J. D. Tayler - Black Moon
J. D. Tayler - Black Moon
J. D. Tayler - Black Moon
—¿Mac?
—Aquí dentro. —Inclinada sobre el lavabo, Mac terminó de enjuagarse la boca, luego cerró el
agua. Mirando a Melina, agarró algunas toallas de papel del dispensador, se secó la cara, y las tiró a
la papelera—. ¿Ves? Estoy bien.
—No lo creo. —El afilado escrutinio de Melina recorrió la cara de Mac, y aparentemente no le
gustó lo que vio—. A la enfermería contigo. Te haré un chequeo.
—No necesito...
—No pregunté. Te lo estoy diciendo. Los médicos son los peores pacientes —gruñó ella—. Vamos.
No había discusión con su amiga cuando tenía un bicho en su trasero, así que Mac cedió. Aunque
Melina era delgada de constitución, y de apariencia similar a un elfo con su oscuro pelo corto, era
completamente capaz de encoger de miedo al más duro de los miembros de la Manada. Ella era una
bruja dura y agresiva.
Y eso era cuando estaba de buen humor.
Su amiga no siempre había sido así, pero eso fue antes de que su compañero, Terry, el ex
comandante de la Manada Alfa, fuera asesinado en una emboscada hacía varios meses. Aceptar a
Nick como el nuevo líder en lugar de su compañero había sido difícil para la mujer, y ella y Nick no
siempre veían las cosas del mismo modo. Pero habían encontrado algún lugar de paz entre ellos,
basado en el mutuo respeto.
Melina guió a Mac a una sala de examen y gesticuló hacia la mesa cubierta con el odioso papel
blanco y crujiente.
—Siéntate.
Obedientemente, Mac lo hizo, y procedió a examinarse para un físico completo. Melina comprobó
sus ojos, oídos, nariz, y garganta. Comprobó sus reflejos. Todo parecía bien, pero la mujer aún no
estaba satisfecha.
—No me gusta ni un poco que te hayas desmayado —dijo ella con el ceño fruncido.
—¡Por amor de Dios, pensé que Nick había matado a Kalen! Dame un respiro.
—¿Cuánto tiempo has estado con náuseas? No creas que no lo he notado.
¿Ella lo había notado? Mac parpadeó hacia su amiga, asegurándose.
—No lo sé. Unos pocos días, quizás.
—¿Con qué frecuencia has estado vomitando?
—Está-bien —pronunció Melina, con las cejas levantadas—. Esto es lo que va a pasar. Noah va a
venir a tomarte sangre para un chequeo estándar completo. Luego irás a la sala de descanso para
hacer pis en un bote. Entonces volverás aquí, te sentarás y me esperarás. ¿Comprendes?
Ella suspiró.
—Sí.
—Buena chica.
Melina golpeó su rodilla y se fue. Un poco después, Noah entró, pasó la torunda en el recodo de su
codo, y tomó tres muestras de sangre. Cuando terminó, presionó una bola de algodón sobre la unión
y lo tapó con una tirita.
Ella absolutamente odiaba hacer pis en un bote. Era una propuesta arriesgada al menos, apuntar
bien. Pero se las arregló y en poco tiempo estaba sentada de vuelta en la sala de examen.
Dónde el reloj en la pared marcaba con insoportable lentitud.
Diez largos minutos pasaron. Mac estaba empezando a inquietarse cuando Melina entró llevando un
manojo de papeles. Su amiga cerró la puerta y lentamente se giró hacia ella. La expresión en la cara
de Melina envió un rayo de terror todo el camino a sus pies.
—¿Qué es? —jadeó ella, agarrando el borde de la mesa—. ¿Qué pasa?
—Mac, cariño. Tenemos que hablar.
Kalen se levantó de la cama y se puso de pie en la mitad de la habitación, intentando orientarse. Por
la inclinación del sol filtrándose por las cortinas, era más tarde del medio día. Parece que debía ser
media noche.
Después de la maldita mañana que había tenido, cayo dormido al segundo que su cuerpo se
desparramo boca abajo en su cama. Ni siquiera el señor malo Unseelie había sido capaz de a
travesar su cansancio mental, si en realidad lo intento.
El silencio de la radio lo hizo sentir incomodo, no duraría demasiado, lo más probable era que el
bastardo estuviera agazapado esperando. Una araña lista para inyectar su veneno en el peor
momento posible. Dios, el detestaba ser la herramienta de un enemigo con el cual no sabía cómo
luchar.
Caminando hacia el baño, él se sintió miles de años más viejo, después de encargarse de todo,
lavándose las manos y después mojándose el rostro para despertar, el salió en busca de comida, él
no tenía mucha hambre, pero no ayudaría a su causa quedarse en su habitación, aislándose de los
chicos. Él les prometió que lucharía con Malik y quería hacer justamente eso.
Unos minutos después, el camino hacia el comedor y miro alrededor. La mayoría de la manada
estaba allí, sentado alrededor de varias mesas donde la comida estaba servida al estilo familiar.
Mackenzie también estaba presente. Sentada con Melina, Jax su compañera Kira y Sariel. El dudo,
inseguro, su cuerpo acalorándose ante la vista de su hermosa doctora.
No tuya. Malik entono, oscuramente complacido.
“ahí estas, tu maldito bastardo” el murmuro bajo su aliento, probando “no tienes algunos gatos que
ahogar o algo”
Sin respuesta. Solo una persistente toque de dedos fríos contra su mejilla, su cuello y luego
apretando su hombro en advertencia, enterrándose profundamente entre el musculo y el hueso antes
de soltarlo. Kalen quedo sorprendido al darse cuenta que ese movimiento había sido completamente
físico. A pesar de los escudos que Kalen había puesto en el recinto de la manada Alpha, el Uneseelie
podía en realidad herirlo desde la distancia, si él quería. O lastimar a uno de sus amigos. Maldita sea
él.
Pero no ha Mackenzie, nunca. Él se aseguró de eso.
Temblando el sentó frente a Hammer, el gigante callado del equipo, e intento relajarse. El hombre
grande y calvo simplemente murmuro un decente.
“¿Qué tal?’ y continuo comiendo su cena como si nunca fuera a tener otra cena. Los músculos de
Kalen comenzaron a desenrollarse. A diferencia de los demás Hammer nunca forzaba conversación,
señalando las falencias de Kalen, burlándose de él, o metiéndose en su negocio, y solo por esas
cosas le gustaba el muchacho. Dado que el hombre realmente no esperaba una respuesta, Kalen no
le dio una. En su lugar su mirada cayó al plato de lasaña en el centro de la mesa y el trago la
repentina nausea.
Él amaba la lasaña normalmente, pero hoy la grumosa salsa roja parecía sangre, los fideos y el
queso ricota como cerebro y materia verde. Justo como se habría visto la cabeza de él si Nick n
hubiese movido el seguro del arma.
Tragando la bilis, él puso un pedazo en su plato y tomo un pan de la cesta cerca al plato principal.
La primera mordida del conjunto pegajoso, paso con dificultad, pero se atraganto con el segundo,
dejando su tenedor el empujo su plato y se resignó a mordisquear el pan.
“¿estás bien?”
Miro hacia arriba para ver a Hammer estudiándolo intensivamente, masticando su comida. –Si,
estoy bien.
–¿Ese maldito asqueroso jodiendo en tu cabeza de nuevo?
–No en este momento. Sólo estoy un poco herido.
–Es entendible. –Hammer no parecía haber comprado esa simple explicación, pero el asintió de
todas maneras. –No dudes en pedir ayuda, hombre. No trates de lidiar con esto por tu cuenta. Somos
un equipo. Recuerda eso.
–Y justo aquí estaba pensando como nunca te metes en mis asuntos –intentó bromear.
–Esto no cuenta. Lo que lastima a uno de nosotros nos lastima a todos.
Como si hubiera necesitado el recordatorio. –Lo sé –dijo, su apetito ahora completamente ido.
Lanzó el resto de la barra de pan a su plato. –Entre la manada y Malik, no es probable que lo olvide,
tampoco.
–Hey, no sólo eres tú—todos somos vulnerables ante las amenazas externas. Es por eso que
trabajamos, entrenamos y vivimos como una unidad. Es por eso que nos encontramos en un edificio
remoto que esta protegido como una maldita fortaleza.
–¿Y si todo eso no es suficiente? ¿Entonces qué?
El otro hombre lo observó en silencio por un momento. –Debe serlo.
Pero no lo era. –Descubrí que Malik puede atrapar a cualquiera de nosotros, cuando quiera. A pesar
de las guardas que coloqué en este lugar. –Remordimiento lo inundó mientras hacía su admisión.
–¿Qué? ¿Cómo? –Una punzada de alarma se mostró en el rostro de Hammer antes de desaparecer.
–Él me toco unos minutos atrás. –Cuando el otro hombre se sentó derecho y miró a su alrededor
bruscamente, Kalen explicó. –No, él no se encuentra aquí en persona. Pero proyectó una clase de
forma astral de si mismo para mí el tiempo suficiente para hacerme saber que podría pillarme
cuando el quisiera. O a cualquiera, también.
–Una advertencia –Hammer dijo en un tono bajo y enojado.
—Si
–Es un engaño. Debe serlo.
–¿Como es eso?
–Piensa en ello. Si Malk pudiera realmente hacer un significativo daño físico a ti o a alguien mas
aquí, ya lo hubiera hecho.
–Tal vez –Kalen admitió. La idea le dio un poco de esperanza.
–¿Y si pudiera, no iría directamente por Sariel, quizás llevarte como un bono? Estoy pensando que
esta jodiendo con nosotros, hombre. Si el hijo de puta fuera asi de fuerte, no te necesitaría, y
seguramente no estaría tan empeñado en asesinar a su propio hijo.
–Tiene sentido. –Dios, esperaba que Hammer estuviera en lo cierto.
–Otra cosa se me acaba de ocurrir. –El gran hombre descanso sus codos en la mesa y miro a avalen.
–¿Puede escucharnos hablando? ¿Puede escucharme, ahora mismo?
–Mierda –respiró, sorprendido por su pregunta. Explorando su cerebro por el contacto pasado con el
Unseelie, las burlas de la criatura, él negó con la cabeza. –No lo creo. Él sólo parece reaccionar ante
mis pensamientos o cuando hablo con él directamente, o se proyectará dentro de mi cabeza y jugará
conmigo inesperadamente. Le gusta depredar mis emociones, pero nunca he averiguado ninguna
pista de él escuchando mis conversaciones actuales con otros. Si pudiera hacer eso, estoy seguro
que me estaría volviendo loco con eso.
–Quieres decir, como cuando estas en la habitación con alguien que esta al teléfono, ¿sólo puedes
escuchar es el final de la conversación?
–Exactamente. Por cualquier razón, parece ser que Malik sólo puede sintonizarme a mí.
–Interesante. Eso es algo útil, de todas formas. Sin embargo eso es bueno, necesitarás trabajar en ser
cuidadoso sobre tus pensamientos, o bloquearlos por completo. Imagina una pared o alguna mierda
entre tu mente y la suya. Cualquier cosa que ayude.
–Lo intentaré. –No sostenía muchas esperanzas de que funcionara. –¿Esta Nick teniendo algo de
suerte rastreando a Evan Kerrigan? –Ese Unseelie estaba caminando entre el público desprevenido,
haciéndose pasar por un rico emprendedor, era una verdadera fuente de miedo para el equipo. La
participación de humanos inocentes en sus batallas siempre fue un prospecto aterrador, que debía
evitarse a toda costa.
–No todavía. Él y sus contactos tienen que andar con cuidado para no levantar sus sospechas.
–Tengo el presentimiento de que no se esconderá por siempre. –Kalen especuló gravemente— Si no
lo colocamos bajo vigilancia antes de que salga a jugar, será algo jodidamente malo.
Hammer resopló. –¿Un puñado de nosotros contra un rey Unseelie y su ejército de gigantes
murciélagos rabiosos? Ni un maldito problema—podemos manejarlo.
Aquellos “gigantes y rabosos murciélagos” siendo el Sluagh—el Seelie caído quien se había
entregado a si mismo al mal, y vivía para servir a Malik. Dios, ellos estaban a punto de ser
masacrados. Excepto que Kalen pudiera conjurar un milagro.
No existen los milagros, mi niño. Solo el sendero que tú y yo forjaremos juntos. Una vez que
aprendas a aceptar tu poder, me aceptes como tu maestro, gobernaremos el universo
El hombre estaba utilizando a su científico para llevar a cabo la investigación sobre unir el ADN de
un humano y un cambiaformas, y especialmente quería cambiaformas con habilidades PSY como
esas en la Manada. Chappell y sus hombres estaban asesinando a inocentes en el proceso… por lo
tanto los pobres mutilaron los cuerpos que las autoridades locales habían encontrado. Pero Chappell
no era el Gran Jefe. Para su sorpresa, habían descubierto que Malik, haciéndose pasar como el rico
Evan Kerrigan, era el poder verdadero detrás del esfuerzo repelente para crear una raza de soldados
súper cambiaformas. Había seducido al ahora fallecido Chappell y a otros muchos a hacer contra su
voluntad. Justo cuando ahora él estaba intentando seducir a Kalen a unírsele. Pero ese no era su
mayor problema presionando en este mismo segundo. Sintió su labio curvarse cuando miró de reojo
a Aric. Desde el primer día, el pirómano/telequinético le había acosado y se había burlado de él en
cada oportunidad. Cómo había logrado el mamón para enganchar a un compañero inteligente y
magnífico como Rowan Chase, un ex policía de los Ángeles, estaba más allá de la comprensión de
Kalen.
Incluso intentó mantener su voz, pero lo traicionó su ira.
-A tomar por culo, Aric. Lo que pasa entre yo y Mackenzie no es asunto de nadie, especialmente
tuyo.
-Ves, eso es donde te equivocas –replicó el lobo rojo con una sonrisa salvaje apretando firmemente
el hombro de Kalen-. Mac es…
-Quita tus manos de mí.
Aric ignoró su advertencia.
-Mac es mi amiga. Todo el mundo la quiere, y ninguno de nosotros va a esperar y mirarte tomar una
crítica gigante de ella.
Kalen apenas escuchó las palabras cuando la cara de Aric se enturbió. En un instante, los recuerdos
le asaltaron. Unos terribles, fantasmas de otras manos masculinas en años pasados, muchos de ellos
brutales. Tomando lo que querían. Y Kalen permitiendo los toqueteos no deseados para que así
pudiera poner comida en su estómago ardiente y vacío.
Nunca más.
Mackenzie era la única que tenía ese derecho. Sus manos eran como el cielo.
-No me toques –dijo con voz ronca.
Él es el enemigo, cielo, engatusaba Malik. ¿No lo ves? Él no ha hecho nada salvo herirte, reírse de
ti, así como habían hecho todos los otros en el pasado. Te lanzaría de nuevo al frío su pudiera. No le
des tu lealtad, no se la merece. ¡Muéstrale tu poder, chico! ¡No aceptes este desprecio de alguien tan
lejos debajo de ti! ¡Muéstrale lo que quiere decir joder con un Hechicero!
Los labios de Aric se estaban moviendo pero eran las palabras de Malik lo que resonaba en su
cabeza. Sujetaban el anillo de la verdad, y la ira hirvió en una cólera mal disimulada. Debajo de su
piel, emociones abrumadoras se retorcían como serpientes, creciendo y explotaron.
Con un gruñido devolvió el antebrazo y rompió la sujeción del otro hombre, luego le empujó hacia
atrás. Tomado por sorpresa, el lobo rojo no estaba preparado cuando Kalen expulsó una mano,
palma arriba y disparó un hechizo en latín, lanzando una esfera azul de energía pura.
La explosión golpeó a Aric en el pecho y le lanzó sobre sus pies, golpeándole lo suficientemente
fuerte contra la pared más alejada para romper el yeso. Su rostro registró una conmoción cuando la
energía resonó, difundiéndose sobre su torso y extremidades, causándole a su cuerpo entero una
agitación antes de que se dispersara por completo. El hombre se desplomó sobre sus rodillas, pero
solo brevemente. Su cabeza se levantó y sus labios se retiraron hacia atrás para mostrar sus
colmillos alargándose.
-¿Quieres jugar sucio, gatito? Puedo hacer eso.
Cuando Aric se empujó con sus pies, Kalen medio le esperaba que él cambiara a su forma de lobo.
Él no estaba preparado para que el otro hombre lanzara su mano, contestando al reto de Kalen con
una columna de fuego que se disparó hacia su cara.
Un chillido resonó en el pasillo que identificó como la voz asustada de Mac justo cuando él
levantaba su mano y empujaba su poder hacia el fuego, conduciéndolo de vuelta a su archienemigo.
El lobo cambió de táctica y el fuego se desvaneció. Antes de que Kalen pudiera reaccionar sintió su
cuerpo crecer, con los pies alejándose del suelo. El jodido estaba utilizando su regalo de
telequinesia para defenderse y con bastante eficacia. El cuerpo de Kalen se dio la vuelta para
envararse en dirección contraria al lobo, haciéndole casi imposible lanzarle un hechizo. Luego
estaba con el cuerpo estrellado contra la pared, su lado derecho entero tomando el golpe. El dolor le
atravesó su cabeza y su brazo, y a la vez escuchó y sintió un chasquido repugnante.
-¡Ahhg! –la agonía le barrió, y estaba estrellándose otra vez.
-¿Cómo eso, gatito? –se burló Aric-. ¿Cómo se siente eso?
-¡Qué coño está pasando aquí! –bramó la voz de Nick-. ¡Salvaje, bájalo de una puta vez!
-Tú eres el jefe.
Kalen se dejó caer sin contemplaciones. Cae redondo sobre el suelo, tratando respirar por el dolor
terrible. Y, cuando su cabeza lentamente se aclara de la coerción de Malik, se avergüenza. ¿Qué
había hecho él?
Las manos le circulan con cuidado por su espalda y se encuentra parpadeando ante la cara
preocupada de Nick. La mirada del comandante iba hacia el brazo derecho de Kalen.
-¿Puedes levantarle? ¿Mover los dedos?
Lo intentó y un rayo de fuego al rojo vivo se disparó a través de su brazo cuando un grito se escapó
de sus labios. –No.
Nick miró fijamente a Aric, quien estaba apartado a un lado, con la mandíbula apretada. –Has roto
su brazo. Será mejor que tengas una maldita buena razón para atacar a uno de tus hermanos.
-En primer lugar, no es mi hermano. Los otros, sí. Pero no este bicho raro –dijo con un desprecio no
disimulado.
Esta vez, la agonía golpeó a Kalen en un lugar completamente diferente y se esforzó para no dejar
mostrarlo cuando el hombre siguió.
-En segundo lugar, tengo una buena razón. Él me atacó primero.
La mirada de Nick se volvió hacia Kalen.
-¿Eso es cierto?
Aparentemente la precognición no podía “ver” todo. Kalen tragó saliva fuerte. –Sí.
Una pequeña multitud se había reunido, algunos de los otros chicos murmurando, dando alguno un
silbido. Para su mortificación, Mac estaba de pie con los otros, mirándole con horror. Obviamente
ella había presenciado todo.
-¿Por qué? –abarcó el comandante.
Esa simple pregunta.
-Porque no quitaba sus manos de mí –un tipo de respuesta lamentable.
Inmediatamente, Nick lo entendió y la ira comenzó a escurrirse de su rostro. -¿Un flashback?
-Sí –susurró. Recuerdos horribles amenazaban con apoderarse de él otra vez. –Todo lo que sentía
eran sus manos y no me permitiría marchar y recordé… -no pudo finalizar. Pero no tuvo que
hacerlo.
Finalmente captándolo, Aric juró. Hacia Nick dijo –pensé que solo estaba siendo un gilipollas,
especialmente después de cómo había hablado a Mac. No lo sabía.
Cualquier cosa que Nick podría haber dicho fue olvidada en el momento en que Zander Cole, el
Sanador de la Manada se arrodilló al lado de Nick obligándole a hacer un espacio. –Mierda, eso es
mala suerte. Por suerte para ti, puedo arreglarlo enseguida.
Le envió a Kalen una sonrisa alentadora que Kalen no podía devolver.
-Si dices eso.
-Lo digo. La mala noticia es que tengo que volver a alinear el hueso primero o vas a estar todo
retorcido. ¿Preparado?
-Haz lo que quieras.
Levantando el brazo de Kalen, Zan le dio una mirada de disculpa. Trabajando rápidamente, sacó el
miembro lesionado con todas sus fuerzas, haciendo estallar los extremos recortados de vuelta a su
lugar. Kalen gritó, con manchas oscuras bailando delante de sus ojos. Las nauseas empujaron las
bilis a la garganta y casi se desmayó. Cómo se mantenía ya fuera vomitando o perdiendo el
conocimiento era pura suerte.
Cuando los dedos de Zan agarraron el lugar donde el hueso había roto la piel, Kalen jadeó, con el
sudor corriendo por las sienes en su pelo. Entonces calidez envolvió el punto de la ruptura, y el
horrible apuñalamiento quemando disminuyó gradualmente. El calor se sentía bien y el dolor se fue
pronto. Comprobando su brazo, vio que su piel estaba cubierta de sangre seca de la rotura, pero el
brazo estaba tan bien como nuevo.
-Gracias, hombre Z –dijo dándole al chico una sonrisa débil.
-Sin problema. Aquí –poniéndose de pie, ofreció a Kalen una mano.
La cogió y se puso de pie torpemente, sin hacer contacto visual con nadie mientras esperaba a que
Nick entregara su juicio. Se hizo esperar.
-Entiendo lo que pasó aquí –dijo el comandante en un tono bajo y austero-. No es ningún secreto
que los dos, además de vuestros propios problemas, han tenido problemas con los demás desde el
primer día. No soy un jodido profesor de un jardín de infancia y esto no es un parque infantil para
que vosotros dos golpeéis vuestra mierda a los demás, mientras resolvéis esos problemas. ¿Está
claro?
Kalen se avergonzó. –Sí, señor.
-Sí –Aric arrastró sus palabras, ganándose una mirada dura de Nick. Se aclaró la garganta. –Quiero
decir, sí señor.
-Encontrad un terreno común y hacerlo en vuestro tiempo libre. Tengo un Equipo que hacer
funcionar. No tengo tiempo para esta mierda u tampoco para nadie más. Si esto sucede otra vez,
ambos están suspendidos. Indefinidamente.
-¡Qué! –gritó Aric-. ¡No fue mi culpa! ¡Él…!
-¡Y ahora ya sabes por qué! –pronunció Nick. Estaba perdiendo rápido su paciencia característica-.
Sabes cómo leer tus señales de compañeros de equipo mejor que eso, Aric. Sé que lo haces.
Deberías haberte detenido y leído su lenguaje corporal y si lo hiciste, habrías sabido que algo estaba
mal. Entonces le habrías dejado ir cuando lo pidió y suavizar la situación con un poco de
compasión. Eres el mejor compañero de Equipo y hermano que esto.
Aric miró a Rowan, encontrando sus labios apretados con descontentos. Sus pómulos altos se
colorearon y bajó su cabeza avergonzado. –Tienes razón, Nicky, lo siento.
-No soy con quien debes disculparte.
No quería hablar con Kalen en absoluto. Todos podían ver eso. Dolía más de lo que Kalen quería
admitir. Sin embargo, el hombre cerró la distancia y asintió.
-Lo siento, Hechicero. Lo jodí.
-Kalen.
-¿Qué? –la frente de Aric se frunció con confusión.
-Siempre me estás llamando, chico gótico, gatito, niño bonito o lo que sea. Mi nombre es Kalen –
dijo tranquilamente.
-De acuerdo –Aric se rió sin un humor de verdad-. Claro, Kalen, lo que sea.
Nick agitó su cabeza. –Todo está bien, todo el mundo, el espectáculo ha terminado. Digamos que es
un día.
Kalen nunca había escuchado una sugerencia mejor. Cuando el grupo se rompió algunos chicos le
palmearon en la espalda para darle una o dos palabras de ánimo en una muestra de afecto. Pero
nadie, se dio cuenta, se detuvo ahora de verdad para hablarle. Para contactar.
Nadie lo había hecho antes. ¿Por qué debería ser ahora algo diferente?
Incluso Mack había dejado de hablarle más. Sin motivos por el que ella debería haberse quedado
después por la forma en la que él la había hablado. Aric había tenido razón y Kalen había estado
demasiado enojado para escuchar. Ahora estaba solo en el pasillo vacío, anhelando la compañía.
Daría cualquier cosa por el gozo de la amistad fácil que esos chicos compartían. Sin mencionar a
una hermosa compañera como habían encontrado Jax y Aric. Parecía que esos sueños estaban
destinados a permanecer siempre fuera de su alcance.
-¿No tienes algo que decir sobre eso? –preguntó a Malik amargamente.
Aunque el bastardo no respondió. En ese momento, habría dado cualquier cosa por el
compañerismo, incluso el de la babosa Unselee, porque entonces no estaría tan solo. Lo cual era, sin
duda, exactamente lo que Malik había planeado. Y ese era el pensamiento más aterrador de todos.
—No lo creo —dijo entre dientes—. Es probable que me mantengas preso o algo así.
No, yo no voy a necesitar tomar una medida tan drástica.
Una vez más, estaba el tono de la verdad. Kalen estaba helado, el miedo empezó a tomar la raíz
profunda en su alma. ¿Qué posibilidad habría que Malik se sintiera tan confiado que Kalen se uniría
a él? ¿Qué queria Kalen tan gravemente que daría a la oscuridad, como su abuela había temido?
Aceptación, dijo Malik suavemente.
Y un lugar al cual pertenecer.
El pulso de Kalen latía con fuerza en la garganta.
—No me puedes dar esas cosas. Eres malvado, y estás mintiendo.
Eso tampoco, simplemente es un malentendido, como tú. Deja que te lo demuestre.
La tentación era demasiado.
Kalen se levantó de la cama y se vistió, con las manos temblando. Se alegró de que Malik no podía
verlo.
Después de ponerse los pantalones vaqueros y la camiseta de antes, se puso las botas y salió de su
habitación.
Se movió lo más silenciosamente posible, dirigiéndose por el pasillo a la sala de recreación del
recinto. Una vez allí, se acercó a la puerta de salida y pronto se encontró de pie en la zona del
césped en la parte trasera del edificio, donde los chicos jugaban al fútbol y otros juegos para pasar
el tiempo libre.
Positivo se había escapado sin ser descubierto, se dirigió a la orilla del bosque. Una vez protegido
de la vista por la protección de los árboles y penumbra circundante, él tomó una respiración
profunda y relajada, llamando a su pantera.
El animal respondió con un rugido contento por estar libre. Había pasado demasiado tiempo. Cayó
al suelo en cuatro patas, levantó la nariz al aire. Los olores eran mucho más agudos en esta forma, la
tierra más acre. Enriquecido. Captó el olor de los animales, también, los pequeños serían los más
sabrosos aperitivos, pero se resistió a la caza. Esta noche tenía un propósito diferente.
Su pantera corriendo, exultante en estirar sus extremidades. En la sencillez de simplemente ser
libre. A menudo se había preguntado si no sería mejor vivir en esta forma para siempre, dando la
espalda a la humanidad. Podría ser tan fácil.
Por otra parte, tal vez no. El hombre dentro anhelado ser aceptado, y por desgracia, Malik tenía
razón. Tenía curiosidad por ver lo que el hombre pensaba que tenía que ofrecer. Aún más
desconcertante, no sintió ninguna amenaza física inminente de los Oscuros. ¿Por qué?
Esa pregunta le molestaba durante toda su carrera. No estaba seguro de a dónde iba, pero se limitó a
seguir la atracción que le dijo que era la dirección correcta. Cuanto más cerca llegaba a Malik, más
fuerte es la fuerza atrayéndolo.
Debería haber sido alarmado tal vez pasó más allá de los límites de las salas que había colocado
alrededor del complejo Pack, pero no lo era. Durante millas corría, hasta bien entrado Bosque
Nacional Shoshone, mucho más allá que cualquier cazador o campista se atreverían a aventurarse.
Al fin llegó a un claro, y en ese espacio había una cabaña ubicada entre los árboles. No era uno
pequeño o uno pintoresco, tampoco. La estructura fue construida con troncos, y un porche cubierto
atravesado en el frente y envuelto alrededor de ambos lados. El lugar era grande, como un pabellón
de caza de un millonario puede tener, lo cual tenía sentido. Malik se hacía pasar por los ricos Evan
Kerrigan.
Entonces de nuevo. . . la cabaña estaba muy lejos de la civilización para ser parte de la cobertura
humana de Malik. De hecho, había algo diferente sobre este lugar. Algo más.
Se dio cuenta de una vibración a lo largo de sus terminaciones nerviosas, algo así como una
corriente, pero le causó ninguna molestia. Inmediatamente se identificó la fuente, la magia negra.
Y no estaba saliendo de la cabaña y ni del área circundante.
No, este lugar era la magia en sí. Una hermosa ilusión creada por un maestro de las artes oscuras,
envuelta de todo, excepto aquellos a quienes Malik deseaba saber. No podía dejar de admirar la
habilidad que participan en el mantenimiento de la fachada.
Pero, ¿es una fachada si se puede ver y tocar, muchacho? Puedo desaparecer a voluntad, por lo que
estoy por lo tanto ¿no es real?
Kalen cambió de nuevo a su forma humana, su ropa reapareciendo en su cuerpo. Toda una habilidad
práctica que ninguno de los otros chicos poseía.
—No lo sé. ¿Por qué no desapareces para siempre por si te enteraste? —murmuró. Una risa
divertida saludó a Kalen a de escuetas palabras, y una figura oscura salió al porche desde el interior.
Las luz de los controles en la puerta de la cabaña, el hombre —o más bien, el Unseelie disfrazado
como un hombre— era muy alto.
—Ven dentro, joven Hechicero—dijo Malik, gesticulando hacia delante—. Tengamos una copa para
curar nuestro insomnio.
El otro macho se giró y entró. Receloso, Kalen le siguió. Solo porque el Unseelie exudaba una falsa
sensación de normalidad no significaba que Kalen fuera estúpido. Sus años en la calle le habían
enseñado a que un gesto amistoso siempre venía con un truco.
Y nada en esta criatura era normal.
Subiendo los escalones del porche, siguió a Malik dentro de la cabaña y echó una mirada sorpresa
alrededor. De alguna manera él había esperado dura frialdad y “maldad” estampado en todas las
superficies. Pero el interior era el epítome de la calidez, rústica lujuria. Mobiliario de cuero negro y
afelpadas alfombras moteadas tirada en el espacio del salón. Una gran chimenea de piedra adornaba
la pared más lejana, y una pared adjunta jugaba como una metida barra de bar.
—Cuan civilizado—comentó secamente cuando Malik rodeó el bar.
—¿Verdad? Y aquí tú probablemente esperabas una cueva deprimente llena de murciélagos. —El
Unseelie alcanzó por una botella de apariencia cara de Coñac y luego removió dos vasos altos de
cristal de la estantería. Sonriendo débilmente, vertió a cada copa un par de pulgadas del licor y
luego les llevó a ambos al área del salón. Le entregó a Kalen un vaso.
—Por favor, siéntate.
Kalen permaneció de pie durante unos pocos golpes más, estudiando a la criatura que podía pasar
por cualquier hombre humano. Uno excepcionalmente con buena apariencia. La forma que había
tomado como Evan Kerrigan era unas pocas pulgadas más alta que los seis o así pies de Kalen, y
estaba bien musculoso sin ser desgarrador. El pelo negro limpiaba sus hombros y enmarcaba una
cara angular con los ojos azules medianoche y una mandíbula fuerte. No era sorprendente que la
criatura se las hubiera arreglado para seducir a todos quienes se cruzaban en su camino.
Parecía ser cualquier cosa excepto un monstruo.
Había una innata sexualidad que radiaba del macho por todos los poros. Aunque, a pesar de la
seductora cercanía del Unseelie, Kalen honestamente podía decir que sabía que el enfoque de Malik
no estaba realmente dirigido a él en una manera sexual —aunque no podía decir cómo lo sabía— el
audaz escrutinio en la firme mirada del otro le ponía de los nervios sin embargo.
—¿Qué tienes tan interesante para mostrarme? —preguntó Kalen, llegando al punto.
—Primero me gustaría hablar contigo. Siéntate, por favor. —Malik tomó un asiento en un gran
sillón orejero cerca de la chimenea, estirando sus largas piernas delante de él y cruzando los
tobillos. Casualmente sorbiendo de su Coñac, presentaba la imagen del cómodo encanto urbano.
No podía durar.
Lentamente, Kalen descendió al sofá enfrente del Unseelie y olfateó el licor. Levantando una mano
con su magia, no pudo discernir ningún hechizo situado en la bebida. Tomó un sorbo y lo encontró
seguro. Pero sabía bien cómo relajarse.
—Esto está bueno—dijo él.
—Solo el mejor para ti.
—Suenas como si quisieras eso.
—Lo hago.
—¿Por qué?
—Porque he esperado por este momento durante lo que parece como años. —Esos ojos
agujereantes aburrieron a los suyos.
Kalen cambió incómodamente.
—Por la manera en que lo dices... es casi como si me conocieras.
—Tan bien como me conozco a mí mismo—replicó suavemente el Unseelie.
Algo en esa afirmación, en el tono de Malik, hizo que cada pelo de su cuerpo se pusiera de punta.
—Eso no es posible.
—Es tan posible como la cabaña en la que estás sentado tan cómodamente, dónde ninguna cabaña
debería estar.
—¿Así es como va a ser? ¿Hablarás en adivinanzas todo el tiempo? No sé en qué demonios pensaba
conseguir viniendo aquí. —La auto preservación levantó su cabeza. Comenzó a levantarse,
entusiasmado por salir de allí, pero Malik levantó una mano.
—Escúchame. ¿No quieres responder tus preguntas?
Sí, quería. Desesperadamente. Dudaba que sonsacarlas del jodido fuera tan fácil como eso, pero se
sentó otra vez, reacio.
—Está bien. Comienza con el por qué quieres hacer daño a gente inocente.
Malik fingió una solemne expresión, como un médico al decirle a alguien que tenía una enfermedad
terminal.
—Inocente es más una ilusión que algo que mi magia posiblemente podría crear. Las únicas
criaturas inocentes son los recién nacidos, y todos eventualmente pierden ante la tentación. No hay
excepciones a esta verdad.
—Estás equivocado. Mi madre era inocente—refutó él tensamente.
Un destello de ira iluminó los ojos de los Unseelie, entonces se ocultó rápidamente. —No. Su
madre era débil. Ella no te protegió contra el gusano que llamaste 'Padre.'
Él contuvo el aliento. —¿Cómo sabes eso?
—Temía por ella más de lo que quería proteger a su hijo, y eso la hace una de las más repugnantes
de su especie. Vi cómo se encogió mientras él te golpeó sin sentido, una y otra vez. Vi cómo ella
finalmente le dejo su suerte a David Black, le permitió tirar te a la calle como un saco de basura.
—¿Y por qué demonios no interviniste, si te importaba tanto? — Él miró a la Unseelie.
"Tuve que esperar. No era el momento.
—Esperar qué?
—Para que puedas tomar tu lugar legítimo como mi aprendiz. Para gobernar a mi lado.
—No tenía casa, hijo de puta—, dijo entre dientes. —Tuve que activar trucos para sobrevivir. No
podrías haberme contactado con un cojonudo muy tarde como, por ejemplo, cuando yo era una
adolescente asustado, sin una persona en el mundo a la que acudir?
—No pude acercarme a ti, muchacho, — Malik espetó, con el ceño fruncido. "La anciana se
aseguró de eso.
—La abuela? — El Unseelie esperó a ponernos juntos.
—El amuleto. Ella dijo que me protege del daño del Mundo no importa cuán grande sea el mal. Lo
levante. ¿Ella que quiere decir, en concreto? ¿Sabías que era mi abuela? —Kalen se acercó al borde
de su asiento, agarrando el vaso alto con tanta fuerza que sus nudillos palidecieron. Trató de
empujar hacia abajo el pánico al principio para aprovechar sus pulmones. ¿Qué demonios
significaba todo eso? "Sí, yo sabía Ida. Ella fue una espina en el culo durante muchos siglos.
—Esperar. ¿Qué? —Kalen dio un generoso trago de coñac, tratando de conseguir un alto en la
conversación. "Siglos? -Usted está mintiendo.
—No lo creo. Ida May Ventura era un Seelie de cuatrocientos veintitrés años de edad, y un muy
poderoso. Bueno, hasta sus últimos días, de todos modos.
Los ojos muy abiertos, Kalen miró a Malik, sin palabras. Por un largo momento no podía hacer otra
cosa que procesar lo que el Unseelie era realmente, realmente lo dijo. El shock lo mantuvo inmóvil.
—¿Me estás diciendo. . . que soy Fae?
—Abajo a su última gota de sangre. Los brujos no son meros seres humanos impregnados con el
don de la simple brujería.
—Oh, Dios—. Giro mental, trató de asimilar esta revelación.
—Usted es una especie rara. Muy pocos Fae son lo suficientemente potente como para convertirse
en brujos —, dijo Malik, una leve sonrisa en los labios.
—Aunque yo no soy un brujo.
—Es por eso que me quiere y por qué mi poder es valioso para usted.
—No voy a negar que como dos Fae-un rey y su segundo en el mando son imparables juntos y que
puedo lograr mis metas mucho más rápidamente con usted que no. Pero esa no es la única razón por
la que deseo su presencia.
—¿Por qué, entonces? — Malik negó con la cabeza. "Usted no está listo para escucharlo todavía. Es
pronto.
Bueno, esa pieza faltante del rompecabezas tendría que esperar. Intentando otra táctica, le preguntó:
—¿Cómo sabías de mi abuela? ¿Cuál es tu relación con mi familia?
—La Fae no son un gran pueblo que se cuentan por millones, — respondió sin problemas. —Nos
habíamos conocido.
—Sí, pero usted dijo que la abuela era Seelie. Eres Unseelie. Tengo serias dudas de que ella corrió
de tus círculos.
—Es cierto. Sin embargo, habíamos cruzado caminos de todos modos, con el argumento en los
lados opuestos de las cuestiones que las cortes reales.
—Muy bien. Voy a comprar eso por ahora. Entonces, ¿por qué ella vive su vida haciéndose pasar
por un ser humano? —Que no le había confiado su secreto más grande le cortó profundo. Me dolió
mucho. Se dio cuenta de su error cuando Malik utilizo inmediatamente esa emoción a su favor.
Dejando su silla, el Unseelie se trasladó junto a Kalen en el sofá, sentado a su lado. Volviendose un
poco para encararlo, Malik dejó su copa de coñac sobre la mesa y puso una mano sobre el muslo de
Kalen. El tacto era sorprendentemente cálido. Normalmente podría estremecerse, exigiendo al
delincuente quitar la mano, como había hecho con Aric. Pero de repente se quedó atrapado en la
mirada del otro hombre. El calor extendido a través de sus miembros, como la miel dulce, el
fomento de una sensación de paz. De pertenencia. Compañerismo. Todas las cosas que él había
anhelado durante tantos años fríos.
—Yo no sé por qué Ida hizo algunas de las opciones que ella hizo, muchacho. No sé por qué te
mintió. —Cristo. Era cierto. Su querida abuela había mentido acerca de algo enorme, los dos de
ellos Fae.
—Tal vez ella quería Protegerme de algo. . . .
—Tal vez. Pero ella te mantuvo a salvo?
—No, — susurró, mirando el licor marrón en la mano.
—No—, repitió Malik. "No lo hizo. Lo único que logró fue mantenerte lejos de mí, el que podría
haber tenido que modificar que ella falleció. Quién podría haberte alimentado y protegido a ti. Se
preocupaba por ti. Que debidamente instruido en las artes-
—Las artes oscuras. Quería alejarme de las artes oscuras, dijo.
—Niño tonto. Sé que te sientes obligado a defender a tu querida abuela. —De nuevo el apretón. El
sentido de pertenencia. —No hay magia negra, usos meramente oscuros. Y ya hemos establecido
que nadie es inocente, no importa de qué lado estás.
—Tal vez." Otro pensamiento se le ocurrió. —¿Por qué no tengo alas, como Sariel, si soy Fae?
Malik se encogió de hombros. —No lo sé. Tal vez usted tomó después de que su madre.
Kalen tuvo la clara sensación de que no estaba diciendo toda la verdad.
—Hmm. Usted dice que mi abuela era Fae, pero se parecía a una mujer mayor para mí.
—Glamour. Si ella lo hubiera dejado caer, no creo que ella hubiera pareciera ser muchos años
mayor que tú ahora.
—Entonces, ¿cómo podía morir así? No son los Fae inmortal?
—Hasta cierto punto, lo somos. Supongo que la fuerza de vida estaba ligada al amuleto. Cuando
ella se lo dio, ella aceptó su muerte. También podría haber estado enferma desde el uso de su
glamour demasiado tiempo viviendo como un ser humano que envejece y se enferma. Todo es
especulación. ¿Quién sabe?
—Le di el amuleto fuera. ¿Voy a morir ahora?
—No, — dijo Malik con firmeza. —No lo harás. Si la fuerza de la vida fue vinculada de hecho al
colgante, no es por más tiempo. El enlace se cortó la noche en que desobedeció a su abuela por
quitárselo.
Siempre había tenido la sensación de que había cometido un error grave cuando había llevado
primero fuera el colgante. No es la noche, él y Mackenzie hicieron el amor en la habitación del
hotel, pero años antes. Había tenido apenas dieciocho años y se había acostado con una mujer
mucho mayor que había admirado el colgante. Y como un idiota, había ignorado las advertencias de
su abuela. Se había puesto en marcha algo terrible e irrevocable esa noche.
—¿Qué? — Miró a Malik, aturdido. —Usted estaba viendo entonces, también?
—Lo estaba." Sus labios se presentaron.
—Eras un joven tratando de impresionar a esa mujer mayor que jodiste, haciéndole probar la cosa.
Tan pronto como salió de la mano, me aseguré de romper su dominio sobre vosotros para siempre.
Se protegerá al usuario ahora, como dijo su abuela, pero sin formar la fuerza vital de la persona si se
retira o regala.
—Así que, hace unas semanas que me obligó a regalar el amuleto a mí. . . mi amigo Mackenzie.
Pero lo hizo sabiendo que no resultaría perjudicado por la eliminación de el. —Excepto por el
propio Malik, por supuesto.
—Como te dije, yo sabía que un día me pertenecerías a mí. — Hizo una pausa. —Me he salvado de
los duros años de vida atrás, cuando te quitaste primero el colgante, pero no actúe lo
suficientemente rápido.
Kalen entrecerró los ojos. —Pensé que habías dicho que no me rescataste, porque yo no estaba listo.
—No estabas. Pero yo tengo World de todos modos. —Suspiró. —Ya está. Ahora usted tiene la
confesión de uno de mis defectos.
Él no estaba tan seguro. Estaba Malik mintiendo o diciendo la verdad acerca de su participación en
todo? O confundiéndolo con medias mentiras, verdades a medias? Dios, si ese fuera el caso, Malik
estaba teniendo éxito. Esa pieza que falta en el rompecabezas, la parte de la historia de Malik no
estaba todavía diciéndole, le molestaba como un dolor de muelas. Pero él sabe no se ganaría nada
en ese aspecto esta noche aunque empujara. En cambio, él trajo el tema de nuevo al propósito
original de la visita.
—Usted quería mostrarme algo. Para probar que usted me entiende y se quede a mi lado.
—Por supuesto. — Malik se detuvo, estudiándolo atentamente. Soltó una carcajada sin humor.
—Perdóneme si no me creo tu mierda.
—¿Por qué asumes que es mentira, como usted dice?
—¿En serio? — Él quedó asombrado con el Unseelie, incrédulo. —Eres gente de Hill.
—Tú también, y lo mismo ocurre con todo el equipo para el caso", señaló Malik. —Supongo que lo
hace todo mal un hombre.
—Bueno, no, por supuesto que no! Tú eres el malo de la película!
—¿Yo? ¿Por qué?
—¿Hablas en serio? El hombre, que mantiene cambiadores y humanos en jaulas para que los
científicos que están trabajando para usted, o para Kerrigan-puedan encontrar la manera de
empalmar el ADN y crear súper soldados cambiadores!
—No guardo a mis sujetos de prueba en jaulas. Son estrictamente voluntarios.
—No puedo creer que hayas dicho eso con una cara seria. —Sacudió la cabeza y empujó
airadamente sus pies y caminó unos metros de distancia para poner espacio entre ellos. —Vi con
mis propios ojos dos de los miembros de nuestro equipo detenidos en jaulas. Habían sido torturados
y experimentaron con uno de ellos durante meses! —Malik se puso de pie, buscando problemas.
—Ah. ¿Se refiere a Orson Chappell y las desafortunadas decisiones del doctor Gene Bowman. Se
convirtio un poco fanático en su enfoque.
—No me digas—, se burló de Kalen. "Y no seduces o los obligas a realizar la mierda atroz que
hicieron en nombre de la ciencia, estoy seguro.
—No, no es que yo espero que me creas.
—No lo hago. Tenías que saber lo que estaba pasando.
—Si usted me cree o no, no cambia nada. Y ciertamente no cambia mi objetivo, que debo decir que
es un digno uno.
—Para crear la perfecta raza de súper-formas.
—Sí." Los ojos del Unseelie se encendieron de emoción. —¿Y si pudiéramos perfeccionar un
soldado cuyas habilidades sobrenaturales superan con creces cualquiera de las armas de los
humanos en existencia? ¿Qué pasa si los seres humanos ya no eran la parte superior de la pirámide
de la vida inteligente en la tierra? ¿Te imaginas ser parte de la ejecución del mayor cambio
fundamental de la civilización en la historia del universo? Los soldados que trabajan para usted y
para mí, y el planeta pertenecerían a las hadas, cambiaformas, vampiros, y cada otra criatura que
haya tenido que vivir en las sombras durante siglos. Al igual que usted y yo hemos sido ocultados
para vivir.
—Eso nunca sucederá. Los hombres poderosos de la historia han tratado mierda por el estilo y
terminó con sus cabezas en picas.
—Los hombres han intentado. Nunca un rey Unseelie. —Cansado, se frotó los ojos.
—Mostrar y decir la hora, Malik. Vamos a ver lo que tienes, o me voy.
—Estaba llegando a eso antes de nuestro pequeño debate sobre lo que constituye el mal. Y yo sé
que es necesario para el bien un poco de sacrificio. —Levantó una mano antes de que Kalen podría
expresar más discusión.
—Vamos a poner el tema super-cambiador para descansar por la noche. Sígueme.
—¿Y ahora qué? —, Murmuró.
Pero el otro hombre no respondió. Kalen siguió al Unseelie a través de la casa, dando vueltas en su
mente a todas las cosas que Malik le había dicho. Todavía no podía entender, así, nada de eso. Jesús
mierda, era Fae. Como Sariel, medio Seelie-medio hijo Unseelie de Malik y buen amigo de Pack.
Tal vez él podría confiar en que el hombre de responderia a algunas preguntas para él
discretamente. Una vez Sariel recuperó y superó la Fac. Kalen que había sido seducido para dejar a
la bruja suelta, quien casi muere Sariel por orden de su papá. Sí, el príncipe Fae estaría feliz de tener
un corazón con Kalen, convirtiendose en mejores amigos. Bien. Eso sucedería. Kalen fue sacado de
sus pensamientos cuando Malik llegó a una puerta de la cocina. La puerta daba a un tramo de
escaleras que conducía. A la derecha en un sótano oscuro espeluznante, eso parecía.
Kalen se resistió. —¿Quieres que vaya allí con usted? He visto esta película, y no terminó muy bien
para el héroe estúpido.
—No voy a hacerte daño. Te doy mi palabra.
—Estoy seguro de que la promesa vale la pena enmarcarla y colgarla en la pared.
Malik bajó las escaleras, agitando una mano al pasar. Varias luces se encendieron, y al menos Kalen
podían ver al rellano en la parte inferior. Con un suspiro, fue después del Unseelie. Si él estaba
cometiendo un error, este World probablemente será el último. Kalen no estaba preparado para lo
que encontró. En el centro de la planta sótano, colgado con los brazos atados por encima de su
cabeza, había un hombre que reconoció. Un gran hijo de puta que había conocido sólo una vez
antes esa noche, hace semanas, cuando el chico y sus amigos paletos gilipollas atacaron a Kalen en
el Grizzly bizco. Billy Beer Gut.
—¿Qué demonios está sucediendo aquí? —Kalen miró al hombre asustado de nuevo al Unseelie—.
¿Por qué tienes a este imbécil atado en tu sótano?
El idiota en cuestión lanzó su mirada de él a Malik, sus ojos repletos de miedo. El fuerte olor a orina
llegó a su nariz. Se impregnó en la habitación, y una marca oscura era visible en la entrepierna de
los sucios pantalones del hombre.
—Veo que recuerdas a Billy —dijo Malik afablemente, como si estuvieran reencontrándose en una
agradable cena con vino y langosta—. Él ha tenido la amabilidad de unírsenos en una breve
reunión.
—Escucha, no sé a lo que estás jugando, pero Billy está muy asustado ahora. ¿Cierto, Billy?
—S... sí. No tengo nada contra ninguno de ustedes.
—¿Ves? Estoy seguro que eso era lo que buscabas, y ya has tenido tu diversión. Déjalo ir y limpiaré
su mente. No recordará que esto alguna vez sucedió.
—¿Cuál sería el punto de eso? Él tiene que saber lo que ha hecho mal.
Antes de que lo matara fue sobre entendido, pero Kalen estaba de pronto, terriblemente seguro que
eso era lo que Malik había planeado.
—Él lo sabe. ¿No es así, Billy?
El hombre encontró su voz, asintiendo enfáticamente. —¡Demonios, sí! ¡C,cierto! Reconozco al
lindo colega aquí, de aquella noche en Grizzly. —El rió nerviosamente como si estuviera
compartiendo una broma—. No traemos muchos tipos como él a nuestro lugar en el bosque y
nosotros solo estábamos divirtiéndonos un poco, ¡solo eso! ¡Juro que nosotros no íbamos a herirlo o
algo!
—Como si pudieras —se burló Malik con desprecio—. Gorda babosa de ser humano.
—¿Hu... humano? —Miró a su alrededor en confusión.
—Malik, por favor. Déjalo ir.
—Él debe pagar, mi querido.
—¿Por qué? ¿Por atacarme él y sus amigos? No es la primera vez que sucede, y no puedes ir por ahí
matando a todos lo que intentan pasarme por encima...
Él se fue apagando, viendo la expresión felina en el atractivo rostro de Malik. El triunfo. Y en ese
momento se dio cuenta de dos cosas.
En primer lugar, el desgraciado de Billy no iba a dejar el sótano con vida. Segundo, Malik había
matado en su nombre antes. ¿Cuándo? ¿Cuántos? ¿Cada persona en el tiempo que Malik lo había
estado siguiendo, desde que era un adolescente sin hogar?
—Sí —el Unseelie respondió a sus pensamientos—. Todos y cada uno. Y ellos fueron deliciosos.
—Cristo. —Kalen pasó una mano por su cabello, sintiéndose enfermo. Inútil. No podía pensar en
eso ahora—. No puedes hacerlo.
—Realmente puedo. Más importante, tú no podrás detenerme.
—¿Piensas que no? Soy tan poderoso como tú, soy plenamente capaz...
—Pero no lo harás. Chico, es por eso que te he traído aquí, para mostrarte que esencialmente no hay
diferencias entre tú y yo. —Él tomó el hombro de Kalen y trajo sus frentes tan cerca que casi se
tocaron. Kalen no se apartó mientras Malik continuaba.
—Tú quieres a esta escoria muerta por lo que te hizo —Malik entonó gentilmente—. Es un símbolo
de todos los que te han herido una y otra vez en tu vida. Quieres que el pague, ¿cierto?
—¡No! Matar no está bien.
—Has sido golpeado y peor por hombres como este, cuando eras un poco más que un pequeño niño.
Antes de que tuvieras tus poderes por completo. ¿Estoy en lo correcto?
—Sí —dijo con amargura.
—Solo una vez, quieres sentir como es mostrarle a uno de ellos lo que significa estar
completamente a tu merced.
—Sí. —La palabra emergió a pesar de su decisión de negarlo. El hombre atado comenzó a
lloriquear, lágrimas y mocos corriendo por sus mejillas carnosas.
—Él no es inocente, Kalen. —Disparó Malik—. Él ha violado y asesinado, dejó a muchos
maltratados y rotos. Incluyendo a su esposa y tres hijos. Como el bastardo al que llamas padre.
Mira.
Con un impulso, Malik empujó varias de los recuerdos de Billy en la cabeza de Kalen. Rodaron
como viejas, y granuladas películas caseras, y las escenas eran reales. El bastardo tomando a una
camarera de Grizzly, forzándola a practicarle sexo oral detrás del bar, sabiendo que ella no lo diría o
de otra forma él haría correr su versión por la ciudad, arruinando su reputación. Otras escenas eran
de Billy y sus amigos enterrando un cuerpo fuera de la ciudad. Alguien que ellos habían matado por
deberle a uno de ellos menos de cien dólares. Pero lo peor fueron los niños.
El había abusado de sus hijos horriblemente, golpeándolos con su cinto y quemándolos con
cigarrillos y agua caliente. Solo la semana pasada, el pequeño había volcado algo en la alfombra y
el bastardo había forzado al niño a beber la mitad de la botella del limpiador de alfombras. En su
pocilga en el medio de la nada, el chico casi había muerto. El hombre había prometido a su
aterrorizada esposa que estarían todos muertos si ella le decía algo a alguien.
