DEscartes
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III) DESCARTES
1) Vida
2) El proyecto cartesiano: punto de partida y objetivo
3) El método
3.1) Su importancia y finalidad
3.2) Los orígenes del método y los cuatro preceptos del mismo
4) La duda metódica cartesiana
4.1) Sentido de la duda en Descartes
4.2) Razones para dudar de todas las cosas
-El testimonio falaz de los sentidos
-La dificultad para distinguir con claridad el sueño de la vigilia
-La hipótesis del genio maligno
5) La primera verdad y la naturaleza del "yo"
6) El criterio de certeza y la necesidad de examinar si existe Dios y si puede ser engañador
7) La realidad objetiva de las ideas, como paso previo para la demostración de la existencia de Dios
8) La existencia de Dios y su veracidad
8.1) Los argumentos de la existencia de Dios en Descartes
8.2) La existencia de un Dios veraz, garantía última de la verdad del conocer
9) La física cartesiana: las tres sustancias, los atributos y los modos
10) El hombre
V) ACTIVIDADES
Todo este período "culmina con la obra de Kant, un sistema original donde se
combinan racionalismo y empirismo, y donde confluyen los intereses de la época moderna.
Kant representa ya la superación de la modernidad.
III) Descartes
1) Vida
"Nada diré de la filosofía, sino que viendo que ha sido cultivada por los más excelentes
espíritus que han vivido desde hace siglos y que, sin embargo, no se encuentra en ella cosa alguna
que no sea objeto de disputa y en consecuencia, que no sea dudosa, no tenía la presunción
suficiente para esperar encontrar algo mejor que los demás; y que considerando cuán diversas
pueden ser las opiniones relativas a un mismo asunto, sostenidas por gentes doctas, sin que sea en
modo posible que haya más de una verdadera, refutaba casi por falso todo lo que no era más que
verosímil.
Ahora bien, como según Descartes, las restantes ciencias toman sus principios de
la filosofía, deben resultar también ellas, forzosamente dudosas.
"Luego respecto a las demás ciencias, puesto que toman sus principios de la filosofía,
juzgaba que no podía haber edificado nada sólido sobre unos cimientos tan poco firmes".
Luego todo el edificio unitario del saber humano esta cimentado sobre bases poco
firmes y es que Descartes mantiene la tesis de la unidad del saber. "Todas las diversas ciencias
no son otra cosa que la sabiduría, la cual permanece una e idéntica", dice, en la primera de sus
"Reglas para la dirección del espíritu". Las diversas ciencias son manifestaciones de un saber único.
El edificio del saber es un todo orgánico; la metafísica constituye los cimientos del mismo; es como
las raíces de un árbol, según la analogía empleada por el mismo. De ella depende la física o filosofía
natural (el tronco) y, por último, las ciencias particulares (las ramas), Medicina, Mecánica y Moral.
La concepción unitaria del saber proviene, en último término, de una concepción unitaria
de la Razón. El saber es único porque la Razón es única.
B) La tarea urgente y objetivo inmediato de Descartes será el sanear los cimientos o las
raíces del edificio del saber. Edificar una filosofía de validez universal. Una filosofía de nueva planta
edificada y cimentada en algo sólido y firme, esto es, una filosofía que alcanzara idéntica certeza,
evidencia y universalidad que las matemáticas. (FILOSOFIA MORE GEOMETRICO). El objetivo es
encontrar un método que asegure el recto modo de razonar, y la reconstrucción de el saber humano
según el ideal del rigor matemático.
Para ello es preciso hacer "tabla rasa" de todos los sistemas filosóficos anteriores,
porque es "mejor levantar un edificio desde los cimientos que reconstruir edificios cuarteados". Se
trata de no admitir ninguna opinión como verdadera sin antes justificarla. Lo que eran opiniones que
se hagan verdades evidentes o que se desechen.
¿Cuál es el camino para lograr este objetivo de edificar el sistema del saber fundamentos
sólidos y hacer del saber un sistema unitario de verdades ciertas? ÉSTE ES EL PROBLEMA DEL
MÉTODO EN DESCARTES.
