Evolucion Historica Del Derecho de Sucec
Evolucion Historica Del Derecho de Sucec
Evolucion Historica Del Derecho de Sucec
INTRODUCCION……………………………………………. 3
La Sucesión………………………………………………….. 4
EVOLUCION HISTORICA
1. Primitiva……………………………………………………… 6
2. En Egipto y en el cód. Hammurabi…………………. 8
3. Imperio Griego……………………………………………. 16
4. Imperio Romano…………………………………………. 18
5. Época Feudal………………………………………………. 28
6. Derecho Germánico…………………………………….. 30
7. D° Continental…………………………………………… 33
8. D° Anglosajón…………………………………………… 37
9. Colonia Española………………………………………. 39
10. Derecho Indiano………………………………….. 40
11. Sucesión de los Incas……………………. …… 43
12. Derecho peruano……………………………….. 46
17. Bibliografía………………………………………………. 54
INTRODUCCION
Por medio del presente, se analizara estudiara y se informara todo lo referente a los evolución
histórica de las herencias y sucesiones tipos, características. Ya que la herencia en una sola
y forma un todo.
Una sucesión es la rama del derecho, que se le llama hereditario, sucesorio ó simplemente
sucesiones la cual se encarga de regular las consecuencias que se producen con la muerte;
también se ve la designación de herederos, la transmisión del patrimonio y la manera en
que ésta puede hacerse.
Esto es porque los derechos y deberes de las personas no terminan con la muerte, sólo por
unas excepciones como:
Ni aquellos derivados del derecho de familia, como los que provienen del matrimonio, la
patria potestad ó la tutela, todos los patrimoniales son transmisibles por la herencia.
LA SUCESIÓN
El Derecho de sucesiones o Derecho sucesorio es aquella parte del Derecho privado que
regula la sucesión mortis causa y determina el destino de las titularidades y relaciones
jurídicas tanto activas como pasivas de una persona después de su muerte.
• Destino que se le van a dar a los bienes del difunto o causante. Se determina el ámbito
de actuación de la autonomía de la voluntad, las normas imperativas que sean
necesarias y las normas dispositivas que suplirán la voluntad del causante, en caso de
no existir testamento.
• Requisitos de validez del testamento, con la finalidad de asegurar que lo que aparezca
en él sea realmente la voluntad del testador.
• Los trámites necesarios para el reparto del caudal relicto (bienes hereditarios).
Pero hay que diferenciar entre la sucesión inter vivos y la sucesión mortis causa. La sucesión
inter vivos se genera por un acto o negocio jurídico, mientras que la sucesión mortis causa se
origina por hecho jurídico. La fuente de la sucesión inter vivos es la ley y el contrato, mientras
que la fuente de la sucesión mortis causa es la ley y la voluntad del causante expresada en un
testamento. Los efectos de la sucesión inter vivos se presenta en vida de las partes, mientras
que los efectos de la sucesión mortis causa se presenta después de la muerte de una persona.
Finalmente en la sucesión inter vivos no importan las relaciones familiares de las partes,
mientras que en la sucesión mortis causa si predominan las relaciones familiares sin perjuicio
de los asignatarios testamentarios.
EVOLUCION HISTORICA
EPOCA PRIMITIVA
Desde épocas muy antiguas, inclusive desde el nacimiento de la humanidad, la muerte de una
persona a causados grandes e importantes consecuencias jurídicas, sociales y familiares, lo
que ha tratado de ser reglamentado de diferentes maneras según la región o país y de acuerdo
a la época en que suceda, tratando de proteger a los familiares del muerto que son los más
interesados en sus bienes, derecho y deudas dejadas por el de cujus, quienes lo han
mantenido, cuidado, protegido y defendido en su persona, patrimonio y expectativas.
Características
EN EGIPTO Y EN BABILONIA
EGIPTO:
La sucesión era una forma individual tanto el padre como la madre tenían amplio poder para
administrar o donar sus bienes a sus hijos, existía igual derecho para los hijos varones como
para las hijas mujeres.
Existía una prohibición para los hijos que debían respetar los bienes de sus padres mientras
estos vivan únicamente a la muerte de uno de ellos podían repartirse los bienes; a esto se le
llama sucesión.
La familia estaba constituida por lasos sanguíneos, papa, mama e hijos, la familia era muy
importante en Egipto y es así que la edad para contraer matrimonio era de 12 a 14 años en
las mujeres y de 16 en los varones.
Uno de los aspectos más interesantes en relación con la herencia en el antiguo Egipto es la
dicotomía que existe entre el modelo mítico y la realidad social. Esta diferencia es claramente
perceptible a través de las fuentes textuales. En los textos que remiten al plano mítico y que
expresan el ideal social, la herencia aparece transmitida exclusivamente de padre a hijo. Así
ocurre en los textos religiosos, en los literarios y en las autobiografías, documentos todos
ellos que refieren al plano de los arquetipos. En cambio, en otro tipo de textos, principalmente
los relativos a la “vida cotidiana”, que indican las prácticas sociales efectivas, la mujer
también aparecen como posible heredera.
