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Tema 5

Espacios normados de dimensión finita

Vamos a presentar dos resultados básicos acerca de los espacios normados más sencillos, los
de dimensión finita. En primer lugar, un teorema probado por F. Hausdorff en 1932, afirmando
que, para cada N ∈ N , todas las normas en K N son equivalentes. De hecho obtendremos un
resultado formalmente más fuerte, del que se deducen varias consecuencias relevantes. Por otra
parte, veremos un clásico teorema probado por F. Riesz en 1918, que nos da una caracterización
puramente topológica de los espacios normados de dimensión finita.

5.1. Teorema de Hausdorff


Vamos a describir, salvo isomorfismos, todos los espacios normados de dimensión finita,
pues veremos de hecho que, para cada N ∈ N , todos los espacios normados de dimensión N
son isomorfos. Para ello, empezamos con una sencilla observación.

Lema. Para N ∈ N , todo operador lineal, de KN con la topología usual, en cualquier otro
espacio normado, es continuo.

Demostración. Sea Y un espacio normado y T : K N → Y un operador lineal. Si denotamos


como siempre por {e1 , e2 , . . . , eN } a la base usual de K N , se tiene evidentemente
!
N N
T (x) = T ∑ x(k) ek = ∑ x(k) T (ek ) ∀ x ∈ KN (1)
k=1 k=1

Fijado k ∈ {1, 2, . . . , N} , la aplicación x 7→ x(k) , de K N en K , es obviamente continua para


la topología usual de K N . Por otra parte, la aplicación λ 7→ λ T (ek ) , de K en Y es continua,
por serlo el producto por escalares de Y . Vemos por tanto que la aplicación x 7→ x(k) T (ek )
es continua, como composición de funciones continuas. De (1) deducimos entonces que T es
continuo, por ser una suma de funciones continuas. 

Pasamos a probar un primer resultado clave sobre espacios normados de dimensión finita.

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5. Espacios normados de dimensión finita 66

Teorema de Hausdorff. Toda biyección lineal entre dos espacios normados de dimensión
finita es un isomorfismo.

Demostración. En primer lugar, fijado N ∈ N , sea Φ una biyección lineal de K N , con


la topología usual, sobre un espacio normado Y . Por el lema anterior, Φ es continua, pero
queremos ver que Φ es un isomorfismo, para lo cual deberemos probar que Φ−1 es continua.
Consideremos la esfera unidad S = x ∈ K N : k x k = 1 } , para cualquier norma en K N


cuya topología sea la usual. Como S es un conjunto compacto y Φ es continua, Φ(S) es un


subconjunto compacto de Y . Por tanto, la norma de Y , que es una función continua, tendrá
un mínimo en Φ(S) , es decir, existe u0 ∈ S tal que k Φ(u) k > k Φ(u0 ) k para todo u ∈ S .
Como Φ es inyectiva, se ha de tener k Φ(u0 ) k = ρ > 0 . Fijado y ∈ Y , tomamos x = Φ −1 (y)
y escribimos x = k x k u con u ∈ S . Tenemos entonces

k y k = k Φ(x) k = k x k k Φ(u) k > ρ k x k = ρ k Φ−1 (y) k

y esto prueba que Φ−1 es continua, como queríamos.


Sean ahora X e Y dos espacios normados de dimensión finita, y T : X → Y una biyección
lineal. Si N ∈ N es la dimensión de X , existe una biyección lineal Φ : K N → X, así que T ◦ Φ
es una biyección lineal de K N sobre Y . Considerando en K N la topología usual, hemos visto
ya que Φ y T ◦ Φ son isomorfismos, luego T = T ◦ Φ ◦ Φ −1 también lo es. 

Este teorema suele enunciarse diciendo que, para cada N ∈ N , todas las normas en K N
son equivalentes. Se puede comprobar que tal enunciado es equivalente, valga la redundancia,
al que hemos usado, pero nos parece menos conveniente, porque lo queramos o no, al hablar
de K N tenemos presente su base usual, mientras que si hablamos de un espacio normado de
dimensión N , está claro que no estamos pensando en ninguna base de dicho espacio.

