Cefaleas
Cefaleas
Cefaleas
equilibrio
Se define como vértigo a una sensación ilusoria de movimiento, que
puede corresponder tanto al desplazamiento del cuerpo con respecto a
los objetos (vértigo subjetivo) como de estos en relación con el cuerpo
(vértigo objetivo). El vértigo acompañado de sintomatología autonómica
y desequilibrio define un síndrome vertiginoso. Se entiende por mareo
cuando no hay una ilusión de movimiento, suele describirse como la
sensación de cabeza vacía, flotación y vahído. Según la evidencia
científica, la distinción entre vértigo y mareo podría no tener significado
clínico. Los trastornos del equilibrio se relacionan con el sentido de la
posición o de la coordinación motora y se perciben en el tronco o las
extremidades, a diferencia de los mareos y el vértigo, que son referidos
a la cabeza.
FISIOPATOLOGÍA
El sistema vestibular detecta los movimientos y la posición del cuerpo
con respecto a la gravedad y genera respuestas motrices apropiadas de
la cabeza y el cuerpo con el objeto de mantener una visión óptima y un
equilibrio estable. Los reflejos vestibulooculares mantienen una visión
clara durante las actividades que ocasionan movimientos de la cabeza y
los reflejos vestibuloespinales contribuyen a estabilizar la cabeza y a
sostener la postura erecta. El equilibrio se mantiene a través de la
integración, en el tronco encefálico, de la información del sistema
vestibular y las modalidades sensoriales visuales y propioceptivas. Por lo
tanto, cualquier alteración en la función de alguna de estas puede
ocasionar un trastorno del equilibrio.
ENFOQUE DIAGNÓSTICO
El nuevo enfoque jerarquiza el síntoma, el tiempo de duración y la
presencia de desencadenantes. Este abordaje dio lugar a una nueva
clasificación de los síndromes vestibulares. La correlación clínica con
este abordaje podría ejemplificarse de la siguiente forma:
Neuritis vestibular: se presenta como un síndrome vestibular agudo
(SVA). Su fisiopatología es similar a la de la parálisis facial y el
tratamiento es sintomático. El uso de corticosteroides es controvertido y
solo se justifican los antivirales en el caso del síndrome de Ramsay-Hunt.
Migraña vestibular: se caracteriza por incluir los síntomas vestibulares
como manifestación de la migraña; es un síndrome vestibular episódico
(SVE) asociado a síntomas migrañosos (p. ej., cefaleas, fotofobia,
fonofobia, náuseas). Es importante el antecedente de migraña con aura
o sin ella.
Enfermedad de Ménière: aparece como un SVE espontáneo;
típicamente es precedido por síntomas auditivos unilaterales y muestra
una evolución en estadios. Presenta una hipoacusia significativa y
acufenos permanentes.
ANAMNESIS
En la anamnesis es importante definir la variable temporal y los posibles
desencadenantes a través de las siguientes preguntas:
¿Cuánto dura el síntoma, segundos, minutos, horas o es continuo?
Consignar luego el síndrome vestibular correspondiente: SVA, SVE o
síndrome vestibular crónico (SVC)
¿Los síntomas se relacionan con los movimientos de la cabeza (p. ej.,
vestibulopatía unilateral o bilateral?
¿Los síntomas se relacionan con los cambios de postura corporal o
cambios posicionales (p. ej., vértigo posicional paroxístico benigno
[VPPB], hipotensión ortostática, lesiones del tronco cerebral?
¿Los síntomas se desencadenan con el esfuerzo físico o la maniobra de
Valsalva (p. ej., causas cardíacas o dehiscencia del conducto
semicircular superior)?
¿Se asocian con menor audición, acúfenos o sensación de plenitud ótica
(p. ej., enfermedad de Ménière)?
¿Los síntomas fueron precedidos por un cuadro infeccioso (p. ej., neuritis
vestibular)?
¿Existen antecedentes de cefaleas de tipo migraña?
¿Durante los síntomas de mareo o vértigo presenta fotofobia o sonofobia
(p. ej., migraña vestibular)?
EXAMEN FÍSICO
Nistagmo
El nistagmo es un movimiento ocular involuntario, rápido, rítmico y
oscilatorio. El de origen vestibular tiene una fase lenta y una fase rápida;
por convención, se lo denomina por la dirección de la fase rápida. Puede
ser espontáneo, evocado por la mirada o desencadenado por las
maniobras de impulso cefálico, la vibración mastoidea, la
hiperventilación, la maniobra de Valsalva, la compresión del trago (signo
de Hennebert) o las maniobras posicionales. La importancia de
reconocer el nistagmo radica en su valor localizador. En las lesiones
cerebelosas o del tronco encefálico puede ser vertical u horizontal, con
cambio de fase (bidireccional), rotatorio puro o también desconjugado.
En una vestibulopatía periférica es siempre conjugado, unidireccional y
cumple la ley de Alexander (nistagmo horizontal que aumenta de
intensidad al mirar en el sentido de la fase rápida o, dicho de otra
manera, el nistagmo aumenta de intensidad hacia el lado contrario de la
lesión, pero nunca cambia de dirección).
Maniobra de Romberg
Otra manera de evidenciar alteraciones vestibulares consiste en
solicitarle al paciente que permanezca de pie, con los pies juntos y la
mirada al frente, con las manos en contacto con las caderas y, luego de
comprobar que puede mantener esta actitud por 30 segundos, pedirle
que cierre los ojos. Habitualmente, cuando existe una perturbación
vestibular, la persona pierde en ese momento el equilibrio y tiende a
inclinarse hacia un lado (lateropulsión) e incluso, aunque infrecuente, se
puede caer. Este signo se denomina Romberg positivo laberíntico,
aunque se prefiere usar el epónimo Romberg exclusivamente para las
afecciones que comprometen la sensibilidad propioceptiva profunda
consciente.