónicas, para todo T ∈ L(X,Y ) se tiene T ∗∗ ◦ JX = JY ◦ T .

Fijado x ∈ X , para todo y ∗ ∈ Y ∗ tenemos


 ∗∗
JX (x) (y ∗ ) = JX (x) T ∗ (y ∗ ) = T ∗ (y ∗ ) (x)
     
T
= y ∗ T (x) = JY T (x) (y ∗ )
  

luego T ∗∗ JX (x) = JY T (x) para todo x ∈ X , como se quería.


 

En particular, si X es un espacio de Banach reflexivo, al identificar X con X ∗∗ podemos
entender que T ∗∗ = T . Nos interesa ahora el operador transpuesto de una composición:
7. Dualidad en espacios normados 84

∗ espacios normados, para cualesquiera T ∈ L(X,Y ) y S ∈ L(Y, Z) , se tiene


Si X,Y, Z son
que S ◦ T = T ∗ ◦ S ∗

Basta observar que, para todo z ∗ ∈ Z ∗ se tiene


∗
S ◦ T (z ∗ ) = z ∗ ◦ S ◦ T = S ∗ (z ∗ ) ◦ T = T ∗ S ∗ (z ∗ )



Es ahora fácil entender lo que ocurre al transponer un isomorfismo.

Si T : X → Y es un isomorfismo entre dos espacios normados, entonces T ∗ también


−1 ∗
es un isomorfismo de Y ∗ sobre X ∗ , con T ∗ = T −1 . Por tanto, si T es un
isomorfismo isométrico, T ∗ también lo es.

Denotando por IZ al operador identidad en cada espacio normado Z , se tiene obviamente


que IZ∗ = IZ ∗ es el operador identidad en Z ∗ . Por tanto, de T −1 ◦ T = IX y T ◦ T −1 = IY
deducimos que
∗ ∗ ∗ ∗
IX ∗ = T −1 ◦ T = T ∗ ◦ T −1 y IY ∗ = T ◦ T −1 = T −1 ◦ T ∗
−1 ∗
Esto prueba que T ∗ es un isomorfismo, y T ∗ = T −1 . Cuando el isomorfismo T es
isométrico, tenemos k T k = k T −1 k = 1 , luego k T ∗ k = k (T ∗ )−1 k = 1 , y vemos que T ∗
también es isométrico. 
El resultado anterior deja claro que la reflexividad se conserva por isomorfismos. En efecto,
si T : X → Y es un isomorfismo entre espacios normados, T ∗∗ : X ∗∗ → Y ∗∗ también lo es. Por
otra parte, sabemos que las inyecciones canónicas de X e Y verifican que T ∗∗ ◦ JX = JY ◦ T .
Por tanto, si X es un espacio de Banach reflexivo, tenemos

Y ∗∗ = T ∗∗ (X ∗∗ ) = T ∗∗ JX (X) = JY T (X) = JY (Y )
 

luego Y también es reflexivo. Dicho de otra forma, la reflexividad de un espacio de Banach se


conserva al sustituir su norma por otra equivalente.
Probemos ya con detalle la reflexividad de numerosos espacios de Banach.

Para 1 < p < ∞ , los espacios de Banach l p y L p son reflexivos.

Para simplificar la notación escribimos q = p ∗ . Disponemos entonces de un isomorfismo


isométrico Φ p : lq → l p∗ dado por

 ∞
Φ p (y) (x) = ∑ x(n) y(n) ∀ x ∈ l p , ∀ y ∈ lq
n=1

Entonces Φ p∗ es un isomorfismo isométrico de l p∗∗ sobre lq∗ . Por otra parte, q está en la
misma situación que p , con q ∗ = p , luego Φq es un isomorfismo isométrico de l p sobre lq∗ .
7. Dualidad en espacios normados 85

−1
Así pues, Φ p∗ ◦ Φq es un isomorfismo isométrico de l p sobre l p∗∗ , y bastará ver que tal
operador es la inyección canónica J , de l p en su bidual. Equivalentemente, se trata de probar
que Φq = Φ p∗ ◦ J . Para ello, basta observar que, fijado x ∈ l p , para todo y ∈ lq se tiene

Φ p∗
        
J(x) (y) = J(x) Φ p (y) = Φ p (y) (x) = ∑ x(n) y(n) = Φq (x) (y)
n=1

luego Φ p∗ J(x) = Φq (x) , como se quería.