Fijado N ∈ N , el teorema anterior deja bien claro que K N , con cualquier norma, es salvo
isomorfismos, el único espacio normado de dimensión N , pero da una información adicional
que conviene resaltar. Si X e Y son dos espacios normados de dimensión N , el teorema no
sólo nos dice que X e Y son isomorfos, sino que toda biyección lineal de X sobre Y es un
isomorfismo. Merece la pena detenerse a explicar el mayor interés de esta segunda afirmación.
Si X es un espacio vectorial de dimensión N , la forma natural de definir una norma en X
es bastante obvia: usar coordenadas. Fijada una base de X , tenemos una biyección lineal de X
sobre K N , que nos permite trasladar a X cualquier norma de K N , por ejemplo, la euclídea.
La norma que obtenemos en X depende obviamente de la base que hemos usado, dos bases
distintas dan lugar a dos biyecciones lineales distintas Φ1 , Φ2 : X → K N , con las que obtenemos
dos normas distintas, dadas por k x k1 = k Φ1 (x) k y k x k2 = k Φ2 (x) k para todo x ∈ X . Si
el teorema anterior sólo dijese que dos espacios normados de la misma dimensión finita son
isomorfos, tendríamos tan sólo un isomorfismo, de X con la norma k · k1 sobre X con la
norma k · k2 . Esto es evidente, Φ2−1 ◦ Φ1 es un tal isomorfismo, que de hecho es isométrico. Sin
embargo, el teorema asegura que la identidad en X es otro isomorfismo, es decir, que ambas
normas son equivalentes. Así pues, en X existe una única topología común a todas las normas,
que no depende de la base que podamos usar para definirla, o para trabajar con ella.
5. Espacios normados de dimensión finita 67

5.2. Consecuencias
El teorema de Hausdorff tiene varios corolarios destacables, algunos de los cuales equivalen
al propio teorema. En primer lugar, el lema previo tiene ahora una versión más general:

Todo operador lineal, de un espacio normado de dimensión finita, en un espacio normado


arbitrario, es continuo.

Si X es un espacio normado de dimensión N ∈ N , existe una biyección lineal Φ : K N → X,


que por el teorema de Hausdorff es un isomorfismo, considerando en K N la topología usual.
Si ahora Y es un espacio normado, y T : X → Y un operador lineal, el lema previo a dicho
teorema nos dice que T ◦ Φ es continuo, luego T = T ◦ Φ ◦ Φ−1 también lo es. 

Cabe preguntarse lo que ocurre cuando es el espacio de llegada de nuestro operador lineal
el que tiene dimensión finita. La respuesta es el siguiente resultado que generaliza lo que ya
sabíamos para funcionales lineales.

Sean X e Y espacios normados y supongamos que Y tiene dimensión finita. Entonces,


un operador lineal T : X → Y es continuo si, y sólo si, su núcleo es cerrado.

Si T es continuo, entonces ker T = T −1 {0} ha de ser cerrado. Recíprocamente, si ker T




es cerrado, tenemos el espacio normado cociente X/ ker T y la factorización canónica de T ,


es decir, T = J ◦ S ◦ q , donde q : X → X/ ker T es la aplicación cociente, J : T (X) → Y la
inclusión natural, y S : X/ ker T → T (X) una biyección lineal. Ahora bien, como T (X) tiene
dimensión finita, el teorema de Hausdorff nos dice que S es un isomorfismo y, en particular, es
una aplicación continua. Pero q y J son continuas, luego T también lo es. 

A partir de cualquiera de los dos resultados anteriores se deduce el teorema de Hausdorff,


pues si T : X → Y es una biyección lineal entre espacios normados de dimensión finita, ambos
nos dicen que T y T −1 son continuas. Por tanto, los tres resultados son equivalentes.
Puesto que la complitud se conserva por isomorfismos, del teorema de Hausdorff se deduce
obviamente que todo espacio normado de dimensión finita es completo. En Análisis Funcional,
los espacios normados de dimensión finita casi siempre aparecen como subespacios de espacios
de funciones, que suelen tener dimensión infinita. Si M es un subespacio de dimensión finita
de un espacio normado X , entonces M es completo con la norma inducida por X, luego M es
cerrado en X. Hemos obtenido así un corolario al teorema de Hausdorff que, por la razón recién
explicada, es el que se usa con más frecuencia:

En cualquier espacio normado, todos los subespacios de dimensión finita son cerrados.

