A La Sala Segunda Bis Cuatro Carlos Ceuzado
A La Sala Segunda Bis Cuatro Carlos Ceuzado
A La Sala Segunda Bis Cuatro Carlos Ceuzado
La presente querella se interpone ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, por ser la
competente en virtud del art. 55 bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial en relación con el
artículo único de la Ley Orgánica 3/2014, de 18 de junio, por la que se hace efectiva la abdicación
de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I de Borbón y Borbón.
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II.- LEGITIMACIÓN DE LOS QUERELLANTES.
Nos mueve la defensa del interés general en cuanto que estimamos que existen delitos
contra la Hacienda Pública que vulneran no sólo los preceptos del Código Penal que invocaremos
sino también los principios de igualdad y de solidaridad, además de obligaciones legales y éticas
exigibles especialmente a aquellas personas que ostentan cargos públicos de relevancia
constitucional, en este caso la Jefatura del Estado. Evidentemente existe un interés general en
que conductas de una inequívoca relevancia penal, como se desprende del informe de la Fiscalía
del Tribunal Supremo, sean depuradas ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, órgano del
Poder Judicial competente que, en definitiva, tiene la última palabra para decidir sobre la
cuestión planteada en esta querella.
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IV.- LOS HECHOS DELICTIVOS NO ESTÁN PRESCRITOS.
Con fecha 5 de noviembre de 2020, la Fiscal General del Estado acordó la apertura de las
Diligencias de Investigación n.º 40/2020 que traen causa de una investigación llevada a cabo
por la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada a raíz de la recepción
de un informe de inteligencia financiera emitido por el Servicio Ejecutivo de la Comisión de
Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC). Según las
autoliquidaciones complementarias presentadas en febrero de 2021, en las declaraciones
tributarias correspondientes a los años 2014 a 2018, se han cometido cinco defraudaciones
delictivas.
Como desarrollaremos más adelante nos encontramos ante delitos cometidos mediante la
utilización de personas jurídicas, en este caso fundaciones (Zagatka y Lucum) con sedes en
Liechtenstein y en Suiza. Todo este entramado se ha utilizado para ocultar o dificultar la
determinación de la cuantía defraudada, por lo que nos encontramos ante la modalidad
agravada prevista en el artículo 305 bis del Código Penal que establece una pena de dos a seis
años de prisión; en consecuencia, la prescripción se produce a los diez años. En el caso de la
defraudación cometida en el periodo tributario de 2014, la cuota a liquidar se computa al 31 de
diciembre de 2014 y la comisión del delito se consuma en la fecha en la que finaliza la obligación
de declarar, es decir el 1 de julio de 2015. En todo caso, las demás defraudaciones delictivas
están comprendidas dentro de los diez años que evitan la prescripción. A estos efectos también
señalamos que existen dos defraudaciones que exceden de los 600.000 €.
HECHOS
El relato nos dice que en el año 2018 comenzaron las investigaciones sobre el patrimonio
de su Majestad el Rey Juan Carlos I, por actividades ajenas a sus labores constitucionales y las
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que se derivan del ejercicio de la Jefatura del Estado. El 3 de noviembre de 2020, la Fiscal General
del Estado ordena remitir a la Fiscalía del Supremo la investigación de la Fiscalía Anticorrupción,
iniciada a finales de 2019, sobre el supuesto uso de tarjetas de crédito vinculadas a fondos del
empresario mexicano Allen Sanginés-Krause por parte del rey honorífico y alguno de sus nietos,
así como por el supuesto cobro de comisiones ilegales en las obras del AVE a La Meca, por la
disposición por el rey honorífico del dinero del empresario mexicano; y por la existencia de
sociedades en paraísos fiscales.
En su texto puede leerse que: “En virtud de la abundante documentación bancaria con
posible trascendencia tributaria que ha ido incorporándose a las presentes Diligencias de
Investigación n.º 40/2020 y a las acumuladas a estas, las n.º 17/2020, fue preciso recabar el
auxilio judicial de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, el cual se ha prestado en
el ámbito de la Oficina Nacional de la Investigación del Fraude (en adelante ONIF) por los
funcionarios del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado, designados por la
propia Agencia y con pleno acceso a toda la información de trascendencia tributaria obrante
en sus bases de datos, cuya imprescindible colaboración en esta compleja investigación se ha
desarrollado con el máximo rigor y la deseable celeridad”.
