Informe de Teologia Contemporánea
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Equipo IOTA
ABISMO
ABSURDO
El concepto de lo absurdo fue introducido en la teología, por Soren
Kierkegaard.
única en las relaciones de causa y efecto. Pero es cierto que del ser
del universo
romanas.
por razón de ella no puede uno hacerse católico" (CD, 1/1, x). La
razón de la
DIOS (LO QUE DIOS CONOCE) - Dios conoce todas las cosas,
pasado, presente y futuro. Él sabe todas las cosas existentes y
potenciales. Dios sabe lo que será y lo que podría ser. Dios no
puede estar equivocado con todo lo que Él sabe. El conocimiento
de Dios es infalible.
DIOS (QUIEN ES DIOS) - sin comienzo, sin causa, sin tiempo, sin
espacio, inmaterial, todopoderoso, personal y creador personal del
universo.
IMMANENCIA (DE DIOS) - Dios está por encima y más allá de toda la
creación y del mundo entero. Lo que es más que nuestra
experiencia o va más allá del mundo. Los teístas dicen que Dios es
trascendente porque Él está fuera o más allá de la naturaleza. Ver
trascendente.
INMATERIALIDAD - Dios es Espíritu. Dios no tiene ninguna parte
material. Dios no está compuesto de materia, ni es corpóreo (hecho
de un cuerpo).
EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO –
(5) Por lo tanto, existe un ser supremo en el mundo real. (6) Por lo
tanto, existe un gran ser supremo.
(1) Teísmo: un Dios personal e infinito existe más allá y dentro del
universo.
(2) El ateísmo: no existe ningún dios más allá o dentro del universo.
(3) Godismo finito: existe ningún dios finito más allá del universo.
(5) Politeísmo: hay muchos dioses más allá del mundo y dentro de
él.
(7) Deísmo: Dios está más allá del universo, pero no en él.
Dr. Duffield y Dr. Van Cleave, entendamos esto acerca del pecado:
La Biblia no creó el problema del pecado. Y el pecado ya estaba en
el mundo mucho antes de que la Biblia se escribiera. Él muestra
que el pecado no es simplemente algo que se comete, sino una
condición del corazón (Rom. 3:10-12). En Efesios, Pablo dice que
somos "por naturaleza hijos de ira" (Efesios 2:3). Sin embargo,
"cuando aún éramos débiles, a su tiempo, Cristo murió por los
impíos" (Rom. 5:6).
ARGUMENTO TELEOLÓGICO –
TEOLOGIA DE LA ESPERANZA
En 1965, durante un verano muy caluroso, hubo un movimiento
llamado la "muerte de Dios" que preocupaba a algunas personas porque
pensaban que podría llevar al surgimiento de un ateísmo cristiano. En
ese momento, un joven teólogo alemán de la Universidad de Tubinga,
Jurgen Moltmann, habló con una voz nueva. Su libro, La Teología de la
Esperanza, tuvo un gran impacto en el mundo académico.
Otros teólogos como Wolfhart Pannenberg de Munich y Ernst Benz de
Marburg también están siendo mencionados en relación con las ideas de
Moltmann. Algunos consideran a Pannenberg como el teólogo
sistemático del movimiento y a Benz como el historiador. A pesar de que
algunos piensan que Pannenberg pertenece a otro movimiento, es
verdad que comparten suficientes aspectos comunes que podrían
colaborar juntos en el futuro para desarrollar una escuela común.
En Estados Unidos, las ideas de Moltmann han recibido atención
suficiente como para garantizar que las discusiones continúen por un
tiempo. Su libro fue traducido al inglés solo dos años después de su
publicación original en alemán, lo cual es un tiempo bastante corto para
el mundo de las traducciones. Además, el Dr. Carl Braaten, un joven
académico Luterano en ascenso, parece estar siguiendo la línea de
pensamiento de Moltmann, lo que podría indicar el comienzo de un
nuevo movimiento en la teología.
La "teología de la esperanza" es un enfoque positivo y optimista que
contrasta con el pesimismo de otros teólogos. Este enfoque ha sido bien
recibido por teólogos americanos y se espera que también tenga éxito
en Asia. Por ejemplo, el Dr. Hideo Ohki de Tokio ha elogiado la visión de
Moltmann sobre el siglo XX. Moltmann llama a la esperanza en un
mundo donde las personas han perdido sus ideales y su fe en Dios.
En Corea, se han traducido y publicado libros de Moltmann que resaltan
las implicaciones éticas y prácticas de su trabajo. Moltmann critica a los
teólogos existenciales y promueve una comprensión más profunda de la
escatología cristiana. Su enfoque en el futuro y la revolución ha
generado debate y críticas, pero también ha sido bien recibido por
muchos. En resumen, la "teología de la esperanza" es una forma de ver
el mundo con optimismo y esperanza en medio de la incertidumbre y los
desafíos de la historia.
La "teología futurista" de Moltmann se basa en la idea de que Dios
está sujeto al tiempo. En lugar de estar fuera del tiempo, como se cree
tradicionalmente en el cristianismo, Dios es parte de un proceso
temporal que avanza hacia el futuro. Según Moltmann, Dios se revela a
través de sus promesas para el futuro, y solo está presente en la
esperanza. En otras palabras, nuestro Dios será Dios cuando cumpla
sus promesas y establezca su reino.
Para Moltmann, la escatología es fundamental en la teología cristiana.
En lugar de interpretarla como la segunda venida de Cristo, la ve como
una apertura hacia el futuro y la libertad del futuro. No hay una esfera
sobrenatural donde Dios exista eternamente, y el futuro es una incógnita
tanto para nosotros como para Dios.
En cuanto a la resurrección de Cristo, los evangélicos la relacionan
estrechamente con la escatología. Se considera que la resurrección de
Cristo es el comienzo de la resurrección final, y un hecho histórico que
da significado a nuestro futuro. Sin embargo, Moltmann cuestiona la
importancia de la historicidad de la resurrección corporal de Jesús hace
1900 años. Para él, lo importante es mirar desde nuestro futuro ilimitado
hacia el Calvario, en lugar de al revés.
En resumen, la teología de Moltmann se centra en la idea de que Dios
está sujeto al tiempo y se revela a través de sus promesas para el futuro,
lo que tiene implicaciones profundas en la forma en que entendemos la
escatología y la resurrección de Cristo.
El texto habla sobre la importancia de que el hombre participe
activamente en la sociedad y no espere pasivamente su futuro. La
iglesia tiene la tarea de predicar de manera que inspire a las personas a
actuar en el presente para moldear el futuro. No se trata tanto de
informar sobre el pasado para cambiar el futuro, sino de que en el
presente se adquiera conciencia de las posibilidades mesiánicas y se
actúe en consecuencia.
Para lograr un futuro en la sociedad, es necesario desechar las
categorías del pasado. Según Moltmann, Dios no ha establecido formas
fijas en el mundo, lo que significa que el futuro implica libertad y
relatividad. La iglesia tiene como propósito ser el instrumento para llevar
a cabo la reconciliación universal y social, participando en la sociedad de
diversas maneras, incluso a través de la revolución, aunque no sea la
única forma.
En este avance revolucionario hacia el futuro, el texto plantea que el
problema de la violencia y la no violencia es considerado como un
"problema ilusorio". Lo realmente importante es determinar si el uso de
la fuerza es justificado o no, y si los medios utilizados son proporcionales
a los fines buscados.