Como última consecuencia del teorema de Hausdorff, obtenemos una condición suficiente
para que un subespacio cerrado de un espacio normado esté complementado. Recordemos que,
si M es un subespacio de un espacio vectorial X , la codimensión de M en X es la dimensión
del cociente X/M , que coincide con la de cualquier complemento algebraico de M en X.
5. Espacios normados de dimensión finita 68

Si M es un subespacio cerrado que tiene codimensión finita en un espacio normado X,


entonces M está complementado en X. De hecho, todo complemento algebraico de M
en X es un complemento topológico.

Sea Z un complemento algebraico de M en X y Q la proyección lineal de X sobre Z cuyo


núcleo es M . Como Z tiene dimensión finita y ker Q es cerrado en X , un resultado anterior
nos dice que Q es continua. Esto significa que X = M ⊕ Z es una suma topológico-directa, es
decir, que Z es un complemento topológico de M en X . 

5.3. Contraejemplos en dimensión infinita


Vamos a comprobar con ejemplos que las hipótesis de dimensión finita en el teorema de
Hausdorff y sus corolarios no pueden suprimirse. Los resultados son más llamativos si, en vez de
considerar espacios normados concretos, trabajamos a plena generalidad. Para ello, empezamos
con una sencilla observación:

En todo espacio vectorial se puede definir una norma.



Sea E = uγ : γ ∈ Γ una base de un espacio vectorial X, con lo que todo vector de X se
expresa de manera únicacomo combinación
lineal de elementos de E. Esto es tanto como decir
que existeun conjunto fγ : γ ∈ Γ de funcionales lineales en X tal que, para cada x ∈ X, el
conjunto γ ∈ Γ : fγ (x) 6= 0 es finito, y se tiene

x= ∑ fγ (x) uγ ∀x ∈ X
γ∈Γ

Obsérvese que, para cada x ∈ X , esta suma es en realidad finita, pues sólo hay un número finito
de sumandos no nulos. Podemos entonces definir

x = ∑ fγ (x) ∀x ∈ X
γ∈Γ

pues de nuevo, cada una de estas sumas es finita. Es completamente evidente que de esta forma
hemos definido una norma en X. 

Comprobamos ahora que, el resultado sobre la continuidad de operadores lineales definidos


en espacios normados de dimensión finita, es falso en todos los espacios normados de dimensión
infinita:

Si X es un espacio normado de dimensión infinita, existe un funcional lineal en X , que


no es continuo.

Sea E una base de X , que es un conjunto infinito, luego contiene un conjunto infinito y
numerable E0 = un : n ∈ N . Para definir un funcional lineal en X , basta definirlo en E ,
cosa que puede hacerse de forma totalmente arbitraria, y extenderlo por linealidad.
5. Espacios normados de dimensión finita 69

Por tanto, existe un funcional lineal f en X , que verifica f (un ) = n k un k para todo n ∈ N .
De hecho, si exigimos, por ejemplo,  que se tenga f (u) = 0 para todo u ∈ E \ E0 , entonces f
es único. Puesto que f un /kun k = n para todo n ∈ N , vemos que f no está acotado en la
esfera unidad de X , luego no es continuo. 

Ahora podemos observar también que el teorema de Hausdorff está muy lejos de ser cierto
en espacios de dimensión infinita:

Si X es un espacio normado de dimensión infinita, existe una biyección lineal T : X → X,


que verifica T −1 = T y no es continua.

Sea f un funcional lineal en X que no sea continuo, cuya existencia acabamos de probar, y
sea u ∈ X tal que f (u) = 1 . Consideramos el operador lineal T : X → X definido por:

T (x) = x − 2 f (x) u ∀x ∈ X

Para cada x ∈ X tenemos f T (x) = f (x) − 2 f (x) f (u) = − f (x) , de donde
 
T T (x) = T (x) − 2 f T (x) u = x − 2 f (x) u + 2 f (x) u = x ∀x ∈ X

lo que prueba que T es biyectivo con T −1 = T . Finalmente, como x − T (x) = 2 f (x) u para
todo x ∈ X , si T fuese continuo, f también lo sería. 

El resultado anterior da lugar a parejas de normas, cuyas topologías no son comparables, es


decir, ninguna de ellas está contenida en la otra:

Sea k · k1 una norma en un espacio vectorial X de dimensión infinita. Entonces existe


otra norma k · k2 en X cuya topología no es comparable con la de k · k1 , pero existe un
isomorfismo isométrico de X con una de las normas, en X con la otra. Por tanto, k · k2
es completa si, y sólo si, lo es k · k1 .