3) El método
3.1) SU IMPORTANCIA Y FINALIDAD
Descartes se pregunta por la causa del fracaso de los filósofos anteriores. ¿ Por qué
la filosofía no ha logrado constituirse como un saber evidente y universalmente válido? ¿A qué se
debe que en la filosofía haya opiniones contradictorias? El fracaso del filosofar no se puede achacar a
la incapacidad de la razón sino a la utilización de un método inadecuado. Sólo con Kant la razón se
cuestionará sobre sus raíces y límites.
Para Descartes, no sólo el saber es uno porque la razón es una. Es que, además, la razón
es naturalmente igual en todos los hombres, es decir, la razón posee un carácter unitario. se trata de
saber aplicarla bien. Lo desarrolla en "Reglas para la dirección del espíritu" y "Discurso del Método".
Los que caminan lentamente, pueden llegar mucho más lejos si siguen siempre el camino
recto, que los que corren y se alejan de él".
Consiguientemente el problema para Descartes está en dirigir bien la razón. Por eso es
necesario un método mediante el cual guiar la razón, un método "para bien dirigir la razón o indagar
la verdad en las ciencias". Descartes parte de la idea de que el método no sólo es necesario para el
recto uso de la razón sino también para la INVESTIGACIÓN DE LA VERDAD en las ciencias. Por
tanto, las reglas del método han de ser útiles para la razón y para la ciencia. Para la razón, pues sin
método es fácil errar; para la ciencia, pues permite organizar los conocimientos de forma sistemática y
facilitar así el descubrimiento de la verdad.
DESCARTES define así el método en el capítulo cuarto de sus "Reglas para la dirección
del espíritu": "Conjunto de reglas fáciles y ciertas, que hace que quien las observa atentamente, nunca
tome lo falso por verdadero y sin malgastar inútilmente las fuerzas de su razón, llegue al
conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz".
3.2) LOS ORÍGENES DEL MÉTODO Y LOS CUATRO PRECEPTOS DEL MISMO
A) Si las matemáticas son la ciencia paradigmática, como sabemos, porque en ella hay
progreso y unanimidad, el método matemático es el método idóneo e ideal para la construcción de una
filosofía universalmente válida, para la investigación científica y para la unidad sistemática de todas
las ciencias.
a) la evidencia y claridad;
b) la simplicidad: es decir, que conste del mínimo número de reglas o preceptos.
c) la fecundidad, es decir, la capacidad de generar verdades nuevas a partir de las verdades
previas y seguramente poseídas.
d) universalidad extensiva a todas las ramas del saber.
B) DESCARTES establece a continuación los cuatro preceptos de su método.1º)
EVIDENCIA como CRITERIO de VERDAD. Las condiciones necesarias para la evidencia:
CLARIDAD Y DISTINCIÓN.
* Distinta: Una idea es distinta cuando no puede ser confundida con otra.
¿Cuál es la operación de la mente que alcanza y aprehender las ideas evidentes y, como
tales, claras y distintas? DESCARTES le llama INTUICIÓN. La intuición es la primera operación de
la mente o razón.
Intuición: se define la aprehensión inmediata de las ideas claras y distintas sin que quede
posibilidad alguna de error o duda.
Ahora bien, ¿qué proceso debe seguir la mente para llegar a la intuición o captación de
las naturalezas simples o ideas claras y distintas? A este proceso se refiere precisamente el segundo
precepto del método. Dicho proceso es el 2ª) ANÁLISIS y consiste en dividir o descomponer la
dificultad compleja en sus partes simples, hasta llegar a los elementos más simples aprehensibles por
la intuición. Estas naturalezas simples o ideas claras y distintas son los principios a partir de los
cuales se despliega todo el conocimiento de la misma manera que los axiomas en las matemáticas son
aquellas, verdades evidentes, indubitables a partir de las cuales demostramos otras verdades por su
conexión con ellas.
Si la razón es la única fuente segura de conocimientos científicos y se sirve tan sólo del
razonamiento deductivo, partiendo exclusivamente de intuiciones racionales, es evidente que la
experiencia sensible no desempeña un papel digno de consideración en el sistema cartesiano: su
racionalismo es patente.