Para L p usamos el isomorfismo isométrico Φ p : Lq → L p∗ dado por


 Z 1
Φ p (g) ( f ) = f (t) g(t) dt ∀ f ∈ L p , ∀ g ∈ Lq
0
y hacemos literalmente el mismo razonamiento empleado para l p . 

Merece la pena observar lo que ocurre si usamos con c0 el mismo razonamiento empleado
con l p para 1 < p < ∞ . Partimos del isomorfismo isométrico Φ : l1 → c∗0 dado por
 ∞
Φ(y) (x) = ∑ x(n) y(n) ∀ x ∈ c0 , ∀ y ∈ l1
n=1
Por tanto Φ ∗ es un isomorfismo isométrico de l1∗ sobre c0∗∗ . Por otra parte, también tenemos
un isomorfismo isométrico Ψ : l∞ → l1∗ , que viene dado formalmente por la misma expresión:
 ∞
Ψ(z) (y) = ∑ y(n) z(n) ∀ y ∈ l1 , ∀ z ∈ l∞
n=1
−1
Por tanto Φ ∗ ◦ Ψ es un isomorfismo isométrico de l∞ sobre c0∗∗ . Vemos que l∞ se
identifica con el bidual de c0 como ya sabíamos, pero ahora conocemos explícitamente un
isomorfismo isométrico entre ellos. Es natural preguntarse en qué se convierte la inyección
canónica J : c0 → c0∗∗ cuando la vemos como aplicación de c0 en l∞ , y la respuesta es la que
cabe esperar: se convierte en la inclusión natural I : c0 → l∞ . Ello equivale claramente a decir
−1
que Φ ∗ ◦ Ψ ◦ I = J , o lo que es lo mismo, que Ψ ◦ I = Φ ∗ ◦ J , pero esto es bien fácil de
comprobar. Fijado x ∈ c0 para todo y ∈ l1 se tiene:
 ∗      ∞  
Φ J(x) (y) = J(x) Φ(y) = Φ(y) (x) = ∑ y(n) x(n) = Ψ I(x) (y)
n=1

de donde Φ ∗ J(x) = Ψ I(x) como se quería. El hecho de que c0 no es reflexivo se puede


 

ahora entender de forma muy clara: J no es sobreyectiva, simplemente porque I no lo es.


Revisemos algunas propiedades que permiten distinguir unos espacios de Banach de otros.
Además de la separabilidad, que hemos usado a menudo, ahora disponemos de la reflexividad,
que se conserva por isomorfismos. Por ejemplo, c0 y l1 no son reflexivos, luego ninguno de
ellos puede ser isomorfo a l p con 1 < p < ∞ .
Otra propiedad que se conserva por isomorfismos es la separabilidad del dual. Si X es un
espacio de Banach con dual separable, e Y un espacio de Banach isomorfo a X, entonces Y ∗
es separable, por ser isomorfo a X ∗ . Usando esta propiedad vemos por ejemplo que c0 no es
isomorfo a l1 , pues el dual de c0 es separable, mientras que el dual de l1 no lo es.
7. Dualidad en espacios normados 86

7.7. Reflexividad de subespacios y cocientes


Estudiando la estabilidad de la clase de los espacios de Banach reflexivos mediante ciertas
operaciones, será posible mejorar algunos razonamientos anteriores.
Dado un subespacio cerrado M de un espacio normado X, es natural preguntar la relación
que pueda existir entre la reflexividad de X, la de M y la del cociente X/M. Para contestar esta
pregunta, debemos relacionar los biduales y las inyecciones canónicas de los tres espacios. A
poco que se piense, en esta relación intervendrá el anulador de M ⊥ como subconjunto de X ∗ ,
⊥  ∗∗
que lógicamente denotamos por M ⊥⊥ = M ⊥ = x ∈ X ∗∗ : x ∗∗ (x ∗ ) = 0 ∀ x ∗ ∈ M ⊥ .
Pues bien, la relación buscada, que sólo necesitamos a nivel algebraico, es la siguiente:

Sea M un subespacio cerrado de un espacio normado X, denotemos por I : M → X a la


inclusión natural y por q : X → X/M a la aplicación cociente. Se tiene entonces:
(i) El operador I ∗∗ : M ∗∗ → X ∗∗ es inyectivo y su imagen es M ⊥⊥
(ii) El operador q ∗∗ : X ∗∗ → (X/M) ∗∗ es sobreyectivo y su núcleo es M ⊥⊥ .