Por llamativo que parezca, este resultado es consecuencia directa del anterior. Para abreviar,
llamamos X1 al espacio normado que se obtiene, considerando en X , la norma de partida k · k1 .
Tenemos una biyección lineal T : X1 → X1 , que verifica T = T −1 , y no es continua. Definimos
entonces
x = T (x)
2 1
∀x ∈ X
con lo que obviamente tenemos una norma k · k2 en X, y llamamos X2 al espacio normado que
se obtiene dotando a X de esta nueva norma. Se cumple la segunda parte del enunciado, puesto
que T es un isomorfismo isométrico, de X2 sobre X1 . En particular, tenemos T ∈ L(X2 , X1 ) ,
pero también T = T −1 ∈ L(X1 , X2 ) .
Como T ∈ L(X2 , X1 ) , si la topología de X1 contuviese a la de X2 se tendría T ∈ L(X1 , X1 )
cosa que no es cierta. Pero como T ∈ L(X1 , X2 ) , si la topología de X2 contuviese a la de X1 ,
se tendría igualmente T ∈ L(X1 , X1 ) . Por tanto, las topologías de X1 y X2 no son comparables,
como se quería. 
5. Espacios normados de dimensión finita 70

5.4. Teorema de Riesz


El segundo resultado fundamental de este tema asegura que, prescindiendo de la estructura
de espacio vectorial, la topología de un espacio normado es capaz por sí sola de decirnos si
el espacio tiene o no dimensión finita. Establece por tanto la equivalencia entre una propiedad
puramente topológica y una propiedad puramente algebraica.
Preparamos la demostración con el siguiente resultado previo:

Lema de Riesz. Sea X un espacio normado y M un subespacio cerrado de X , con M 6= X.


Entonces, para cada ρ ∈ R con 0 < ρ < 1 , existe x ∈ X , con k x k = 1 , tal que d(x, M) > ρ ,
es decir, k x − y k > ρ para todo y ∈ M .

Demostración. Fijamos x0 ∈ X \ M y, por ser M cerrado, se tiene que d(x0 , M) = α > 0 .


Como α < α/ρ , existe y0 ∈ M tal que k x0 − y0 k 6 α/ρ . Comprobaremos que basta tomar
x0 − y0
x=
k x0 − y0 k
En efecto, es obvio que k x k = 1 y, para todo y ∈ M se tiene

x0 − y0 − k x0 − y0 k y α
x−y = > >ρ
k x0 − y0 k k x0 − y0 k
lo que equivale a d(x, M) > ρ , como se quería. 

Hemos visto anteriormente que la esfera unidad de ciertos espacios de Banach, como l p
con 1 6 p 6 ∞ , o c0 , no es un conjunto compacto. Pues bien, el lema anterior permite probar
fácilmente que lo mismo ocurre en todo espacio normado de dimensión infinita:

Teorema de Riesz. Si en un espacio normado X , la esfera unidad S = {x ∈ X : k x k 6 1 }


es un conjunto compacto, entonces X tiene dimensión finita.

Demostración. Fijemos ρ ∈ R , con 0 < ρ < 1 , por ejemplo ρ = 1/2 . Las bolas abiertas
de radio ρ , centradas en puntos de S , forman un recubrimiento de S por abiertos, del que podrá
extraerse un subrecubrimiento finito. Existen por tanto n ∈ N y z1 , z2 , . . . , zn ∈ S tales que
n 
[
S⊂ x ∈ X : k x − zk k < ρ (2)
k=1

Tomando M = Lin z1 , z2 , . . . , zn } , por un corolario al teorema de Hausdorff, sabemos que M
es cerrado en X, y de hecho veremos que M = X , con lo que X tendrá dimensión finita. En
efecto, si fuese M 6= X, el lema anterior nos daría un x ∈ S tal que d(x, M) > ρ , y en particular
se tendría k x − zk k > ρ para todo k ∈ {1, 2, . . . , n} , en clara contradicción con (2) . 