Este proceso es la 3ª) SÍNTESIS que consiste en ir ascendiendo desde las ideas más
simples a las más complejas gradual y ordenadamente. Relaciona los elementos más simples,
aceptados por su indudable evidencia, para construir argumentos y deducciones más complejos.
4º) ENUMERACIÓN: Controla o comprueba todos los pasos que se han dado en las
operaciones anteriores.
"Esas largas cadenas de razonamientos tan simples y fáciles, de que los geómetras y
tienen la costumbre de servirse para llegar a sus más difíciles demostraciones, me habían dado la
ocasión de imaginar que todas las cosas que pueden caer bajo el conocimiento humano se
encadenan de la misma manera, y que, mientras que uno se abstenga de admitir por verdadero
ninguna que no lo sea y guardar siempre el orden necesario para deducirlas unas de otras, no puede
haber ninguna tan alejada, a la cual no se llegue finalmente, ni tan oculta que no se la descubra."
Su entusiasmo por este procedimiento es patente: está convencido que, igual que en las
demostraciones de los geómetras, todas las cosas de que el hombre puede adquirir conocimiento, se
siguen unas de otras según un orden que es preciso seguir. Siguiendo este orden, la razón puede
alcanzar o descubrir las verdades más ocultas.
Una vez descubierto este "inventum mirabile", DESCARTES cree poder realizar el
proyecto por él soñado: la unidad de la razón, la unidad de la ciencia, la unidad del método. Si la
razón es única, lo será también la ciencia aunque posea diversas ramas. Siendo una la ciencia y
formando un solo cuerpo sus distintas ramas, a todas deberá corresponderles un mismo método, tanto
a las matemáticas como a las físicas y a la metafísica. Ahora bien si este método es evidente, fecundo,
todas las ramas de la ciencia que lo utilicen alcanzarán idéntico rigor, evidencia y progreso que las
matemáticas. El resultado será una certeza absoluta tanto en la física como en la metafísica o en la
moral.
DESCARTES cree poder realizar su proyecto: que la filosofía tenga idéntico rango
epistemológico (como ciencia) que las matemáticas, que la proposición "DIOS EXISTE" sean tan
evidente y universalmente aceptada como 2-2=0.
La duda cartesiana presenta una crítica radical a las opiniones admitidas hasta entonces
como verdaderas. Pero esta crítica se hace con vistas a hallar lo indudable, a partir de lo cual se puede
reconstruir con paso firme el sistema del saber.
De este modo, la duda de Descartes enlaza con el primer precepto de su método: dicho
precepto ordena NO TOMAR como verdadero mas que aquello que se presenta tan claro y
distintamente a la razón, que no haya ocasión de ponerlo en duda, como paso preliminar para llegar a
la certeza, a la evidencia.
a) Criticar a todas las opiniones que se han aceptado como verdaderas cuando no se han
reconocido como evidentes.
b) Es el punto de partida del conocimiento, basado en verdades evidentes.
A) En primer lugar cabe dudar de los conocimientos que nos llegan a través de los
sentidos. La razón de ello es que los sentidos nos engañan a veces; por ejemplo -dice Descartes en su
Meditación sexta- "muchas veces he observado que una torre, que de lejos me había parecido redonda,
de cerca aparecía cuadrada, y que estatuas enormes, levantadas en lo más alto de esas torres, me
parecían pequeñas vistas desde abajo". Ahora bien, si los sentidos me engañan algunas veces, cabe
pensar que me engañan siempre; pues, según Descartes, no es prudente fiarse nunca más de quien nos
ha engañado una vez; además, para Descartes, la probabilidad no es una aproximación a la verdad; lo
que es sólo probable es dudoso. La duda metódica elimina la percepción sensible como criterio de
conocimiento.
Para Descartes, hay que considerar como falso todo aquello sobre lo que quepa la más
mínima sospecha de duda.