El hombre tenía un lugar preeminente y ejercía el poder desde la posición de dominio que
ocupaba. La organización social partía de una diferencia de base, establecida en función del
sexo. El carácter patriarcal de la organización social egipcia se dejaba sentir en todos los
aspectos de la vida.
La realeza era ejercida por un hombre, también eran hombres los que ocupaban los cargos de
responsabilidad (en el gobierno, en la administración, en el sacerdocio –a excepción del clero
de Hathor–, etc.) y la familia estaba encabezada, asimismo, por un hombre.
Expresiones tales como “Osiris, hijo de Gueb”, “Horus, hijo de Osiris” establecían que la
legitimidad venía dada por línea paterna, que era el reconocimiento paterno el que legitima
al hijo. El modelo paterno-filial en relación con Osiris y con Horus contrasta sustancialmente
con el que presenta Set, ya que sus referencias, cuando se explicitan, son siempre respecto
de su madre Nut, nunca de Gueb, su padre. La ausencia de esta relación paterno-filial pone
de manifiesto que Set carecía de la legitimidad que le otorgaba el reconocimiento paterno,
pero además le negaba su vínculo ancestral, es decir, rompía su nexo de unión con sus
antepasados, privándole del vínculo directo con sus ancestros masculinos.
Cada uno de los progenitores respondía a principios distintos, y por lo tanto, los vínculos que
establecían con sus hijos eran también distintos. Mientras que la madre representaba el
“vínculo natural” (el nacimiento biológico, la protección natural –visceral–), el padre
representaba el “vínculo legal” (el reconocimiento y la protección legal).
En el derecho sucesorio los hijos estaban en posición prominente respecto a la viuda que
continúa siendo cabeza de familia, los hijos heredaban en partes iguales pero el padre
puede favorecer a uno en especial.
El derecho sucesorio del código de Hammurabi se establece en las leyes 137, 165, 169, 170,
172, 178, 179, y 191. Se pretende imponer atenuantes de desherencia y la fijación a quienes
se puede transmitir el patrimonio del fallecido, como podría funcionar la sucesión en
respectivos casos.
Otra falta considera muy grave era la unión incestuosa con una de las mujeres o concubinas.
Incluso después de muerto su padre, un hijo podía resultar desheredado si cometía incesto
con la que había sido esposa o concubina de aquel. En tal particular resultaba expulsado de
la casa, con lo que de forma automática resultaba desheredado.
Los hijos de las concubinas podían heredar si eran reconocidos por el padre. Lo mismo
ocurría con los hijos tomados en adopción. Sin embargo, si esto ocurría antes de que se
hubiera producido el nacimiento de los hijos "legítimos", la llegada de estos podría privar de
la herencia a sus "hermanastros". En tal caso, el hijo adoptado se encontraba en mejor
posición que el hijo natural, que frecuentemente resultaba desheredado en favor de su
hermano "legítimo" nacido en último término. El hijo adoptado podía volver a su familia de
origen, en caso de que la hubiera, o disfrutar, pese a todo, de una porción de la herencia de
su padre adoptivo. Este, incluso podía haber hecho constar en el documento de adopción que
lo consideraba como su heredero predilecto o más antiguo, lo que le protegía ante la ley de
las pretensiones de sus hermanos, siempre que hubiera sido adoptado antes del nacimiento
de éstos. La adopción era un contrato que podía disolverse en caso de incumplimiento por
alguna de las partes.
En cuanto al orden familiar las costumbres primitivas como las leyes ulteriores demostraron
que los helenos fundaban su unidad social en la unidad familiar. Pero la familia se
estructuraba en torno al respeto del culto.
El derecho griego constituyo para Europa antigua una de las fuentes cuya influencia se hizo
notoria en la mayor parte de Europa.
De este principio proceden todas las reglas del derecho de sucesión entre los antiguos
griegos. La primera es que siéndola religión domestica hereditaria de varón a varón, la
propiedad también lo sea y si el hijo es el continuador natural y el obligado del culto así
mismo heredera los bienes.
La herencia pertenece a los descendientes (hijos, nietos) y a los colaterales (tíos, sobrinos),
los hijos recibían igual cuota hereditaria a excepción de las hijas que únicamente pueden
pedir la dote y alimentos; en el caso de no existir hijos varones la herencia se la da al pariente
más próximo con quien deberá casarse con su hija. En Atenas, apareció el Testamento como
una manifestación del derecho del testador de disponer libremente de sus bienes, se prohibía
testar a los moribundos, existía también la Sucesión legal para suplir a la testada, igual que
en el Antiguo oriente.