El hecho de que la esfera unidad de un espacio normado X sea un conjunto compacto,


parece depender esencialmente de la norma concreta que estamos considerando. Sin embargo,
es fácil reformularla de forma que sólo dependa de la topología de X , sin tener en cuenta
siquiera su estructura de espacio vectorial.
5. Espacios normados de dimensión finita 71

Fijado un espacio normado X , observemos que la esfera unidad S es  compacta si, y sólo si,
lo es la bola unidad B = {x ∈ X : k x k 6 1} . Se tiene claramente B = t x : t ∈ [0, 1] , x ∈ S ,
luego B es la imagen de [0, 1] × S por el producto por escalares de X, que es una función
continua. Así pues, si S es compacta, [0, 1] × S también lo es, y deducimos que B es compacta.
Recíprocamente, si B es compacta, S también lo es, ya que S es un subconjunto cerrado de B .
Recordemos que toda bola cerrada en X , de radio positivo, se obtiene a partir de B mediante
una homotecia y una traslación, que son homeomorfismos de X. Por tanto, si B es compacta,
todas las bolas cerradas en X son compactas. Esto implica que todo subconjunto cerrado y
acotado de X es compacto, de donde a su vez se deduce que B es compacta. En resumen,
la esfera unidad de X es compacta si, y sólo si, todo subconjunto cerrado y acotado de X es
compacto. Esta propiedad no depende de la norma concreta de X, se conserva por isomorfismos,
pero no es una propiedad topológica, porque la acotación no lo es. Por un camino algo diferente,
llegaremos a una propiedad que sí es puramente topológica.
Si B es compacta, todas las bolas cerradas de X son compactas, luego todo punto de X
tiene un entorno compacto, es decir, X es un espacio topológico localmente compacto. Pero
recíprocamente, si X es localmente compacto, y K un entorno compacto del origen, K contiene
una bola cerrada centrada en el origen y de radio positivo. Dicha bola es un subconjunto cerrado
de K , luego es compacta y, mediante una homotecia, deducimos que B es compacta.
El teorema de Riesz, junto con las observaciones anteriores, y otros teoremas conocidos,
nos permite obtener el siguiente resultado:

Caracterizaciones de los espacios normados de dimensión finita. Si X es un espacio


normado, las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(i) X es un espacio topológico localmente compacto
(ii) Todo subconjunto cerrado y acotado de X es compacto
(iii) La bola unidad de X es compacta
(iv) La esfera unidad de X es compacta
(v) X tiene dimensión finita.
Demostración. Los comentarios anteriores prueban que las cuatro primeras afirmaciones
son equivalentes. Si X tiene dimensión finita, el teorema de Hausdorff nos dice que X es
isomorfo, y en particular homeomorfo, a K N con la topología usual, luego X verifica (i) . Por
último, el teorema de Riesz nos dice que (iv) ⇒ (v) . 

Resaltamos lo más llamativo del teorema anterior: la afirmación (i) , que sólo involucra la
topología de X , y no su estructura de espacio vectorial, es equivalente a (v) , que sólo involucra
la estructura de espacio vectorial de X , pero no su topología.
Para trabajar en espacios normados de dimensión infinita, la conclusión más relevante que
debemos extraer del teorema anterior es la escasez de conjuntos compactos en tales espacios.
Como lo bola unidad no es compacta, ninguna bola cerrada de radio positivo puede serlo, luego
un conjunto compacto no puede contener bolas no triviales:

En cualquier espacio normado de dimensión infinita, todo subconjunto compacto tiene


interior vacío.
5. Espacios normados de dimensión finita 72

5.5. Mejor aproximación


El lema de Riesz, que ha sido el desencadenante de todos los resultados recién estudiados,
tiene una interpretación geométrica sencilla, que también plantea una pregunta muy natural.
Supongamos que un subespacio cerrado M de un espacio normado X verifica la tesis de dicho
lema, pero con ρ = 1 . Entonces existe x ∈ X tal que k x k = d(x, M) = 1 , luego el origen
es un punto de M situado a la mínima distancia de x. Por similitud con lo que ocurre en el
espacio euclídeo, podemos entender que, en cierto modo, el vector x es “perpendicular” al
subespacio M . En general, el lema de Riesz nos da, para cada ρ ∈ ]0, 1[ , un vector x ∈ X , tal
que k x k = 1 y d(x, M) > ρ , es decir, nos da vectores que están tan cerca como queramos de
ser perpendiculares a M en ese sentido, luego nos preguntamos si se puede tomar ρ = 1 . Si
se revisa la demostración del lema, se observa que ello equivale a que el ínfimo que define a
la norma cociente de una clase de equivalencia en X/M sea un mínimo, cuestión que quedó
aplazada en el tema anterior, y ahora vamos a abordar.
Las nociones que siguen tienen sentido en cualquier espacio métrico, pero las planteamos
en el caso que nos interesa. Sea X un espacio normado y A un subconjunto no vacío de X.
Dado x ∈ X , se dice que y ∈ A es una mejor aproximación de x en A , cuando verifica que