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Según enfatiza el escrito de la Fiscalía respecto de las notificaciones mencionadas: “Su
práctica era inexcusable pues tenían por objeto garantizar, ab initio, el derecho de defensa,
poniendo en conocimiento del notificado la existencia de la investigación y su derecho a
personarse ante el Ministerio Fiscal a iniciativa propia. Sigue diciendo: “De este modo, en
escrupuloso respeto al irrenunciable cuadro de garantías que asiste a cualquier persona que
pudiera llegar a responder de algún hecho con significación penal y que le fuera indiciariamente
atribuido, D. Juan Carlos de Borbón y Borbón ha tenido puntual conocimiento de la incoación
de las presentes Diligencias de Investigación en las que ha podido personarse, tomar pleno
conocimiento de su desarrollo e, incluso, intervenir en su tramitación solicitando las oportunas
diligencias, sin perjuicio, claro está, de que tales derechos los haya ejercido en la forma que ha
estimado conveniente, de acuerdo con su dirección letrada. Dicha representación letrada acusó
recibo de la indicada notificación mediante escrito que fue recibido en la Fiscalía del Tribunal
Supremo el 9 de julio de 2020, reiterado por otro fechado el 3 de agosto de 2020”.
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D. Juan Carlos de Borbón y Borbón como tercer beneficiario de los fondos. Mediante otra
modificación del reglamento, en el año 2018 se suprimió como beneficiarios a los miembros de
la Familia Real española. La primera notificación de la existencia de unas Diligencias de
Investigación por delitos contra la Hacienda Pública se realiza por la Fiscalía Anticorrupción el 24
de junio de 2020. En relación con la materia de dicha comunicación existen datos precisos sobre
que se estaban investigando delitos contra la Hacienda Pública ya que la Fiscalía tiene en su
organigrama una sección de apoyo de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria,
formada por Inspectores y Técnicos tributarios que conocieron la naturaleza tributaria de los
hechos que investigaban.
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personas físicas y jurídicas, doce en total, y por diferentes importes hasta alcanzar la citada
suma.
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prestados por AIR PARTNER PLC. En esta documentación recibida de la Fiscalía de Suiza se
observa que el ordenante siempre es el Sr. Orleans, a veces referido por su nombre y apellidos
y otras veces como “Príncipe de Orleans”. No se identifica al viajero o viajeros ni estos constan
en los contratos. No obstante, dichos gastos han sido declarados renta sometida a gravamen
en las declaraciones complementarias presentadas los días 2 y 3 de febrero de 2021 por la
representación legal de D. Juan Carlos de Borbón y Borbón.
DÉCIMO. - En relación con las cantidades abonadas a la sociedad VIAJES TERRA VIVA,
S.A, en las declaraciones complementarias presentadas en el mes de febrero de 2021, la
representación de S.M. D. Juan Carlos de Borbón incorporó las cantidades abonadas por la
fundación ZAGATKA a la citada agencia de viajes, con el siguiente detalle: Ejercicio 2015:
94.826,83. Ejercicio 2016: 37.223,00 más 32.823,00. De conformidad con lo declarado en los
extractos bancarios de las cuentas de ZAGATKA en LOMBARD ODIER y en CREDIT SUISSE
correspondiente a los periodos 2014 a 2018, se pueden encontrar estos tres débitos en las
fechas indicadas. A su vez, en la información recibida de la Fiscalía de Suiza se observa que, en
lo atinente a los dos pagos efectuados en 2016, se abonaron contra la cuenta de la fundación
ZAGATKA en LOMBARD ODIER. Tampoco en este caso existe ningún cargo en estas cuentas por
pago de servicios prestados por VIAJES TERRA VIVA, S.A. que no haya sido incluido como renta
sometida a gravamen en las mencionadas declaraciones complementarias presentadas por la
representación de S.M. D. Juan Carlos de Borbón.