En la Atenas clásica, el oiÉos, es decir la "Casa", como se llamaba a la familia del ciudadano
particular, era una unidad gobernada particularmente, que se basaba principalmente (aunque
la adopción estaba permitida y muy difusamente practicada) en la descendencia, y se
mantenía firme por lazos religiosos. El nacimiento legitimo en un oiÉos era, excepto el caso
de legitimación, la condición indispensable de la ciudadanía (incluso la validez de una
adopción dependía de que el adoptado fuera hijo legitimo en la familia de otro ciudadano).
Un hijo adulto podía separarse de la casa paterna y constituir su propio oiÉos.
En el transcurso de su historia,
que abarca tres milenios, llegó a
extender sus dominios sobre toda
la cuenca del Mediterráneo y
gran parte de Europa. Como
capital del Imperio romano, se
constituyó en una de las primeras
grandes metrópolis de la
humanidad, centro de una de las
civilizaciones antiguas más
importantes. Influenció la
sociedad, la cultura, la lengua, la
literatura, el arte, la arquitectura,
la filosofía, la religión, el
derecho y la moral de los siglos sucesivos.
El derecho hereditario romano, tiene a la herencia como objeto de la sucesión debido a que
el heredero recibe la totalidad del patrimonio y no objetos específicos; es así como se da
apertura al concepto de mortis causa que significa la sucesión universal.
• Sucesión inter vivos: cuando una persona ocupa el lugar y la titularidad de los
derechos de otra; según las reglas del ius civile, esta sucesión entre vivos se produce
cuando el paterfamilias adquiere la potestad sobre una persona sui iuris y como
consecuencia se transmiten en bloque sus bienes al padre: esto sucede en los casos de
la arrogación (adrogatio), por la que una cabeza de familia se somete en adopción a
la potestad de otro paterfamilias. Las deudas de los que pasan a la potestad del padre
no se transmiten en virtud de la sucesión.
• Sucesión Mortis causa: a la muerte de una persona el heredero entra en la misma
posición que aquella tenía y se sitúa en su lugar considerándose que lo hace sin
interrupción alguna. La consecuencia a más importante es que la sucesión se produce
tanto sobre los créditos como sobre las deudas.
• Los impúberos sui juris, porque carecen del juicio necesario para el acto tan
importante. Pero sólo es el ejercicio del derecho el que les falta, de manera que pueden
dejar una sucesión testamentaria, si el jefe de familia testó por ellos cuando estaban
bajo su autoridad.
• Los locos, Éstos sólo pueden testar válidamente en un intervalo lúcido.
• Los pródigos interdictos, porque ya no tienen el commercium, aunque queda válido
el testamento que hayan hecho antes de la interdicción.
• Los sordos y los mudos, es decir, aquellos que no entienden ni hablan de una manera
absoluta; pero si su enfermedad es accidental y han hecho el testamento antes de estar
acatados, éste produce todos sus efectos.
La forma de los testamentos en Roma varió según las épocas. Diferentes maneras de testar
fueron admitidas sucesivamente por el antiguo Derecho civil, por el Derecho pretorio y por
las constituciones imperiales.
Respecto a la persona del testador: Los militares durante la campaña, y otras personas
asimiladas a ellos, pueden testar sin formalidad alguna, bastando que se tenga la certidumbre
de su voluntad de cualquier modo que sea. Semejante testamento deja de ser válido en cuanto
cesa la necesidad que lo motivó, y también por razón de licenciamiento no es deshonroso.
Respecto al lugar
Respecto al contenido: Para disponer en favor de los hijos o nietos (testamentum parentum
inter liberos), basta el testamento ológrafo en que consten el nombre de los herederos
Aun cuando un testamento se halle otorgado con todos los requisitos extrínsecos que hemos
enumerado, puede ser ineficaz, ya sea por un vicio coetáneo a su redacción, ya por un hecho
ocurrido posteriormente.
El Derecho Feudal, manejaba las sucesiones de otra manera. Estas eran las sucesiones que
correspondían a la nobleza, y aquí jugaban otros factores. No sólo se heredaba la tierra, sino
los títulos de nobleza, que iban adjuntos a ella. Y se heredaban como "propiedad" los
derechos de cobrar impuestos. Como las mujeres no transmitían la nobleza a sus
descendientes, casi nunca heredaban. Podían heredar una tierra o un título, pero no
transmitirlos a sus hijos.
En este sistema también hereda solamente un hijo primogénito, casi siempre varón. Incluso
en el caso de que hubiera hijas mujeres se le dejaba la herencia al hijo varón mayor entre los
varones. En este régimen sucesorio también se promueve la concentración de bienes, y no su
división.
IMPERIO GERMANICO
El Derecho Germano o de
Costumbres, era distinto.