Incredulidad y horror por lo que Malik había planeado aquí esta noche se convirtió en entusiasmo.
Transformado en una terrible, furia ardiente que exigía justicia para los que Billy había herido.
Matado. Especialmente el niño. Y fue justo. Nadie más podría hacer algo sobre ese pedazo de
basura.
—¿Lo ves? —Malik preguntó.
—Sí. Es un pedazo de mierda.
Poder se disparó por sus venas. La necesidad de sangre cantaba a través de él.
—¿Qué debería hacer con él, chico?
—Muéstrale como realmente luce el infierno —dijo Kalen fríamente—. Luego mátalo.
—No, no, ¡por favor! Yo, ¡yo dejaré la ciudad! ¡Mi esposa e hijos no tendrán que volver a verme de
nuevo!
Malik sonrió, y sus colmillos se extendieron para sobresalir sobre su labio inferior. —No van a tener
que hacerlo de todos modos.
Con eso, el Unseelie comenzó a cambiar. Kalen apenas tuvo tiempo de registrar que Malik había
dejado caer su encanto antes de que sus ropas desaparecieran y su figura comenzara a crecer. Su piel
se oscureció a un color púrpura grisáceo, y su lacio cabello negro caía en cascada hacia su cintura.
Sus orejas se alargaron, puntiagudas, y sus rasgos faciales se afilaron en ángulos crueles.
Su altura rápidamente se elevó al menos siete pies. Pero lo más aterrador e impresionante eran sus
alas. A diferencia de las bellas alas emplumadas de color azul eléctrico de Sariel, sus plumas eran
oscuras y curtidas, casi negras. Ellas abarcaban casi todo el sótano con su ancho, unos quince pies.
Todo el paquete que era Malik, sin disfraz, era cruelmente magnífico. Algo salido de una pesadilla.
Y ahora era la pesadilla de Billy. El hombre miró a su torturador, boquiabierto, sin hacer un ruido.
Estaba aprendiendo ahora, en el final de su existencia, lo patético e insignificante que era en el gran
diseño del mundo. Cuan impotente. Un tonto insecto que se dirige a un exterminador.
Kalen casi sintió lástima por él. Excepto cuando pensó lo que el idiota le había echo a sus propios
hijos.
—No soy del infierno, Billy —dijo Malik, su voz mucho más baja y grave que antes—. Soy el
infierno. He existido desde antes que la humanidad caminara erguida, y por demasiado tiempo he
visto tantos humanos evolucionar para no ser mucho más inteligentes que los primates antes de
ellos. Eres un claro ejemplo de calidad inferior de la humanidad. ¿Me estás siguiendo, simio?
El simio estaba por encima del discurso, sus ojos fijos en el Unseelie con horror.
Malik levantó una mano, extendió su dedo índice, y pasó una garra afilada por la carnosa mejilla de
Billy. Una fina línea de sangre corría desde el corte, por la mandíbula hacia su cuello.
—Y como una pieza indiscutible de basura, indigno de ser libre incluso el más débil de los
humanos, no puedo permitirte vivir. Incluso tú, con tu capacidad cognitiva puedes entender esto
ahora, estoy seguro.
Totalmente en trance, Billy asintió.
—Muy bien.
El Unseelie se movió tan rápido, Kalen apenas vio que sucedió después. Su brazo se disparó y
apuñaló con sus garras profundamente el estómago de Billy. El hombre gritó, un agudo y filoso
grito de puro terror que rebotó en las paredes y se convirtió en un gorgoteo mientras Malik
empujaba hacia arriba, efectivamente desentrañándolo. Luego Malik usó su otra mano para tomar el
desaliñado cabello de Billy y tirar su cabeza hacia atrás.
Las cuerdas del cuello del hombre estaban expuestas, y el Unseelie lamio sus labios en anticipación.
Luego bajo la cabeza y ataco, desgarrando dentro de la vulnerable garganta de su prisionero,
rompiéndolo. Bebió y sorbió, gruñendo de satisfacción. Alimentándose de su presa. El débil
alimenta al fuerte, y el fuerte sobrevive. Ese fue el pensamiento de Kalen mientras miraba,
paralizado por el espectáculo de poder, a la musculosa criatura llenándose. ¿Por qué no estaba
horrorizado? ¿Temeroso? Pero solo no lo estaba. Había algo hermosamente oscuro y primario
acerca de la escena frente a él. Que llamo a su sangre, al poder oscuro residiendo en su interior.
Tensando su ingle deliciosamente, endureciendo su pene.
Abyssus abyssum invocat, Beryl le había susurrado hace unos días. El infierno llama al infierno.
Ahora él sabía por qué. La bruja había estado preparando a Kalen para esta noche. Para unirse a
Malik, abrazando su destino. Él nunca había tenido que ser inútil de nuevo, como cuando había
tenido catorce. Nunca había tenido que volver a sufrir la burla de esos como Aric. Jamás había
tenido que estar solo. Gracias a la comprensión de Malik. El Unseelie levanto la cabeza, limpio la
sangre de sus labios y sonrió.
—Te dije que yo si entendía, mi mascota.—Liberando a su presa muerta, le hizo señas a Kalen.—
Ven aquí.
Kalen obedeció, deteniéndose tan cerca que tuvo que mirar hacia arriba a ese imponente e intenso
rostro.—¿Sí?
El otro macho levanto un brazo y con una garra de la mano opuesta, realizo un corte en su muñeca.
Sangre oscura del color del merlot* broto instantáneamente.—Bebe.—ordeno.
Kalen titubeo, luego tomo la muñeca con incertidumbre, su corazón martilleando duro en el pecho.
Una voz distante le rogo que no hiciera esto, advirtiéndole que este paso era irrevocable. Lo ligaría
al Unseelie hasta que uno o ambos murieran.
—Bebe y nunca estarás solo de nuevo.—dijo Malik suavemente. Kalen chasqueo la lengua,
probando el abúndate torrente. El sabor exploto en su lengua, dulce y rico como el más fino vino
rojo. Un rayo de placer quemo su estomago, sus extremidades, su polla y él gimió, prendiéndose
más firmemente.
Dios, esto era tan bueno. Tan malditamente bueno. Él quería más, haría cualquier cosa por obtenerlo
tan seguido como su compañero se lo permitiera.
—Detente.—la orden apenas se filtro a través de su conciencia. Kalen parpadeo hacia Malik y
libero su brazo. Renuentemente. Él lamio sus labios.
—Por favor….—Malik acaricio su cabello, estudiándolo casi con cariño.
—Habrá mucho más. No te preocupes. Estamos ligados ahora, y mi sangre será tu recompensa
cuando esté complacido.
—¿Y cuando no lo estés?
—No quieres saber. Solo asegúrate que eso no suceda.
Asintió, el miedo serpenteando a través de su alma. ¿Qué había hecho? Allí había una niebla
persistente de lujuria que había desvanecido toda la precaución que sabia debería tener. La culpa por
haberse unido al enemigo.
—No soy el enemigo, muchacho. ¿Acaso alguien culpa al león por matar y alimentarse de una
gacela?
—No, por supuesto que no. Pero…
—Quiero librarme de la escoria de la tierra como Billy,—dijo, señalando con una garra hacia el
cadáver.—Y debo comer, igual que tú o cualquiera. Como un Unseelie pura sangre, necesito tener
carne animal y sangre para sobrevivir, y si eso significa remover ocasionalmente a un violento,
peligroso hombre como este de la tierra en el proceso, ¿Por qué eso está mal?
No podía discutir ese punto. Billy había sido un hijo de puta. Y ahora era comida. Probablemente la
única cosa para la que alguna vez había sido útil. —¿Por qué ahora?—pregunto.—¿Viviré aquí
contigo?—la idea repentinamente lo puso ansioso. Los chicos de la Manada eran sus amigos
también, bueno, excepto Aric. La mayoría de ellos lo había hecho sentir bienvenido. ¿Cierto?
—No aún. Debes volver a tu recinto. Por ahora, es ahí donde más me puedes ayudar. Vas a practicar
las artes entre ellos, comenzando mañana.
—No los lastimare,—dijo, tensando el cuerpo.—A ninguno de ellos.
Malik suspiro.—No luches contra la oscuridad, mascota. No puedes ganar, ahora que has aceptado
mi vínculo. ¿Y porque habrías de quererlo? ¿Puedes sentir el poder inundándote, acariciando tu
polla como los labios de una chica? El éxtasis solo será mejor una vez que abraces nuestro vínculo y
dejes ir tus antiguas inhibiciones.
Él se trago la queja.—¿Qué tengo que hacer?
—Buen chico.—lo elogio.—Primero no le digas a nadie de nuestra asociación. Practica en uno de
tus compañeros. Comienza con algo pequeño. Encuentra una debilidad y explótala, discretamente.
Ellos no deben sospechar que estas detrás del incidente. Estarás sorprendido de lo maravilloso que
se siente blandir semejante arma.
—¿Y luego?
—Haz justo lo que te digo y volverás de nuevo a mi pronto. Te diré lo que harás a continuación,
después de que comiences a disfrutar el ejercer tus dones superiores sobre otros.
—¿Eso es todo?
—Por ahora. ¿Ya estas entusiasmado?
Él miro lejos, incapaz de contestar. Demasiado tarde, estaba preocupado de que permitió ser puesto
en marcha. Pero la tentación era demasiado asombrosa, que no sabía cómo liberarse. No estaba
seguro de quererlo. Pero había una certeza de la que tenía que ser claro.
—No te lastimare a Mackenzie. Nunca.—lo dijo en un bajo, peligroso tono.—Ella es mía, y te
matare y a mí también antes de que eso pase.
El Unseelie sonrió, mostrando sus colmillos.—Ten a la mujer. ¿A mí que me importa? Ella es
simplemente un humano y no es nada en mis planes por más tiempo, de una u otra forma.
—Bien.—Con eso establecido, Malik cambio dentro de la forma de un urbano y apuesto hombre.
Estaba de nuevo completamente vestido y alguien nunca sabría que él era cualquier otra cosa de lo
que parecía ser. A menos que vieran su cena a medio comer colgando a ciegas en el medio de la
habitación.
Juntos fueron escaleras abajo, donde calladamente compartieron una copa más de Cognac antes de
que Kalen se marchara en las primeras horas de la mañana. Transformándose en su pantera, corrió
de vuelta hacia las instalaciones. Malik está en lo correcto en una cosa, la oscuridad cantaba en sus
venas. Demandando finalización.
Encontrando un lindo espacio cubierto de hierba bajo la luz de la luna, él derrapo para detenerse y
cambio de nuevo en forma humana. De rodillas, tomo con un puño su erecta y dolorida polla, y la
bombeo una vez. Y otra. Arqueando su espalda, extendió sus rodillas y se entrego a sí mismo a la
noche.
Al embriagante placer que había necesitado liberar el pasado par de horas. Sus palmas se deslizaron
sobre la delicada piel, electrificando sus terminaciones nerviosas. Arriba hacia la esponjosa cabeza,
goteando por la hendidura. Abajo hacia la base de su polla.
La otra mano masajeando sus bolas, jugando con ellas. Se tensaron, tirando hacia arriba. Tenía que
venirse. Necesitaba algo más. En el segundo que imagino la boca de Mackenzie corriendo a lo largo
de su miembro, chupando y lamiendo, él estaba perdido.
Se vino con un grito, chorreando viscosos ríos blancos en el frio suelo hasta que estaba gastado y
agotado. Finalmente sería capaz de dormir. Y lo necesitaba plenamente. Vas a ser el mejor hechicero
que el mundo alguna vez haya conocido, tu poder estará más allá de la comprensión. Mañana el
tendría que trabajar en hacer que la predicción de su abuela se convirtiera en realidad.
Mac sabía que había algo diferente sobre Kalen en el segundo que lo vio apoyado contra la pared de
la sala de juegos. Ella solo no podía poner su dedo en que.
Su forma animal, la pantera negra, era típicamente secundaria de su ser de Hechicero, pero hoy se
veía más como un gato de lo usual. Apoyo el hombro contra la pared, brazos cruzados, mirando a
algunos de los otros. Aric y Zander estaban hacia el lado, jugando un ruidoso partido de futbolín.
Jax y Hammer estaba jugando un juego de guerra en el wii, y Sariel, Kira, Rowan y Micah veian un
reality show de televisión de caza fantasmas del que no parecían tener suficiente. Y Kalen los
observaba a todos, la expresión de su rostro era casi…maliciosa. Tal vez incluso insolente. Las
señales la dejaron helada, pensó que podría ser su imaginación. Esperaba que así fuera.
Podría ser que él aún estuviera dolido por el incidente en el comedor la otra noche. No se veía como
del tipo que guarda rencor, pero ¿cómo podría ella realmente conocerlo, más allá de una aventura
compartida y una noche caliente en el motel Wall-Banger?
Claro, así que no iba a pensar en eso. No cuando tenía mayores preocupaciones. O pequeñas
preocupaciones, como la que actualmente le está dando unas horribles náuseas matutinas.
Persistente en la entrada, ella pensó que solo debería irse y encontrar algún otro lugar donde
relajarse en su descanso. Pero el plan fue tirado por la ventana cuando los ojos de Kalen se
encontraron con los suyos y le sonrió, haciéndole señas hacia él con un dedo.
Tomándola por sorpresa, se detuvo. La comunicación entre ellos había sido tensa en el mejor de los
casos desde que él la había rechazado. Y ahora se veía relajado, el brillo en sus ojos color jade
incluso juguetones. Componiendo su expresión dentro de una que ella esperaba fuera de fría
indiferencia, camino hacia él.
—¿Cómo está Sariel?—pregunto, observándola.
Por dentro, se desinflo un poco. Una parte de ella tenía la esperanza de que él quisiera hablar sobre
arreglar sus vallas, así de estúpido como parecía. Tomo una respiración, empujando dentro su
decepción.
—Su recuperación está progresando lentamente. Aun no está comiendo muy bien, pero aparte de
eso, él debería estar en pie y alrededor en unos días.
“¿Crees que él me verá? Tengo algunas disculpas que hacer.” Sonaba sincero.
“No lo sé, pero le puedo preguntar por ti si quieres.”
“Me gustaría, gracias.”
“Solo no te ilusiones. Ha estado retraído desde que Beryl lo atacó, y dudo que tú seas su persona
favorita por el momento.”
Hizo una mueca. “Ouch. Me merecía eso, supongo.”
“¿Supones?” Ella entrecerró los ojos a Kalen y lo miró a los ojos. “¿Estas bien?”
“Claro, cariño. ¿Por qué lo preguntas?”
Apretando sus dientes, resistió el impulso de gritar que no la llamara por sus nombres de mascotas
después de lo que había ocurrido entre ellos. Después de que él se alejó y le rompió el corazón.
En su lugar, se forzó a si misma a pensar como un doctor y estudiar sus ojos.
No estaban bien. “Tus pupilas están dilatadas.”
“¿Y?”
“Las pupilas dilatadas son un típico signo de enfermedad, conmoción cerebral, o uso de drogas. ¿Te
has golpeado la cabeza? ¿Estas enfermo?”
“Nah. Estuve fumando hierba en mi cuarto.” Le guiñó un ojo. “Me atrapaste.”
Ella golpeó su brazo mientras él reía. “Esto no es gracioso, Kalen. Quiero que vengas con migo a la
enfermería y me dejes darte un chequeo.”
“Tengo una mejor idea—almuerza con migo en lugar de eso.”
“¿Qué?” su traidor corazón dio un vuelco. “Apenas reconocías mi presencia últimamente, ¿y ahora
quieres pasar el rato en la cafetería?”
“No. Quiero llevarte a almorzar. Ya sabes, en un restaurante real en la cuidad, donde nos podamos
sentar y hablar sin dos docenas de nuestros bien-intencionados amigos escuchando cada palabra.”
Mirando alrededor de la habitación, ella vio a varios de esos bien-intencionados amigos voltearse
rápidamente pretendiendo no estar espiando. “No estoy segura de que esa sea una gran idea.”
“¿Por favor?”se relamió unos sexis labios.
Maldito sea por ser tan irresistible. “Chequeo, luego almuerzo. Es eso o no hay trato.”
“Conduce un difícil negocio, señora.” Le dio una mirada burlona. “Está bien. Hurga en mí o lo que
sea. Luego nos vamos a comer.”
“Todavía no estoy segura de que sea una buena idea. La parte de salir.”
“Pero lo harás de todas formas.” Ahora se veía engreído.
Quería golpearlo de nuevo. “No presiones tu suerte. Vamos.”
En el camino a la enfermería, ella hizo su mejor esfuerzo para no comérselo abiertamente con los
ojos. Tenía una debilidad por tipos que parecían estrellas de rock, y aunque probablemente él nunca
tocó una guitarra eléctrica en su vida, el hombre lo hacía totalmente por ella.
En un impulso, preguntó, “¿Alguna vez tocaste en una banda de rock?”
Él la cortó con una intensa mirada.
“Te he contado acerca de mis padres. Me trataron como una mierda y me echaron afuera sobre mi
culo. ¿Crees que bifurcaron sobre el efectivo para una guitarra y lecciones?”
Se sonrojó de vergüenza.
“No, pero un motón de tipos que ahora son famosos empezaron con nada. Solo me lo preguntaba,
eso es todo.”
Caminaron por unos momentos antes de que respondiera. “Como un montón de chicos, tenía
grandes sueños como ese. Tal vez si hubiera perseguido la música y dado todo lo que tenia, hubiera
tenido éxito. O tal vez no. Algunas cosas no están destinadas a ser.”
“Y algunas cosas lo están, como tu terminando aquí, siendo una parte del equipo.”
Él puso sus hombros en algo que podría haber sido un encogimiento. “Seguro. Suertudo yo, ¿huh?”
“La mayoría de la manada se consideran suertudos de estar aquí, sí,” dijo mordazmente.
“¿Tu positiva acerca de eso?”
“Conozco a estos hombres, así que sí, soy positiva. ¿De dónde viene esto? Estas de un raro humor
hoy.”
Él le dirigió una encantadora sonrisa. “Ignórame. Debe ser la falta de sueño desde anoche.”
“¿Con cuanta frecuencia está pasando eso?”
“Una noche aquí y allá. No es gran cosa.”
“Yo seré quien juzgue eso.”
“Sí, señora.”
“¿De dónde demonios viene el sarcasmo en tu tono? Si no lo supiera, juraría que tu y Aric
cambiaron cuerpos.”
“Hazme un favor y no me compares con él,” dijo seco. “No somos iguales.”
“Entonces suelta la mierda y se tú mismo.”
“No estoy seguro de saber lo que eso significa.”
“Creo que lo haces, pero si insistes en jugar al tonto, no hay mucho que pueda hacer al respecto.”
“¿Quién dice que estoy jugando? Ni siquiera tengo un diploma de escuela secundaria.”
“¿Es eso otro intento para hacerme sentir lástima por ti?” Así que él no tenía que saber que
funcionó, inyectó tanta severidad en su voz como pudo.
“Nop. Solo digo.”
Aparentemente no iba a conseguir ninguna respuesta satisfactoria. El idiota está disfrutando
provocándola demasiado. Así que ella decidió mantener su final de la conversación estrictamente
profesional por el momento. Si él quería tener una conversación con sentido en el almuerzo,
entonces tendría que trabajar en ello.
Soltado un suspiro de frustración, lo dejó pasar a Noah hasta el escritorio de recepción. Al ver a
Kalen con ella, el enfermero le dio una mirada de preocupación, pero ella asintió para hacerle saber
que todo estaba bien—y luego esperando que ese fuera el caso.
Dejándolo pasar dentro de una sala de exámenes, cerró la puerta. “Arriba en la mesa, por favor.”
Volteando su espalda a ella, se encaramó y acaparó su trasero en el papel arrugado. Manos en los
muslos de sus pantalones vaqueros, curvó una oscura ceja y sonrió. “Haz tu camino con migo,
Doc.”
Estaba en la punta de su lengua decir, “He estado ahí, tengo el recordatorio” pero se abstuvo. Solo
apenas. En vez de eso agarró un manguito de presión arterial y lo envolvió alrededor de su bíceps.
Dándole al bulbo una serie de bombeadas, tuvo la lectura.
“La presión arterial está un poco elevada,” dijo. “¿Estas teniendo algún dolor de cabeza, mareo,
nada de qué preocuparse?”
“No, nada.”
Remplazando el manguito en su gancho en la pared, sacó una varita de madera de un tarro en el
mostrador. “Di ah.”
“Ahhh.”
Usando su mini linterna, miró dentro de su garganta. “No hay enrojecimiento.” Tiró la varita a la
basura.
Después observó como de bien seguía su dedo con sus ojos, luego usó un pequeño martillo de goma
para probar sus reflejos. “Todo normal en ambos casos, pero me gustaría que venga Noah para sacar
algo de sangre para unos exámenes—“
“¡No!” ladró, la palabra estallando como un disparo en la habitación. El filo de pánico cruzó por su
cara antes de que él hiciera un esfuerzo visible para tenerlo bajo control. “Eso es completamente
innecesario. Estoy saludable como un caballo.”
Sobresaltada por su arrebato, dijo regularmente, “Entonces no debería importar si sacamos un poco
de sangre para estar seguros.”
“No va a suceder. ¿Alguna vez mencione que no me gustan las agujas?”
Deslizándose de la mesa, se dirigió hacia la puerta. “Tú me examinaste, estoy genial, y hemos
acabado. ¿Lista para el almuerzo?”
Ella estaba tentada a retirarse, por muchas razones. Pero estaba curiosa por saber que estaba
pasando con él. Si era honesta, estaba más de un poquito preocupada, también. ¿Podría haber
empezado a sentirse enfermo por no aparearse con ella? Si era así, no estaba mostrando síntomas.
Por mucho que le preocupara y fuera en contra de su código de doctora, era probablemente lo mejor
dejar a los otros exámenes esperar por ahora. Aunque ella obtendría esa sangre de él finalmente. De
una forma u otra.
“De acuerdo. Déjame ir a buscar mi bolso.”
“¿No hay argumentos de ti sobre no hurgar mas en mi?”
“¿Haría algún bien?”
“Probablemente no.”
“Bueno, ahí lo tienes.”
A ella no le extraño el alivio que brevemente cruzó por su cara cuando dejaron la sala de exámenes,
y se preguntó qué es lo que tendría para ocultar. Lo que sea que fuera, debe ser la razón para sus
pupilas dilatadas. ¿Estaría en las drogas? Cualquier cosa era posible, aunque ella odiaba pensar en
lo peor. Una cosa sabía de seguro—las pupilas dilatadas eran una respuesta física que indicaba una
posibilidad de serios problemas. No hay forma de evitar eso.
Después de alcanzar su bolso, lanzó la correa sobre su hombro y lo encontró en el vestíbulo.
Juntos caminaron de vuelta al lobby.
“Noah, ¿le dirías al Melina que no voy a estar por un par de horas? Kalen está llevándome afuera
para almorzar.”
El rubio hizo una cara. “Debe de ser agradable.”
“Es por eso que yo soy tu jefe.”
Noah rio. “Buen punto. Al menos esta tranquilo hoy —”pegó una mano sobre su boca.
Cada enfermero y doctor sabían mejor que para traer a la mala suerte un buen cambio con la palabra
Q1. “¡Perdón!”
“Mientras que el karma te abofetee a ti y no a mí, está bien.” Dándole una pequeña señal con la
mano, ella se fue, Kalen a su lado. “¿A dónde?”
“No a Grizzly,” dijo él, pensativamente.
“¡Dios, no! Nuestra última vez allí no resultó tan bien.”
“¿Qué hay de Italian? Hay un gran lugar hoyo-en-la-pared en Cody que tiene espaguetis
asombrosos. Lo encontré cuando llegué por primera vez a la ciudad y tenía unos cuantos dólares en
mi bolsillo.”
“Suena bien. No he estado en Italian en años.” Su estomago retumbó, recordándole que ella había
tirado el desayuno después de una grave explosión de las nauseas matutinas. Solo rezaba a su
cuerpo que cooperara ahora que las nauseas parecían haberse arreglado por el día.
“¿Te importa conducir?”
“¿Qué, Nick sigue sin dejarte pedir prestada otra SUV?” molestó ella.
“¿Después de que dejé la ultima que tomé arrancado por un Sluagh? Oportunidad improbable. Ni
siquiera me dejó terminar de preguntar antes de gritar no.”
“Bueno, eso no es justo. El daño no fue tu culpa realmente.”
Él hizo un sonido de disgusto y ella pensó un segundo. “Puedes comprar tus propias ruedas ahora
que tienes un trabajo remunerado con el equipo.”
“Lo haré con el tiempo. Tan pronto como ahorre más para el pago inicial. Quizás consiga algo
genial como un Mustang Boss 302, a plena carga.”
Sonaba tan emocionado, que ella no podía dejar de sonreír. “No dispares alto o nada.”
“Claro que no.”
En el momento en que se metieron en su auto, Mac conduciendo, algo de la extraña tensión entre
ellos había disminuido un poco. Mirando sobre él, ella notó que ese ambiente de malicia, o lo que
sea que fuera, que ella había detectado en la sala de recreación parecía haber desaparecido. Él se
veía como Kalen otra vez, ojos verdes claros, cara más relajada.
Pero cuando la miró a los ojos y le devolvió la sonrisa, vio que sus pupilas eran todavía demasiado
grandes.
Optando por no mencionarlo de vuelta hasta más tarde, puso el auto en marcha y comenzó el largo
camino alejándose de las instalaciones.
Habría tiempo suficiente para averiguar qué estaba sucediendo con él.
Y ella no se detendría hasta no haber descubierto sus secretos.
1: “la palabra con Q” Q de quiet: tranquilo; “Al menos esta tranquilo hoy…”
-¿Vino?
Mac sacudió la cabeza.
-Me encantaría tomar una copa, pero es mejor no tomarla cuando todavía tengo por delante de mí
medio día de trabajo.
-Pareces una buena chica, ¿no? ¿Nunca haces nada salvaje o espontáneo?
Se lo pensó un momento. Sin embargo, decidió no caer en la trampa.
-No demasiado a menudo. Supongo que eso es peligroso para la hija de un general.
-Me imagino que fue difícil.
-Es difícil. No tienes idea.
Ella se estremeció, pensando en cómo demonios iba a darle a su padre la noticia del embarazo. A
pesar de que le encantaría llamarlo por teléfono, dejar escapar la noticia y colgar, eso no iba a
funcionar. No para Jarrod Grant. Él esperaba que su hija se comportara como una mujer, no como
una niña. Eso significaba que volaría a visitarlo. Pronto.
-Hey, ¿dónde has ido? –preguntó Kalen, interrumpiendo sus sombríos pensamientos.
-Sólo estaba pensando sobre papá –eso no era una mentira-. Ser criada por él no fue nada fácil, pero
es un buen padre y un gran hombre. Aprendí de él todo lo que sé.
-Lo quieres –dijo él, con tono melancólico.
-Más que a nada –excepto a este niño. Tu hijo.
-Tienes suerte de tener aunque sea un padre que se preocupe por ti. Yo tengo dos, si todavía están
vivos, y son inútiles, si no están ya muertos, me encantarçia matarlos por el puro placer de hacerlos.
Ella le echó una mirada, desconcertada. Él nunca había hablado con tanta ira de ellos antes.
-Esa no es una emoción sana para vivir con ella –dijo suavemente-. ¿Has visto al consejero?
Él le devolvió la mirada, negándolo.
-¿Cuándo diablos…? Espera. Sí. Pensándolo bien, supongo que se podría decir que soy yo, es una
forma de hablar. Alguien que me ayuda un poco, asegurando de que no me sienta como una víctima
nunca más -. ¿A quién estás viendo? Tal vez yo sepa de un doctor.
-No dije que era un médico, ¿verdad?
Ahí estaba otra vez. Una sombra terrible en su cara y en sus ojos, una cierta sensación desagradable
y un escalofrío que le recorrió la espalda. ¿Quién podía ser? ¿Estaba viendo él a otra mujer? ¿Estaba
jodiéndole su dolor cuando no podía dormir? La horrible náusea volvió.
-Dices que fuiste criada por tu padre. ¿Qué le pasó a tu madre? –preguntó él, cambiando de tema.
Afortunadamente, parecía ajeno a sus perturbadores pensamientos.
-Murió de leucemia cuando yo tenía diez años.
-Lo siento –sus ojos se ablandaron.
-Gracias. Fue duro para nosotros, especialmente para él. Mis recuerdos son borrosos ahora, pero no
para él. Ella fue el amor de su vida. Mi padre nunca fue el mismo y nunca se casó de nuevo. Se
concentró en ascender en las filas de la Armada, pero me quería y se aseguró de que yo lo supiera.
La camarera se acercó y les tomó nota, deteniéndose y sonriéndole a Kalen más tiempo del
estrictamente necesario. Mac intentó no enfurecerse. Después de que ella se retirar, Kalen continuó
curioseando en el pasado de Mac.
-¿Cómo demonios tuvo tiempo para criarte solo y también ascender a general?
-Me quedaba con mi tía, su hermana mayor, Gena, cada vez que tenía que irse de misión. Ella fue
capaz de hacer de madre en todo lo que él no podía, guiándome en los dolorosos años de
adolescencia, cuando una chica necesita a una mujer fuerte en su vida. El se iba cada vez menos con
los años, y ahora está casi fijo en Washington.
-¿Mantienes el contacto con tu tía?
-Ella se fue hace dos años. Un ataque al corazón a los cincuenta y seis años.
Estudiando su vaso de agua, tragó contra la repentina quemazón de su garganta.
-De muchas formas, ella fue mi madre. Es la única que recuerdo que estuvo en todas las rodillas
peladas, en los dolores de crecimiento, en los dramas con los chicos, y en las peleas con las mejores
amigas. Es la única que me compró mi vestido de graduación, me peinó, me sacó fotos… cuando se
fue, fue el día más triste de mi vida.
La mano de Kalen cruzó la mesa y cubrió la suya.
-Ya has tenido bastantes pérdidas. Daría cualquier cosa por cambiar eso, pero soy un hechicero, no
un dios.
-Aprecio el gesto, más de lo que crees.
Él se calló.
-¿Así que siempre has querido ser médico?
-Desde que era una niña. Solía hacer que mi padre y Gena se sentaran durante horas mientras yo los
examinaba con mi kit de médicos de plástico. Pasaron años antes de que me diera cuenta de que no
se podía arreglar todo, por mucho que lo intentara.
Mierda, no había querido decir la última parte. Y efectivamente, había despertado su curiosidad más
aún.
-Ayer me dijiste si yo me preguntaba por qué habías dejado perfectamente una buena práctica,
viniste aquí al centro de Bumfuck y te volcaste en estudiar criaturas paranormales. Y te respondí
que sí, que me lo preguntaba.
Su mano era cálida sobre la de ella, y su expresión abierta y alentadora. A diferencia del
desconocido y tenso de antes, este hombre le importaba. Éste era el hombre que tenía su corazón.
Ella suspiró.
-Supongo que no cambiará nada el que te lo diga, ya que puedes meter en Google mi nombre y
encontrar fácilmente mi historia.
-Lo haré si es mejor para ti no hablar sobre ello.
-No, está bien –dijo ella, dirigiéndole una sonrisa trémula-. Yo era psicóloga, y muy buena, creo.
Mis prácticas fueron exitosas y yo estaba contenta, pero no totalmente feliz y realizada.
-¿No había novio? –probó él.
-Nada serio. Estaba abierta a encontrar alguien especial, pero era duro para mía estar casada con mi
carrera. Mi consultorio iba muy bien, me dejé llevar por la complacencia. Me olvidé de con quienes
trataba exactamente, gente con problemas. Algunos serios. Una pareja de pacientes estaban
extremadamente perturbados, pero no me preocupaba demasiado. Estaba bien, ¿sabes?
A él no se le escapó el autodesprecio de su tono.
-¿Qué ocurrió?
-Fui atacada por un paciente, en mi oficina –susurró. El recuerdo aún le helaba hasta los huesos-.
No había peligro. En un momento estábamos teniendo una conversación divertida y él parecía estar
bien, y al siguiente me tiró de la silla, me puso en el suelo y casi me estrangula hasta la muerte.
-Dios mío –dijo Kalen con voz ronca y los ojos muy abiertos-. ¿Cómo te las arreglaste para luchar
contra él?
-No lo hice. Perdí la conciencia, y mientras tanto, pensé que estaba muerta. Pensé en mi padre y en
cómo sería para él perder a su única hija. Entonces ya no estaba. Desperté en el hospital y me enteré
por mi secretaria que tenía una conmoción en la cabeza y que estaban investigando. Ella y una par
de pacientes que estaban en la sala de espera lo calmaron y buscaron ayuda.
-Jesús –su cara reflejó el horror que ella había sentido entonces-. No puedo imaginar lo terrible que
debe de haber sido para ti.
-Lo fue. Nunca volví a las consultas privadas. Sólo la idea de ser responsable de algunos enfermos
mentales, con toda esa rabia contenida contra mí… ya no podía soportarlo, así que me fui. Volví a la
escuela para ser asistente de médico, y luego mi padre me ayudó a conseguir una plaza cuando el
complejo abrió, como has adivinado.
Él enrojeció.
-Disculpa. No quiero dar a entender que no te mereces tu puesto o que lo has tenido fácil. Sólo
estaba siendo un idiota.
-Sí, lo estabas. Pero lo acepto –ella le dirigió una pequeña sonrisa, haciéndole saber que lo había
pescado. También-. Así que, ¿qué querías dar a entender?
-Es complicado –dijo él, contemplando la mesa. Luego la camarera volvió con la comida, y les
sirvió los platos, dándole a Kalen un profundo repaso una vez más.
-¿Hay algo que pueda hacer por ti?
La presión arterial de Mac subió, ardiendo de ira. Pero él apenas miró a la mujer, y luego sacudió la
cabeza, respondiéndole educadamente.
-No, gracias.
Captando la señal, la camarera se fue a atender a otros clientes. La tensión de Mac se fue tan
rápidamente como había llegado después de ver a la chica devorarlo con los ojos. Tal vez era
ridículo tener celos con un hombre que la había rechazado, pero Mac no podía evitar lo que sentía.
Sus hormonas estaban empezando a hacer efecto, cierto Hechicero tenía suerte de no haber
respondido a la Barbie.
-¿Mackenzie? Ey, ¿dónde has ido?
-¿Mmm? Oh, perdona. Sólo estaba pensando.
-¿Sobre?
-Sobre ti. ¿Me vas a dejar saber el por qué has sido tan idiota conmigo últimamente?
-Ouch –él hizo una mueca-. Lo siento, pero no vale la pena.
-Si esa actitud es para que no te acose o algo, puedes relajarte. No te he estado siguiendo para que
cambies de opinión, y no lo voy a hacer.
No cuando ella tenía tanto orgullo que perder.
-Yo soy el que debería de estar pidiendo una segunda oportunidad –dijo él en voz baja-. ¿Vas a
obligarme a hacer eso? ¿Tengo que ponerme de rodillas?
Ella paró de enrollar sus espaguetis y el corazón le dio una sacudida.
-¿Qué?
-Estaba asustado y me fui por ti. He estado jodido de muchas formas, no te puedes imaginar. Dejó el
tenedor y apoyó los codos sobre la mesa, apretando las manos.
-¿Por qué debería creerte? –preguntó ella, apenas logrando mantener la voz firme. Lo que ella
quería hacer era agarrarlo, arrastrar su cuerpo por la mesa y besarlo hasta perder la respiración. El
sentido común le dijo que usara un poco más de moderación.
-No deberías. Soy un horrible partido.
-¿Por tu pasado? Sabes que nunca he utilizado eso en tu contra. Yo no soy así –le tocó la mano-.
Hiciste lo que tenías que hacer para sobrevivir.
-No es el pasado lo que me preocupa –su expresión era agonizante-. He hecho algo que me asusta y
no puedo dar marcha atrás. He hecho algo contra una fuerza con la que no sé si puedo luchar, y
mucho menos ganar.
-Dime.
-Yo… -su lucha interna se revelaba en su cara, y sus ojos estaban sombríos-. Fui…
De repente se agarró la cabeza, haciendo una mueca de dolor.
-Kalen, ¿qué ocurre? –preguntó ella en voz baja, comprobando que nadie se hubiera dado cuenta.
Después de unos instantes, respiró profundamente y bajó las manos. Estaba pálido y parecía
agitado.
-No puedo decírtelo. Él no me deja.
El miedo la invadió como agua helada.
-¿Quién? ¿Malik?
Con aparente renuencia, él asintió.
-Sí.
Empezando a atar cabos, ella se agarró al filo de la mesa.
-¿Ése es el que te está dando significativos consejos, que te está ayudando a fortalecerte? –preguntó
ella en voz baja. Con su gesto triste, su temor se intensificó.
-¿Qué es toda esta mierda sobre él que no te permite contar? ¿Qué es lo que te ha hecho?
-No puedo explicártelo ahora mismo, aunque me gustaría.
-¿No puedes o no quieres? –tenso silencio fue su respuesta-. ¿Es ésta la parte en la que me pides que
confíe en ti?
-No te he pedido nada de eso, cariño. Pero espero que lo hagas.
-¿Por qué debería?
-Porque sin ti… -inhaló fuertemente, se levantó de forma brusca, con una mano debajo de la nariz-.
Perdona. Ahora vuelvo.
Mac se quedó mirándolo mientras se retiraba, presumiblemente hacia el baño de hombres. Se
hundió en su asiento, suspiro e intentó que el pulso se le calmara. Malik hundía sus garras cada en
Malik, y su Hechicero estaba perdiendo terreno.
Esto era malo. Muy, muy malo. ¿Nick sabía cuánto había conseguido la alianza entre los dos? Debe
tener alguna idea.
¿Quieres que siga adelante con su amenaza de ejecutar a Kalen?
No soportaba pensar en eso.
¿Qué había estado Kalen a punto de decir sobre por qué debería confiar en él, darle otra
oportunidad?
Hay dos cosas que ella estaba casi segura de que a Malik le habían detenido. Y si lo hubiera hecho,
la Unseelie debe de haber tenido una buena razón. Eso significaba que había algo específico la
fluencia no quería que ella supiera.
¿Por qué no simplemente detener a Kalen de estar con ella? Ahora que tenía a Kalen, tal vez Malik
no consideraba que ella fuera una amenaza lo suficientemente grande para negarle a su nuevo
aprendiz un poco de placer.
—Eso es enfermo—, murmuró, siguiendo las gotas de humedad en su vaso de agua.
Recordando la noche que había pasado con Kalen hace unas semanas, cuando el horrible Unseelie
había llegado a ella en una pesadilla y trató de persuadirla a su lado, frecuentándola mucho en
estos días. Porque ahora ella entendía que había sido una artimaña para obtener al Hechicero en
parte con su amuleto, para darle a Mac protección. Dejándolo vulnerable a los deseos torcidos de
Malik. ¿Por qué Kalen? No podía ser el único usuario de la magia poderosa del universo. ¿Por qué
él, en particular, importa mucho los Unseelie? Mac no creía que la elección de Malik fuera al azar.
No debía preocuparse por los problemas de Kalen después de la forma en que la había dejado y se
fue. Pero sus problemas eran de todo el equipo, y ahora ella también. Bueno, si era sincera consigo
misma, la preocupación por el resto de la manada no era la única razón por la que le importaba. Si
ella era una persona-o menor tal vez una forma más inteligente de persona que podría alejarse de él.
Dejarle a su suerte. Pero él era el padre de su hijo. Cuanto más llegó a conocerlo, más claramente
podía ver la clase de hombre que pudo ser-sería-cuando finalmente encontró su centro. Su paz
interior. El maravilloso amante y amigo que podría ser así.
Recordó cuánto había hecho el amor con ella. No había engaño en su toque, sólo pura necesidad.
Esa noche, el hombre que había abrazado había sido un hombre nacido para el amor. Un hombre
que había tenido tan poco de ella le dio en su vida.
Al levantar la vista, vio su regreso, su andar lento y fácil, al igual que su media sonrisa cuando vio
su observación. Una ola de feroz protección la dejó sin aliento y sabía una cosa-Ella iba a ser la
mujer que daría a este hombre el amor que merecía. Y rezaría como un infierno el Hechicero no
aplastar su confianza en el puño.
Kalen corrió hacia el baño de hombres y se metió dentro, tratando de detener el flujo de sangre que
venía desde la nariz. La cabeza le dolía tanto malditamente, era como un punzón de haber sido
apuñalado en la sien derecha y en su cerebro.
Inclinándose sobre el fregadero, se volvió en el agua. Su estómago dio un vuelco al ver el remolino
de sangre por el desagüe. Irónico que podía matar a una docena de Sluagh y no golpear una pestaña
sobre la sangre viscosa, pero una hemorragia nasal le hizo marearse. No es que el punzante en la
cabeza ayudara. —Hijo de puta—, dijo con voz ronca.
Ahuecando en sus manos al agua corriente, salpicó su cara, enjuagando hasta que el líquido se
hiciera claro. Gradualmente el pico de conducción a través de su cráneo se retiró, dejándolo
sacudido. Cansado. Apoyando las palmas sobre el mostrador, aspiró respiraciones profundas.
No vas a decirle a tu mujer, mi chico. Hasta que nuestro plan esté bien en marcha. Ella es
demasiado blanda para entender lo que hay que hacer y por qué.
—Tú y tu maldita dominación mundial, — siseo, de la ira en sí mismo su sangre hirviendo.
Debería de haber sido más fuerte. Oponer más resistencia contra Malik de mal. — ¿Qué es lo que
he vendido mi alma, gilipollas? ¿Sólo así se puede gobernar el mundo, asesinando a quien se
resiste? —.
No recibió ninguna respuesta. Pero realmente oyó un arrastre a su derecha, y cuando echó un
vistazo alrededor, casi gimió para ver a un hombre estar de pie inciertamente en la entrada,
observándole como si hubiera perdido el juicio. Joder.
—Lo siento—, murmuró Kalen, en dirección a la salida. —No se siente tan bien, ¿sabes?—
El chico le dio una débil sonrisa.
—Hey, que sucede. —
El cepillado más allá de él, Kalen empujó hacia el restaurante de nuevo, maldiciendo el tiempo
podrido del hombre. Probablemente pensó Kalen estaba en las drogas, o algo peor.
¿Qué le importa la opinión de algún humano débil?
Hoy podría burlarse, pero él es un ser inferior. Después de que hemos tomado el control de la tierra,
que va a ponerse de rodillas y jurar su lealtad a los dos, o morirá.
—Cállate—, dijo en voz baja.
No olvides cuánto va a saborear traer bajo todos los que he hecho grave mal en el pasado. Recuerda
cómo su corazón se alegró al ver a Billy sufrir por sus pecados terribles, y saber que el placer será
diez veces cuando la justicia es entregada por su propia mano.
La voz hipnótica le arrulló, el ansia de poder que serpentea a través de la ingle. Una imagen que fue
lanzado a la cabeza del campesino sureño atormentar a su familia. A continuación, obtener su
merecido. Sí, lo haría pendejo seguro como que no hace daño a nadie. Dios, que se siente tan bien
para envolver sus manos alrededor del cuello grasa y que-—Kalen!—
Alguien le dio una suave sacudida, y se dio cuenta de que los dedos estaban ligeramente agarrando
su brazo.
Parpadeando, se encontró mirando el rostro de preocupación de Mac. —Lo siento, ¿qué? —
— ¿Dónde fue esta vez? Llamé a su nombre dos veces. —
De pronto se dio cuenta de que estaba de pie en el medio del restaurante, como una estatua, a pocos
metros de su mesa. Jesús, se debe mirar como un loco a todo el mundo allí. Señaló un puñado de
miradas curiosas. Alzando un poco la voz, él soltó una breve carcajada y dijo para el beneficio de
los que están cerca, — ¿Lo hiciste? Debe haber zonificada a cabo. Estaba tratando de recordar si
dejé mi teléfono celular en el baño —. Hizo una demostración de acariciando sus bolsillos. —No
puedo encontrar-oh, espera. Aquí está. Estúpido, ¿eh? —
Su expresión le dijo que sabía lo que estaba haciendo, pero ella no siguió con los demás al alcance
del oído. Tomando su mano, ella lo llevó de vuelta a su mesa. — ¿Quieres postre?—
—No, a menos que usted lo hace. Lo que tú quieras, cariño. —
—No, estoy bien. —
Tenía que salir de allí. El ambiente era abrupta claustrofobia y tuvo que largarse, ahora. No lejos de
Mackenzie, pero fuera del edificio.
Saludo con la mano hacia su camarera, reunió amable calma y pidió la cuenta. Esperaron en
silencio, mirando el uno al otro hasta que llegando, se pagó, evitando temporalmente el elefante en
la habitación.
En el exterior, Mackenzie tomó su mano mientras caminaban hacia el coche.
—Está bien, dime lo que pasó allí. ¿Por qué salir corriendo al baño? —
—Sangre por la nariz. —
— ¿Malik?— Kalen asintió con la cabeza, y sus ojos azules se fue inflexible. —Hizo que se cierre
para arriba, para que deje de decirme que fuiste a verlo anoche, ¿verdad? ¡Ese hijo de puta! Vamos a
encontrar una manera de ganarle, cariño. Usted acaba de colgar en. ¿Me escuchas? —
—Puede parecer como si viniera de la nada para ti, pero no es repentino para mí—, admitió, batido
tripa. —Yo no quería alejarme en primer lugar. Solo. . . Sé que soy lo peor que te puede pasar a ti,
sobre todo en estos momentos. Pero no puedo dejar de desearte. —Las palabras salieron en bruto,
como si raspado con papel de lija. Al menos estaba sobre la mesa, lo que ella decidiera. Dios, tenía
tanto miedo al horror que podía traer a su vida. Era aún más miedo de vivir su solo, con nada más
que la tentación del mal de la empresa.
—Querer no es lo mismo que necesitar —dijo con suavidad. Su tono era más contemplativo que
acusador—. Cualquiera puede “querer” algo que no “necesita”, o que no es bueno para ellos.
No podía refutar eso, así que no lo intentó.
Mackenzie se quedó callada, con el ceño fruncido y meditando mientras conducía. Kalen se
preguntó si pensaba menos de él por su elección de palabras, pero lo que sabía sobre las mujeres y
cómo funcionaban sus cerebros no podría llenar las puntas de sus botas.
Había estado tan perdido reflexionando el dilema del doctor que le tomó un momento darse cuenta
de que ella había salido de la carretera principal hacia un camino de tierra y grava que era
ligeramente mejor que un sendero lleno de arbustos.
—Um, ¿a dónde vamos?
—Ya verás.
—¿Finalmente decidiste hacerme a un lado y dispararme tu misma? ¿Evitarle a Nick las molestias?
—Estás demasiado preocupado con que te disparen.
Porque lo merezco.
—En realidad no. Solo curioso sobre a dónde me llevas.
Con una rápida sonrisa, guió el carro por el camino, hasta que terminó en un claro lleno de césped.
Cerca había una riachuelo y después de eso, una hilera de árboles donde el bosque seguía del otro
lado. El lugar era hermoso, sereno y se lo dije.
—Esto es muy bello. Parece realmente tranquilo.
Se encogió de hombros, pero parecía contenta de que me hubiera gustado.
—Por eso vengo aquí a veces, solo a pensar. Incluso hago un picnic de vez en cuando, completo con
una botella de vino.
Eso parecía un tanto solitario y triste, pero apenas podía arrojar piedras desde el departamento de
soledad, así que se quedó con su opinión.
—¿Y tus amigas que conocí en el bar? ¿No las has traído aquí?
—¿Amy y Shannon? No, son buenas amigas, pero este lugar es mío.
—Pero me trajiste aquí —apunto, perplejo—. ¿Por qué yo y no ellas?
—Porque es la clase de lugar que compartes con alguien especial —dijo, mirándolo con esos lindos
ojos azules.
—Oh. —Su garganta amenazaba con cerrarse por completo—. Nunca nadie me ha dicho eso,
excepto quizás mi abuela. —Desde luego, eso no era lo mismo.
Estirándose, ella sostuvo su mejilla. Él no pudo evitar sino sostenerse de su toque mientras ella lo
acariciaba, su gato estirándose y ronroneando contento.
—Eres especial —dijo ella en voz baja, sus ojos humedeciéndose—. Eres increíble, talentoso,
inteligente y amable. Y, ah, sí, increíblemente guapo también. Deberían decirte esas cosas cada día
de tu vida, y siento que nadie lo haya hecho hasta ahora.
Antes de que pudiera responder, ella se inclinó hacia él, presionando los labios contra los suyos. El
toque era eléctrico, lanzando rayos de pura felicidad a través de cada célula en su cuerpo. Sus labios
eran suaves, gentiles, indagadores. Él se abrió ante su insistencia, encontrando su lengua con la
suya, probando su dulzura.
No había habido besos en su vida. Nada de felicidad hasta Mackenzie. No podía alejarse de nuevo.
No era tan fuerte.
Cuando finalmente se separaron, ella le dirigió una pequeña sonrisa.
—¿Qué tal si vamos a caminar?
—Suena bien —se las arregló para contestar.
Saliendo, se encontraron delante del auto y automáticamente unieron sus manos. Él la dejó
conducirlos a través del claro y simplemente apreció el escenario —en su mayoría a la mujer a su
lado. Su simple presencia era un bálsamo para su problemática alma y se dio cuenta de que había
olvidado revisar sus escudos mentales contra Malik en los últimos minutos, todo seguía en calma en
su cabeza. No tenía duda de que ella era la razón.
Al otro lado del claro, debajo de la sombra de unos árboles, había un riachuelo. No era grande,
apenas de unos cuantos metros, y mientras se acercaban vio que no tenía mucha profundidad.
—Buen lugar. Puedo ver por qué te gusta venir.
—¿No es hermoso? Me gusta sentarme en ese lugar bajo los árboles y escuchar el agua, las aves, lo
que sea que se mueva. Música diurna, le digo. Los sonidos son muy diferentes de noche.
Su rasgo protector inundó su cabeza.
—No vienes aquí de noche, ¿espero?
—No, tonto. —Le dio palmaditas en el pecho—. No soy “tan” estúpida.
—Claro que no. Solo quiero que estés a salvo. —Bueno, esa era la madre de las ironías,
considerando que probablemente ella estaba con la persona más peligrosa a su alrededor.
—Lo estoy. No te preocupes, nunca me aventuro en el bosque sola de noche, al contrario de tus
hermanos de la Manada cuando tienen que soltar a sus lobos. Ven.
Jalando de su mano, lo dirigió hacia su lugar favorito, el cual era esponjoso y cómodo.
Acomodando su espalda contra un árbol, la hizo sentarse entre sus piernas, la espalda de ella contra
su pecho. Después de darle una mirada de sorpresa, y un poco de placer, pensó, ella se acomodó y
relajó sobre él. Le encantaba su calidez contra él, su cuerpo sumiso y confiado en sus brazos.
—¿Supongo que estaremos cariñosos esta tarde? —murmuró en su oído, envolviendo sus brazos a
su alrededor.
—Mmm. Por un rato, si está bien contigo.
—Más que bien. Soy el tipo de chico “cariñoso”.
—¿Por qué eso no me sorprende?
Él escuchó la broma en su voz y comenzó a mordisquear la orilla de su oreja.
—No debería. Sabías que era un chico malo cuanto te metiste conmigo.
—¿Eso es lo que he hecho? —preguntó, estremeciéndose ligeramente mientras él mordisqueaba su
cuello.
—Dios, eso espero.
Chasqueando su lengua, probó su piel, la salada dulzura de su esencia. Su gato gruñó, encantado
con eso, listo para jugar. Su polla se endureció, alargándose hasta presionar contra el trasero de ella
y la parte baja de su espalda. No había manera en que ella no lo notada, pero permaneció relajada,
su lenguaje corporal dejándole saber que estaba de acuerdo con sus atenciones.
Animado, paseó sus dedos bajo el borde de su blusa. Por unos momentos saboreó la suavidad de su
piel bajo las yemas de sus dedos. Su cintura era esbelta, su estómago plano. Exploró sus axilas y
ella soltó unas risotadas, retorciéndose en sus brazos. Riéndose, dejó que sus manos pasaran hacia la
ligera tela de su sostén y titubeó. Cuando ella apenas arqueó su espalda en señal de invitación, él
rozó sus pezones, cogiéndolos a través de la tela hasta que estuvieron duros y erectos.
—Oh —gimió ella, estirándose para alcanzar su nuca. Enterró sus dedos en su cabello.
—¿Me necesitas, cariño?
—¡Sí, por favor!
Eso era todo lo que él necesitaba escuchar. Encontrando el broche delantero de su sostén, lo
desabrochó sin mirar y apartó la tela. Sus pechos se desbordaron y contuvo la respiración en señal
de apreciación mientras los dejaba llenar sus palmas. Apretando ligeramente, disfrutó mientras ella
se retorcía apoyada contra él y se dio cuenta que los montículos eran más pesados, más grandes de
lo que habían sido la última vez que estuvieron juntos. Pero bien podría ser su imaginación.
—Date la vuelta, cariño.
Le ayudó a maniobrar para que estuviera a horcajadas sobre su regazo, de frente a él. Antes de que
pudiera alcanzar su blusa, ella se la quitó y la lanzó a un lado, luego se sacó el sostén. Su piel era
cremosa, perfecta.
—Me quitas el aliento —dijo en voz baja—. Eres tan hermosa.
Doblándose, probó un oscuro pezón, tomándolo con cuidado entre sus dientes. Gimiendo de placer,
enterró sus dedos en el cabello de él y lo animó a seguir. Él lamió y mamó, primero un pezón, luego
el otro, hasta que ella estaba retorciéndose en su regazo.