Lo único que queda a salvo son las verdades de las matemáticas: pues duerma yo o esté
despierto, dos más tres serán siempre cinco y un cuadrado tendrá siempre cuatro lados. Sin embargo
Descartes aduce un tercer motivo de duda.
Ahora bien, ¿no se contradice todo esto con la bondad de Dios? pues se dice de Él que es
la suprema bondad. Según Descartes, si pensar que Dios me ha creado de tal modo que yo me engaño
siempre, repugna a su bondad.
Así pues, Descartes termina suponiendo que hay, no un verdadero Dios, fuente suprema
de verdad, sino un cierto genio maligno, no menos engañador que poderoso, el cual emplea todo su
poder en engañarme. Naturalmente, el genio maligno de Descartes es una hipótesis. Descartes está
convencido de que Dios todopoderoso y engañador, que disfraza con la expresión de "genio maligno",
viene exigida por la radicalidad con que se propone someter a crítica las opiniones admitidas hasta
entonces como verdaderas.
La acción de dudar no es otra cosa que un momento del proceso metódico. Por
consiguiente, en principio, nada tiene que ver con el escepticismo. Es simplemente una duda
metódica: viene exigida por la primera regla del método, es temporal, es ficticia y se adopta como
medio para lograr la triple finalidad de evitar los prejuicios, elevar el espíritu por encima de los
sentidos y asegurar la certeza en la verdad. La duda cartesiana se reduce, en última instancia, a
"suspender el juicio".
La firmeza de esta primera verdad viene avalada por el hecho de que se percibe con la
evidencia, es decir: con claridad y distinción, con ello se da cumplida satisfacción a lo exigido en la 1ª
regla del método. De ahí saldrá el criterio de verdad: La idea clara y distinta.
"Puedo establecer desde ahora, como regla general, que todas las cosas que
concebimos muy clara y distintamente son verdaderas" (Meditaciones, III)
Ahora bien, hallando ya el criterio general de certeza, es decir, los requisitos que todo
conocimiento debe cumplir para ser verdadero, ¿porqué no procede Descartes, sin más, a su
aplicación?.
Por todo esto es urgente, según Descartes, probar si existe Dios y, en caso, afirmativo, si
puede ser engañador.
La pregunta central de todo este análisis es "si entre las cosas, cuyas ideas tengo en mí,
hay algunas que existen fuera de mí", dicho de otra forma: lo que está en juego es el problema de la
pretendida realidad extramental, de la cual parecen proceder mis ideas.
Pues bien, para responder a la pregunta de si existe fuera de mí las cosas, cuyas ideas
tengo en mí, hay que centrarse, según Descartes, en ese segundo aspecto de las ideas, ya que, tomadas
sólo como formas del pensamiento, las ideas son todas iguales y todas parecen proceder de mí; en
cambio, si se consideran en cuanto a su contenido representativo, entonces son muy distintas unas de
otras, unas contienen mayor realidad objetiva que otras, es decir, unas "participan por representación
de más grados de ser o perfección que otras." Y, en consecuencia, se plantea la pregunta por la causa
de la realidad objetiva de las ideas: ¿a qué se debe que una idea contenga tal realidad objetiva y no tal
otra?.
Y ¿qué se sigue de todo esto?; que si la realidad objetiva de alguna de mis excelentes
ideas excede a la realidad propia de mí, hasta el punto de que esa realidad no este en mí, ni formal, ni
eminentemente, entonces yo no puedo ser la causa de una tal idea y, en consecuencia, hay algo en el
mundo distinto de mi, que es la causa de dicha idea.
Entre las ideas innatas, DESCARTES descubre la idea de Ser "Perfecto o Ser Infinito"
que DESCARTES identifica con la idea de Dios. La existencia de Dios es demostrada o deducida a
partir de la idea de Dios y aplicando el principio de causalidad. Entre los argumentos utilizados por
DESCARTES, exponemos tres:
1º Es claro que quien duda, existe y, si dudamos somos finitos imperfectos. Ahora bien,
entre las ideas innatas descubre la mente la idea de Ser infinito, perfecto. ¿De dónde viene la idea ? Es
claro que no puede venir de la nada ni tampoco de mí que soy imperfecto porque dudo. La idea de
perfección sólo puede tener por causa u origen una realidad perfecta. "Solo quedaba que hubiese sido
puesta en mí por una naturaleza verdaderamente más perfecta que la mía y poseedora inclusive de
todas las perfecciones de que yo pueda tener idea; este es, para explicarme con una sola palabra, por
Dios. "Luego Dios Existe".