Aquí es la ley la que crea los
herederos; no hay caprichos
individuales. Los hijos
heredan por partes iguales,
generalmente -según las
regiones- también sólo los
hijos varones. No hay
derecho de primogenitura. Es
un sistema enfocado a la
división de bienes, y al
desarrollo del individuo.
Cuando un varón jefe de familia fallecía, lo sucedía el varón de mayor edad. La asamblea de
la tribu le entregaba los bienes, el heredero pagaba entonces todas las deudas y se quedaba
con el remanente. No había confusión de patrimonios, ni las deudas del difunto pesaban sobre
los bienes del heredero. Sin embargo este sistema no prevaleció sino el romano.
A diferencia del Derecho Romano, el Germano considera a la Secesión en cuanto a los bienes.
SEGÚN NAPOLEÓN
Las sucesiones se abren por muerte natural o por muerte civil. La ley regula el orden de
suceder entre herederos legítimos; luego, a hijos naturales; si no hubiera, al cónyuge
sobreviviente, y en su defecto, los bienes pasarán a manos de la República.
La propiedad debería ser accesible a todos los individuos, sin distinciones. Se establece, en
el primer proyecto de Código Civil, la igualdad total y absoluta de los descendientes, la cual
subsistirá en los posteriores proyectos. Ellos quieren la multiplicación de propietarios, y
activos flexibles y móviles, que puedan ser transferibles sin problemas. En el 3er. proyecto
de Código Civil, se incrementa la participación no sólo de los descendientes, sino de los
colaterales (hermanos, tíos, sobrinos).
En esta inmensa estructura del nuevo edificio de leyes todo debe encajar como un mecanismo
de relojería: al restringir el poder absoluto de los padres sobre la familia, también se les quita,
entonces, la potestad de testar a su antojo. Los legados deben ser hechos conforme a la ley,
con división igualitaria de los bienes entre los descendientes. Los hijos naturales, asimismo,
son asimilados a la herencia, si están reconocidos dentro del período matrimonial o antes.
Los hijos ilegítimos gozarán de los mismos derechos sucesorios que los legítimos.
Sin embargo, los revolucionarios, en su afán por dar plena libertad a todos los actos civiles,
también ampliaron la libertad de las donaciones en vida y de la transferencia de los bienes
objetos de la sucesión (atributo de terminación del derecho de propiedad o ab-usus).
Mediante ésto, se facilitó que, por el costado, los padres pudieran, de todas maneras, distribuir
los bienes a los hijos que ellos deseaban, mediante la venta a un tercero y la recuperación
luego del bien hacia uno o más de los hijos. En el antiguo Derecho Escrito del Sur de Francia
los bienes objetos de sucesión eran prácticamente inalienables.
Al promulgar Napoleón Bonaparte el Código Civil de Francia en 1804, muchas de las ideas
de la Revolución habían sido re-examinadas y corregidas por el nuevo sector gobernante de
la alta burguesía. En cuanto a las sucesiones se mantendrá la igualdad del derecho sucesorio
para todos los hijos por igual, pero se introducirán variantes. En el Código de Napoleón, que
le dio una gran importancia al tema de la propiedad, las sucesiones están dentro del capítulo
"Diferentes maneras de adquirir la propiedad".
El Código Civil de 1804 decía, en su art. 718: "las sucesiones se abren por muerte natural o
por muerte civil". Al perder todos los derechos de ciudadanía, -muerte civil- la persona perdía
también sus bienes y debía legarlos.
En su art. 723 dice: "La ley regula el orden de suceder entre los herederos legítimos; luego,
a los hijos naturales; si no hubiera, al cónyuge sobreviviente, y en su defecto, los bienes
pasarán a manos de la República".
Ahora bien, cómo era este orden de "herederos legítimos" Art. 731: "Las sucesiones se
difieren a los hijos y descendientes del difunto, y a sus ascendientes y parientes colaterales,
en el orden que sigue:" Art. 733: "Todas las sucesiones a los ascendientes o parientes
colaterales, se dividen en dos partes iguales: una para la línea paterna y otra para la materna".
Luego establece lo que son líneas directas y colaterales: en línea directa se cuentan los grados
de ascendencia entre las personas: los hijos y padres en primer grado, los abuelos y nietos en
segundo. En línea colateral, (los que descienden de un autor común), los hermanos son de
segundo grado, los tíos y sobrinos, de 3º, los primos hermanos de 4º, etc.
Art. 745: Los hijos o sus descendientes suceden en primer grado a sus padres, madres,
abuelos, sin distinción de sexo ni de primogenitura, y aunque sean surgidos de diferentes
matrimonios. Serán sucesores en partes iguales y por cabeza...".
DERECHO ANGLOSAJON
La historia del Derecho Inglés comienza con el término del dominio romano (Siglo V),
cuando diversas tribus de origen germánico, entre ellas los anglos y los sajones, se apoderan
de Inglaterra.