Alcanzando la cintura de sus pantalones, él titubeó y se encontró con su hambrienta mirada,
pidiendo permiso en silencio. Ella asintió y entonces él los desabrochó, luego le ayudó a ponerse de
pie. Rápidamente se quitó sus zapatos, pantalones y ropa interior. Él se quitó su camisa, botas y
jeans, luego regresó a su posición sobre el césped, su erección señalando hacia la copa de los
árboles.
Él alcanzó su mano.
—Ven y párate sobre mí.
Ella tomó su mano y se colocó a horcajadas sobre él de nuevo, con los pies a cada lado de sus
muslos, y permaneció de pie. Su mirada de ansioso entusiasmo le dijo que sabía lo que él iba a
hacer y no podía esperar.
Tampoco él. El primer lametón de su entrada detonó sus sentidos, envió una explosión de lujuria
pura a través de su sangre. No había tan buen como el sabor de su mujer sobre su lengua. Cálido y
húmedo. Seductor.
Abriéndola con sus dedos, lamió su canal, llegando tan profundamente como le era posible.
Follándola con la lengua mientras ella presionaba contra su rostro, creando fricción, necesitando
más. Él la comió, lento y sencillo, disfrutando cada segundo. Mientras ella hacía pequeños ruidos de
éxtasis, él se tomó con la mano, esparciendo el pre-semen alrededor de la cabeza. Después de darse
un par de jaladas, ya no podía esperar más.
—En mi regazo, cariño —soltó—. Siéntate sobre mi polla.
Poniéndose de rodillas, ella se posicionó sobre él. Luego, capturando su mirada con esos hermosos
ojos azules, fue hacia abajo, cubriéndolo centímetro a centímetro.
—¡Oh, mierda! Genial, nena. Tan malditamente genial…
Enredando sus brazos alrededor del cuello de él, le dirigió una mirada salvaje.
—¿Te gusto follándote así, Hechicero? ¿Quieres que moje bien tu polla hasta que exploten tus
bolas?
¡Jesús! ¿Quién diría que su nena tenía una boca tan sucia? ¡Dios, era un bastardo con suerte!
—Sí —gruñó—. Fóllame, cariño. Soy todo tuyo.
Cuando ella estaba sentada, comenzó a subir y bajar. Como lo prometió, lo folló con gusto, su
vagina era como un cálido y húmedo guante que lo acariciaba desde la base hasta la punta. Una y
otra vez. Él la dejó controlar el ritmo, cada aspecto de su acto. Ella apresuró el ritmo hasta que lo
estaba montando tan rápido, sus cuerpos chocando en un ritmo perfecto, pegajosos con sudor, el
picante aroma a sexo en el aire.
Su pantera gruñó de placer, demandando que hundiera sus dientes en la vulnerable coyuntura de su
cuello. Especialmente cuando dobló la cabeza en lo que él creyó que era un gesto inconsciente de
sumisión.
¡Nuestra! ¡Apareo!
No. Por mucho que tuviera ganas de morderla y reclamarla como suya, no podía hacer eso sin su
consentimiento. Y era demasiado pronto para eso, su relación demasiado nueva. Resistiendo su
bestia era la cosa más difícil que hubiera hecho, pero de alguna manera ganó la batalla.
En su lugar, se perdió en una roja marea de deseo y pronto sintió el familiar endurecimiento de sus
bolas, el estímulo en su ingle y la base de su espina que señalaban un orgasmo inminente. Se corrió
deprisa, estocándola un par de veces, vertiendo su semilla dentro, llenándola. Sujetándolo hacia su
pecho, ella se sostuvo de él al tiempo que llegaba a su máximo también y se dejaba ir. Juntos se
estremecieron por largos momentos, hasta que se aferraron al otro, repletos.
Él besó su húmeda sien.
—Eso fue increíble, igual que tú. Gracias.
—Igualmente.
Sentándose de nuevo para que él pudiera ver su rostro, sonrió al ver su expresión engreída.
—¿Satisfecha?
—¡Mucho!
—¿Cuándo consiguió ese sucio vocabulario, señorita?
—El potencial siempre estuvo allí, pero es solo la manera en la que me afectas, supongo. Sacas mi
zorra interna. —Le guiñó un ojo.
—Maldición, ¡”ahora” me siento con suerte! —Riéndose, ella se bajó de su regazo. Su suave polla
se deslizó fuera de su cómodo hogar y él hizo una mueca al ver el desastre—. Creo que ambos
necesitamos una ducha.
—Creo que tienes razón. ¿Esa fue una invitación?
—¿Bromeas? Puedes enjabonar mi espalda siempre que quieras.
—Bueno, ¿qué estamos esperando?
Mientras se vestían y juntaban su ropa, Kalen sonrió ante este lado juguetón de la naturaleza de
Mackenzie. Le encantaba. Trató de recordar cuándo se había sentido igual de ligero. Más feliz. En
años no se había sentido de esta manera, y deseaba con todo su corazón que pudiera durar.
Un hombre podía soñar.
Y lo haría, porque puede que sueños sean lo único que alguna vez tendrá.
En el camino de regreso, Mac iba y venía entre maldecirse por tonta y el puro asombro de haber
hecho el amor con Kalen es su lugar favorito.
¡Dios, eso había sido ardiente! Ningún hombre nunca la había afectado de la manera en que él le
afectaba, la hacía desear meterse bajo su piel y quedarse ahí. La hacía necesitar sostenerlo, sentir su
cuerpo moverse contra el de ella, poseyéndola.
El hombre era problemas, pero él era su problema. Y ella se estaba enamorando de él cada día más.
Tenía que haber una forma de ayudarlo a derrotar a Malik, y ellos seguirán buscándolo hasta
encontrarlo. Kalen no podría continuar por más tiempo siendo dividido por el bien y el mal.
Antes cuando había mostrado tanto odio por sus padres y cuando el divago con esa expresión de
blanco en su rostro, la había ajustado. El Unseelie estaba haciendo su mejor esfuerzo para controlar
al hechicero, pero entre más tiempo ella y Kalen estaba juntos más parecía que lo ayudaba a ser sí
mismo.
Ella fervientemente rezo que Malik no pudiera atraparlo. La mano de Kalen descanso en su muslo,
trayéndola al presente. El simplemente la dejo allí y a ella la forma en que su palma se sentía cálida
en su pierna, casi posesiva, como si no pudiera soportar no tocar una parte de ella, incluso por poco
tiempo.
Mirándolo rápidamente, ella admiro su perfil. Ella amaba como su cabello negro caía alrededor de
su hermoso rostro y caía en sus hombros. Era un perfil noble, ella pensó, su nariz recta, sus cejas
arqueadas con una barbilla que no era cuadrada sino curva, sus labios eran llenos y su aire de
vulnerabilidad estaba en guerra con su fuerza- tanto figurativamente como literalmente.
Y estando sus muchos atributos físicos hacían que sus bragas se mojaran. De nuevo.
Algo sobre este hombre le era imposible de resistir, ella sentía un verdadero impulso hacia el que no
era solo físico pero parecía conectado a su alma, lo que la dejaría remando en un rio de mierda muy
pronto. Sin embargo ella sabía en el fondo que este hombre valía la batalla.
Qué triste que la otra persona en su vida-su abuela-jamás haya creído eso.
“¿Mackenzie?”
“¿Hmm?”
“solo estaba pensando que ha sido solo unas semanas desde que estábamos juntos es primera
vez…”
Ella asintió “¿si, y?”
“y um, yo no he tenido ningún síntoma” él dijo lentamente “ya sabes como Jax o Aric”
“sin fiebre de compañero, ningún picor o dolor que haya notado” aun así ella tuvo que sofocar la
sacudida de decepción cuando lo escucho reconocer eso en voz alta.
“tú eres la doctora ¿Qué crees que significa?” la ansiedad llenaba su voz “¿no somos compañeros?
Y si no lo somos, ¿por qué mi pantera intenta destrozarme desde adentro porque no te reclame
hoy?”
Ante eso, ella lo miro rápidamente, incapaz de enmascarar su sorpresa “¿lo está?”
“diablos, si” el hizo una mueca.
“el maldito no ha hecho más que gruñirme por los últimos minutos”
Una luz de felicidad se desplegó en su pecho “no sé porque exactamente, pero si sabemos que no
eres como cualquier otro cambiador. Primero eres un hechicero, después un cambiador. Tu
fisiología no es como la de los demás, así que se supone que habrá diferencias entre tú y ellos”
“así que podríamos se compañeros”
Apretando el volante, ella se aclaró la garganta, intentando no sonar muy entusiasmada “es posible
dices que tu pantera siente un impulso hacia mi”
“no solo el, todo yo” dijo él.
“¿cómo te sentirías si fuéramos compañeros vinculados, considerando que tu querías romper las
cosa antes?”
“Jesús” dijo, exhalando. “¿no deje ya claros mis sentimientos? Te quiero en mi vida, no debería por
el desastre en el que estoy. Porque tengo miedo de arrastrarte conmigo, pero no puedo evitarlo más
tiempo ¿puedes darme otra oportunidad?”
¿Podía ella? No había realmente una pregunta. Ella lo quería. Y ella tenía que pensar en más que su
vida y felicidad. Ella puso una mano sobre la de ella, que estaba descansando en su muslo.
“me gustaría eso, tomemos las cosas un paso a la vez ¿de acuerdo?”
“¡sí!” dijo el, acercándose, él le dio un gran beso en la boca, casi causando que ella se saliera del
camino “gracias, cariño hare mi mejor esfuerzo para que tú no te arrepientas”
Enderezando el auto ella se rio “solo no hagas que no estrellemos contra un árbol, antes de que
podamos descubrirlo”
“lo siento” el guiño le dijo que él no estaba demasiado arrepentido.
El día podía haber empezado difícil pero la segunda mitad era definitivamente mejor. Ahora si
pudieran mantenerlo a salvo del Unseelie idiota, las cosas serían fantásticas.
De vuelta en el recinto caminaron de la mano. Mac no estaba seguro si ser abiertos en su relación
fuera lo mejor para Kelan. Ella no quería que recibiera más regaños de Nick y la manada de lo que
ya le daban.
Les gustara o no Kalen era uno de los novatos, mientras los chicos había conocido a Mac por años.
Ellos eran muy protectores con ella, Kalen para ellos aún era una carta salvaje. Ellos eran cautelosos
sobre de qué lado estaría Kalen cuando el polvo se asentara.
Mac también estaba preocupado, pero estaba del lado de su amante viniera lo que viniera.
Por supuesto, que el destino decreto que la primera persona con la que se toparan fuera Aric. El
odioso pelirrojo venia hacia ellos por el corredor cuando noto sus manos agarradas y se detuvo.
“¿Qué diablos? De ninguna manera” sus labios se curvaron, mostrando unos indicios de su colmillo
alargado “esto no puede estar pasando. Mac, niña espero que tengas más sentido que meterte con el
Gran y Poderoso Oz, aquí”
Kalen dio un paso al frente gruñendo “cierra tu boca, tu estúpido hi-“
Mac se metió en medio, empujando a Kalen hacia atrás “¡detente! Puedo manejar esto” su amante
estaba enfadado, mirando mal a Aric, pero no hizo ningún movimiento para detenerla. Ella frunció
el ceño al lobo. “Lo que Kalen y yo hacemos es nuestro problema. Más que eso, no creo que tengas
mucho para decir cuando hablamos de ser inteligentes en una relación”
Su rostro se sonrojo “¡lo que paso conmigo y Rowan no es lo mismo!”
“tal vez pero eso no cambia el hecho de que fueras un completo idiota cuando casi te suicidaste
tratando de evitar que ella se vinculara a ti y aun así ella te ama” Mac señaló razonablemente “que
tal”
Los ojos de Aric se abrieron con sorpresa “maldición eso es duro”
“pero cierto” ella suspiro.
“además ¿no ha habido suficiente animosidad entre ustedes dos? No creo que ninguno de los dos
tenga idea de que es un imbécil el uno con el otro”
Los dos hombres se miraron el uno al otro, ninguno de los dos muy felices de ceder en el asunto.
Pero Kalen hablo primero, su voz llena de resignación cuando hablo.
“tú te disculpaste conmigo cuando tuvimos un problema ayer, pero yo nunca extendí la misma
cortesía. Si vale algo, lo siento, no estoy acostumbrado a ser parte de un equipo pero soy mejor
como para atacar a una persona con tan pequeña provocación”
Aric se pasó una mano por el cabello, por unos cuantos segundos el parecía luchar con su respuesta,
luego su respuesta emergió con una distintiva dificultad “no lo hagas, yo sé que botones presionar
para molestarte y disfrute un montón hacerlo-al principio, tan terco y tonto que puedo ser, incluso
yo puedo ver que es tiempo de desistir, reñirnos es malo para el equipo. ¿Qué dices si enterramos el
odio del uno por el otro y seguimos adelante?”
Después de un tenso momento, Kalen le ofreció su mano. Aric dudo y luego la tomo.
“aun voy a llamarte gatito y chico gótico” dijo Aric con una sonrisa “por afecto, por supuesto”
“sin ningún problema Rojo”
Mientras se daban la mano, sonrisas graduales aparecieron en sus rostros. Mac resistió la urgencia
de rodas sus ojos. Los hombres eran tan tontos algunas veces, era una sorpresa que el planeta no
estuviera muerto a estas alturas.
“buena suerte a los dos, a pesar de que te dé un momento difícil, de verdad quiero decir eso” Aric
dijo seriamente.
El miro a Kalen “tus hermanos están todos en esta batalla contigo, recuerda eso cuando las cosas se
vean muy mal”
“lo haré” Kalen alejo la mirada.
Mac podía decir que su hechicero estaba feliz, ella también lo estaba. Acercándose hacia el
pelirrojo, ella le dio un beso en la mejilla “Gracias supongo que no eres tan tonto todo el tiempo”
“cielos gracias” dijo con un bufido. Aric se despidió de ellos y sigue en dirección de su habitación”
Cuando el lobo rojo estaba fuera de alcance Kalen dijo “¿crees que fue sincero esta vez? ¿O
intentaba mantener la paz contigo?”
“le creo, tú también deberías”
“¿Por qué?”
“Aric no es un tipo fácil con el cual llevarse, o agradar, pero él no hubiera dicho eso si no lo
sintiera. Lo conozco desde hace años, así que confía en mi”
“bien, entonces hare lo mismo a menos que me pruebe lo contrario”
Acercándose le robo un agradable beso y la dejo ir con pesar
“Detesto interrumpir nuestra tarde pero tengo unas personas que ver”
“¿Nick?”
“uno. Y luego Sariel, si crees que este de humor para que lo visite”
“le preguntare, pero como una de sus doctoras, tengo que decirte que si tu visita lo molesta y retrasa
su recuperación de alguna forma, tu responderás ante mí y Melina. No será bonito”
El sonrió “odio decírtelo bebe, pero no eres tan aterradora. Doc Mallory por otro lado…” el dio un
exagerado temblor “ella probablemente se limpia los dientes con los huesos de sus víctimas”
Mac resoplo “y con esa nota, te veré después. Gracias por el almuerzo-y el postre”
Ella se volvió y se dirigió al infamatorio pero no antes de notar la gran satisfacción en sus ojos
verdes ante su sugestivo comentario de despedida.
Parece que ella se ganó a un hechicero. Ahora la pregunta era como mantenerlo a salvo.
Los pasos de Kalen desaceleraron mientras se acercaba a la oficina de Nick. Su estómago se apretó
en temor ante la idea de lo que podría estar esperándolo del otro lado.
¿El jefe creía que Kalen se encontraba más allá de la redención en este punto? No se dijo. Si lo
hiciera, Kalen ya estaría muerto. El hombre no era el tipo de retrasar justicia. Vendría de manera
rápida y sin dolor.
Con esa pequeña pizca de esperanza fortaleció su espíritu, llamo a la puerta. El comandante emitió
una firme orden para quienquiera que estuviera para entrar.
Kalen asomó su cabeza –¿Tienes un minuto?
Nick levantó la vista de los papeles en su escritorio y se sentó derecho, estirándose. –Para ti, tengo
cinco minutos. Cierra la puerta y siéntate, y coloca un escudo sobre tus pensamientos.
Kalen siguió la primera orden, limpiando sus palmas nerviosamente en sus pantalones vaqueros.
Concentrándose, encerró su magia y buscó la pared que había levantado mas temprano entre el y
Malik. Descubrió que flaqueaba un poco pero se mantuvo en lugar—aunque cuanto tiempo tendría
éxito era una incógnita. Encontró la mirada de Nick. –Estoy Listo.
El hombre lo estudió por un largo momento, su expresión dura como una piedra. –Se donde
estuviste anoche. Lo que no se es todo lo que sucedió mientras estabas allí, asi que ¿por qué no
comienzas por el principio?
–¿Cuánto es lo que sabes?
Se que lo viste matar a un hombre—y que fuiste seducido a disfrutar de ello –respondió con voz
triste. –¿Por qué Kalen?
Kalen tragó duramente –Él tiene sus garras en mi cuando mis defensas están bajas. Luego me
mostró lo que Billy le había hecho a su familia y alimento mi ira. Fui hasta él en primer lugar
porque me sentí atraído a ir con él anoche. Obligado.
–¿Dónde esta escondido?
–¿Dónde? Frunció el seño. –Profundo en el bosque, lejos de la civilización. Es esta realmente
fabulosa rústica cabaña que me dijo que es una ilusión. No estoy seguro de que pudiera encontrarla
nuevamente si lo intento, a menos que el lo quiera.
–Muy bien. Entonces ¿qué?
–Al principio sólo hablamos y bebimos.
–¿Hablaron? ¿Eso es todo? –Las cejas oscuras de Nick se elevaron en claro escepticismo.
–Si él es todo un estafador, algo que no había notado con anterioridad. Bueno, al menos no de
primera mano.
–La mayoría de los líderes perros rabiosos hambrientos de poder son buenos en influir a las masas –
el comandante observó— Comienzan de a poco, un soldado, una transformación a la vez, y antes de
que alguien lo comprenda, ellos han diezmado millones.
–Como Hitler –Kalen picó sus vaqueros— Malik es una comparación cercana. Dale el tiempo
suficiente y los recursos, el podría tener un gran impacto en la historia, con sus súper soldados
cambiantes como el nuevo Tercer Reich. De hecho, él admitió que es su objetivo, gobernar el
mundo y hacer a los paranormales, los Fae en particular, la parte superior de la cadena alimentaria.
Hizo algunos argumentos persuasivos para su causa y la forma en que quiere hacerlo.
–Apuesto que lo hizo –El rostro de Nick se oscureció.
–Él me hizo medio creerle, Nicky –dijo en voz baja– Ahora se como las masas pueden caer víctimas
de esa clase de tiranía.
Recogiendo un bolígrafo, Nick golpeó en su escritorio pensativo por unos pocos momentos.
–De acuerdo, entonces ¿por qué tú? ¿Por qué el quiere o necesita tu ayuda, en particular?
–Él…Dios, esto es tan malo. –Codos en sus rodillas, juntó sus manos con fuerza. Nick espero
pacientemente. –Él dice que soy Fae.
La mandíbula del comandante cayó y sus ojos azules se agrandaron. Obviamente el jefe no lo había
visto venir. –¿Qué mierda?
–Mi reacción exactamente. –Soltó una carcajada sin humor –Me dijo que mi abuela era una seelie
pura. De hecho, asegura que se conocieron siglos atrás, de cuando ellos estaban en lados opuestos
de los problemas entre las cortes Seelie y Unseelie.
–¿Le crees?
–No estoy seguro –Se encogió de hombros— La abuela nunca me contó sobre mi herencia, y si lo
quería, murió antes de que pudiera. Tengo magia, pero no tengo alas como Sariel. Y se que es un
hecho mi sangre corre roja y no azul. –Dijo, pensando en los puños de su padre y en las muchas
ocasiones que habían partido su labio.
–¿Qué hay sobre tus padres? ¿Aseguró que eran Fae también?
Pensando en la conversación, Kalen frunció el ceño. –Él nunca realmente mencionó a mi mamá y a
mi papá en ese sentido, y estaba tan impresionado por todo lo que me estaba diciendo que no
pregunté. Sólo dijo que soy Fae hasta la última gota de sangre. Sus palabras. Así que asumí que mis
padres eran Faes. O al menos mi mamá, ya que la abuela era su madre.
–Tu padre debería haber sido Fae también, si eres un sangre pura. –Nick mordió la tapa de su
bolígrafo.
–Lo que no tiene sentido en absoluto si conociste a mi padre. Él es tan anti magia como una persona
puede ser. Le prohibió a mi madre siquiera hablar de tales cosas, y la vi lentamente marchitarse
tratando de ser lo que él esperaba. –Kalen se estremeció, recordando eso horribles años. –Él
mantuvo un ojo pegado a mí, también. Era insistente en que sería un niño “normal”, no una
aberración. Poco después de la muerte de la abuela, cuando mis poderes comenzaron a crecer, el me
echó.
–¿Usó la palabra aberración? –Nick preguntó, desconcertado.
–Si, y mucho peor.
–Su actitud no tiene sentido si es un Fae.
–Y que lo digas.
–Suena casi como si él tuviera miedo de tu magia una vez que se desarrolló –Hizo una pausa—
¿Sabes si sus padres aún viven?
–He estado fuera por muchos años, no tengo idea. –Miro hacia otro lado— Incluso tan mal como
me trataron al final, me siento avergonzado de admitir que desconozco y que no me importa mucho
si ellos todavía respiran o no.
–Oye, eras menor cuando te echaron de casa. No tienes nada de que avergonzarte acerca de tus
sentimientos sobre ellos, hijo. Sin embargo si necesitamos algunas respuestas de porque Malik está
tan enfocado en ti. Tengo un presentimiento tus padres, si ellos todavía están alrededor, tengo un par
que podrían persuadirlos a compartir.
–¿Estas sugiriendo que los visitemos?
–Creo que es una muy buena idea. Y creo que deberíamos hacerlo pronto.
Kalen percibió que su conversación estaba llegando a su fin, y había otra cosa de pesando mucho en
su mente y corazón. –¿Qué hay acerca de Billy, el muchacho que vi a Malik asesinar? Podrías haber
sacado por mi parte—de hecho, estoy sorprendido que no hiciste.
–No lo hice porque Malik iba a matar a ese hombre de todas maneras, y me di cuenta que no había
manera para cualquiera de nosotros de detenerlo. Estabas bajo la influencia de Malik y no tocaste a
Billy. Pero tienes que saber esto—si asesinas por pura lujuria de sangre, y no en defensa propia o en
defensa del equipo, te exterminaré. Me matará a mi también hacerlo, pero no tendré opción.
–Lo comprende –dijo en voz baja. Cristo, Nick no merecía tener la sangre de uno de sus propios
hombres en sus manos. Si llegaba a eso Kalen rezaba que quedara bastante de su propia mente para
encargarse del acto él mismo.
Nick condujo el tema al presente de nuevo. –De regreso a tus padres. Dame tu anterior dirección y
veré si ellos se encuentran por ahí. Podría saber algo para esta tarde.
–De acuerdo. –Poniéndose de pie, tomó su indirecta para irse. Primero tomó el bolígrafo y una hoja
de papel del escritorio de Nick y escribió los nombres de sus padres y la dirección, si ellos
estuvieran de verdad allí. Luego alcanzó y estrechó la mano del comandante. –Gracias por darme
una oportunidad. No se como voy a lograrlo, pero de alguna manera me desharé de Malik para bien.
–No vas a estar solo. Estaremos contigo cada paso del camino.
Así tan cerca resonó lo había dicho Aric, la garganta de Kalen se apretó. Con un nudo, abandonó la
oficina de Nick antes de avergonzarse así mismo perdiendo su compostura,
Bien para una visita atrasada que había postergado el mayor tiempo que pudo.
Nick se sento nuevamente en su silla y pasó sus manos por su rostro con un cansado suspiro. –
¡Mierda!
El chico estaba en un muy maldito problema. Todos ellos lo estaban. Y él no tenía ni una jodida idea
de que hacer a continuación. ¿Dónde estaba la línea entre su trabajo e interferir con el futuro, la
única cosa que había prometido dejar de intentar? Se hacía mas borrosa con cada día que pasaba.
De repente un zumbido familiar comenzó en su cabeza. Un cosquilleo en su columna y la
habitación se volvió borrosa mientras la visión que se aproximaba se apoderó de él. Una que lo
había estado acosando antes, pero esta vez en angustioso detalle.
Nick se encontraba de rodillas en medio de un campo, retorcido con dolor mientras la fría lluvia
caía con fuerza, pinchando como agujas. Un relámpago rompió el cielo, tomó un camino irregular
hacia la tierra empapada, quemándolo a pesar chaparrón.
A su alrededor su manada luchaba contra el Sluagh. Sus valientes hombres cortando una franja
través de los subordinados unseelie que parecían murciélago, perdiendo terreno con cada segundo
que pasaba. Había cientos de esas terribles bestias, pululando, chillando. Demasiados para
cualquiera de sus lobos feroces u hombres con dones mágicos para derrotar.
Todos iban a morir.
Alto En un pináculo estaba de pie el brujo con su báculo, sosteniéndolo en lo alto. Gritando al
enemigo unseelie y a los cielos por ayuda que no llegaría.
Y entonces un rayo cayó de las abrasadoras nubes negras, convirtiendo la noche en día justo antes
de golpearla punta del báculo del brujo. Una masiva detonación sacudió el suelo y el mundo se
desvaneció.
Cayó y cayó. Tomando a Nick y a sus hombres hacia el abismo.
Nick se sacudió de nuevo a si mismo, aspirando grandes bocanadas de aire. Su corazón golpeó
contra su esternón, salvaje con adrenalina. Miedo.
–Oh mi Dios.
Ese había sido el final. La suspensión de la vida. Pero la pregunta era, ¿de quién? ¿Qué lado había
escogido Kalen en ese acto final, ese último segundo devastador? ¿Oscuridad eterna o luz?
Una cosa era cierta: a menos que Nick hiciera una llamada en estos momentos, ni él ni el resto de la
manada sabrían jamás la respuesta.
Y él sabía que después de eso, por primera vez en muchos años, iba a romper su promesa de no
interferir en el destino. Cogió el teléfono. Pulsó el marcado rápido. Y pronunció las palabras que
nunca había pensado decir, no a ese hombre.
-Jarrod, te necesito aquí.
-Cuando –gruñó el general instantáneamente.
-Ayer.
Dejó escapar un suspiro de alivio, aunque tuvo cuidado de Jarrod no lo oyera. Dios bendiga este
hombre.
-Muchos. No los movilices todavía, sólo tenlos preparados.
-Estás a punto de joderme la vida, ¿verdad, muchacho?
No se opuso a que su amigo utilizara el término “muchacho” a pesar de que era mucho más mayor
en años que el general. Eso significaba con afecto, lo que fue su perdición.
-Sí, señor. Estoy muy asustado.
Grant sonrió.
-Bueno, una jubilación cómoda sonaba bastante aburrida de todos modos. Dame un par de días para
cuadrar las cosas aquí. Luego allí estaré. Nos vemos pronto.
-Jarrod… Gracias.
-No hay necesidad de eso. Sólo no le digas a mi niña que voy a ir. Quiero que sea una sorpresa.
Oh, lo será. Para los dos.
-Seguro.
Nick colgó el teléfono y no se movió durante un largo rato.
Kalen no se sorprendió de encontrarse a Mackenzie y Melina cuando entraba en la enfermería. La
mujer se paró frente a él, con pose de militar.
-Juro que no voy a hacer o decir nada que lo moleste –dijo él, levantando las manos antes que de
ninguna de ellas pudiera hablar-. Sólo quiero disculparme.
-Él quiere verte. Pero para ser francos, no debería permitirte que estés cerca de él –dijo Melina en
tono duro.
Kalen hizo una mueca de dolor.
-No voy a hacerle daño. Tienes mi palabra.
¿No era así?
¡Mierda!
Los escudos se habían caído sin que él se diera cuenta, y había que concentrarse en la costa de
nuevo. El problema era que sus energías habían recibido un disparo de protección toda la tarde.
-Tienes diez minutos. Está mejor pero todavía no está bien del todo, y no voy a retrasar su
recuperación. Estaremos cerca.
-Estoy seguro que lo harás.
Melina se giró y se marchó, pero Mac se adelantó y le dio un apretón alentador.
-Todo saldrá bien. Está en la tercera habitación a la izquierda. Ve.
-Gracias –dándole a su chica un beso rápido, se encaminó a la habitación de Sariel. Fuera, llamó.
-Pase.
No estaba seguro de qué esperar, pero la visión del príncipe Fae lo detuvo en seco en el umbral, por
culpa de su aspecto feo. Las mejillas del hada estaban demacradas, los ángulos de su cara estaban
más pronunciados de lo habitual. Había ojeras bajo sus ojos dorados que indicaban falta de sueño y
enfermedad. Su largo pelo azul, que normalmente brillaba con la textura del zafiro, estaban
desganados y sin vida, al igual que las alas caídas a ambos lados, con las plumas colgando hasta el
suelo. Cuando miró a Kalen, éste vio que el cansancio en sus ojos dorados mostraba lo anciano que
era, a pesar de su aspecto juvenil.
-Entra y siéntate. No me voy a convertir en un sapo. –dijo Sariel, en un intento de frivolidad.
-No te culparía si lo hicieras –se movió hacia la cama del príncipe y se sentó en el sillón de vinilo-.
Estoy seguro de que odias mi visión en este momento.
El príncipe negó con la cabeza.
-No, no puedo decir que lo haga. Lo que pasó no fue tu culpa.
-¿Cómo puedes decir eso? ¡Dejé salir a Beryl y ella casi te mata!
Él sacudió la cabeza, intentando comprender cómo Fae no podía guardarle ningún rencor.
-Kalen, la bruja estuvo a punto de matarme a instancias de mi padre, no tuya –Kalen suspiró, con
tono resignado. Mi muerte ha sido su meta en los meses pasados, y en estos meses recientes han
estado más cerca que nunca de tener éxito. Él no va a parar hasta que uno de nosotros muera, y la
culpa no puede caer sobre tus pies.
Kalen se sentía cualquier cosa menos inocente. Dios, ¿qué debe ser que tu propio padre quiera
matarte? El padre de Kalen había sido igual, un abusivo viejo hijo de puta, que se divertía
haciéndole daño a su hijo, pero nunca había intentado asesinarlo. Sí, quiero mi semilla muerta. Lo
extenderé en un altar con cadenas y usaré mis propias garras para rebanar sus alas. A continuación,
sus bolas y su polla gritarán en la agonía, pidiendo clemencia. Entonces yo le arrancaré el corazón y
me daré un festín con él.
Kalen miró al príncipe, negando.
-¿Kalen? ¿Qué ocurre?
-Nada –reunió fuerzas, reforzando sus escudos-. ¿Por qué te quiere muerto?
-Soy su único hijo, producto de la violación a mi madre, la reina Seelie. Mis otros hermanos son
legítimos del rey de Seelie, que me crio de mala gana como propio. Como descendiente de Malis,
soy el único que tiene el poder para destruirlo –estudió a Kalen pensativamente-. O eso creía hasta
hace poco.
Kalen ignoró la insinuación del príncipe por el momento.
-¿Y por qué ha esperado hasta los últimos años para ir detrás de ti? Tienes algo así como once mil
años, de acuerdo con lo que escuché.
-Sí, más o menos –su sonrisa era triste-. A pesar de que miles de años son un parpadeo para las
Hadas en general, algunos días parecen una eternidad. De todas formas, en la mayoría de los casos,
se tardan milenios en alcanzar todo nuestro potencial. Y cuando hemos alcanzado nuestra madurez,
conseguimos nuestras alas también.
Los ojos de Kalen se dilataron.
-Mierda. Eso significa…
-Precisamente –el príncipe sonó petulante-. Cuando consigas todo tu poder, conseguirás alas, serás
un joven Fae.
-¿Qué…? ¿Cómo lo sabes? –tartamudeó.
-He sabido que eras Fae desde la segunda vez que introdujiste el compuesto.
-¿Entonces por qué demonios no me lo has dicho? –espetó con irritación-. En vez de eso, tuve que
escucharlo de Malik. Y afirmó que no tenía la menor idea de por qué no tengo alas .
Sariel hizo una mueca
-Como dicen los humanos, mi señor mienta como una jodida alfombra. No creas nada que salga de
su boca, Hechicero. Eso quiero decir.
-De acuerdo. Así que, ¿cómo es que no mencionaste mi herencia?
-Para ser honestos, no estaba seguro de que no lo supieras, y no quería abordar el tema hasta que no
estuviéramos más familiarizados.
-Me parece justo. Supongo que, oye, ¿sabes que te van a salir alas dentro de unos cientos de años?
No es exactamente un buen comienzo –farfulló.
El príncipe sonrió.
-Oh, no creo que vaya a tardar tanto –observó el príncipe-. ¿Qué piensas hacer? Tus poderes son
bastante notables, así que tengo la sospecha de que tus alas crecerán más pronto de lo habitual -. El
príncipe se puso serio, empezando a verse cansado-. Ésa es la razón por la que mi padre tiene
bastante interés en controlarte.
-Sí, ¿cómo puede él controlarme? –preguntó Kalen con frustración.
-Porque él es realmente bueno haciéndolo y no tengo la menor idea de cómo pararlo.
-Él no podría manipularte a menos que tú poseas un toque de oscuridad que él pueda tomar y
convertir en algo terrible y útil para él. Tú lo sabes.
-Jesús –suspiró.
-Tienes razón. Pero, ¿por qué tú no tienes alguna oscuridad que él puede asaltar? Eres su hijo. No es
que me gustaría que la tuvieras, porque no quiero. Sólo pregunto.
-Fui bendecido con las fuertes características reales de Seelie. Eso no me salvó de ser expulsado de
mi reino cuando él decidió ir a por mí, pero al menos no tiene dominio sobre mi mente. Para que
esto valga la pena, siento lo que él hace contigo.
El príncipe bostezó, parpadeando lentamente.
-Gracias –se dio cuenta de que el chico lo decía en serio. Se estudiaron el uno al otro un buen rato, y
cuando terminaron, Kalen no pudo evitar sentir una creciente sensación de parentesco.
¿Era simplemente porque finalmente había encontrado a alguien como él? Se trataba de un tipo
decente al que habían expulsado de su casa, que tuvo que valerse por sí mismo en un mundo cruel,
al igual que Kalen. Tenían un enemigo común. Los dos eran Faes. Y tan increíble como parecía,
algún día tendría alas al igual que el príncipe. Tal vez él viviría once mil años también. Sólo
esperaba no tener que vivir todos esos años lejos de Mackenzie, especialmente no bajo las reglas de
Malik.
-¿Cómo puedo derrotarlo, Alteza?
Sariel asintió con la cabeza, mientras intentaba mantenerse despierto.
-Con tu luz y tu amor –murmuró crípticamente. A continuación sus pestañas se cerraron y luego
respiró profundamente. Regular.
¿Luz y amor? ¿Qué demonios suponía que eso significaba?
-Suena como algo que diría un hada –refunfuñó mientras salía de la habitación.
-Oh, espera, soy un hada también. Pero no del tipo de luz y amor.
Eso explicaba por qué estaba condenado.
Supo por Noah que Mackenzie estaba ocupada en su oficina con una llamada personal, por lo que se
dirigió hacia la sala de grabación. No fue hasta que salió que se acordó de que no sería posible
disfrutar de una ducha juntos como hubieran querido. Tendrían que esperar hasta por la noche.
Mientras tanto, tendrían que seguir el día empapados en la esencia del otro. Todas las criaturas en el
edificio podrían saber a quién pertenecía la hermosa doctora. Y eso le sentaba muy bien.
Mac se apresuró hacia los cuartos de Kalen, intentando no parecer como si estuviera preocupada.
Pero tenía una buena razón para estarlo.
Kalen no se había presentado en la cena. Eso en sí mismo era causa de preocupación entre la
Manada – los hombres amaban su comida y rara vez se perdían una de las excelentes comidas a
menos que uno de ellos estuviera enfermo.
Ella golpeó firmemente la puerta de Kalen. Espero y presto atención por si había señales de algún
movimiento. No hubo respuesta. Golpeó de nuevo, esta vez más fuerte. Nada.
—¡Kalen! —La preocupación paso al miedo, así que ella comenzó a golpear incesantemente—
Abre la maldita puerta ahora misma o…
Está abruptamente se abrió para revelar a su Hechicero parado allí con el torso desnudo, los
vaqueros colgando de las caderas. Su cabello estaba revuelto de esa manera sexy y parpadeó como
si hubiera estado durmiendo la siesta. —O tú soplarás y soplarás y derribarás mi casa.
Ella le frunció el ceño, determinada a que su delicioso cuerpo semidesnudo no la distrajera. —
Sucede que conozco a algunos lobos quienes me ayudarían con eso. ¿Me vas a dejar entrar o
debería ir a conseguir un par?
Él le dedico una sonrisa perezosa. —Valiente ¿no es así? Por favor, adelante.
Haciéndose a un lado, él la dejo entrar y cerró la puerta detrás de ellos. Inmediatamente se abalanzó
y giró alrededor de ella, apoyándola contra la pared en el pequeño vestíbulo. Parecía una pantera,
ella pensó, sus ojos verdes brillaban como gemas, en el poco iluminado, apartamento, su expresión
hambrienta. Peligrosa.
Su boca se abalanzó, capturándola la de ella, su lengua se abrió paso. La besó como un hombre
hambriento, haciendo que cada nervio de su cuerpo sintiera un hormigueo de placer. Su dureza
magra se sentía tan bien, y olía incluso mejor. Como el bosque y el pino, con un toque de almizcle.
Crudo y masculino. Se apartó un poco, dándole una mirada de pura necesidad, y una punzada de
alarma se deslizó a lo largo de su columna vertebral. No por lo mucho que él, evidentemente, la
quería, sino porque el oscuro Hechicero estaba de vuelta. El maligno quien no tomaría prisioneros,
no mostraría piedad.
Como si sintiera su ansiedad, le tomó la cara y susurró: —Nunca te haré daño. Nunca. Primero me
muero.
—Te creo. —Puso una mano sobre su pecho, sintiendo su corazón latir con mucha fuerza. Fuerte y
constante.
Igual que su mirada, llena de feroz determinación para evitar las sombras. Por ella. —Llévame a la
cama. Por favor.
Con un gruñido, él la levantó en sus brazos y se dirigió a su dormitorio. Ella nunca había estado allí,
pero era el mismo diseño que tenían los otros miembros de la manada, pero más dispersos en el
mobiliario. No había decoraciones o detalles personales en absoluto. Teniendo en cuenta sus
antecedentes, no era sorprendente, pero era triste. Ella cambiaría eso si él se lo permitía.
En su habitación, la puso suavemente sobre las cobijas como si fuera el regalo más precioso de la
tierra. Su pulso se aceleró, ella lo miró mientras él se bajaba los vaqueros y la ropa interior,
dejándolo desnudo. El hombre era un delicioso banquete para todos los sentidos. Este chico malo
con las uñas y los ojos pintados de negro.
Ella siempre había tenido debilidad por los chicos malos. ¿No tenía un montón de chicas buenas?
—Te extrañé en la cena.
—Me quedé dormido —, dijo mientras se arrodillaba sobre la cama y se arrastraba hacia ella.
—¿No tienes hambre?
—Oh, sí. —Sus labios se curvaron hacia arriba y alcanzó el botón de sus pantalones—. No sé por
qué te has molestado en ponerte esto de nuevo.
—Porque tengo un pequeño problema con estar desnuda delante de todos los hombres. Incluso si
ellos no tienen el mismo problema. — La manada no se preocupaba mucho por caminar desnudos,
antes o después del cambio. Era buen alimento para la vista.
—Así es. —En corto tiempo él tenía sus pantalones y la ropa interior fuera, la blusa y el brasier
pronto los siguieron, uniéndose al resto en el suelo. La única cosa que tenía era el colgante de plata
alrededor de su cuello, cayendo entre sus pechos.
—Usted, señorita, se ve lo suficientemente buena para comer.
—Yo primero. ¿Sí? —Extendiendo la mano, ella envolvió sus dedos alrededor de su erección.
Respirando profundamente, él sacudió sus caderas hacia ella. —Lo que tú quieras, cariño.
Con impaciencia, ella acarició su fuerte miembro, amaba la dureza sedosa de su piel deslizándose a
través de su palma. Disfrutaba la emoción de hacer temblar a un hombre, reduciéndolo a una masa
temblorosa de deseo. Los hombres creían que eran tan poderosos, pero con el toque de una amante,
siendo acariciados, lamidos y chupados. No eran tan poderosos.
Doblándose, probó la cabeza de su polla, capturando la perlada gota que había escapado de la
hendidura. Él gruñó, urgiéndole, y ella lo tomó en su boca al mismo tiempo que acunaba sus bolas.
Nunca se cansaría de esto.
Lo lamió lentamente, tomándolo hasta el fondo, desde la base y arriba hacia la punta. Chupó y
babeó como si él fuera una palera, mientras masajeaba sus pesadas bolas. Incluso trazó el camino
del tesoro que llevaba desde su estómago hasta el nido de cuidado pelo negro en la base. Tan
varonil.
—Cariño, no voy a durar si sigues con eso. —Con cuidado se desenganchó y le dirigió una sonrisa
maliciosa—. Mi turno.
Ella lo dejó empujarla de regreso sobre la cama, admirándolo mientras se acomodaba entre sus
piernas y las abría. Desnudándole para su apreciación. Que vea todo lo que quiera —aunque no le
gustaba desnudarse frente a toda la Manada, no era tímida respecto a su cuerpo. Nunca lo había
sido. No, como adulto, siempre había sido una mujer sensual, muy en armonía con sus necesidades
y sin miedo a satisfacerlas cuando se presentara la oportunidad.
Y este hombre más que la satisfacía.
—Eres hermosa —murmuró él.
Recostándose, acarició su sexo con la barbilla. Probó un bocado. De inmediato ella se derritió, se
dejó a su cuidado. Su lengua apartó sus pliegues, lamió con lenta meticulosidad. Ella gimió, dejó
que sus piernas se abrieran aún más.
—Dios, sí. Cómeme —le rogó.
Él hizo un sonido de placer y su lengua se hundió más, acariciando sus muros. Ella jadeó, dándose
cuenta de que había soltado a su pantera lo suficiente para que sus garras se le hundieran en las
caderas y su lengua gatuna la satisficiera de la manera más fetichista que ella se hubiera imaginado.
—Tan endemoniadamente dulce. —Su voz era grave—. ¿Por qué pensé alguna vez que eras
inocente? Vaya chica mala que eres.
—Sí, y te encanta.
—Así es. ¡Y eres mía!
—¡Tuya! Por favor… —Agarró con fuerza su cabello.
—¿Quieres mi polla, cariño?
—¿Tienes que preguntar?
Trepando sobre ella, sonrió y encontró su mirada, y ella obtuvo otra sorpresa. Sus ojos eran elípticos
—como los de su pantera. Eran cautivadores. Fieros.
Después de posicionar su polla en su entrada, entró con facilidad. Acomodando sus codos a cada
lado de la cabeza de ella, empujó, enterrándose hasta las bolas.
—Sálvame, Mackenzie —susurró—. Aparta la oscuridad. Se mi luz.
Oh, Dios, ella lo intentaría. Por él.
Al tiempo que empujaba con fuerza y más rápido, ella comenzó una espiral hacia el borde del
orgasmo. Mientras eso sucedía, se dio cuenta de las facciones de él se afilaron más. Un cambio a la
mitad, se dio cuenta. Había visto que los hombres tomaban la mitad de sus formas en ocasiones,
pero nunca desde esta perspectiva. El sexo así era más atrevido; era increíble. Y también provocaba
que apareciera una bandera roja de alerta.
Ella no podía hacer caso a esa alerta incluso si pudiera entender lo que decía. Para cuando o
adivinó, era demasiado tarde como para detener lo que pasó a continuación.
—Mía —gruñó, empujándola contra el colchón.
—¡Sí! ¡Cógeme!
Justo cuando comenzó ese familiar e increíble ritmo rápido, Kalen enterró sus dedos en el cabello
de ella, lanzando su cabeza hacia atrás y ligeramente hacia un lado. Por un segundo, ella lo
permitió, posicionado sobre ella, jodiéndola sin sentido, su brutal rostro hermoso lleno de ángulos y
planos, sus enormes caninos a la vista.
—Kalen, espera—
Luego él atacó, hundiendo sus colmillos en su garganta. El dolor cegador no era nada como lo que
hubiera experimentado antes —pero de inmediato fue reemplazado por éxtasis que detonó su
cuerpo. Su orgasmo explotó y ella gritó mientras se golpeaban sus cuerpos una y otra vez. Una ola
tras otra de euforia tan intensa que casi se desmayó.
Un lazo dorado se estrechó entre ellos, con fuerza. De alguna manera ella sintió que este era el lazo
que los uniría para siempre.
El lazo que él había hecho sin preguntar.
Ella apenas estaba al tanto de que él tomaba su sangre, luego cuando finalmente removió sus
colmillos y lamió las heridas. Cuando salió de ella y la acurrucó a su lado.
Luego la habitación y su amado se desvanecieron.
Kalen miró a su mujer —vaya, su pareja— hundirse en un sueño ligero y apartó un rizo de su
rostro. Una ola de felicidad lo volvió tan débil que fue una ventaja que estuviera recostado.
—Eres preciosa para mí —le dijo a su forma durmiente.
¿Amor? Quizás no aun. Pero estaba cayendo rápido. Ella ya tenía una pieza de su corazón, y su
alma le seguiría pronto.
Ahora que lo pensaba, casi entró en pánico. ¿Y si Malik había escuchado eso? Pero no había nada
mas que silencio en su cabeza, y el nuevo y milagroso lazo uniéndolo a su pareja.
Él quién nunca había tenido a nadie o nada para llamar suyo ahora tenía una razón para luchar. Y
para ganar.
Curvando su cuerpo protectoramente contra el suyo, él la abrazó con un brazo a su alrededor,
empujando su espalda tan cómodamente hacia su parte delantera como fuera posible. Luego instaló
las mantas sobre ellos y se quedó frito.
Algo más tarde, no estaba seguro de qué le despertó. Atontado, buscó a Mackenzie, solo para
encontrar su punto vacío. Sentándose, dejó que sus ojos se ajustaran y apenas percibió su forma por
la cama.
—¿Qué estás haciendo?
—Vistiéndome. —Sus palabras como sus movimientos, eran afiladas.
Tanteando por la lámpara en la mesilla de noche, él la encendió y parpadeó hacia ella.
—¿Por qué? ¿Adónde vas?
—Devuelta a mi dormitorio. —Sus labios estaban presionados en una delgada y enfadada línea
cuando tiró de sus pantalones.
Oh, mierda.
—Pero... creía que te quedarías aquí conmigo. ¿Qué pasa?
—Solo asumiste, ¿eh? —dijo ella bruscamente, poniéndose su camisa—. ¿Como te figuraste que
estaba bien y era genial morderme, para emparejarme sin discutirlo conmigo primero?
Él salió disparado de la cama, alcanzando su mano.
—Bebé, escúchame...
—¿Como me escuchaste a mí? —Ella apartó su brazo de su agarre. —¡No me toques!
Esto no podía estar ocurriendo.
—¡Mi pantera quería reclamarte desesperadamente, me estaba desgarrando! No pude sujetarla—
dijo él, la voz alzándose con su miedo—. ¡Y pensé que también lo querías!
—¡Pero no preguntaste! —gritó ella, empujándole en el pecho—. Me quitaste mi derecho a elegir, y
el vínculo entre Compañeros nunca puede ser deshecho excepto si uno de nosotros muere.
Eso le golpeó fuerte, y se sentó en el lado de la cama. La aplastante tristeza casi le abrumó.
—Lo siento. Lo desharía si pudiera, si eso te hiciera feliz.
Eso, por supuesto, era otra cosa equivocada que decir.
—Es un poco tarde para preocuparse por cómo me siento, ¿no?
—No. Siempre me preocupas—dijo él tranquilamente—. Es solo... creí que me querías de vuelta.
No dijiste que no.
—Intenté decirte que esperases—siseó ella furiosamente.
—Lo siento, pero no te oí. Y ¿cómo podía detenerme? ¿Te habrías negado a emparejarte conmigo?
—No lo sé. —Ella sacudió su cabeza—. Ese no es el punto.
—No estoy de acuerdo. No creo que sea justo cuestionarme si habrías dicho que sí de todas formas.
—Oh, ¿lo habría hecho? —Sus ojos destellaban fuego azul. —Tu tonto arrogante. Te terminado de
hablar sobre esto. Vuelvo a mi dormitorio, y apreciaría si me dejas sola durante un rato.
Él tragó el nudo de dolor en su garganta.
—¿Cuánto tiempo?
—Hasta que esté lista para hablar. Te lo dejaré saber.
Esta vez él no intentó detenerla. Después de dejar la habitación, él colgó su cabeza y escuchó,
captando el ominoso clic de la puerta al cerrarse en el vestíbulo.
El horrible ardor comenzó en su pecho, extendiéndose por su garganta, sus ojos. Intentó como pudo
detenerlo, no podía. No había llorado desde la noche hacía tanto tiempo cuando finalmente estaba
tan hambriento que había entregado su virginidad a un sucio callejón por unos míseros dólares.
Había terminado roto y sangrando, dejado en el suelo para pudrirse con el resto de la basura. Y
después de haberse secado su cara, había jurado que nunca derramaría otra lágrima. No por nadie,
otra vez.
Pero nunca había esperado que algo posiblemente pudiera herirle peor que esa horrible noche.
Incluso podía sentirse otra vez como algo usado y feo para ser descartado.
Y dejó que las lágrimas cayeran porque no podía contenerlas.
Su gato aulló con angustia, pero no había consuelo para ser encontrado por ninguno de ellos. No
estaba seguro de cuánto tiempo estuvo allí sentado, desnudo y temblando en la oscuridad, cuando
oyó esa voz. Su voz, tan baja y reconfortante.
¿No te dije que esto sucedería? ¿Nunca escucharás? Preocuparte por esas criaturas inferiores y te
harán daño una y otra vez.
—Me avisaste— admitió él, el corazón dolorido.
Te quiero, mi chico. Estoy aquí para ti, deja que tu alma sea liberada.
Alguien ahí fuera se preocupaba por él. Tan necesitado por creer eso. Tenía que tener algo para
seguir, o podría comprobarlo también.
No te permitiré morir. Estás destinado para la grandeza a mi lado.
Él cerró sus ojos.
—No puedo soportar este dolor mucho más. No puedo seguir solo, sin alguien de los míos quién de
una mierda por mí. Hazlo parar. Por favor, te lo suplico.
Eres el único con el poder para terminarlo, mi chico. No sientes el poder en tu interior, fluyendo a
través de tus venas? Toma el control. Enfoca tu magia. Deja que todo ese dolor y enfado se el
combustible que lo guía. ¿Puedes sentirlo?
Las palabras latían en su cráneo, un relajante consuelo en un océano de caos. Kalen encontró su
centro y lo pulió en el pulso de la magia. Justo allí, residiendo en su núcleo, listo para hacer su
órdenes.
—Sí, lo siento.
Bien. Ahora agarra el hilo de tu enfado y trénzalo cuidadosamente alrededor del carrete de luz que
es tu magia.
Concentrado, él imaginó su rabia como una cinta negra, fluyendo libremente a través de su cuerpo.
Sin trabas, sin propósito. Entonces tomó una punta y comenzó a retorcerla a través de la esfera de
luz en su centro, dónde comenzaba la magia. Él giró la cinta alrededor de toda la magia, girándola
como caramelos de menta —solo con negro en lugar de rojo.
—Hecho.
Excelente, mascota. Podrías destruir una ciudad entera con la fuerza que hay dentro de ti ahora.
¿Ves?
—Sí. Se siente fantástico. —Sin negar la verdad.
Puedes hacer eso en cualquier momento que desees. Úsalo bien cuando practiques tus habilidades
contra los pretenciosos que se llaman tus amigos. ¿Recuerdas lo que te dije que hicieras?
—Una pequeña desgracia, una oscura broma. Nada demasiado notable.
¿Cuándo comenzarás?
—Lo primero en la mañana. En el desayuno.
Muy bien. Idea algo especialmente desagradable que disfrutará observando.
—Oh, lo haré. —Él sonrió a la perspectiva—. Nadie me hará daño otra vez.
No, porque tú se lo harás a ellos. A todos ellos, eventualmente.
Su ingle se tensó con la perspectiva.
Ahora para tu primer examen real. Baja los escudos alrededor del complejo para que pueda entrar.
Su resolución flaqueó.
—¿Qué? ¿Ahora?
Sí. Bájalos.
—Yo... no puedo. —Su corazón latía por la confusión.
Puedes. ¿No deseas tu premio de sangre?
—Lo hago, pero... les harás daño.
No lo haré. Esa es tu tarea. La venganza exacta en esos que te han dañado.
Él dudó, en repentina confusión.
¿Recuerdas cuan rica sabe mi sangre, cuan delicioso es nuestro vínculo? Solo imagínala en tu
lengua, como chocolate y vino, como recordarás.
Ondeando una mano, él entonó unas pocas palabras, y las guardas cayeron. Inmediatamente, una
figura oscura caminó desde las sombras más allá de la piscina de luz de la lámpara.
—Ven a mí, chico.
De pies, él caminó hacia Malik, sin importarle que aún estaba desnudo. Pero difícilmente
importaba. El otro macho estaba en su verdadera forma Unseelie, en toda su brutal y terrible gloria.