2º El ser que se reconoce imperfecto y que le falta algo, no existe por si mismo, pues ser
perfecto y existir por si mismo es la misma cosa. Luego, desde el momento en que no soy perfecto, no
existo por mi mismo, existo por otro y este otro existe por sí mismo, lo que equivale a decir que es
perfecto. Aquel ser, autor de mi ser, por quien yo existo, es Dios. Puedo llegar a conocer la existencia
de Dios, partiendo de mi propia limitación. Yo no me he creado a mi mismo. Si yo fuera causa de mi
mismo me habría dado las mismas perfecciones que yo concibo como más perfectas. Así la finitud del
Yo pensante supone una relación causal con Dios.
La idea de un ser "absolutamente perfecto" exige que ese exista ya que una de las
perfecciones es la existencia. Sería contradictorio pensar algo que tenga todas las perfecciones y no
incluya la existencia.
"Por consiguiente, tan cierto es que Dios, que ese ser perfecto existe, como lo puede ser
una demostración de geometría".
Dios existe como perfectísimo, luego tiene que ser sumamente veraz.
La existencia del mundo es demostrada o justificada a partir de la existencia de Dios: si
Dios existe y es bueno y veraz, no puede permitir que me engañe al creer que el mundo existe. Luego
las cosas, objetos de mis ideas, existen, mis ideas son verdaderas. DIOS es el fundamento último y la
garantía de la verdad de las ideas. Dios crea el mundo, lo conserva, es garantía del no engaño. El
mundo es un reflejo de Dios. Si Dios es inmutable, el mundo es reflejo de la inmutabilidad de Dios,
por eso las leyes físicas del mundo, el movimiento son invariables. Se llega con esto a una concepción
mecanicista del mundo. El mundo es como un reloj, sin finalidad ni destino, es como una máquina.
Dios le da una cantidad de movimiento y unas leyes constantes. La física se reduce a extensión y
movimiento. El movimiento no se pierde sino que se transmite de unos cuerpos a otros. Los planetas,
animales, cuerpo del hombre, son máquinas, se rigen según las leyes universales del movimiento.
La existencia de Dios es el "puente" que le permite saltar de las ideas a las cosas, del
pensamiento a la realidad y destruye el motivo más radical de la duda: la hipótesis del "genio
maligno."
Ahora bien, el único ser capaz de subsistir por sí mismo es Dios, los demás seres necesitan
de la creación y conservación por Dios. ¿Quiere esto decir que sólo hay una sustancia, Dios? Descartes
no saca esta conclusión; reconoce, en efecto, que el término sustancia sólo es aplicable, en sentido
propio, a Dios, pero afirma que en sentido análogo, puede aplicarse también a aquellos seres creados,
que sólo necesitan del concurso divino para existir, a diferencia de aquellos otros, que necesitan
además, de otros seres creados. Así distingue dos sustancias creadas: el "yo" o sustancia pensante
(res cogitans) y los cuerpos o sustancia extensa (res extensa). La res cogitans y la res extensa, si bien
necesitan del concurso divino, no necesitan en cambio de otros seres creados para existir y, en este
sentido, cabe decir que son sustancias. La sustancia pensante y la sustancia extensa son
independientes entre sí, independencia que Descartes fundamenta en el hecho de que se tiene de ellas
ideas claras y distintas, la idea más destacada de la noción cartesiana de sustancia es su autonomía e
independencia.
Nosotros no percibimos las sustancias como tales, sino que las conocemos por sus
atributos (son aquellas cualidades más esenciales de esa sustancia). Y entre éstos, hay uno que
constituye la esencia o la naturaleza de cada sustancia: la extensión en longitud, anchura y
profundidad, es el atributo esencial de los cuerpos, y el pensamiento es el atributo esencial del yo.
