Regan - Teología Procesual
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Regan - Teología Procesual
REGAN
Introducción
Durante siglos los teólogos se han apoyado en una visión de la realidad que,
actualmente es contestada. Los teólogos contemporáneos constatan que, si han de
continuar exponiendo la fe en un mundo atormentado por las guerras y los cambios
sociales, han de tomarse en serio todas estas realidades de cambio en la mayoría de
campos del pensamiento y de la existencia misma.
El primero en aceptar este reto fue Ch. Hartshorne, quien calificó su propio enfoque de
teísmo "neoclásico". Los comienzos de la PT pueden situarse hacia los años treinta.
Aunque los teólogos británicos Lionel Thornton y William Temple fueron los primeros
en percatarse de las implicaciones que para la teología suponían los planteamientos de
Whitehead, fue la Universidad de Chicago el primer centro realmente comprometido
con la PT. Chicago ha contado entre sus profesores no sólo con Charles Hartshorne,
sino con otros investigadores como Wieman, Meland, Loomer y Williams. Sus escritos
ejercieron una enorme influencia en este periodo inicial. En los años cincuenta, William
Christian, de la Universidad de Yale, fue el portavoz de esta escuela en creciente
expansión. Su crítica de la noción de Dios en Whitehead proponía enfoques personales
alternativos a los de Hartshorne.
Entre los católicos, la PT fue aceptada lentamente al principio, hasta que los jesuitas
Walter Stokes y Norris Clarke iniciaron un primer acercamiento al nuevo concepto de
Dios de la PT desde su perspectiva tomista. Más recientemente, David Tracy y Bernad
Lee se han servido, cada uno a su manera, de la PT en sus investigaciones críticas sobre
la naturaleza fundamental del pensamiento y de la teología sacramental.
Estructura de lo real
En todo proceso del devenir entran en juego dos "polos": el "polo físico" (la mera
herencia de los datos del pasado) y el "polo mental" o "conceptual", que juega con las
diversas combinaciones que estos datos posibilitan. La conciencia sólo aparece en un
reducido número de estas "concrescencias". Naturalmente, cuanto más consciente es
una "actualización" de la variedad de las posibilidades susceptibles de ser actualizadas,
más probablemente logrará algo nuevo en su actualización. Una vez que una "entidad"
ha culminado su momentáneo proceso de actualización "perece" y se convierte en un
dato para una nueva "entidad fáctica". Este proceso dinámico no se percibe a simple
vista. El mundo del sentido común es un mundo de objetos durables compuesto de una
enorme red de "entidades fácticas", agrupados en forma de "asociaciones" o grupos de
asociaciones llamados nexus. Este proceso caracteriza todo devenir y es tan verdadero
para una partícula subatómica como para una persona humana.
Dios
Si las reglas de este proceso se aplican a todo lo que es, han de aplicarse
consecuentemente a Dios. La PT, por tanto, concibe a Dios como una "entidad actual"
y, en tanto tal, la naturaleza de Dios ha de ser "bi-polar". El "polo mental" y el "polo
físico" de Dios se denominan naturaleza "primordial" y naturaleza "consecuente". A
pesar de los nombres, uno no es anterior al otro, sino que ambos existen
simultáneamente. La naturaleza "primordial" es la intuición teológica que Dios tiene de
los "objetos eternos", que Platón denomina "ideas", conocidos corrientemente como
THOMAS J. REGAN
Naturaleza de Dios
Bastará lo dicho para comprender por qué los temas principales de la PT nacen de los
tres puntos que a continuación se indican. El primero trata de los criterios de cohesión
interna e intenta saber si la terminología empleada en el esquema conceptual se usa de
forma coherente. Aquí es donde se dan los argumentos más técnicos de la PT. Un
ejemplo puede ser el de si Whitehead entiende a Dios como una "entidad actual" o
como una "asociación" de entidades actuales". Hartshome sostiene con vigor que Dios
ha de ser concebido como una "asociación", mientras que Christian sostiene lo
contrario. En estas y otras cuestiones de alto tecnicismo, se corre el peligro de caer en
disputas de escuela que ahogan la creatividad teológica.
La PT y la tradición teológica
Esta confrontación puede ser una ayuda para avanzar en la reflexión teológica. La PT,
por ejemplo, supera la oposición tradicional entre inmanencia y trascendencia divina sin
necesidad de depender de la distinción entre natural y sobrenatural. En la PT, Dios es
ambas cosas a la vez: inmanente como origen de los "fines subjetivos" imprescindibles
en el proceso del devenir, y trascendente a cualquier estado cósmico gracias a la
naturaleza primordial, infinita, eterna y absolutamente incondicionada. Otro tanto podría
decirse de la capacidad de la PT para esquivar el problema que surge de la doctrina
tomista de las "relaciones reales", de acuerdo con la cual Dios influye en el mundo sin
que éste le afecte a El.
El intercambio dialéctico puede enriquecer los dos sistemas en conflicto, siempre que
unos y otros valoren debidamente las posiciones contrarias y no se dediquen a atacar
interpretaciones simplistas de posiciones que en realidad nadie defiende, y que no se
aferren a sus posiciones cuando un nuevo sistema permite explicar mejor la experiencia
religiosa.
THOMAS J. REGAN
Además de las cuestiones indicadas, la PT, como toda teología que intente abarcar todas
las áreas, ha de abordar el tema del mal y del sufrimiento humano. Puesto que las
"entidades actuales" son libres y, a fin de cuentas, autocreadoras, Dios no puede ser
hecho totalmente responsable de la existencia del mal. La PT, siguiendo a Whitehead,
sostiene que el valor es algo inherente a la naturaleza misma de la realidad. Se da el mal
cuando la maximalización del valor que podría conseguir una "entidad actual" con
vistas al devenir, se trunca o trivializa por la ignorancia o el egoísmo. La PT se basa en
una teoría estética de los valores cuyos fines últimos ve realizados en la persona de
Jesús, que, en toda su vida y su ministerio, representa el triunfo del amor sobre la
estrechez de espíritu, y la victoria de la persuasión sobre la fuerza. La PT no niega la
realidad del mal. Sin embargo, afirma el poder que Dios tiene para triunfar del mal
haciendo surgir un bien de cualquier mal que pueda darse.
Como han notado algunos, se corre el riesgo de que los teólogos que trabajan en este
campo estructuren una teología coherente internamente pero que no sea "cristiana" en
ninguno de los sentidos tradicionales.
En muchos campos se puede sacar provecho de la interacción con la PT. He aquí tres:
Conclusión