Fluor y Astato

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Flúor

Símbolo F, número atómico 9, miembro de la familia de los halógenos con el


número y peso atómicos más bajos. Aunque sólo el isótopo con peso atómico
19 es estable, se han preparado de manera artificial los isótopos radiactivos,
con pesos atómicos 17 y 22, el flúor es el elemento más electronegativo, y por
un margen importante, el elemento no metálico más energético químicamente.
Propiedades: El flúor elemental es un gas de color amarillo pálido a
temperaturas normales. El olor del elemento es algo que está todavía en duda.
La reactividad del elemento es tan grande que reacciona con facilidad, a
temperatura ambiente, con muchas otras sustancias elementales, entre ellas el
azufre, el yodo, el fósforo, el bromo y la mayor parte de los metales. Dado que
los productos de reacción con los no metales son líquidos o gases, las
reacciones continúan hasta consumirlo por completo, con frecuencia con
producción considerable de calor y luz. En las reacciones con los metales forma
un fluoruro metálico protector que bloquea una reacción posterior a menos que
la temperatura se eleve. El aluminio, el níquel, el magnesio y el cobre forman
tales películas de fluoruro protector.
El flúor reacciona con violencia considerable con la mayor parte de los
compuestos que contienen hidrógeno, como el agua, el amoniaco y todas las
sustancias orgánicas, sean líquidos, sólidos o gases. La reacción del flúor con el
agua es compleja y produce principalmente fluoruro de hidrógeno y oxígeno, así
como cantidades menores de peróxido de hidrógeno, difluoruro de oxígeno y
ozono. El flúor desplaza otros elementos no metálicos de sus compuestos, aun
aquellos muy cercanos en cuanto a actividad química. Desplaza el cloro del
cloruro de sodio y el oxígeno en la sílica, en vidrio y en algunos materiales
cerámicos. En ausencia de fluoruro de hidrógeno, el flúor no ataca en forma
significativa al cuarzo o al vidrio, ni aun después de varias horas a temperaturas
hasta de 200ºC (390ºF).