Usaremos también la inclusión I1 : M ⊥ → X ∗ y la aplicación cociente q1 : X ∗ → X ∗ /M ⊥ .


En (1) obtuvimos un isomorfismo isométrico Φ : X ∗ /M ⊥ → M ∗ que verifica

Φ q1 (x ∗ ) = x ∗ M = x ∗ ◦ I = I ∗ (x ∗ ) ∀x∗ ∈ X ∗


Por tanto, tenemos I ∗ = Φ ◦ q1 , luego I ∗ (X ∗ ) = M ∗ , es decir, el operador I ∗ es sobreyectivo,


y vemos también que ker I ∗ = ker q1 = M ⊥ .
A su vez, en (2) se obtuvo otro isomorfismo isométrico Ψ : (X/M)∗ → M ⊥ , dado por

Ψ(w ∗ ) = w ∗ ◦ q = q ∗ (x ∗ ) ∀ w ∗ ∈ (X/M)∗

Tenemos por tanto I1 ◦ Ψ = q ∗ , luego q ∗ es inyectivo y su imagen es M ⊥ .


Todo lo dicho es cierto para todo subespacio cerrado M de un espacio normado X, luego
podemos usarlo para M ⊥ como subespacio cerrado de X ∗ . Obtenemos, por una parte, que I1∗
es sobreyectivo con núcleo M ⊥⊥ , y por otra que q1∗ es inyectivo, con imagen M ⊥⊥ .
Pues bien, de I ∗ = Φ ◦ q1 deducimos que I ∗∗ = q1∗ ◦ Φ ∗ . Como Φ∗ y q1∗ son inyectivos,
vemos que I ∗∗ también lo es. Como además Φ ∗ es sobreyectivo, la imagen de I ∗∗ coincide
con la de q1∗ , que es M ⊥⊥ , como ya se ha dicho. Esto demuestra la afirmación (i) .
Para (ii) , de I1 ◦ Ψ = q ∗ deducimos que q ∗∗ = Ψ ∗ ◦ I1∗ , con lo que q ∗∗ es sobreyectivo, ya
que tanto I1∗ como Ψ ∗ lo son. Como además Ψ ∗ es inyectivo, el núcleo de q ∗∗ coincide con
el de I1∗ , que es M ⊥⊥ como ya sabíamos. 

Podemos ya probar el resultado que aclara perfectamente la relación entre la reflexividad de


un espacio de Banach, la de sus subespacios cerrados y la de sus cocientes.

Teorema (Reflexividad de subespacios y cocientes). Sea X un espacio de Banach y M un


subespacio cerrado de X. Entonces X es reflexivo si, y sólo si, M y X/M son reflexivos.
7. Dualidad en espacios normados 87

Demostración. Sean otra vez I : M → X la inclusión natural y q : X → X/M la aplicación


cociente. Denotando por JX , JM y JX/M a las inyecciones canónicas, sabemos que

I ∗∗ ◦ JM = JX ◦ I y q ∗∗ ◦ JX = JX/M ◦ q (6)

En primer lugar, suponiendo que X es reflexivo, se trata de probar que M también lo es.
Dado y ∗∗ ∈ M ∗∗ , tomando x ∗∗ = I ∗∗ (y ∗∗ ) , por el resultado anterior se tiene x ∗∗ ∈ M ⊥⊥ ⊂ X ∗∗ .
Como hemos supuesto que X es reflexivo, existe x ∈ X tal que x ∗∗ = JX (x) . Para todo x ∗ ∈ M ⊥
se tiene entonces
x ∗ (x) = JX (x) (x ∗ ) = x ∗∗ (x ∗ ) = 0


ya que x ∗∗ ∈ M ⊥⊥ . La caracterización del cierre de un subespacio obtenida en (4) nos dice


que, al ser x ∗ (x) = 0 para todo x ∗ ∈ M ⊥ se tiene x ∈ M = M , es decir, x = I(y) con y ∈ M .
Usando la primera igualdad de (6) , vemos entonces que