El “Common law” nació en Inglaterra en la Edad Media con la creación de los Tribunales
Reales y se formó por las costumbres de las Tribus Germanas que habitaban la isla. Este
sistema jurídico subsiste en países de la comunidad internacional como Inglaterra, Estados
Unidos de América, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, entre otros.
En una escala de complejidad para el jurista de tradición civilista que se enfrenta al Derecho
inglés, el derecho de sucesiones ocuparía un rango relativamente bajo; a pesar de las
marcadas diferencias existentes respecto del ordenamiento español, el sistema sucesorio
inglés tiende a una mayor simplicidad, tanto por lo que se refiere a la elaboración de negocios
mortis causa, como respecto de las consecuencias de la apertura de la sucesión, especialmente
desde el momento en que desaparecen reglas de larga tradición que complicaban la
ordenación sucesoria
Las mujeres no están excluidas de esta sucesión, más en caso de un mismo grado de
parentesco van después de los varones.
EN LA COLONIA ESPAÑOLA
Producto de esta influencia del derecho romano, se volvió a una concepción más
individualista que
modificaría el patrimonio
familiar. Renace el
dominium clásico romano,
con todos sus atributos:
uso, disfrute, tenencia,
posesión y enajenación de
las cosas “según Dios o
según Fuero”, y perdió su
significación sucesoria la
distinción entre bienes de
abolengo y adquiridos,
aunque, hicieron su
aparición los mayorazgos.
En la Partida VI, dedicada
íntegramente al derecho sucesorio, toda la materia se refería al testamento. La sucesión era o
bien por testamento o ab intestato.
DERECHO INDIANO
Cuando se produjo el
descubrimiento por parte de
España de los territorios
americanos, se planteó la
necesidad del
establecimiento de una
legislación que rigiera los
destinos de los pobladores
de esas tierras.
Existieron normas
específicas destinadas a las
colonias americanas, o
Derecho Indiano, que
regulaban cómo se
El Derecho para las colonias americanas, que emanaba de distintas autoridades, fue de índole
netamente práctico, recordando de alguna manera, el antiguo Derecho Romano, que nacía
ante situaciones concretas a resolver, y se iba modificando ante las situaciones cambiantes
que requerían su adaptación. Esto produjo una proliferación de normas que hacían dudar
sobre la que correspondía aplicar en el caso concreto.
Muchas disposiciones tomaban en cuenta las costumbres aborígenes, que constituían para
ellos un verdadero Derecho Consuetudinario (Derecho no escrito creado por la repetición de
conductas, que hace nacer conciencia de obligatoriedad), pero muchas normas emanaban de
España y eran concebidas para un mundo nuevo, cuya realidad los europeos desconocían.
Las Leyes Nuevas de 1542, declaraban entre otras cosas, la preocupación española por la
conservación y el aumento de los nativos, y que debían ser tratados como personas libres y
vasallos de la Corona, e instruidos en la fe cristiana.
Las Ordenanzas de Alfaro de 1612, fueron producto de la labor del oidor Francisco de Alfaro,
a quien el Presidente de la Real Audiencia de Charcas, le encomendó relevar la situación de
los aborígenes, en cumplimiento de la Ordenanza emanada de Felipe II, que había recibido
denuncias del mal trato al que eran sometidos los pobladores autóctonos.
Se realizaron estos esfuerzos para ordenar la legislación en el siglo XVI, que, como dijimos
era muy abundante y dispersa, pero fueron intentos incompletos, hasta que en 1680, siendo
rey Carlos II, luego de un arduo trabajo de una comisión entre los que se destacó Antonio
León Pinelo, vio la luz la “Recopilación de las Leyes de los Reinos de Indias”, con aplicación
en todo el territorio indiano, que reunía 6.385 disposiciones, emanadas del Rey y del Consejo
de Indias. Las ordenanzas de Virreyes y otras autoridades, no fueron tenidas en
consideración.
Sin embargo con posterioridad a dicha recopilación el Derecho siguió creciendo con el
dictado de nuevas normas.
En este contexto, el
“sistema sucesorio”
experimento cambios, ya
sea en los años de
confederación cusqueña,
así como en los de
expansión imperial. Lamentablemente, muchos han sido los obstáculos para comprender
cabalmente la organización política de los incas. Uno de ellos, los funcionarios españoles del
siglo XVI, quienes presentaron intencionalmente la sucesión de autoridades incaicas como
un proceso caótico e injusto; esto para deslegitimar el orden tahuantinsuyano y así justificar
la conquista. Tómese en cuenta que bajo el gobierno del virrey Toledo, se elaboró una historia
de los incas, donde estos aparecían como tiranos, opresores de los curacas locales o pueblos
asimilados. Es por ello que, frente a este orden injusto, la corona española, podía atribuirse
el derecho de nombrar nuevos curacas para estos territorios.
