Examen Final 24
Examen Final 24
Examen Final 24
1- "El paso ineludible y nodal de toda situación didáctica de la enseñanza de la lectura, consiste en prever y
propiciar el encuentro detenido y reflexivo de los alumnos con el texto (...)"
2- "La dificultad, la complejidad, la singularidad o las características inusuales de un texto nunca deberían ser
impedimento para considerar su selección para el trabajo con los alumnos. (...) los textos con los que
realmente se aprende a leer son los que, en lugar de confirmar lo que ya sé o creo saber, me enfrentan a la
posibilidad de construir lo que no sabía o creía no saber."
3- " Marcando históricamente el paso de la oralidad a la escritura, Walter Ong afirma...Más que cualquier
otra invención particular, la escritura ha transformado la conciencia humana. Esa nueva manera de pensar el
mundo a partir de la aparición de la escritura justificaría la importancia que todos, en cualquier ámbito (y más
aún, en relación con la educación) damos a la lectura. No sólo en en área de Lengua ...sino en todas las
demás, ya sea Historia, Biología o Educación física. El docente no tendrá más que encontrar el momento y el
modo para que la experiencia de leer suceda, y si no lo encuentra, deberá crearlo."
(Fragmentos extraídos del Programa Nacional de lectura.)
B
Leer y escribir en torno a la biblioteca de aula
(...)
Entrevistador: – Pero no parás de leer. ¿En tu casa también leés todo el tiempo?
Camila: – No, porque no tengo libros.
Entrevistador: – ¿Y en la escuela?
Camila: – Traigo libros de ahí para mi casa. De esos que vienen de dos o tres
cuentos juntos.
Entrevistador: – ¿Para mostrárselos a tus hermanos?
Camila: – No, para leerles. Mis hermanos no saben leer y yo les leo. Primero lo
leo en la biblioteca y si me gusta, me lo llevo.
(...)
Camila, 9 años
Para concretar el propósito de formar a todos los niños como practicantes de la lectura y la escritura,
como practicantes de las culturas escritas, en la escuela es imprescindible tener como referencia el sentido
social que las prácticas de lectura y escritura tienen fuera de ella, sosteniendo los propósitos que llevan a los
lectores y escritores expertos a leer y a escribir. Aún cuando las prácticas sociales necesariamente se
transformen en prácticas escolares, gran parte de su sentido social puede ser comunicado a los niños cuando
se les propone a diario desempeñarse como lectores.
(Nuestra Escuela. Módulo 1)
C
El abecedario
Los niños de los primeros grados escuchan leer y leen, le dictan a su maestro y escriben por sí mismos.
Las diversas actividades cotidianas de las que venimos hablando, por otra parte, - lectura y escritura de los
nombres, los calendarios, los listados de cuentos que se leerán- los ponen en constante interacción con las
letras. En las aulas de los primeros grados se cuelgan habitualmente también abecedarios.
Los abecedarios no tienen ilustraciones ni adornos que confundan a los niños; les ofrecen, en cambio,
la totalidad de las letras y la sucesión convencional de las mismas que les permitirá hallarlas en un orden que
podrá orientarlos en la búsqueda de datos en la agenda o en el índice de una enciclopedia. A veces, cada letra
“encabeza” un listado que se va construyendo con los nombres de niños del grado y con otros nombres que
“empiezan con” o que “tienen la” letra correspondiente.
(Nuestra Escuela. Módulo 2)
D
La literatura y la formación del lector y del escritor
Finalmente, si bien es importante conocer la evolución histórica de los cuentos maravillosos y su valor
para ayudar a los niños a poner en palabras algunos de sus temores más profundos y para favorecer la
socialización, ustedes deben estar preguntándose también de qué modo la literatura favorece a los niños para
que aprendan a leer y escribir.
“Son muchos los investigadores de diversos países que han puesto en evidencia la importancia, para el
acceso de los niños a la lectura y la escritura, de adquisiciones de carácter variado, aparentemente disperso,
que son exhibidas [tempranamente] por los niños que crecen rodeados de libros y lectores: diferenciar entre
leer y comentar las imágenes de un libro; reconocer el modo de organización del espacio gráfico, en
particular la distinción entre lo que es dibujo y lo que no lo es; reconocer el aspecto ordenado y lineal de las
marcas escritas, así como su variedad interna; saber que las marcas escritas tienen una propiedad particular:
“provocan” una forma especial de lengua oral, que difiere sensiblemente de la comunicación cara a cara
propia de la conversación; saber algo acerca del valor social atribuido a la escritura a través de actos sociales
que hacen inteligibles (aunque de manera embrionaria) algunas de las funciones de la escritura en el mundo
contemporáneo: ampliación de la memoria y transmisión a distancia.”
Emilia Ferreiro (1997).
(Nuestra Escuela. Módulo 3)
E
Si los chicos consiguen acceder a la información por sí mismos sobre todo lo que pueden aprender
desde una pantalla conectada a internet, si el sueño de la biblioteca que todo lo contiene o de la enciclopedia
universal se hubiese cumplido y sobrepasado ¿de qué más habría que preocuparse?, ¿de qué tendría que
ocuparse un maestro más que de enseñar a leer “lo que dicen las letras”? Sin embargo, no todo está allí...
Lo que no está o no es evidente en las pantallas es lo que la escuela y el trabajo del maestro siempre han
tenido la responsabilidad de hacer presente para los pequeños, ante toda lectura: reponer la totalidad, los
contextos, el origen de los fragmentos escritos discontinuos -por lo tanto, sin sentido- a los cuales los niños
ingresan desde las máquinas; preguntarse y buscar los medios para apreciar la confiabilidad de las fuentes,
comparar versiones para detectar errores o dudar, prepararse para someter todo lo que se lee al propio juicio;
relacionar la información nueva con la conocida, jerarquizar, ayudar a establecer relaciones sin perderse en
los laberintos interminables de los vínculos hipertextuales; enseñar a navegar reconociendo en el mar digital
los cantos de sirena que conducen a las playas del consumo no deseado y de la pérdida de privacidad. Y
mucho más. Para eso siempre se necesitarán maestros y maestras.
(Nuestra Escuela. Módulo 5)
F
Aprender a leer y escribir es un proceso que lleva tiempo y requiere de un gran esfuerzo de parte de
cada niña, niño, joven, adulta o adulto. Así como a andar en bicicleta se aprende solamente andando en
bicicleta, a leer se aprende leyendo y a escribir, escribiendo; con el acompañamiento de un educadora o
educador que ayuda a reflexionar a medida que eso sucede. Toda persona en proceso de alfabetización intenta
comprender el sistema de escritura. No es un simple pasaje de lo oral a lo escrito. Se trata de emprender un
camino en el cual intenta responder grandes preguntas: ¿Cuántas letras tengo que poner, en qué orden tengo
que ponerlas y cuáles tengo que poner? Las respuestas, como en todo proceso, las va encontrando durante ese
camino; y mientras avanza va formulándose ideas sobre lo que la escritura representa. Ideas que va
cambiando, problematizando y completando paso a paso.
(Chichizola, Diego y Florencia Aguirre (2021) Acompañar la alfabetización: un compromiso colectivo.
Ministerio de Educación de la Nación.)