Era muy alto, su cabeza caso tocaba el techo, sus alas curtidas ligeramente extendidas, ocupando la
habitación. Era todo músculo, fuerza bruta, impresionante como siempre.
Cuando Kalen estuvo enfrente de él, el Unseelie acunó la parte de atrás de su cabeza y lanzó la cara
de Kalen hacia la curva de su cuello.
—Toma mi sangre de la manera de tu raza. Sé que quieres hacerlo.
Lo hizo. Su boca estaba salivando con la perspectiva. Sus colmillos se alargaron y atacó
rápidamente, hundiéndoles en la carne del macho. El oscuro néctar golpeó su lengua y él gimió,
tragando todo lo que podía. Tan bueno. La salvaje potencia de ésta le excitó contra su voluntad.
Los sentimientos no eran por Malik después de todo. Pero la tentación de la oscuridad, el mal, esa
era otra cuestión. La avalancha fue un millón de veces mejor que cualquier droga de la calle, y
mucho más adictiva. Ya no podía detener más el éxtasis que inundó su ingle y sus pelotas que podía
haber detenido su corazón de latir.
—Has tenido suficiente. —El Unseelie le apartó, haciéndole retroceder.
—¡No! Por favor, necesito más. —El odiaba al bastardo por hacerle suplicar.
Malik sonrió, pareciendo más malvado.
—Y lo tendrás, la próxima vez que me complazcas. Infórmame mañana, después de haber
completado tu primera tarea.
—Sí, Malik.
El Unseelie levantó una mano y recorrió una garra por su mejilla. Curiosamente, su expresión se
suavizó.
—Compláceme, chico.
Semejante gesto paternal, acompañado por las palabras que había oído hacía mucho de su propio
padre.
—Gracias. —Dios, la había fastidiado tanto.
En un parpadeo, el Unseelie se había ido.
Cayendo de vuelta en la cama, Kalen tomó su polla en la mano. El flujo del embriagador éxtasis
tenía que ser liberado o perdería la cabeza. Si no lo había hecho ya. El néctar fluía como heroína en
sus venas, seduciendo. Justo, sospechaba, como Malik había previsto, pero no le importaba.
Con su vara en un puño, golpeó firmemente. Apretando. Sus pelotas se prepararon y solo llevó unos
pocos pases más antes de que su liberación golpeara, los chorros llegaron sobre todo su vientre.
Incluso algo en su pecho. No había nada como la atracción de la sangre del Unseelie tenía sobre él.
Fácilmente podía convertirse en adicto.
Como si pudiera tener a su compañera que no le hubiera rechazado.
Obviamente eso habría sido un sueño imposible. Esto, de alguna manera, era real.
Antes de caer dormido, entonó unas pocas palabras, reemplazando las guardas mágicas sobre el
complejo.
Aunque en alguna oscura esquina de su corazón, él había estado tentado de dejarlas bajadas.
No estarás solo. Estaremos ahí contigo en cada paso del camino. Pero ellos no podrían seguirlo a
través, sin importar sus buenas intenciones, pensó Kalen. La oscuridad dentro de él estaba echando
raíces como una planta que ha estado muriendo de ser por demasiado tiempo. Se enrosco en su lado
y miro fuera de la ventana del cuarto al aparentemente radiante día. Al más allá exuberante bosque,
atrayendo a su pantera a ir por una carrera.
Pero incluso esa pequeña felicidad le había sido quitada, a menos que se quisiera arriesgar a ser
llevado a la guarida de Malik de nuevo. Perezosamente, miro su mano descansando en la cama.
Concentrándose en su pantera se permitió un pequeño cambio y una de sus filosas garras creo de su
dedo índice. Un arma mortal que sirve para atravesar un enemigo. Especialmente cuando él era uno
de ellos.
La garra serviría como una perfecta cuchilla. Con el corazón martilleando, coloco la punta de la
garra contra la parte interior de su muñeca izquierda. ¿Podría hacerlo? ¿Hacer un par de cortes
profundo y simplemente esperar hasta que el dolor terminara para siempre? La amistad de Nick, el
apoyo de la Manada, incluso el amor de Mackenzie, eran condicionales. Ellos lo aceptarían siempre
y cuando él no lo arruinara, lo que él hacía, frecuentemente. No tenía nada. No tenía un hogar real,
una pareja que no lo quería, y solo un malvado bastardo que sí. Terminaría dañando a todos lo que
nunca había querido que se preocuparan.
Te liquidare, había dicho Nick. ¿Por qué esperar? Los recuerdos de hacerle el amor a Mackenzie
robaron sus pensamientos sin invitación. De sostenerla cerca, piel con piel, solo escuchándola
respirar. Las agridulces imágenes gradualmente aliviaron la agitación en su mente. Calmaron la
desesperación. A pesar de la pena del camino que ha recorrido para llegar a este punto, no estaba
listo para darse por vencido. No aún. Cuando y si él caía, su muerte debería tener sentido. Propósito.
Hasta eso, él tenía que aguantar. Otra hora. Otro día más. La garra se retracto y él comenzó a
relajarse.
Ven a mi chico. Tengo una tarea para ti.
Miro fijamente a la maldita voz del Unseelie en su cabeza, aunque medio había estado esperando al
estúpido para entrometerse en la estela de sus últimos pensamientos.—No puedo hacer eso,—le
espeto para enmascarar su miedo.—El la mitad del maldito día. Todos querrán saber a dónde voy.
No me tomes por idiota. Eres un Hechicero. Simplemente encubre tu paso y nadie lo sabrá.
No necesariamente cierto. Él podía pensar en alguien que podría, pero cuidadosamente guardo ese
nombre.—Es un riesgo innecesario.
Y una prueba. No retes mi paciencia. Solo trae tu trasero aquí.
Kalen levanto la ceja. ¿Una grieta en la fachada comúnmente fresca y persuasiva del Unseelie?
Interesante. Lo que sea que Malik estuviera haciendo, era asunto de cierta urgencia, y su curiosidad
saco lo mejor de él.—Estaré allí. ¿Estás en la cabaña?
No. Sigue nuestro vínculo, y me encontraras.
—O podría solo seguir el hedor.
La agonía apuñalo a través de su mente como un ligero castigo, allí y se fue tan rápido que apenas
tuvo tiempo de halar aire. La conexión entre ellos se desvaneció, pero sus órdenes fueron claras.
Dios, como deseaba poder arrancarle la garganta al bastardo. Pronto un día, se prometió a sí mismo.
Pero él era el único que podría acercarse lo suficiente para aprender los planes de Malik para sus
supuestos súper cambiadores. Para ayudar a la Manada a detenerlo. Si solo pudiera aguantar.
Considerando sus opciones, caminando a través de la ocupada vivienda, incluso encubierto, no
sonaba una gran idea. Nick o uno de los otros podrían recoger su fuerza vital moviéndose en sus
alrededores.
Usando su magia para trasladarse era una forma de ir, pero un método que rara vez usaba. Requería
demasiada concentración y destruye su energía demasiado rápido. Pero justo ahora, era la mejor
manera. Cerrando sus ojos, dejo que el cuarto se apartara. Concentrándose en su respiración,
buscando su centro.
Luego abrió su mente al negro hilo del vínculo conectándolo con el Unselie. Se estiro pasando los
límites del recinto, más allá del bosque, a lo largo de kilómetros casi en la cuidad de Cody. ¿Qué
estaba haciendo Malik allí? Sin tiempo para dilatar en ello. Reuniendo su magia, concentro su
poder. Dirigiéndolo a romper cada particular de su cuerpo a nada más que neblina, una peligrosa
transición si pierde su agarre del poder.
Dejó que su cuerpo comenzara el viaje, sintió que se desplazaban por el espacio. Cada vez más
rápido, siguiendo el hilo oscuro hasta el final, a Malik. Al llegar a su destino, su forma, una vez más
se hizo corpórea. Sus botas tocaron tierra firme y tomó una respiración profunda, tambaleándose un
poco. Intermitente los puntos de su visión. ——Mierda, eso me tomas arriba cada vez.
Malik estaba a pocos metros de distancia, con su disfraz de Evan Kerrigan. Se parecía a cualquier
hombre de negocios con clase de paseo al mediodía, con el pelo oscuro hacia atrásy sombrillas
posadas en su rostro anguloso.
—Lo que sea. — Mirando a su alrededor, él frunció el ceño. —¿Por qué estamos parados en el
medio de un parque? ¿Dónde estamos, exactamente?
—Sí, es bueno. ¿Qué es lo que este lugar tiene que ver con todo esto?
—¿Eres tan miope? Mira a nuestro alrededor. Es el lienzo perfecto para la primera pasada de
nuestro pincel.
—¿Qué quieres decir? — Cuando Malik simplemente le dio una mirada burlona, el temor se deslizó
a través de su estómago.
—No estás planeando hacer daño a alguna de estas personas, ¿verdad? —El Unseelie se burlaba de
eso.
—¿Cómo puede alguien que ha vivido su vida siendo un corazón sangrante? Tu vagó a través de
una ciudad como ésta, en sus días de estar muerto de hambre y sin hogar. ¿Acaso una sola de esas
personas jamás te ofreció una mano? "Él no respondió eso. Por supuesto, nadie lo había hecho. En
cambio, él negó con la cabeza.
—Eso no significa que las personas merecen morir por la indiferencia de los demás. No habría
nadie se en la tierra si-
—Sí, sí—, el Unseelie lo interrumpió con impaciencia. —He oído todo. Aun así, ninguno de estos
seres humanos están sin sus defectos. El corredor que nos pasó es infiel a su esposa. La pareja
caminando su perro por allí cerró la puerta en la cara de un boy scout que fue recogiendo latas de la
despensa de comida local. Ese mismo boy scout golpeó a otro estudiante en la escuela el día
anterior, sus nombres llamando. Nadie es inocente, Kalen.
—Pero-
—Esta belleza que se ve es una mera fachada. Por eso te he traído aquí, por un simple recordatorio.
Y un segundo ejercicio hacia su tutela, también.
—Mi Sluagh están llegando de esta manera. Ellos deben viajar a pie, ya que hay demasiado para mí
y se combinaron para transportarlos por arte de magia. —Sus ojos eran como una serpiente,
brillante y fría.
—Van a nivelar este pequeño oasis bonito y devorar a todos sus habitantes, mientras tú y yo
estaremos aquí y nos reiremos de sus gritos.
—No hay jodida manera que voy a permitir que masacre a estas personas, y mucho menos ayudar a
hacerlo.
—Lo haras. — Tendió la mano, el Unseelie puso su mano sobre la frente de Kalen. —Lo que es
más, podrá disfrutar de cada segundo con sangre.
—No, yo-
Su vínculo se abrió y se inundaba cada célula, la prisa de Inc. negrura tan fuerte, tan doloroso, que
casi lo envió a sus rodillas. Luchó contra la creciente marea del mal y supo al instante que no podía
luchar esta batalla y ganar-no sin la fuerza del amor de su pareja a su lado. No sin su olor, su
cercanía, su fe en él. No tenía equilibrio. Sintió que el cambio tenía lugar en su mente, sintió la
caída en la depravación. No podía detener por completo. . . . Pero la desesperación, le arrebató una
imagen de la sonrisa de Mackenzie, la forma en que lo miraba cuando era feliz. Tomó esa foto y la
guardó cerca de su mente y corazón, así como la parte dañada de su alma se regocija en la
posibilidad de infligir el sufrimiento de los demás.
—Eso es, hijo mío, — dijo la voz de Malik en la vorágine. —Has sido herido mucho, ¿verdad? Tú
quieres venganza. Deja que te llene.
Respirando con dificultad, luchó en contra de dar fuera. Es casi más fácil antes de que él hubiera
reclamado a Mackenzie. Por lo menos entonces, sin la solidez de su vínculo para competir de
Malik, había habido poco sentido de lo correcto e incorrecto para hacerlo pedazos. No hay luz para
luchar contra la oscuridad. . .
Luz y amor. Esto es lo que Sariel había querido decir su único salvador. Pero la batalla interna lo
estaba matando con tanta seguridad como la verdadera guerra sería, cuando llegara el momento.
—Excelente, — ronroneó en alabanza, frotándose el hombro de Kalen en el afecto. Afecto sabía que
el Hechicero anhelaba más que cualquier alcohol o drogas en el planeta.
—Estarán aquí dentro de poco. Te quedarás a mi lado a pesar de todo. En el momento en que su
comandante y sus perros aprenden del ataque, será demasiado tarde.
—Ya me ha oído, muchacho. — El rostro del Unseelie se endureció. —No me vas a fallar.
El o bien lo que no se dijo, pero sonó en los oídos de todos modos de Kalen mientras miraba hacia
atrás. Simplemente no había manera de que pudiera permanecer impasible mientras personas
inocentes mueren. No importa cuán fuerte su lazo era con Malik, no importa lo mal que su alma
gritó por sangre. Ignorando el grito de ira de Malik, Kalen desapareció, tele transportación en el
compuesto. En sus habitaciones, él se paseó por la sala de estar, luchando para fortalecer sus
escudos y empujar la parte de atrás del mal en un remoto rincón de su alma. Tenía que mantener su
ingenio sobre él.
Lucha contra esto. Le diría Nick. Ahora mismo. Empujando al pasillo, corrió hasta el final y
rechazó el que lleva a la oficina de Nick. Golpeó dos veces y escuchó llamar a Nick para que
entrara dentro. Él cruzó el umbral y cerró la puerta.
"Te ves muy serio", comentó el jefe, dejando a un lado una pila de papeles.
—¿Qué tienes en mente? — Cuidadosamente levanto sus escudos, se encontró con la mirada del
otro hombre. —Acabo de ver a Malik.
—No, él no está aquí, — le aseguró Kalen. —Él me llamó a un pueblo no muy lejos de Cody a
contarme que su Sluagh van a atacar y matar a todos allí.
Bajando a sí mismo en la silla de nuevo, Nick dejó escapar una maldición vil.
—¿Cuándo?
Otra hoja quemó el cerebro y la habitación daba vueltas. Apenas registró a Nick gritando su nombre
mientras se desplomaba en el suelo, boca arriba. La cara de preocupación del comandante apareció
sobre él y luchaba por hacerle entender.
—Él. . . —Una tercera lanza de la agonía al rojo vivo. Líquido corrió por la nariz. Sangre. —
Ayúdales, Nick. . . Ahhh!
La cuarta vez fue demasiado. Retorciéndose, gritó mientras su cerebro estaba destrozado, molécula
por molécula. A lo lejos, oyó gritar a Nick. Y entonces no había nada.
***
Mac estaba debatiendo la conveniencia de ir a buscar Kalen, tal vez romper el hielo, cuando estalló
una conmoción en el vestíbulo de la enfermería.
Nick. Inmediatamente se dejó caer en el portapapeles que contiene la carta de Sariel y corrió. En el
pasillo, casi chocó con Melina, y la otra mujer se puso por delante. Cuando doblaron la esquina, el
corazón casi se detuvo. Nick se movía hacia ellos rápidamente, Noah sobre sus talones. Pero la
atención de Mac se centró en Kalen, flojo en los brazos de Nick, la cabeza echada hacia atrás, los
ojos cerrados. La cara de su compañero estaba cubierta de sangre. Cristo, había incluso corrido en
su pelo.
—Primera sala de trauma, — Melina gritó, señalando dentro —¿Qué que pasó?
—¿Crees que el Unseelie es el responsable? — Preguntó Melina. Cogió una linterna, se deispuso a
abrir una tapa y brilló en un ojo. Noah comenzó a tomar la presión arterial de su paciente, respondió
Nick.
Mac tomó la palabra, incapaz de ocultar el temblor de su voz. —Mi conjetura es que está usando su
lazo para controlar a Kalen. Al tratar de transmitir información que pueda ayudarle, él cruzó la
línea.
—Y ahora está pagando—, dijo Nick con gravedad. —Cuando llegue mis manos ese maldito
demonio, voy a matarlo.
—Vas a tener que hacer cola—, Mac le dijo. Noah intervino. —Normal, el pulso es constante.
—Las pupilas están reaccionando normalmente también— Melina puso en el, aliviada visiblemente.
"Esa es una buena señal, aunque me sentiré mejor cuando recupere la conciencia.
De repente la garganta de Mac gruño con el esfuerzo que le costaba no llorar. Su compañero parecía
tan vulnerable tirado, golpeado por una fuerza invisible. Debe de haber dado un gran pozo de fuerza
interior para ir contra el líder de los Unseelie.
Fue en busca de un paño estéril, ella limpió la cara de Kalen. Señaló que había sangrado un poco de
las orejas y limpió aquellas de la mejor manera que pudo, también. Su pelo tendría que esperar
hasta que pudiera ducharse.
Mac saltó para ayudar a la enfermera y juntos se metieron la camilla a una habitación privada. Noah
le ayudó a desnudarlo, despojarlo hasta los calzoncillos. Cuando lo metieron en una bata, ella trató
de no mirar el perfecto, cuerpo delgado de su amante. Pero pensar en lo que estaba pasando la
serenó lo suficiente rápido. Mientras acariciaba el cabello de Kalen, Noah salió de la habitación.
Durante varios minutos, ella simplemente estaba junto a él, consciente de que ella podría haberlo
perdido. Por el capricho de un hijo de puta del mal, podría estar muerto en estos momentos. Y
nunca habría sido capaz de hacer las paces con ella. . . su compañero.
—Mi compañero—, susurró, trazando la línea de su mandíbula. Sus labios. Tenía un compañero. Y
si Kalen le diera otra oportunidad, ella empezaría a ser uno de verdad a él.
9
Despatarrada en una de las incómodas sillas de vinilo de la enfermería, Mac hizo una nota mental
para golpear a Melina para dar mejores órdenes. No es que su búsqueda la guiara a alguna parte. El
otro médico estaba tan tenso con su presupuesto que podría hacerle chillar por misericordia.
Un pequeño movimiento en la cama interrumpió sus reflexiones y se sentó, acercándose al lado de
Kalen. Hubo una rápida sacudida detrás de sus párpados y gimió, comenzó a golpear un poco,
quizás enfrentándose al enemigo en sus pesadillas.
—¿Kalen? —Ella tocó su brazo, observando por cualquier movimiento. Los pacientes que han
pasado por malas experiencias podían ser violentos al despertar —y ella tenía una razón extra para
ser precavida—. Hey, vuelve a mí.
—¿M-Mac? —Lamiendo sus labios, él parpadeó lentamente, intentando enfocarse en su cara.
Ella tuvo que sonreír.
—Es la primera vez que me has llamado por mi apodo.
—Cansado.
—Lo sé, cariño. —Ella acunó su cara, incapaz de acercarse lo suficiente—. Nos diste un buen susto.
—¿Qué ocurrió?
—¿No lo recuerdas? Nick dice que te desmayaste en su oficina. Le estabas hablando sobre el ataque
que Malik planeaba sobre una pequeña ciudad fuera de Cody.
Durante unos pocos segundos, él parecí procesar lentamente esto, confundido, como si ella no
estuviera hablando su lenguaje. Entonces una mirada de horror floreció en su cara cuando intentó
sentarse.
—¡Dios, el ataque! ¿Ha ocurrido ya? ¿Dónde...
—Tranquilo—dijo ella, empujándole hacia atrás gentilmente, intentando calmarle—. Has estado
inconsciente durante cuatro horas. Nick envió a un par de los chicos para explorar el área del que le
hablaste, pero no te preocupes. Están tranquilos, buscando y mirando dónde están Malik y sus
Sluagh antes de llevar al resto del equipo.
—Iré con ellos—dijo él firmemente.
—Como uno de tus médicos, aconsejo enfáticamente contra cualquier actividad rigurosa hasta
mañana, al menos. Eso incluye batallar a los feos seguidor Unseelie.
—Doc, no lo estoy preguntando. Te estoy diciendo que saldré de esta cama y me iré. —Con eso, se
sentó y comenzó a tirar de su IV.
—¡Para! — Ella golpeó su mano—. Vas hacerte daño. Déjame traer a Melina y discutiremos tus
opciones.
—No. Estoy fuera de aquí. Puedes quitarme la IV o me la quitaré yo. Tú eliges.
—Espera un segundo—rogó ella. Ondeando una mano para abarcas la sala, intentó una discusión
diferente—. Esto es lo que Malik es capaz de hacerte por contar sus secretos. ¿Cuan malo será si
actualmente te presentar y luchas contra él?
Su mandíbula se tensó.
—No me sentaré aquí y me esconderé como un cobarde mientras el resto del equipo le está
enfrentando a él y a su perros basura, saliendo herido o peor.
—Pero ¿y si él te toma otra vez y luchas contra tus amigos en lugar de con ellos? ¿Entonces qué?
Nick tendría que matarle. Ambos lo sabían y ese conocimiento colgaba en el aire entre ellos.
—Entonces conseguiré a lo que he venido—dijo él, su expresión triste. Determinado—. Pero me
gusta pensar que soy más fuerte que Malik. Que puedo golpearle.
—¿Puede oírte ahora? —La posibilidad la puso nerviosa como el infierno.
Kalen paró, luego sacudió su cabeza.
—Él no me ha sintonizado por el momento. Adivino que está ocupado con sus planes.
—¿Crees que sabe exactamente lo que le dijiste a Nick?
Él frunció el ceño.
—No estoy seguro. Sé que mi vínculo con Malik físicamente me castiga por ir contra él. Si es
consciente cuando ocurre es algo que supongo que averiguaré.
Y no en una manera agradable.
—Por favor, quédate aquí—suplicó ella—. No podemos perderte.
El silencio cayó durante un largo momento, él la estudió, y una mirada extraña en su cara.
—¿Dijiste nosotros?
—Nosotros, el equipo. —Su corazón latió furiosamente contra su esternón—. Eso es todo lo que
quiero decir.
—¿De repente te preocupas? No sé por qué. —Él apartó la mirada, los ojos verdes sombríos—. Te
reclamé sin preguntarte primero. Soy un pedazo de mierda que te ha metido a ti y a todos los demás
en nada más que en problemas.
—Eso no es cierto—siseó ella—. Sí, estaba cabreada. Pero me di cuenta que era demasiado dura
contigo. Debería haber escuchado cuando intentaste explicarte.
—No, hiciste lo correcto. —Él no se las arregló lo suficiente para esconder la amargura en su tono
—. Después de terminar esto con Malik, probablemente golpearé la carretera otra vez.
Su estómago se tambaleó.
—No hablas en serio.
—Vamos, Mackenzie—dijo él con una sonrisa triste—. No es como si hubiera encajado aquí con
esos tipos. Sin importar cuantas bonitas palabras dicen sobre golpear juntos y estar ahí por mí,
nombra a una persona que esté devastada por verme marchar.
—Yo—susurró ella.
—Te olvidarás de mí, con el tiempo.
—No, te aseguro que no lo haré. —Dios, no tienes ni idea. Pero si ella le decía la verdad ahora
mismo, pensaría que solo estaba usando al bebé como ventaja para atraparle. Que maldito caos—.
Por favor, no decidas nada ahora mismo. Solo... dale un tiempo.
Su voz fue suave, todo su sufrimiento demasiado aparente.
—¿Así que estás de acuerdo en perdonarme? ¿Darme otra oportunidad? Porque esa es la única
manera de que me quede.
En lugar de responder, ella se lo mostró. Se inclinó, situó un suave beso en sus sensuales labios. Un
beso que rápidamente se convirtió en caliente, buscando. Y Señor, su Hechicero era bueno en eso.
Ella gateó largamente dentro de él y nunca salió. Ningún otro hombre nunca la había hecho sentir
de esta manera, y no era un misterio el porqué. Él había sido hecho para ella y ella para él.
Se separaron y ella acarició su mejilla.
—Es mejor cuando estamos juntos, ¿verdad? Quiero decir, pareces más tú mismo, más aquí, cuando
estaba el uno con el otro y en sintonía.
Él asintió.
—Sin duda sobre eso. No sé si atribuir eso a nuestro emparejamiento o al colgante— meditó él,
toqueteando el disco plateado alrededor de su cuello.
—Quizás es un poco de ambos.
—Podría ser. —Él levantó la mano con la IV aún pegada—. ¿Me desatarás?
—Bajo una condición. —Alcanzó detrás de su cuello, desató el broche y removió el collar.
—¿Qué estás haciendo? —La alarma se clavó en su voz y se grabó en su cara—. ¡Póntelo otra vez!
—Esta es mi condición. Lleva esto para ir ayudar al equipo, o permanece aquí. —Mac puso sus
dedos sobre sus labios para callarle—. No. No voy a sentarme y observarte caer de vuelta en su
trampa si puedo evitarlo.
—Esa protección es tuya—discutió él—. No puedo irme sabiendo que estás expuesta.
—Cariño, todos somos vulnerables a ese asqueroso. Pero esos de nosotros que permanecemos en el
complejo tenemos una ventaja —las guardas que pusiste al edificio y a los bosques que lo rodean.
Aún están en su lugar, ¿cierto?
—Sí, —admitió él reacio—. Ninguna criatura, ni siquiera Malik, puede pasar a través de mis
guardas a menos que yo lo permita. Él podría aún ser capaz de entrar en tu cabeza y atormentarte,
pero desde que fortalecí el hechizo, no será capaz de romper físicamente la propiedad.
—Bueno, ahí lo tienes. ¡Así que toma el colgante y ve a patear algún culo!
Él quería hacerlo. El deseo de unirse a ellos como un verdadero igual era casi desgarrador para
atestiguar. ¿Cuándo creería en su propia valía? ¿Qué le llevaría a un hombre que nunca había sido
valioso para nadie excepto para su abuela? Y ahora yo.
Lentamente, él levantó una mano. Al segundo de que su mano se cerrara sobre el disco, él tomó una
profunda y temblorosa respiración.
—Oh Dios mío.
—¿Qué pasa? —Ella le estudió con preocupación.
—Nada. —Al final, sonrió—. He llevado esta cosa durante años, y ya había olvidado cuan poderoso
es. Se siente como la mejor inyección de vitaminas nunca inventada.
—¿De verdad? No me afectaba de esa manera—dijo ella pensativamente—. Ni siquiera noto que no
está, ni en un sentido mágico.
—Me alegro, porque si estar sin él te afecta después de todo, no me lo llevaría, incluso durante unas
pocas horas. Y te lo devolveré al minuto en que volvamos.
—Aún estoy preocupada por irte cuando apenas te has recuperado de la última ronda con ese
bastardo.
—No lo estés, corazón. Estaré de vuelta antes de que puedas parpadear, nada malo va a pasar.
Ahora, ¿dijiste que me desatarías? —Él levantó su mano.
Contra su mejor juicio, Mac quitó la aguja de la IV y limpió la zona con alcohol. En realidad, no
podía haberle detenido, pero eso no la hacía sentirse nada mejor sobre la situación. Cuando terminó,
él se empujó de la cama y se puso de pies inestablemente durante un par de momentos. Entonces se
enderezó, ondeando una mano delante de él y pronunciando una breve frase en latín que ella no
pudo captar lo suficiente.
Sus ropas aparecieron, su habitual conjunto negro de la cabeza a los pies, completo con su
maltratado abrigo de cuero. El hombre parecía completamente jodido, y lo bastante bueno para
comer. Después, con algo de suerte.
Cerrando el pequeño espacio entre ellos, él la acercó contra su duro y delgado cuerpo. Acariciando
su pelo, sus manos se extendieron sobre su espalda. Frotando, consolando.
—Estaré bien, así como nosotros lo estaremos.
—Más que nada. Ten cuidado, por favor.
Otro beso. Este uno largo y prolongado, haciendo que sus pezones se arrugaran y el resto de ella
doliera por su toque. Por su polla siendo enterrada dentro, tan profundo que no pudiera decir donde
terminaba uno de ellos y empezaba el otro.
Kalen apareció en la sala de conferencia, donde la reunión para formar un plan para interceptar la
Sluagh ya estaba en marcha. Él se retiró a un rincón, haciéndose a sí mismo tan imperceptible como
fuera posible sin en realidad disimular su presencia.
Mientras observaba los procedimientos, no podía creer lo bien que se sentía ya. Era como si el
colgante instantáneamente hubiera lavado todos los rastros de Malik, de su cuerpo. Sospechaba que
era más como que el disco bendecido lo estaba protegiendo de los efectos en lugar de curarlo, pero
tomaría lo que pudiera conseguir por todo el tiempo que durara.
Nick caminó hacia el frente de la mesa, agitado. — No hemos tenido contacto de Jax y Zander por
los últimos veinte minutos. Les daremos cinco más. Luego saldremos.-
— ¿Qué pasa con la cubierta de Malik como Kerrigan?- Preguntó Ryon. — ¿Alguien ha sido capaz
de identificar en donde le gusta a “Kerrigan” pasar el rato?-
— De acuerdo con los empleados en NewLife Technologies, Kerrigan sigue siendo una fuerza
silenciosa detrás de su investigación biológica,- dijo Nick, dejando que la última palabra goteara
con sarcasmo. — En otras palabras, él es el hombre con el dinero, y no les importa quien es o de
donde es tanto como el dinero siga rodando.-
Aric habló a continuación. — ¿Qué pasa con las otras instalaciones en donde ellos están haciendo
sus pequeños experimentos desagradables en humanos y cambiantes? ¿Cualquier información sobre
más lugares?-
— Ninguna hasta el momento. Con el Dr. Bowman desaparecido, y Chappell y Beryl muertos,
nuestras pistas sobre esos se han enfriado.-
Ella había sido la que mató a Orson Chappell y Aric había eliminado a Beryl, cuando la bruja atacó
a Rowan y a Sariel. Tal vez ella se sentía un poco culpable, aunque no había necesidad. — Supongo
que es esperar demasiado de que ya hayamos encontrado y destruido todos los laboratorios.-
— Dudo de eso,seriamente,- dijo Nick. — Donde sea que esté el doctor Bowman, su trabajo atroz
continúa. Yo no creo que él este en esto sólo por el dinero.-
— No lo está.- Los ojos de Aric se volvieron fríos. — Confía en mí, el hijo de puta disfruta
totalmente con su trabajo.- Él había pasado semanas bajo el cuchillo del doctor loco antes de que
Rowan y el equipo lo rescataran y a Micah.
— Si hay más laboratorios, podrían haber más sobrevivientes como yo,- dijo Micah en voz baja.
Todos los ojos giraron hacia él y su mirada cayó al suelo, justo sobre donde se encontraba su
autoestima.
Uno de los lados de su cara era como cera derretida de la tortura que Bowman había infligido sobre
él, el otro lado sin daño, sirviendo para recordarle del hombre guapo que nunca sería otra vez. No
estaba ni de cerca lo suficientemente sano, todavía, como para acompañarlos en sus asignaciones,
pero el grupo había comenzado a incluirlo en las reuniones.
Reflexionando sobre la especulación de Micah, parte de Kalen esperaba que los demás miembros de
la manada estuvieran muertos, sin sufrir más. La otra parte había sido testigo de un milagro cuando
Micah fue encontrado y salvado por otro.
— Si ellos están ahí, vamos a encontrarlos,- aseguró Nick, su miembro más reciente. A pesar de que
Micah había conocido a la manada desde sus días como SEAL de la Marina, él era nuevo para Nick.
Su comandante iba a decir algo más cuando su teléfono móvil sonó con “Bad to the Bone” de
George Thorogood, rompiendo la tensión. Varios de los chicos se rieron mientras su jefe respondía
la llamada. — ¿Qué tienes?-
Después de un breve intercambio y un par de preguntas, puso fin a la llamada y les informó. — Ese
era Jax. Él dijo que tres Sluagh se presentaron y se escondieron en el parque, mientras ellos estaban
vigilando el extremo este de la ciudad, obviamente, lo envié a vigilar para nosotros ya que Kalen
dijo la verdad. Jax y Zan los eliminaron.-
— Malik cambió su plan, no lo dudo, con la esperanza de evitar que nos unamos a la lucha, el
cobarde hijo de puta. Los Unseelie están enviando cerca de una docena de Sluagh al extremo oeste
de la ciudad mientras hablamos, donde están planeando atacar a los ciudadanos. Tenemos que
movernos, ahora.-
Sillas rasparon sobre la alfombra y un murmullo de conversación sobrevino cuando los hombres
comenzaron a salir en fila, revisando las armas y palmeándose en la espalda los unos a los otros, en
apoyo. Kalen fue sorprendido cuando Micah lo detuvo.
— Sé fuerte, hombre. Si yo puedo alejarme de mi infierno, tú puedes también.- Una media sonrisa
tiró de su cara arruinada. Sus ojos castaños estaban vidriosos con lo que fuera la mierda que estaba
ayudándolo a hacerle frente, y estaba con mucho demasiado delgado. Pero tan jodida como su vida
podría estar, allí estaba tratando de llegar y tranquilizar a alguien a quien ni siquiera conocía.
Kalen se enderezó un poco más alto y se las arregló para esbozó una sonrisa. — Gracias, Micah.
Recordaré eso.- Dándole al hombre una inclinación de cabeza, se dirigió detrás del grupo.
En el enorme hangar que albergaba su transporte terrestre y aéreo, Nick los llevó a dos de las
elegantes SUV negras para el viaje. A medida que los otros se montaban, él se volvió hacia Kalen.
El escrutinio de Nick cayó en el colgante. — Por lo menos tuviste suficiente sentido para aceptar
protección.-
— Lo necesitas más esta noche. Ella estará bien, mientras tanto, confía en mí.-
Sus palabras hicieron eco tan parecidas a las de Mackenzie que Kalen se preguntó hasta qué punto
el hombre sabía lo que las personas decían y hacían por todo el complejo. Era escalofriante como el
infierno. Al instante siguiente, lo golpeó el que Nick estuviera participando esta vez cuando
normalmente permanecía al mando en el complejo.
Por las miradas que algunos de los muchachos intercambiaban, mientras entraban en los vehículos,
pensaban que era inusual también, pero nadie lo cuestionó. Cuanto más pelearon en su lado, mejor.
O tal vez Nick preveía algo que ellos no hacían. Kalen se subió en la SUV que Ryon estaba
conduciendo, y trató de no pensar demasiado en las visones de su jefe o en su propia parte en todo
el lío durante el viaje. En las afueras de la ciudad, Ryon se detuvo por un camino rural descuidado,
estacionándose detrás de Hammer.
Kalen, Ryon, Aric y Rowan salieron de un vehículo, Nick, Hammer y A.J. del otro.
Nueve soldados de la manada contra una docena de Sluagh. Ningún horrible pronóstico, pero podría
haber sido mejor.
Rowan y A.J. llevaron un montón de armamento cargado con balas especiales. Rowan era un recién
cambiado lobo, A.J. un ser humano, y como antiguos policías ambos estaban más cómodos con
armas que con colmillos y garras. A.J. también había sido francotirador de SWAT hace años, y esa
habilidad había sido bastante útil una vez antes, la noche en que Rowan había matado a Chappell y
ellos habían aprehendido a Beryl. Los otros utilizarían una variedad de armas hechas por el hombre
y sobrenaturales, cualquiera que funcionara mejor en la situación.
— Vamos a cortar por aquí,- dijo Nick, alzando la voz para ser escuchado.
— Nos reuniremos con Jax y Zan cerca del claro a un kilómetro y medio de distancia e
interceptaremos a los Sluagh. Capturen uno vivo si pueden, pero no tomen riesgos innecesarios.
Todo el mundo sea cuidadoso y vuelvan a casa en una pieza.-
La zona era bastante rural, sin casas a la vista. Sólo hectáreas de bosques, aunque Kalen no sabía si
esto era considerado parte del gran Shoshone o no. Lo que sea.
Viajar un kilómetro y medio a través de la maleza parecía diez veces más largo que caminar por un
tramo de carretera solitaria. Él lo sabía.
Kalen se preocupó por todo el ruido que estaban haciendo, sin importar cuan cautelosamente ellos
pisaban. Pero, al final, el sigilo no importaba. Los gritos de terror llegaron a sus oídos antes de que
salieran de la cubierta de los árboles. En la vanguardia, Nick comenzó a correr y todos los demás
siguieron su ejemplo.
Al otro lado del prado, una casa pequeña estaba ubicada en los árboles, una escena que podría haber
sido pintoresca, a excepción de los Sluagh arrancando la puerta de entrada, desgarrando trozos de la
puerta mosquitero y el marco de madera, tratando de entrar. Y los otros en las ventanas, rompiendo
los paneles de vidrio.
— ¡Vayan! ¡Vayan!- Gritó Nick. Y a media zancada, sin despojarse de su ropa, se transformó en un
gran lobo blanco. Su ropa simplemente desapareció.
Kalen había estado bajo la impresión de que él, como un hechicero, era el único que podía realizar
ese truco en particular. Los nacidos cambiantes como él y Nick debían ser diferentes. Pero no había
tiempo para pensar más en esto. Los Sluagh habían irrumpido en la casa, y ellos estaban demasiado
lejos.
Kalen cambió también, dejando a su pantera libre para correr por la abierta extensión. Mientras se
acercaban, una voz de hombre adulto gritó con ira y miedo, tratando de defender a su familia. El
sonido pop-pop de disparos escindió el aire, seguido por el grito agonizante del hombre… que
terminó en un gorgoteo espantoso.
Más gritos. Una mujer y niños. ¿Adolescentes? ¡Dios mío, qué desastre!
Cuando llegaron a la casa, Kalen vio a dos lobos ya en el lugar, uno plateado y uno negro,
combatiendo a los Sluagh en el exterior.
Jax y Zan. Los colmillos y las garras se rajaron cuando intentaron conseguir ya fuera el corazón o la
garganta de sus componentes. Eran dos para dos, así que Kalen se apuró hacia la casa. La mujer y
los niños tenían prioridad. Dentro, la carnicería en la sala de estar era algo que Kalen nunca quiso
volver a ver en el tiempo que viviera. La sangre estaba por todas partes, recubriendo casi todas las
superficies. Un hombre, presumiblemente el padre, tendido de espaldas, con sus ojos muy abiertos y
sin ver, su cabeza casi separada de su cuello. Todavía en su empuñadura estaba una magnum 357,
un arma que desalentaría a casi cualquier intruso. Excepto a los esbirros del infierno.
Media docena de Sluagh estaban saqueando la sala de estar y la pequeña cocina contigua, de
manera mecánica en su destrucción. Desde abajo en el pasillo detrás de una puerta cerrada de algún
lugar, la mujer y los niños estaban chillando, y por los ruidos, al menos dos criaturas más estaban
intentando cogerles. Tenían que llegar hasta el hombre de la familia, pero primero tenían que
despachar a esos bastardos. El Sluagh se congeló al ver su diversión interrumpida, luego rugió y
cargó para encontrarse con la amenaza.
Kalen corrió hacia uno, maniobrando rápidamente detrás de él y deslizando la parte de atrás de su
pierna. Golpeó a su objetivo, cortando en rebanadas la parte trasera del muslo de la cosa y bajó
chillando de dolor.
A la velocidad del rayo, Kalen cambió de nuevo a su forma humana y saltó sobre su pecho.
Cambiando solo su mano derecha para utilizar sus garras afiladas, las dirigió directamente hacia el
corazón del Sluagh. En segundos, la cosa estaba muerta. Brincando sobre sus pies, Kalen se giró
justo a tiempo para evitar el mismo destino que el desafortunado hombre cuya familia estaban
intentando salvar.
Se agachó y la gran boca del Sluagh llena de largos dientes rompió el aire donde segundos antes
había estado el cuello. Eliminó a este casi como al primero, entrando en su cuerpo y repartiendo el
impulso hacia su corazón corroído. Pero éste no murió fácilmente. Cuando Kalen retrocedió para
dejarlo caer, la criatura hizo su último golpe con sus garras, desgarrando a la derecha a través de su
abrigo y por debajo de la camiseta, dentro de su costado.
Kalen juró mientras se tambaleó hacia atrás, aferrando el abrigo hecho jirones. ¡Maldita sea! Lo
había tenido tan limpio durante años, y este gilipollas lo estropeó. Incluso llevando su colgante,
podría conseguir herirse. Pero sanaría más rápido con él que sin él. Sería muy doloroso para
acompañar la lesión, estaba seguro. Pero por ahora, apenas lo mostraba.
Un rápido vistazo mostró que los otros tenían esa parte de la casa bajo control. Kalen tomó el
pasillo abajo justo a tiempo para ver a dos Sluagh delante de la puerta cerrada, uno golpeando su
corpulencia una y otra vez contra ella. Cuando él irrumpió hacia ella, trozos de manera salieron
volando y un grito en el interior se incrementó hasta unos decibelios ensordecedores.
-¡Oye, cabrones! –chilló Kalen. Ambos atacantes se giraron hacia él, con sus rostros de murciélagos
arrugados registrando sorpresa.
Entonces chillaron, batiendo sus alas de cuero y golpeando sus pechos con un intento de verse
temerosos. Misión cumplida. Afortunadamente estas criaturas seguían a una severa escasez de
células cerebrales. Mientras estaban ocupados intentando ver quién podía parecer el más aterrador,
Kalen pronunció una palabra, tendió una mano e invocó a su bastón de hechicero.
Después de salir de la cama en la enfermería para venir aquí, luego hacer batalla, esto se le iba a
escurrir de las manos. Pero era la forma más apropiada para eliminar la amenaza de la mujer con
los ojos abiertos y los adolescentes de más allá de la puerta abierta. Suavemente, comenzó un canto
dirigido hacia el enemigo, a los que estaban delante de él, así como a cualquier Sluagh de fuera. Sus
posturas de macho se detuvieron y se vieron perplejos… y luego su piel comenzó a marchitarse
como las pasas al sol. Casi todas las criaturas de la tierra estaban hechas principalmente de agua.
Quita ese elemento y no había mucho que dejar. Los perros entrenados de Malik no eran diferentes.
Este método de brujería era uno de los más repugnantes que conocía, pero efectivos. El Sluagh
comenzó a gemir de miedo y casi sintió lástima por ellos, pero la imagen del pobre hombre en la
sala de estar borró de prisa esa sensación. La pareja se encogió en una cáscara muerta en un
momento, y luego simplemente les hizo su gesto personal recudiéndolos a polvo y enviando las
partículas flotando a lo lejos.
Kalen levantó su mirada hacia la mujer más allá de la puerta… y ella se desmayó rápidamente. Un
chico joven y una chica le devolvieron la mirada.
-Jodidamente increíble –dijo el chico. La chica se acurrucó al lado de su hermano y permaneció en
silencio.
Kalen se dirigió a la puerta, haciendo una mueca cuando el ardor a su lado le hizo saberlo. Se
tambaleó un poco, mareado, pero no estaba terminado aquí. Apoyándose contra el marco de la
puerta, asintió con la cabeza a los niños.
-¿Cuál es tu nombre, hijo?
-Travis –respondió, con su voz temerosa pero fuerte-. Esta es Katie.
-De acuerdo, Travis, necesito tu ayuda. Tú y tu hermana conseguid subir a vuestra madre a la cama.
Luego quedaros todos aquí hasta que os pueda decir que salgáis.
-¿Dónde está mi padre? –su barbilla tembló. Aún tan joven, a punto de la edad adulta.
“Oh, chico. Lo siento tanto”.
-Solo quedaos ahí, ¿de acuerdo?
-¡Dime dónde está mi padre!
Travis estaba empezando a aterrorizarse, y eso no lo haría.
Extendiendo las manos a su equipo, Kalen cantó unas cuantas palabras suaves. Los ojos de los
adolescentes se cerraron palpitando y sus cuerpos cayeron junto al de su madre. Suavemente, Kalen
les hizo flotar sobre la cama y les tendió juntos. Dormirían allí hasta que la Manada pudiera
arreglarlo para sacarlos de este lugar.
Una mano se oprimió sobre su hombro y él giró su cabeza para ver a Nick ahí de pie, con su
expresión sombría.
-Gracias por ayudar con estas últimas cosas. Había fuera de la casa más de lo que pensábamos. Jax
y Zan casi consiguieron matar sus culos.
-¿Están todos bien?
-Sí. Por ti.
Kalen se sonrojó ante los elogios. Era agradable, pero estraño para un chico como él. -¿Ahora qué?
-¡Tenemos a un civil muerto. Mierda! –espetó el comandante, perdiendo algo de su frialdad
legendaria durante un momento. Dejó escapar un profundo suspiro. –Hice una llamada a nuestro
colega el Sheriff Deveraux. El resto de las criaturas aún no alcanzaron a los ciudadanos de la
ciudad, así que estamos bien aquí. Dará un giro a este ataque para el público como un robo a mano
armada o algo. Un ataque al azar.
Los labios de Kalen se curvaron ante el nombre de Deveraux. No había un amor perdido entre él y
Kalen. El idiota había intentado sacarle de la ciudad más de una vez cuando Kalen había llegado.
-¿Un ladrón que mordió la cabeza de un hombre casi limpiamente? Sí, eso volará.
-No vamos a dejar que este chisme vea la luz del día.
Nick gesticuló hacia las figuras desoladas en la cama. -¿Vieron lo que le sucedió al padre?
-No lo creo. El chico me preguntó dónde estaba, no le dije nada. Imaginé que ponerles a dormir
hasta que esto esté claro sería lo mejor.
-Bien pensado. ¿Se les puede hacer una limpieza de memoria?
Kalen lo consideró y asintió con la cabeza. –Esto es todo sobre lo que tengo conservar en mí, pero
sí. Puedo. Luego el sheriff bueno puede dar la vuelta a cualquier historia que quiera y ellos nunca
sabrán nada diferente.
-De acuerdo. Hazlo para que podamos girar esto para Deveraux y conseguir sacar el infierno de
aquí.
-¿Vas a advertirle que hay más Sluagh de donde vinieron estos?
-No veo otra forma. Necesita saberlo y nos llamará si él o sus hombres notan algo inusual.
Inusual. Ahora, había una sutileza. Estaba en la punta de su lengua para sacar el dolor que podía
decirle a Nick lo que solía ser un agente del FBI, pero se contuvo. Apenas.
En cambio caminó sobre las piernas temblorosas sobre la cama y se arrodilló. Quería terminar
rápido con esto. Empezando con el chico, presionó la palma de su mano en la frente y, literalmente,
empujó los recuerdos de la última media hora de su mente. Las escenas eran horribles, llenas con el
terror de los monstruos en la puerta, y comenzó a sudar mientras las extraía del chico. Cuando los
hubo recuperado todos, les puso libres, dejándoles disiparse así como el veneno nocivo. Hasta el día
que el chico muriera, siempre habría un agujero enorme del día que perdió a su padre. Lo mismo
con su hermana y su madre.
Terminó, Kalen se puso de pie, apenas ahora capaz de quedarse de pie. Estaba más que
entusiasmado de ver al sheriff de pie en la habitación con Nick, ambos estudiándole con
fascinación.
-Está hecho –les dijo Kalen con voz ronca-. Se despertarán mañana, y no recordarán nada de esta
noche. Nunca.
-Bueno, parece como eres bueno para algo más que pasar el rato en el cementerio robando tumbas y
cadáveres inquietantes –dijo Deveraux arrastrando las palabras, con un toque de tono sarcástico
coloreando sus palabras.
-¡Vete a la mierda, imbécil!
-¡Jesse! –le gruñó Nick al sheriff con alerta-. Deja de joder.
-¡Oh, claro! –dijo el representante de la ley amablemente-. No querría herir los sentimientos de la
princesa, ¿verdad? Ya tendrá una buena noche, Nicky. Y no me llames de nuevo hasta, veinte años o
así.
-Lo que desees. Esto solo es el principio, me temo –suspiró Nick-. Pero seguiremos todos lejos del
público durante tanto tiempo como podamos. Para siempre, si es posible.
Nick agitó las manos con el peliagudo sheriff. Luego él y Kalen se giraron para irse. Fue entonces
cuando el cuerpo de Kalen decidió que estaba acabado por haber abusado por hoy. Sus rodillas se
doblaron y Nick le cogió, colocando el brazo de Kalen sobre sus hombros.
-Tranquilo, muchacho. Te tengo.
-Estoy bien.
-Eso sería más convincente si pudieras caminar por tu cuenta y no estuvieras sangrando por todas
partes.
-Mierda. Lo siento.
Su costado herido como un perro y su cabeza estaba dando vueltas. Mientras hacían su camino
hacia la casa, Kalen tomó nota de los otros. Sus amigos estaban todos reportados, maltratados, algo
de sangre y cojeando, pero vivos. Eso era todo lo que necesitaba saber por ahora.
Y esos chicos eran sus amigos. Sin importar lo que el mentiroso de Malik arrojara.
Solo rezaba para que pudiera recordar algún rincón lejano de su mente cuando la oscuridad se
levantó una vez más.
10
Ella corrió, su risa fantasmal persiguiéndola en la penumbra. Una y otra vez que ella huyó de la
verdad, las lágrimas corrían por su rostro, cegando su visión.
Su bebe. El nieto de Malik.
Y Kalen el hechicero… su hijo.
Ella no podía correr más. No podía hacer frente al cxonocimiento.
Cayó en sus rodillas y grito…
Mac lanzó un golpe en la cama, lanzando bocanadas de aire, como si ella realmente hubiera corrido
varios kilómetros. Su pulso tropezó y le dolía el pecho como si estuviera a punto de tener un ataque
al corazón.
—Solo un sueño —susurro, buscando frenéticamente por la habitación para asegurarse de que el
Unseelie no estaba realmente allí. —No, una pesadilla. Eso es todo. Kalen no es el hijo de la
influencia. Y nuestro bebe… —No. No era posible. No debería pensar en eso. Kalen ni siquiera
sabía todavía del bebe porque no había habido una ocasión perfecta para decirle. Y seguro que no le
iba a molestar con lo que era o bien una mentira completa de un Unseelie intromisión, o era
simplemente un producto de su imaginación sobreexcitada.
No importa que tan real se había visto. Poco a poco se dio cuenta de un ruido de golpes, que se dio
cuenta que no era sólo su corazón zumbando en sus oídos. Alguien estaba llamando, y parecía
impaciente. Parándose de la cama, caminó hacia la puerta, tratando de sacudirse el aturdimiento,
sensación de desorientación que queda de su siesta.
—¿Mac? —Nick llamo desde el otro lado. Golpeando más.
—Demonios, ten paciencia. — Con un poco de mal humor, giró la cerradura y abrió.
—¿Qué rayos esta pasando?
—¿Por qué no estabas respondiendo tu teléfono? —él ladro —Te necesitamos en la enfermería.
Dread golpeó su estómago —Estaba tomando una siesta nunca lo escuche sonar. ¿Qué está mal?
— Tenemos un puñado de equipo lesionado del op. Cosas menores sobre todo, pero Melina y Noah
tienen las manos llenas.
—Espera —Desapareció en el interior, corrió y encontró su teléfono celular en la barra de la cocina
donde lo había puesto al regresar a sus aposentos. Evidente en la pantalla eran cinco llamadas
perdidas y varios textos tanto de Nick y de Melina. Mierda. Deslizo el teléfono en su bolsillo, se
unió a Nick y caminaron a un ritmo rápido.
—¿Cómo esta Kalen?
— Recibio un golpe en las costillas de uno de los Sluagh, y se ha llevado a su límite al usar
demasiada magia, pero por lo demás bien. Está pidiendo a gritos ser liberado, como casi todo el
resto de las cabezas de chorlito.
Gracias a Dios.
—¿Zender no fue capaz de sanar a ninguno de ellos? —ella preguntó.
—No esta vez. Es el peor de todos, fuera de combate por un fuerte golpe en la cabeza. Él parecía
estar bien, mientras nos preparábamos para salir del sitio. Luego se fue hacia abajo.
Demonios. Una lesión en la cabeza era mucho más que un problema de rasguños y moretones —
¿Ha hecho Melina un escaneo CT en él?
—No tengo ni idea. Solo soy el mensajero.
Una vez llegaron a la enfermería, ella dejo a Nick y se apresuró y encontró a Zander. Por mucho
que quisiera ir a donde Kalen, la sanación venia de primeras. Encontró a Noah, que estaba
vendando una herida en el bíceps de Jax.
—¿Dónde está Zander?
Noah miro hacia arriba. —Habitación siete. Dr. Mallory ya hizo el CT. Ayude a prepararlo, pero no
he tenido tiempo de preguntarle sobre los resultados
—¿Un escáner CT? —Jax repitió con una mueca. —Nadie me dijo que era tan malo.
El RetroCog estaba preocupado por su mejor amigo, y ella no lo culpaba. —Uno de nosotros te
mantendrá al tanto, ¿De acuerdo? — Él aceptó de mala gana, ya que no había nada que pudiera
decir. Se volvió hacia la enfermera rubia.
—Gracias Noah.
Dándole una sonrisa agradecida, ella corrió a la habitación de Zan. Cuando llegó, Melina se deslizó
desde el interior, cerrando suavemente la puerta detrás de ella. —¿Cómo está?
Melina espero, su expresión neutral — Tiene una contusión bastante desagradable, y hay hinchazón
ejerciendo presión sobre su nervio óptico. Ambos tímpanos reventados, y un poco de sangre.
Cuando se despierte podremos evaluar mejor los daños, pero no voy a mentir, estoy preocupada por
esto. No está sanando tan rápido como los otros chicos.
Mac asintió con la cabeza. –Se necesita un golpe duro para herir a un cambiaformas a ese alcance.
-Desde hace aproximadamente un minuto. El pobre chico estaba totalmente confundido y no creo
que supiera que yo estaba aquí.
-De acuerdo. Lo verificaré en él y luego lo veo en los otros. ¿Quién te ha quedado que necesita ser
visto?
-Veamos… -ella consultó una notas en su portapapeles-. Aric, Hammer y Kalen, están todos
esperando en la sala de revisiones. Pensé que te gustaría que el último fueras tú.
-Lo pensaste bien –con un guiño, dejó a su amigo y caminó hacia la habitación de Zan.
