Cap II Abal Medina

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Capítulo II: EL ESTADO ABAL MEDINA

II. El concepto de estado

II.1. El estado y el neoinstitucionalismo

El enfoque neoinstitucionalista resalta la importancia de las instituciones como reglas de


juego que influyen en los comportamientos sociales. En este contexto, el estado se
presenta como la institución clave de la sociedad moderna, con un papel activo en la
organización y regulación de las relaciones sociales. Se define al estado como una
estructura institucional que genera reglas y tiene el monopolio legítimo de la coerción,
lo que lo distingue de otras instituciones. Este monopolio permite al estado establecer y
modificar las normas que rigen la sociedad, siendo la única entidad capaz de secularizar
y universalizar estas reglas. La gobernabilidad del sistema se basa en un contrato social
que legitima la autoridad del estado.

II.2. Hacia una definición de estado

El estado se define como una forma particular de ordenamiento político que estructura
las relaciones sociales, surgida en Europa a partir del siglo XIII y extendida globalmente.
Se distingue entre el estado y el gobierno, siendo el primero una entidad que ejerce el
poder político y el segundo el grupo de personas que lo dirige. Dos características
fundamentales del estado son: su monopolio legítimo de la coerción y la obligación de
pertenencia de los ciudadanos. Max Weber es clave en la definición del estado moderno,
describiéndolo como una asociación de dominación que monopoliza la coacción física
legítima en un territorio. Este monopolio no implica que la violencia sea el único medio
del estado, pero sí que es su medio específico.

Weber también distingue entre diferentes tipos de dominación: la tradicional, basada en


costumbres; la carismática, basada en la personalidad del líder; y la racional-legal, que se
fundamenta en un sistema de normas. En el estado moderno, la racional-legal,es la
predominante, caracterizada por un cuerpo administrativo burocrático que actúa de
acuerdo a normas impersonales y objetivas. La burocracia se convierte en el elemento
central del estado, diferenciándose de los políticos, aunque ambos interactúan en la
formulación de políticas públicas.

El ciclo de políticas públicas se compone de varias etapas: definición del problema,


diseño, implementación y evaluación. Este ciclo refleja la interacción entre burocracias y
políticos, donde ambos influyen en el resultado final de las políticas. Las burocracias,
aunque no tienen un poder formal de decisión, poseen un conocimiento técnico que les
permite moldear las políticas públicas.

II.3. El debate sobre la autonomía del estado

Se centra en su capacidad para actuar independientemente de los intereses de clase. La


tradición marxista sostiene que el estado es un instrumento de dominación de clase,
donde las políticas son el resultado de luchas internas entre clases sociales. Sin embargo,
este enfoque ha sido criticado por no explicar por qué el estado a veces actúa sin presión
directa de actores sociales.

En respuesta, algunos autores han defendido la autonomía del estado, argumentando que
este puede formular y perseguir objetivos que no son meramente reflejos de demandas
sociales. Peter Evans introduce el concepto de "autonomía enraizada", que implica que la
eficacia del estado se basa en su conexión con la sociedad a través de canales
institucionales que permiten la negociación continua de políticas, y sugiere que la acción
estatal eficaz requiere tanto un aislamiento burocrático como una inmersión en la
estructura social.

Puntos principales:El concepto de estado

1. El Estado como institución generadora de reglas:


○ El Estado se presenta como una estructura institucional que tiene la
capacidad exclusiva de crear, fijar y modificar las reglas que organizan no
solo el sistema político-social, sino también sus partes componentes. A
diferencia de otras instituciones, el Estado tiene la autoridad para
secularizar y universalizar las reglas que impone, lo que obliga a individuos
y grupos a cumplirlas.
2. El Estado como garantía de gobernabilidad:
○ Estas reglas que configuran el orden legal no son unilaterales; se basan en
un pacto o acuerdo entre el Estado y la sociedad, que se formaliza a través
del contrato social o constitución. Esto asegura que las reglas establecidas
sean consensuadas y aceptadas por la sociedad, lo cual es una condición
fundamental para la gobernabilidad del sistema.

3. Monopolio del poder coercitivo:


○ Según Mann (1991), una de las características esenciales del Estado es que
posee el monopolio legítimo de la coerción física para garantizar la
protección de la vida y la propiedad. Este monopolio le permite imponer las
reglas de manera unilateral, si es necesario, y lo convierte en la única
organización con la capacidad de regular y coordinar el sistema
socioeconómico de manera eficaz.