k x − y k = d(x, A) , es decir, kx−yk 6 kx−ak ∀a ∈ A

En general, una tal mejor aproximación puede no existir, y cuando existe, puede no ser única.
Se dice que A es un conjunto proximinal en X, cuando todo punto x ∈ X tiene al menos una
mejor aproximación en A . Es claro que para ello A tiene que ser cerrado en X , pues para x ∈ A
se tiene d(x, A) = 0 , luego si existe y ∈ A tal que k x − y k = 0 , se tiene x = y ∈ A . Es natural
preguntarse hasta qué punto es cierto el recíproco, pregunta cuyo estudio es uno de los objetivos
generales de toda una rama de la Matemática, la Teoría de Aproximación.
Cuando el conjunto A está contenido en un subespacio de dimensión finita, es fácil probar
que la pregunta planteada tiene respuesta afirmativa:

Sea A un subconjunto no vacío y cerrado de un espacio normado X. Si Lin A tiene


dimensión finita, entonces A es proximinal en X. Por tanto, todo subespacio de dimensión
finita es proximinal en X.

Dado x ∈ X , tomando r ∈ R con r > d(x, A) , el conjunto Ar = a ∈ A : k x − a k 6 r no
es vacío. Además Ar es un subconjunto cerrado y acotado del espacio normado de dimensión
finita Lin A , luego Ar es compacto. Por tanto, la función continua a 7→ k x − a k tiene mínimo
en Ar , es decir, existe y ∈ Ar tal que k x − y k 6 k x − a k para todo a ∈ Ar . Pero si a ∈ A \ Ar
se tiene k x − a k > r > k x − y k , luego y es una mejor aproximación de x en A .
Si M es un subespacio de dimensión finita de X , sabemos que M es cerrado en X , luego
basta tomar A = M , ya que Lin M = M tiene dimensión finita. 

En la demostración anterior, la compacidad juega un papel clave, lo que nos hace sospechar
que el resultado no va a ser cierto en general. Lo comprobamos relacionando el problema con
otro que ya conocemos.
5. Espacios normados de dimensión finita 73

A partir de ahora sólo discutimos la proximinalidad de un subespacio cerrado M de un


espacio normado X, el caso que tiene más interés. Vemos que un vector x0 ∈ X tiene una mejor
aproximación y0 en M si, y sólo si, el ínfimo que define
 a la norma cociente
de la clase de
equivalencia x0 + M es un mínimo: k x0 − y0 k = mı́n k x0 − y k : y ∈ M = k x0 + Mk .
Por otra parte, fijado x0 ∈ X \ M , que exista una mejor aproximación de x0 en M , sólo
depende del subespacio M + K x0 , en el que M tiene codimensión 1 , luego en cierto modo, el
problema se reduce al caso en que X/M tiene dimensión 1 , es decir, M = ker f con f ∈ X ∗ .
Entonces, si la norma cociente es un máximo para una clase de equivalencia no nula, lo será para
todas. Por tanto, M es proximinal en X si, y sólo si, existe x ∈ X tal que k x k = d(x, M) = 1 ,
lo que nos lleva de vuelta al lema de Riesz para ρ = 1 . Pues bien, el problema que nos ocupa
equivale a otro que ya conocemos:

Si X es un espacio normado y f ∈ X ∗ , las siguientes afirmaciones son equivalentes:


(i) ker f es proximinal en X
(ii) La función | f | tiene máximo en la esfera unidad de X.