I ∗∗ JM (y) = JX I(y) ) = JX (x) = x ∗∗ = I ∗∗ (y ∗∗ )




pero el resultado anterior también nos dice que el operador I ∗∗ es inyectivo, luego y ∗∗ = JM (y) .
Esto prueba que M ∗∗ = JM (M) , es decir, M es reflexivo, como se quería.
Seguimos suponiendo que X es reflexivo y se trata ahora de probar que X/M también lo
es. La clave para ello está en usar que, de nuevo por el resultado anterior, el operador q ∗∗ es
sobreyectivo. Dado w ∗∗ ∈ (X/M)∗∗ , escribimos w ∗∗ = q ∗∗ (x ∗∗ ) con x ∗∗ ∈ X ∗∗ y, por ser X
reflexivo, existe x ∈ X tal que JX (x) = x ∗∗ . Tomando entonces w = q(x) , la segunda igualdad
de (6) nos permite concluir que

JX/M (w) = JX/M q(x) = q ∗∗ JX (x) = q ∗∗ (x ∗∗ ) = w ∗∗


 

y esto prueba que X/M es reflexivo.


Supongamos finalmente que M y X/M son reflexivos, para probar que X también lo es.
Dado x ∗∗ ∈ X ∗∗ tenemos q ∗∗ (x ∗∗ ) ∈ (X/M)∗∗ y podemos usar que X/M es reflexivo para
obtener w ∈ X/M tal que JX/M (w) = w ∗∗ . Escribiendo entonces w = q(x) con x ∈ X , usamos
de nuevo la segunda igualdad de (6) para obtener que

q ∗∗ JX (x) = JX/M q(x) ) = w ∗∗ = q ∗∗ (x ∗∗ )




luego x ∗∗ − JX (x) pertenece al núcleo del operador q ∗∗ , que por el resultado anterior es M ⊥⊥ .
El mismo resultado nos dice que M ⊥⊥ es la imagen del operador I ∗∗ , luego existe y ∗∗ ∈ Y ∗∗ tal
que I ∗∗ (y ∗∗ ) = x ∗∗ − JX (x) . Por ser M reflexivo, existe y ∈ M tal que y ∗∗ = JM (y) . Usando la
∗∗ ∗∗
primera igualdad de (6) , tenemos
∗∗
 entonces x − JX (x) = I JM (y) = JX I(y) ) , de donde
obtenemos x = JX x + I(y) ∈ JX (X) , luego X es reflexivo, como se quería. 

Deducimos de este teorema que, dados dos espacios de Banach X e Y , el producto X ×Y


es reflexivo si, y sólo si, lo son X e Y . Basta pensar que M = X × {0} es un subespacio
cerrado de X ×Y isomorfo a X, con (X ×Y )/M isomorfo a Y . De este resultado, que se podría
haber probado de forma más fácil, se deduce el teorema anterior, en el caso de que M esté
complementado en X, pues entonces X es isomorfo a M × (X/M) . Vemos que, si M no está
complementado en X, el cociente X/M suple al complemento topológico que no tenemos.
7. Dualidad en espacios normados 88

Por otra parte, el teorema anterior nos da nueva información sobre la reflexividad de ciertos
espacios de Banach concretos. Como c0 no es reflexivo, y es subespacio cerrado de l∞ , vemos
que l∞ tampoco es reflexivo. De manera más general, si Γ es un conjunto infinito, usando un
subconjunto infinito y numerable de Γ , es fácil comprobar que l∞ es isométricamente isomorfo
a un subespacio de l∞ (Γ) . Por tanto, tenemos:

Si Γ es un conjunto infinito, el espacio de Banach l∞ (Γ) no es reflexivo.

Con respecto a los espacios de Lebesgue, recordemos que l1 y l∞ son isométricamente


isomorfos a subespacios cerrados de L1 y L ∞ respectivamente, luego tenemos:

Los espacios de Banach L1 y L ∞ no son reflexivos.

El teorema anterior también permite mejorar algunos resultados comentados anteriormente,


sobre la imposibilidad de que ciertos espacios de Banach sean isomorfos. Concretamente, si M
es un subespacio cerrado de l p , con 1 < p < ∞ sabemos ahora que M y l p /M son espacios de
Banach reflexivos, luego ninguno de ellos puede ser isomorfo a c0 o a l1 .

