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Castilla y Aragón en la Baja Edad Media.

Introducción.
El origen de los reinos en la cordillera cantábrica y los Pirineos y su expansión hasta el final del S. XV
podemos dividirlo en tres grandes etapas. La formación reinos (S. VIII-X) con una expansión débil en la que
se ocupan las tierras del Pirineo y el Valle del Duero que son repobladas por presura. La expansión
territorial (S. XI-XIII), época en la que se forman definitivamente los dos grandes reinos peninsulares (Castilla
y Aragón) y en la que se recurre a fueros, encomiendas y repartimientos para repoblar las tierras de
Extremadura, La Mancha, Valle del Ebro, valle del Guadalquivir y Levante. Y la crisis bajomedieval (S. XIV
y XV) en la que se paraliza el avance territorial hasta la conquista de Granada por los Reyes Católicos. Las
diversas formas de repoblación van a condicionar la estructura de la propiedad en España.
Los reinos peninsulares tenían una estructura política semejante basada en tres instituciones: la monarquía,
las Cortes estamentales y los municipios. Los reyes, que lucharán por aumentar un poder limitado por la
autonomía de los señoríos y los privilegios de la nobleza y el clero, tenían una concepción patrimonial del
reino, podían repartirlo entre sus hijos o unirlo a otros por medio de matrimonios. Durante la Edad Media se
consolidaron dos modelos políticos diferentes: en Castilla una monarquía autoritaria, en la Corona de
Aragón permaneció una monarquía feudal de carácter pactista que limitaba más el poder del rey.
Desarrollo.
1.- Origen y formación de los reinos cristianos (S. VIII-X).
La conquista musulmana se frenó en la cordillera cantábrica (batalla de Covadonga) y en los Pirineos
(Poitiers), allí se formaron los primeros núcleos de resistencia cristiana, el reino de Asturias y los territorios
orientales en los que Carlomagno creó la Marca Hispánica que controlaba Cataluña y la zona pirenaica. En el
S. IX, en Pamplona, la familia Arista creó el reino de Pamplona, y Aznar Galíndez estableció en el Pirineo
central el condado de Aragón. Y ya en el S. X, el conde Borrell II rompió de hecho la dependencia de los
francos creando los condados catalanes.
La primera expansión de los reinos se produce aprovechando las tierras despobladas del Duero donde se fue
organizando el reino asturleonés que fijó su capital en León, y unificó la legislación restableciendo el Fuero
Juzgo visigodo. También se creó el Condado de Castilla en la zona oriental en la que el conde Fernán
González hizo sus posesiones hereditarias.
En el S. X el reino de Pamplona se extendió hacia el sur y se convirtió en el reino de Navarra, un reino que
dominó gran parte de las tierras de Navarra, Castilla y Aragón a comienzos del S. XI con Sancho III el Mayor,
pero que perderá su hegemonía al dividir el reino entre sus hijos y crear con su herencia los reinos de Castilla
y Aragón.
2.- La expansión territorial (S. XI-XIII).
Si en la etapa anterior había un claro predomino musulmán, en ésta se produce un vuelco en la situación y a
mediados del S. XIII los musulmanes quedan relegados al reino de Granada. La superioridad cristiana está
relacionada con la fragmentación de al-Ándalus en reinos de taifas.
La Corona de Castilla en el S. XI dominó los territorios hasta el río Tajo. Los problemas sucesorios dividieron y
unieron varias veces el reino durante este siglo, pero las conquistas les proporcionaron ingresos que
permitieron seguir la conquista hasta las tierras del Guadiana y del Júcar (Cuenca) contando con la
colaboración de las Órdenes Militares que habían creado los reyes castellanos. En el S. XII reconocen la
independencia de Portugal que abandonará definitivamente la Corona de Castilla. A partir de la derrota de los
almohades en las Navas de Tolosa (1212) se inicia la conquista del sur peninsular. Fernando III el Santo
unificará definitivamente el reino de Castilla y conquistará Extremadura, Córdoba, Sevilla y Murcia.
El reino de Aragón conquistará buena parte del reino de Navarra en el S. XI, y en el S. XII será Alfonso I el
Batallador el que conquiste la taifa de Zaragoza y otras posesiones del Bajo Aragón. Este siglo verá el
nacimiento de la Corona de Aragón tras el matrimonio de la reina Petronila de Aragón con el conde Ramón
Berenguer IV de los condados catalanes. La expansión territorial continuó hacia las tierras mediterráneas, y
Jaime I en el S. XIII conquistará Baleares y Valencia, con lo que la Corona paso a estar formada por una
confederación de cuatro territorios Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares con leyes e instituciones diferentes.
3.- La crisis de la Baja Edad Media (S. XIV y XV).
A los S. XIV y XV se les denomina Baja Edad Media, fue una etapa de crisis en toda Europa. Se trata de una
crisis causada por diversos factores: crisis alimentarias producidas por malas cosechas y crisis demográfica
ocasionada por la Peste Negra de 1348. La crisis afectó a todos los estratos sociales, la nobleza y el clero
vieron disminuir sus vasallos y sus rentas, y trataron de recuperar sus pérdidas a costa de la monarquía y de
los campesinos. A la monarquía le usurparon tierras y tributos. A los campesinos les endurecieron sus
condiciones de vida: en Castilla aumentando los arrendamientos a corto plazo, en Cataluña aumentan los
malos usos (conflicto de los payeses de remensa). El descontento social generó revueltas antiseñoriales,
enfrentamientos por el control de las ciudades, pogromos contra los judíos, guerras civiles en Castilla y
Cataluña.