El flúor es un elemento muy tóxico y reactivo. Muchos de sus compuestos, en


especial los inorgánicos, son también tóxicos y pueden causar quemaduras
severas y profundas. Hay que tener cuidado para prevenir que líquidos o
vapores entren en contacto con la piel y los ojos.
Frecuencia natural: Se estima que se halla en un 0.065% en la corteza
terrestre; es casi tan abundante como el carbono, el nitrógeno o el cloro, mucho
más que el cobre o el plomo, aunque mucho menos que el hierro, aluminio o
el magnesio. Los compuestos cuyas moléculas contienen átomos de flúor están
ampliamente distribuidos en la naturaleza. Muchos minerales contienen
cantidades pequeñas del elemento, y se encuentra tanto en rocas ígneas como
en rocas sedimentarias.
Aplicaciones: Los compuestos que contienen flúor se utilizan para incrementar
la fluidez del vidrio fundido y escorias en la industria vidriera y cerámica. El
espato flúor (fluoruro de calcio) se introduce dentro del alto horno para reducir
la viscosidad de la escoria en la metalurgia del hierro. La criolita, Na 2AlF6, se
utiliza para formar el electrólito en la metalurgia del aluminio. El óxido de
aluminio se disuelve en este electrólito, y el metal se reduce, eléctricamente,
de la masa fundida. El uso de halocarburos que contienen flúor como
refrigerantes se patentó en 1930, y estos compuestos estables y volátiles
encontraron un mercado como propelentes de aerosoles, así como también en
refrigeración y en sistemas de aire acondicionado. Sin embargo, el empleo de
fluorocarburos como propelentes ha disminuido en forma considerable a causa
del posible daño; a la capa de ozono de la atmósfera. Un uso del flúor, muy
importante durante la Segunda Guerra Mundial, fue un el enriquecimiento del
isótopo fisionable 235U; el proceso más importante empleaba hexafluoruro de
uranio. Este compuesto estable y volátil fue con mucho el material más
adecuado para la separación del isótopo por difusión gaseosa.
Mientras que para los consumidores la utilización de compuestos de flúor en la
industria pasa casi inadvertida, algunos compuestos se han vuelto familiares a
través de usos menores pero importantes, como aditivos en pastas de dientes y
superficies fluoropoliméricas antiadherentes sobre sartenes y hojas de afeitar
(teflón por ejemplo).
Compuestos: En todos los compuestos de flúor la alta electronegatividad de
este compuesto indica que el átomo de flúor tiene un exceso de carga negativa.
Es conveniente, sin embargo, dividir los fluoruros binarios inorgánicos en sales
(red iónica), fluoruros metálicos no volátiles y fluoruros volátiles, la mayor parte
de no metales. Algunos hexafluoruros metálicos y los fluoruros de gases nobles
muestran volatilidad que son frecuencia está asociada a un compuesto
molecular. La volatilidad se asocia a menudo con números de oxidación altos
para el elemento positivo.
Los metales suelen formar fluoruros iónicos no volátiles, donde la transferencia
electrónica es sustancial y la red cristalina está determinada por el tamaño
iónico y la interacción electrostática predecible. Cuando el número de
coordinación y la valencia son la misma, por ejemplo en BF 3, SiF4 y WF6, el
enlace entre el metal y el flúor no es común; los compuestos resultantes son
muy volátiles y los sólidos muestran redes moleculares más que estructuras
cristalinas iónicas. Para números de oxidación superiores, las redes iónicas
simples son menos comunes y, mientras que el enlace entre el átomo central y
el flúor requiere aún transferencia de alguna carga al flúor, las estructuras
moleculares son identificables en las fases condensadas.
Además de los fluoruros binarios, se ha aislado un número muy grande de
complejos, a menudo con un anión fluoruro que contiene un átomo central de
número de oxidación alto. Los fluoruros binarios salinos muestran una gran
tendencia a combinarse con otros fluoruros binarios para formar numerosos
complejos o sales dobles.
Los compuestos de carbono que contienen flúor pueden dividirse en
hidrocarburos fluorados y derivados (compuestos orgánicos del flúor), y los
fluorocarburos y sus derivados. El átomo de flúor unido al anillo aromático,
como en el fluorobenceno, es poco reactivo. Además reduce la reactividad de
toda la molécula. Por ejemplo, aquellos colorantes que contienen flúor unido al
anillo aromático son más resistentes a la oxidación y más sensibles a la luz, que
los que no lo contienen. La mayor parte de los compuestos alifáticos, como los
fluoruros de alquilo, son inestables y pierden fluoruro de hidrógeno con
facilidad. Estos compuestos son difíciles de preparar y conservar, y es poco
probable que se vuelvan importantes.

Efectos del Flúor sobre la salud


En el agua, aire, plantas y animales hay presentes pequeñas cantidades de
flúor. Como resultado los humanos están expuestos al flúor a través de los
alimentos y el agua potable y al respirar el aire. El flúor se puede encontrar en
cualquier tipo de comida en cantidades relativamente pequeñas. Se pueden
encontrar grandes cantidades de flúor en el té y en los mariscos.
El flúor es esencial para mantener la solidez de nuestros huesos. El flúor
también nos puede proteger del decaimiento dental, si es aplicado con el
dentifríco dos veces al día. Si se absorbe flúor con demasiada frecuencia, puede
provocar caries, osteoporosis y daños a los riñones, huesos, nervios y músculos.
Las industrias liberan la forma gaseosa del flúor. Este gas es muy peligroso, ya
que en elevadas concentraciones puede causar la muerte. En bajas
concentraciones puede causar irritaciones de los ojos y la nariz.