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DUODÉCIMO. - En relación con la adquisición de armas de fuego, y pago con cargo a
la cuenta de la Fundación ZAGATKA en la entidad LOMBARD ODIER, en las indicadas
declaraciones complementarias presentadas no existe ningún elemento regularizado que haga
referencia a la compra y pago de armas de fuego. Las citadas armas fueron fabricadas por
KEMEN ARMAS, S.L., con domicilio en Elgoibar, provincia de Guipúzcoa. El precio unitario de
cada arma fue de 27.999,00 euros, más el 21% de IVA, lo que arroja un total de 101.636,37
euros, de conformidad con la factura 83, serie 18 P, de fecha 11 de junio de 2018. El importe de
esta adquisición por parte de ZAGATKA se verificó mediante una transferencia de 102.000
euros a una cuenta del Sr. Orleans en JULIUS BAER BANK, desde la cual se abonaría el importe
exacto, y la factura fue emitida por el armero a nombre del Sr. Orleans, el cual se las regaló a
S.M. D. Juan Carlos de Borbón, es decir, al contrario que el resto de las prestaciones
patrimoniales sufragadas por la fundación ZAGATKA, esta tuvo el carácter de una donación.
DECIMOTERCERO. - La Fiscalía dice haber analizado los gastos por el uso del avión desde
el 19 de junio de 2014, y no desde enero, y ello a pesar de que el impuesto se devenga, como
hemos señalado, el 31 de diciembre, fecha en la que ya había abdicado Don Juan Carlos de
Borbón y Borbón y de que el propio investigado presentó regularización correspondiente al
ejercicio 2014 (el día 3 de febrero de 2021, al día siguiente de presentar la primera
regularización, que no incluía ese ejercicio). Y en este sentido, el posible delito fiscal se
cometería a partir de la fecha en la que se tenía que haber presentado el IRPF correspondiente
al ejercicio 2014, es decir el 1 de julio de 2015 (fecha en la que ya no se puede aplicar, en ningún
caso, la inviolabilidad) y no con anterioridad al 19 junio de 2014, en que se entiende por la
Fiscalía que era inviolable. Asimismo, volvemos a recordamos que se le dio a D. Juan Carlos de
Borbón y Borbón la posibilidad de personarse y no lo hizo.
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DECIMOQUINTO - De todo lo expuesto consta que las defraudaciones tributarias
correspondientes a los periodos tributarios de 2015 y 2017, según desglosamos a continuación,
superan, con mucho, las cantidades establecidas por el artículo 305 bis. 1.a) del Código Penal
para que sean consideradas como delitos contra la Hacienda Pública en la modalidad agravada.
Y en todas ellas, correspondientes a los ejercicios 2014 a 2018, concurrirían las circunstancias
señaladas en el apartado 1.c) del mismo artículo 305.bis, para ser también considerados como
delitos agravados.
En conclusión, se han cometido cinco delitos contra la Hacienda Pública que no han sido
regularizados de conformidad con las exigencias legales establecidas en el artículo 305.4 del
Código Penal. La regularización de las defraudaciones tributarias se produce después de haber
tenido conocimiento formal de la existencia de unas Diligencias de Investigación de la Fiscalía
que le advirtió de la existencia de irregularidades en las declaraciones tributarias, con
anterioridad a su regularización. En todo caso, su representación legal tuvo la oportunidad de
personarse y conocer el contenido de las Diligencias de Investigación, aunque sin duda era
conocedor de las irregularidades que se habían cometido en las declaraciones correspondientes
al IRPF correspondiente a los años 2014 a 2018.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO. - Los hechos relatados son constitutivos de cinco delitos contra la Hacienda Pública,
previstos y penados en el artículo 305 bis del Código Penal, castigados con la pena de prisión
de dos a seis años y multa del doble al séxtuplo de la cuota defraudada, cuando la defraudación
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se cometiere en cuantía que exceda de seiscientos mil euros o se hayan utilizado personas
físicas o jurídicas o entes sin personalidad jurídica interpuestos, negocios o instrumentos
fiduciarios o paraísos fiscales o territorios de nula tributación que oculte o dificulte la
determinación de la identidad del obligado tributario o del responsable del delito, la
determinación de la cuantía defraudada o del patrimonio del obligado tributario o del
responsable del delito.
A la vista de los hechos y circunstancias que hemos relatado consideramos que no concurre la
aplicación del principio de íntegra y espontánea regularización que contempla el artículo 305.
