Fallo Vlasov
Fallo Vlasov
Fallo Vlasov
(rehecho)
Autos: Cavura de Vlasov, Emilia c/ Vlasov, Alejandro.
Fecha de sentencia: 28 de marzo de 1960.
Tribunal interviniente: Tribunal de Primera Instancia y Cámara de Apelaciones en lo
Civil de Capital Federal.
Hechos: Emilia Cavura de Vlasov y Alejandro Vlasov se casaron el 26 de setiembre de
1925 en Rumania, y en 1941, los cónyuges fijaron su domicilio en la ciudad de Buenos
Aires, donde, después de habitar por algún tiempo en un hotel, alquilaron el
departamento, que aún poseían, en la Av. Libertador General San Martín. La parte
actora afirmó que el demandado hizo su último viaje a Europa en 1952, y que desde
entonces no regresó a Buenos Aires, ni se comunicó en forma alguna con ella hasta
unos días antes de iniciarse la demanda. Por su parte el demandado afirmó que desde
el año 1949 había establecido su domicilio en Génova (Italia), suplantando el que tenía
en Buenos Aires; y que, desde 1952/53 había instalado allí el núcleo familiar con sus
hijos de su primer matrimonio, con excepción de la actora que se negó a radicarse en
aquel lugar, no obstante, todas las solicitaciones que le dirigió con tal fin. Afirma que el
“rompimiento definitivo” se produjo en 1954, con motivo de la disminución de la cuota
que el demandado le pasaba a la actora para sus gastos.
Hechos jurídicos: La actora demandó a su esposo Alejandro Vlasov por divorcio y
separación de bienes, invocando las causales de abandono voluntario y malicioso del
hogar, adulterio e injurias graves. Por otro lado, el demandado opuso una excepción
dilatoria de incompetencia de los tribunales argentinos para entender en la demanda,
sosteniendo que al haber establecido su domicilio en Italia desde 1949, y habiendo
toda relación desde 1954, considera que en virtud de todo esto mencionado y lo
dispuesto por los artículos. 104 y 53 de la ley de matrimonio, 90, inc. 9° del Cód. Civil y
4° del Cód. de Procedimiento, la demanda no pudo iniciarse en la Argentina.
Problema: El problema se basa en resolver si la demanda podía iniciarse en Argentina,
o tenia que hacerse en Italia o en otro país. El demandado basa su excepción de
incompetencia ya que en los artículos que él menciona de la Ley de Matrimonio y del
viejo Código Civil sostenían que las acciones de divorcio debían intentarse en el
domicilio de los cónyuges (y este es el del marido), aunque la mujer se encuentre en
otro lado y separada, esta aún conserva el domicilio del marido hasta que se cree otro.
La Ley de matrimonio civil de 1888 no permitía el divorcio y colocaba a la mujer como
una persona incapaz relativa de derecho, motivo por el cual esta no tenía la facultad de
administrar sus propios bienes y por ello debía hacerlo el marido. Solo posibilitaba la
separación personal que mantenía vigente el vínculo y solo extinguía la sociedad
conyugal. Esto permitió que el señor Vlasov actuara de mala fe aprovechándose de la
disposición de la ley y que este fijara domicilio en otro país para que los jueces
argentinos perdieran su competencia y no pudieran entender en el caso.
El juez de primera instancia rechaza la excepción de incompetencia de jurisdicción
opuesta, porque en autos surge que el ultimo domicilio común de los cónyuges estuvo
en la Argentina. Por el contrario, la Cámara de Apelaciones Civil de Capital Federal
admitió la excepción de incompetencia y revocó la sentencia de primera instancia. Por
esto se interpone recurso extraordinario, y por tal motivo este caso llega a la Corte.
Solución: La Corte sostuvo que en caso declarar la incompetencia de los jueces
argentinos esto traería como resultado una denegación de justicia, entonces la Corte
debería intervenir en el proceso, y apoyó su postura por la necesidad imperiosa de
garantizar la defensa en juicio. También tuvo en cuenta que el demandado tenía
negocios en los centros comerciales e industriales más importantes del mundo y sobre
todo en empresas de navegación. Esta circunstancia tornaba casi imposible interponer
la demanda a Vlasov en el extranjero, un tribunal de cualquiera de estos países podría
considerarse competente y excluir a los tribunales argentinos. La Corte asimismo
sostuvo que la Sra. Vlasov quedaría en situación vulnerable ya que nunca habitó en
estos países y que es probable que los jueces se declaren incompetentes por no tener
vínculo alguno con las partes. También tiene en cuenta la edad de los conyugues, ya
que el demandado tenía 81 años al momento de dictarse la sentencia de Cámara y que
podría fallecer antes de que quedara firme la sentencia de la última instancia. Por
último, para la Corte el domicilio conyugal consideró que sería el último lugar efectivo
de convivencia indiscutible de la pareja. Con este fallo la Corte introduce lo que se
denomina “Foro de necesidad”, lo cual se crea para evitar una posible y casi segura
denegación de justicia.
Normas en las que se funda la solución: Interpretan el artículo 104 de la Ley de
Matrimonio de una manera más amplia y extensiva para que asegure el acceso a la
jurisdicción y no deje desamparada a la mujer. También se basaron en el artículo 9° de
la ley 4055, ya que la Corte declaró que correspondía también a la Corte Suprema la
decisión de otros conflictos insolubles entre jueces. Quedó así establecido que, cuando
la divergencia entre jueces planteara una situación contradictoria que no tuviera
solución adecuada dentro de las organizaciones judiciales respectivas, procedería la
intervención de la Corte Suprema para dirimirla, aunque no se configurase una
específica cuestión de competencia.
¿Como llego el caso a la Corte?: Llega a la Corte porque se trata de un conflicto
negativo dentro del principio de independencia de la jurisdicción. Si la Corte no
hubiese tratado al caso, se generaría una denegación internacional de justicia.
Entonces, la CSJN acordó que aun cuando no estuvieran llenados los trámites legales
de la controversia entre jueces o tribunales que caracteriza la contienda de
competencia, le incumbiría sin a la Corte Suprema intervenir en las oportunidades en
que puede producirse efectiva denegación de justicia por la declaración de
incompetencia de los respectivos magistrados requeridos para dictarla.