10) El hombre
Esta posición de Descartes, según el cual cuerpo y alma son sustancias autónomas tiene
importantes consecuencias: por un lado, la afirmación de la inmortalidad del alma; por otro lado, la
libertad del hombre. En efecto, el alma, en tanto que sustancia pensante, queda excluida del
mecanicismo y la necesidad, propios de los cuerpos, sustancia extensa. Ni el pensamiento, ni la
materia necesita el uno de otro para subsistir. La finalidad de esta concepción finalista es justificar la
libertad del hombre y la inmortalidad del alma. La libertad de la voluntad implica la elección de lo
bueno y lo verdadero.
Sin embargo, a pesar de concebir el cuerpo y el alma como dos sustancias autónomas,
Descartes es consciente de la interacción real entre ambas en el caso del hombre.
Pues, cuando mi cuerpo está herido, -dice en su sexta meditación-, no sólo percibo la idea
mediante el entendimiento, sino que además siento dolor. ¿Cómo conciliar este hecho con la
concepción del cuerpo y alma como sustancias independientes?. Se trata de un punto oscuro de la
filosofía de Descartes; y su solución de corte fisiológico, según la cual el alma estaría localizada en un
punto concreto del cuerpo, la glándula pineal, situada en la parte central del cerebro, y a través de la
cual tendría lugar la interacción cuerpo-alma, no es, en absoluto, satisfactoria.
Por otro lado, la elección, por parte de la voluntad, de lo propuesto por el entendimiento,
expresa la idea central de la ética de Descartes.
COGITO: Con este verbo latino, que representa todas las posibles actividades mentales
(pensar, dudar, creer, etc.) formula Descartes su famosa inferencia: "pienso, luego existo" (cogito ergo
sum). Si estamos pensando, resulta cierto que existimos, que somos en algún modo; el "cogito" es, así,
el primer freno a la duda metódica cartesiana.
DIOS: Si bien los autores tratados en este capítulo se ubican en la tradición judeo-cristiana,
aunque con distintos matices, el racionalismo filosófico introduce una novedad en el tratamiento del
problema de Dios (especialmente Descartes y Spinoza): despojándole de connotaciones tecnológicas y
aún religiosas en buena medida, y nos habla de un Dios "filosófico", racionalmente conocido.
CONTINGENTE: Lo que puede ser de otra manera, por no implicar su opuesta contradicción.
EVIDENCIA: Criterio de certeza, establecido por Descartes. Sus noticias son la claridad y la
distinción.
GEOMÉTRICO: El modo o método es, como hemos visto, el elegido por Spinoza para
escribir su "ética". Aunque las cinco partes de que consta esta obra no sean idénticas, la estructura
general de las mismas responden al mismo orden: Definiciones, Axiomas y proposiciones.
INTUICIÓN: En Descartes es la operación del espíritu que capta las naturalezas simples o
ideas claras y distintas.
NECESARIO: Lo que no puede ser de otra manera de como es, por implicar su opuesto
contradicción.
PRINCIPIO DE RAZÓN SUFICIENTE: Nada sucede sin que halla una razón para que suceda
así y no de otro modo. Este principio fundamenta, las verdades de hecho Leibniz.
REALIDAD INMANENTE: Es más realidad que la formal, por tanto, incluye a ésta; pero es
menos precisa (Descartes).
V) Actividades
1.- ¿Cuáles son las principales corrientes de pensamiento de la filosofía moderna?
2.- Enuncia algunos caracteres generales de racionalismo.
3.- ¿Qué se entiende por sistema deductivo?
4.- ¿Qué sentido tiene el método y la duda de Descartes?
5.- Explica brevemente los cuatro preceptos del método.
6.- ¿Qué son la intuición y la deducción, según Descartes?
7.- ¿A qué ámbitos del conocimiento acepta la duda cartesiana?
8.- Haz un breve comentario sobre la primera verdad hallada por Descartes
9.- ¿Cómo prueba Descartes la existencia de Dios y su veracidad?