4. Capacidad operativa del Estado:


○ Debido a su ubicación estratégica, el Estado no solo crea y regula las reglas
del sistema, sino que también posee la capacidad de operar y gobernar todo
el sistema socioeconómico. Esto le otorga un poder único sobre las
sociedades modernas, permitiéndole intervenir en diversos aspectos de la
vida colectiva y coordinar decisiones que afectan a la comunidad en su
conjunto.
III. Desarrollo histórico del estado moderno
Describe la evolución del Estado desde sus primeros orígenes hasta la era global,
destacando las transformaciones políticas, económicas y sociales que acompañaron su
desarrollo.

III.1. Los orígenes del estado moderno


El Estado moderno no existió en las primeras civilizaciones, la mayor parte del tiempo, los
seres humanos vivieron en sociedades simples y flexibles, donde las relaciones de poder
no estaban institucionalizadas. Estas surgieron en valles fluviales y se caracterizaron por
la práctica de la agricultura aluvial.

La idea del Estado surgió en Europa Occidental entre los siglos XII y XIV, con el
“Ständestaat”, un sistema basado en la representación de estamentos (grupos sociales)
que fue clave para el posterior desarrollo del Estado. Este modelo combinaba la lealtad de
las ciudades-Estado con el poder militar de los imperios y marcó el comienzo de la
centralización del poder en los monarcas. A partir de entonces, el concepto de soberanía
comenzó a concentrar el poder político en una única figura gobernante, central en la
elaboración y aplicación de la ley.

Este sistema permitió la creación de entidades políticas duraderas que abarcaban un


territorio y una población definidos. La lealtad hacia el estado comenzó a prevalecer
sobre lealtades familiares o comunitarias, estableciendo nuevas formas de relaciones
políticas institucionalizadas

III.2. El Estado Absolutista

Se consolidó en los siglos XVI y XVII, tras un proceso de expropiación de los medios de
coerción y administración de manos de señores feudales, ciudades autónomas y órdenes
religiosas. Esta centralización del poder permitió la eliminación de los diversos sistemas
de derecho (feudal, urbano, religioso) reemplazado por un sistema legal unificado:
medios de legalidad y sentencia judicial basados en el derecho romano

Este proceso, descrito por Max Weber, implicó que el príncipe comenzara a expropiar a
aquellos que poseían poder administrativo. Además la creación de una moneda común y
la unificación de la legislación facilitaron la cohesión territorial y la previsibilidad
administrativa, esenciales para el desarrollo comercial.

El estado absolutista se caracterizó por la concentración del poder en el monarca, quien


justificaba su autoridad como de origen divino. Fue apoyado por la burguesía, que vio en
él un garante de orden frente a la inestabilidad del feudalismo. Este modelo se sustentaba
en la idea de que el rey era el estado mismo, y la violencia, aunque no el único medio, se
convirtió en un instrumento específico del estado.
Este modelo de gobierno se consolidó en Europa, con ejemplos como Luis XIV en Francia,
quien simbolizó la máxima expresión del poder absoluto.
III.3. El Estado Liberal

El Estado Liberal surgió como respuesta del absolutismo, ya que el poder discrecional del
monarca comenzó a afectar los intereses de la burguesía.
Se estableció una nueva relación entre el Estado y la sociedad civil basada en el
constitucionalismo y la división de poderes, promoviendo la restricción del poder estatal
y la defensa de los derechos individuales.

Este modelo se desarrolló principalmente en Inglaterra, donde se estableció la teoría de


la división de poderes para garantizar la independencia del poder judicial. John Locke,es
uno de los principales teóricos de este modelo, argumentando que los individuos tienen
derechos naturales (vida, libertad y propiedad) que el Estado debe proteger.
El Estado Liberal es compatible con el desarrollo del capitalismo, y su función principal es
garantizar la libertad de los mercados y los derechos individuales, donde el estado debía
limitar su intervención en la economía, permitiendo la libre competencia.