4 del Código Penal: Se considerará regularizada la situación tributaria cuando se haya
procedido por el obligado tributario al completo reconocimiento y pago de la deuda tributaria,
antes de que por la Administración Tributaria se le haya notificado el inicio de actuaciones de
comprobación o investigación tendentes a la determinación de las deudas tributarias objeto de
la regularización o, en el caso de que tales actuaciones no se hubieran producido, antes de que
el Ministerio Fiscal, el Abogado del Estado o el representante procesal de la Administración
autonómica, foral o local de que se trate, interponga querella o denuncia contra aquél dirigida,
o antes de que el Ministerio Fiscal o el Juez de Instrucción realicen actuaciones que le permitan
tener conocimiento formal de la iniciación de diligencias.
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Por consiguiente D. Juan Carlos de Borbón y Borbón ha tenido puntual conocimiento
de la incoación de las presentes Diligencias de Investigación en las que ha podido personarse,
tomar pleno conocimiento de su desarrollo e, incluso, intervenir en su tramitación solicitando
las oportunas diligencias, sin perjuicio, claro está, de que tales derechos los haya ejercido en la
forma que ha estimado conveniente, de acuerdo con su dirección letrada.
CUARTO. – La sentencia sigue diciendo: La citación realizada por el Ministerio Fiscal el día 25
de febrero de 2014 se dirigió al acusado como persona física y no en su condición de
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representante de alguna sociedad. Se le emplazaba para comparecer a prestar declaración por
diversas infracciones penales entre las que aparecía mencionado un delito contra la Hacienda
Pública, en términos inespecíficos. Fue recibida el día 28 de febrero. El recurrente realizó una
regularización completa el día 10 de marzo de 2014 con relación a la deuda que sustenta la
condena; dos días antes de la fecha señalada para su declaración en Fiscalía y cuatro días antes
de la comparecencia efectiva.
Con estos datos el Tribunal Supremo rechaza la eficacia exoneradora de la regularización con los
argumentos que transcribimos a continuación: El Legislador quiere fomentar mediante ese
expediente (antes excusa absolutoria; ahora, tras su remodelación en 2012, de naturaleza
controvertida) la regularización espontánea. El contribuyente poco escrupuloso se vería
invitado a defraudar en la confianza de que, si su maniobra es detectada, mantendrá la
posibilidad de eludir la pena abonando lo adeudado cuando la citación que le alerta de ello no
ha sido lo suficientemente precisa.
Esta sentencia destaca significativamente que: “Si la investigación que determina la citación
del supuesto responsable se refiere precisamente a la conducta constitutiva de la defraudación
y el acusado es notificado, se produce el efecto de bloqueo automático; aunque la citación no
sea totalmente precisa o no esté detallada en todos sus términos. No cabe refugiarse en una
ignorancia deliberada, por utilizar una fórmula con raigambre en la penalística: prefiero no
enterarme de por qué hechos concretos me citan. Con esa citación el recurrente, lógicamente
conocedor de sus actuaciones previas, había de deducir de forma segura que sólo a esos hechos
podía referirse. Será por tanto más ignorancia fingida que ignorancia deliberada.
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QUINTO. - Según la doctrina más extendida, la regularización penal se ha calificado como una
excusa absolutoria, lo que en la teoría del delito supone que elimina, por razones político-
criminales, la punibilidad de un hecho que por lo demás se considera típico, antijurídico y
culpable, es decir delictivo, pero se elimina la pena por razones de política criminal. Por cierto,
que en el ámbito jurídico europeo cercano a nuestra cultura penal no existe la exoneración de
responsabilidades penales por regularización sino una atenuación cualificada que solo
disminuye la pena de prisión y la multa.
La Circular de la Fiscalía 2/2009, muy relevante en el ámbito que nos ocupa, recuerda que: «En
las excusas absolutorias de los arts. 305.4 y 307.3 del Código Penal, la conducta postdelictiva del
imputado debe suponer el reverso del delito consumado, de forma que resulte neutralizado no
solo el desvalor de acción (defraudación) sino también el desvalor de resultado (perjuicio
patrimonial irrogado a la Hacienda Pública o a las arcas de la Seguridad Social). Es evidente el
desvalor de la acción delictiva sin perjuicio de que se regularice fuera de plazo. Ello hace exigible
una conducta positiva y eficaz del sujeto pasivo de la obligación contributiva que incluye la
autodenuncia (a través del reconocimiento voluntario y veraz de la deuda, previo a las causas
de bloqueo temporal legalmente previstas) y el ingreso de la deuda derivada de la
defraudación, satisfaciendo ambas exigencias el pleno retorno a la legalidad al que el legislador
ha querido anudar la renuncia al ius puniendi respecto del delito principal y sus instrumentales».