La evolución fue desigual en Castilla y Aragón. Castilla vivió un S. XIV dominado por la crisis agraria y
demográfica, por una guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara, tras la que la nobleza adquiere un
gran poder gracias a las llamadas “mercedes enriqueñas”, y acabará provocando tensiones sociales como los
pogromos antisemitas de 1391. Durante el S. XV logró superar las dificultades económicas y demográficas y
fortalecer el poder real, aunque perviven los conflictos sociales y habrá dos nuevas guerras civiles.
La Corona de Aragón en la primera mitad del S. XIV tuvo un fuerte crecimiento económico basado en la
expansión política y comercial por el Mediterráneo, pero en la segunda mitad de siglo sufrió una profunda
crisis, particularmente acusada en Cataluña, motivada por la peste, las tensiones sociales y las dificultades
económicas. A estas dificultades se suma la muerte sin descendencia de Martín I el Humano (1396-1410) y
se plantea un problema sucesorio que se resuelve en el Compromiso de Caspe (1412) por el que Fernando
de Trastámara pasó a ser rey de la Corona de Aragón, reinando así la misma dinastía que en Castilla lo que
genera desconfianza entre los privilegiados. Durante el S. XV hay una recuperación económica, excepto en
Cataluña donde la crisis se agudizó más por las tensiones sociales y la guerra civil en tiempos de Juan II, que
concluyó con la Capitulación de Pedralbes en 1472, pero el conflicto remensa siguió sin resolver hasta fin
de siglo.
4.- La corona de Castilla. Las instituciones políticas: el modelo autoritario castellano.
La unión definitiva de Castilla y León en 1230 supuso la centralización del reino y la creación de un derecho
común, el Código de las Siete Partidas del rey Alfonso X que difunde las ideas políticas basadas en el
Derecho romano: defensa de la supremacía absoluta del poder del rey, un poder de origen divino, el rey es
señor de súbditos y monopoliza el poder legislativo. Alfonso XI estableció en el Ordenamiento de Alcalá de
1348 la supremacía del poder real sobre los fueros locales. Esto permitió un desarrollo institucional que
favoreció el poder real y su centralización y contó con la oposición de la nobleza y los concejos. Las
principales instituciones del reino fueron:
● Las primeras Cortes creadas en la península fueron las de León (1188) Se unifican las Cortes de
Castilla y León que tuvieron siempre un carácter consultivo y de aprobación de subsidios.
● Hay un Consejo Real para asesorar al rey, está formado mayoritariamente por juristas.
● Se crea la Audiencia como órgano supremo de justicia que depende solo del rey. En el S. XV se
establece una sede fija en Valladolid con el nombre de Chancillería.
● En el ámbito municipal se crean en el S. XIV los regimientos, nombrados por el rey con carácter
vitalicio entre los miembros de la nobleza local o la alta burguesía que sustituyen a los viejos concejos
democráticos. Además, se modificó la figura del corregidor, que a partir del S. XV se convertirá en
representante permanente de la Corona en los municipios.
5.- La corona de Aragón. Las instituciones políticas: el modelo pactista.
La estructura política de la Corona de Aragón era muy diferente a la castellana. Estaba formada por una
confederación de territorios cada uno con leyes e instituciones propias. La concepción de la monarquía
mantuvo su carácter feudal de pacto: el rey era señor de vasallos (nobles, clero y patriciado urbano). El origen
se remonta al S. XIII cuando Pedro III tuvo que conceder a las Cortes y los nobles (sublevados contra la
expansión mediterránea) el Privilegio General (1283) por el que dotó a las Cortes de poder legislativo. De
este modo las Cortes de los diferentes reinos ejercieron un fuerte control sobre la monarquía y limitaron su
poder frustrando cualquier intento absolutista. El rey se compromete a respetar el derecho y las costumbres de
cada reino: Fueros en Aragón, Usatge sen Cataluña, Furs en Valencia. Entre sus instituciones políticas
destacan:
● Virrey: representaba el poder real en aquellos territorios en los que no residía el rey.
● Las Cortes, que limitaban el poder real, existían unas Cortes independientes en Aragón, Cataluña y
Valencia, y nunca llegaron a unirse.
● Las Diputaciones en su origen fueron comisiones para organizar y recaudar los subsidios concedidos
al rey, pero con el tiempo se volvieron permanentes. La primera en constituirse fue la de Cataluña en
1359 (Generalitat). Fue añadiendo funciones como velar por el cumplimiento de las leyes del
Principado o mantener el orden público. La Diputación del Reino de Aragón se constituyó en 1412 y,
como en el caso catalán, fue añadiendo funciones políticas a las fiscales originarias. La última en
constituirse fue la Diputación del Reino de Valencia, pero nunca tuvo funciones políticas
importantes.
● El Justicia de Aragón, cargo exclusivo del Reino de Aragón, no existe en los otros territorios. Era un
noble designado por las Cortes y su función principal era la interpretación y defensa de los fueros de
Aragón frente a cualquier pretensión autoritaria de la monarquía.
● Los municipios en la Corona de Aragón eran diferentes según los reinos. En Aragón había un cabildo
de jurados presididos por un alcalde nombrado por el rey, en Cataluña unos magistrados locales
asesorados por un consell (Consellers y Consell de Cent en Barcelona, establecidos por Jaime I).
Conclusión
El reinado de los monarcas Enrique IV de Castilla y Juan II de Aragón pone fin a la Edad Media. Castilla y
Aragón se unían por el matrimonio de Isabel y Fernando, era un avance hacia la formación de la Monarquía
hispánica (S. XV-XVII), pero la unión reunía a dos coronas con una situación muy desigual. Castilla más
poblada estaba en crecimiento y vivía un fuerte dinamismo. La Corona de Aragón, en cambio, seguía sin
recuperar el crecimiento.

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