Efectos ambientales del Flúor


El flúor está presente en la corteza terrestre de forma natural, pudiendo ser
encontrado en rocas, carbón y arcilla. Los fluoruros son liberados al aire cuando
el viento arrastra el suelo. Los procesos de combustión en las industrias pueden
liberar fluoruro de hidrógeno al aire. Los fluoruros que se encuentran en el aire
acabarán depositándose en el suelo o en el agua.
Cuando el flúor se fija a partículas muy pequeñas puede permanecer en el aire
durante un largo periodo de tiempo. Cuando el flúor del aire acaba en el agua
se instala en los sedimentos. Cuando acaba en los suelos, el flúor se pega
fuertemente a las partículas del suelo.
En el medio ambiente el flúor no puede ser destruído; solamente puede cambiar
de forma. El flúor que se encuentra en el suelo puede acumularse en las
plantas. La cantidad de flúor que tomen las plantas depende del tipo de planta,
del tipo de suelo y de la cantidad y tipo de flúor que se encuentre en el suelo.
En las plantas que son sensibles a la exposición del flúor incluso bajas
concentraciones de flúor pueden provocar daños en las hojas y una disminución
del crecimiento.
Los animales que ingieren plantas que contienen flúor pueden acumular
grandes cantidades de flúor en sus cuerpos. El flúor se acumula principalmente
en los huesos. Como consecuencia, los animales expuestos a elevadas
concentraciones de flúor sufren de caries y degradación de los huesos.
Demasiado flúor también puede provocar la disminución de la cantidad de
alimento tomado por el estómago y puede alterar el desarrollo de las garras.
Por último, puede provocar bajo peso al nacer.

Astato
Elemento químico con símbolo At y número atómico 85. El ástato es el
elemento más pesado del grupo de los halógenos, ocupa el lugar debajo del
yodo en el grupo VII de la tabla periódica. El ástato es un elemento muy
inestable, que existe sólo en formas radiactivas de vida corta. Se han preparado
unos 25 isótopos mediante reacciones nucleares de transmutación artificial. El
isótopo con mayor tiempo de vida es el 210At, el cual decae en un tiempo de vida
media de sólo 8.3 h. Es improbable que una forma más estable, o de vida más
larga, pueda encontrarse en la naturaleza o prepararse en forma artificial. El
isótopo más importante es el 211At y se utiliza en marcaje isotópico. El ástato se
encuentra en la naturaleza como parte integrante de los minerales de uranio,
pero sólo en cantidades traza de isótopos de vida corta, continuamente
abastecidos por el lento decaimiento del uranio. La cantidad total de ástato en
la corteza terrestre es menor que 28 g (1 onza).
En solución acuosa, el ástato tiene propiedades similares al yodo excepto por
las diferencias atribuibles al hecho de que las soluciones de ástato son, por
necesidad, muy diluidas. Al igual que el halógeno yodo, se extrae con benceno
cuando se halla como elemento libre en solución. El elemento en solución es
reducido por agentes como el dióxido de azufre y es oxidado por bromo. Es el
menos electronegativo de todos los halógenos. Tiene estados de oxidación con
características de coprecipitación semejantes a las del ion yoduro, yodo libre y
del ion yodato. Agentes oxidantes fuertes producen el ion astatato, pero no el
ion perastatato. Es más fácil obtenerlo y caracterizarlo en estado libre por su
alta volatilidad y facilidad de extracción con disolvente orgánicos.

Efectos del Ástato sobre la salud


La cantidad total de ástato en la corteza terrestre es menor de 30 gramos y
solo unos pocos microgramos han sido producidos artificialmente. Esto, junto
con su corta vida, no deja ninguna razón para considerar los efectos del ástato
en la salud humana. El ástato se estudia en unos pocos laboratorios de
investigación donde su alta radioactividad requiere precauciones y técnicas de
manipulación especiales. El ástato es un halógeno y posiblemente se acumule
en la glándula tiroides como el yodo. Desde un punto de vista químico, se
puede especular que su toxicidad será idéntica a la del yodo.

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