Un análisis detallado de las referencias sobre las sucesiones inca confirma que en el ámbito
andino no existió la primogenitura, tan generalizada en el Viejo Mundo, y por lo tanto
tampoco se consideró la bastardía. La tradición existente en los Andes señalaba para la
sucesión el derecho del "más hábil" de los candidatos al poder. Naturalmente, la costumbre
generaba intrigas, luchas y muerte al fallecimiento de cada soberano y ante la necesidad de
efectuar un cambio de gobierno. Además, el Inca poseía numerosas mujeres y entre ellas se
distinguía a la coya o reina con la cual se desposaba el día que recibía la borla, insignia del
poder. Las herencias se volvieron tan tempestuosas que se intentó tomar ciertas medidas para
remediar el alboroto que se producía. Así surgió la elección que hacia el Inca de su sucesor,
o sea de un co-regente que recibía la borla y una nueva esposa el día de su nombramiento.
Desgraciadamente, el candidato podía ser revocado si no demostraba poseer los requisitos
necesarios para ser un gobernante.
Es así como se sucedieron tres incas de singular Capacidad como lo fueron Pachacutec,
Tupac Yupanqui y Huayna Capac.
La revisión de la literatura sobre tema: las sucesiones incaicas; permite comprobar que
existen tres modalidades explicativas:
Esta se inspira principalmente en los Comentarios Reales de los Incas. En esta obra, Garcilaso
presenta dos dinastías (hurin y hanan) así como una lista real de 14 incas (Cápac Cuna). Es
la explicación más difundida en las escuelas por ejemplo. Las sucesión incaica es
directamente de padre a hijo (inca-auki, este último traducido por Garcilaso como “infante”)
y se transmite en general la idea del incario como una monarquía similar a las de la Europa
del siglo XVI. Esta versión tiene el defecto además de perpetuar la idea un imperio que sólo
tuvo 14 incas.
En tiempos tempranos, muchas veces el mando cusqueño recaía sobre algún guerrero de valor
y habilidad sobradamente demostrada: los sinchis o jefes militares. En ese sentido no se
diferenciaba de las costumbre de muchos curacazgos del territorio andino. Está demostrado
por ejemplo que en señoríos como los de Chincha y Rímac, se estableció como norma el
elegir señor o jefe, al más “virtuoso y competente”. Posteriormente, cuando los incas
ejercieron su control sobre todo el ande central, fueron ellos los responsables de nombrar a
los nuevos curacas o caciques. Para la designación de las nuevas autoridades, no se tomaba
en cuenta si era primogénito del curaca anterior o allegado suyo, sino que tuviese “buen
entendimiento” así como habilidad y suficiencia. En cuanto al gobernante directo del
imperio, era imprescindible que el auki o sucesor elegido (provisionalmente) por el inca,
convenciera a través de sus acciones, de su capacidad gobernar y conquistar.
Rostworowski, señala que en el señorío de Lambayeque, el valle del río Chillón, Lurín y
otros curacazgos, destacaron las “sucesiones generacionales”, es decir la transmisión del
mando de hermano a hermano antes de pasar a los hijos. El poder así podía ser asumido
sucesivamente por los hermanos del gobernante fallecido, hasta pasar a alguno de sus
Finalmente, Hernández, indica que: “El sistema incluía el reemplazo de los gobernantes
Hanan y Rurin cuando la edad de los gobernantes había llegado a un punto en el que era
mejor que abandonaran el ejercicio cotidiano del poder. Por esto, existía una suerte de
periodo de prueba en el que los aspirantes hacían valer sus derechos demostrando su
habilidad para gobernar, prefiriéndose a los hijos del inca en la coya que a los otros.
DERECHO PERUANO
Con Atahualpa capturado por Francisco Pizarro, la penetración de la cultura española, y más
exactamente de su sistema jurídico, se produjo irremediablemente. Para el profesor Manuel
Burga la Conquista fue una empresa relativamente fácil, pues la guerra entre Huáscar y
Atahualpa impidió una respuesta "nacional" al invasor.
La Conquista del Perú se llevó a cabo al iniciarse la Edad Moderna. Al producirse la invasión
occidental en América, Europa atravesaba una profunda transformación derivada de la
decadencia de las concepciones feudales. En la etapa de la Conquista del Perú, se puede
descubrir las vacilaciones de los hombres de esa época en torno a los conceptos de justicia y
Derecho.
Las Leyes Nuevas, cuyo nombre oficial, según el historiador mexicano Joaquín García
Icazbalceta, fue Leyes y Ordenanzas nuevamente hechas por su Majestad para la gobernación
de las Indias y buen tratamiento y conservación de los Indios (sic), fueron un conjunto
legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542 que pretendió mejorar las condiciones
de los indígenas de la América española, fundamentalmente a través de la revisión del sistema
de la encomienda y brindando una serie de derechos a los indígenas para que vivieran en una
mejor condición.