Si f = 0 no hay nada que demostrar, así que suponemos f 6= 0 , y vamos a ver que

 f (x)
d x , ker f = ∀x ∈ X
kfk

Fijado x ∈ X , para todo y ∈ ker f se tiene



f (x) = f (x − y) 6 f x − y

de donde se deduce claramente una desigualdad: | f (x)| 6 k f k d x , ker f .
Por otra parte, sea z ∈ X conk z k = 1 y supongamos de momento que f (z) 6= 0 . Tomando
entonces y = x − f (x) z / f (z) se tiene que y ∈ ker f , de donde

f (z) d x , ker f 6 f (z) x − y = f (x)

lo cual es obvio cuando f (z) = 0 , así que es válido para todo


 z en la esfera unidad de X.
Deducimos claramente la otra desigualdad: k f k d x , ker f 6 | f (x) | . La equivalencia entre
las afirmaciones del enunciado se prueba ya con facilidad.
(i) ⇒ (ii) . Fijado x ∈ X con f (x) 6= 0 , existe y ∈ ker f tal que

k f k k x − y k = k f k d x , ker f = | f (x) | = | f (x − y) |

Tomando u = (x − y) / k x − y k se tiene k u k = 1 y | f (u) | = k f k .


(ii) ⇒ (i) . Por hipótesis, existe
 u ∈ X, con k u k = 1 , tal que | f (u) | = k f k . Dado x ∈ X ,
tomando y = x − f (x) u / f (u) se tiene claramente y ∈ ker f con

| f (x) | k u k | f (x) | 
kx−yk = = = d x , ker f
| f (u) | kfk
luego y es una mejor aproximación de x en ker f . 
5. Espacios normados de dimensión finita 74

Conocemos casos en los que no se verifica la afirmación (ii) del enunciado anterior, que
dan lugar a subespacios cerrados de ciertos espacios normados, que no son proximinales. Por
ejemplo, tomando ( )

n−1
M = y ∈ l1 : ∑ y(n) = 0
n=1 n

sabemos que M es un subespacio cerrado de l1 , que no es proximinal en l1 . Volviendo al


lema de Riesz, este ejemplo muestra que no siempre podemos tomar ρ = 1 . Concretamente,
no existe x ∈ l1 que verifique k x k = d(x, M) = 1 , pues en tal caso M sería proximinal en l1 .
Sin embargo, la proximinalidad de los subespacios de dimensión finita sí permite obtener
para ellos la versión mejorada del lema de Riesz:

Si M es un subespacio de dimensión finita de un espacio normado X , existe x ∈ X tal


que k x k = d(x, M) = 1 .

Dado x0 ∈ X \ M , existe un y0 ∈ M tal que k x0 − y0 k = d(x0 , M) > 0 , con lo que basta


tomar x = (x0 − y0 ) / k x0 − y0 k . 

Esta versión del lema de Riesz permite construir, en cada espacio normado de dimensión
infinita, una sucesión de puntos de la esfera unidad que claramente no tiene ninguna sucesión
parcial convergente.

Si X es un espacio normado de dimensión infinita, existe una sucesión {xn } de vectores


en la esfera unidad de X que verifica:

n, m ∈ N , n 6= m =⇒ k xn − xm k > 1

Se razona por inducción, partiendo de un vector arbitrario x1 ∈ X con k x1 k = 1 . Si n ∈ N ,


y suponemos definidos x1 , x2 , . . . , xn , tomamos Yn = Lin {x1 , x2 , . . . , xn } , que es un subespacio
de dimensión finita de X . La versión recién obtenida  del lema de Riesz nos proporciona un
vector xn+1 ∈ X que verifica k xn+1 k = d xn+1 , Yn = 1 . Obtenemos así una sucesión {xn }
en la esfera unidad de X. Para n, m ∈ N con m < n , tomamos k = n − 1 ∈ N . Se tiene entonces
que m 6 k , luego xm ∈ Yk , de donde

k xn − xm k = k xk+1 − xm k > d xk+1 , Yk = 1

Por tanto, la sucesión {xn } cumple la condición requerida. 

Nótese que, usando la versión original del lema de Riesz, tendríamos, para cada ρ ∈]0, 1[ ,
una sucesión {xn } en la esfera unidad de X , tal que k xn − xm k > ρ para n, m ∈ N con n 6= m .
Por supuesto, esto ya impide que {xn } pueda tener una sucesión parcial convergente, mostrando
que la esfera unidad de X no es un conjunto compacto. Pero tiene interés saber que siempre se
puede tomar ρ = 1 .

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