7.8. Reflexividad del dual


Vamos a probar ahora la equivalencia entre la reflexividad de un espacio de Banach y la de
su dual. Usamos un razonamiento debido al matemático francés J. Dixmier, nacido en 1924,
que tiene interés en sí mismo.
Dado un espacio normado X, consideramos el operador transpuesto JX∗ : X ∗∗∗ → X ∗ , de la
inyección canónica JX : X → X ∗∗ . Cada x ∗∗∗ ∈ X ∗∗∗ es un funcional lineal continuo en X ∗∗ e
intuitivamente, JX∗ (x ∗∗∗ ) = x ∗∗∗ ◦JX no es más que la restricción de x ∗∗∗ a X, cuando vemos X
como subespacio de X ∗∗ . En sentido contrario, tenemos la inyección canónica JX ∗ : X ∗ → X ∗∗∗ ,
que intuitivamente extiende cada funcional x ∗ ∈ X ∗ , definido en X, a todo el espacio X ∗∗ .
Al restringir un funcional que previamente hemos extendido, debemos obtener el funcional
de partida, luego se debe tener
JX∗ ◦ JX ∗ = IX ∗ (7)
donde IX ∗ es la identidad en X ∗ . Lo comprobamos fácilmente, pues basta observar que, para
cualesquiera x ∗ ∈ X ∗ y x ∈ X, se tiene

JX∗ JX ∗ (x ∗ ) (x) = JX ∗ (x ∗ ) JX (x) = JX (x) (x ∗ ) = x ∗ (x)


     

Si ahora hacemos la composición en el orden opuesto y definimos PX = JX ∗ ◦ JX∗ , es fácil


comprobar que PX es una proyección lineal en X ∗∗∗ , pues de (7) deducimos que

PX ◦ PX = JX ∗ ◦ JX∗ ◦ JX ∗ ◦ JX∗ = JX ∗ ◦ JX∗ = PX



7. Dualidad en espacios normados 89

Vemos también en (7) que la imagen de JX∗ es X ∗ , luego JX ∗ (X ∗ ) es la imagen de PX .


Como JX ∗ es inyectiva, el núcleo de PX coincide con el de JX∗ , pero para x ∗∗∗ ∈ X ∗∗∗ se tiene
JX∗ (x ∗∗∗ ) = 0 ⇐⇒ x ∗∗∗ ◦ JX = 0 ⇐⇒ x ∗∗∗ JX (x) = 0 ∀ x ∈ X


Así pues, teniendo en cuenta que JX (X) ⊂ X ∗∗ , vemos que ker PX = JX (X) ⊥ .
Por último es claro que PX es continua con k PX k 6 k JX∗ k k JX ∗ k = k JX k k JX ∗ k = 1 .
De hecho será k PX k = 1 salvo que PX = 0 , cosa que sólo ocurre cuando X ∗ = {0} , es decir,
en el caso trivial X = {0} . Se dice que PX es la proyección de Dixmier asociada al espacio
normado X. En resumen, hemos comprobado lo siguiente:

Para todo espacio normado X se tiene la suma topológico-directa


X ∗∗∗ = JX ∗ (X ∗ ) ⊕ JX (X) ⊥ (8)
La proyección lineal de X ∗∗∗ sobre JX ∗ (X ∗ ) , con núcleo JX (X) ⊥ , es la proyección de
Dixmier PX = JX ∗ ◦ JX∗ .

La relación entre la reflexividad de un espacio de Banach y la de su dual es ya inmediata.

Un espacio de Banach es reflexivo si, y sólo si, lo es su dual.

Si X es un espacio de Banach reflexivo, tenemos JX (X) = X ∗∗ , luego JX (X)⊥ = {0} , y


vemos en (8) que X ∗∗∗ = JX ∗ (X ∗ ) , es decir, X ∗ es reflexivo.
Recíprocamente, supongamos que X es un espacio de Banach tal que X ∗ es reflexivo, es
decir, con X ∗∗∗ = JX ∗ (X ∗ ). Entonces (8) nos dice que JX (X) ⊥ = {0} y de la igualdad (4) ,
aplicada a JX (X) como subespacio de X ∗∗ , deducimos que JX (X) es denso en X ∗∗ . Ahora
bien, como X es completo, JX (X) también lo es, luego JX (X) es cerrado en X ∗∗ . Concluimos
por tanto que JX (X) = X ∗∗ , es decir, X es reflexivo. 
A la vista del resultado anterior, pensemos como pueden ser los sucesivos duales de un
espacio de Banach X. Denotando por X (n) al n-ésimo dual de X, cuando X es reflexivo esta
sucesión sólo tiene dos términos significativos, ya que X (n) se identifica con X o con X ∗ según
que n sea par o impar. Por el contrario, cuando X no es reflexivo, tenemos dos sucesiones
estrictamente crecientes de espacios de Banach, pues identificando cada espacio con la imagen
de su inyección canónica, tenemos X ⊂ X (2) ⊂ X (4) . . . , y también X ∗ ⊂ X (3) ⊂ X (5) . . . , siendo
todas las inclusiones estrictas.
Comentemos finalmente que, para un espacio de Banach no reflexivo X, la proyección de
Dixmier sigue teniendo interés, lo que se entiende mejor si identificamos X y X ∗ con sus
imágenes por las inyecciones canónicas respectivas. Entonces podemos escribir X ⊥ = JX (X)⊥
y la igualdad (8) toma una forma más intuitiva:
X ∗∗∗ = X ∗ ◦ X ⊥
Tomando como referencia el espacio de Banach Y = X ∗ , vemos entonces que, por el hecho de
ser un espacio dual, Y está complementado en su bidual Y ∗∗ = X ∗∗∗ . Por ejemplo, l1 puede
verse como subespacio complementado de l∞∗ .
7. Dualidad en espacios normados 90