SEXTO. – Es abundante la bibliografía y la jurisprudencia sobre los requisitos que deben concurrir
para que la regularización produzca efectos exoneratorios de la responsabilidad criminal. En un
trabajo de Daniel Fernandez Bermejo, se cita la STS 539/2003, de 30 de abril, en la que se
estableció que si una persona defrauda a la Hacienda Pública eludiendo el pago de un impuesto,
«su situación tributaria sólo queda regularizada cuando, reconociendo la defraudación, satisface
el impuesto eludido, no pudiendo decirse que ha regularizado su situación por el mero hecho
de que, años después de realizarla, reconozca la defraudación –a ello equivale la presentación
de la declaración complementaria– cuando la misma, por otra parte, ya ha sido puesta de
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manifiesto por la actividad inspectora de la Administración». Añadimos que la comunicación
formal del Ministerio Fiscal anunció que existen unas diligencias de investigación de relevancia
tributaria, con notoria antelación a la conducta regularizadora.
En síntesis, del tenor literal del texto se desprende que la voluntad del legislador es ajustar el
factor de espontaneidad de la regularización a unos «parámetros estrictamente normativos de
naturaleza jurídico formal», procurando no regular «un concepto material o fáctico»,
susceptible de ser probado en juicio, acerca de si el comportamiento del sujeto fue
efectivamente espontáneo, entendiendo por tal la ausencia de conocimiento de la existencia
de una investigación o comprobación en curso.
CONCLUSIONES:
1ª.- Las Diligencias de la Fiscalía se cierran con una serie de consideraciones sobre el requisito
de la temporalidad para activar los efectos exoneradores de la pena que concede la excusa
absolutoria de la regularización fiscal. Admite que: Por consiguiente, la cuestión se centra en
determinar si tal reconocimiento y pago se produjo antes de que el Ministerio Fiscal o el Juez
de Instrucción hubieran realizado actuaciones que hubiesen permitido al contribuyente tener
conocimiento formal de la iniciación de diligencias.
2ª.- Reconoce, como hemos dicho, que se le enviaron al representante legal de D. Juan Carlos
de Borbón, dos notificaciones: la primera, mediante escrito de 24 de junio de 2020,
comunicando la incoación por Decreto de 18 de junio de 2020 de las Diligencias de Investigación
n.º 17/2020; la segunda, por escrito de 6 de noviembre de 2020, una vez incoadas las Diligencias
de Investigación n.º 40/2020 por Decreto de 3 de noviembre de 2020.
3ª.- La Fiscalía sostiene que no tenía entonces constancia del incumplimiento de las
obligaciones tributarias, conducta que posteriormente ha quedado perfilada tras el análisis de
las actuaciones practicadas anteriormente reseñadas y, particularmente, tras las declaraciones
tributarias efectuadas por la representación de S.M. D. Juan Carlos de Borbón y Borbón.
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5ª.- Cita, en amparo de su tesis el artículo 118 a) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que
establece que a toda persona a la que se comunique la existencia de un hecho punible tiene
derecho a ser informado de los hechos que se le atribuyen, así como de cualquier cambio
relevante en el objeto de la investigación y de los hechos imputados. Esta información será
facilitada con el grado de detalle suficiente para permitir el ejercicio efectivo del derecho de
defensa. En el caso de los delitos contra la Hacienda Pública, basta con la existencia de hechos
con relevancia tributaria, pendientes según la Ley General Tributaria de su posterior
concreción y alcance y por supuesto sin perjuicio de su derecho a examinar las actuaciones.