Estaba dormido, con su pelo oscuro cortado a la altura de la nuca sobre la almohada. Realmente era
muy guapo y eso no era solo por su afición a los hombres de cabello oscuro por decir algo. Fiel a su
naturaleza como un Sanador, era amable y generoso casi hasta el defecto. Moviendo su cabeza,
gimió y abrió sus ojos. Parpadeó y la miró fijamente con desconcierto, siendo apenas capaz de
enfocar.
-¿Dónde…?
-Estás en la enfermería –le dijo, hablando lentamente-. Te enredaste con un Sluagh y acabaste aquí.
¿Recuerdas lo que sucedió?
-Yo…, sí. Uno me arrojó contra el lado de la casa. Golpeó mi cabeza. Aunque aun así, lo consiguió.
-¿Doctora?
-¿Sí?
-No puedo escucharte muy bien –dijo con voz ronca-. Estás silenciosa.
No es bueno. Inclinándose más cerca, intentó tranquilizarle. –Recibiste un mal golpe, y hay alguna
inflamación en el interior. También se reventaron tus tímpanos, así que es el porqué tienes dolor y
estás teniendo problemas para escuchar. Haremos antes más pruebas, no te preocupes. ¿Conseguiste
todo eso?
-Claro –pero su voz apenas fue un susurro, con sus párpados dejándose llevar a cerrarse. En pocas
palabras, ella retiró el pelo de él de la cara.
-Estarás completamente bien, hombre Z. Descansa y flota con las drogas buenas mientras puedas,
¿de acuerdo?
Cuando se dio la vuelta para irse, un Jax de aspecto preocupado entró silenciosamente. –Me
quedaré con él durante un momento, si no te importa.
Aric fue el siguiente, y fiel a su costumbre, se quejó todo el tiempo que ella estuvo limpiando y
cosiendo sus rasguños y cortes. Dios bendiga a Rowan por estar alrededor para domar al lobo
exaltado, porque si él pertenecía a Mac, ella terminaría asfixiándole mientras dormía. Ella estaba
más que contenta de enviarle con su camino feliz.
Hammer fue todo lo contrario. El hombre corpulento y calvo fue un gran oso de peluche. Un
gigante amable entre hombres de sus amigos, pero un luchador mortal en el campo. Ella le había
conocido solo hace unos cuantos meses, desde que él se unió a la Manada con Nick, pero ella
adoraba a este chico.
Él se tomó su examen médico sin cruzar una palabra, a diferencia de la mayoría de sus compañeros.
Cuando ella terminó él le dio las gracias tímidamente y se fue. Eso dejó al tal Sanador ver alrededor.
Cuando entró en su sala de exploración, le encontró tendido sobre su costado de cara a la puerta,
con la mesa apenas lo suficientemente amplia para acomodarle lo suficiente. Su bata de trabajo y
camiseta habían sido colocados sobre una silla en la esquina, y solo llevaba sus pantalones vaqueros
oscuros, los cuales estaban teñidos incluso más oscuros con sangre.
No debió haberla escuchado entrar, por lo que sus ojos se abrieron de golpe. –Hola, cariño. Un
placer encontrarme aquí contigo.
-Ja, ja, muy gracioso. ¿Qué voy a hacer contigo, Hechicero terco?
— ¿Quieres venir?
— Voy a pensarlo—. Su mirada se encontró con las heridas irregulares de su lado. — Esos son
algunos recuerdos desagradables que tienes allí. ¿Porque no puedo limpiarlas y examinarlas, luego
te llevare a mi cuarto para recupérate?
Él se animó considerablemente.
— Es la mejor idea que he oído en todo el día—. El trato de incorporarse, pero ella se le acerco
rápidamente.
—No. quédate como estas. Será más fácil para llegar a las heridas de esta manera. Se instaló en su
lado bueno, él se entregó a su cuidado. Después de ir a buscar el alcohol y lagunas toallita, Mac
comenzó a limpiar la carne chamuscada. Los rasgones estaban demasiadas desiguales para coser,
pero por suerte, ya habían empezado a sanar. Luego ella recupero algunas gasas, vendas y la cinta
adhesiva y le ayudo a incorporarse.
—ayúdame a sostener esto, dijo ella, colocando varias gasas grandes sobre la piel maltratada. Él lo
hizo, y ella tomo el rollo de vendas y comenzó a envolver su torso. Mientras trabajaba, ella miro el
colgante colgando atractivamente en su pecho liso. — Pensé que era para protegerte del mal.
—Sí, pero no tanto de la estupidez—.
Mac no podía dejar de reír, y él se sumó a ella.
Kalen no bromeaba mucho, y a ella le gustaba como sus ojos se iluminaban en esas raras
ocasiones.
— ¿supongo que voy a vivir?
—lo harás, le aseguro a él.
— Vamos a ver quién va a supervisar a Zan esta noche y luego vamos a salir de aquí, con un poco
de suerte.
—espera, ¿qué le pasa a Zan? el preguntó con preocupación.
Rápidamente, ella le dio el resumen del estados del sanador, algo que no podría haber hecho en el
mundo humano. Pero HIPPAA no ascendió para joder cuando la mierda del recinto y cada uno de
ellos no existían técnicamente.
— Maldita sea, dijo con sobriedad. —Espero que el este bien.
— él debe de estarlo, pero otro trauma en la cabeza, como aquel y podría haber causado
complicaciones graves—. Ella acaricio el hombro desnudo de Kalen.
— Espera, voy a estar de vuelta.
Ella se fue en busca de Melina, quien le aseguro que ella y Noah se dividirán la noche en dos
turnos y comprobarían a Zan. Mac podría “cuidar” a su hombre esta noche y tomar el deber
mañana por la noche si el sanador no había sido liberado para entonces. Agradecida, Mac volvió a
Kalen.
— ¿quedo claro, Listo?
—solo un segundo. El Llego a su nuca, se desabrocho el colgante y se dirigió a Mac, fijándola
alrededor de ella una vez más. — ya está. Ahora estoy listo—.
Teniendo la posesión del disco bendito otra vez la devolvió al sueño horrible que ella había tenido
sobre Malik hace poco tiempo- y la revelación igualmente horrible de Malik. La culpa la atravesó
de nuevo por mantenerlo de Kalen, pero él no necesitaba la tensión encima de todo lo demás a lo
que se enfrentaba. Más tarde, ella le diría de la pesadilla.
En el camino de regreso a su apartamento, se encontraron con Ryon. El rubio saludo a Kalen, ellos
se detuvieron.
—hey, ¿estás bien? el lobo pregunto a Kalen.
—sí, viviré—. El hechicero parecía incómodo. — escucha, he tenido la intención de hablar
contigo, pero no ha habido un buen momento—.
— ¿qué pasa? el miro a kalen curiosamente.
—tengo una confesión que hacer. Se trata de lo sucedido en el comedor—.
Ryon frunció el ceño. — ¿el comedor? ¿Quieres decir ese espíritu me ataco, ¿ qué pasa con él?
—yo lo hice—, Kalen confesó pareciendo avergonzado. —fui yo.
— ¿qué? Ryon miro entre Mac y Kalen.
— ¿Cómo?
—con mi magia. Lo siento mucho.
Su mandíbula cayó. ¿Me estas jodiendo? ¿Porque harías algo así?
—Me deje llevar por la influencia de Malik. Él quería que yo practicara perfeccionando mi
oscuridad. Lo siento mucho—.
—Cristo, me están colgando—.
—lo sé. Por favor perdóname. Estoy tratando tan fuerte de superar esto, pero no es fácil. Por si te
sirve de algo, estoy tratando y estoy realmente enfermo con lo que te hice—.
Ryon se quedó en silencio, relajándose un poco. —Aceptado. Te agradezco que me lo dijeras. Pero
si pasa otra vez, o alguien más, y averiguo que fuiste tú, voy a patearte el culo—.
—Muy bien.
Después de estrechar la mano de Kalen, Ryon siguió su camino, paseando como si no tuviera
ninguna preocupación. Mac se le quedo mirando por un momento, pensando que era un buen tipo.
Se merecía una mujer fabulosa. Pero claro, todos los chicos lo merecían.
Se volvió hacia Kalen. — sé que no fue fácil. Estoy orgullosa de ti—.
—No lo fue, pero tenía que hacerlo—. Siguieron en un silencio amigable a sus habitaciones, Kalen
saco su camiseta despedazada, su abrigo de cuero colgaba sobre su brazo. Cuando ella lo dejo entrar
su cómodo apartamento, él puso el abrigo sobre una silla.
— ¿hay una historia detrás de eso? preguntó ella con curiosidad. —nunca vas a ninguna parte sin él
—.
—todo tiene una historia—, respondió con una pequeña sonrisa. — la gane en un juego de poquer
en mi vigésimo cumpleaños. Lo tome inmediatamente de la espalda un niño rico después que me
saque una royal flush.
—Solamente en algunos momentos de mi vida que jamás desee apostar más.
— ¿qué habría obtenido el si tu hubieras perdido?
—Yo en su cama por una noche—. Su sonrisa se volvió triste. — No tengo nada más que apostar
—.
Quería llorar el chico perdido que había sido. — Pero tú eres un brujo.¿ porque no solo tienes que
utilizar tu magia para ganar? ¿Para conseguir lo que quieres o necesitabas en la vida.?
— Porque soy muchas cosas, muchos de ellos no son buenos, pero no soy un tramposo, nena. Mi
abuela me crio mejor. Además, si hubiera cedido a la tentación cada vez que estaba en una
situación difícil, yo sería tan egoísta malo como Malik ahora—.
—lo siento, dije compungida.
—no lo sientas. Es una pregunta perfectamente comprensible que nadie pregunta—. Cerro la
distancia entre ellos, el la empujo contra su duro cuerpo. — lo que importa es que he sobrevivido.
Ahora estoy aquí, y este trasero te pertenece—.
Un delicioso estremecimiento silbo a través de ella, despejando de su pasado en el punto de no
retorno. Ella tenía cero fuerza de voluntad a lo que se refería su compañero. — ¿es así? ¿No te
importa si tomo ventaja de un hombre herido?
El tomo sus labios en una apasionado beso que la dejo sin aliento. — si no te aprovechas de mí y
rápido, la decepción podría retrasar mi recuperación—.
—bien, ¡no podemos permitir eso!
Tomando la mano de su compañero, lo llevo a su habitación. Justo donde lo quería. Se quedaron
mirando el uno al otro durante varios segundos. El deseo se edificó en llamas. Su mirada,
haciéndola sentir como la mujer más bella y deseada del mundo.
—siento mucho como acabo la última vez que estuvimos juntos. Salí corriendo sin tratar de
comprender tu lado, dejándote sin explicar—.
—shh. Eso se terminó, cariño. Mi compañera. Vamos a seguir adelante, juntos.
—No puedo pensar en nada que me guste más—. Ella hizo una pausa y respiro. — quiero que me
reclames de nuevo. Esta vez porque los dos queremos—.
—oh, dios, Mackenzie, susurró el. —sí.
Las manos le temblaban un poco cuando él se acercó, comenzó a desabrocharle la blusa, el la
desenvolvió como si fuera un tesoro precioso, dejo caer el material al suelo, y ella se quitó el
sujetador. Durante varios segundos, el simplemente la miro. Una emoción tan cruda grabada en su
rostro.
—nunca he tenido a nadie de los míos. Nadie que era mía y solo mía a quien cuidar…y amar—.
—Kalen—, a ella empezó a arderle los ojos con lágrimas de alegría.
— déjame amarte. Y no solo con mi cuerpo, quiero decir déjame amarte. Por favor te necesito—.
—Me tienes a mí —, dijo ella, con la voz quebrada, recogiéndose en sus brazos , el la puso en la
cama y saco sus pantalones y ropa interior. La emoción entre ellos era tan intensa, ella se dio
cuenta de que este momento sería muy diferente al anterior. Antes, el sexo estuvo caliente, crudo,
carnal. Casi se había quemado.
Esta vez su compañero iba a hacer el amor con ella, todo el abundante amor que él había estado
teniendo muchas ganas de dar en su vida entera. y a ella le encantaría devolverlo, como se lo
merecía.
Avanzando lentamente sobre su cuerpo bajando sobre ella cuidadosamente para no aplastarla, la
beso con tanta suavidad, que las lágrimas finalmente se desbordaron. El lamio la esquinas de sus
ojos, susurrando en voz baja , palabras dulce que ella no entendí bien pero comprendió el
significado de todos modos.
Entonces él se movió más abajo, rindiendo homenaje a cada centímetro de su piel. El mordisqueo
el punto sensible detrás de su oreja , su cuello , y su clavícula , después , el chupo sus pezones ,
apretando los picos rígidos. Jugo con ellos hasta que ella gimió, necesitando mucha más atención en
otros lugares también.
El estaba feliz de hacerlo arrastrando la lengua por su abdomen, haciéndole cosquillas en el
ombligo y haciéndola reír. reirse durante el sexo , ¿quién lo habría pensado? pero lo que pasaba
entre ellos esta noche superaba al sexo. se trataba de un intercambio de cuerpos , que conectaba las
almas. ¿por qué no debería ser un motivo de alegría? luego él se agacho entre sus piernas, extendió
sus muslos mas ampliamente, dejando al descubierto su sexo para él. Nunca había sido avergonzada
de su cuerpo, pero esta franqueza, la facilidad que sentía con él, era diferente a cualquier relación
antes de el. Este hombre era de ella.
Poniendo sus manos debajo de sus nalgas, el la levanto y empezó a darse un festín en su entrada,
cada célula viva de su cuerpo cantaba con sus atenciones. Este era su compañero, dándole placer a
su mujer, ya que nadie más tenía derecho a hacerlo, nunca más. Su posesión casi la dejo demasiado
al borde.
Como si adivinara lo cerca que estaba de la liberación, el sonrió y la bajo de la cama.
— no tan rápido, nena. Voy a hacer que te corras en mi polla.
—¡si por favor!
Se movió sobre ella de nuevo, coloco la cabeza de su dura polla en su entrada y comenzó a ceder
en su interior. El la empalo lentamente, y se sentía tan condenadamente bien. Él era el ajuste
perfecto , extendiendo y llevándola entonces casi a la incoherencia con el placer. Entonces
empezó a deslizarse dentro y fuera , acariciando sus paredes internas y ella se aferró a él , dejando
que fuese arrastrada por oleadas de palcer glorioso que la llevaron más alto.
—Te amo, Mackenzie , dijo el suavemente , sosteniéndola cerca.
Empujando su polla lento y profundamente.
—Dios, como te amo.
— Te amo, también. Desde el momento en que te vi.
—nena…
Sus embestidas se incrementaron poco a poco en velocidad. Su respiración era más dura mientras
cogía el ritmo . Entonces él la tomo en sus brazos y para no romper su conexión, la puso en
posición sentada con Mac en su regazo.
—móntame me gusto esto ,cariño. susurró el .—jodeme— .
—¡si!
Ella tomo la iniciativa, aferrándose a sus hombros mientras ella rebotaba en su regazo. Lo cogió
con entusiasmo, moviéndose en espirales hacia el punto inevitablemente culminante.
— voy a reclamarte, mi compañera. Nunca te dejare ir.
— ¡por favor Kalen!
Sin necesidad de un mayor estímulo el golpeo. En el instante en que sus colmillos se hundieron en
la curva de su cuello y hombro, la fuerza de su liberación detono su mundo . Mac era vagamente
consiente de gritar su éxtasis salvaje cuando el reafirmo su vínculo, y la bombeo
interminablemente.
Cuando por sin sus temblores se detuvieron, él todavía la sujetaba con fuerza, frotándose sus manos
en la espalda. finalmente el retiro sus colmillos y lamio sus heridas, a pesar de que ella sentía que la
bestia en el se había mostrado reacio a renunciar a su control.
— quise decir lo que dije, dijo. — no fue solo el calor del sexo, Te amo , Doc—.
—y te amo, hechicero.
El sonrió, — me haces más feliz del que tengo derecho de estar, pero por una vez en , voy a
disfrutar de tener lo que quiero y me preocupare por el resto mañana—.
—hay espíritu—. Ella beso sus labios deliciosos.
— supongo que deberíamos movernos.
—ugh , ¿ tenemos?
—¿la ducha?
el se animó . — ¿eso incluye sexo en la ducha?
— si tiene suerte—. ella bromeo.
— suena como un plan para mí.
Con cuidado, el la bajo de su regazo, juntos se rellanaron en el cuarto de baño, comenzaron con el
roció, se dejaron ir agradablemente y caliente. Luego, ellos continuaron empañando el cristal en
más de un sentido.
Después, Mac volvió a pensar en la forma en que tenía que decirle a Kalen sobre el bebe. Mierda,
si empezaban a compartir residencia, él iba estar preocupado sobre sus vómitos por las mañanas y
ella tendría que decirle sobre las reclamaciones de Malik y la pesadilla.
Ella le diría acerca de ambos pronto. Pero quería esta noche solo para los dos antes de que la
realidad se entrometiera.
Seguramente eso no sería demasiado pedir. Con un suspiro de satisfacción, ella se acorrucó en sus
brazos y durmió mejor de lo que tenía en meses.
Más tarde, estaría muy contenta de que no saber de la tragedia y la angustia por venir.
La siguiente mañana después de marcar a su compañera por segunda vez con resultados mucho más
felices Kalen estaba en lo alto. Tan alto que su amante le hubiese hecho un examen de drogas si ella
no hubiese sabido que era normal.
Así que el debió haber sabido que eso no duraría.
Después de que Mackenzie se había vestido y se dirigía hacia el infamatorio, Kalen volvió a su
habitación para un cambio de ropas. Él estaba contemplando decirle a su compañera que si podían
mudarse juntos cuando su celular sonó.
El nombre de Nick apareció en la pantalla y el hizo una mueca. Una llamada del jefe no era
típicamente una razón para celebrar, y esta no era diferente.
“tengo la localización de tus padres” él dijo sin preámbulo.
“bueno, hay unas fantásticas noticias” Kalen contesto con todo el sarcasmo que podía tener. Esta
conversación requería café, tal vez también le agregaría una copita de whiskey “casi no puedo
esperar por la amigable reunión ¿debería llevar pañuelos?”
“gracioso ¿no quieres saber dónde estás?”
“no realmente. Pero supongo que de cualquier forma me dirás” si, el café, mejor dejar fuera el
alcohol, aunque el cogió una taza y la metió bajo su vaso de cerveza, después bajo el interruptor.
“tu dirección de la infancia aun esta listada bajo sus nombres”
Kalen se congelo, viendo el vapor de la cerveza en la taza.
“estas bromeando”
“no. Lo más extraño es que mi contacto dice que nadie recuerda haber visto a los Blacks en años.
Nadie sale o entra de la casa. Nada, pero la casa está bien cuidada, flores plantadas, el pasto
cortado, el periódico y el correo recogido regularmente. Los archivos demuestran que los recibos
han sido pagados a tiempo. Etcétera. Por nueve años todo se ha visto bien en la superficie”
“excepto que ni un alma los ha visto en casi una década” Un frio dedo trazo la espalda de Kalen. El
no necesitaba que Nick le digiera que algo estaba mal.
“¿Cuándo nos vamos?”
“tú no tienes que ir” dijo el comandante su voz más suave “sabes que te diremos lo que
encontremos”
“confió en ti…es solo que…tanto como me gustaría no volver a poner un pie en mi ciudad natal, me
he dado cuenta de que debo regresar y obtener algún tipo de cierre” el titubeo.
“para mí y para Mackenzie”
“¿tú y Mac, uh?” la sonrisa de Nick paso por el teléfono.
“dudo que sea un secreto”
“tienes razón, no lo es, la has reclamado-¿de la forma correcta esta vez?”
“si” dijo el, contento de que el hombre no pudiera ver su rostro sonrojado por el teléfono, o mierda,
tal vez él podía.
“ella es la mejor cosa que me ha pasado a mí. La amo Nick y por alguna extraña razón ella también
me ama”
“estoy realmente feliz por ti chico, y estoy de acuerdo en que necesitas un cierre. ¿Puedes estar listo
para irte en una hora?”
“estoy listo”
“desayuna primero, luego debes estar en el hangar en una hora. Aric nos llevara ahí en el jet, y Ryon
va como apoyo. Estos dos son los menos lastimados de ayer.
“bien, te veo entonces ¿y Nick? Gracias”
“ni lo digas”
Kalen bebió su café por unos minutos y luego boto las sobras en el drenaje. La idea de enfrentar a
sus padres después de tanto tiempo hacia que doliera su interior, y él no estaba seguro sobre poner
algo en su estómago. Pero no se sabía cuándo comería de nuevo, así que mejor hizo como se le dijo.
Solo la mitad de los chicos incluyendo a Aric y Ryon estaban en el comedor, llenados de
panqueques y tocino. El resto debe estar durmiendo por la paliza que tomaron de los Sluagh. Kalen
apuñalo un par de panqueques con su tenedor, tomo tres pedazos de tocino y empezó a comer. Él
estaba más hambriento de lo que pensaba y comió rápido. Después de decirles a Aric y Ryon que
los vería en el avión y decirles a los otros adiós. Se apresuró a la enfermería.
Un casado Noah le señaló la dirección correcta, y Kalen encontró a su doc saliendo de la habitación
de Zan.
“¿Cómo está él?”
“Mejorando” dijo Mackenzie aliviada “su vista es ahora más clara y su escucha ya casi regresa a la
normalidad”
“esas son buenas noticias” él le dio un beso rápido – ni de cerca al ardiente y apasionado que
preferiría darle.
“¿estará fuera de aquí pronto?”
“mañana, diría yo ¿entonces qué haces?”
El lanzo un suspiro reprimido.
“voy a ver a mis padres, Nick quiere revisar cualquier conexión que tengan con Malik,
considerando su reclamo, y un par de los chicos van como refuerzos”
“quiere decir lo que dice sobre que él conocía a tu familia y que tú eres Fae” ella lo miro con
preocupación.
“exactamente, no estoy seguro de que mis viejos vayan a ser realmente cooperativos, o si quiera si
nos hablaran”
“buena suerte, cariño” dijo ella, jalándolo en un abrazo y apretándolo fuerte. “sé que es muy
importante para ti obtener respuestas”
“solo espero que pueda manejarlas unas vez las tenga”
“desearía poder ir contigo”
Sus bonitos ojos azules estaban nublados con preocupación “pero tengo que tomar este turno con
Zan. Noah esta exhausto y necesita dormir”
“no te preocupes por mi bebe. Tendré a Nic, Aric y Ryon conmigo. Estaré bien, lo prometo”
Ella se mordió su labio “Bien, pero llámame y déjame saber cómo fue. No seré capaz de
concéntrame bien hasta que lo hagas”
“lo hare, nos vemos esta tarde”
Un abrazo y varios besos después, estaba de camino al hangar. Cristo solo sabía que encontrarían en
su hogar una vez que llegaran.
Kalen podía sentir la tensión en su cuello y hombros mientras Aric guiaba el avión para detenerse
en una pista privada que ellos adecuaron para su viaje. El juro que nunca volvería y ahí estaba. De
vuelta en el Hogar – Dulce –Prisión.
Excelente por la abuela, ella había sido una sólida influencia positiva en su vida, y sin ella, el
rápidamente se había perdido. Hasta Mackenzie.
No había duda de que su compañera alejaba la oscuridad, a pesar del terrible vinculo que tenía
Malik sobre él, su compañera era mucho más fuerte. Ella era lo que Sariel había dicho sobre abrirse
a la luz y el amor – todo, había sido con Mackenzie.
Aun así, él se preocupaba sobre que algo pasara y fracturara su nuevo y frágil vínculo. Que podía
ser aplastado como una flor en un huracán. Simplemente arrastrada en manos de un cruel destino. Él
no estaba siendo paranoico, había pasado antes, la perdida de felicidad, su alma. Si eso pasaba de
nuevo, él podía convertirse un esclavo de su propia oscuridad, nunca ver la luz de nuevo.
“bienvenido a Mayberry” Aric bromeo, haciendo que el avión se detenga “¿Jesús que hace la gente
aquí para divertirse? ¿tejer afganos?”
“sip, cuando los viejos se sienten realmente rebeldes, ellos dejan dinero en la olla para los
ganadores del bingo y no exagero” los tres rieron y el sonrió ante la memoria de su abuela hablando
sobre su gran puntuación.
“Hammer estaría en casa” Ryon observo mientras desembarcaban “él podría iniciar un club de
tejido, todos saben que el una viejita disfrazada”
Nick se rio “no dejes que escuche que dijiste eso, el jura que es un pasatiempo, dice que le ayuda a
relajarse”
Ryon levanto su oscura ceja “viejo, puedo pensar en mejores formas para relajarte que no incluyen
hilo, enserio alguien debería tomar a ese chico bajo su ala”
“ese chico” Nick dijo arrastrando las palabras “vivió tantos años encubierto que casi se perdió a si
mismo, él ha cena con señores de las drogas, caminado en su hogar con terrorista y ha derribado a
criminales más peligrosos que los cuatro combinados. Si él quiere vivir una vida tranquila después
del trabajo, que lo haga”
Interesante, Kalen se había preguntado por el hombre grande, y una vista a su pasado le hizo más
curioso. Pero ahora no era tiempo para investigar más, ellos vinieron por una razón, y el
conocimiento lo hizo volver a la realidad.
Una SUV estaba esperando por ellos en la pista, las llaves bajo el tapete Ryon tomo el volante y
Nick se pidió adelante, dejando a Kalen atrás. Con Aric que lo miro antes de acomodarse, sin un
solo comentario malintencionado. De hecho cuando abrió su boca lo que salió era bastante decente.
“esta cosa con tus padres, no es una mierda. Vas a envolver una parte de tu vida, dejarla detrás de ti,
cuidamos de tu espalda, recuerda eso”
Su tregua era difícil, pero parecía sostenerse. Kalen dudaba que algún día fueran BFF, y llevaba
tiempo acostumbrarse al hombre, pero él estaba bien.
“gracias, lo aprecio” él dijo, y quería decir eso.
El camino estuvo sin incidentes y el miro la ciudad mientras manejaba por ahí. No mucho ha
cambiado, excepto unos cuantos negocios que no reconocía.
Los arboles eran más altos y llenos, y la ciudad había hecho el trabajo de embellecer el lugar con
flores y más. Otra cosa más que pequeños detalles, era como caminar en el tiempo.
Unos minutos después de que Ryon se detuvo frente a su casa y se estaciono junto a la acera, el
estaba sudando. El respiro profundamente unas cuantas veces y se forzó a calmarse. Su padre era
como un pitbull – si el sentía la más mínima inseguridad en su hijo prodigio, el iria por la yugular y
terminarían la pelea que no habían tenido en años.
Kalen ya no tenía catorce años, no tomaría los abusos pasivamente.
Pero el necesitaba más respuesta de lo que necesitaba golpear a su padre. Ellos salieron del
vehículo, las cuatro puertas golpeándose, ellos comenzaron a caminar pero Ryon le detuvo.
“espera” el rubio se quitó el cabello de sus hijos y miro alrededor del pintoresco marco amarillo con
el acabado blanco de pan de jengibre. El vecindario era tranquilo, las hojas de los arboles viejos
meciéndose suavemente.
En algún lugar, un perro ladro. Una o dos calles más adelante se podía escuchar a los niños jugar.
Un día normal.
“¿Qué?” la voz de Kalen era muy baja.
“hay dos espíritus aquí"
Ryon le dijo sombríamente “ellos quieren que nos vayamos”
“¿ellos dicen por qué?” Eso era de Nick
“algo sobre magia negra”
Genial. Justo lo que necesitaban “de alguna forma debí haber esperado esto” Kalen les dijo
“esperen, dejen me ver si puedo encontrar algo supernatural”
Abriendo su magia, él la dejo extenderse hacia la casa buscando algún poder. La reacción fue
instantánea y lo tiro violentamente “¡diablos!”
Aric lo atrapo, salvándose de golpearse contra el pavimento “¡Whoa, la encontraste ¿huh?”
“¡hijo de perra!”
Enderezándose, el miro al pelirrojo “buena atrapada”
“de nada ¿así que, cual es el problema?”
“justo como los espíritus de Ryon dijeron – magia negra, hay una gran red sobre la casa, actuando
como un velo o alguna clase de protección”
“¿puedes deshacerte de eso?” Nick pregunto.
—Eso creo. —Si no, necesitarían una pala para rascar el suelo. Pero él se refrenó de mencionar eso.
—Genial. Consigamos entrar antes de que alguien llame a la policía—murmuró Aric.
Ahí estaba. Bloqueando los pensamientos de los vecinos curiosos, Kalen cerró sus ojos y abrió su
magia. La dejó fluir, precavidamente esta vez, hacia la telaraña de guardas sobre la casa. Probó la
estructura aquí y allí, encontró los puntos de debilidad para explotar. Trabajó en ellos mientras
expandía su don, buscando el tipo correcto de hechizo.
Era un simple velo, construido para engañar a todos quienes vieran la casa para que la vieran como
había estado hacía años. Y la firma pertenecía a una criatura que estaba comenzando a conocer bien.
—Malik—se las arregló él—. Este es su trabajo.
Oyó un par de maldiciones por estas noticias, pero mantuvo su enfoque en la guarda. En romperla
pulgada a pulgada hasta que finalmente cayó y se disipó en polvo. Lo que permanecía, la verdadera
imagen de la casa dónde había sufrido de niño, reflejaba lo que había esperado encontrar.
La casa estaba en un estado de abandonada tristeza, asentada en una obstrucción de mala hierba, el
porche cayéndose. Las ventanas parecían ojos fríos, rotos y llorosos. La una vez alegre pintura
amarilla estaba descascarillada y caída, haciendo que la casa pareciera enferma. No estaría muy
lejos de acertado.
Ryon avanzó por la crujiente y desigual acera.
—Cristo, qué caos. ¿Por qué Malik se molestaría en enmascarar la condición actual de la casa?
—Puedo pensar en una razón—dijo Kalen—. No quería que nadie entrara.
—Estar alerta. —Nick miró a la casa cautelosamente—. No necesitamos tenerte en cama más o
peor.
Caminaron hacia el porche cuidadosamente, y los tablones podridos gruñeron bajo su peso
combinado. Aunque parecía aguantar.
—Las señoras primero—bromeó Aric, sonriendo a Kalen. A la mirada de Kalen, él inmediatamente
intentó parecer contrito—. Lo siento. Viejos hábitos.
Kalen rió, sorprendiendo al pelirrojo. Los otros sonrieron, también. Si iba a ser parte real de este
equipo, tendría que aprender a reírse de sí mismo un poco. Vale, mucho.
Intentó la puerta y el pomo giró fácilmente. Cada célula lista para saltar a la acción, balanceó la
puerta abierta. Todo lo que encontró era el olor a polvo, telarañas... y algo que había olido docenas
de veces antes, en cementerios sobre todo.
Descomposición.
Los lobos debían haber cogido el olor, también, porque Nick puso una mano en su hombro.
—Puedes esperar fuera si quieres. Nadie pensará menos de ti.
Él sabía lo que probablemente encontrarían. Pero Kalen no había venido tan lejos para enfrentar a
sus demonios solo para retroceder en el último segundo.
—No, estoy bien. Hagamos esto.
Al asentimiento del comandante, entraron y comenzaron la búsqueda en la casa, que seguía cerrada.
El interior debía haber estado cubierto en una capa de una pulgada de espesor de polvo. Las
telarañas contaminaban las esquinas. Ryon se movió a la cocina y en un momento llamó.
—Hey, venid a ver esto.
Kalen les siguió al interior y miró el caos. El hedor a vieja comida quemada asaltó sus sensibles
narices de cambiantes. Dos cacerolas situadas en la vieja cocina, carbonizadas y negras con algo
que debía haberse estado cocinando una vez. Ryon abrió el horno y comenzó a toser, cerrándolo de
un portazo otra vez.
—Hay una cacerola de algo ahí dentro que creo que solía ser comida de algún tipo.
—Grosero—dijo Aric, arrugando su nariz.
Nick ondeó una mano a la sala.
—Así que, la cena se estaba cocinando. ¿Y luego qué?
—Nada bueno—dijo Kalen—. Comprobemos su dormitorio. Mamá a menudo llegaba a casa
después del trabajo y se cambiaba de ropa después de comenzara la cena. Siempre decía que era
bueno no relajarse después de un largo día.
Él realmente, de verdad esperaba que no encontraran nada. Hubiera preferido que sus padres solo se
hubieran ido sin un rastro para descubrir lo que él estaba temiendo que harían. Pero sus plegarias no
fueron respondidas.
La realidad era mucho peor de lo que se había imaginado.
Nick, en la parte de delante, caminó a través de la puerta del dormitorio de sus padres primero e
inmediatamente giró alrededor, levantando ambas manos.
—No necesitas entrar aquí.
—¡A la mierda si no lo hago! Muévete, Nick.
Mirando alrededor de su jefe, Ryon jadeó y Aric sacudió su cabeza.
—No—dijo Aric—. Realmente no quieres entrar.
—Soy un hombre adulto—dijo él equitativamente—. No es como si no supiera que algo estaba
terriblemente mal al minuto de que descubrí que las guardas pertenecían a Malik. Dejadme entrar
para que pueda poner fin a esta parte de mi vida.
Después de varios golpes de silencio agonizante, se separaron para permitirle entrar. Lo que vio le
aseguró que había algunas cosas que nunca realmente terminaban —para el vivo, al menos. Algunas
veces no hay nada excepto el horror que permanecería con una persona para el resto de su vida.
Los secados, momificadas cáscaras de sus padres dejados en la habitación, como abandonados y
solitarios como su una vez infeliz casa. Su padre estaba tumbado en el suelo a un lado de la cama,
su ropa hace mucho convertida en trapos. Pero eso no era el detalle más escalofriante.
Había sido decapitado. Su cabeza estaba situada en la cómoda a los pies de la cama, ignorando el
cadáver de su madre.
Ella había sido atada a la cama, las muñecas sobre su cabeza, y por lo que él podía decir, había
estado desnuda cuando murió. Su cara estaba girada hacia la seria cabeza en la cómoda, su boca
congelada en un grito silencioso.
—Sus espíritus aún están aquí—susurró Ryon—. Me están diciendo que Malik hizo esto. Él ató a
Mrs. Black a la cama, luego mató a Mr. Black mientras la hacía mirar. Y luego la dejó aquí para
morir lentamente, sola con el horro del asesinato de su marido y su inminente muerte. —La mirada
fría y amplia encontró la de Kalen—. Mr. Black tiene un mensaje. Dice que te odia. Eres un
bastardo, y espera que te pudras en el infierno.
Los ojos de Ryon giraron de vuelta a su cabeza y golpeó el suelo.
El estómago de Kalen se tambaleó.
—Dios. Me estoy poniendo enfermo.
Giró hacia el diminuto cuarto de baño y apenas se puso de rodillas delante del roñoso inodoro antes
de perder su desayuno. Vomitó sus intestinos hasta que no hubo nada y estaba seguro que el
revestimiento de su estómago debía haberse vuelto del revés. Una mano se cerró en su hombre y él
saltó.
—¿Está todo bien, niño? —Nick dio una risa sin humor—. Pregunta tonta. Haré una llamada a
Grant y le haré enviar a un equipo para arreglar este caos.
—¿Grant? No le necesitamos, jefe—se burló Aric. Ayudó a levantarse al tembloroso Ryon, luego se
quedó detrás de Nick en el umbral del cuarto de baño—. Podemos encargarnos de esto por nosotros
mismos.
Nick pensó en eso durante un momento, luego preguntó a Kalen:
—¿Quieres algo de este lugar? ¿Y de la casa?
—Los álbumes de fotos de mi abuela—respondió Kalen roncamente—. Mi madre los consiguió
cuando ella murió, y me gustaría tenerlos. Luego quemad la condenada casa.
Aric asintió.
—Yo puedo hacer eso. Con placer.
—¿Sin dañar ninguna de las otras casas cercanas?
—Apuesta.
Nick le dio a Kalen una mano para levantarse y los chicos se congregaron alrededor de él cuando
dejaron el dormitorio, bloqueando su visión de la horrible escena. Aunque era demasiado tarde para
eso, pareció el gesto.
La búsqueda de los álbumes fue breve afortunadamente. Su madre los tenía guardados en una
estantería en el salón, y sus amigos reunieron una brazada de varios libros polvorientos, sacándolos
al SUV. Kalen seguía detrás, giró y echó una última larga mirada al lugar que tenía tantos recuerdos
tristes. Tanto horror.
Al recordar a su madre, un bulto quemó su garganta. Fueran cuales fueran sus fallos, había amado a
Kalen una vez. Pero sus muchos errores, como casarse con su padre, había sellado su destino. Ella
podría haber amado a su hijo, pero no había luchado por él. Había sido golpeada demasiado, sin
esperanza.
Y cuales fueran los secretos que guardaba habían muerto con ella.
¿O no?
Malik estaba inusualmente tranquilo por el momento cuando Kalen habría pensado que él se estaría
regodeando, burlándose de él con acertijos y más secretos. Sin mencionar castigar a Kalen por su
traición, por ir directo a Nick y a la Manada sobre los planes del ataque a los civiles. El vínculo de
emparejamiento realmente debía ser fuerte, y estaba agradecido por la prórroga.
—Abríganos, hombre mágico, porque este bebé va arder.
Aric lanzó sus manos y una columna de fuego se disparó hacia el ruinoso porche. La casa subió
como astillas secas, y Kalen apenas se las arregló para conseguir otra guarda en el lugar antes de
que todo el vecindario fuera testigo de un espectáculo que pronto olvidarían.
Observaron cuando las hambrientas llamas consumieron la estructura. Reduciéndola a cenizas. En
minutos no estaba, solo un montón de ardientes escombros dejados para marcar dónde su vida había
comenzado.
Aric dirigió a Kalen hacia el SUV.
—Ryon, sácanos de una condenada vez de aquí.
—Yo conduciré—dijo Nick—. Ryon aún está un poco indispuesto.
Cuando subieron al vehículo, Aric murmuró:
—Mierda, esta ciudad podría parecerse a Mayberry, pero realmente es Freakville, USA. Me da
malditos escalofríos. Toda la ciudad probablemente está llena de goblins o alguna mierda.
Los labios de Kalen se curvaron hacia arriba a pesar de la seriedad de su horripilante encuentro.
Aric solo era demasiado... Aric. Uno del tipo amable. Habían tenido sus diferencias, pero estaba
volviendo a ser un tipo resistente.
En menos de media hora, habían devuelto el SUV prestado al punto dónde lo habían encontrado y
dónde volaron hacia el complejo de Wyoming.
Hacia casa, y mejor aún, a la mujer que amaba.
El teléfono móvil de Mac zumbó en su cadera y ella lo agarró y leyó el mensaje de texto de Kalen.
Aterrizo a las cinco. XOXO.
XOXO de vuelta a ti. ¿Cómo fue?
Mal. Te contaré pronto.
En mi oficina. Ven cuando puedas.
—Mierda. —Malo podía significar algo. Deseaba que pudieran hablar mutuamente en sus cabezas
como los lobos emparejados, pero mientras ella y Kalen eran más sensibles a las emociones del otro
y la dirección general de los pensamiento del otro, la actual comunicación telepática no parecía
estar en las cartas para ellos. Ansiosamente, paseó por su oficina hasta que finalmente sonó una
llamada.
Ella corrió y lanzó la puerta abierta, y su Hechicero prácticamente cayó en sus brazos.
—¡Oh, cariño! ¿Estás bien? —Ella intentó apartarse para comprobarle, pero él se aferró incluso más
tenso. Metió su cabeza debajo de su barbilla, él besó su pelo, su delgado cuerpo temblaba.
—Estaban muertos—se atragantó él.
Oh, no.
—¿Tus padres?
—Muertos, como durante años. Quizás desde que dejé la casa. Cristo, estaban momificados.
—Cariño, lo siento mucho—susurró ella, dolida por él—. Ha debido ser un gran shock, encontrarles
así.
—Mi madre estaba atada a su ca-cama, y la cabeza de mi padre estaba en la cómoda. El asesino la
hizo observar y luego la dejó allí con él así. Solo la dejó para morir.
Ella le sujetó durante un largo tiempo, intentó consolarle mientras él se sacudía. Ella se sintió tan
indefensa, insegura en qué decir.
—¿Quién crees que hizo eso?
“La firma de Malik estaba en todas las salas que dejó en la casa,” dijo con dificultad. “Ryon dijo
que él los mató.”
“¿Qué hay acerca de la escena? ¿Ustedes chicos la dejaron sola?”
“No. Nick quería llamar a tu padre y que traiga un equipo de limpieza, pero Aric se ofreció a
incendiarlo en su lugar. Se ha ido, todo excepto por los álbumes de fotos de la abuela. Los traje de
vuelta.”
“Eso es bueno. Estoy feliz de que hayan podido salvar algo que perteneció a ella,” dijo ella
suavemente.
Se quedó en silencio por un momento. A lo ultimo ella había manejado para librarse a si misma de
su abrazo de la muerte y lo instó en una silla. Tomando un asiento a su lado, ella sostuvó su mano.
Sus ojos estaban rojos y se veía tan perdido, su corazón salió hacia él.
“Siento que es mi culpa que ellos estén muertos,” dijo silenciosamente. La miró, su expresión
miserable.
Ella se puso su sombrero terapeuta.
“Esa es una reacción entendible. Pero déjame preguntarte, ¿estuviste allí cuando ellos fueron
asesinados?”
“No.”
“¿Y por qué no?”
“Porque mi padre me lanzó afuera.”
“Y tú eras solo un chico de catorce años. Por lo tanto, no hay nada que tú pudieras haber hecho para
salvarlos. Puede ser que incluso hubieras sido asesinado junto con ellos.”
“Quizás, pero no lo creo.”
“¿En serio? ¿Por qué no?”
“Ellos fueron el objetivo de la venganza de Malik, no yo. Si me hubiera querido muerto, lo estaría
ahora. Soy demasiado útil para él para morir. Él dijo lo mismo.”
Ella se las arregló para ocultar su estremecimiento de miedo. Ambos sabían que si el asesino era
Malik —y que parecía lo más probable— el Unseelie podría cambiar su mente en cualquier
momento. Él podría decidir que Kalen era una responsabilidad que no podía permitirse,
especialmente si fracasó para ganarlo en su lado. A través de su vínculo, pudo sentir la preocupación
de Kalen. Él estaba muy nervioso, en el borde.
“¿Por qué no vamos a descansar a mi habitación después de cenar? Zan fue liberado más temprano,
así que estoy libre.” Ella tiró de él hacia arriba y ligó su brazo a través del de él mientras caminaban
hacia su apartamento.
“Yo no te merezco,” murmuró él.
Ella se acurrucó cerca de su lado.
“No lo hagas,”
“Es verdad. Toda acerca de la mala mierda que está pasando es por mí.”
“No. Se trata de la búsqueda de Malik para dominar el mundo. Tú no tienes nada que ver con el
nacimiento de sus planes.”
“Pero desde el tiempo en que yo era un niño, esos planes tienen algo que ver con migo. Él mató a
mis padres, al igual que ha matado a todos los que alguna vez me hicieron daño. Y no ha hecho esas
cosas por amor —soy importante para él. O más bien, mi poder lo es.” Dio una risa amarga.
“Pero tú eres más importante para mí y para la manada. No olvides eso.”
“Haré lo mejor que pueda, nena.”
Apretando su mano, él le dio una sonrisa agradecida.
Los dos continuaron hacia su apartamento tomados de la mano y ella disfruto de su cercanía, el
calor de su gran palma envolviendo la suya. Dentro, se quitó su abrigo y lo arrojó en el sofá, luego
lo empujó dentro de su dormitorio. Él le dio una mirada interrogativa, esperanza y deseo quemando
en sus ojos.
“Hazme el amor, por favor,” murmuró ella, rozando una palma sobre su pecho.
Él contuvo el aliento.
“Pensé que nunca lo pedirías.”
Ella lo cuidó, desvistiéndolo mientras él la miraba, su expresión tan vulnerable como la de un niño.
Pero su cuerpo era todo hombre, que se evidenciaba por el creciente deseo de besar su estomago. Él
era impresionante, hecho de lisos y brillantes músculos. Oscuro y peligroso. Todo suyo.
“Te amo, Kalen.”
“No entiendo por qué, pero me alegro. Me haces tan feliz,” respiró. “Déjame amarte de nuevo.”
Él la desvistió con tanto cuidado como ella le había mostrado, luego la empujó suavemente sobre su
espalda. Esta vez no había un montón de juegos previos. Algunos besos calientes en los labios, y él
separó sus muslos, se movió entre ellos.
Encontró su húmedo centro con la cabeza de su polla y se deslizó dentro.
Le hizo dulce, sin prisa el amor con movimientos seguros, llevándolos a un pico sin aliento. Luego
enviándolos por encima.
Aferrándose juntos, cabalgaron su orgasmo hasta que se recostaron agotados. Y después
permanecieron entrelazados, tomando el brillo dorado de su vínculo.
Él suspiró, saciado y agotado.
Cuando habló, su voz estaba llena con asombro. “Dios, eso fue maravilloso. ¿Qué hace una
hermosa, inteligente mujer como tú con un fenómeno como yo, nena?”
Levantándose sobre su codo, ella le frunció el ceño. “No eres un fenómeno. Eres el hombre que
amo y no podría cambiar nada de ti, excepto por quitar tus heridas.”
Él apretó su ajuste. “Solo desearía haber nacido como un niño normal de una regular, familia
blanca. Entonces podría ser un tipo como cualquiera para ti.”
“Bueno, si hubiera nacido diferente nunca nos hubiéramos conocido,” dijo ella. “Además, te amo
exactamente como eres. Al decir que te gustaría ser diferente, estas cuestionando mis elecciones y
mi inteligencia. ¿Es eso lo que piensas hacer?”
Tomando una respiración, la abrazó con fuerza cuando ella se acurrucó a su lado otra vez, y dejó
caer un beso en la parte superior de su cabeza. “No, no lo es. Tienes razón y lo siento. Tu eres la
única cosa buena para salir de todo esto, ¿lo sabes?”
“Somos la única cosa buena.” Ella acarició su pecho desnudo.
“Sí. Tú haces que la oscuridad desaparezca,” susurró él. “Eres mi luz.”
Su garganta se apretó con emoción. “Entonces resiste un poco mas y nosotros lo mejoraremos
juntos.”
Mac despertó por unos persistentes golpes viniendo de algún lugar más allá de la habitación.
Desorientada, miró el reloj digital en la mesita de noche y se dio cuenta que eran la siente de la
mañana. Ella y Kalen se perdieron la cena y durmieron toda la noche.
Los golpes vinieron de nuevo, y frunció el ceño, preguntándose quién infiernos podría estar tocando
su puerta a esta hora. Su celular estaba silencioso junto al reloj. Si alguien la necesitaba, ¿por qué
no simplemente habían llamado?
Con un suspiro, se levantó y se puso una bata de toalla, ignorando el ominoso retumbo en su
estomago que señalaba un inminente ataque de nauseas matutinas, y esperando que el visitante no
haya despertado a Kalen. Su pobre compañero estaba exhausto por toda la mierda con la que ha
estado lidiando y merecía dormir. Pero más tarde tenía algo que compartir con él que esperaba lo
hiciera feliz. La idea de decirle le dio un pequeño estremecimiento.
Estaba pensando acerca de si compartir la noticia con omelets o llevarlo a una caminata en su lugar
cuando abrió la puerta sin mirar por la mirilla.
Y se encontró cara a cara con el General Jarrod Grant de la Marina de los EE.UU.
“¡Papá!” chilló.
“¡Mi niña!” bramó él, dándole una gran sonrisa. “¡Sorpresa!”
Instantáneamente ella estaba envuelta en un enorme abrazo de oso, el relleno exprimido fuera de
ella. “¡Oh, mi Dios! ¿No lo es, sin embargo?” Oh, mierda. Ella estaba casi siempre llena de alegría
de ver a su papá. Excepto cuando su nuevo compañero Alpha yacía en su cama, sexualmente
saciado y dormitando.
“Déjame mirarte,” dijo él, ajustando su espalda para él un poco.
“Estas preciosa, como siempre. Casi brillante.”
Imagina eso. “Tú te ves más guapo por ti mismo.”
Era verdad. Su padre seguía siendo un hombre muy atractivo, incluso empujando sesenta. A todas
partes a donde iba, el hacia voltear cabezas con su torneado, físico militar bien trabajado. Su cabello
oscuro era más sal que pimienta estos días y había líneas de sonrisa en las esquinas de los ojos
azules que se veían justo como los de Mac, pero todo eso sumado a su resistente atractivo
masculino.
“Gracias, calabaza.” Miró hacia la cocina con una mirada esperanzada. “¿Tienes algo de café?”
“Apuesta a eso. En seguida.”
Por favor no dejes que su olor me dé nauseas. Besó su mejilla, luego se movió a la cocina para
poner una olla. Todos iban a necesitarlo. Vagamente, hizo un gesto hacia su crespo uniforme.
“¿Aquí en comisión de servicio?”
Su felicidad se atenuó algo mientras tomo asiento en la pequeña mesa. “Podrías decir eso. Tuve una
llamada de de Nicky hace un par de días que no podía ignorar. Así que aquí estoy.”
“Eso es bastante vago,” dijo ella secamente, yendo a buscar tres tazas. Resistió la urgencia de
morder su labio, figurándose que la taza extra no pasaría desapercibida.
No lo hizo. “¿Tienes compañía?” preguntó, con un tono cuidadosamente neutral.
“Um, podrías decir eso.”
Ugh. Que torpe. “Pero está bien, en serio. De hecho, hay algo que necesito—”
“Hey, nena. ¿Huelo café?”
Con un bosteo somnoliento, su hechicero paso por delante de su padre sentado en la mesa sin
notarlo.
Los ojos de su padre se ensancharon y sus cejas se dispararon. Agradecidamente, Kalen se había
puesto sus jeans antes de aventurarse fuera de la habitación, pero dado su estado despeinado, el
botón superior desprendido en su cintura, y sin camisa, estaba bastante condenadamente claro que
este hombre era su amante.
Su entusiasta amante, quien envolvió sus brazos alrededor de ella y le dio un beso fusión-de-alma
mientras su padre le sonreía detrás de la espalda de Kalen.
Se las arreglo para arrancar con una risa avergonzada. Ella era una mujer adulta y esta era su vida,
pero aun así. “Uh, Kalen, cariño. Hay alguien que quiero que conozcas.”
“¿Huh?” la confusión surcando su ceja hasta que ella lo volteo para enfrentar a su padre. “¡Oh,
maldición, lo siento! No me di cuenta que teníamos compañía. Soy Kalen Black,” dijo cortésmente,
voz insegura, mientras extendió la mano.
Su padre llego hasta sus seis y cuarto pies de altura completa, sonrisa desaparecida. En el lugar de
su padre estaba el hombre que podía—y hacía—a hombres adultos orinarse en sus pantalones.
“General Jarrod Grant.” Tomó la mano ofrecida, dándole a Kalen el inconfundible vistazo que
dejaba al otro hombre saber que estaba siendo medido. Y que el jurado estaba fuera.
“Gusto en conocerlo, señor.” Para su crédito, Kalen no se acobardó. Se paró derecho y alto, la
mirada de su padre con un nivel de uno de los suyos, la comunicación silenciosa que mientras que
él era respetuoso, no era fácil de convencer.
“A ti también, Kalen.” Su padre hizo una pausa, estrechando sus ojos mientras liberaba la mano de
Kalen. Él miró entre su hija y el hombre en su apartamento. “Tú eres el hechicero del que Nick me
estaba hablando. Tu eres la razón de la manada está teniendo tantos problemas con ese bastardo
Unseelie.”
“Tiene al hechicero correcto pero la impresión equivocada,” dijo Kalen rígidamente. “Malik no
necesita una razón para hacer la vida de todos miserable, pero tiene un par de todos modos, y sus
planes pasan a incluirme.”
“¿Y qué es lo que tus planes incluyen? ¿Balanceándote en la cerca hasta que descubras de qué lado
vas a estar?”
La temperatura en la habitación parecía haber caído a veinte grados y el estomago de Mac se
retorció. “Papi, por favor—”
Kalen interrumpió su suplica.
“Esa es una pregunta justa. No, señor, no estoy sentado en ninguna cerca. Estoy peleando tan duro
como puedo contra el cabrón que me quiere en su grupo. Y estoy determinado a ganar, pero si no lo
hago…” tragó saliva, pero mantuvo la mirada de acero de su padre. “Estoy preparado para hacer lo
que tenga que hacer para proteger a su hija y a mi equipo.”
Su papá asintió, nuevo respeto aflojando la dureza de su rostro.
“Si parece que vas a fallar, te ayudare a hacerlo. Créelo.”
Dios. Estaban discutiendo. Kalen, su pareja y el hombre que ama, perdiendo su vida, ¡justo enfrente
suyo! El estomago de Mac tambaleó de nuevo, y ella sabía que iba a tener nauseas. Puso una mano
sobre su boca.
“Discúlpenme.”
Corrió al baño, cayó de rodillas, y vomitó. Cuando lo hizo, la voz incrédula de su padre flotaba en
el aire. Hizo que su pulso martilleara con pánico y pesar.
“Así queee… ¿cuando en el infierno iban a decirme ustedes dos que mi niña esta embarazada?
¿Embarazada? ¿Qué coño? Kalen se quedó como una estatua, mirando fijamente sin decir nada
hacia el indiscutible y jodido General Jarrod Grant y buscó una reacción apropiada.