Veamos en cambio un ejemplo de espacio de Banach que no está complementado en su


bidual. Recordemos que, cuando c0∗∗ se identifica con l∞ , la inyección canónica J : c0 → c0∗∗
se convierte en la inclusión natural I : c0 → l∞ . Por el teorema de Phillips, sabemos que I(c0 )
no está complementado en l∞ , es decir, que J(c0 ) no está complementado en c0∗∗ . Es fácil ver
que, si un espacio de Banach Y está complementado en Y ∗∗ , lo mismo le ocurre a todo espacio
de Banach isomorfo a Y . Concluimos que no existe ningún espacio de Banach X, tal que X ∗
sea isomorfo a c0 .

7.9. Mejor aproximación en espacios reflexivos


Vamos a obtener fácilmente una propiedad clave de los espacios de Banach reflexivos. Como
motivación observamos que el resultado inicial de este tema tiene una consecuencia inmediata
para estos espacios:

Si X es un espacio de Banach reflexivo y x ∗ ∈ X ∗ , entonces la función | x ∗ | tiene


máximo en la bola unidad de X.

Sabemos que existe x0∗∗ ∈ X ∗∗ con k x0∗∗ k = 1 y x0∗∗ (x ∗ ) = k x ∗ k . Pero por ser X reflexivo,
tenemos x0∗∗ = J(x0 ) donde x0 ∈ X y J : X → X ∗∗ es la inyección canónica. Puesto que J es
isométrica, tenemos k x0 k = 1 , mientras que x ∗ (x0 ) = x0∗∗ (x ∗ ) = k x ∗ k . Está claro por tanto
que x ∗ (x0 ) = | x ∗ (x0 ) | es el máximo de la función | x ∗ | en la bola unidad de X . 

Recordemos que, si X es un espacio normado y x ∗ ∈ X ∗ , la función | x ∗ | tiene máximo


en la bola unidad de X si, y sólo si, el núcleo de x ∗ es proximinal en X. El resultado anterior
nos dice por tanto que, en un espacio de Banach reflexivo, todos los hiperplanos cerrados son
proximinales. Pero en realidad esto es un caso muy particular del siguiente resultado:

En un espacio de Banach reflexivo, todos los subespacios cerrados son proximinales.

Sea M es un subespacio de un espacio normado X, y J : X → X ∗∗ la inyección canónica.


Para cualesquiera y ∈ M y x ∗ ∈ M ⊥ , se tiene J(y) (x ∗ ) = x ∗ (y) = 0 , luego J(M) ⊂ M ⊥⊥ .


Cuando X es un espacio de Banach reflexivo y M es cerrado en X, tenemos la otra inclusión,


y por tanto la igualdad. En efecto, dado x ∗∗ ∈ M ⊥⊥, escribimos x ∗∗ = J(x) con x ∈ X. Para
todo x ∗ ∈ M ⊥ se tiene entonces que x ∗ (x) = J(x) (x ∗ ) = x ∗∗ (x ∗ ) = 0 . Por ser M cerrado,
en vista de (4) tenemos x ∈ M, luego x ∗∗ ∈ J(M) como se quería.
Puesto que J es biyectiva e isométrica, decir que M es proximinal en X, equivale a decir
que J(M) = M ⊥⊥ es proximinal en J(X) = X ∗∗ , pero esto es consecuencia del teorema de
extensión Hahn-Banach, simplemente porque M ⊥⊥ es el anulador de un subespacio de un
espacio normado. 

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