Una década más tarde, es decir, en 1542, el Rey Carlos I de España, Emperador V de
Alemania, resolvió aplicar, al antiguo Imperio de los Incas, todo el sistema jurídico-político
de la metrópoli; de ello dijo el profesor José Valega:
"Las llamadas Nuevas Leyes, bases de la Recopilación de las Leyes de Indias, fueron
el producto de un amplio análisis de las conveniencias políticas y económicas de
España. En número de 40, dadas en Barcelona, el 20 de noviembre de 1542.
Contemplaban problemas de orden social, administrativo, jurídico y político en
relación con las posesiones de América".
En una de esas Leyes Nuevas se reconoció el carácter de súbditos del Reino a los naturales
de América, de ese modo a la situación de hecho creada se le daba la formalidad jurídica, es
decir, el nuevo Rey era el español. Así se inició la etapa de la Colonia en el Perú, imponiendo,
a través de las Nuevas Leyes, un esquema jurídico occidental, tan en desacuerdo con la
cosmovisión andina, modificando radicalmente el sistema socio-cultural incaico y “trocando
el reinado en vasallaje” como dijera Garcilaso Inca de la Vega. De ese modo, la cultura y el
Derecho castellano penetraron en una cultura tan lejana como la civilización incaica. En lo
que concierne al tema que motiva la investigación, una de esas Leyes Nuevas, referida al
derecho de sucesiones, prescribió lo siguiente:
“se cancelaba la herencia consanguínea en los repartimientos, los mismos que debían volver
a la Corona, es decir, al Estado, al fallecimiento de los beneficiados”. De este modo en el
Perú, desde los primeros momentos de la etapa Colonial, se legisló sobre la sucesión del
Estado y su destino: la Corona española. En las monarquías el Estado fue el Rey y el Rey fue
el Estado. Para la mejor comprensión de la investigación, que se somete a consideración de
la comunidad jurídica, es oportuno señalar, con mayor precisión, qué son los repartimientos;
de ellos dijo el profesor Román Alzadora lo siguiente:
Las codificaciones tuvieron lugar al inicio de la Edad Contemporánea, las cuales aparecieron
a fines del siglo XVIII y a comienzos del siglo XIX. Las codificaciones se produjeron en
Prusia, Francia y Austria. La Historia del Derecho conoce esta época como la Época de la
Codificación.
“Evolución Histórica del Derecho de Sucesiones”
34
Consumada la recepción del Derecho Romano, la situación jurídica producida por la
ruralidad legislativa no fue satisfactoria para la administración eficaz del Estado ni para
resolver los conflictos de intereses. Este caos hizo que la idea de la codificación se planteara
como una necesidad y un intento de racionalizar la vida jurídica de aquel entonces. La
racionalización, la ilustración la especulación jurídica, que había alcanzado un extraordinario
desarrollo en los siglos precedentes, el Derecho común Romano y el Derecho Natural
hicieron posible llevar a cabo la codificación.
Los orígenes de la codificación moderna, tuvieron muchas causas, entre ellas están: las
específicamente políticas que se inscriben en el contexto de la era contemporánea; la
Revolución Francesa y la exportación del modelo francés a Europa y a América Latina. No
ponemos en duda la existencia de orígenes jurídicos – o sea, relativos a la evolución de la
técnica legislativa y de la concepción del derecho – susceptibles de explicar el advenimiento
de la codificación moderna. Esos orígenes se sitúan en un largo proceso de elaboración y de
reinterpretación de la sistemática del Derecho Romano.
No hubo posibilidad que existiera la Sucesión del Estado, tampoco la “herencia vacante”, por
consiguiente no hubo institución que recibiera el caudal relicto, así la ¿participación de la
beneficencia, fue inexistente, como también el del gestor de herencias.
En el Proyecto de Código Civil para el Perú, se reguló el hecho que los herederos, no importa
cuán lejanos estuviesen del causante, Vidaurre empleó, inexplicablemente, la categoría
jurídica: herencia vacante, planteando así una antinomia.
En el Código Civil Nor-Peruano sólo a falta de parientes colaterales de cuarto grado el Estado
recogió el patrimonio del causante.
En el derogado Código Civil de 1852 sólo a falta de parientes colaterales de sexto grado, el
Estado recogió el patrimonio del causante.
En el derogado Código Civil de 1852 la Beneficencia Pública recibió, a nombre del Estado
el patrimonio del de cujus, en forma exclusiva y excluyente. Sólo en la eventualidad que el
causante no tuviera domicilio en la república el ¿Fisco? sustituía a la Beneficencia Pública
también en forma exclusiva y excluyente.