Desafortunadamente su cerebro tuvo un cortocircuito y se quedó boquiabierto ante el general, con
su boca colgando abierta y su corazón haciendo una cosa extraña tartamudeando en su pecho. Tal
vez iba a tener un ataque al corazón.
-¿Qué? No me digas que no lo sabías –reivindicó Grant-. Se ha estado masajeando su estómago
desde que llegué aquí, no tomó ni un solo sorbo de su café, y ahora está echando sus tripas. Y el
truco es que ella no está enferma en realidad, de hecho, nunca la he visto más radiante. ¿Durante
cuánto tiempo ha estado sucediendo?
-Yo… no lo sé –pensó de nuevo, intentando recordarlo.
-Abre los ojos, hijo. Parece como si hubieras estado tan ocupado con tu problema Unseelie que has
estado ciego para lo que es más importante.
Kalen parpadeó hacia el hombre.
-Debes estar equivocado. No se quedaría ocultando algo asi de mí.
¿Lo haría?
-En realidad, Papá, estaba esperando al momento justo para hablar con él –dijo Mac con su voz
tensa con estrés e irritación-. Así que gracias por demolerlo justo sobre mí.
-¡Mierda! lo siento, querida –dijo en un tono arrepentido.
Kalen sintió como si su cabeza fuera a explotar. Se masajeó las sienes, mirando fijamente hacia su
compañera.
-Estás embarazada.
-Sí –sus ojos azules estaban nublados con preocupación-. Iba a decírtelo. Solo que no ha sido un
buen momento.
Algunos toques de comprensión estaban intentando venir a su frente, pero no lo había comprendido
aún. Aún estaba demasiado ocupado asimilando el hecho de pensar sobre cómo de emocionado
estaba con las noticias. -¿Cuánto hace que lo sabes?
Su cara palideció y se lamió los labios. –Hace unos cuantos días.
Unos cuantos días. De acuerdo. Él procesó eso y la información no deseada se iluminó lentamente.
Ella no lo tendría… pero sí. Joder ella lo tenía. Una llama caliente de ira se prendió dentro de él y
rápidamente se construyó hacia algo muy, muy feo.
-Lo sabías –dijo él despectivamente en voz baja que rápidamente redobló el volumen-. Me enviaste
fuera a la batalla con el colgante alrededor de mi cuello. El colgante que debería haberte estado
protegiendo no solo a ti sino a nuestro hijo.
El general frunció el ceño. -¿Qué colgante?
-El que lleva puesto que protege contra el mal. Se lo di pero se lo quitó cuando nos adentramos en
la batalla contra algunos Sluagh y me rogó que lo llevara.
-Mac –comenzó su padre- ¿qué estás pensando?
-¡Puedo explicarlo! –los ojos de ella se llenaron de lágrimas mientras tocó el centro del asunto -
¡parecía seguro para mí y para el bebé estar aquí y no quería que te pasara nada!
Pero la rabia de Kalen estaba lejos de ser evitada. -¿Elegiste protegerme por encima de nuestro
bebé? ¿Cómo mierda pudiste hacerlo? –rugió. Ni si quiera se dio cuenta de que había dado un paso
gigante hacia ella hasta que Grant estuvo entre ellos, con una mano sobre su pecho, manteniéndole
lejos.
-De acuerdo, vamos a calmarnos todos.
-¡Lo siento! –lloró ella. Las lágrimas cayeron libres y rodaban sobre sus mejillas. Pero Kalen no fue
persuadido.
Malik pilló al vuelo la situación. “¿No te lo advertí, chico? ¿Ahora crees que soy el único en el que
puedes confiar en que te diga la verdad? “
-Pusiste en peligro a nuestro hijo, Mackenzie –dijo con voz ronca, agarrando su cabeza con ambas
manos.
El dolor de su traición era tan grande, que amenazaba con enviar su ira al borde. –No sé si eso es
algo que puedo perdonar.
“Hay algo más que ella sabe y tú no”, dijo Malik con su voz astuta y satisfecha. “Pregúntala”.
-¿Qué más me estás ocultando?
Sollozando ahora abiertamente, agitó su cabeza en confusión. -¿Qué? ¡Nada!
“Miente. Ven a mí y te perdonaré tu traición. Te revelaré la respuesta a la pregunta que me hiciste
no hace mucho tiempo. La respuesta que ella se niega a darte”.
-Estás mintiendo –la siseó.
-Espera un maldito minuto –comenzó Grant-, mi niña no te mentiría. Quizás cometió un error. Pero
ella solo lo hizo porque se preocupa por ti.
“Un error que podría haberte causado perder a tu hijo”.
-No puedo… tengo que salir de aquí antes de decir o hacer algo de lo que me arrepienta.
Girando sobre sus talones, abrió de un empujón la puerta y convocó el resto de sus ropas a su
cuerpo con un gesto de la mano. Su compañero gritó su nombre, pero él siguió hacia adelante. Cada
vez más y más rápido hasta que estuvo corriendo, casi saliendo disparado con Ryon cuando giró la
esquina al final del pasillo.
-Hola, tío, ¿dónde está el fuego?
Siguió alejándose. Pero los hechos le perseguían de todas formas, persiguiendo sus pasos. Su
compañero había puesto en peligro a su hijo. Claro, la custodia sobre el recinto significa que el niño
estaba probablemente a salvo. Probablemente. Pero nada estaba a cien por cien. Ella había jugado
con la vida indefensa de un niño.
“Eso es. Se negó a proteger a tu hijo. Así como tu madre se negó a protegerte”.
Su ira y su conmoción estaban mucho más allá de contenerse. Su cambio sucedió casi sin un
pensamiento consciente y su pantera fue puesta en libertad. Pasando como un rayo a través del
recinto hacia la sala de juegos, apenas fue consciente de los gritos de sorpresa. Un compañero de
equipo llamándole después a él, preguntando que estaba mal. Si él pudiera haberse reído, lo habría
hecho. Echó a correr a través de la sala de juegos, saltando y atravesando limpiamente a A.J. y Kira,
quienes estaban despatarrados sobre la alfombra viendo la televisión. Corrió directo hacia la puerta
del exterior… y justo por el cristal, el cual se hizo añicos con el impacto. Las alarmas sonaron.
Alguien tendría que arreglarlo. No le importaba una mierda.
No había dolor de algún posible daño. Solo dolor interior que no tenía salida. Corrió a través del
bosque durante un buen tiempo, moviéndose en dirección a la cabaña de Malik. El lugar no era más
que una ilusión, llena de maldad. Tan mal. Pero necesitaba saber sobre qué mierda estaba hablando
Unseelie. ¿Estaba de verdad su compañera ocultándole algo, o era un truco? Si lo hacía, no sería
capaz de perdonarla. ¿Pero no se merecía todo el mundo otra oportunidad? ¿Qué pasa si nadie
hubiera estado dispuesto a darle una oportunidad cuando llegó a Cody? ¿Qué pasa si Nick y la
Manada le hubieran expulsado? ¿Podrían tener algún propósito en las últimas cuantas semanas,
cuando se hizo evidente que Kalen vino con un barco de guerra lleno de problemas? ¿Si lo tuvieran,
a dónde iría ahora? Justo a donde se estaba dirigiendo ahora mismo.
De repente, estuvo seguro de eso. Malik simplemente le ha tentado pronto. En una epifanía, se le
ocurrió que Malik era, sin casi ninguna duda, el único responsable de traer a Kalen a Shoshone en
primer lugar. Hasta ahora, él siempre lo había atribuido a la suerte que hubiera terminado aquí.
Ahora él lo sabía mejor.
La cabaña rústica apareció a la vista y él bajó el ritmo, trotando hacia el patio. La puerta principal
estaba abierta incluso antes de que él llegara al porche, con Malik ahí de pie en su disfraz de
Kerrigan, con un aspecto atractivo y sofisticado de siempre.
-Podías haberte tele transportado –observó Unseelie con impaciencia-. No me gusta que me hagan
esperar.
Dejando fluir su magia, cambió de nuevo a su forma humana.
-Mala suerte. Ahora estoy aquí, ¿no?
Un destello de ira se encendió en sus ojos insondables, pero los labios de Malik se curvaron hacia
arriba en diversión.
-Vamos dentro, chaval. La última vez que estuviste aquí me hiciste una pregunta. Tengo la
respuesta.
Kalen le siguió dentro de la casa. Nada había cambiado… pero algo estaba a punto. El aire estaba
cargado con el peso de un secreto que pronto le machacaría con el relato. Algún secreto que Malik
estaba emocionado por impartir y que solo podía significar cosas malas para alguien a su alrededor.
-¿Qué va a costarme la respuesta? ¿Quieres sangre?
-Ya tengo eso –respondió enigmáticamente-, y también tú.
Kalen reprimió un escalofrío. -¿Vas a bailar alrededor de eso toda la noche? No me recuerdas ni
siquiera la pregunta que hice. Malik se dirigió a la zona de bar y sacó dos vasos de la estantería de
vidrio. En cada uno sirvió dos dedos generosos de un fino Coñac que había servido antes, con su
postura demasiado casual. Pero Kalen no tenía problemas en leer el crecimiento de la anticipación
en la expresión de Unseelie. Su postura. Se giró, con una luz febril en sus ojos cuando trajo a Kalen
la bebida, tendiéndosela.
-Me preguntaste, porqué tú. Por qué de todos los seres poderosos en el mundo, ¿te elegí a ti?
--Ahora lo recuerdo –Kalen dio un sorbo fortificante del licor, lo dejó calentar su interior mientras
bajaba-. Supuse que tenía que ver con lo que la Abuela me dijo. Que nací bajo una luna negra, lo
cual me hace vulnerable a las fuerzas oscuras.
-Es cierto lo que te dijo –admitió-.
-Pero hay más.
-Por supuesto. ¿No lo hay siempre? –Malik giró el líquido color ámbar y bebió. Luego cerró la
distancia entre ellos, quedándose de pie casualmente a solo un par de metros de distancia.
Demasiado cerca-. Eres único con la oscuridad porque está en tu sangre, Kalen. Es parte de ti lo que
te causa un intenso dolor por negarlo, y aún así luchas contra ello –parecía sinceramente triste por
esto.
-Lo siento –admitió-. Todo el tiempo.
-No hay ningún objetivo en tu lucha durante más tiempo –el otro hombre miró dentro de sus ojos.
Kalen no podría apartar la mirada si lo intentaba.
-Fuiste nacido para ser el Hechicero más grande, el Fae más poderoso en el universo. Quiero
enseñarte todo lo que puedas para que un día, cuando mi tiempo en el universo esté hecho, pueda
pasarte la antorcha. Gobernarás como yo lo he hecho. Eres el único que puede llevar a cabo mi
trabajo.
Kalen agitó su cabeza. –Eso es una locura. No soy como tú.
-Recuerda lo que dije sobre tu sangre. Fuiste nacido bajo una luna negra, lo cual quiere decir que tu
progenitor era una criatura de poder y oscuridad. Eso es lo que te ocultó tu abuela –dijo Unseelie
seriamente-. ¿No lo entiendes?
Sus cejas se fruncieron. –En realidad no. ¿Estás diciendo que mi padre era, qué? ¿Una criatura de la
oscuridad, como tú dices? ¿Dave era Unseelie o algo así?
-¡Tal vez los dioses odian a David Ray Black por el humano gusano espinoso que era! –tronó Malik,
arrojando su vaso de coñac a través de la habitación, donde se rompió en un trillón de fragmentos.
Los colmillos de Unseelie se alargaron y su glamur humano comenzó a deslizarse. Garras surgieron
en las puntas de sus dedos, y alas de ébano surgieron de su espalda mientras él encolerizó.
-¡Esa babosa sin valor nunca podría engendrar una fuerza como tú! ¡Eso es el porqué te odia
jodidamente tanto! ¡Ese es el porqué os golpeaba a tu madre y a ti a diario! ¡Por qué te echó de su
casa esa noche, con tanto miedo de ti que casi se hace pis cuando se dio cuenta de que venían con tu
magia! ¿No lo entiendes, chico?
Kalen se tragó la enfermedad subiendo por su garganta con el licor. -¿Él no era mi padre? ¿Entonces
quién es? –dijo con voz áspera.
“Oh, Dios, no. Si después de todo hay alguna esperanza para mí, por favor…
-¡Eres mío! ¡Mi hijo! ¡Siempre has sido mío!
El vaso de Kalen golpeó la alfombra. Miró a Malik con puro terror.
´Las manos de Malik agarraron su cara, con sus afiladas garras clavándose en su cuero cabelludo.
Su oscura mirada capturó a Kalen, negándose a dejarle ir.
-Soy tu padre, hijo mío. Tu madre era una de la realeza, un primo más joven de la reina Seelie que
nació de Sariel. Hablé en mi camino a la cama de tu madre en la Corte Seelie, la jodí justo debajo
de la nariz de tu abuela –se rió entre dientes, bajo y peligroso.
-Entonces esperé a que se diera cuenta de que tenía a un hijo dentro de ella. Me entregaría a mi hijo
cuando naciera, y yo alejaría la evidencia de su vergüenza sin que nadie se enterara. Esa fue mi
oferta.
-A la cual se negó –Kalen se sentía entumecido.
-Sí, a lo que se negó, la perra –espetó-. Ella y tu abuela te alejaron en secreto al reino de los
humanos. Allí sedujo a Black, le dejó creer que el hijo era suyo, y él era feliz. Hasta que naciste y
escuchó lo que las dos mujeres susurraron de que nunca podrías saber que no eras suyo.
-Y me dejaste a su merced durante años –susurró Kalen.
-¡No sabía dónde estabas! Cuando al final te encontré, llevabas el colgante de tu abuela y no podía
acercarme a ti. Esperé y aguardé mi tiempo. Te permití crecer como un hombre.
-Quieres decir que me permitiste sufrir –reventó, con la vergüenza y el arrepentimiento
obstruyendo su garganta-. El colgante no me salvó de hacer lo que tenía que hacer para sobrevivir.
Deberías haber intervenido.
-Creciste fuerte –argumentó Malik-. Por tus estudios, por tu oscuridad te hallaste en manos de otros,
aprendiste a alimentarte por ti mismo.
-Así que esa es la verdadera razón –bajó la cabeza-. Me dejaste sufrir para alimentar esta rabia
terrible en mi interior, así podrías venir un día y mostrarme cómo perfeccionar un arma.
-No necesitas hacerlo sonar como una dura decisión –dijo Unseelie con una delicadeza no
característica-. ¿No eres fuerte? ¿No estás listo para estar a mi lado?
Una amarga carcajada escapó de su pecho. — ¿Fuerte? No estoy tan seguro. ¿Pararme a tu lado? No
me lo puedo malditamente creer. Me paro solo. Tú me enseñaste cómo, ¿recuerdas?-
Para su sorpresa, Malik sonrió, pareciendo muy orgulloso. — Sí, lo hice. Y yo te enseñé bien. Si
hubieras estado de acuerdo, eso habría sido una gran decepción. Nadie va a ser tu igual, muchacho.
Ni siquiera yo, dame tiempo. Tengo más que enseñarte todavía, pero tienes todo los ingredientes de
un buen rey Unseelie. Mi hijo.-
Él retrocedió, el pánico aleteando. — No, no lo hago. Y no soy tu hijo. De ninguna manera en que
importe.-
— Ya lo verás.- Malik se detuvo, estudiándolo. — ¿Has olvidado por qué viniste hoy aquí, a mi
humilde cabaña?-
La mente de Kalen era un desastre. Él pensó durante unos segundos antes de recordar su razón
original para la visita. — Tú dijiste que mi pareja me mintió. Que ella sabía algo y no me lo diría.-
Malik hizo una pausa, y luego detonó su mundo. — Tu Mackenzie sabe que eres mi hijo. Ella sabe
que el bebé que lleva es mi nieto.-
La habitación cayó y la garra del Unseelie lo estabilizó sobre sus pies. — ¡Estás mintiendo!-
— No. Se lo dije hace varios días, un hecho que puedes confirmar fácilmente hablando con ella. Lo
que supongo que vas a hacer.-
— Eso no lo puedo decir.- Malik se encogió de hombros. — Pero es un vidente, ¿no? ¿Como
muchos, me pregunto, si escondió la verdad de ti? Tal vez mi otro díscolo hijo, tu medio hermano,
Sariel? ¿Mintió también?-
Como su progenie, yo soy el único ser con el poder de destruirlo. O al menos eso creía hasta hace
poco.
He sabido que eras fae al segundo en que entraste en el complejo.
Como los humanos dicen, mi padre miente como una alfombra de mierda. No creas nada de lo que
pasa por sus mentirosos labios, Hechicero. Y quiero decir eso.
Kalen no podía hablar. No había palabras para la agonía de la traición. La de su compañera, tal vez
la de Nick y la de Sariel, también. Tantas mentiras y verdades a medias, que no sabía a quién creer.
A quién recurrir en su confusión y dolor. Y Malik sabía exactamente cómo aplicar sal a la herida.
— Esos patéticos humanos en los que has llegado a confiar, van a destruirte,- dijo el Unseelie,
colocando una mano sobre su hombro.
— Ellos no lo harán.- Pero ya no estaba más seguro. ¿No había prometido Nick que si Kalen cedía a
la oscuridad sería ejecutado como un renegado?
— El comandante, prácticamente, tiene una erección ante la posibilidad de ser capaz de volarte los
sesos. Y hechicero o no, no hay regreso de tener tu materia gris salpicada sobre el bosque.-
Esa imagen le recordó otra, esta muy real. — Realmente asesinaste a mi madre y a mi pa... a David
Black,- lo acusó, hirviendo.
— Sí. Borré de la faz de la tierra al hombre que había abusado de ti por años y a la mujer que se
paró a un lado y permitió que sucediera.- El consideró a Kalen con frialdad. — Y cuando viste sus
cuerpos, ¿verdad que en gran parte deseaste que tú hubieras hecho el trato? ¿No es eso realmente el
por que te enfermaste?-
Que Dios lo ayudara, no podía negar eso.
Todo por lo que podía estar agradecido era que su abuela hubiera muerto meses antes de que él se
viera obligado a salir de su casa. Ida May nunca supo el horror que cayó sobre su hija.
— Te doy mi palabra, nunca toqué a Ida May. Chocamos muchas veces, pero yo más bien admiraba
a la vieja murciélago, a mi manera. Por lo que yo se, pereció de causas naturales, cualesquiera que
estas podrían haber sido.-
Los dos estuvieron parados por mucho tiempo, sin hablar. En total, de las horribles revelaciones, la
única que dolía más se centraba en Mackenzie. Ella era la única luz brillante en toda su desgraciada
existencia. Si él no podía contar con ella, no tenía nada.
— Estás pensando en tu compañera,- dijo Malik. — Escondió dos verdades muy importantes de ti,
pero no tomes mi palabra. Confróntala por ti mismo y verás.-
Él se encogió de hombros. — Ya sea que sigas mi consejo o no, no importa. La realidad es lo que
es.-
Si tan sólo pudiera comprender lo que era real. Se dio la vuelta para salir del infierno, pero el
Unseelie agarró su brazo.
Kalen lo fulminó con la mirada, dispuesto a soltar una réplica, y entonces el Unseelie abrió su
muñeca con una garra y se la tendió.
— Tu recompensa de sangre.-
— No la quiero.- Él apretó sus dientes contra el tentador olor de la sangre, tan embriagador.
Mejor que el licor. Quería resistir, pero era casi tan exitoso como un adicto tratando de rechazar un
golpe de heroína.
— Prueba. Y esta vez, haz saber quién eres y que eres mío.-
La muñeca se movió delante de su nariz y dudó unos pocos segundos antes de agarrarla y ceder a la
tentación. Su pantera ronroneó, contenta de tener cualquier sangre que él no tuviera que cazar.
Su otra mitad disfrutó dejar que la dulzura, así como la melaza, se deslizara por su garganta para
calentar su estómago.
Infundió su cuerpo con una inyección de adrenalina, llenó su alma con maldad.
Él quería lastimar a aquellos que le habían mentido y engañado.
Anhelaba aplastarlos a todos. Excepto a su compañera. A ella, tal vez, le mostraría misericordia.
¿Pero a los otros? No había límite para su ira, ni detener su venganza.
Deliciosos zarcillos de entusiasmo serpenteaban alrededor de sus bolas. Este tipo de poder absoluto
era excitación pura y aterradoramente adictivo. Las drogas nunca fueron un señuelo para él, pero
esto era diferente.
— Mi hijo. Toma todo lo que necesitas. Te doy mi fuerza para agregarla a la tuya.-
Kalen bebió hasta que ya no pudo pensar correctamente, mientras Malik le acariciaba la cabeza y
murmuró.
La maravillosa oscuridad había borrado toda razón. ¿No había soportado suficiente agonía? ¿Que
había hecho para merecer el abuso que había sufrido toda su vida? Todo era demasiado. Su mente,
su voluntad, ya no podría hacer frente a esta seducción.
— Hacerlos pagar.-
— En primer lugar, vas a matar a Sariel. Él es una amenaza para mí, para nosotros,- dijo Malik en
voz baja. — Sé que esto será difícil para ti, pero debe ser hecho.-
— Entiendo.-
— Muy bien.- Le dio a Kalen una sonrisa socarrona. — No tengas miedo. Llegarás a disfrutar de la
matanza. ¿Sientes la adrenalina maliciosa en tus venas de la recompensa de sangre?-
— Matar a tu presa lentamente, drenara su fuerza vital a medida que tú lo hagas…- Él hizo un
sonido de satisfacción. — No hay nada como eso. Multiplica cómo la recompensa de sangre te hace
sentir y tendrás una idea de lo agradable que es tomar a tu presa.-
— Y luego vas a matar a otro miembro de la manada de tu elección. Alguien que realmente te
guste.-
— Porque yo lo ordeno así, y debes probar que tu lealtad es para mí y ningún otro.-
— Vas a estar sorprendido de lo fácil y satisfactorio que es drenar la fuerza de vida de otro y
tomarla en ti. Este es tu derecho de nacimiento. Es natural que el fuerte consuma al débil.-
— Cuando de la orden, bajarás los escudos del complejo de nuevo. Y esta vez permanecerán abajo.
Tengo un ejército de cientos de Sluagh listos para asaltar la base y masacrar a todo ser viviente
dentro. Excepto a tu pareja, por supuesto. Tengo grandes planes para mi nieto.-
Kalen trató de sentir algo ante esas noticias, algún sentido de remordimiento.
Salvo… su hijo. La voz gritando estaba de vuelta en su cabeza, protestando. Tenía que proteger a su
hijo de Malik. Pero entonces la voz se estaba desvaneciendo, enterrada bajo capas de malicia y
confusión. Sustituida por la emoción animal.
— Confía en mí. Voy a crear un avatar para que tú practiques.- Con un gesto de la mano, el
Unseelie entonó unas cuantas palabras en un idioma que Kalen nunca había oído antes. En
momentos, un torbellino de energía batió alrededor y rodeó la sala de estar y formó lentamente una
figura familiar.
— ¡Se suponía que crearas un avatar, no traer a alguien aquí de verdad!- Dijo Kalen.
— Este es un avatar.- Malik negó con la cabeza. — Si fuera tan fácil traer a mi díscolo primogénito
aquí y matarlo, lo habría hecho hace mucho tiempo.-
— Como si tú pudieras matarme,- se burló la imagen de Sariel. — Son patéticos, los dos.-
Con eso, Kalen dejo que la oscuridad se soltara. Le disparó un rayo de energía blanca a la figura de
pelo azul y alas azules. El rayo lo golpeó directo en el pecho y lo tumbó.
Kalen se abalanzó, pero el príncipe rodó, demostrando ser un objetivo más ágil de lo que había
pensado. Fue detrás de la forma huyendo, derribando al Seelie antes de que llegara al otro lado del
cuarto. Un hueso frágil en una de las alas se rompió y el príncipe gritó de dolor.
Dejó a su pantera suelta y cubrió al hada como si fuera un venado, yendo por la garganta. Justo
antes de que golpeara, el príncipe volvió sus grandes y afectados ojos hacia él y le susurró, —
Hermano.-
Pero ya era demasiado tarde para detener a la pantera. Sus mandíbulas se cerraron sobre la
vulnerable garganta como una trampa de acero y la trituró. Lentamente. Carne, músculo y hueso
dieron paso a su fuerza superior. El débil alimenta al fuerte. El grito del príncipe fue estrangulado,
luego silenciado, pero su cuerpo siguió luchando.
— Eso es todo, Kalen,- su padre gruñó, con la voz ronca. — Ahora siente su fuerza de vida con tu
magia y bébela como un Cognac fino. Tómala todo.-
Llegando con su magia, hizo exactamente eso. Él siguió al zarcillo de vida a su fuente y comenzó a
aspirarla dentro de sí.
Sorbió la sangre de su víctima y comenzó a alimentarse de su cuello, rasgando la carne tierna. Tan
bueno. Malditamente fantástico. Él podría venirse por esto, alimentarse y saciarse…
Y de repente el cuerpo bajo él se había ido. Simplemente desvanecido en el aire. No había sangre en
ningún lugar. Ni en sí mismo o en el suelo. Regresó a su forma humana y frunció el ceño.
— Sí. Como dije, el verdadero Sariel ha sido mucho más difícil de atrapar.-
Kalen se estremeció. Él había sabido, en el fondo, que el avatar no era real y dio unas silenciosas
gracias por ello. Pero, todavía se había deleitado en el acto de matar. ¿Podría hacerlo la próxima
vez, de verdad?
— Puedes hacerlo,- dijo su padre, como si hubiera leído sus pensamientos. — Yo no te habría
elegido para gobernar a mi lado si no poseyeras la fuerza.-
— Gracias,… Padre.-
— No, señor.-
— Ve, muchacho. Haz lo que te dije. Mata a Sariel y a otro, y luego espera a mi orden para bajar los
escudos.-
— Nick va a ejecutarme tan pronto como haga un movimiento para lastimar a alguien allí.-
— Si él te apresa, va a tenerte encerrado primero. Esa será su caída, la esperanza de que aún puede
salvarte. Recuerda, cuando llegue el momento, abraza al gran hechicero que estabas destinado a ser.
Ahora ve.-
Cuanto más lejos se encontraba de la cabaña de Malik, más su conciencia regresaba a pesarle. El
final estaba cerca. Sabía que la manada nunca le permitiría volverse renegado. No más de lo que él
podría permitirse a sí mismo seguir adelante con su primario y bestial impulso de destruir.
Mac lloró hasta que su padre amenazó con traer a Melina o Noah y darle algo para mientras
dormía, embarazo o no. Su ira por su estupidez flagrante había durado todo por tres minutos. Lo
suficiente para discernir que ella no había tenido la intención de engañar a Kalen en absoluto. Y
maldito seguro de que no tenía la intención de poner en peligro a su bebé, su nieto. Pero ese no era
el único problema.
El general se paseaba mientras que Mac lo miró a través de los ojos hinchados, llorosos. —Él actuó
como si estuviera ocultando algo más de él. Eso es lo que dijo. ¿Seguro que no sabe de qué diablos
estaba hablando?
—Qué pesadilla?
—La que hace poco tuvimos. — Ella retorcía las manos en su regazo. —Pensé-Tenía la esperanza-
que era sólo un mal sueño. En ella Malik me contó que el bebé que llevaba era su nieto. Que Kalen
era su hijo y que no tenía planes para nosotros. Yo estaba muy asustada. Pero cuando me desperté,
no podía imaginar que el sueño era real.
—O si lo era, que podía ser cierto. Malik es un mentiroso tan cabron como maldito, —su papá
conjeturó.
—¡Exactamente! En realidad planeaba decirle a Kalen, pero debe de haber arrastrado conmigo
cuando golpearon a él. No sólo nunca parecía ser un buen momento.
—Nunca lo es, cariño. — Sentado a su lado en el sofá, tomó ambas manos entre las suyas. —Si hay
una cosa que he aprendido de estar casado con tu madre, es que nunca hay un momento perfecto
para hacer frente a las cosas desagradables. Siempre es mejor obtener las cuestiones a la intemperie
para que puedan ser tratadas y curadas.
—Y aquí estoy, terapeuta con todos los títulos universitarios de lujo, y mi padre tenía ni idea de que
pasaba— Ella sollozó, y le entregó otro pañuelo. —Gracias.
—Eso es lo que los papás son. — Ella dejó escapar un suspiro tembloroso.
—Un oportunista como es Malik y un manipulador. Debería haber sabido que había tirado algo
como esto. No debería haber esperado a decir a Kalen nada. Y no lo haré a partir de ahora, si me da
otra oportunidad.
—No creo que el perdón sea el peor juicio a que ninguno de los dos se enfrentan en estos
momentos. Es Malik y cómo él va a utilizar esta brecha a su favor, y que lo hará. Es sólo una
cuestión de cómo.
—Papá, ¿por qué Nick te trajo aquí? Sé que no apareciste sólo para darme una sorpresa —, dijo en
voz baja. Ella tenía miedo de la respuesta, pero tenía que estar segura. Su vacilación, el silencio
apremia, fue respuesta suficiente antes de a regañadientes compartir algo de lo que sabía. —Nick
tuvo una visión recientemente. Una pareja, en realidad, con la participación de Kalen y el Pack. Vio
que algo terrible va a suceder, pero no está seguro de cuándo o dónde. Así que será muy pronto.
—Y lo que vio era tan malo que, en secreto, llamó al ejército? — Alarmas se dispararon a través de
ella por el gesto sombrío de su padre. —Están sus hombres en el campo?
—Me temo que sí. Están en espera. Yo nunca había esperado tener que involucrarlos en el mundo
paranormal, pero no siempre conseguimos lo que queremos, ¿eh? Al menos son hombres buenos,
dignos de confianza. No van a decir nada de su misión o nada de lo que sean testigos.
—Físicamente, sí. Me gustaría saber donde Kalen fue exactamente. Y cuando él está de vuelta
comino. —Si él iba a volver. Una cosa era segura: no podía sentarse aquí ya sintiéndose miserable y
con pena de sí misma. Tenía que dejar de pensar en sus problemas con Kalen. —Creo que me voy a
lavar los platos, luego ir a la enfermería. ¿Cuáles son sus planes?
—Voy a salir por un tiempo, cumplir con mis unidades. Normalmente no suelo tomar tal función
práctica en estos días, pero esto no es exactamente una situación típica. —tras besarse en la mejilla,
se puso de pie. —¿Seguro que estarás bien?
vNo te preocupes. — Ella forzó una sonrisa. —Ve y toma el cuidado del negocio. Nos vemos más
tarde, tal vez en la cena?
Se vistió rápidamente, luego se dirigió a la cocina para verter el resto del café en el fregadero y
picar unas galletas. Tan emocionada como ella estaba por el bebé, los cambios en su cuerpo hicieron
sentir como si le hubieran ido a caer a la persona equivocada. Ciertos olores la ponían enferma, sus
pechos eran tiernos, y ella tenía sueño todo el tiempo. También estaba llorosa, que era un problema
suficiente sin el resto del drama.
Unas galletas y una taza de zumo después, se dirigió a la enfermería y se ocupó de examinar la
última ronda de resultados de las pruebas de Sariel. Estaba haciéndolo mucho mejor y
probablemente sería puesto en libertad, con la condición de que se cuidara. Todo el mundo estaba
preocupado por el príncipe, y se seguiría de cerca su peso, pero en realidad no parece haber una
razón para mantenerlo. Ella estaba preparando los papeles de liberación de Sariel cuando su pluma
de tinta golpeó la mesa con estrépito. —Oh, Dios mío.
Sariel. Si Kalen era hijo de Malik entonces eso significaba. . . Aturdida, ella se recostó en su silla de
oficina y debatió su próximo curso de acción. Hablar con el príncipe? O esperar a Kalen? Se decidió
por esta última. Esperando por él no era lo mismo que mantener la noticia de la hada. Simplemente
no era su lugar para compartir lo que sabía sin hablar con su compañero primero.
—Mac— Ella levantó la vista para ver a Melina parada en la puerta. —Lo siento. No te había visto.
—Estoy bien." Ella hizo un gesto a la otra mujer en el interior. —Estaba pensando que Sariel está a
punto de quedar suspendido. ¿Qué dice usted?
Su amigo tomó los resultados de la prueba de Mac y los miró. Después de unos momentos, ella
asintió con la cabeza.
—Se ve bien. O tan bueno como se puede ser, teniendo en cuenta que no sabemos lo que está
haciendo que se enferme. Le tomó mucho tiempo cojonudo para recuperarse del ataque de la bruja,
mucho más que cualquiera de los cambiaformas habría tenido para sanar. No necesitaba la lesión en
la parte superior de eso. —Mac logró reprimir una sonrisa ante el tono protector de su amiga.
Alguien estaba más que un poco dulce en un cierto príncipe Fae. Melina sería cubierta si ella lo
mencionó, sin embargo.
—Debo darle las buenas noticias o prefieres hacerlo? — Mac preguntó inocentemente.
—Yo lo haré. Tengo que darle algunas instrucciones o no se hará cargo de sí mismo, —murmuró.
Luego miró a Mac.
—¿Qué?
—Nada.
—Tuvimos un malentendido, y por supuesto que se llevó a cabo en frente de mi padre. —Ella hizo
una mueca ante el recuerdo.
Los ojos de Melina se agrandaron y se sentó en una silla al otro lado del escritorio de Mac.
—De ninguna manera. ¿Cómo tomo el general estar en medio de un lugar entre su hija y su nuevo
compañero?
—Casi tan bien como era de esperar-se quedó magníficamente enojado con los dos.
Ella vaciló. En realidad, sería bueno tener a otra mujer con quien hablar, y Mac estaba más cerca de
Melina que con Rowan y Kira, después de haber conocido al otro médico mucho más tiempo. Así
que ella derramó sus entrañas por el buen reencuentro con su padre que se había deteriorado
rápidamente cuando Kalen se enteró de lo que había estado conteniendo. Melina escuchó hasta el
final, su expresion reblandecimiento en simpatía.
—Casi seis años de paz trabajando aquí en el complejo, y luego bam. Cuando metes la pata, usted
realmente das el viejo punch uno-dos por KO.
—¿Cuáles son los amigos? — Melina la estudió por un momento, luego se puso serio. —Cariño,
¿qué vas a hacer si él pierde su lucha contra Malik?
Su mirada cayó a su escritorio y ella estudió la veta de la madera en la superficie. —Me gustaría
pensar que no lo haría, pero la verdad? Ese es mi mayor temor. Que un día, pronto no será capaz de
distinguir entre el bien y el mal, y que va a hacer algo que nos va a doler, aunque sea
indirectamente.
—¿Es eso lo que realmente crees? — La voz de Kalen preguntó sin aliento desde la puerta. Mac se
quedó helada. Luego sus ojos se levantaron y se reunieron con su compañero. Su respiración se
acercaba con dureza, como si hubiera estado corriendo, y sus pupilas eran demasiado grandes otra
vez. Esperaba que él no había estado en ella sospechaba. —Has estado con Malik?
-Mi primera pregunta –argumentó-. ¿Eso es lo que piensas de mí? ¿Que yo te haría daño a ti o a
nuestro hijo, o que permitiría que alguien más te hiriera?
-Desearía poder decir que no –susurró ella, desesperante-. Pero es imposible estar segura cuando
estás asociándote con el enemigo.
Hurt mostró rápidamente su expresión y su mandíbula hizo un tic nervioso. –Tengo que preguntarse
si era cierto que soy su hijo.
-Creo que es triste que le buscarías para la verdad sobre cualquier cosa.
-Él está diciendo la verdad, al menos sobre esto. Tengo un padre y un medio hermano. Tengo
familia.
-Sariel debería ser tu hermano pero no es y nunca será algún tipo de padre –dijo ella, con su voz
aumentando-. Un verdadero padre no te habría dejado morir de hambre en las calles mientras
observaba y se negaba a mover un dedo para ayudarte.
-¿No crees que sé eso? –habló en tono áspero-. Tienes un gran padre que te ama más que cualquier
cosa y nunca experimentarás eso por ti mismo. ¿No entiendes cuándo duele eso? ¿Cómo de difícil
es resistir cualquier bondad que sale de su mentirosa bosa?
-Yo…
-No. Tú no. Él me quiere para… -meciéndose, Kalen agarró su cabeza y siseó de dolor. Mac se puso
de pie y habría ido con él, pero la hizo un ademán de despedida con una sonrisa que sonó algo loca-.
¡No me toques!
-Kalen…
-No ensucies tus manos con gente como yo –gruñó con sus ojos salvajes-. Oh, espera… demasiado
tarde para eso. Que mal que estés pegado al hijo de Malik como compañero.
El miedo se apoderó de su corazón. Estaba perdiendo su lucha con su mitad oscura… si no la había
perdido ya.
-No importa. La verdad es que tienes razón. Deberías tenerme miedo. De hecho, necesitas
mantenerte tan lejos de mí como puedas.
Melina se vio agitada. –Dios mío. Sus ojos… Ese no era Kalen.
-¿Cómo vamos a ayudarle? –le preguntó a Melina-. ¿Crees que podríamos intentar administrarle
una dosis con el nuevo sedante que hemos estado utilizando con Micah? Eso le está ayudando, así
que ¿por qué no a Kalen?
-Porque aquí estamos luchando con magia negra, amigo mío. Creo que ser sedado solamente bajará
sus defensas hasta el final, dejándole completamente vulnerable para la influencia Unseelie –Melina
agitó su cabeza-. En este punto, Kalen es el único que va a tener que salvarse a sí mismo.
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Mac pensó que era capaz de dañarla. Posiblemente a su hijo. Nada podría haber roto su corazón más
eficientemente que escuchar eso de los labios de su compañera… excepto saber que era
completamente posible que ella tuviera razón. Cansado, Kalen se detuvo al final del pasillo y luchó
contra el impulso de ver a Sariel. En el camino de vuelta a las instalaciones, se había tomado su
tiempo. Había luchado fuerte para recuperar algo de control sobre su mitad oscura, y la cercanía de
llegar a Mackenzie, lo más que su mente se aclaró. Pero no hasta el final. La necesidad de matar
estaba agonizando. Pero él tenía que ver al príncipe o de lo contrario sería sacado a patadas de su
mente sin saber si él podía resistir la coacción de seguir a través de las órdenes de Malik.
Fuera de la habitación de Sariel, llamó y luego entró el interior. Sariel estaba sentada al final de la
cama, vestida con un par de pantalones holgados y una camiseta que estaba cortada por la parte de
atrás para acomodar sus alas.
-Hola, Hechicero. Saldré hoy de aquí, o se supone que tengo que hacerlo –le dijo el faery con una
sonrisa.
-Bien por ti –el tono plano de su voz fue accidental, pero rápidamente le dijo al príncipe que algo
estaba mal.
Para su sorpresa, el príncipe dio una sonrisa suave. -¿Se supone que tengo que estar impresionado?
¿Con miedo? Déjame recordarte algo, novato. Tengo más de once mil años. ¿Puedes envolver tu
cerebro alrededor de ese número? ¿Realmente crees que en todo este tiempo nadie ha querido
matarme? Soy un príncipe en mi especie, Kalen. Además de mi padre, abundan los enemigos. Si lo
sabré yo, que hecho eso, consigues la medalla al mérito de la supervivencia, como dicen los
humanos.
-Sin duda podrías intentar dañarme y, como la bruja, podrías tener éxito si me coges con la guardia
baja, sin mencionar que estoy curado y mi sistema ya no está ajustado tan bien para estar en este
reino. Pero sin engañarnos, incluso con todos esos inconvenientes, poseo el poder más allá de tu
imaginación más salvaje.
Pronunció esa declaración con tanta confianza, le dio a Kalen un momento. –¿Entonces estás
diciendo que Malik me envió a una misión suicida?
El príncipe se veía pensativo. –No lo sé. ¿Tiene algún motivo para creer que tus habilidades son
iguales a las mías… aparte de ser tú mismo un Fae?
Aquí vino la parte difícil. Dio una respiración profunda. –Porque Malik asegura ser mi padre… y
dice que eres mi medio hermano. ¿Puedes envolver tu cerebro alrededor de eso?
-¡Por los grandes dioses! –miró fijamente a Kalen durante unos momentos antes de asentir con la
cabeza-. ¿Mi hermano? Eso tendría un sentido perfecto, tan enfermo viejo mamón.
-Considerando todo lo que me dijiste antes, habría dicho que es muy probable. Te das cuenta de que
tengo otros hermanos y que querría decir que también lo son tuyos. Si es cierto, solo has ganado a
una gran familia.
-Y quieres –Sariel le observó con un ojo crítico-. Prácticamente estás vibrando con tensión, y tus
pupilas están dilatadas. Tu pantera está cercana a la superficie. Puedo sentir que está muriéndose
por arrancar mi garganta y deleitarse con mi cadáver.
-Tan mal que no puedo soportarlo –admitió con voz ronca. Su pantera gruño en acuerdo-. Y aun así,
el verdadero yo no quiere eso del todo. Quiero conseguir conocer a los hermanos que siempre he
anhelado, y luchar contra la mitad oscura que está destrozándome.
“Mata al príncipe”.
Sariel se acercó, puso una mano sobre su hombro. –Eres fuerte. Y debemos estar relacionados si
puedes resistir la influencia de Malik de esta forma durante mucho tiempo. Espera solo un poco
más. Tengo la sensación de que el fin de esto está cerca.
-Sí, pero ¿Quién aparece arriba?
Una sonrisa le levantó en la comisura de la boca del príncipe. -Porque, el más malo de los dos Fae
en la tierra, por supuesto. Y cuando el día venga para demostrarlo, lucharé a tu lado.
El dolor apuñaló de nuevo su cabeza y la sangre goteó de su nariz. Sariel agarró un pañuelo de su
mesita de noche y se lo pasó. Kalen se limpió y estuvo a punto de decir algo más cuando el
intercomunicador del edificio se introdujo en el momento de vinculación afectiva con su hermano.
-Eso no puede ser bueno –suspiró Kalen-. Terminaremos esto más tarde, ¿verdad?
-Lo tendré.
Juntando las manos brevemente con el príncipe, se giró y corrió hacia la sala de conferencias.
Parecía que podía sacar la buena clase de fuerza de sus amigos y seres queridos para contrarrestar la
maldad de Malik que seguía bombeando dentro de él. Eso sería lo que le salvaría. O al menos le
dejaría vivir el tiempo suficiente para sacar al Unseelie.
Cerca de él de pie, el General Grant, su estado de ánimo se parecía mucho. Kalen se sentó cerca de
la parte de atrás y miró cuando el resto llenó la sala, algunos involucrados en conversaciones
animadas, algunos tranquilos. Pero todos dejaron de hablar cuando Nick comenzó, con su tono
grave pero mezclado aún con una emoción inconfundible.
-Como la mayoría de vosotros habías oído hablar ya, el general está aquí para ayudarnos con el
problema de Malik y su Sluagh –Aric y Ryon y un par de los otros miraron hacia Kalen. Les ignoró.
–Más específicamente, las unidades de Grant están listas y preparadas totalmente para
acompañarnos a la batalla cuando erradiquemos a esas alimañas de la faz de la tierra.
-¿Vamos a necesitar a tantos soldados? –preguntó Ryon, con un zarcillo de miedo en su voz-.
¿Cuántos Sluagh de ese hijo de puta vienen a por nosotros?
Nick clavó a Kalen su mirada de acero. –Kalen debería tener esa respuesta. ¿Cuántos?
Era una prueba,. Nick y el general conocían el número, pero querían que él relevara lo que Malik le
había dicho.
En primer lugar, trató de reforzar la pared mental entre él y los Unseelie, pero era débil en el mejor
de los casos.
—Cientos—, dijo. Una presión se inició en sus sienes, pero siguió adelante igualmente.—Están
acumulandose en el Shoshone, lejos de la civilización.M-me rdenó bajar los escudos del c-
compuesto y. . . —
El dolor empeoró tanto que el resto de las palabras se estrangularon en su garganta. Con la cabeza
colgando, respiro mientras alguien golpeaba su espalda para tranquilizarlo.
—¿Los has bajado?—
Kalen negó con la cabeza.—No. No entraran aquí.—Él moriría primero. Lo escucharon sin que él lo
dijese en voz alta.
—Muy bien. Nos enfrentaremos a esa batalla pronto. Pero los he traído aquí por una razón
diferente.General, quieres decirles? —
—Estaría encantado.— El hombre mayor se puso de pie con las manos detrás de la espalda.—Tu
equipo ha sido fundamental en la localización y destrucción de varios de los llamados centros de
investigación donde Malik, alias Evan Kerrigan, ha financiado la creación de sus supercambiantes.
Con la destrucción de los dos últimos, así como con la muerte de Orson Chappell, director general
de Tecnología NewLife, todos ustedes dieron a la operación un duro golpe —.
Hubo acuerdo en torno a la mesa, y algo de celebración menor.
Grant continuó.—Sea como fuere, el principal con el médico encargado de la investigación, el
doctor Gene Bowman, ha eludido la captura una y otra vez.—Los chicos de la manada se pusieron
serios.
—Pero mis contactos han encontrado a Bowman trabajando en lo que creemos que es el último
centro de investigación existente que pertenece a este grupo de cabrones. Destruyan este, y los
tendremos a todos —.
—¡Maldita sea!—
—¡Diablos! ¿Cuándo empezamos? —
Los sentimientos eran unánimes: el equipo no podía esperar para hacer el trabajo. Pero Grant no
había terminado.
—Del enemigo, no tomen prisioneros.De los sobrevivientes, tráiganlos a casa.Y hay una cosa más,
mi fuente indica que uno de los sobrevivientes es muy especial. —Cuando se detuvo, nadie siquiera
respiraba.—Creemos que Phoenix es uno de los cautivos.—
Hubo un atónito silencio, y luego la explosión de preguntas y exclamaciones. Nix había
desaparecido al mismo tiempo que Micah y los otros. ¿Dónde había estado Nix? ¿Cómo llegó hasta
allí? Grant levantó una mano y negó con la cabeza.
—Terry y Jonas estan realmente muertos, según mi fuente.No se ha encontrado ninguna
información sobre Ari, pero esperamos que Phoenix pueda llenar los espacios en blanco —.
Cuando los chicos se habieron calmado un poco, Jax preguntó: —Entonces, ¿dónde está este último
centro de investigación? Estoy seguro de que a todos nos gustaría quemarlo hasta los cimientos —.
—Está enclavado en un pintoresco valle en California. Es un edificio de tamaño medio, situado en
el campo, tranquilo y sin pretensiones como la antigua iglesia que usaron antes. Parece ser su MO
favorito. Pero tengan cuidado con las trampas, como siempre. —
—¿Alguna pregunta?—Nick dijo por sobre su excitado murmullo.
Rowan intervino.—Sólo una, ¿cuándo nos vamos?—
—En veinte—, dijo Nick.—Así que pónganse sus vestidos de fiesta.—
Le valió unas cuantas risitas mientras las sillas se arrastraron y resonaron las botas.
Micah se apartó mientras salían, claramente negansdose a quedarse atrás de nuevo. Pero el pobre
diablo simplemente no estaba en condiciones de acompañarlos. Rowan, su hermana, le dio un fuerte
abrazo antes de apresurarse después de Aric. Kalen no pudo pasar al hombre sin decir algo.
—Pronto, grandote. ¿Cierto? —
—Sí—. Sin decir una palabra, Micah se volvió y retiro arrastrando los pies.Se veía tan solo, a pesar
de estar rodeado de amigos.
Kalen entiendia exactamente cómo se sentía.
***
El vuelo de Wyoming a California fue corto pero turbulento.
Muy apropiado, cuando Kalen pensaba en ello. Para el momento en que aterrizaron los dos Huey a
un par de kilómetros del sospechado centro de investigación, estaba listo para lanzar sus galletas.No
era un hombre militar.Si hubiese podido transportar mágicamente a todos, lo habría hecho.
Se apresuraron fuera los helicópteros, y los que preferian llevarlas, comprobaron sus armas.
Kalen preferia ser su propia arma, muchas gracias.No se preocupaba por las armas, a pesar de que
podia utilizar una si tenía que hacerlo.
Mientras seguían a Nick a través del valle, Kalen probó su escudo mental y lo encontró todavía
resistiendo, aunque débil. Parecía que cuanto más física y emocional era ladistancia que se
interponía entre él y Mac, peor era la influencia de los Unseelie.
El lado oscuro de Kalen estaba superando poco a poco su luz, como Sariel lo llamaba.
Tenía que aguantar. Sólo un poco más.
Ríndete, muchacho. Eres mío.
—No—. Kalen estudio las espaldas de sus compañeros de equipo, pero nadie parecía haberse
enterado. La sed de sangre se elevaba dentro de él, imparable. quería darle rienda suelta,
alimentarlo. y a su vez en contra de la manada . Que seria mi instrumento de venganza.
concentrándose, trato de apuntalar la grieta en el escudo.
Una tarea casi imposible, teniendo en cuenta las distracciones a su alrededor. Tenía que ver a sus
hermanos de equipo, buscar trampas posibles, enemigos ocultos. No estaba seguros de muchos, si
esto era, de hecho, el último bastión de la investigación de Malik.
¿Sabía Malik donde se dirigían? no podría, de lo contrario los guardias sluagh estarían sobre ellos
ya. No, la oscuridad estaba recogiendo sus emociones y tratando de utilizarlas.
En realidad no sabía Kalen donde estaba en ese momento.
Haría todo lo posible para que siga siendo así. Extendieron, caminaron por entre arboles lo mas
silenciosamente posible. Con cada onza de sus sigilo animal, se abrían paso más cerca del edificio
por debajo de ellos. Cuando una mancha grisáceo se separó de la cubierta del bosque, no fue
inesperado, pero sorprendió a los sentidos de todos modos.
Desde la derecha, un enorme Sluagh se estrelló contra Hammer, tirando al gran hombre a la tierra.
Su grito se perdió entre el rugido simultaneo de la bestia y de la manada. Rowan era la más cercana
a él, y de inmediato salto a la espalda de la cosa, con un gran Glock en la mano. Sin, perder un
segundo, presiono en la boca y soplo sus sesos. La criatura se desplomo hacia un lado, dejando a
Hammer mirando hacia Rowan, con los ojos abiertos.
—¡mierda! gracias , Ro—, soplo. — esa es una manera de llevarlo a cabo—.
— y eficaz, también—. Ella Avanzo lentamente hacia la bestia, y le dio una patada con disgusto.
Luego se volvió justo a tiempo para recibir un beso posesivo de Aric. Kalen se preguntó como el
hombre manejaba lo de su compañera en peligro. Él no estaba seguro de poder hacer lo mismo.
Por otra parte, Mac y Rowan eran dos mujeres completamente diferentes. Ro se crio en el Este de
Los Angeles y había sido policía de los Angeles. Ella era terrosa y fuerte. La compañera de Kalen
era médica y él no podía imaginarla a ella haciendo lo que Rowan acaba de hacer.
El olor de la sangre de la criatura golpeo a kalen con fuerza, y la grieta en su pared amenazó con
romperse en la costura otra vez.
Rancio como el olor era, esto Provoco un fuego bajo en su vientre. La necesidad de matar. Como
el había hecho con el avatar de Sariel. ¡Maldita sea! No podía dejar que el deseo sacara lo mejor
el.
Se pusieron en marcha de nuevo, con mucha tensión. El sluagh obviamente había estado
patrullando esta sección solo, pero sus hermanos podrían notar su ausencia en cualquier momento.
Tenían que moverse más rápido , y apretó el paso.
Una vez que el edifico estaba a la vista, Nick señalo que se detuvieran y les hizo un gesto de
acercarse. —AJ , esto parece un buen lugar para que escojas a cualquier que nos da problemas.
— cuidare sus espaldas, jefe—. el hombre no era un luchador pero tenía un rifle de alta potencia
con alcance y era extremadamente preciso con la misma.
— el resto de nosotros se dividirá en dos equipos. Kalen, Ryon, Hammer y Jax vayan a la parte
posterior. El resto de nosotros cubrirá el frente. Ryon , hágalo saber al entra en el edificio.
Ryon le dio un pulgar hacia arriba y tomo su grupo, haciendo un gran circulo en la parte posterior
de la instalación . Kalen no pudo sacar el hedor de la sangre del Sluagh de su cabeza, las ganas de
destrozar algo cualquier cosa fuera de su sistema, la necesidad se arrastró a través de el como una
enfermedad insidiosa.
Apenas contenida.
En la parte trasera de edifico, se presionaron contra la pared a ambos lados de la puerta que
parecía ser una entrada de servicio. La falta de guardias era molesta, por decir lo menos. Esa
sensación cuando Jax forzó la cerradura se relajó en su interior aun si respuesta. Entraron, Ryon
se introduce en sus mentes. Hay un zona de garaje de vuelta aquí, probablemente, en el que llevan a
los prisioneros. Tres vehículos, dos de ellos camionetas con vidrios oscurecidos. No hay guardias.
No me gusta esto.
Hizo una pausa, presumiblemente obteniendo una respuesta de Nick . Ryon, como telepata del
equipo, podría empujar sus pensamientos en sus cabezas pero nadie podía oír una respuesta directa
mental, excepto el. Después de unos momentos, Ryon señalo con su puño que siguiera hacia
delante, explorando con cuidado. Con un esfuerzo, Kalen mantuvo su mente firmemente enfocada
en sacar al enemigo cuando llegara el momento, y solo el enemigo. Estos eran sus hermanos, su
futuro no Malik y sus promesas vacías de aceptación.
El podía resistir el mal. Él lo haría.
Al otro lado del garage había una puerta que servía de entrada al edificio principal. Reptaron hacia
allí, alerta. Algo, probablemente algún pequeño sonido, hizo que Ryon mirara hacia arriba, a las
vigas sobre sus cabezas.