III.4. El Estado de Bienestar

El Estado de Bienestar surgió en el siglo XX como respuesta a las crecientes


desigualdades generadas por el capitalismo, especialmente después de la Gran
Depresión de 1929. Este modelo buscó garantizar derechos sociales básicos a todos los
ciudadanos, como salud, educación, empleo y seguridad social, a través de políticas
redistributivas. Aunque sus raíces se encuentran en el siglo XIX, se consolidó con el
desarrollo de instituciones que ofrecían protección social (influenciado por las políticas
keynesianas, que propusieron una mayor intervención del Estado). El peronismo en
Argentina, por ejemplo, movilizó a los sectores populares y estableció un sistema de
bienestar que buscaba integrar a los trabajadores en la economía formal.

Sin embargo, en los años 70, el Estado de Bienestar comenzó a enfrentar una crisis fiscal
debido al aumento del gasto social y las transformaciones económicas globales. Los
críticos del modelo, como Friedrich von Hayek, argumentaban que la intervención estatal
limitaba la libertad individual y obstaculizaba el desarrollo económico, impulsando una
tendencia hacia la reducción del Estado en las décadas posteriores.

III.5. El Estado en la Era Global

Desde la década de 1980, el mundo ha experimentado cambios significativos,


caracterizados por la globalización y la posmodernidad. La crisis del Estado de Bienestar
en los años 70 y 80, impulsada por políticas neoliberales donde las economías nacionales
se integraron en un mercado global, limitó la capacidad de los Estados para regular la
economía y llevar a cabo políticas redistributivas, y han llevado a una disminución de su
intervención, resultando en la desestatización y la reducción del papel del estado.

La globalización ha generado una mayor individualización de la sociedad y ha erosionado


la capacidad de los Estados para ejercer un control efectivo sobre sus territorios. El
surgimiento de nuevos actores transnacionales, el terrorismo y las crisis ecológicas
también han planteado desafíos adicionales para los Estados nacionales, que ahora deben
adaptarse a un mundo más interconectado y con problemas que trascienden las fronteras
nacionales.

Sin embargo, la crisis económica global de 2008 ha llevado a una revalorización del papel
del estado, que busca recuperar su capacidad de intervención y regulación en un
contexto de creciente desigualdad y nuevos desafíos sociales.
.

Puntos principales: Desarrollo histórico del Estado moderno

1. Orígenes del Estado moderno


- No siempre hubo Estados: Las primeras sociedades humanas eran
cazadoras-recolectoras, sin relaciones de poder centralizadas o institucionalizadas.
- Surgimiento del Estado en Europa: Entre los siglos XII y XIV, con el Ständestaat un
sistema que marcó el comienzo de la soberanía al concentrar el poder en una autoridad
central (el monarca), superando las lealtades personales y el feudalismo.

2. El Estado Absolutista:
- Concentración del poder: El Estado Absolutista surgió en los siglos XVI y XVII,
expropiando los medios de coerción y administración de manos de los señores feudales.
La monarquía consolidó su poder central, eliminando sistemas legales dispersos.
-Control del rey: Monarcas como Luis XIV de Francia consolidaron la idea de que el
poder del Estado residía en una única figura, bajo el lema "El Estado soy yo", con un poder
absoluto basado en la centralización de la legalidad y la coerción.

3. El Estado Liberal:
- Respuesta al absolutismo: El Estado Liberal surgió al cuestionar el poder absoluto,
abogando por la división de poderes y el constitucionalismo. John Locke defendió los
derechos naturales de vida, libertad y propiedad, que el Estado debía proteger.
- Relación con el capitalismo: El liberalismo permitió el desarrollo del capitalismo,
limitando la intervención estatal a garantizar el funcionamiento de los mercados, con un
enfoque en la autonomía individual.

4. El Estado de Bienestar:
- Intervención estatal: Surgió en el siglo XX con el objetivo de garantizar un mínimo de
bienestar social mediante políticas redistributivas, como acceso a salud, educación y
empleo, influidas por el keynesianismo
- Crisis y críticas: A partir de los años 70, el Estado de Bienestar enfrentó una crisis
fiscal debido al alto gasto social, mientras que críticos como Friedrich von Hayek lo
señalaban como una limitación a la libertad individual y al desarrollo económico.

5. El Estado en la Era Global:


- Impacto de la globalización: Desde los años 80, la globalización ha limitado la
capacidad de los Estados para regular sus economías, obligándolos a adaptarse a un
entorno interconectado. La globalización trajo también desafíos como la pérdida de
autonomía estatal, el terrorismo y las crisis ecológicas.
- Transformaciones sociales: La globalización ha fomentado el individualismo y ha
cuestionado las instituciones del Estado de Bienestar, generando nuevas problemáticas y
fragmentaciones sociales.