6ª.- El Ministerio Fiscal ante la existencia de un posible delito Fiscal solo tiene ante si dos
posibilidades. Si recibe un expediente sancionador abierto por la Agencia Tributaria en el que se
constata la existencia de delitos fiscales, tiene que judicializarlo y ya es imposible la
regularización fiscal En los demás casos, como en el presente, teniendo en cuenta que además
intervino la Fiscalía Anticorrupción que tiene el auxilio de dos personas de los Servicios
tributarios, la Fiscalía tuvo noticia de la existencia de hechos con relevancia tributaria cuya
existencia comunicó reiteradamente al representante legal del querellado. No cabe otra
interpretación gramatical, lógica y sistemática del contenido del artículo 305.4 del Código Penal.
7ª.- Cuando interviene la Fiscalía ya era de sobra conocido un reportaje de The New York Times
(2012) que había denunciado la multimillonaria fortuna del Rey Juan Carlos. También en el año
2020 se conocieron las irregulares financiaciones del Rey Juan Carlos a través de las fundaciones
Zagatka y Lucum, con sede en Suiza. Entre ellas el pago de 100 millones de dólares por la Arabia
Saudí a D. Juan Carlos de Borbón y Borbón, en agosto de 2008, en concepto de comisión por la
adjudicación de las obras del tren de Alta velocidad entre Medina y la Meca.
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9ª.- No queremos terminar este escrito sin reconocer la ingente tarea de la Fiscalía (Fiscalía
Anticorrupción y Fiscalía del Tribunal Supremo), que ha sido capaz de completar, después de
manejar un numeroso material documental, toda la actividad delictiva de D. Juan Carlos de
Borbón y Borbón que ha sido exonerada, en la mayoría de los casos, por el manto de la
inviolabilidad o la prescripción. Disentimos, como hemos expuesto, de la legalidad de la
regularización fiscal.
MEDIOS DE PRUEBA:
I. DECLARACIÓN DEL QUERELLADO Juan Carlos de Borbón y Borbón, que deberá ser citado en
su domicilio actual en Abu Dabi del que desconocemos más datos, o en la persona de su
representante legal, el abogado del ICAM Javier Sanchez-Junco Mans para que el querellado
preste declaración sobre los hechos contenidos en esta querella en la forma que la Sala estime
pertinente.
Javier Sánchez-Junco Mans, Abogado y representante legal del querellado en todo aquello que
no afecte al secreto profesional
Arturo Fasana
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Dante Canónica Harmodio Tejeira
Aktiengesellschaft
Fundación Zagatka
1º.- Que se reclame a Fiscalía del Tribunal Supremo la aportación de las Diligencias de
Investigación 40/2020 que fueron archivadas el 2 de Marzo de 2022.
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2º.- Que se solicite de la Fiscalía Anticorrupción y de la Fiscalía del Tribunal Supremo los
documentos en los que se contienen las notificaciones enviadas a la representación legal de D.
Juan Carlos de Borbón y Borbón con fechas 24 de junio de 2020 y 6 de noviembre de 2020
comunicándole la existencia de una Diligencias de Investigación para depurar la posible
existencia de hechos con relevancia tributaria y demás comunicaciones que se hubieran
intercambiado, si las hubiere, sobre hechos relacionados con delitos contra la Hacienda Pública.
3º.- Que por la Agencia Tributaria se informe sobre la fecha en que se detectó la existencia de
posibles delitos contra la Hacienda Pública cometidos por D. Juan Carlos de Borbón y Borbón en
las declaraciones de la renta comprendidas entre los años 2014 a 2018.
4º.- Que por la Agencia Tributaria se informe sobre las medidas adoptadas para depurar posibles
responsabilidades administrativas o penales y sí se informó de ellas al representante legal del
querellado.
4º.- Que se solicite el texto de la Comisión rogatoria enviada a la Fiscalía del Cantón de Ginebra
con fecha 10 de enero de 2020 para conocer los términos en que se produce. Asimismo, que se
incorpore a las actuaciones el escrito de 29 de septiembre de 2020 en el que también se solicitó
a la Fiscalía Suiza información sobre las cuentas bancarias vinculadas a la referida Fundación
ZAGATKA.
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artículo 305.6 del Código Penal, esta parte considera procedente que la pena privativa de
libertad prevista por la ley se fije en el mínimo posible, teniendo en cuenta, además, la edad del
querellado. Por el contrario, la pena de multa se debe fijar en la cuantía máxima fijada por la ley.
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