-¡Abajo! –gritó.
El garaje estalló en un chillido agudo cuando varias Sluagh descendieron de las vigas de una sola
vez. Kalen se agachó como los otros, cayendo al suelo. Frente a este numerito, imaginó que era
mejor usar su magia que llamar a su pantera. Ryon y Jax se desplazaron hacia los lobos y saltaron,
desgarrando un par de criaturas. Hammer, rastreó, confundiendo a las bestias cercanas a él. Pero
había demasiadas, y serían rápidamente aplastados en un combate mano a mano. Invocando a su
personal, Kalen se calmó. Enfocó su magia en el ataque a Sluagh. Luego llamó al elemento del
agua, envolviendo sus cuerpos. Se difundió en el aire. Las criaturas se empezaron a arrugar y a
gritar. Uno particularmente inteligente de que Kalen había causado esto y cargó hacia él, cerrando la
distancia entre ellos rápidamente. Su corazón palpitó, pero no se movió. La bestia se lanzó hacia él,
rugiendo con ira, con sus ojos pequeños y rojos. Y luego también se arrugó, cayendo a los pies de
Kalen como una piedra.
-Joder –las rodillas de Kalen temblaron cuando lo dijo en voz alta. Pronunciando una frase en latín,
redujo los cuerpos a ceniza y las particular se fueron flotando. Sus amigos volvieron a su forma
humana y recogieron sus ropas rasgadas.
-Eso que tienes ahí es un maldito buen truco –dijo Jax, poniéndose los pantalones.
-Salvó nuestro pellejo más de una vez –agregó Ryon.
-Gracias.
-¿Nadie escuchó el revuelo? Esto es de Hammer, que se sacudió el polvo.
Jax se alisó la perilla.
-Sólo hay una manera de averiguarlo.
Se reunieron al otro lado de la puerta. Ryon giró el pomo y le dio un pequeño empujón. Se abrió
hacia dentro, revelando un largo pasillo, limpio y estéril con paredes y azulejos blancos. Un llanto
débil se podía oír desde la distancia del cuarto, con el alma interior completamente desesperada.
-Sólo unos minutos más –susurró Jax-. La yuda está de camino.
Aquí es donde se puede hacer difícil –proyectó Ryon al entrar-. Estamos en el vestíbulo de atrás. Es
largo y estrecho, un espacio ajustado apra un pelea. Iremos habitación por habitación, recogiendo a
todos los supervivientes.
La primera de las habitaciones se estaba usando como almacén. Una vez que inspeccionaron, los
huecos estaban sorprendentemente bien organizados, con estanterías de metal con objetos varios.
Las industrias Dr. Bowmann habían estado ocupados en atraparlos en los últimos tiempos. Una de
las habitaciones estaba llena de utensilios de limpieza, otra con medicamentos clasificados de todos
los tipos. Jax encontró algo interesante en esta.
-Antes de incendiar el sitio, necesitamos reunir estas cosas. Tal vez se la demos a nuestros médicos
para que hagan una investigación con lo que estos hijos de puta han estado usando. –agarró un bote
con los dedos-. Y algunos medicamentos gratuitos también, si aquí hay alguno.
-Buena idea –dijo Ryon.
La siguiente habitación tenía estanterías de ropa. Había ropa de camuflaje verde que estaban
destinadas a doctores y personal. Algunos eran sencillos, consistían en ásperos pantalones y jerseys.
Kalen se preguntó si éstas eran de los residentes que no la querían, lo cual no tenía sentido. Los
lacayos de Malik nunca habían tenido que vestir a los sujetos de sus pruebas. No tenían demasiado
cuidado con esas cosas.
-Tal vez se cansaron de que sus experimentos murieran –observó Jax, estudiando la ropa.. no
importa a partir de hoy lo que esos cabrones quieran.
Se asomaron al pasillo, vigilando. A la izquierda donde el pasillo se cruzaba con otro pasillo, un
guardia humano estaba apoyado contra la pared, de espaldas a ellos. Esa estancia parecía relajada,
aburrida. Ese podría ser su último error. Jax rápidamente se deslizó hacia él, lo agarró por el pelo y
tiró de él hacia atrás. Una grito de sorpresa fue silenciado cuando Jax usó sus fuertes garras para
rebanarle la garganta y lo arrojó al suelo. El guardia gorgoteó, agarrándose la garganta, pero la luz
de sus ojos se apagó. Murió al momento. Kalen tenía sed de sangre, caliente y vergonzosa.
Necesitaba matar. El próximo sería suyo, y disfrutaría cada segundo.
Bien, hijo. Alimenta tu necesidad. No importa lo que la manada haya conseguido hoy. Lo que
importa es que utilices esto como entrenamiento. Cede a tus deseos y vamos a recuperarnos juntos.
Nadie podrá pararnos.
Mierda, Unseelie había roto sus pensamientos. Las hipnóticas palabras reforzaron el control sobre
su alma. Él podía llevar fuera a los guardias, con todo el personal aquí, y eso era aceptable. Podía
canalizar esta necesidad sin poner en peligro a sus amigos, ¿no? Una gota de sudor corrió por su
cara. El control era difícil. Quería ceder a la seductora oscuridad. Lo necesitaba.
Como era de esperar, los laboratorios reales y las zonas de espera de los cautivos se encontraban en
el medio del edificio. Lo supieron una vez que el sonido de actividad llegó hasta sus oídos. Había
voces aquí y allá. Ruedas de carro a lo largo del suelo de mosaico. El pitido de un monitos. Un
asistente averiguando qué sujeto sería llevado al quirófano el siguiente.
Y el Dr. Gene Bowman preguntando:
-Trae el lobo OR-4. Quiero intentar y ajustar su ADN con el sujeto humano 356 otra vez. Estoy al
borde de un descubrimiento. Puedo sentirlo.
-¿Has oído, Nicky? –preguntó Ryon. Luego asintió con la cabeza hacia Kalen y los otros-. Su grupo
ha sacado fuera a los guardias del frente y se están acercando al otro lado del área central. Los
tenemos que encerrar.
-Vamos a esperar y veamos donde retienen a los cautivos y quiénes son –dijo Ryon para todo el
mundo.
No tendrían que esperar durante mucho tiempo. El Dr. Bowman despareció, presumiblemente en el
OR-4, y el asistente pulsó un botón de plata en el panel del pasillo. Parecía que esta configuración
permitía mantener a los cautivos convenientemente en cámaras de tortura. Las puertas se deslizaron
y el asistente fue dentro. El lacayo salió, arrastrando a un hombre alto con una larga y sucia
cabellera dorada que le colgaba hasta las rodillas. Sacudió a su cautivo y por un momento su cuerpo
quedó frente a ellos antes de que ambos hombres desparecieran dentro del OR.
-Maldición –dijo Jax entre dientes, apretando los puños-. ¡Ése era Nix!
-Esos bastardos –dijo Ryon, con voz baja y mortificada-. Vayamos a por él y traigámoslo a casa.
-¡Tienen a Phoenix! Nos tenemos que mover.
Cerraron rápido, y Kalen pudo ver a Nick girar la esquina al final del pasillo, con el resto del equipo
detrás de él. Kalen vio por el panel del lacayo que habían recuperado a Phoenix y vio a tres figuras
más acurrucadas miserablemente. Por el momento, estarían más seguros donde estaban.
Ryon lideró el primer intento, irrumpiendo en la sala de operaciones. Bowman miró hacia arriba,
con la sorpresa en la cara. El hombre cogió un bisturí y lo blandió sobre el cuerpo inerte de Nix,
pero el arma era de escasa defensa contra una habitación llena de la manda de hermanos queriendo
su sangre.
-Te voy a arrancar tu maldito corazón –gruñó Jax. Entonces se abalanzó, tendiendo a Bowman en el
suelo.
El grito del hombre cuando Jax lo destrozó sonó con un extraño eco en la cerrada habitación. Él
había herido y matado en muchas ocasiones en su intento por dominar el mundo, y ahora se había
acabado.
Kalen se volvió hacia el asistente, que había logrado sacar la pistola de su bata de laboratorio.
Lanzó una bola de energía que liberó el arma de las manos del hombre, y luego Ryon lo derribó,
acabando con él de la misma forma que con el doctor.
Hammer miró alrededor con inquietud.
-¿Eso es todo? Eso es demasiado fácil, hombre.
Y luego, las palabras explotaron en el caos. Literalmente. Todo alrededor de ellos, todas las paredes
del centro de investigación detonaron, volaron a sus pies. La espalda de Kalen goloeó contra el
contador duramente, y luego se deslizó hasta el suelo. El dolor irradió por sus vértebras, y contuvo
una bocanada de aire sólo para contener una bocanada de escombros. Tosió cuando el polvo y la
suciedad llovieron. Trozos cayeron del techo dañado, que amenazaba con caerse también. ¿Dónde
demonios estaba todo el mundo?
Se limpió los ojos y vio al grupo luchando por subir. El olor a sangre golpeó su nariz y esta vez no
se saturó. El aroma era dulce y delicioso, e instantáneamente retrocedió. La sangre era de sus
hermanos de la manada. No los traicionaría.
Mátalos. Es lo mejor que puedes hacer.
-No.
Se puso de pie y su corazón hundido emergió de las sombras a las que Malik lo había enviado. Esta
era otra prueba. Kalen no podía fallar. ¿Pero qué podía hacer?
El sonido de la batalla venía de detrás de ellos. Ya no había un pasillo o habitaciones distinguibles,
sólo un muro de paredes en ruinas y escombros. Sus amigos se lanzaron a la batalla con fervor,
lanzando Sluagh a izquierda y derecha. More tomó su lugar. Utilizando sus garras, Kalen redujo a
las bestias y apuñaló sus corazones. Usó bolas rápidas de fuego de energía para derribar a algunos
antes de que aplastaran a sus hermanos. Pero en algún sitio de la pelea, la línea comenzó a
desdibujarse. El ansia por la próxima muerte, y por la próxima, se montaba con cada vida que
quitaba. Era demasiado fácil y satisfactorio. Ver morir a la luz; matar al siguiente. Muerte y más
muerte. Demasiado bueno.
La oscuridad lo tomó y no pudo hacer nada contra ella. sin una brizna de luz que lo guiara, la
necesidad de entregarse a la muerte no tuvo límites. Se giró, buscando a la siguiente víctima, para
encontrarse a sí mismo, mirando a lo ancho, con sus ojos azules luminosos y la cara rodeada por
capas de pelo rubio.
Ryon.
-¡Kalen! No…
La mano del Hechicero se azotó por sí sola y reunió una gran bola de fuego de energía. Esta
quemaría directamente el corazón de su oponente, sin dejar nada más que quemado a su paso. Y
muerte. Dulce y deliciosa. Pero antes de que pudiera realizar el fuego, un cuerpo se estrelló contra
él, tirándolo al suelo. Rugió, intentando librarse de su enemigo, en vano. Luchó para ganar la puja.
Apenas entendía las palabras que gritaban cerca de él.
-¡Cristo, se ha vuelto salvaje! ¡Sujétalo!
¿Nick?
Luchó duro, pero más cuerpos lo sujetaban. Odiaba ser contenido. Cuando los hombres lo hacían,
era por una sola razón. Y entonces se volvió loco. Era lo único que podían hacer para dominarlo.
-¡Alguien que lo saque fuera, maldita sea!
-Duerme, chico –ordenó Nick, con la palma en la cabeza de Kalen.
Y él no tuvo más remedio que obedecerle.
Mac cogió su sándwich con desinterés. Casi no había sido capaz de soportar tres bocados antes de
que la nausea jugara ping-pong con el pollo asado. La comida en la cafetería de las instalaciones
era excelente, pero los nervios y el embarazo se metieron en el camino de cualquier satisfacción.
La sopa cremosa de tomate y albahaca, una de sus favoritas, resultaba mucho mejor. Estaba a medio
camino de terminar con el tazón cuando su padre llego corriendo al comedor.
La expresión en su cara la tuvo de pie en un instante. No pensaba que hubiera visto al hombre lucir
nervioso antes.
“¿Papi?” se acercó a él instintivamente.
“Bebe, la manada está en camino. Están a seis minutos.”
“¿Heridas?” ella se apresuró, corriendo a su lado. Mantén la calma. Profesional.
“Algunas laceraciones. Hammer se rompió una pierna, pero Zan la curó.”
“¿Entonces por qué la prisa?”
Cuando él no respondió de inmediato, agarró su brazo, parándolo afuera de la entrada a la
enfermería. Se lo dio directamente.
“Es Kalen. Se puso salvaje y Nick tuvo que sacarlo—”
“¡Oh por Dios!” chilló. “¿Esta muerto?”
“¡No! Me refiero a que lo puso a dormir un por un rato. Pero está pasando y están teniendo
problemas para mantenerlo bajo control. Lo han encadenado con cadenas de plata y lo están
trayendo aquí tan rápido como pueden.”
Pensó rápido. “No les hará ningún bien traerlo a la enfermería si no está herido.”
“Nick lo quiere sedado.”
“No. Eso no ayudara.”
La sedación va a dejarlo incapaz de defenderse mentalmente, y eso solo le dará a Malik un camino
más fácil dentro de su mente.
“Mierda.” El general restregó una mano a través de su pelo. “¿entonces qué hacemos?
Dios. No. La mataba decirlo, pero había solo una solución por el momento. “Necesitan llevarlo al
Bloque R.” Mi compañero, perdóname."Llama a Nick de vuelta. Tengo que preparar una celda.”
Ella corrió hacia el Bloque R, donde mantenían a las criaturas que requerían rehabilitación. El
bloque alojaba importantes residentes, los principales de ellos Raven y Belial.
Raven es el miembro de la manada y ex SEAL que ha estado atrapado en forma lobo por más de
cinco años. Belial era un sigiloso, seductor basilisco que todavía tenía que ganar la libertad para
vagar por el recinto.
Y ahora iba a alojar a Kalen. Su corazón dolía por su hechicero. Rápidamente uso el teclado para
desbloquear una celda lejos de los otros residentes, la abrió, y estudio el interior. No había nada en
ella además de una cama atornillada al piso y un colchón en la parte superior de la estructura. Ni
sabanas o almohadas. Nada que él pudiera usar para lastimarse a sí mismo.
Su padre llegó a la vuelta de la esquina y oyó la conmoción encabezando el camino detrás de él.
Kalen estaba gritando blasfemias, fuera de su cabeza, y ella se preparo a sí misma para la horrible
confrontación.
O pensó que lo estaba hasta que Nick y los otros aparecieron a la vista, sosteniendo difícilmente al
hechicero, quien estaba amarrado con cadenas de plata. Su compañero estaba enfurecido,
retorciendo su cuerpo y rozando con sus colmillos para tratar de obtener un pedazo de sus captores.
Cuando eso no funciono, trato de proferir un hechizo en Latin, pero Nick pegó una mano sobre su
boca fuerte, arriesgándose a una desagradable mordida para detener el canto.
“¡Tráiganlo aquí!” llamó Mac.
Ellos forcejearon pero se las arreglaron para manejarlo dentro de la celda, donde Nick y Jax lo
lanzaron a través del espacio, luego lo dejaron ir y arrastraron sus traseros fuera de allí. Tan pronto
como ellos despejaron la puerta, Mac y su padre deslizaron la pesada reja de la recinto.
Ellos cerraron el lugar con un fuerte sonido metálico que fue terriblemente definitivo.
La manos seguían encadenadas a su espalda con las cadenas, Kalen golpeó las rejas, causando que
toda la puerta traqueteara en su pieza. Mac se paró inmóvil, mirando al hombre que amaba
golpearse a él mismo en una pared, luego en la otra, totalmente fuera de su cabeza.
“¡Déjenme ir!” gritó.
“¡Los matare! ¡Hasta al último de ustedes! ¡Y me reiré mientras lo haga!”
Lagrimas brotaban de sus ojos, corriendo abajo por sus mejillas. No podía quedarse viéndolo así.
“Papi,” susurro, agarrando su mano. Él se aferró a ella con fuerza.
“¿Qué puedo hacer? ¿Cómo lo ayudamos?”
“No lo sé, mi niña,” murmuró él. El equipo entero estaba reunido alrededor, viéndose igual de
afligidos.
“Me deleitare con sus cadáveres,” deliró Kalen. Riéndose, se deslizó por la pared del fondo junto a
la cama, profiriendo maldiciones. Quizás parte de los hechizos no tenían efecto en la habitación
fortificada de hierro y plata. Sus ojos eran los de su gato, verdes, brillantes, y elípticos. Sonrió,
mostrando sus enormes colmillos que casi habían tenido un pedazo de sus amigos. “Esto es lo que
soy. La sangre lo dirá, ¿no es así?”
Nick miró a Kalen, sus ojos sospechosamente húmedos. “No podemos dejarlo sufrir así.”
“Estoy de acuerdo,” dijo su padre.
Aric hablo. “Si no podemos alcanzarlo, él eventualmente tirara este lugar abajo alrededor de
nuestros oídos. Es muy fuerte para mantenerlo en una celda por mucho tiempo.”
Nick retiró su arma de su pretina. “Yo lo hare. Él es mi responsabilidad.”
"¿Qué?" gritó Mac. "¡No! ¡No puedes rendirte con él así nada más! Yo puedo alcanzarlo. ¡Sé que
puedo!"
"Cariño," empezó su padre, su cara miserable.
"Por favor. Te lo ruego. Dame una oportunidad para llegar a él." Su voz rota. Temblaba de la cabeza
a los pies, aterrada de que Nick pudiera negar sus suplica.
"Mac, él está demasiado ido," Dijo Nick gentilmente, sus ojos tristes.
"Es un hombre, no un perro para ser sacrificado," escupió ella furiosamente, secando sus mejillas.
"El me prometió que iba a pelear esto, y sé que esta ahí en algún lugar."
"Dios," aspiró Jax. "¿Donde está la justicia en esto? Le dimos nuestra palabra de que cuidaríamos su
espalda. ¿De qué vale nuestra palabra si lo dejamos ahogarse la primera vez que su cabeza se hunde
bajo el agua? Incluso Raven sigue aquí, aunque ha estado atrapado en forma de lobo por casi seis
años."
"Raven no es un Hechicero Fae con un padre Unseelie y el poder para destruir el mundo entero
como lo conocemos."
"Otra oportunidad, Nicky. Por favor."
Uno por uno, los chicos expresaron su acuerdo. Contra su frente unido, Nick vaciló, luego
finalmente cedió. "Cuarenta y ocho horas. Si él no está mostrando signos de mejora, no permitiré
que sufra por más tiempo. O que nos ponga en peligro a todos."
Incluso contra el fondo de la vil masacre de Kalen, los chicos estaban visiblemente aliviados. Kalen
era uno de los suyos, y ellos no querían rendirse con él.
Nick se hundió, luciendo un aspecto aniquilado. "Necesito ir a ver a Phoenix, Melina está cuidando
de él."
Uno por uno los chicos abrazaron a Mac, luego se encabezaron a la enfermería a la espera de una
palabra de su viejo amigo, hallado y en casa una vez más. Mac estaba desgarrada, pero optó por
quedarse con Kalen por un rato. Nick no quería escuchar de ella quedándose atrás sola y ordenó a
A.J. a quedarse con ella. Solo por si acaso. A.J. asintió, los labios apretados en una línea apretada.
Él entendía la situación muy bien. Y fue entrenado para manejarlo.
Mac vio el rifle con el alcance de aspecto siniestro colgando sobre el hombro del francotirador y su
intestino se estrecho con temor. Envió una plegaria a cualquier deidad que pudiera estar escuchando
para que su compañero salga de esto sin peligro. Vivo y entero.
Después de que los demás se fueron, Mac se volteó a A.J. "¿Que pasó en el centro de
investigación?"
El hombre sacudió su cabeza marrón arena. "Yo estaba en una ladera haciendo mi parte
encargándome de los feos. No sabía que estaba pasando adentro, pero de repente el área central del
edificio exploto y se desplomó. Corrí hacia allí, pero todo había terminado cuando tomé mi camino
hacia donde estaban los chicos."
"¿Seguramente Nick te contó algo?"
El apuesto hombre miro lejos. "Doc., todo lo que sé es que el equipo fue emboscado. Fueron
capaces de llegar dentro del laboratorio de investigación y encaminar a los prisioneros demasiado
fácil. Luego un montón de Sluagh llegaron y ellos fueron superados e numero."
"Ellos no creen que Kalen haya tenido algo que ver con eso..." La idea era terrible. Pero dado la
manera en que estaba actuando ahora—irrazonable.
"Nick no lo cree. Pero la sed de sangre de la batalla tiene a tu compañero. Los otros dicen que se
puso furioso y mató a prácticamente la totalidad de ese maldito montón de monstruos por sí solo.
Pero que no se habían dado cuenta que él había dejado de distinguir entre ‘ellos ’ y ‘nosotros’ hasta
que se volteó a Ryon y se acercó para matarlo, también."
Mac miró a Kalen, sentado en el piso de su celda. Tenía la barbilla escondida en su pecho ahora, el
oscuro cabello escondiendo su cara, balbuceando para sí mismo. Ella no podía decir qué estaba
diciendo él, pero se veía un poco más calmado. Pero apenas. Estaba todavía muy agitado,
meciéndose atrás y adelante, ajeno a ella y A.J. observando.
Ella se movió un poco más cerca las barras. "¿Kalen? Cariño, soy yo—"
Su cabeza subió y gruñó, dejando al descubierto sus colmillos. Sus elípticos, ojos delineados con
kohl no mostraban el menor indicio de reconocimiento. Estaba furioso, tensionando sus huesos. Y
estaba asustado también. Confundido.
La emociones se estrellaron en ella fuerte, y jadeo. Sintió su miedo a través de su enlace, y un rayo
de esperanza hizo un pinchazo en la penumbra cuando ella recordó que él podía sentir sus
emociones también. Podía usar eso en su ventaja. Tratar de llegar a él.
Moviéndose despacio para evitar agitarlo más, se sentó con las piernas cruzadas en el suelo. A.J. se
inclinó en la pared cercana, preparado en caso de problemas. Ella bloqueó la terrible imagen de su
rifle de mira y se concentró en su enlace con su pareja. Pensando en su bebe. Su sueños para los
tres. Envió ondas de amor a él en una interminable corriente.
Sus gruñidos pararon gradualmente. Sus colmillos retrocedieron y sus ojos fueron humanos de
nuevo.
Pero la humanidad todavía estaba ausente. Permaneció confundido, pero la terrible ira se había
calmado. La estudió durante un largo rato antes de que sus párpados comenzaran a cerrarse.
Cansado de los acontecimientos del día, se durmió.
Se desplomó contra la pared, separado de su compañera, ella también. Muy mal.
Kalen la estaba abrazando. Acariciando su cabello. Dándole besos en la parte superior de su cabeza.
—Esto es bueno, —murmuró.
—Sí, lo es.
Hizo una pausa, y ella sintió que tenía más que decir.
—Esto es bueno, ¿no? ¿Yo abrazándote?
Sonaba tan incierto, y aun así esperanzado, su corazón se llenó. —Definitivamente lo es, —dijo
ella, abrazándolo—. ¿Por qué iba a serlo?
—Esto es nuevo para mí. Tener a alguien, siendo de alguien. —Su voz resonó una nota de asombro.
—Entonces te has perdido mucho.
—Estoy empezando a ver eso, —dijo en voz baja.
Un sutil cambio estaba pasando entre ellos. Entonces, poco a poco... la comodidad se convirtió en
algo más. No tenían que estar solos y con miedo. Habían empezado a unirse esta noche por encima
de un terror compartido, y ahora esa conexión se solidificó mientras la abrazaba contra su corazón.
Inclinó su rostro hacia él.
Y le dio el más dulce de los besos en los labios. Comenzó lentamente, un mordisquito a la vez.
Haciendo pausas, dándole la oportunidad de apagar la llama que se había encendido entre ellos.
Pero ella lo quería exactamente igual, no iba a decir que no.
Sentándose, la atrajo hacia su regazo. Los dos estaban todavía vestidos con sus vaqueros, pero
situados de esta manera, no tenía problemas para discernir la erección presionando contra su trasero.
Ella se movió en contra de la dureza, con ganas de más.
—Estás intentando matarme.
—Para nada. —Sentándose, se quitó su camisa sobre su cabeza, dejándose al descubierto ante su
mirada. Por la franja de luz filtrándose a través de una separación en las cortinas, podía ver sus ojos
verdes brillando con deseo. Con necesidad. Pero también con la incertidumbre.
—Nunca antes he hecho esto.
—¿Tener sexo? —Ella encontró eso difícil de creer.
—Hacer el amor, —susurró—. Con alguien que me importa.
Madre mía. —Es fantástico. Como nada más que sientas alguna vez.
—Dime lo que quieres. —Tendiendo la mano, le acarició la mejilla. —Tengo que escucharlo.
—Hazme el amor. Dámelo todo.
Capturando de nuevo sus labios, la tumbó en la cama. La besó a fondo durante un buen rato. Tenía
la mejor boca y sabía cómo usarla, como lo demostró mordisqueando su camino por su garganta,
raspando con los dientes. Unos largos.
—¿Está usando tus dientes de pantera?
—Mmm.
Abrió la boca cuando un canino rozó un sensible pezón. —Tomaré eso como un sí.
Su boca se aferró a la protuberancia, amamantándose, y ella gimió, enterrando sus dedos en su largo
pelo mientras por lo que se moría de ganas de hacer por semanas. La masa negra era tan sedosa
como parecía, gruesa y lo suficientemente buena para mantener un buen agarre. Disfrutaba de la
sensación tanto como le amaba prodigando atención en sus pezones.
Se movió al sur, besando su vientre. Cuando se movió más abajo, tuvo que renunciar al control
sobre su melena, y gimió en señal de protesta.
—¿No quieres esto? —bromeó, estableciéndose entre sus muslos. —Has dicho que te lo diera todo.
—Y lo decía en serio. Solo que me encantan mis manos en tu pelo.
Parecía contento. —Bueno, lo puedes tener de vuelta en unos minutos. Lo prometo.
Bajando la cremallera de sus vaqueros, se los bajo y quito, junto con sus bragas. Separando sus
rodillas, bajó su cabeza. Chasqueó la lengua y lamió su clítoris. Con un suspiro de placer, se abrió
para él tan ampliamente como era posible. Había pasado demasiado tiempo, y quería que Kalen la
tuviera. Así, o de cualquier forma que se desease.
Su boca también era tan talentosa en esta área. Lamió sus pliegues, profundizó su lengua en el
medio para follar su canal lentamente. Volviéndola loca. Entonces había retirado y succionado el
pequeño clítoris, llevándola al borde. Y retirarse de nuevo. Lamer y succionar. Una y otra vez hasta
que estuvo retorciéndose, sin sentido.
—¡Oh , Dios mío!
—¿Qué quieres , cariño?
—Follame, —suplicó—. Te necesito.
No necesitaba más estímulo y se quitó rápidamente los pantalones. Arrastrándose sobre ella, se
colocó entre sus piernas, puso la cabeza de su pene en su apertura. Empujado hacia dentro.
Se unieron, allí, en la oscuridad.
Moviendo sus caderas, comenzó a moverse dentro de ella. Profundamente, hasta la empuñadura, y
otra vez fuera. Lento y suave, avivando el fuego una vez más, abrasándola en las profundidades de
su alma. Hundió de nuevo sus dedos en su pelo, vio su rostro mientras le hacía el amor. Las pupilas
de sus ojos se habían vuelto elípticas y ardían con pasión. Los músculos de sus hombros apiñados y
sus colmillos sobresalían mientras jadeaba con cada embestida, el disco de su colgante colgando de
su cuello, descansando entre sus pechos.
—Más fuerte, —instó ella. —Más rápido.
Aumentando el ritmo, hizo lo que le pedía, gimiendo. Llevándolos al límite. Sabía que él estaba
cerca cuando la atrajo a su pecho, las caderas bombeando furiosamente. Se aferró a su espalda, su
propia liberación construyéndose hasta…
Rompió en un grito, latiendo alrededor de su longitud. Su liberación provocó la suya y se corrió con
un grito ronco, hundiéndose lo más profundamente posible. Se quedó allí, convulsionando,
abrazándola, hasta que por fin estaban agotados. Un poco más tarde, mientras se calmaron, besando
la curva de su cuello.
—Gracias, —susurró.
Mac se despertó lentamente. Le tomó un momento darse cuenta de que todavía estaba tendida en el
suelo en el pasillo del Bloque R, y que alguien la había colocado en un catre y le puso una
almohada bajo la cabeza. Estaba agradecida por la amabilidad.
Le llevó otro momento darse cuenta de que su sexo estaba húmedo y cálido, y se retorció con
incomodidad. ¡Señor, esperaba no haber estado soñando en voz alta! Girando, vio a A.J. sentado a
unos metros de distancia, apoyado contra la pared con los ojos cerrados, el rifle apoyado junto a él.
Él no sabía que ya estaba despierta, así que se instaló de nuevo para dejarse despertar .
Había estado soñando con Kalen. Con su primera vez haciendo el amor, en el Motel Wall-Banger,
justo después de que el Sluagh los había atacado fuera del Cross-eyed Grizzly. Fue entonces cuando
habían hecho juntos a su hijo, y sin importar que pasase, ella nunca podría lamentarlo.
Las lágrimas pinchaban sus ojos y por fin se sentó, buscando en el interior de la celda de Kalen.
Estaba tumbado en el descubierto colchón, durmiendo, su pecho subiendo y bajando lentamente.
Parecía solo y desamparado. Eso estaba tan lejos del hermoso recuerdo de su primera vez, y todas
las veces que habían estado juntos desde entonces, eso le hacía doler por dentro.
La baja voz de A.J. se rompió a través de su dolor. —Los dos habéis estado fuera del combate
durante un rato.
—¿Qué hora es?
—Las dos de la mañana.
—Lo siento, —dijo arrepentida—. No quise mantenerte aquí hasta tan tarde. Sé que estás a punto de
caer en tu propia cama.
Él se encogió de hombros. —No tengo a nadie en mi cama para que valga la pena, así que estoy
igual de bien estando aquí, cuidándote a ti y a Kalen.
Ella estaba emocionada. —Gracias.
—No hay problema. —Se sentaron en un sociable silencio durante unos minutos, observando a
Kalen. —Melina y Noah le trajeron la camilla y la almohada. Dijeron que te dijera que Nix va a
estar bien. Está deshidratado y traumatizado, pero ni de cerca tan mal como estaba la forma de
Micah cuando lo encontraron. Estaba contando chistes malos en la sala de emergencia, intentando
quitarse el borde de la situación emocional.
Ella sonrió a pesar de todo. —Eso suena como Nix. Me recuerda mucho a Aric.
A.J. resopló. —Dios nos ayude a todos, entonces.
—No necesariamente con el snark. Tiene un ingenio que corta como Aric, pero es gracioso al
mismo tiempo. Tiene el alma más generosa que cualquier otra persona que he conocido nunca, y eso
es decir mucho teniendo en cuenta a todos los miembros de la Manada. Y también es un mujeriego.
Tan pronto cuando este curado, estoy seguro de que va a reunir a todos los hombres solteros y se
irán de fiesta a Las Vegas.
—voy a estar seguro de no perderme ese viaje. —Le guiñó un ojo, y ella se rio.
—Asique, ¿no hay ninguna chica especial para ti? ¿A.J. no va a ser el siguiente soltero en caer?
—Nunca en la vida, —dijo con una sonrisa arrogante. —He visto lo que el verdadero amooor os
hace chicos, y estáis todos locos. Voy a pasar, gracias.
—Hmm. Él protesta demasiado.
—Di eso con la boca llena de galletas.
Ella se rio. En realidad, no había llegado a conocer A.J. antes, y se dio cuenta de que le gustaba. Era
una buena compañía, aunque un poco taciturno a veces. Aunque desde luego no lo estaba siendo
ahora, con ella.
Un gruñido bajo les llamó la atención, y ella miró a través de las barras para ver a Kalen mirando a
A.J. Levantándose de la cama, caminó hacia delante, un poco torpe con las manos atadas a la
espalda. Haciendo una mueca, esperaba que sus hombros no estuvieran demasiado tensos de dormir
así.
Él se acercó a los barrotes, apoyando su pecho contra ellos. Sus ojos no se apartaban de los del otro
macho. —Mía.
La respiración de Mac quedó atrapada. Si era lo suficientemente consciente para reafirmar su
derecho sobre ella al otro hombre, entonces había esperanza de que pudiera llegar a él. —Sí,
compañero, —dijo en voz baja—. Soy tuya.
Su mirada verde se fue a la suya, y vio que sus ojos ya no eran los rasgados ojos de su gato. Ya no
eran salvajes, pero tristes. —Mi compañera.
—Tuya
—Te necesito.
— Lo siento , pero no puedo dejarte salir—, dijo A.J.—no se puede confiar en el aun.
El conocimiento golpeo su corazón. — yo también te necesito, dijo ella, encogiendo su voz. —
pero tienes que permanecer allí por ahora—.
—te necesito—, repetía el lastimeramente.
Pero la batalla en su alma aun hacia estragos. Aunque no hay signos externos de ira, ella podía decir
por su dificultad para formar sus pensamientos en palabras que el luchaba. El todavía no estaba
“todo allí” y ella no podía arriesgar, a su bebe, ni a los demás.
— me tendrás pronto. Estoy aquí.
—te quedaras?
— lo hare, lo prometo.
—¿ qué me está pasando, susurro el, ¿ porque estoy aquí?
Ella se mordió los labios para no llorar. El lado bueno de él había salido a la superficie y no podía
entender. Cuando lo había perdido en ese centro de investigación , el torrente de oscuridad había
sido demasiado. Algo se había dañado dentro de el , y ella oro para que pudiera recuperarse.
— no estás bien , amor. Estamos tratando de ayudarte., pero tú tienes que esforzarte, también.
¿ Entiendes?
—no, quiero salir.
— lo siento.
El bajo la cabeza y se deslizo hasta el suelo y apoyo la cabeza contra los barrotes. No se movió de
nuevo por un largo tiempo. Mac se sentó en la cama y lloro. Lagrimas calientes silenciosas de
miseria.
***
Las barras frías de la celda presionaron la frente de Kalen. Él se quedó quieto y trato de entender
lo que estaba pasando. Lucho para recordar. ¿Porque estaba encerrado como un animal? ¿Que había
hecho?
Destellos de memoria lo agredieron, pero eran de otros tiempos. Mucho más allá . Noches malas
cuando vendía su cuerpo por unos pocos dólares o una comida de mala muerte.
Eso era horrible, pero nadie había sido herido. Bueno, nadie más que el.
No era porque está allí.
¿ Y dónde estaba ?
El complejo. Correcto . En el bloque R, donde Nick ponía a las criaturas que estaban casi más allá
de la esperanza.
Casi.
Recorrió su cerebro. ¿Dónde había estado esta noche? o bien anoche? algo sobre una misión.
Un centro de investigación…..
Lo has hecho bien, mi muchacho. Estoy muy orgulloso de tu progreso.
— ¿que , dijo con voz áspera. —¿que he hecho?
Has derrotado a mi Sluagh , y si bien esto es un inconveniente para mí , es importante la
capacitación para ti, hijo. Mataste a docenas de ellos y permitió al verdadero depredador que hay
en ti lo asumiera. La sed de sangre se convirtió en uno con tu alma. Y se volvió su ira contra el
llamado Hunter.
—¿Ryon? dulce Jesús, no . — ¿yo lo mate?
Si no fuera por la intervención intempestiva de esos perros entrometidos, lo tendrías. La guerra está
cerca, y cuando llegue la hora, me ayudaras a destruir a todos.
— no, no voy hacerlo.
Lo harás y te deleitaras en su sangre. . Recuerda el placer de bañarse en ella, muchacho? De un
festín con tu presa? Eso puede ser tuyo, siempre. Tu yo gobernaremos, padre e hijo, nadie va a
estar en contra de nosotros.
—la sangre era dulce. — Dios, no . Estaba perdiendo su mente. otra vez..
Si, hijo , nos sostiene , los jugos de nuestra presa. Cada noche nos daremos un festín, no es sabroso
los sluagh , pero sobre todo la carne joven y suculenta.
— ¿te gustaría eso? —no, no. si padre.
—Kalen? Una voz dulce lo llamó desde lejos. —¡no lo escuches ! El está envenenado tu mente!--.
Pero sus suplicas se desvanecieron.
Voy a traer los más bellos ejemplares para ambos, cada noche.
Ellos temblaran con el deseo, impaciente por sacrificarse a las criaturas más poderosas del mundo.
Ellos estarán indefensos ante nuestra seducción, abrirán las piernas para nosotros, así podremos
deleitarnos en su esencia antes de que deslicemos nuestras pollas profundamente.
Kalen jadeo, su polla se alargó en sus pantalones vaqueros. Lucho contra la imagen , pero el
hambre gano.
Su polla palpitaba cuando Malik continuaba.
Tu hundes tu polla en tu presa dispuesta ahora. La entrada apretada se retuerce de calor contra ti.
Y tú eres dueño de ese cuerpo. eres el dueño y señor y esta es tu causa. Mas?
—si por favor. Dime cómo va a ser—. El apretó su dura polla . más de la cuenta.
Eres dueño de tu presa y luego , porque eso es lo que ese cuerpo es no –mujer u hombre.
Simplemente un sacrificio para satisfacer una bestia superior. Tu polla se une cuando acaricia el
interior, avivando tu llama.
Buscando el gran final. Poco antes de la cumbre, hundes tus colmillos en la delicada garganta. ¿Te
gusto, la sangre caliente dulce?
— tan bueno, gimió el.
Esto llena tu boca cuando tu presa grita una liberación de alegría por haber experimentado esta
unión. De ser el elegido de la noche, su cuerpo para disfrutar. La presa baila sobre tu polla cuando
la llenas con tu semilla, hasta que al final la fuerza de la vida comienza a dejarlo. Tu tomas el
alma dentro de ti mismo , este es un precioso regalo.
Su polla entro en erupción, espasmos sin cesar cuando la escena decandente termina. así de
Estupendo .
El sacrifico de tu presa que te ha dado en tu honor y no se desperdicia . Puedes rasgar su
garganta y el banquete , pronto sigue el corazón ya que esto es la mejor carne y te sostendrá
hasta la próxima noche. Esto te lo prometo.
— ¿me lo prometes?, susurro
Si tú eres mi hijo . Eres el príncipe de los Unseelie y este es tu destino.
— Padre, he esperado durante tanto tiempo , nadie más me quería—.
Lo se hijo mío, vamos a estar juntos en cuestión de horas, todo habrá terminado , ya sabes que
hacer.
Lo sabía, y aunque la luz lucho para derrotar a la oscuridad, se atenúa a casi nada. —bajar los
escudos.
Bien y después?
— los matare para ti. Matar a todos!
Excepto a la mujer, ella lleva nuestro futuro.
— por supuesto—. El frunció el ceño pero el jirón de luz se desvaneció de nuevo.
Mis Sluagh vienen , por centenares. Van a luchar a mi lado . Y cuando todo haya terminado serás
recompensado con tu primera presa
Guarda tu apetito.
El es echo a reír . — no puedo esperar.
—Oh Santa mierda de Dios —. AJ graznó. Aturdido. Miro a Kalen acurrucado en el suelo de su
celda, consumido por el veneno de Malik.
Ellos había oído bastante del lado del hechicero la conversación para recoger lo que estaba a
punto de bajar . — eso no es más Kalen. voy a llamar a Nick—.
Sollozando, Mac huyo del Bloque R.
No sabía a donde iba al principio, solo que tenía que salir de allí ,ahora.
Ayuda, tenía que conseguir ayuda.
Ella buscaría a Melina y ellos le darían un sedante después de todo. Al menos el seria incapaz de
realizar la orden de su padre.
—oh no . no!
Ella había perdido al hombre que amaba por el mal que lo había acechado durante toda la vida.
Y finalmente había ganado.
Nick y Jarrod se sentaron en la oficina de Nick a las dos y media dela mañana. Incapaz de dormir,
ellos habían hablado durante horas. Algo iba a suceder , y pronto.
La tormenta estaba en camino . Como si para puntuar este conocimiento, los verdaderos
relámpagos y los truenos se escucharon en la distancia. Todavía a miles de distancia, pero a toda
velocidad hacia ellos. Debería haber sabido que el final llegaría con una verdadera tormenta para
añadir confusión, y no simplemente figurativa.
— no puedo obtener una lectura, ni idea en absoluto de una visión más allá de lo que te he dicho,
dijo Nick con frustración.
—y es no ayuda mucho. Sabemos que hay una gran guerra y Kalen está allí. él es el impulso de la
catástrofe.
— y no sabemos de que lado de la valla va a estar—.
El celular en el escritorio de Nick sonó y él lo miro con sorpresa. entonces el frio presentimiento
se apodero de él, incluso antes de ver el nombre en la pantalla. — es A.J. Le dijo a Jarrod.
Entonces respondió : —¿ qué pasa?
— jefe es Kalen, dijo el joven sin aliento. Nick estaba fuera de su silla y se movía antes de que el
tipo volviera a hablar. Jarrod corrio tras el .
— este Unseelie se arrastró dentro de su cabeza otra vez y deberías haberlo visto . Creo que se ha
ido, jefe. al igual que .. Kalen no vive más aquí se ha ido. Esta delirando acerca de matar a todos!
—Grant y yo estamos en camino.
—Dios, va a devastar a Mac si …. El hombre no pudo terminar—.
— lo sé, pero no estoy seguro de que tenga una opción.
Pero lo sabía. Tan pronto como entraron en el pasillo y Nick escucho la risa maniaca, el sonido
horrible de un cuerpo que choca contra las barras de las celdas una y otra vez , el entendió lo que
tenía que hacer. Y esto lo devasto tanto como lo haría a la compañera de Kalen. Él iba a tener que
sacrificar a un pobre chico que nunca había tenido una oportunidad.
¿Qué pasaba con toda la atención?
Kalen se esforzó por juntar las piezas de su mente fracturada de nuevo. Para dar sentido al por qué
se estaba riendo como un loco, arrojándose a los barrotes de su prisión. Asustando mucho a A.J.
Luego, el francotirador estaba hablando por su teléfono celular. Nick, escuchó que el hombre dijo.
Y muy pronto, Nick estaba parado fuera, mirando a Kalen con una expresión de dolor que él nunca
había visto antes. Esto lo hizo detenerse. ¿De qué tenía el hombre que estar lamentándose? Él era el
único aquí, sufriendo por algo que no era su culpa.
¿Lo fue?
Entonces el comandante enfrentó a Kalen otra vez, el arma en sus grandes manos grandes.
— ¿Es esa una pregunta con trampa?- Preguntó él con sarcasmo. — Puedes llamarme Príncipe de
los Unseelie.- Sí, le gustaba eso.
— A Malik. Mi padre.- Pero eso no estaba bien. El hombre frente a él era su jefe. Una figura
paterna, también. Era bueno y amable. Pero ¿donde estaban esos dos castillos en el aire de bondad y
amabilidad de alguien que lo tenía atrapado?
— Jesucristo,- dijo Aric, caminando hasta el lado de Nick. — ¿Qué carajo está pasando? ¿Kalen?-
— Aric,- dijo Nick en voz baja. — Es posible que no quieras ver esto.-
— ¿Qué?- La boca del pelirrojo cayó abierta. — ¡No! ¿Él se vuelve loco y eso es todo? ¿Solo
acabarlo? ¿Pensé que íbamos a darle tiempo?-
Aric. Un amigo, discutiendo por su vida. Esa franja de luz se convirtió en un hilo en un océano
negro. Este creció, delgado pero ahí. ¡No! Él no tenía amigos. Sólo tenía su padre.
Y su padre le había prometido poder; nunca estaría otra vez a merced de nadie.
— ¿Dónde está mi compañera? ¿Dónde está Mackenzie?- Preguntó él. Dios, estaba tan confundido.
Y ahora estaba asustado, porque Nick había levantado el rifle al hombro.
Aric miró a su jefe con horror. — Nick, tú no puedes. ¿No lo escuchaste? Si él está peguntando por
su compañera, él sigue ahí en algún lugar.-
Desde algún lugar fuera de la línea de visión de Kalen, sonaban pasos, aproximándose rápidamente
por el pasillo. — ¡No!- Gritó Mac.
Corriendo hasta Nick, ella se colgó en su brazo. — ¡Tú dijiste cuarenta y ocho horas! ¡No puedes
hacer esto! ¡Melina puede darle el sedante!-
Y entonces sucedió. Nick giró y agarró su brazo, y la visión de Kalen se volvió carmesí.
Arrojándolas a un lado, él agarró las barras y dio un fuerte tirón, cada músculo en su cuerpo tenso.
Toda la estructura fue arrancada de las paredes de piedra y él solo la arrojó a un lado mientras Nick
se tambaleaba hacia atrás y abría fuego.
Su compañera volvió a gritar mientras Kalen caía hacia atrás contra la pared en ruinas, agarrándose
la herida. En ese momento, sus miradas se encontraron y él vio su terror, lo sintió a través de su
vínculo... y la verdad casi lo envía de rodillas. Ella tenía miedo por él. Y de él. Su dolor era todo
culpa suya. Tenía que irse.
Transportado lejos en el Shoshone, reapareció en un lugar que reconoció. Era el lugar donde él y
Mackenzie habían hecho el amor, parecía que hace tanto tiempo.
Trató de atraer la comodidad de su casa, pero en su mayoría había dolor debilitante. La había
perdido.
Su herida palpitaba y él vacilaba, debilitado por la pérdida de sangre. Tal vez había una manera de
sanar. Cambió a su pantera y se derrumbó bajo un árbol, jadeando. Escuchó los sonidos de la noche
regresar. Grillos y la llamada de un pájaro extraño. En alguna parte, el solitario aullido de un lobo
que era un residente permanente de los bosques, no de la manada.
Tal vez debería haber dejado a Nick eliminarlo, pero la última pizca de humanidad en él insistió en
que nunca le haría daño a nadie por su cuenta, sobre todo a Mackenzie.
Lo que sería casi condenadamente imposible de demostrar ahora que era un hechicero fugitivo con
una orden de matar sobre su cabeza y la rabia quemando en su casi negro corazón.
Mac se quedó parada temblando, mirando al lugar donde había estado Kalen segundos antes. Había
sangre en la pared donde él había descansado su espalda contra esta, el tiro habiendo pasado a
través de su hombro.
El resto de la manada, junto con Sariel, los rodeaba ahora, metiéndose entre los escombros y
tomando nota de la desagradable escena ante ellos.
Uno por uno, cada hombre en la manada se volvió hacia el príncipe y alguien silbó. Al parecer no a
todo el mundo le había llegado ese memo.
— ¡Él no se volvió loco y explotó hasta que tú agarraste mi brazo, Nick! Vamos. ¡Sabes que no es
inteligente tocar a la compañera de un hombre cuando está en su sano juicio, y mucho menos
cuando él está luchando como Kalen lo está!-
— ¿Estás tan segura de que realmente está luchando para recuperarse? ¿Estás dispuesta a apostar
todas nuestras vidas en eso?-
— ¡Sí!-
Nick dejó escapar varias respiraciones, haciendo un visible esfuerzo por calmarse. — Lo vamos a
encontrar, o más probablemente él nos va a encontrar a nosotros. No vas a ir a buscarlo. ¿Está eso
claro?-
Girando sobre sus talones, ignoró a su papá y a todos los demás y marchó hacia sus aposentos.
Una vez allí, se paseó y juró hasta que ella pensó que iba a volverse tan loca como Kalen se había
vuelto. ¿Qué diablos se suponía que hiciera ahora? ¿Sentarse aquí como una buena y pequeña
compañera y esperar a que todos los grandes y malos lobos lo hicieran mejor?
Bueno, ellos probablemente solo terminarían volviéndolo peor. Deja a un hombre a cargo y estará
obligado a volverlo peor antes de mejorarlo.
En su dormitorio, se sacó sus zapatos de trabajo; eran planos con suela cómoda, pero no hechos
para un paseo por el bosque. Luego se despojó de sus pantalones negros y blusa, que no eran
material para el senderismo, tampoco.
De su armario sacó unos vaqueros oscuros y una camiseta, así como sus mejores botas de montaña
con gruesas suelas bien tratadas, y las llevó hasta la cama. En cinco minutos estaba vestida, había
recuperado la linterna que guardaba en la mesa de noche para los cortes de energía, y se deslizó en
el pasillo.
La suerte estaba de su lado mientras ella corría hasta el final y por la sala de grabación. Por ese
camino estaba la salida más fácil para no ser vista por los de adentro, que estaban en el otro lado del
complejo. Pero se quedó parada fuera, contemplando el camino que conducía hacia el bosque, y se
estremeció. Caminar penosamente a través del implacable shoshone en medio de la noche no era el
curso más prudente de acción. No era como si el complejo se encontrara en un maldito campamento
YMCA.
Pero la ira y la desesperación eran buenos motivadores. Y no tenían nada que hacer con el mejor
motivador de todos, su amor por el hombre que estaba tan confundido. El padre de su hijo. Ella
haría casi cualquier cosa para traerlo a casa.
— Tú y yo nos vamos en una aventura,- dijo, frotándose su vientre plano. — Vamos a encontrar a tu
papi, y tenemos su colgante para protegernos. Estaremos bien.-
En ese momento, ella recordó lo que Kalen había dicho acerca del colgante no protegiendo contra la
estupidez y empujó eso a un lado. Si iba a pensar así nunca se iría.
Ella trató de concentrarse en poner un pie delante del otro. No en los susurros en el denso follaje de
los animales nocturnos alimentándose. Ni en la llamada de un lobo que era un animal natural, no un
cambiante. Se recordó que nunca había habido un caso documentado de un lobo atacando a una
persona y que ellos evitaban al hombre.
Lo mismo no podía ser dicho de los Grizzlies. Pero sin duda ellos estaban durmiendo.
Cuando su linterna iluminó una figura alta y oscura delante, no tuvo miedo. Su corazón se aceleró
con felicidad. — ¡Kalen! ¡Estoy tan contenta de encontrarte!-
Pero mientras más se acercaba, vio que la sonrisa en su haz de luz no era la de su compañera. Malik
se paró sonriéndole en su verdadera forma, enorme y aterrador. Sus alas correosas parecían bloquear
las estrellas y sus colmillos brillaron perversamente.
— Él no es más su hijo de lo que soy yo,- le dijo ella, la ira dándole coraje.
El oscuro se rió entre dientes. — Es mi carne y sangre, querida. Y sin embargo, todavía lo quieres
como tu compañero. Si eso es así, entonces no podemos ser tan malos.-
— Vaya, eres una cosa decidida,- dijo él con diversión. — Yo solía creer que eras algo fácil de
convencer, pero es agradable ver que tienes agallas. Hará que quebrarte sea todo más divertido.-
Por dentro ella se estremeció, pero invocó falsa valentía. — Tengo el colgante. Me va a proteger de
todo mal, y no hay nada que usted pueda hacer acerca de eso.-
— Pero no a tu compañero.-
— Vamos a complacerte y decir que él vuelve a mí. No todo está perdido en la medida en que
puedo ver, porque todavía tengo un descendiente para tomar su lugar.- El se detuvo, dejando que
esto calara.
Ella retrocedió, el terror creciendo donde la confianza había estado hace unos momentos. — ¡No
voy a dejarlo que se acerque a nuestro bebé! ¡Lo mataré primero!-
— ¿Tú y qué ejército? Y el colgante no puede proteger a tres personas a la vez.- Miró a su alrededor
deliberadamente. — Pero vamos, ahora, no hay necesidad de teatralidad. Todos vamos a ser una
familia, tú, mi hijo, mi nieto y yo.-
— ¿Quién?-
— Olvídelo. No voy a ningún lugar con usted, para que pueda simplemente ocultarse de nuevo en
su cueva. Y, oh sí, espero que consiga su culo pateado por el Alfa de la manada. Porque ellos
vendrán por usted.-
— ¿Así que tú vas a marchar a través del bosque toda la noche buscando a tu díscolo amante?-
Ella estaba corriendo en pura adrenalina. Sin duda, cuando recordara esto en algún momento en el
futuro, mirando a la criatura más peligrosa en tres reinos, estaría sorprendida de que no se hubiera
desmayado.
— No hay necesidad de seguir con toda esa locura cuando tú puedes simplemente acompañarme.-
— Por supuesto. Después del fiasco en la guarida de tus lobos, él vino a mí. Herido, debo añadir, y
no estoy contento por eso.-
— Ni yo tampoco, así que esa es una cosa en la que estamos de acuerdo.- Ella estudió al Oscuro. —
¿Cómo sé que está diciendo la verdad de que él está allí y no está tratando de engañarme?-
— El colgante lo sabrá,- dijo él, señalando el disco de plata. — Yo no voy a poder tocarte si mi
intención es otra que no sea la que yo digo. Voy a llevarte con tu compañero.-
Después de una breve vacilación, ella asintió con la cabeza. Tenía que llegar a Kalen.
— Está bien.-
Ella no podía gritar. Pero en segundo el viaje había terminado y ambos estaban de pie en la sala de
una cabaña rústica.
— Mi nido por el momento. Es realmente una ilusión, pero una agradable, ¿no te parece?-
Ante la voz de Kalen, ella miró más allá del Oscuro para verlo de pie ahí, su expresión fría.
— ¿Casa?- Se burló él. — ¿Volver para que mi encantador jefe pueda así matarme? ¿Regresar a mis
hermanos quienes se van a parar allí y dejar que pase?-
— ¡Nadie te quiere muerto! pero Nick piensa que tu ayuda es ya pasado y él no sabía que hacer!
—La herida de bala que se está curando en mi hombro dice lo contrario—.