En el Proyecto de Código Civil de 1890, sólo a falta de parientes colaterales de cuarto grado
(herederos de sexto orden), el Estado debía recoger el patrimonio del causante. El Proyecto,
asimismo, planeó llamar hasta el sexto orden de herederos, modificando al Código Civil de
1852 vigente por aquel entonces.
En el Proyecto de Código Civil de 1890, se planteó que no sólo recogiese, a nombre del
Estado, la Beneficencia Pública, el patrimonio dejado por el causante, sino que compartiera
esa representación con la instrucción primaria.
En el Proyecto de Código Civil de 1890 tampoco se reguló sobre la participación del gestor
de herencias.
En el derogado Código Civil del Perú de 1936 sólo a falta de parientes colaterales de cuarto
grado (herederos de sexto orden), el Estado recogió el patrimonio del causante.
En el derogado Código Civil del Perú de 1936, la Sociedad de Beneficencia Pública recibió,
a nombre del Estado, en forma exclusiva y excluyente, el patrimonio dejado por el causante.
18 años después de la vigencia del Código Civil de 1936, la Beneficencia debió compartir el
patrimonio del causante con la
En el derogado Código Civil de 1936, para que el Estado recibiera el patrimonio, el Juez
debió declarar previamente la “herencia vacante”, incorporándose así una institución de
Derecho Romano abandonada en el Código Civil de 1852. En el Código Civil de 1936 no se
empleó la expresión Sucesión del Estado, la nomenclatura que empleó el Código fue:
“herencia vacante” queriendo significar que es el Estado quien asumía el patrimonio dejado
por el causante que no tuvo herederos en grado sucesible.
En el derogado Código Civil de 1936, que entró en vigor el 14 de noviembre de ese año, no
se reguló la institución del gestor de herencia, sin embargo es oportuno señalar que por Ley
Nº 8489, de fecha 30 de diciembre de 1936, que crearon dos cargos de Procuradores
Generales de la República y al mismo tiempo se creó la figura de los que denuncien bienes o
rentas del Estado ocultos o detentados, presentarán sus denuncias ante el Gobierno.
El Proyecto de Libro de Sucesiones de Héctor Cornejo Chávez del año 1944, formulado en
la tesis universitaria para alcanzar el grado de doctor en Derecho, planteó que el Estado debía
concurrir simultáneamente con los herederos legitimarios, es decir, del primer, segundo y
tercer órdenes y en partes iguales. Asignando al Estado la condición de heredero privilegiado,
favoreciéndose notablemente, como nunca antes en la historia del Derecho Civil peruano, al
Estado.
En el Proyecto, el Estado, sin ser pariente, está antes que otros parientes y se reducen los
órdenes hasta el tercer grado con el propósito de favorecer al Estado. En el Proyecto se
eliminó la terminología herencia vacante siguiendo así al Código Civil de 1852 y superando
de esta manera al Código Civil de 1936.
En el Proyecto no aparece la beneficencia pública como entidad que, a nombre del Estado,
debe recibir el patrimonio del causante cuando éste no tuvo herederos en grados sucesible.
Sólo se habla de Estado. El Proyecto de Libro de Sucesiones de Héctor Cornejo Chávez del
año 1944 tampoco se reguló sobre la participación del gestor de herencias.
En el Código Civil del Perú de 1984, sólo a falta de los parientes colaterales de cuarto grado
(herederos de sexto orden) el Estado recoge el patrimonio del causante
En el Código Civil del Perú de 1984 (en su primera versión) la Beneficencia Pública recogió
a nombre del Estado el "patrimonio urbano", en tanto que un organismo del Estado vinculado
a la actividad rural recogió el "patrimonio rural" dejado por el causante. En la segunda versión
sólo la Beneficencia debe recoger la herencia. Finalmente, el caudal relicto dejado, por quien
En el Código Civil del Perú de 1984, sí se regula, desde un Código, sobre la activa
participación del gestor de herencia, toda vez que el derogado Código Civil de 1936, que
entró en vigor el 14 de noviembre de ese año, no se reguló la institución del gestor de
herencia, sin embargo un mes después se promulgó la Ley Nº 8489, de fecha 30 de diciembre
de 1936, que creó el cargo de Procuradores Generales de la República y al mismo tiempo se
creó la figura de los que denuncien bienes o rentas del Estado ocultos o detentados,
presentarán sus denuncias ante el Gobierno. En el Código Civil del Perú de 1984, se incorpora
la nomenclatura Sucesión del Estado, desterrando la inadecuada: herencia vacante.
BIBLIOGRAFIA
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• WWW.ENCICLOPEDIADERECHO.COM
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• Evolución Histórica Del Derecho De Sucesiones del Viejo Continente.
• Código Civil Comentado, Jurista Editores.