IV. El estado argentino


IV.1. El surgimiento del estado
La formación del estado nacional argentino se produjo tras la independencia, marcando
el reemplazo de la autoridad colonial y la subordinación de los poderes locales que
surgieron durante el proceso emancipador. Este surgimiento fue el resultado de la lucha
por establecer un marco institucional adecuado para la vida social organizada. Los
débiles aparatos estatales del período independentista estaban compuestos por
instituciones locales limitadas. A medida que se intentó sustituir el sistema colonial,
surgieron órganos políticos como juntas y triunviratos, sin embargo, el proceso fue
accidentado, con constantes enfrentamientos regionales y luchas entre facciones, que
limitaron la capacidad efectiva del Estado

El estado argentino emergió en un contexto donde la sociedad civil aún no había


alcanzado el carácter de una sociedad nacional. La creación del estado fue impulsada por
un grupo social que buscaba integrar la economía al mercado mundial, lo que requería
un aparato estatal moderno. Este proceso fue inverso al de la tradición anglosajona,
donde la constitución del poder institucional fue el resultado de fuerzas sociales ya
establecidas. En Argentina, el estado fue construido desde arriba hacia abajo,
enfrentando resistencias de poderes locales, poblaciones originarias y economías
regionales.

IV.2. La construcción del estado nacional


Desde la Revolución de Mayo de 1810 hasta finales del siglo XIX, el objetivo del proceso de
consolidación del estado nacional fue imponer un orden que institucionalizara patrones
de organización social favorables al desarrollo capitalista. Para lograr esto, el estado
necesitaba recursos y, por ende, desarrollar una capacidad extractiva y un aparato de
recaudación y administración financiera.

El estado utilizó combinaciones de coerción y consenso a través de cuatro mecanismos


de penetración social:

Penetración represiva: Uso de la violencia física o la amenaza de coerción para asegurar


el acatamiento a la autoridad, ejemplificado por la creación de un ejército nacional.

Penetración cooptativa: Captación de apoyos entre sectores dominantes locales


mediante alianzas y compromisos recíprocos.
Penetración material: Avance del estado en el interior mediante la localización de obras y
servicios para integrar las actividades productivas al circuito económico nacional.

Penetración ideológica: Difusión de valores y símbolos para reforzar la pertenencia a la


comunidad nacional y legitimar el sistema de dominación.

Este proceso de penetración social estuvo acompañado de una expropiación social,


donde el gobierno nacional se apropió de ámbitos de regulación social previamente
controlados por instituciones tradicionales. Esto llevó a la creación de un sistema
institucional complejo y profesionalizado, conocido como burocracia estatal.

IV.3. La evolución del estado argentino


La historia del estado argentino es una narrativa de luchas y consensos entre actores
sociales para establecer un modelo de desarrollo político y económico. Esta historia se
puede dividir en tres períodos:

IV.3.1. El capitalismo oligárquico (1880-1930)


Este período se caracterizó por la constitución de un modo de organización económica
capitalista y una dominación oligárquica. La economía argentina se integró al mercado
mundial a través de un modelo agroexportador, lo que exigió un aparato estatal moderno.
Las élites políticas y económicas, vinculadas a la producción agropecuaria, se
convirtieron en la clase dominante y utilizaron el estado para garantizar sus intereses.
Este estado oligárquico fue excluyente, donde la política estaba reservada a las clases
propietarias, y los mecanismos de exclusión incluían el fraude electoral y la restricción de
libertades.

IV.3.2. La matriz estado-céntrica (1930-1970)


La crisis del modelo agroexportador y las instituciones liberal-democráticas llevaron a la
adopción de un modelo de industrialización por sustitución de importaciones. El estado
asumió un rol preponderante en la regulación de la economía, impulsando un Estado de
Bienestar que expandió la cobertura social y los derechos laborales. Sin embargo, este
período también estuvo marcado por inestabilidad política y económica, con un círculo
vicioso de crisis y violencia.