—Piensa lo que quieras, pero el equipo te ama. Y te amo por encima de todo—.
Allí estaba. Una chispa de humanidad que calentaba su mirada, lo lleno de deseo. Durante unos
segundos el la devoro ávidamente con aquellos ojos verdes. Pero entonces el miro a Malik, que
observaba con avidez y la pared bajo otra vez.
—El amor no tiene lugar en mi vida ahora, dijo el con frialdad, —Cuanto antes aceptes eso mejor
—.
—¿Q-Que quieres decir? —. Esto la asusto, no sabiendo si era una pose para el beneficio de
Malik, o si de verdad él había cambiado.
—Pensé que te amaba, pero no sabía lo que era eso. No puedo dar algo que nunca he tenido—.
—Eso no es cierto dijo reprimiendo un sollozo. — te di mi amor. Lo sentiste. Y nuestro bebe amara
a su padre—.
Otra chispa. Su Kalen estaba allí, estaba segura de ello.
—Nuestro hijo va a seguir mis pasos. Mientras tanto, vas a vivir aquí conmigo. Después de que
Nick y su equipo estén derrotados, vamos a ir al reino Unseelie, donde nos quedaremos—.
Eso no iba a pasar. Pero una mirada a la expresión siniestra de Malik le dijo que él esperaba la
respuesta. Y ella le daría la respuesta para ganar tiempo hasta que supiera a que estaba jugando
Kalen.
— Siempre que este contigo, no importa el lugar donde vivamos. Hare lo que dices y a nadie más
que tú—.
Kalen asintió. Malik parecía contento.
—Asegúrate que la mujer se queda aquí. Voy a recoger a mi Sluagh y luego voy a llamar para que
se unan en el ataque. Ah, y baja los escudos del complejo ahora—.
— sí, padre—. Cerrando sus ojos, el canto en voz baja. Las palabras fluían, más rápido y más
fuerte, hasta que por fin se detuvieron y el volvió a abrir sus ojos. — ya está hecho—.
El corazón de Mac tembló con temor.
—No lo hiciste—.
—Me voy, dijo Malik. —Prepárate—.
El desapareció y Kalen tiro de su brazo, instándola a caminar a las escaleras. Ella abrió su boca,
pero el la hizo callar con un dedo sobre sus labios.
— No tenemos mucho tiempo—.
— ¿Para qué? me asustas.
—shh
La condujo hasta una gran suite con una cama opulenta tomando un poco de espacio. Luego el cerro
la perta y regreso y la tomo en sus brazos. la beso con toda la pasión contenida que no había podido
expresar por un día o dos. Cuando él la puso frente a el su cara estaba llena de tanto amor, que la
dejo sin aliento.
—Te amo, nena. Nunca, nunca lo olvides. No importa lo que escuches antes del amanecer, no
olvides que te amo—.
— ¿Que está pasando? te vi perder la cabeza en esa celda y—
—lo perdí, dijo, con voz dolorida con pesar.
— En esa celda, el mal me consumía y deseaba matar. Pero cuando Nick te toco…. sí, me volví
loco. Eres mi compañera y ver su mano sobre ti me recordó que yo haría cualquier cosa por ti.
Para ti, no para ese hijo de puta—.
—Oh Kalen—.
— Todavía estoy luchando contra la compulsión, y Dios, que es la cosa más difícil que he hecho en
mi vida. Pero tú haces que desaparezca. La única ve que realmente puedo manejarlo, cuando siento
que puedo ganar, es cuando estas en mis brazos. Cuando él te trajo aquí, tuve que hacerlo creíble
que estoy completamente de su lado. Te amo. Lo siento, cariño—.
Ella lo mantuvo abrazado y se quedaron juntos, respirando entre si aferrándose a este momento en
el tiempo, y que podría ser todo lo que tenían.
— él va atacar. ¿Qué vamos hacer?
Él Le acaricio el rostro con ternura.
— No estamos haciendo nada. Te mandare al complejo, porque allí es más seguro. Entonces me
uniré a la lucha contra ese maldito bastardo Unseelie que no es mi padre en ningún sentido de la
palabra—.
—¡Pero acabas de bajar los escudos allí!. No lo entiendo—.
— No los he bajado, cariño. Los he fortalecido—.
Ella se apoyó en él. — oh, gracias a Dios. Pensé….
—Lo sé—. Él beso la parte superior de su cabeza. — Y lo siento por todo lo que hecho esta noche
al asustarte. Esto va a terminar pronto. Lo prometo—.
— Te voy a matar por eso más tarde. Hay que ponerse en marcha antes de que él decida volver o
algo así—.
— No no lo hará. Malik está demasiado concentrado en su misión. Tenemos tiempo—. Él se acercó,
en dirección a la gran cama.
— Déjame hacer el amor, cariño—.
— aquí ¿en su casa?--.
— No es su casa. Es una ilusión. Pero nosotros no lo somos, y no es lo que sentimos.
— Lo sé, pero—
—Amarte lo mantiene fuera de mi cabeza y mi alma. Ayúdame a expulsarlo a la oscuridad para
siempre. Tengo que demostrarte lo mucho que te quiero antes… antes de que tenga que luchar—.
Eso sonaba demasiado parecido a un adiós. No iba a aceptar eso, pero tampoco iba a desperdiciar
preciosos momentos con él. Y si eso le ayudada, ella no se negaría. El la desnudo con cuidado, y
luego a si mismo con la magia. El la empujo sobre la cama, la puso debajo. Cubriéndola, el empujo
dentro. Lo hizo lento, con tierno amor, ella lo acuno. Él le susurro al oído : —Nunca olvides esto.
Nunca olvides, cuanto te amo y a nuestro hijo. Lo mucho que te amo tanto—.
— No lo hare—, dijo ella. Las lágrimas corrieron en su pelo. Era una hermosa unión, a pesar de la
incertidumbre que les esperaba.
Llegaron al orgasmo con gritos mutuos flotaron y cayeron. El la sostuvo mientras pudo, luego se
deslizo fuera de ella. De pie junto a la cama, el se vistió de nuevo, y a ella con un gesto de la mano.
—Ojala pudiera llevarte lejos de aquí. Solo huir de la pelea contigo—.
— Pero no lo harías de esa manera—.
Su sonrisa era tan desgarradora él la tomo de la mano. — No y no me amarías si lo fuera.
Espera. Te llevare de vuelta—.
Antes de que pudieran protestas, la habitación desapareció. La misma sensación de volar disparo
una emoción a través de ella, y no era tan nauseabundo como antes. En momentos, su pie toco suelo
sólido y encontró que estaban parados afuera de la habitación de Sariel. Kalen golpeo, y tomo
bastantes segundos antes de que la puerta se abriera y su hermano saliera con la boca abierta hacia
ellos.
—Buenos dioses — El príncipe les invitó a entrar y miró hacia arriba y abajo el pasillo antes de
cerrar y bloquear la puerta. Se enfrentó a Kalen con preocupación. —¿Estás loco? Si Nick te
encuentra aquí, el infierno va a desatarse. Una vez más.
—No lo hará. No me quedare mucho. Solo traje a Mackenzie de vuelta, y luego me uniré a la pelea.
De lado de la manada.
—Eso no es lo que cree Nick —Sariel miro a su hermano.
—Lo creerá cuando se enfrente con la prueba. No puedo hacer nada más para convencerlo.
—No tienes que hacer esto.
—Si, tengo que hacerlo. Le dije a mi compañero que te diría, que no corro de una pelia.
—Pareces en control de ti mismo. Nada como lo que vi más temprano.
—Es mucho más difícil de lo que parece. —dijo Kalen, su expresión se debilito. — Mackenzie me
motivo, y es peor cuando las personas o circunstancias interfieren con nuestra armonía.
—Ella no estará contigo en esta pelea. ¿Cómo te motivará entonces?
—Solo tendré que mantenerla a ella y a él bebe en mis pensamientos. Y mi familia real, tú y mis
hermanos de la manada. Todo lo que puedo dar es mi mejor golpe.
—Voy contigo. No estar parándome esta vez y permitiéndoles a ustedes pelear mis batallas—
Levantó una mano para evitar el argumento de Kalen. —Yo soy el hijo de Malik también, y este
conflicto empezó por mi culpa.
—No. Comenzó por la trama de Malik para crear supershifters. La manada ya estaba detrás de él.
Ellos simplemente no sabían a quién estaban persiguiendo por un largo tiempo, y que estés
relacionado con él y en su lista de golpes fue pura coincidencia. Estas bajo su protección ahora y
ellos no se molestan un poquito.
—Eso es verdad — Mac soltó.
—Todo el mundo te adora.
El rostro de Sariel se llenó de un poco de color.
—Bueno, pienso que el mundo de todos aquí y odiaría irme.
La expresión de Kalen se endureció.
—No tendrás que hacerlo. Vamos a darle a ese estúpido una prueba de lo que los Supersbifters
realmente son y el no será capaz de manejar la realidad que le mostramos.
—Creo que voy a disfrutar de tenerte como hermano —Sariel le dijo con una sonrisa.
—Lo mismo —Kalen vio a Mac — ¿Nos das un minuto, bebe?
Ella asintió y los dos se movieron a través de la habitación, murmurando en voces bajas. Sariel
parecía molesto pero eventualmente se puso al dia con lo que sea que Kalen le estaba hablando.
Aparentemente satisfecho, Kalen le dio un breve abrazo a él príncipe, luego lo dejo ir. Kalen
regreso a Mac y le dio un abrazo también, terminando el suyo con otro agudo beso.
—Cuando esto termine, tomaremos vacaciones en Fiji. Así que empieza a empacar.
Le dedicó una sonrisa llorosa.
—Suena bien para mí.
—Te amo, bebe.
—Te amo más — se ahogó. Antes de que pudiera decir nada más, desapareció. Ella miró hacia el
lugar donde había estado. —¿Qué te ha dicho?
Sariel susppiro pesadamente.
—Dime.
—Me pidió que cuidara de ti y del bebe si el no regresa. Pero el regresara. —dijo el príncipe
ferozmente —Tenemos que creer eso.
Ella estaba intentando. Realmente, realmente intentando de mantener la fe.
Pero era más difícil con cada segundo que pasaba.
|
Nick se sentó en el borde de la mesa de conferencias, sorbiendo el café tanto como pudo para
mantenerse en pie, como muchos de su manada.
Todos estaban tensos. Esperando.
Jax y Zan estaban explorando el perímetro, con el amparo de la oscuridad para localizar aMalik y su
Sluagh. Una grieta de un rayo partió el cielo fuera de la ventana y el trueno retumbó de nuevo, el
tiempo en el medio más corto. Más fuerte. La tormenta estaba más cerca y se movía rápido. Y de
repente, la visión lo sostuvo en sus garras heladas.
Nick estaba de rodillas en medio de un campo, atormentado por el dolor en forma de lluvia fría
fijados al suelo, escozor como agujas. Un relámpago partió el cielo, tomó un camino irregular en la
tierra empapada, abrasador a pesar del aguacero.
A su alrededor, su manada, luchó contra el Sluagh. Su valentía corto una franja a través del bate de
Malik como los siervos Unseelie, valientes hombres, perdiendo terreno con cada segundo que
pasaba.
Había cientos de las terribles bestias, populando, chillando. Demasiados, ya sea para los lobos
rapaces o los hombres con dones mágicos para derrotar. Todos iban a morir.
En lo alto de una cima estaba el brujo con su personal, sosteniendo en alto. Gritando al enemigo
Unseelie, en los cielos en busca de ayuda, que no vendría. Y luego un rayo manchado de las nubes
negras de ebullición, haciendo a la noche como el día justo antes de caer el final del personal del
hechicero. Una explosión masiva estremeció la tierra y el mundo desapareció.
Cayó y cayó. Tomando a Nick y a sus hombres en el abismo.
—Nick —¿Era ese Ryon?
—Nick.
Parpadeo para encontrar a Ryon inclinado sobre él, acariciando su mejilla. —Mierda.
—¿Qué vez, jefe?
Tomó la mano que Ryon ofrece y encuentra cada uno de sus miradas preocupadas. Nunca les había
dicho a sus hombres acerca de la visión anterior. Pero tal vez ya era hora de hacerlo. Necesitaban
saber lo que estaban enfrentando. Las probabilidades terribles.
Así que les conto con detalle. Y cuando había terminado, el manto de la habitación era palpable.
Nunca había visto tanta duda y miedo en sus rostros, y casi me arrepentí.
—¿Así que Kalen va a salvarnos? —preguntó Ryon.
—O destruirnos a todos. No sé de qué manera saldrá, así que si alguno de ustedes quiere salirse,
ahora es la hora para hablar. ¿Alguno?
Nadie se movió. O hablo. Jax y Zan se aliviaron en el interior, Sariel tras ellos. —¿Qué encontraste?
—Nick le preguntó a Jax.
—Hay un ejército gigante de Sluagh reuniéndose a unas millas al oeste de aquí, en in claro en el
bosque. Hay demasiados, incluso con las fuerzas de Grant reuniéndose con nosotros e
interceptándolos.
Nick y Jarrod compartieron una mirada; luego Nick repitió su pregunta.
—¿Estaremos apunto de enfrentar nuestras muertes. Dentro o afuera?
Jax se burlaba. —¿Cómo puedes preguntar eso? En, maldita sea.
El resto lo hizo eco, y la manada se tomó unos minutos para centrarse en sí mismos. Para
contemplar la monumental tarea delante de ellos.
Luego fueron a enfrentar su destino como los hombres de honor que eran.
Nick fue el último en salir, pero no antes de que dio otra mirada más alrededor de la habitación.
Y se preguntó, como todos lo hicieron, si volverían a casa.
Mac no podía soportarlo por más tiempo. Tenía que saber que estaba pasando. El sitio estaba cerca,
ella sabía. Justo a un par de millas, y allí había un solo buen lugar cerrado en el recinto para que la
batalla tomara lugar.
Ella tomo prestado uno de los SUVs del hangar y se fue, chillando la goma. Encontrar los otros
vehículos no tomo mucho. Pero no estaba esperando la feroz y sangrienta batalla tomando lugar tan
cerca de donde estaban estacionados.
Había cientos. La vista y el sonido del conflicto eran terribles, como algo que nunca había
presenciado. Un Sluagh noto su auto y ella se agacho, con el corazón en la garganta. Espero y
cuando no se aproximo, miro fuera de la ventana. La pelea continuo, el Sluagh distraído de su
presencia y ella espero.
Por favor, mantenlo a salvo. Mantenlos a todos ellos a salvo.
Envió amor a través de su vínculo con Kalen. Y rezo.
Kalen vio a Malik mas allá de la lucha, en el pico mirando desde arriba la batalla, cuidadosamente
fuera del alcance. Sin pensarlo dos veces, se trasporto desde la mitad de la lucha para estar en frente
del Unseelie.
—¿Qué piensas conseguir allí abajo?—Malik gruño.—¡Se suponía que bajarías los escudos y en
cambio los guiaste aquí!—dando un paso más cerca, abofeteo a Kalen con fuerza en la cara.
—¡Vete a la mierda!—calor lleno su boca y escupió sangre sobre el borde del risco.
—¡Eres mío y me obedecerás! Pelearas conmigo. ¿Está eso claro?
—No, no está claro, estúpido,—grito para ser oído sobre la creciente tormenta. La agonía atravesó
su cerebro y Kalen agarro su cabeza, esforzándose por seguir en pie. Otra ola lo golpeo, y otra.
Implacable.
Grito con dolor e ira, balanceándose. A través de la confusión, Kalen se limpio la sangre saliendo de
su nariz, mirando a Malik con todo el odio corriendo por su cuerpo.
—No hace mucho tiempo, me dijiste que estabas intentando crear una raza de soldados súper
cambiadores. Que ellos nos ayudarían a marcar una nueva era donde los humanos fueran
básicamente ganado y las criaturas sobrenaturales podrían gobernar. Creaturas como nosotros.
—¡Sí! ¿No puedes ver que este es nuestro destino? ¿Qué no te hace ningún bien resistirte?
—Había una vez un hombre quien creía que podría dominar el mundo aniquilando a todos aquellos
que no se ajustaran a sus estándares.—se burlo.—Creía en su mente enferma que podría crear una
raza pura, y asesino a millones mientras millones más compraron sus torcidas mentiras. Su nombre
era Hitler, y su historia no termino muy bien. Tampoco la tuya.
—¡Tú eres mi hijo, y lideraremos juntos! ¡Sariel y esos asquerosos lobos deben morir! ¡Y pendiente
o no, encontrare una manera de matar a tu mujer también, como la vaca que ella es, y tomare a ese
niño para mí antes de que te permita desafiarme! ¡Eres mío!
A esa amenaza, la oscuridad dentro de Kalen exploto y él le dio la bienvenida, pero esta vez para
encenderla hacia su creador. Sus hermanos estaban perdiendo la pelea. Él reunió su poder y lo
guardo para la amenaza hacia a su pareja y su familia. Tal vez los dioses le dieran fuerza.
—¡No!—grito de vuelta, convocando su vara de Hechicero.—¡Te veré primero en el infierno, hijo
de puta!
—Soy tu padre. No me mataras.—Se veía malditamente engreído.
—Oh, lo hare. Aprendí el significado de despiadado de ti después de todo.
Nick, ensangrentado y casi jodidamente quebrado, se acuclilló en el lodo bajo el aguacero y vio
como su visión sucedía. Arriba en la cumbre el Hechicero estaba en pie con vara en alto. Y grito su
furia al hirviente cielo.
—Dios ayúdanos.—susurro. Pero solo estaba el Hechicero para salvarlos. Y eso estaba lejos de ser
una cosa segura.
Cuando el rayo golpeo el bastón de Hechicero, Nick presencio un signo que nunca olvidaría, si
vivía para recordarlo. Kalen empleo la furia de la tormenta, la tomo dentro de sí mismo y la libero
en una explosión que ilumino el cielo como si fuera un brillante día de verano. Todo los cuerpos a
su alrededor fueron volados en pedazos. Nick escarbo para adquirir y cayó. Cayó, pensando que
nunca sabría como terminaba la historia. Y luego no había nada.
Mac escucho un poderoso grito de ira y vio por la ventana de nuevo. Kalen estaba de pie en la cima
enfrentando a Malik. Un rayo golpeo su vara y él canalizo la tormenta como una herramienta. Los
combatientes se congelaron de terror, y luego el mundo quedo pasmado.
Abriendo su cuerpo como un conducto para la tormenta, Kalen levanto el cayado en alto y grito con
furia.—¡Ayúdenme!¡Maldita sea ayúdenme!—pero estaba solo en esto. Solo él y los elementos. Le
dio la bienvenida los relámpagos y esto no lo decepcionó, cayendo desde el cielo como lo había
convocado y golpeando el final de su vara con tal fuerza que fue casi atacado de su posición
elevada.
Pero se mantuvo firme, empleando la blanca luz. Porque había escuchado en algún lugar que solo la
luz puede conducir fuera la oscuridad. ¿De Sariel? ¿O alguien más? Uso eso ahora, su única arma
contra Malik y las masas de Sluagh abajo. El Unseelie fue el primero en darse cuenta que su ruina
estaba cerca y se lanzo contra Kalen. No lo logro.
El relámpago golpeo del cuerpo de Kalen a Malik y lo ilumino así el Hechicero podía ver cada
hueso y órgano dentro. Y luego el Unseelie chillo, largo y fuerte, el horrible sonido terminando
mientras él exploto en un millón de pequeñas partículas que fueron arrastradas en el aguacero.
Un adecuado final para el reinado del terrible bastardo. Sin tiempo para celebrar la victoria. Los
Sluagh eran los siguientes. El Hechcicero canalizo la tormenta al los horribles subordinados, sus
propios interiores quemándose. Sus intestinos, pulmones, corazón. Podía literalmente sentirlos
comenzando a hervir, en carne viva, la furia brutal del rayo tomando su cuota de él también. Pero
continuo andando, mucho más allá de lo que cualquier humano hubiera podido ser capaz de resistir.
Porque él no era humano.
Él era Fae. Un Hechicero. Un hermano. Una pareja. Un padre. Por primera vez en su vida, acepto
que y en quien se había convertido. Para todos sus seres queridos, podía hacer esto. Ellos valían
cualquier precio. Él moriría, y eso estaría bien.
El Sluagh se congelo en confusión, quizás apenas dedujo la pérdida de su líder cuando ellos,
también, comenzaron a chisporrotear como tocino. Y ellos explotaron, cientos de ellos, con tanta
fuerza que sus hermanos y los soldados restantes fueron arrojados hacia el suelo.
Estupefactos, muchos heridos, pero todos bien. Había terminado. Kalen Black finalmente había
hecho algo realmente bueno. Había luchado contra el mal y gano, había roto el vínculo de oscuridad
entre él y Malik.
Había protegido a los suyos, y eso es todo lo que quería. Su pareja y su bebe estaban a salvo. Ahora
podía irse. Su corazón tartamudeo en su pecho, la agonía desgarrándolo. No podía respirar. Sus
rodillas cedieron y colapso, cayendo por el espacio, mientras la oscuridad se lo llevo.
Mac se sentó, zumbido en los oídos, tratando de aclarar su mente. ¿Qué había pasado? La
explosión!
Miró por la ventana de la camioneta y vio a los chicos Pack y algunos soldados que luchan por
incorporarse. Malik y el Sluagh estaban muertos. Ella comenzó a sonreír.
Entonces vio que las rodillas de Kalen se pliegan. Dejando caer el personal de Hechicero, se
desplomó, su plumero revoloteando a su alrededor cuando se cayó de la cima.
Arrojando la puerta, ella prácticamente se cayó de ella y echó a correr.
—Kalen!
Deslizándose en el barro, ella siguió corriendo, gritando su nombre una y otra vez. Pulsó un lugar
resbaladizo y no podía ponerse ella misma, cayó al suelo. Antes de que pudiera levantarse, Nick y
Sariel estaban allí, ayudándola a sentarse. Ella trató de apartarse, pero se contuvo rápidamente.
—¡Espera!— Ordenó Sariel. —Tengo que comprobar y ver si está bien.
—¡No! Kalen me necesita!
—El bebé también te necesita. No te muevas.
Eso hizo que coopere tiempo suficiente para que Sariel le dijera que ella y el bebé estan seguros.
—Está bien, ayúdame a encontrarlo! Lo vi caer por allí en alguna parte.
—Vamos a ver juntos—, dijo Nick. Compartió una mirada sombría con el príncipe.
El pulso de Mac saltó, y sus pulmones tomaron. Tenía que encontrarlo.
Se abrieron paso a través del campo cubierto de escombros, los hombres que ocupan ella en cada
lado. Otros estaban arriba en sus pies ahora, haciendo caso omiso de sus propias heridas para ayudar
en la búsqueda. Llamando a Kalen.
Ella lo vio y gritó, tirando de las manos y echó a correr.
Su compañero estaba tendido de espaldas, inmóvil. La lluvia había arrastrado fuera de un golpeteo
suave, y el vapor se levantó de su maltratada y quemado abrigo de cuero, de sus miembros y el pelo
negro. Tenía los ojos cerrados, el rostro quieto y blanco.
Aterrada, ella se puso de rodillas a su lado y buscó el pulso. El ritmo era irregular, filiforme. Cada
vez más débil por el segundo. —Kalen? Soy yo. Por favor, espera —, le suplicó. —Se acabó y todos
estamos aquí. Vamos a llevarte de vuelta al complejo y vas a estar bien.
Pero bajo su palma, su corazón se desaceleró. Y se detuvo.
Su mundo se hizo añicos. —¡No! Kalen!
Sollozando, ella comenzó RCP mientras Nick inclinó la cabeza hacia atrás, le dio alientos. Un
minuto.
Dos. Minutos agonizantes marcados por un sin respuesta. Sus labios se ponen azules. Ella lo estaba
perdiendo.
No podía perder!
—Mac, mueve otra vez.
Ella se encontró empujada a un lado por Zan. Apenas registró que sus oídos estaban sangrando y su
voz sonaba extraña. Toda su atención se centró en que su compañero tendido no respira. —Ayúdale,
por favor.
No estaba seguro de si el Sanador escuchó. Él no respondió, pero parecía hablar consigo mismo
mientras colocaba ambas manos sobre el pecho de Kalen.
—Se quemó hacia fuera,— Zan arrastrando las palabras, su voz extraña y confusa.
—No sé si esto será suficiente.
Un resplandor verde comenzó alrededor de las palmas de Zan y se extendió para abarcar todo el
cuerpo de Kalen.
Durante demasiado tiempo, los esfuerzos del curador no parecen estar funcionando. Cuando por fin
su compañero tomó aliento, hubo una alegría colectiva de los hombres. Pero su alivio duró poco.
—Un montón de daño—, Zan manejó, balanceándose. —Tal vez demasiado.
Luego se dejó caer a un lado, inconsciente. El paquete entró en acción. Jax y Ryon agarraron a
Zander mientras Aric y Nick tomaron a Kalen. No fue hasta que empezaron a uno de los SUV con
su compañero que se acordó de su padre. Ella miró a su alrededor frenéticamente, pidiendo por él, y
le apretó la mano.
—Estoy aquí, niña. Vamos. Vamos a ver a ese hombre tuyo.
Se montó en la parte trasera de uno de los SUV con Kalen, y tuvieron que hacer palanca para
soltarla cuando Melina y Noah se apresuraron a tomar el relevo. Ella trató de seguirlos a la sala de
emergencias, pero Nick le cortó el paso.
—Dejad que Melina y Noah hagan su trabajo. Tienes que ver a Zan.
—Pero-
—Ese hombre acaba de salvar la vida de Kalen y ahora necesita tu atención.— Su voz se suavizó.
—Ve. Viendo que le va a tomar su mente de su pareja por un tiempo.
Estaba en lo cierto. Todo a través del examen de Zan, se preocupaba por el Sanador, así como su
compañero. En el momento en que concluyó sus pruebas y se le instaló en una habitación, su
corazón estaba cargado con el conocimiento de la montaña personal que Zan ahora tenía que subir.
Él iba a estar bien, pero iba a tardar mucho, mucho tiempo para llegar a él allí.
Una vez Kalen fue colocado en una habitación, no se podía hacer palanca para que ella abandonara
su lado. Parecía muerto, así que tranquilo y pálido, con el pecho que apenas subía y bajaba. Le
había dado todo por salvar a todos, y existía la posibilidad de que nunca abra los ojos. Tomando
una de sus manos entre las suyas, le acariciaba la piel, cayeron las lágrimas. —Escúchame, por
favor. No puedes irte —, susurró. —El bebé y yo te necesitamos. Por favor, quédate.
Acostado con la cabeza a su lado, ella lloró. Y comenzó la larga espera.
Tres días después de que Kalen despertara en la enfermería, la Manada le hizo una fiesta en la sala
de juegos. Todos estaban ahí, incluyendo a sariel y a Jarrod grant. Eso le conmovió de verdad.
Porque nunca en toda su vida, nadie había hecho eso. Solo celebrar que estuviera vivo y querido.
Era cada cumpleaños perdido y solitario, todo en uno.
Todos ellos habían desfilado constantemente por su habitación del hospital, parloteando sobre esto y
lo otro. Pero todos habían evitado cualquier conversación que pudieras ser considerada demasiado
sentimental de cualquier forma. Asique ahora, le dejaron saber lo mucho que lo sentían y lo mucho
que les importaba, como los hombres de verdad.
Nick fue el primero en hablar con él, cerveza en mano, hablando tan alto que todo el grupo podía
escucharle. Bueno, todos menos Zander. —Esas malditas visiones mías no siempre lo enseñan todo.
Me gustaría que lo hicieran, pero no. Asique lo siento por haberte hecho pasar un mal rato. Y. o si,
lo siento por dispararte.
Kalen sonrió. —Estas perdonado. Aunque el rifle de A.J. te atesta un tremendo golpe. Solo lo digo,
así te sentirás peor.
—Muchas gracias.
Aric fue el siguiente. —Y yo lo siento por haber sido un capullo al principio. Prácticamente. —
Unos pocos de los hombres se rieron disimuladamente y el pelirrojo frunció el ceño—. ¿Qué?
—¿Asique donde esta nuestra disculpa? —Incitó jax—. Siempre eres un capullo con nosotros.
—Ey, ese es mi compañero, cara peluda. —dijo Rowan, dándole un puñetazo en el hombro a Jax.
—Auu.
Esto prácticamente estableció el estilo de la fiesta, desenfrenado y cada uno haciendo bromas de
otros. Señalando sus fallos en beneficio de Kalen, riéndose de sí mismos. No tenían por qué
preocuparse, pero fue bonito por su parte. Se sintió incluido, y ese era un sentimiento genial.
Sobrevivió los cuidadosos abrazos, pero no le importó mucho. Especialmente el gesto de Sariel. Su
hermano. Apenas podía creerlo mientras se observaban mutuamente, la calidez llenando su pecho.
Kalen aclaró su garganta. —No estoy acostumbrado a tener familia que valga la pena, y va a tomar
algo de tiempo a que me acostumbre. Pero estoy contento de que seas mi hermano.
—Igual que yo, Kalen. —Los ojos dorados del príncipe estaban sospechosamente húmedos—.
Algún día conseguiré presentarte al resto de nuestros hermanos, y les vas a amar también.
La idea le ponía un poco nervioso, pero sonrió de todas formas. —Lo estaré esperando. —
compartieron un abrazo que sanó el último agujero en el maltrecho corazón de Kalen. Tenía un
presentimiento de que iban a ser cercanos, y le dio la bienvenida a la alegría.
Zan se movió desde su esquina hasta los bordes de la fiesta y se unió a Kalen cuando lo soltó Sariel.
Permanecieron estudiándose incómodamente el uno al otro hasta que Zan habló con algo de
dificultad.
—No culpa tuya, —dijo alargando las palabras de forma rara, señalando sus orejas—. Sluagh me
sacó la mierda a golpes.
Cuando Kalen respondió, se aseguró de que hablaba lenta y claramente como lo había enseñado
Mackenzie. —Aun así, lo siento. Me gustaría haber podido hacer algol.
Zan negó con la cabeza e intentó sonreír. —Gracias, pero estoy bien. —Llamando a Aric, cambió de
tema—. Regalos para ti.
—¿Así? —Miró con interés al pelirrojo con sonrisa de superioridad—. ¡Me encantan los regalos!
—Bueno, entonces vas a amar el mío. Te hemos conseguido algo entre todos, pero primero, esto es
algo solo de mi parte. —Guiñándole, Aric sacudió un saco rosa delante de él.
Más risitas disimuladas, y varios de ellos sonaron como si supieran que había dentro. Kalen miro a
Mac, quien parpadeó inocentemente.
—No me preguntes. No tengo ni idea de lo que te ha comprado.
Cogiendo el saco, Kalen lo puso en la mesa en el frente de la habitación, empezó a sacar las cosas, y
se descojono. No podía evitarlo. —¡Mierda! ¡Te voy a hacer pagar por esto!
Pero siguió riendo, y así hizo todo el mundo cuando vieron lo que había comprado para él Aric: tres
pintauñas de colores pastel brillantes y un pack de seis eyeliners de diferentes colores. Además una
barra de labios de color rosa electico.
—El negro esta pasado de moda, Chico Gótico, —guiño Aric—. Ahora puedes estar muy guapo
para tu siguiente pelea.
—¡Tú capullo! —Pero era tan jodidamente gracioso. Y típico de Aric. Puso el saco a un lado y le
dio un gran abrazo al lobo—. Gracia hombre.
No podría sentirse más feliz o más aceptado en una familia de lo que se sentía en ese momento. Era
perfecto. No podía ser mejor. O así lo pensó, hasta que vio a Nick sujetando una gran caja. Dejo ir a
Alec y lo estudio con curiosidad.
—¿Qué es eso?
—bueno ábrelo y lo averiguaras.
Lo puso en la mesa, al lado del maquillaje y rasgó el papel para revelar una caja con la etiqueta de
una tienda de cuero de Cody. Mirando a la banda, vio su excitación y anticipación. No tenía idea de
lo que podía ser.
Levantando la tapa, echo un vistazo dentro. —Eso es… —Levantando la prenda de cuero, la sacó
de la caja. Su corazón se hincho y atasco su garganta—. Jesús chicos. No tenías que hacerlo.
Otra vez mas pelusas en sus ojos, maldita sea.
El largo abrigo era negro, flexible, caro y precioso. Se lo puso encima para averiguar que estaba
hecho a medida, a diferencia del antiguo, que estaba hecho para otra persona.
Nick aclaró su garganta. —El viejo como que estaba un poco chamuscado. Asique tomamos tus
medidas de Mac cuando estabas curándote y conseguimos que lo hicieran solo para ti. Si no te gusta
podemos cambiarlo, no es tan difícil.
Esta vez su risa salió un poco atragantada. —me encanta. Y prometo que no me lo pondré para salir
fuera a luchar contra monstruos. —Miro alrededor de la habitación. A su compañera, a jarrod, a
Sariel, a la manada. Él bebe que estaba de camino. Su familia. Y contó sus bendiciones.
—Gracias, a todos. Soy un jodido hombre con suerte. —Miró a Nick—. Solo una cosa más podrías
hacerlo perfecto.
—¿el qué? —preguntó el jefe.
—Unas vacaciones con mi compañera, —dijo, abrazándolo cerca—. Nunca en mi vida he tenido
unas vacaciones de verdad, y creo que nos lo hemos ganado.
Los labios de Nick se curvaron hacia arriba. —Creo que eso puede arreglarse. Pon tu solicitud en
mi mesa y la aprobare- De hecho, —se dirigió al grupo—, cualquiera que quiera días libres, que
apunte ahí sus nombres y apañare las semanas para que no estemos fuera al mismo tiempo. Nos lo
hemos ganado todos.
La idea se encontró con un tono de aprobación. Kalen no podía esperar para estar completamente a
solas con su nena.
***
Kalen se recolocó en su toalla, los pies plantados fuera para poder clavar sus talones en la preciosas
arena. —Esto es vida ¿huh? Dios, nunca soñé que Fijo fuera tan precioso.
Su compañera miro su mejunje de ron con una pequeña sobrilla, sin ninguna envidia. —Algunos de
nosotros tenemos que disfrutar de algo más que las vistas.
—¿Eyy me ofrecí a ir de virgen! Soy un caballero en ese sentido.
—Eres un caballero, pero creo que es demasiado tarde para ir de virgen.
Girando su cabeza, la miro fijamente un par de segundos antes de pillarlo y rio. —Oh, eres tan
mala. Nop, ¡nada de vírgenes por aquí!
—Lo sabrías.
—Lo sabría. —succionando el resto de la deliciosa copa, quito la diminuta sombrilla y la hizo rodar
hacia Mackenzie. Cuando lo vio extendiendo la mano hacia su tripa, intento contonearse fuera.
—¿Qué estás haciendo?
—Estate quieta. Tengo que concentrarme. —Frunciendo el ceño tan fuertemente que parecía que
estaba creando una obra de arte importante, coloco la punta del palillo descansando en su ombligo.
—Ya casi… —Lo tenía de pie, pero ella empezó a reírse y se cayó sobre su estómago, donde se
sacudía arriba y abajo.
—Kalen, ¿qué demonios?
—Estaba creando sombra para el bebe.
—¡Eres un idiota! —pero seguía riéndose—. Ya estamos en la sombra. Creo que te has tomado
demasiadas de esas cosillas con ron.
Le hizo pucheros. —No. —Volviendo a atraer su atención de vuelta a su estómago, estudio su lisa
piel, después paso por encima su palma con fascinación—. ¿Crees que puede escucharme?
—No lo sé. —Enterró sus dedos en su pelo y lo peino a través de las hebras, de la manera que le
gustaba—. He oído que los bebes en el útero responden bien a la música y cuando les lees libros.
Seguro que no hace daño.
—Hola bebe, —murmuro él—. Soy tu papi. Prometo que haré todo lo posible para ser el mejor papi
del mundo, pero eso es lo que te mereces. Te quiero cielo, y no puedo esperar a conocerte.
Su garganta se cerró y no pudo seguir. Pero había hecho la promesa más importante a su hijo, una
que nunca se la hicieron a él. Y seguria hasta el final.
—Oh, cariño. Te amo.
—Dios mío, yo también te quiero.
Su compañera rodó hacia sus brazos, y mientras se besaban, hizo la promesa de no olvidar nunca
que era un hombre con suerte para conseguir que todos sus sueños se hicieran realidad.
Se abrió camino desde la oscuridad hacia la luz. Y que estaba donde planeaba quedarse. Hasta
siempre.
Daria Bradford echo hacia atrás su shot de whisky , disfrutando de la calidez que se deslizo por su
garganta hasta el estómago. La noche crecía frente en el bosque nacional Shoshone a principios de
otoño, por lo que la pequeña indulgencia era bienvenida.
Sentada junto al fuego, cogió una botella de agua y se enjuago su vaso. Luego la seco antes de
devolverlo el frasco de vidrio y plástico a su mochila. El ritual nocturno la consolaba, le hacía
sentir más en casa cuando ella estaba tan lejos de la civilización. Era una tradición que ella y su
padre habían compartido antes de que él se retirase del trabajo de vida que había amado tanto.
El trabajo se llevaba a cabo.
Su padre le había enseñado todo lo que sabía acerca de estudiar lobos.
Cuando era niña, ella lo había acompañado en sus muchos viajes .
A diferencia de la mayoría de sus compañeros de secundaria, Daria sabía exactamente lo que
quería hacer con el resto de su vida: seguir los pasos de su padre . Y así lo hizo, llegando a ser
biólogo de vida silvestre se especializo en el campo de estudio de las criaturas más hermosas y
escurridizas en el planeta.
Su padre había sido parte de un grupo conservacionista en la década de 1980 que fue
fundamental para salvar a los lobos en el Shoshone del borde de la extinción. El al verlos prosperar
una vez más fue una de los dos grandes alegrías en su vida junto con idolatrar a su hija. Pero tarde
o temprano su artritis le impido escalar las montañas y valles que tanto amaba, así que ahora él
vivía delegadamente por sus historias. Ella se aseguró de traerle muchos que escuchar durante
sus acogedoras noches junto al fuego, sus whiskys en la mano.
Sonriendo para sus adentros , ella pensó en todo lo que tenía que decirle cuando fuera a visitarlo en
un par de semanas. Las manadas de lobos que había comprobado en la medida estaban haciéndolo
muy bien, los cachorros en crecimiento. A la luz del fuego bailando, ella cogió su libreta y registró
sus notas de cada uno de los miembros de la manada local para el día. Luego se la guardo y avanzo
lentamente en su tienda, pasándolo rápidamente lo cerró contra cualquier visitante de noche que
las llamas no hubieran disuadido.
El agotamiento se arrastró en sus huesos sus músculos, pero esto era de la clase agradable ganada
de una jornada de trabajo honesto. Ella se metió en el saco de dormir y después de poco tiempo, el
sueño la envolvió y se deslizo en el .
Fue entonces cuando la pesadilla la invadió.
Estaba de pie en un lugar oscuro. Un callejón sucio. Los ruidos de la ciudad venían del tráfico
cercano, la conversación de la gente. Entonces vino los gritos . Ella se acercó a los ruidos , y se dio
cuenta que sonaba como una lucha. A medida que se deslizo hacia delante vio formas oscuras.
Pálidas figuras humanoides vestido con harapos, gruñendo , con amarillentos colmillos
acuchillando la penumbra.
Ellos estaban atacando a un grupo de hombres, y, por un momento, parecían que los malvados iban
a ganar.
¿ cómo sabía que los defensores eran los buenos? , no podía decirlo.
Solo sabía que ella era invisible para ellos cuando se enfrentaron , ya que los hombres ganaron la
delantera en el último momento. Pero uno de ellos de estaba por debajo de dos de los oscuros.
Hubo un destello de plata, su grito ahogado que termina terriblemente.
De repente. Uno de los atacantes tiro hacia atrás la cabeza , y rasgo la garganta del hombre con
esos colmillos amarillentos horribles.
Tropezando, ella camino hacia adelante, Daria grito que se detuvieran , pero nadie la escucho. Su
respiración se congelo en sus pulmones cuando los compañeros del hombre vinieron en su rescate,
enviando a las criaturas restantes. Eso es lo que eran criaturas pero no podría poner un nombre
para ellos. El pensamiento de los feos despareció cuando ella estuvo cerca, mirando abajo para
estudiar al hombre cuyo amigos intentaban tanto para salvarlo. Él era sin duda, el hombre más
hermoso que ella alguna vez había visto. Él estaba tumbado sobre su espalda , brazos y piernas
flácidos. La luz de la luna cayo en sus ojos azules y cristalinos y se reflejaron en su abundante
pelo rubio. Su nariz era recta, y el tenía surcos alrededor de su boca y los labios carnosos que
insinuaban que era un hombre que sonreía con frecuencia.
Pero que en el momento estába luchando por respirar. Un toque rojo empañaba la carne
desgarrada en su garganta, y había más de la sangre carmesí que fluía alrededor de la empuñadura
del cuchillo enterrado en su costado.
La preocupación por el hombre y una profunda tristeza repentina la abrumaron. Ella trato otra vez
de hablar, pero no podía hacer un sonido. Entonces su mirada se encontró con la de ella, y sus ojos
se abrieron. Solo por un momento, el mundo se redujo a ellos dos. Levantando su brazo él se
acercó a ella con los dedos ensangrentados. Ella quería sostener sus manos, quería traerle
consuelo. Entonces ella fue arrastrada , cayendo del sueño cuando grito en señal de protesta.
¡no!
—¡No! grito Daria resonando en la tienda mientras ella se sentaba de golpe . Con una mano en el
pecho, contuvo varias respiraciones profundas. Poco a poco su acelerado corazón se calmo, pero el
horror de la pesadilla se quedó. porque ella sabía mejor que nadie que eso no era un sueño. La
escena había sido una visión.
Solo su padre sabia de los “ regalos” otorgadas a ella, presumiblemente por un ancestro nativo
americano. A Todo el mundo se le ocurriría la locura , por lo que estos era los secretos de los dos
que ellos custodiaban con gran cuidado. Toda su vida había estado plagado de visiones de escenas
que eran ya inminentes o que acababan de ocurrir.
Muchos de ellos eran inútiles, nada más que destellos inocuos. Los más serio, los detallados, ella
normalmente no tendría ninguna prueba de dónde estaban situados o quienes eran las personas, y no
podía asistirles. Su otra habilidad —la proyección astral, la habilidad para enviar su cuerpo físico a
un estado de ensueño y visitar otro lugar en forma de “espíritu” — era también inútil si no sabía a
quién ayudar o dónde estaban.
Retorciéndose en su saco de dormir, se preocupó por el apuesto hombre rubio en su visión. ¿Quién
era él? ¿Qué eran esas horribles cosas que le habían atacado a él y a sus amigos?
Más importante, ¿él iba a sobrevivir?
No sabía por qué él importaba tanto. Por qué la necesidad de encontrarle y asegurarse que estaba
vivo era como hormigas trepando sobre su piel. Quizás podía averiguarlo con esto. Porque a
diferencia de todos los otros, por un breve instante, Daria y el hombre habían conectado. Incluso
ahora, cuando el resto de la visión parecía distante, un diminuto zarcillo permanecía, viajando de su
consciencia a la de él. Ella lo sintió, pero necesitaría proyectarse astralmente para acceder a ello.
Como fuera, ella no podía hacerlo hasta que hubiera recuperado algo de fuerza. Esta visión la había
dejado drenada.
Tranquilizándose otra vez, se echó hasta que la luz del día rompió, el sueño evasivo. Más que estar
descansada, estaba cansada y agitada. Había estado muy asustada de quedarse dormida solo para
despertar y encontrar que el hilo que la conectaba al sexy extraño había desaparecido. Aún estaba
allí, esperando.
Centrándose, se sentó con sus piernas cruzadas y cerró sus ojos, los brazos sueltos en su regazo.
Enfocándose hacia el interior, dejó que los sonidos del despierto bosque la llevara lejos. El
informante hormigueo bailaba sobre su piel, señalando que su cuerpo estaba yendo a su estado de
trance. Lentamente, su consciencia se separó de su cuerpo, dejándolo detrás. Mirando atrás, se vio
sentada pacíficamente en la tienda y, satisfecha, partió para seguir el hilo.
Al principio el viaje fue fácil. Sin limitaciones a la carne, planeó sobre los bosques, disfrutó de la
luz del sol y la belleza del día. En adelante viajó, la conexión la guiaba a un curioso claro en el
bosque, un lugar dónde los árboles había sido aclarados. En el centro del claro se situaba un gran
edificio. Este alardeaba de varias alas, y el hilo guiaba a una de esa alas en particular.
En segundos estaba de pie en lo que parecía ser un pasillo. Antes de estar en una puerta, y más allá
de esta, ella supo que había encontrado al hombre que buscaba. Avanzando, simplemente caminó a
través de esta, intentando alcanzar la forma inmóvil en la cama—
Un alto chillido llevó a Daria dolorosamente de vuelta a su cuerpo. El sonido se hizo eco a través de
las montañas, causando que su pulso tartamudeara en su pecho.
—¿Qué demonios?
Cuando el sonido murió, ella intentó averiguar qué había sido en el nombre de Dios. El barítono
enfadado de la criatura gritando la recordó algo prehistórico fuera de una vieja película de Godzilla.
Cuando la llamada murió, los chillidos le pusieron de punta su piel. Fuera lo que fuera, podía estar a
millas de distancia, o a unas pocas yardas.
Esa idea fue suficiente para ponerla en movimiento. Se sintió mucho como un pato sentado allí, y
no podía intentar la proyección otra vez durante un rato de todas formas. Ella rompió el
campamento rápidamente, empaquetando su tienda y suministros y asegurándose que el fuego
estaba completamente apagado. Entonces se dirigió hacia el sendero, en camino a su siguiente sitio.
Los pensamientos del rubio nunca se alejaron de su mente cuando caminaba. Prefería más pensar en
él que en el horrible sueño o la perturbación más allá de algún extraño animal. ¿Podía un oso pardo
hacer un sonido como ese si estaba en un terrible dolor? No pensó en eso. Pero aquí fuera, ¿qué
podía ser lo bastante grande para hacer ese ruido y oírse durante millas?
No pienses en ello. Piensa en él.
Ella alejó al misterioso animal de sus pensamientos y se perdió disfrutando del día. Afrontó un par
de pasos en zigzag y estaba sudando a mediodía, cuando finalmente paró para descansar.
Quitándose a rastras su mochila, giró sus hombros con alivio y se inclinó para buscar dentro su
agua.
Un olor familiar golpeó su nariz y se enderezó lentamente. Sangre y carne podrida. Sin moverse,
giró solo su cabeza, escaneando el área para señales de los restos que debían estar cerca. Arriba, ella
situó algunas ramas rotas al lado del sendero. Más allá de eso, quizás a treinta yardas en el follaje,
había algo tumbado en el suelo. Estudiando el bulto, pensó que vio material vaquero, quizás un
bota.
—Au, mierda.
Rápidamente agarró su radio de mano de la mochila. Si era un cuerpo, tendría que llamar a la
estación de ranger e informar, luego esperaría a que ellos llegaran. Ella necesitaba comprobarlo con
ellos de todas formas, dejándoles saber que tenía razón. Dejando su mochila atrás, se aventuró en el
sendero y hizo su camino al bulto en el suelo. Cuando se acercó más, sus miedos se dieron cuenta.
—Dios en el cielo —susurró ella.
Una vez, el cuerpo había sido humano, pero si era un hombre o una mujer, no podía decirlo. El
cadáver había sido desgarrado literalmente en trozos. Situó parte de una pierna, un brazo. El torso
mayoritariamente no estaba, comido. Unos enormes dientes habían desgarrado grandes trozos de
carne de su víctima, las marcas tan grandes que ella no podía entender qué criatura las había hecho.
No había cabeza para ser vista.
Tropezando unos pocos pasos, Daria cayó sobre sus rodillas y vomitó. Su estómago se dio la vuelta,
aunque afortunadamente no había mucho para purgar cuando se saltó el desayuno. Cuando las
arcadas se sosegaron, un pensamiento gritó en su cerebro.
¿Y si el asesino aún está aquí?
Limpiando su boca, se levantó y giró hacia su mochila, la radio en la mano. Cuando la alcanzó, se
zambulló a por el agua enganchada en el lateral y enjuagó la boca varias veces. Luego tomó un
largo trago. Tenía que llamar, ¿pero se atrevería a esperar a que algo volviera durante unos
segundos?
Levantando la radio hacia su cara, estaba por presionar el botón cuando un bajo gruñido le puso
todos los pelos de punta. Girándose ligeramente a la derecha, parpadeó, no estando segura de lo que
estaba viendo. Cuando eso acechó, la cabeza baja, ella succionó una respiración.
La criatura era un lobo blanco nieve. No era muy grande —hembra si tenía que adivinar. El lobo-
ella hizo otra amenazante movimiento y continuó avanzando. Todo tipo de conocimiento inútil llegó
a la mente, tales como el hecho de que nunca hubo un caso documentado de un lobo atacando a una
persona.
Dile eso a este.
Daria presionó el botón de su radio, intentando hablar a los rangers, pero era demasiado tarde. En
ese momento, el lobo se lanzó hacia delante. Con un grito, Daria giró y corrió todo lo que pudo. Y
supo que había hecho exactamente la cosa equivocada. Su padre la habría removido a las brasas por
hacer semejante movimiento de novato.
Las piernas bombeando, viró al sendero, buscando frenéticamente un buen árbol para subirse. Pero
no había ninguno con ramas lo suficientemente bajas. Gruñendo, alcanzando, el lobo rompió sus
botas. Ella siguió adelante, más rápido.
Cuando llegó a la cima de una subida, el terreno de repente caía y patinó a una parada, justo al
borde de un profundo barranco.
—¡Joder!
Giró para encontrar al lobo-ella justo allí, jadeando, desnudando sus dientes. Dientes que no eran en
ninguna parte lo bastante grandes para haber causado la destrucción del senderista muerto, pero eso
difícilmente importaba ahora. Mirando alrededor, ella escaneó el suelo para una roca, algo. No
quería tirar su radio y arriesgarse a dañarla, pero podría ser un buen palo.
Ella y el lobo cerraron miradas, en un empate. Daria fue golpeada por la inteligencia en los ojos del
lobo, la falta de locura. ¿Qué demonios estaba pasando? Entonces un choque sonó desde el bosque.
Y otro. El sonido de pasos pesados. ¿Más senderistas? Quizás la ayuda estaba allí.
El momento de distracción la costó. El lobo se reunió, saltó, y la golpeó hacia atrás. Daria se
tambaleó, intentando recuperar el equilibrio.
Y caminó al delgado aire. Cayó, gritando; luego su espalda conectó con el rocoso suelo, pateando el
aliento de sus pulmones. Ella cayó, sobre el culo y los codos, las rocas hincándose y cortando su
piel, desgarrando sus ropas. El deslizamiento siguió por una eternidad, al parecer.
Hasta que llegó a una parada extremadamente abrupta que la hizo morderse la lengua. La cálida
sangre fluyó en su boca. Intentó moverse pero no pudo. Estaba tumbada mayoritariamente sobre su
espalda, su cuerpo acuñado en una forma fisurada por algunas rocas. Su brazos izquierdo atascado
en un extraño ángulo, los ensangrentados huesos sobresaliendo a través de la piel. Intentó moverse,
conseguir algún tipo de ventaja, solo provocando olas de agonía golpeando su cuerpo maltratado.
¿Su radio? Se movió a su cuello, intentando ver si podía localizarla. No había nada excepto roca
alrededor, su cuerpo roto firmemente atrapado. La radio no estaba... y nadie sabía la localización
exacta de Daria. En Shoshone, podría llevar días para que fuera encontrada. Meses.
O sus huesos aún podrían descansar aquí décadas desde ahora.
Pensó en su padre, y en su devastación cuando aprendiera que su única hija estaba muerta. Perdida
en el gran bosque que ambos tanto adoraban. Eso le mataría.
Aunque era demasiado pronto para intentar otra proyección sin drenar lo último de sus fuerzas, ella
no tuvo elección. Ignorando el horrendo dolor de sus heridas, cerró sus ojos. Tomó más de lo
normal pero encontró su centro.
Eventualmente, sintió el hormigueo familiar, el zumbante sensación que significaba que estaba
dejando su forma terrenal y viajando sobre el tiempo y la distancia. Determinada, una vez más a
seguir el hilo hacia el que ella sabía en su intestino comprendería su mensaje. No había tiempo que
perder.
Voló sobre los árboles, sofocada. Eventualmente encontró el lugar en el que le había sentido antes,
el gran edificio en el bosque. Un curioso lugar que parecía ser algún tipo de complejo con otro gran
edificio cerca de este —un hangár, para el jet aparcado cerca— y un tercer edificio bajo la
construcción no muy lejos de la principal.
En momento se encontró en el pasillo. Esta vez, una mujer con ondulado pelo moreno hasta los
hombros emergió de una habitación, llevando un portapapeles. Llevaba una bata de laboratorio, y
Daria se dio cuenta que estaba cuidando del sexy extraño. El médico pasó, sin ver a Daria después
de todo.
Daria entró en la habitación, su atención inmediatamente enfocada en la alta figura en la cama.
Sabiendo que el tiempo se terminaba, ella avanzó a su lado.
Levantó una mano tentativa y gentilmente para tocar la cara del apuesto hombre rubio. Observó
cuando él abrió sus maravillosos, ojos azules como el cristal —ojos que se abrieron de par en par
cuando vio su forma astral cerniéndose en su cama. Él podría no oírla o comprenderla. Pero ella
tenía que intentarlo.
—Por favor, ayúdame.
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