Racionalismo y Descartes 2h
Racionalismo y Descartes 2h
Racionalismo y Descartes 2h
EL RACIONALISMO: R. DESCARTES
(1596-1650).
* “Toda la filosofía es como un árbol, cuyas raíces son la metafísica, el tronco la física, y
las ramas que salen de ese tronco son todas las ciencias, que se reducen a tres principales,
a saber: la mecánica, la medicina y la moral; yo juzgo como la más alta y perfecta moral la
que, presuponiendo un entero conocimiento de las otras ciencias, es el último grado de la
sabiduría.”
* “Por lo que respecta a las otras ciencias, por cuanto toman sus principios de la filosofía,
juzgaba que no se podía haber edificado nada sólido sobre cimientos tan poco firmes…”
Las ideas sufren una crisis tan profunda como los demás aspectos de la cultura. La
filosofía “oficial” de la época seguía siendo la escolástica aristotélico-tomista
medieval. Pero estaba claro que una filosofía dogmática, cerrada y que rechazaba la
crítica no podía satisfacer la inquietud de los intelectuales de la época, marcados por
las novedades que había traído el Renacimiento y, sobre todo, el nuevo enfoque de la
ciencia (triunfo del método experimental y de la matematización de la realidad, siendo
La filosofía busca una nueva forma de entender el mundo. Lo hace por dos caminos
distintos: mientras que en el continente europeo se desarrolla la filosofía racionalista
(Descartes, Leibniz, Malebranche y Spinoza), en las islas británicas domina el enfoque
empirista (Locke, Berkeley y Hume). Cada una de ellas pone el acento en una de las
maneras que el hombre tiene de conocer el mundo: la razón y los sentidos. Para los
racionalistas, todo conocimiento verdadero acerca de la realidad procede de la razón,
se logra de un modo deductivo y ponen las matemáticas como modelo de este saber.
Para los empiristas, el conocimiento verdadero procede de la experiencia sensible y se
logra, por tanto, de un modo inductivo.
Aunque fue una persona que anduvo por la vida con discreción, se supone que por
miedo a despertar la peligrosa atención de la Inquisición, en filosofía su pensamiento
tiene gran repercusión en lo que luego será calificado como Modernidad, por
Entre sus obras cabe destacar: Reglas para la dirección del espíritu, El tratado del
hombre (publicadas después de muerto), Tratado del mundo (donde desarrolla sus
teorías físicas pero su conclusión coincide con la condena a Galileo y, por temor,
decide no publicarlo en vida), Discurso del método para dirigir bien la razón y buscar
la verdad en las ciencias (seguido de La Dióptrica, Los meteoros y La Geometría),
Meditaciones de filosofía primera, Los principios de filosofía, Tratado de las
pasiones, Tratado de la formación del feto y un tratado sobre música con el título
Compendium musicae.
Dice Descartes: “Por método entiendo un conjunto de reglas ciertas y fáciles que
hacen imposible tomar por verdadero lo que es falso y (…) sin malgastar inútilmente
las fuerzas de la razón, hacen avanzar progresivamente la ciencia para llegar al
conocimiento verdadero”.
a) Evidencia: Admitir como cierto sólo lo claro, evidente y que no pueda ser
puesto en duda como verdad. Hay que admitir solamente aquello que se
presente a nuestra inteligencia con tal claridad que no quepa la menor duda. La
evidencia se convierte en el criterio de verdad, no admitiendo nada que sea
dudoso.
b) Análisis: Podemos tener evidencia sólo de las ideas simples. Por lo tanto, lo
que hay que hacer es reducir las ideas compuestas a ideas simples. Análisis
significa división. Consiste en “dividir cada una de las dificultades a examinar
en tantas partes como se pueda, y en cuantas se requiera para resolverlas
mejor.”
Todo el método se reduce a la evidencia: hay que lograr una evidencia en la verdad
primera de donde se deducen las demás y en el proceso para deducir nuevas verdades.
* Universal: hay que someter a duda todas las certezas que se han mantenido
hasta ahora, todo lo que tenga una posibilidad mínima de ser falso.
* Duda de los sentidos: algunas veces nos engañan, nos inducen a error, por
tanto, no nos podemos fiar de ellos. Hasta podríamos sospechar que nos pueden
engañar continuamente. Por tanto, no nos sirven para lograr un conocimiento
cierto.
Mientras dudo sobre si el mundo es como yo lo percibo o no, por ejemplo, no puedo
estar seguro de cómo es el mundo, pero sí puedo estar absolutamente seguro de que
estoy dudando. Dicho de otra forma: mientras dudo, puedo dudar de todo, excepto de
que estoy dudando. Veamos esto más despacio. Cuando yo dudo acerca de si la Tierra
se mueve o no, de lo que estoy dudando es de si mi idea acerca de un determinado
acontecimiento es correcta o no, es decir, si mi idea se corresponde o no con la
realidad. Puedo dudar de la verdad de mis ideas, pero no puedo dudar de que
mientras dudo estoy dudando; y si dudo es porque existo, puesto que algo que no es
nada no puede hacer nada, no puede dudar. Por tanto, la duda puede alcanzar al
contenido del pensamiento, pero no al pensamiento mismo.
Es una idea clara (que se intuye con evidencia inmediata, se manifiesta sin
oscuridad, sin dificultad a la inteligencia que la intuye) y distinta (es simple,
elemental, diferente de cualquier otra idea).
Ya hemos visto que el yo piensa con ideas. Ahora bien, ¿en qué consisten exactamente
estas ideas? Descartes las estudia y clasifica de la siguiente manera:
c) Innatas: son aquellas que el entendimiento posee por si mismo, por naturaleza, con
independencia de la experiencia (ejemplos: yo, causa, sustancia, extensión, Dios,…).
Esta es la afirmación fundamental de los racionalistas, pues consideran que con las
ideas innatas, a través de un procedimiento deductivo, se puede ampliar el
conocimiento.
Tema 7. Descartes Página 11
5. LA REALIDAD: DOCTRINA DE LAS TRES SUSTANCIAS.
Se debería esperar que a partir de la primera verdad evidente que ya había logrado
Descartes construyera su gran edificio filosófico, pero no parece que logre el grado de
solidez que buscaba. Veámoslo:
Definimos sustancia como “cosa que existe de tal manera que no tiene necesidad de
ninguna otra para existir”. Estrictamente hablando, la sustancia infinita es la única
que cumple perfectamente la definición y las otras dos sustancias finitas no necesitan
de nada, salvo de la sustancia infinita.
La tercera de las sustancias está representada por las cosas materiales (res extensa).
Esta sustancia tiene como atributo fundamental el de la extensión, y una triple
dimensión: figura, posición y movimiento. Fue tratada ampliamente por Descartes en
un libro que dejó sin publicar, Tratado del mundo, por el temor que le causó la
condena de la Inquisición a Galileo. En él coincide Descartes con el mecanicismo de
los científicos de la época. Todo se reduce a materia y movimiento. La materia, por su
parte, no es otra cosa que extensión.
El universo, por tanto, tiene una explicación mecanicista: es como una gran máquina
muy compleja. Los animales también son concebidos como autómatas.