IV.3.3. El proceso de desestatización (1970-2001)


A mediados de la década del '70, la crisis económica y fiscal llevó al desmantelamiento de
la intervención estatal. La dictadura militar instauró un régimen autoritario que eliminó
las instituciones democráticas. Tras la restauración democrática en 1983, el país enfrentó
crisis económicas que llevaron a la implementación de un modelo neoliberal que redujo
la intervención del estado en la economía. Este proceso culminó en la crisis de 2001, que
evidenció la ineficacia del modelo neoliberal y la creciente desigualdad social.

IV.3.4. El proceso de recuperación del estado


Después de la crisis de 2001, se inició un proceso de recuperación del rol del estado,
buscando establecer una nueva relación entre política y economía. Este nuevo enfoque
se tradujo en políticas de regulación y mediación entre capital y trabajo, así como en la
estatización de empresas privatizadas. Se implementaron políticas que recuperaron el
control estatal en áreas como la seguridad social, la regulación de medios de
comunicación y la mediación en las relaciones laborales .A diferencia de los niveles de
intervención del pasado, el estado busca un papel más equilibrado en la economía y la
promoción de la equidad social. Aunque el Estado retomó su protagonismo, se enfrentó a
resistencias de sectores favorecidos por la desregulación previa

V. Conclusiones
El estado argentino surgió como una institución central para organizar la vida política y
económica del país, y ha evolucionado desde su formación en el siglo XIX, influenciado
por factores internos y externos, pasando entre períodos de intervención estatal y de
liberalización, por un modelo oligárquico y una matriz estado-céntrica, hasta enfrentar
un proceso de desestatización en el contexto neoliberal.

A partir de la crisis de 2001, se ha visto una recuperación del rol del estado, que busca
equilibrar la intervención en la economía con la promoción de derechos sociales, y
mediante la creación de instituciones clave, como el sistema de previsión social y las
obras sociales, aunque su intervención ha variado según las coyunturas políticas y
económicas.
Este proceso refleja una reconfiguración del estado en respuesta a las demandas
sociales y a un contexto internacional que reivindica su papel en la regulación
económica y social.

Puntos principales: IV. El Estado argentino

IV.1. El surgimiento del Estado


- Post-independencia: Tras la independencia, Argentina buscó reemplazar las estructuras
coloniales y centralizar el poder estatal.
- Conflicto y fragmentación: El proceso estuvo marcado por luchas internas entre
facciones y regiones, lo que dificultó la consolidación de un poder estatal efectivo

IV.2. La construcción del Estado nacional


-Proceso "desde arriba": La construcción del Estado fue liderada por una élite con el
objetivo de integrar a Argentina en el mercado mundial. Este proceso fue impuesto "desde
arriba", en contraste con otros países donde el poder institucional surgió de una sociedad
ya consolidada.
- Organización de un país en formación: El Estado argentino fue diseñado para controlar
y organizar un país que aún no estaba completamente formado ni económicamente
desarrollado.

IV.3. La evolución del Estado argentino


Se destacan tres fases en la evolución del Estado argentino:

1. Capitalismo oligárquico (1880-1930):


- Modelo agroexportador, con un sistema político que favorecía a la élite oligárquica y
excluía a las clases populares del poder.

2. Matriz estado-céntrica (1930-1970):


- El Estado jugó un rol central en la regulación de la economía, promoviendo políticas
industriales y sociales. Aquí surge el Estado de Bienestar, con inclusión de sectores
populares.

3. Desestatización (mediados de los 70-2001):


- Implementación de políticas neoliberales que redujeron el rol del Estado mediante
privatizaciones y desregulación de la economía

IV.3.4. El proceso de recuperación del Estado


- Crisis de 2001: La crisis llevó a una recuperación del rol estatal, con mayor control en
áreas como seguridad social, regulación de medios y relaciones laborales. Aunque se
restauró el protagonismo estatal, hubo resistencias de sectores beneficiados por las
políticas neoliberales

V. Conclusiones
- Oscilación del Estado: A lo largo de su historia, el Estado argentino ha oscilado entre
modelos de intervención estatal fuerte y fases de liberalización. Su rol ha sido crucial para
organizar la vida política y económica del país, aunque su influencia ha variado según las
coyunturas.
- Desafíos del desarrollo: La capacidad del Estado ha sido continuamente redefinida por
luchas internas y factores externos, reflejando las tensiones entre centralización,
desregulación y las demandas de distintos actores sociales

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